Él estaba tan cerca de mí que podía distinguir detalladamente cada parte de su fuerte rostro, pero sentía que estaba a un mundo distancia como si una gran distancia nos separa. Era extraño estar parada frente de alguien que cambia de un momento a otro sin algún sentido, hasta hace unas horas solo se mantenía aislado y callado, pero ahora está comiendo frente de mi como si nada de lo que pasó en los últimos días tuviera sentido.

Las personas en ocasiones tenemos situaciones que nos obligan a actuar de cierta forma, pero cuando hacemos un pequeño cambio podemos apreciar que dentro de ese cascarón duro e inquebrantable se encuentra un dulce.

Me comienzo a reírme por dentro al notar que es la comparación más ridícula que he pensado, Scott no es un dulce, él es como el océano oscuro, fuerte y lleno de misterios.

—Sabía que te gustaría comer aquí —dice de repente haciendo que le preste atención.

Desde que los camarones llegaron lo había ignorado completamente para concentrarme en la deliciosa comida.

No hubiera pensado que él me estaba viendo comer ese día tan detalladamente como para notar que me gustan los camarones.

—Soy un libro abierto —le contesto y él deja de comer.

—Pero porque no puedo leerte —me responde con integra.

Dejo escapar una risa en lo irónico que es esta situación.

—Tu eres como un libro protegido en un idioma diferente —le respondo cuando él hace una expresión en el rostro de asombro. Para mí era ese libro con el que siempre soñamos leer, pero jamás podemos tenerlo en nuestras manos. Con la intriga y el deseo consumiendo el alma.

— ¿Eso es lo que piensas de mí? —pregunta él.

No lograba entender si yo era la que todo este tiempo me imagine que actuaba como un completo antipático o él se está haciendo el idiota conmigo.

—Así es —le contesto un poco incómoda.

—No soy como piensas —me responde más tranquilo.

—No pienso nada en lo absoluto —le digo volviendo a comer un poco de los camarones.

—Solo no he tenido días buenos —dice un poco distraído.

Me gustaría preguntarle a que se deben, pero estoy segura de que, si quiere decirme, me lo dirá eventualmente.

—Entonces ¿porque me trajiste esta noche aquí? —ahí estaba, le había hecho la pregunta que había deseado hacer desde que tocó mi puerta.

—No lo sé —contesta.

Me quedo indignada al escuchar esa respuesta, pero la ignoro rápidamente para seguir comiendo

—Creí que te gustaría salir de ese lugar —continua él.

No puedo negar que haber aceptado su invitación fue una de las mejores cosas que pude hacer, pero me sentía extraña, el cambio de personalidad de Scott me había desconcertado mucho.

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El frío nocturno nos acompaña de regreso al campamento, otra vez volvemos al silencio tedioso mientras vuelvo a mirar hacia el desierto. El frío es cada vez más fuerte por lo que tengo que llevar mis brazos alrededor de mi cuerpo para darme un poco de calor.

Él detiene el coche de repente por lo que volteo a mirarlo antes de que saque su suéter por encima de su cabeza dejando ver el cuerpo que tiene trabajado. En mi mente se reproducía el sueño que tenía anoche y entre más observaba su cuerpo el deseo de tocarlo fue llenando mi sangre.

Era imposible negar que en esos pequeños segundos quería darles vida a mis sueños más salvajes, sin embargo, solo acepte su suerte con un agradecimiento.

Él me mira en la oscuridad con el desolado desierto sobre nosotros varios segundos mientras siento cómo el ambiente entre nosotros es cada vez más pesado.

—Está haciendo un frío tremendo —dice con una sonrisa antes de comenzar a conducir de nuevo.

Veo su cuerpo estremecerse un poco antes de quitar la vista por mucho que mi cuerpo me pida seguir viendo.

— ¿Enserio crees que está película tiene algún futuro? —pregunta él dejándome un poco sin palabras.

Desde un principio siempre pensé que el papel principal era lo más importante para mí y para mi éxito, pero no había pensado mucho en sí tendría realmente éxito, recuerdo que no pensaba mucho en el éxito de la película puesto que James Dean iba a estar en ella y eso implicaba un éxito seguro, pero también recuerdo que me alteró un poco la idea de que no estuviera y la película fuera un completo fracaso.

—Dímelo tú, tú eres el experto —le contesto desafiante y cansada, quizás ese balde de agua fría de una realidad hizo que me irritara.

—En Hollywood todo es posible, puedes estar en lo alto un día y en la completa ruina en otro —explica él mirando el camino— recuerda mantener siempre tu esencia, generalmente eso es lo primero en salir por la puerta cuando alcanzas el éxito.

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—Fue una agradable noche, gracias Scott —le digo cuando he salido por mi cuenta del coche ya que no le dio la gana de abrirme la puerta.

Él no dice nada y solo me responde con una sonrisa en sus labios. El lugar de grabación se encuentra igual a cuando lo deje por lo que ambos caminamos hacia nuestros remolques. Se supone que luego de la cita la chica debe al menos besar al chico en muestra de agradecimiento, pero en vez de eso cuando estamos frente a nuestros remolques.

—Me gustaría ser como tu Scott —dejo salir mientras miro un poco el suelo— visitar cualquier parte del mundo cuando lo deseara.

— ¿Qué estás esperando? —pregunta él antes de entrar dejándome completamente sola.

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Él deja de besarme con su cuerpo sudoroso encima de mí y su miembro en mi interior moviéndose tan rápido que tengo que mover mi cabeza hacia un lado para tomar aire mientras él baja a besar mi cuello húmedo por sus besos.

Mi cuerpo eufórico por sus penetraciones empieza a levantar un poco la pelvis para recibir más profundo dentro su fuerte pene al tiempo que lo escucho gemir de placer en mi cuello antes de besarme y azotar más duro dentro de mí hasta que el sueño se desliza por mis manos llevándome de vuelta a la realidad.