Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo dieciocho

Despierto en mi habitación y las flores nuevamente están ahí, iluminadas por la luz del sol.

Tengo que apretar mucho los ojos para desear que por favor lo que vi anoche haya sido real, necesito que lo fuera, no quería ser la única que está pasando por esto. Vuelvo abrir los ojos y no son las mismas rosas blancas, porque al fijarme más detalladas son de un tono un poco más rosado casi imperceptible.

Una nota pone entre las rosas, por lo que estiro mi mano para tomarlo.

"Ella me veía todas las noches, S.E"

§§§§§§§§§§§§§§§§§§

Hoy no íbamos a grabar en el día por lo que no quise salir a maquillarme, aunque quisiera ver Azucena y Areli, todo en mi cabeza daba vueltas y no se sentía bien.

Su coche seguía estacionado cerca al árbol y la puerta todavía estaba abierta cuando me asomé por la ventana.

Ya me había cambiado y maquillado por completo, pero me encontraba mirando el horizonte, estaba muy segura de que ayer había estado dos veces en su habitación. Yo sentía la silla, lo veía y escuchaba gemir a él, incluso podía sentir todavía lo caliente que me encontraba. Estaba segura de que corrí hacia él y lo lleve a su habitación, recuerdo haberme pedido que me quedara y también recuerdo que lo hice, pero porque rayos desperté en mi habitación.

—Rose —escucho su voz ronca llamándome. Despierto de mis pensamientos y me dirijo hacia la ventana.

—Scott —le respondo cuando lo veo parado frente a mi ventana con la cabeza alzada para verme.

Su rostro tiene una terrible expresión con la más divina sonrisa por el brillante sol que cae sobre él.

—Quería agradecerte por lo de anoche —me dice obligándome a sonreír también.

Cuando él se acercaba ya no me importaba si lo que estaba viviendo era real o un engaño, porque era Scott y él siempre ha sido una mezcla de ambas cosas.

Lo veo por primera vez avergonzarse de repente y bajar un poco la cabeza.

Esta faceta de Scott no la conocía todavía.

Justo en el momento que quería decir algo se cruzó por mi mente, la posibilidad de que Scott me haya traído hasta mi cuarto y dejado las rosas.

—Estabas muy borracho —le digo al tratar de mantener la conversación.

—Si —confirma aún avergonzado— ¿porque no te quedaste?

Su pregunta me saca de mis casillas y por un momento quiero golpear todo lo que me rodea.

Yo me había quedado, lo había visto soñar conmigo, pero ¿porque él me pregunta eso? Cuando yo nunca me fui.

—Yo me quede —le respondo cansada porque esa fue la verdad o al menos para mí.

Él me mira fijamente tratando de encontrar el chiste, pero al ver mi rostro serio se da cuenta que no estoy mintiendo.

—No estabas cuando desperté —continúa él— lo cual es bueno, anoche pasaron muchas cosas.

Yo sabía lo que había sucedido, yo estaba ahí, pero no quería decirle porque no quería seguir discutiendo algo que no tendría sentido para ninguno de los dos, por lo que al voltear la mirada veo las rosas.

—Gracias por las rosas —le digo cuando lo vuelvo a ver.

Él me mira sorprendido y luego confundido.

—Lo siento, no sé de qué rosas hablas —deja salir él y como puedo vuelvo a mirar unas rosas que han desaparecido.

—Creo que ambos necesitábamos salir de aquí —dice él estirando su mano hacia mí.

No pienso en nada más y solo acepto su invitación antes de salir por la ventana para que él me atrape haciéndolo retroceder un poco.

Siento sus manos sostener mi espalda mientras mis manos se deslizan por su fuerte cuello, nuestros ojos se vuelven a encontrar, pero esta vez es él quien cierra los ojos antes de volver a verme de una forma extraña.

—Vamos —me anima cuando me deja sobre el suelo y me toma de la mano.

— ¿Y si alguien viene por nosotros? —pregunto cuando él me lleva corriendo hacia el coche.

—Pues les deseo suerte para encontrarnos —contesta cuando casi llegamos a su auto.

Esto era lo más irresponsable y peligroso que había hecho en muchos años, pero por más que sentía que no debía irme yo ya estaba subida a un bote que no puede ir en reversa.

Esta vez no fuimos hacia la ciudad sino más al norte donde la vegetación era cada vez más notoria y algunos animales empezaban aparecer llevándose toda mi atención.

—Son jirafas —le digo muy emocionada al ver esos animales amarillos con manchas cafés tan grandes que tengo que alzar mucho la mirada para poder notar su boca llena de comida.

Muchas de las jirafas solo caminan o comen paradas agachado la cabeza.

Es la primera vez que veía tantos animales juntos, pienso cuando puedo distinguir un elefante a lo lejos, realmente eran tan inmensos como lo describen en la escuela.

Me empiezo a sentir nerviosa entre más entramos en la sábana y escucho el suelo temblar un poco, antes de ver a muchos búfalos correr hacia las jirafas.

—Son preciosos —le digo al verlos más de cerca. Tienen unos cuernos en su cabeza y su forma es tan delicada que parecen un venado.

—Dios mío —le digo cuando puedo distinguir a las cebras con sus rayas negras siendo bañadas por el agua que sale de las trompas de los elefantes.

—El director está tratando de conseguir prestado unos cuantos para la película —comenta Scott

Hasta este momento pensaba que los animales de la película solo serían un efecto de algún cartel o algo parecido.

Olvido la tonta película y me concentro en lo hermosos que son los animales.

— ¿Eso es un león? —pregunto asombrada al ver la criatura cerca de un árbol rodeado de varias leonas.

—Sí —contesta él más emocionado y yo solo lo fulmino con la mirada, ese animal fácilmente nos podría matar.

§§§§§§§§§§§§§§§§§§

Llegamos a un punto donde hay más vegetación, puesto que los árboles son más abundantes mientras nos acercamos a un río. Descendemos junto cerca al río hasta que los árboles impiden el paso del coche por lo que siento cómo Scott detiene el auto y me anima a salir.

Esta vez no espero ni un segundo que me abra la puerta porque sé que no lo hará. Tengo que correr detrás de él en medio del bosque con el sonido del río en mis oídos y muy pronto los árboles se terminan y frente de mi hay un gran barranco con el agua cayendo como cascada.

—Santo cielo —digo cuando he recuperado el aire y veo todo el paisaje.

Las montañas destacan al fondo con el sol acercándose a ellas, el hermoso valle que se extiende debajo de nosotros y con los animales tan diminutos hacían que fuera una vista maravillosa.

— ¿Cuándo descubriste este lugar? —le pregunto asombrada bajando por unos peldaños hechos de piedra redonda.

—Hace muchos años, la última vez que vine a África —comenta Scott mirando al horizonte con esa actitud sería de nuevo.

Me detengo a observar como el agua cae por la colina hacia un lago debajo de nosotros lo suficiente alto como para matar a alguien.

Él me toma completamente distraída y sus brazos tocan mi cintura antes de rodearme el estómago para acercarme a él.

Me sentía muy nerviosa y deseaba con todas mis fuerzas que fuera real, pero cuando nos alejábamos del mundo todo era tranquilo y extraordinario, casi como si entráramos al país de las maravillas.

Con su pecho en mi espalda mientras ambos contemplamos el paisaje no podía evitar sentirme melancólica, porque en el fondo yo tampoco sabía lo que quería con Scott o también si en unos segundos despierto y resulta que aparentemente nada fue real.

Solo quería guardar este momento en mi memoria para siempre, porque, aunque todo acabe mal en un futuro este tipo de experiencias son las que perduran en el recuerdo.

Él me voltea para verme y sus ojos celestes muestran la más fuerte preocupación.

Nos miramos fijamente mucho tiempo hasta que yo llevo mi mano hacia su mandíbula.

Baje mi mirada a sus labios carnosos y llenos de vida antes de cerrar mis ojos.

Sus labios se demoran mucho cuando se encuentran con los míos y la sensación es tan diferente que mis sueños nunca habrían podido representar. Sus labios se aprietan con los míos mientras contenemos la respiración antes de que él poco a poco abra mi boca para besar aún despacio al tomar mis mejillas para acercar nuestros cuerpos.

Su nariz golpea un poco contra la mía cuando empieza a besar un poco más rápido mientras mueve la cabeza de un lado al otro.

Besarla a él fue como darme cuenta de que ya había saltado por ese acantilado y que no podía hacer nada para evitar el final inminente.

Me dije a mi misma en ese momento que no me aferra, pero en mi mente solo se reproducía sus labios cerca a los míos sofocándolo todo.

Sus labios lentamente se separaron de los míos para que ambos tomamos aire y él toque mi cuello más fuerte antes de mirarme a los ojos.

—Por fin es real —murmura.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro