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24

De verdad necesitaba tiempo, para poder recuperar lo que había regalado:necesitaba recuperar su corazón, mas al mismo tiempo no quería regresar a ser solo el juguete favorito de la reina del Pop.

Floyd se encontraba terminando su quinto cigarrillo en la esquina de su habitación cuando alguien tocó a la puerta de su vaina.Con su mirada cansada y cabello despeinado, Floyd se restregó el rostro con un pañuelo, tocio un poco y apagó el cigarro al presionando contra el cenicero. Entre más tardaba en responder, más insistentes eran los toques sobre la puerta.

—Ya voy, ya voy.-expresó él con amargura mientras apretaba la manivela y la hacía girar.-¿que suce-

Se detuvo tan repentinamente que pudo sentir como casi se mordía la lengua, Floyd por un momento sintió como su cuerpo era abandonado por su alma y sus ojos inyectados de sangre y pocas horas de sueños se abrieron tal cual un libro al darse cuenta de que era una troll rosa de vestido de lana que bajaba de tonalidades azules hasta llegar a las verdes y una pequeña corona de flores celestes.

—¿P-poppy?.-dijo Floyd, casi en un murmuro.

Estaba tan hermosa como el día en el que la perdió y aun le gustaba mucho.

—Hola, Floyd...-Poppy saludo. Parecía estar muy avergonzada o al menos eso indicaba su mirada cabizbaja y el cómo se sobaba uno de sus brazos.

El troll peligroso sacudió su cabeza y se incorporó, saliendo del trance, limpio su pecho con sus manos y se dirigió a la reina.

—eh, solo eres tú ¿qué quieres? .-Floyd apartó la mirada, cruzándose de brazos con enojo.

—Floyd, por favor, mira. Escuchame ¿si? .-Desconcertada por ese recibimiento, Poppy intervino nerviosamente.-si, te tire de lado sin avisar por cobarde y fue algo muy horrible de mi parte.

—Ah, sí, horrible... pero eso es lo que eres ¿no?. Al menos ahora tengo claro a quién tengo delante. No te molestes en intentar arreglarlo.-el troll de ojos magenta escupió

—lo se, lo se. Me lo merezco. Pero quiero cambiar las cosas.-Poppy expresó con tristeza y sinceridad.-quiero ser buena para ti y para nuestro amor.

—no te preocupes. Siempre fuiste buena para demostrar lo poco que te importo.-volvió a responder Floyd.

—Por favor Floyd, ya no soporto esto, me haces mucha falta.-Poppy confesó llevando sus manos a su pecho, con sus ojos rosados tornándose de cristal.-Sé que te tomará tiempo volver a confiar en mí, pero de verdad te amo y te prometo que las cosas van a cambiar, ya todo esto de escondernos ni de esconder nuestro amor se va a acabar.

No obtuvo respuesta, cosa que la llenó de ansiedad.

—Te amo mas que a todo este reino que me adora como su líder, más que cualquier canción u hora de abrazar y no quiero seguir fingiendo que no lo hago frente a todos.-Poppy confesó, jugando torpemente con sus dedos.-he sido muy mala contigo y no te he dado tu lugar.

Floy empezó a bajar la guardia, prestando sus oídos y soltándose a sí mismo, la reina entonces reaccionó y se estiró como pudo, atrapando su mano entre la de ella. Floyd poco a poco dibujó una débil sonrisa en sus labios.

—Ya no quiero seguir con esa fachada. Es hora de que todos sepan que el dueño de mi corazón eres tu.-le aseguro a Poppy con un ademán de seguridad.-Solo necesito terminar mi relación con Ramon y seremos libres.

Todo iba...tan bien...

—¿no has terminado con mi hermano?.

—emmm,n-no,aun no, pero si planeo hacerlo, solo necesito darle tiempo y saber qué decir-

Floyd apartó bruscamente su mano de aquel agarre, la ira se reflejaba en su rostro.

—¿Otra vez promesas con excusas,no? .-Floyd musito.

—¿qué? .-Poppy batió las pestañas.

—¿y por cuánto tiempo vas a tomarte para eso Poppy? ¿o crees que si pasa el tiempo voy a olvidar que ibas a hacerlo?, ya estoy cansado de estas palabras vacías, estoy cansado de ser tu secreto. Yo quiero amar y ser amado por alguien que no tiene miedo de hacerlo.

—Floyd, trato de hacer lo que es mejor para mi y para mi relación.

—¡Tratas  de mantenernos en perfil bajo, yo no voy a poner un show!, quiero amar a la Poppy que siempre he conocido, no a una cobarde.-negó Floyd molesto.

—¿¡que no lo ves!? ¡Te amo! .-Poppy exclamó entre gritos.

—Si de verdad lo hicieras no me tendrías esperando en las alas, terminarías con Ramon de una vez por todas.

—Tu sabes que no puedo hacer eso, Ramon se sentiría fatal si lo boto, me ama demasiado como para soportar nuestra ruptura, no puedo mandar sus sentimientos al caño de la nada..

—¡y qué hay de mi?!. ¡Tu no tienes ni idea de lo fatal que me he sentido por culpa de una troll cobarde que le gusta andar besándose con troll a troll en vez de ser una basura traidora y desleal!

Poppy con histeria se apartó, apretando los puños. Más al pasar de los segundos,ambos ex amantes arrugaron su rostro.

—Bien, como tú quieras.-fría y firme, la monarca del Pop se empezó a retirar.

—¿sabes? mi peor error no fue dejarte entrar a mi habitación esa noche...fue haberle creído cuando dijiste que viviríamos felices, al final ambos estamos jodidos.-Floyd confesó.

Poppy se detuvo, mirándolo por sobre su hombro.

—no, lo nuestro fue un error.

—Tal vez fue un error mio. Pero el verdadero error fue pensar que alguna vez tuviste el valor de elegir entre el amor y el miedo.

La perdió de vista y una vez se encontraron ambos pegados contra la madera de sus puertas, soltaron sus lágrimas sin ningún impedimento.

Era automático, todo lo que esa reina hacía o decía era automático, parecía algo a lo que ella estaba programada a decir. No había amor verdadero en ella.

¿Pero entonces, por qué seguía amándola?.

Poppy hacía su corazón temblar, doblarse y quebrarse, una y otra vez y aun así no podía darse la vuelta.

La reina se maldijo mentalmente por su debilidad, por nuevamente lastimar a quien ella decía amar y por ser incapaz de decir que no a su novio, a quien ella sabía que se moriría sin ella. Ya  no tenía vuelta atrás, ella misma lo hecho a perder, Floyd jamás la iba a poder amar, él solo quería una chica que no tuviese miedo a amarlo, no una metáfora de lo que realmente podían ser.

Floyd hacía su corazón temblar, doblarse y quebrarse y aun así, no podía darse la vuelta.

Y eso los estaba volviendo locos.






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