El Lago I
¡Hola! De nuevo muchísimas por todos sus comentarios, realmente me alegra muchísimo que estén disfrutando tanto esta historia Noemed89, ElizabetHernande381, RebeFernande5, CandyBlandon, kari890212, MaryPlaza8, vanne-94, MagnusNoizLightwood, MaraGilMartnez, ElGatoDeAlicia, DaianaVelazquez, EugeniaJimenez, 1262004agustina, JennyR-73, Sade_67 BiancaCarrillo1, crisalecbloom, Mkijud, _mffpk_, Stereklovers, CarolinaMedina503, naney7, Rosewood84, laurac0330, 4-HUNDRED, ItzelAralyGarciaGuev, VanyMa3, CiomyBane, alba83044 💙💜💙🏞
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Muchas, muchas gracias también a quienes continúan leyendo y dejan su voto 💜💙💜🏞
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Parece que Alec y Magnus comienzan a acercarse más, hay muchos nuevos sentimientos entre ellos 😉
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Resumen. Magnus conoce a John y Lydia. Hay algo de coqueteo, y algo de adorabilidad.
Dejemos que la diversión y la tontería continúen.
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Magnus se removió despertando, podía ver un halo de luz que entraba por la ventana del automóvil. La noche debió haber terminado porque ahora estaba frente a frente con un cuello muy adorable, sus ojos se enfocaron en la manzana de Adán. Tenía un brazo alrededor de la cintura de Alec, el otro acurrucado entre sus pechos. Estaba sostenido en su lugar por los dos brazos de Alec, y sus piernas se encontraban entrelazadas.
Lentamente alzó la mirada para observar el rostro dormido de Alec, una sonrisa tirando de la comisura de sus labios. Decidió permanecer allí en el calor de Alec, deleitándose con la sensación de dicha y consuelo. Nunca antes se había sentido tan seguro en los brazos de alguien como ahora. Magnus se movió, acercándose más, enterrando su rostro en el hueco su cuello. Alec se removió con el movimiento, acercándolo más, pero sin despertarse.
El asiento trasero del Impala no era el más espacioso. Era bastante estrecho, especialmente con él y Alec compartiéndolo. Pero de alguna manera, estaba cómodo. Esto se sentía bien. Se sentía correcto. Magnus deseó poder quedarse así para siempre.
Un fuerte golpe en la ventana sacó a Magnus de su ensoñación. Se habría caído si no fuera porque Alec lo mantuvo en su lugar, mientras se despertaba. Ambos levantaron la vista y vieron a un hombre mirando por la ventana.
-"John"- dijo Alec, un ojo aún cerrado con el resplandor del sol a través de la ventana. Respiro hondo y se frotó la cara con la mano.
Magnus se separó de Alec y se sentó, enderezándose la ropa y Alec hizo lo mismo.
-"¿Dormiste?"- le preguntó a Magnus, aun parpadeando para despertar por completo.
-"Sí"- respondió Magnus. Esperaba que su rostro no estuviera rojo. Sabía que no estaba haciendo nada malo, pero se sentía como un niño atrapado haciendo algo que se suponía no debía hacer- "Espero no haber hecho que tus brazos se entuman. No soy exactamente ligero"- dijo tímidamente, mientras trataba de acomodar su cabello.
Alec soltó un pequeño bufido y luego negó con la cabeza- "Estaba bastante cómodo, en realidad"- dijo sonriendo mientras bajaba del auto para hablar con John.
Magnus se quedó sentado en el asiento trasero, no muy seguro de cómo procesar el último comentario. Sólo sabía que su corazón se detuvo, saltándose varios latidos, aunque estaba acelerado al mismo tiempo. No estaba seguro de si eso era posible, pero definitivamente fue lo que sintió. Una sonrisa se dibujó en un lado de sus labios, y sus orejas se encendieron ante la idea. Alec se había sentido cómodo sosteniéndolo en sus brazos.
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Una vez que recuperó la compostura, y satisfecho de que al menos se veía presentable, Magnus salió del auto y se acercó a John y Alec, que estaban de pie junto a la camioneta. Estaban descargando la cadena para remolcar el Impala. Hubo una breve presentación antes de que Alec y John comenzaran a enganchar las cadenas. Magnus ayudo cuando fue necesario, pero ellos prácticamente se ocuparon de la mayor parte.
Había algo de equipo agrícola en la parte trasera de la camioneta de John, así que los tres se apretujaron en los asientos delanteros. Era una de esas grandes camionetas de agricultor que solo tenían un asiento para el pasajero. Magnus se sentó en el medio, teniendo que sentarse cerca de Alec para que sus piernas no se interpusieran con la palanca de cambios. Alec apoyó su brazo en el respaldo del asiento, para darle más espacio. Magnus era muy consciente de que estaba más apoyado en Alec, que en el respaldo del asiento de cuero.
-"Espero que hayan dormido bien"- dijo John- "Lo siento, no pude venir a recogerte antes. Espero que no hayan pasado mucho frío anoche"- le lanzó a Alec una mirada pícara y luego le sonrió a Magnus. Hubo un destello en sus ojos que Magnus no estuvo seguro de cómo interpretar.
Magnus miró a Alec, que había elegido ese momento para mirar por la ventana, las puntas de sus orejas estaban rojas. Magnus supuso que era por el calor.
-"Um, sí. En realidad, estuvo bien"- respondió Magnus, sonriéndole a John.
-"Bueno, dejaremos el auto en el mecánico y luego iremos a la granja"- dijo John. Magnus tenía la sensación de que estaba hablando más con él, que con Alec- "El desayuno, o a este ritmo, el almuerzo, debería estar listo para cuando lleguemos allí. Espero que ustedes dos no tengan demasiada hambre"- añadió y luego comenzó a conducir. Alec y Magnus le aseguraron que podían arreglárselas.
El taller estaba a una hora en coche de donde se encontraban, ya era media mañana cuando llegaron. Magnus pasó sus cosas y las de Alec a la camioneta mientras él y John hablaban con el mecánico. Agradeció que Alec viniera a verlo de vez en cuando para asegurarse de que todo estaba bien. Envió a Catarina un par de mensajes de texto para actualizarla antes de que su teléfono finalmente se quedara sin batería. Había esperado poder explicarle lo suficiente para que no entrara en pánico.
Después de media hora, Alec regresó. John pasó por la tienda de al lado para obtener más suministros para la granja.
Alec apoyó ambos brazos en la ventana abierta del pasajero, Magnus estaba sentado dentro, y se acercó a la ventana para hablar con él. Le ofreció a Alec una barra de granola que acaba de abrir, dado que todavía no habían comido nada. Era lo único que quedaba de su última caminata.
-"Entonces, tendremos que dejar el auto aquí por dos o tres días mientras lo arreglan. Necesitan obtener algunas piezas de repuesto en la próxima ciudad"- dijo Alec, tomando un bocado de la barra de granola que Magnus estaba sosteniendo, sin siquiera molestarse en agarrarla él mismo- "John dijo que podíamos quedarnos en su casa por un tiempo. Pero podemos dejarte en la estación de autobuses o en el aeropuerto si quiere ir a LA"
-"¿Estás tratando de deshacerte de mí?"- preguntó Magnus en tono de burla.
-"Sí"- respondió Alec directamente- "He tenido suficiente de los bailoteos y cantos en el auto. Y de los tontos juegos..."- negó con la cabeza en desaprobación y sonrió cuando Magnus hizo un puchero.
-"Cállate. En secreto, me amas a mí y a mis juegos de auto"- dijo Magnus, entrecerrando los ojos a Alec y atreviéndose a decirlo en broma.
Alec se rio entre dientes, rascándose la parte posterior de la oreja y sonriendo tímidamente- "De hecho, sí, lo hago"- dijo Alec, luego apartó algo debajo del ojo de Magnus con su pulgar.
Magnus no se inmutó. Su cerebro estaba demasiado ocupado tratando de procesar lo que Alec acababa de decir. Seguramente fue solo una broma, ¿verdad? Alec siempre se burlaba de él. Pero, ¿se burlaría de esto? Tal vez Alec no dijo amor como en 'estar enamorado', porque eso sería ridículo. Uno puede amar el helado y no estar 'enamorado' de este. Algo así debió ser lo que Alec quiso decir. Seguramente.
-"Me quedaré contigo"- dijo Magnus sin vacilar y miró a Alec directamente a los ojos. Fuera lo que fuera que Alec quiso decir, había hecho que Magnus sintiera todo tipo de mariposas dentro.
Alec abrió la boca para decir algo, pero John lo distrajo cuando llegó con un gran saco de fertilizante. Se volvió hacia Magnus- "De acuerdo. Estoy muy contento de que hayas decidido eso"- le sonrió, sus ojos brillaron y rápidamente fue a ayudar a John.
Magnus aún trataba de procesar lo que acababa de pasar, se sentó en silencio mientras esperaba. No hace un minuto, Alec simplemente admitió que amaba a Magnus, lo que sea que esa palabra significara, estaba sonriendo cuando lo dijo; pero Magnus sintió que no era su tono de broma habitual. Parecía que Alec en realidad estaba coqueteando con él. ¿Y qué fue esa sonrisa cuando dijo que estaba contento de que decidiera quedarse? Esta era la segunda vez que Alec lo dejaba con un comentario y un gesto con los cuales Magnus no estaba seguro de qué hacer y apenas era la mañana.
Una parte de su cerebro dijo que probablemente no debería tomarlo muy en serio, pero su corazón era un asunto diferente. Estaba haciendo todo tipo de saltos y rebotes. Nadie lo había hecho sentir así en mucho tiempo. Esto definitivamente era un flechazo, aunque también había algo más.
Estos sentimientos eran nuevos. Él nunca se había sentido de esta manera antes. Por nadie. Ni siquiera cuando conoció a Camille por primera vez. Ni siquiera cuando estuvo con Camille durante todos esos años. Ella hacía que su estómago se revolviera y sintiera náuseas. Alec hacía que su estómago diera vueltas y vueltas, le hacía sentir que podía hacer cualquier cosa, incluso en medio de todas esas situaciones embarazosas en las que se había metido. Su corazón se saltaba latidos, rebotaba y se detenía cuando Alec le sonreía, lo hacía sentirse vivo
Después de cargar el saco en la parte posterior, Alec y John subieron a la camioneta. Magnus se recompuso rápidamente cuando Alec se sentó a su lado, volviendo a la misma posición en la que estaban antes de llegar al taller. Se sentía un poco más audaz que antes; tratando de tantear las aguas, se podría decir, se apoyó aún más en Alec para ver si se alejaba. No lo hizo. Magnus no estaba del todo seguro de si debería ceder a este sentimiento, si era buena idea. Empujó a un lado cualquier duda. Se sentía bien estar con Alec y sentirse así, sentir esta felicidad. Decidió que iba a revolcarse en ello, aunque sólo fuera por un tiempo.
-"¿Cuánto tiempo llevará llegar a la granja?"- le preguntó Magnus a John, sonriendo.
-"Oh, aquí vamos"- dijo Alec bromeando.
Magnus se volvió para mirar a Alec- "Tú cállate"- dijo, agitando las pestañas hacia él. Alec puso los ojos en blanco- "Disfrutaste el juego 'qué prefieres', admítelo"
Alec sonrió y luego asintió mientras mantenía contacto visual con Magnus. Se humedeció el labio inferior como de costumbre, Magnus definitivamente no se quedó viendo la rosada punta de la lengua que se movía sobre la boca de Alec. Y definitivamente no se imaginaba cómo esa lengua o los labios de Alec se sentirían contra los suyos. Definitivamente. Al menos eso es lo que se dijo a sí mismo.
Magnus volvió su atención a John mientras aún tenía autocontrol. Pensó que a John le parecería grosero si comenzaba a besarse con Alec en la camioneta. Recién se conocieron, no quería traumatizarlo, ni nada. Aunque, siempre podría decir que fue culpa de Alec. Sus labios eran demasiado tentadores. ¿O qué era eso de tropezar y caer accidentalmente sobre los labios de alguien? Seguramente había una versión para automóvil.
-"Será un viaje de dos horas desde aquí"- respondió John, manteniendo su mirada en el camino- "¿Por qué?"
-"¡Estupendo!"- dijo Magnus aplaudiendo- "¿Podemos jugar al programa de entrevistas?"- preguntó con entusiasmo.
John miró a Alec, quien debió haber asentido, Magnus no se fijó, antes de que John respondiera, asintiendo- "¿Eso qué implica?"
-"Bueno, yo seré el presentador del programa de entrevistas"- comenzó Magnus- "Como Graham Norton o algo así"- John le lanzó una mirada despistada y luego miró a Alec en busca de ayuda.
-"Ese programa británico que Lydia ve, el de la silla roja"- explicó Alec
-"Ah, sí"- respondió John- "Entiendo"
-"Sí. Y te haré algunas preguntas sobre tu nueva película titulada John y Lydia: Aventuras in Utah"- explicó Magnus- "Será una excelente manera de conocernos. También puedes hacerme preguntas. Alec será mi otro invitado. Y si tenemos tiempo, él nos contará un cuento de la silla roja, tiene que ser una historia vergonzosa"- Magnus miró a Alec de nuevo, sacándole la lengua para burlarse de él.
John asintió, riendo- "Lydia puede contarte historias vergonzosas sobre Alec"
-"Oooh, interesante"- Magnus miró a Alec con entusiasmo- "Eso será en nuestro próximo programa"- dijo y procedió con el juego.
Desde afuera, Magnus se vería alegre y sereno, sin embargo, era una historia muy diferente lo que estaba ocurriendo en el interior. Comenzó el juego como una manera de distraerse de la sensación de lo cerca que él y Alec estaban sentados. Era consciente de que había conexiones desde los hombros hasta las rodillas; y que cada vez que Alec miraba por encima para hablar o responder, su aliento acariciaba el cuello de Magnus y le enviaba un agradable cosquilleo por la columna. O que cuando Magnus se daba vuelta para bromear con Alec, sus rostros estaban a sólo centímetros de distancia el uno del otro. Ninguno de los dos hizo ningún intento de alejarse. Al final de este viaje, Magnus concluyó que Alec humedeciéndose los labios debería ser ilegal.
A pesar de ser hiper consciente de la cercanía de Alec, Magnus realmente le prestó atención a John, por supuesto. Descubrió que John y Lydia sólo se habían mudado a Utah unos dos años después de casarse. Comenzaron un rancho de ganado y consiguieron algunos caballos también.
John era de Utah, pero había ido a la Universidad en Nueva York. En realidad, él siguió a Lydia. Habían sido amigos de la infancia hasta que ella se mudó a Nueva York antes de terminar la escuela secundaria. John estaba decidido a verla de nuevo. A través de ella conoció a Alec. Magnus pensó que era muy dulce que John decidiera seguir a su novia de la infancia. Era como en las películas.
Durante el recorrido y en medio del juego de programas de entrevistas, John y Alec señalaron algunos datos interesantes sobre Utah a medida que avanzaban. Desde el rancho, estaban a una hora y media en auto del Parque Nacional Zion, uno de los lugares marcados en el mapa de su madre.
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Una mujer muy embarazada con cabello rubio, que Magnus supuso era Lydia, los saludó tan pronto como John se detuvo junto a la casa. Había un granero a cincuenta metros de la casa, a la izquierda se encontraba un potrero cercado donde pastaban cuatro caballos. John había dicho que se llevaron el ganado a otro lugar de la granja.
-"Mucho tiempo sin verte, Lightwood"- los saludó Lydia en voz alta desde el porche, con una mano protegiéndose los ojos del brillo del sol, y la otra apoyada en su espalda.
Alec bajó del auto y se dirigió directamente hacia ella para darle un abrazo- "Sabes que no deberías comerte una vaca entera, ¿verdad?"- dijo Alec como saludo después del abrazo.
-"¡Cállate, Lightwood!"- ella le dio un ligero empujón, pero fue suficiente para que él regresara al escalón inferior de la escalera- "Estoy esperando gemelos"- se rio entre dientes.
-"Entonces, ¿dos vacas?"- agregó Alec. Lydia le dio un empujón más fuerte esta vez, haciéndolo retroceder en la grava. Él se rio cuando ella le lanzó una mirada enfurruñada.
Luego volvió su atención hacia donde Magnus estaba de pie- "Tú debes ser Magnus"- dijo, agarrándose a Alec mientras intentaba bajar los escalones.
Magnus se apresuró y la encontró a mitad de camino- "Hola, encantado de conocerte, Lydia. Gracias por permitirnos quedarnos contigo"- dijo Magnus tomando su mano como señal de saludo y para ayudar a estabilizarla.
Lydia le restó importancia y murmuró algo acerca de que Alec prácticamente era parte de su familia y que Magnus era un invitado bienvenido.
-"Ustedes dos deben estar muriendo de hambre"- dijo- "Entra. La comida está lista"- hizo un gesto a Magnus para que entrara en la casa- "Hola, cariño, entra cuando hayas terminado, ¿de acuerdo?"- le gritó a John que estaba ocupado descargando algunos equipos de la camioneta
John respondió con un grito indescifrable que Lydia reconoció con un gesto de la mano- "No se preocupen por sus cosas, él también las bajará"- les dijo.
Alec abrió la boca para protestar, pero ella agarró la parte delantera de su camisa- "Estoy embarazada. No me contradigas, Lightwood. ¡Ahora ve a desayunar! O almorzar. Lo que sea"- dijo y soltó su camisa. Luego miró a Magnus, cuyos ojos se agrandaron cuando la escuchó amenazar a Alec- "En general, soy amable, no tengas miedo. Son las hormonas"- le dijo a Magnus y le mostró la sonrisa más dulce.
Un bufido de Alec se ganó una mirada que lo hizo callar de inmediato. Magnus sonrió ante el intercambio. Alec siendo regañado con una mirada por una mujer embarazada era una visión divertida. Podía ver lo cercanos que eran.
Desde que se conocieron, sintió como si él y Alec se conocieran desde hace años. Simplemente hicieron clic. Incluso con Magnus acusándolo de ser un asesino, se sintieron cómodos el uno con el otro bastante rápido. Pero incluso estando juntos las 24 horas del día, los 7 días de la semana pasada, aún no habían visto los diferentes aspectos de la vida del otro. Habían hablado al respecto, mencionaron a familiares y amigos, cosas sobre su trabajo y sus vidas. Alec tenía hermanos, y sólo se convirtió en fotógrafo a tiempo completo no hace mucho tiempo. Magnus era bailarín y dueño de un estudio, entrenando a otros bailarines de competencia, siendo uno de ellos él mismo.
Esta vez era diferente. Fue refrescante ver a Alec interactuar con alguien importante en su vida. Alguien que lo había conocido por mucho más tiempo que Magnus. Alguien más que conocía y veía a Alec de una manera diferente a como él lo había visto. Le daba a Magnus una mejor idea de su vida y del propio Alec. Sintiendo que se había acercado un poco más al hombre.
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Lydia entró a la casa. Magnus y Alec la siguieron sin más protestas. La mesa redonda del desayuno estaba llena de comida, había una pila de panqueques, un plato de tocino, huevos revueltos, salchichas, champiñones a la parrilla y tomates. Magnus vio que había una barra de pan junto a la tostadora en la barra, listo para ser tostado si alguno de ellos lo pedía. Había varias selecciones de mermelada, jalea, mantequilla de maní y un poco de mantequilla. Había como otros 20 tarros de mermelada alineados en el mostrador, también, todos parecían recién hechos y enfriándose en sus contenedores.
-"Adelante, siéntanse y coman"- les instruyó Lydia señalándole a Magnus una silla e ignorando a Alec, que estaba claramente acostumbrado a moverse por su casa. Magnus tomó uno de los asientos.
-"Veo que has estado ocupado"- dijo Alec yendo directamente al armario, sacó dos tazas y procedió a servir café.
-"¿Estamos esperando a más personas?"- preguntó Magnus mirando la extensión de la comida. Parecía que podría alimentar a una familia de diez.
-"No. Sólo nosotros"- respondió Lydia sin problemas.
-"Lydia siempre prepara comida para un ejército"- Alec le dijo a Magnus.
-"Bueno, los he visto a ti y a Jace devorar lo que prácticamente era un buffet libre en más de una ocasión. Así que creo que tengo todos los motivos para hacerlo"- se defendió Lydia.
-"¿Haces tu propia mermelada?"- preguntó Magnus, mirando con curiosidad uno de los tarros de conservas en la mesa.
-"Si"- dijo Lydia con orgullo mientras tomaba asiento a su lado- "Me he metido mucho en ello, últimamente"- Ella tomó el plato de tocino y se lo dio a Magnus- "Por favor, comiencen- dijo. Magnus le quitó el plato gentilmente.
-"Me encantaría intentar hacerlo en algún momento. Si no fuera tan vago"- comentó Magnus mientras apilaba comida en su plato. El olor de la comida le hizo darse cuenta de lo hambriento que estaba en realidad- "¿Es difícil? ¿Hacer la mermelada?"
Lydia negó con la cabeza- "Una vez que te acostumbras y consigues la consistencia adecuada es fácil. Aunque algunas frutas pueden ser más complicadas que otras. Es la primera vez que intento mezclar ruibarbo y bayas. Espero que todo salga bien"
-"Ah, ah"- Alec se detuvo a media tarea, una taza en la mano y la cafetera en la otra. Miró a Magnus- "Tal vez no deberías intentarlo. Sus primeros intentos solían ser un desastre"- miró a Magnus mientras decía esto.
-"Cállate, Lightwood. Me he vuelto mejor con la práctica"- dijo, luego miró a Magnus, que parecía inseguro- "Te lo aseguro, estarás bien"- vio como Magnus ponía una pequeña cantidad de mermelada en el cuchillo de pan y probaba un poco.
-"Está muy buena"- dijo Magnus sonriéndole- "Me gusta que no sea demasiado dulce. Y hay un buen equilibrio entre la baya y el ruibarbo"
-"Gracias"- Lydia sonrió orgullosamente- "Me alegro de que te guste"- ella le lanzó a Alec una mirada- "¿Ves? No es un desastre. ¿Por qué no puedes ser amable con mis habilidades culinarias como Magnus?"
-"Porque estuve allí para presenciar tus inicios"- dijo Alec- "Fui traumatizado de por vida"
Lydia le sacó la lengua. Alec se sentó al otro lado de Magnus, colocando la taza de café al lado de su plato. Magnus murmuró un 'gracias' y los dos intercambiaron una breve sonrisa.
Alec tomó un sorbo de su propio café antes de asentar su taza y comenzar a poner comida en su plato- "Veo que tienes una gran cantidad de duraznos de nuevo"
Lydia sonrió mirando por encima del hombro hacia la esquina de la habitación. Había dos canastas grandes de duraznos- "Sí. El árbol en la parte de atrás ha vuelto a dar frutos. John ya llevó tres canastas grandes a los vecinos, la semana pasada. Y todavía nos quedan esa"- dijo mirando a Alec- "Así que esta noche, habrá una tarta de durazno para el postre"- dijo con una palmada- "Ya la hice antes, no te preocupes"- le dijo a Magnus, tranquilizándolo- "Y lo perfeccioné la última vez. Incluso este aspirante a crítico de alimentos aquí pidió una segunda rebanada"
-"No le creas. Siempre doy críticas excelentes"- Alec le dijo a Magnus, obviamente burlándose de Lydia- "La tarta de duraznos estuvo meh en realidad"- añadió, moviendo su mano de lado a lado, con la palma hacia abajo, para enfatizar la mediocridad.
-"Una más y vas a dormir en el establo"- le advirtió Lydia. Alec le dirigió una enorme sonrisa.
John se unió a ellos a la mitad de su comida. Con Alec y Lydia bromeando en todo momento. Ella más que feliz de contarle a Magnus sobre las travesuras aparentemente inocentes de Alec en la Universidad. Y luego fueron John y Alec los que hicieron equipo contra Lydia con las cosas vergonzosas que ella hizo. Magnus disfrutó viendo la interacción. Y cada vez le agradaban más John y Lydia.
-"Traidores"- dijo Lydia cruzando sus brazos y descansándolos sobre su vientre después de que Alec le había contado un momento particularmente vergonzoso que implicaba emborracharse y cantar karaoke- "Y pensar que ustedes dos fueron enemigos alguna vez"- ella entrecerró los ojos hacia Alec y John.
-"¿Y de quién fue la culpa?"- le preguntó Alec, arqueando una ceja.
-"¿Eran enemigos?"- preguntó Magnus con curiosidad.
-"Lydia puede o no haberme hecho creer que Alec era su muy cariñoso novio"- explicó John- "No me impresionó, más bien pensé que era un idiota. La primera vez que conocí a Alec, quise darle un puñetazo en la cara"- dijo John antes de tomar un sorbo de su café.
-"¿Sabes? Yo también quise hacer eso. Me alegro de no ser el único"- dijo Magnus, sonriéndole a Alec.
-"Oh, disculpa"- intervino Alec- "¿Eso fue antes o después de que me amenazaras con matarme y/o me acusaras de ser un psicópata que iba a matarte?"- preguntó Alec apoyando una mano en el respaldo de la silla de Magnus e inclinándose hacia adelante.
-"Eso fue antes. En el auto"- explicó Magnus- "Cuando actuabas todo presuntuoso y te burlaste de mi sentido de la orientación"- dijo Magnus sonriendo mientras miraba a Alec, ambos brazos descansando sobre la mesa- "No te preocupes. Ahora sólo muy, muy raramente pienso en golpearte"- le aseguró Magnus.
-"¿Ah sí?"- aclaró Alec, con los ojos todavía clavados en Magnus.
-"Sí"- afirmó Magnus, mordiéndose el labio inferior para detener otra sonrisa, pero Alec mantuvo su mirada. Ninguno de los dos vio a John y Lydia intercambiar una mirada y encogerse de hombros. Podía ser su mesa de desayuno, pero era evidente que no formaban parte de esa conversación en particular. Incluso, podrían ni siquiera estar en la misma habitación.
Alec se reclinó en su silla, tratando de evitar una sonrisa, pero fallando.
John se aclaró la garganta- "Entonces, ¿qué fue eso de las amenazas y acusaciones?"- preguntó, actuando inocente. Como si él no acabara de ver el intercambio no verbal que ocurrió justo delante de sus ojos.
Magnus comenzó a contarles a la pareja cómo él y Alec se conocieron. El almuerzo se había extendido hasta la hora de la comida con todas las historias que intercambiaron. Recién comenzaban a limpiar la mesa cuando sonó el teléfono.
Lydia miró a Alec- "Puede que quieras responder eso. Es para ti"- Alec juró por lo bajo, mientras recordaba que su teléfono se había quedado sin batería la noche anterior después de llamar a Lydia. El teléfono sonó nuevamente y respondió sin demora.
-"Hey, Izz"- respondió rápidamente y luego se quitó el teléfono de la oreja, con los ojos cerrados para prepararse. La voz de Izzy se podía escuchar gritando desde el otro extremo. Rodó los ojos mientras Lydia se reía, luego dijo que saldría a responder fuera, Lydia le gritó un 'hola' a su hermana- "Lydia dice hola"- dijo, lanzó una última mirada hacia ellos y le sonrió a Magnus antes de salir de la habitación.
Magnus le devolvió la sonrisa antes de continuar ayudando a Lydia a limpiar la mesa. Tuvo que insistir en ayudar, considerando el festín que acababa de hacerles comer. John ya había salido para hacer un trabajo en el granero.
-"¿Te estás divirtiendo hasta ahora?"- preguntó Lydia mientras ponía las sobras en el refrigerador. Magnus comenzó a lavar los platos en el fregadero.
-"Sí"- respondió- "Es el mejor viaje que he tenido en mucho tiempo, en realidad. Y gracias por la comida. Eres una cocinera maravillosa"- admitió Magnus. Lydia intentó restarle importancia con un gesto, mientras tenía un cuenco en la mano.
Pensando en ello, se dio cuenta que era cierto. Magnus había estado tan concentrado en bailar y establecer el estudio de baile, que nunca antes había hecho viajes muy largos. La mayoría de ellos sólo eran fines de semana en Vermont o una semana en Las Vegas. Realmente no contaba sus vuelos a casa, a Sioux Falls, como vacaciones. Eran más para visitar a su madre. E incluso entonces no se quedaba mucho tiempo. Realizaba viajes a diferentes ciudades como Los Ángeles o San Francisco para competiciones, pero esos fueron viajes de negocios más que cualquier otra cosa.
-"Entonces, ¿qué haces en...? ¿Nueva York?"- preguntó Lydia mientras llevaba los últimos platos al fregadero. Ella se apoyó en el mostrador, las manos apoyadas en su vientre.
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Alec caminó por el porche trasero mientras su hermana rumiaba sobre su actualización sobre el viaje- "Izzy, tengo una semana para la exhibición. Estará bien"- le aseguró nuevamente, justo como lo había estado haciendo desde el comienzo de la llamada telefónica. Ya habían pasado 15 minutos.
-"Alec, dijiste que tardarán dos o tres días en arreglar el Impala. Tal vez"- señaló. Alec se pasó los dedos por el cabello. Lamentando haber agregado el 'tal vez', la primera vez que la puso al día sobre el estado del automóvil.
-"Y si Lydia no me hubiera llamado la noche anterior, no habría sabido dónde estabas y que pasaste la noche en el desierto"- lo regañó Izzy. Eso era su culpa, se había olvidado de enviarle un mensaje de texto ayer antes de partir y durante la mayor parte de su ruta no tuvo recepción. Había planeado llamarla cuando llegaran con Lydia, pero, por supuesto, eso no sucedió.
-"Lo sé, lo siento"- se disculpó Alec- "Realmente no pensé que tendríamos problemas con el motor. Sólo pensé que podría reportarme una vez que llegáramos con Lydia"
-"La ley de Murphy, Alec"- le recordó Izzy. Él podía escucharla bufar, y le dio tiempo para calmarse- "¿Como estas, por cierto?"
-"Estoy bien"- dijo, sonriendo un poco, sabiendo que su hermana ya no estaba enojada- "¿Y tú?"
-"Igual estoy bien"- respondió Izzy- "Me alegra que estés a salvo"- le dijo.
-"Lo estoy, Izzy. He tenido cuidado"- le aseguró Alec. Sabía cuánto se preocupaba por él.
-"¿Y tu amigo?"- preguntó Izzy después de una pausa.
-"Magnus"- le recordó Alec- "Y él también está bien. Los dos estamos bien. Sólo un poco cansados. Y muriéndonos de hambre al principio, pero Lydia nos alimentó hasta el tope"- explicó.
Izzy y él siempre han sido cercanos. Al principio, se debatió sobre decirle acerca de recoger a un autoestopista, pero no habría podido mentirle. Así que en esa primera noche en el Camp Crook le había dicho todo sobre haberlo encontrado. Ella se había asustado. Así que pensó que era mejor no contarle sobre el incidente en la estación de servicio, pero le aseguró que Magnus era inofensivo.
Inicialmente, Izzy se mostró escéptica cuando le dijo que invitó a Magnus a todo el viaje hasta LA. Eventualmente, se había entusiasmado con la idea e incluso le había preguntado sobre el bienestar de Magnus cada vez que llamaba. Ella había tomado un interés genuino en el nuevo amigo de su hermano, Alec le había contado sobre sus aventuras en el camino. Y no tenía dudas de que ella y Lydia se pondrían al día en algún momento sobre esta parada en particular. Él le había contado todo, excepto lo que sentía por Magnus. Y ahora estaba mucho más tranquilo sabiendo que Lydia, una persona en quien confiaba, había conocido a Magnus.
-"Oh, extraño su comida". Izzy dijo por teléfono- "Dile que extraño sus cheesecakes de arándano. Te pediría que me trajeras algo, pero sé que te comerás todo"- se quejó. Prácticamente podía escuchar su puchero a través del teléfono.
-"Además, se echaría a perder"- señaló.
-"No, si viajas aquí tan pronto como se arregle el auto"- refutó, diciendo cantadito.
-"Deja de intentar ser linda. Todavía tenemos que hacer un par de paradas después de Lydia. Magnus nunca ha estado en el Gran Cañón y el Parque Nacional Zion"- le recordó Alec. Hubo un silencio desde la otra línea- "¿Izzy?"- preguntó Alec. Su hermana nunca se había quedado en silencio por teléfono desde hace mucho tiempo.
-"Sí. Aún estoy aquí"- finalmente respondió Izzy- "Es solo que... no puedo creer que estés viajando con alguien. Y realmente lo estás disfrutando. Este Magnus debe ser realmente especial"- Ella soltó una risita.
Alec se encontró sonriendo- "Deja de exagerar"
-"No estoy exagerando"- dijo Izzy- "Estoy feliz por ti, hermano. Has encontrado a un amigo tú solo"
-"Ahora, estás exagerando. Soy capaz de encontrar a mis propios amigos"- Alec se apoyó en la barandilla del porche trasero.
-"¿Ah, sí? Nombra uno"- lo retó Izzy.
-"Bueno, eh..."- Alec buscó en su pequeña lista de amigos. A Clary la había conocido a través de Jace. Y junto con ella, conoció a Simon. Aline era amiga de la familia, por lo que no contaba- "¿Yo, um, Lydia?"- su entonación se elevó, insegura. Su cerebro hizo clic. Él la conoció en la universidad, estaban en la misma clase- "Lydia, ¡Ja!"- dijo con confianza.
-"Conocí a Lydia en mi clase de kickboxing y te la presenté antes de que te dieras cuenta de que estaba en tu clase"- respondió Izzy sin expresión- "Eso ya era la mitad del semestre"- elaboró. El corazón de Alec se hundió.
-"De acuerdo. Me había olvidado de eso"- dijo Alec tímidamente, rascándose la parte posterior de la cabeza- "Pero el punto es que soy perfectamente capaz de hacer amigos por mi cuenta. Es que nunca había encontrado a alguien lo suficientemente interesante"
-"Oh, entonces Magnus ha despertado tu interés"- dijo con curiosidad. Alec cerró los ojos. Conocía a su hermana. Y sabía a dónde iba con todo esto- "Dime. ¿Qué tan interesante exactamente? ¿Y de qué manera?"
-"De ninguna. Es simplemente interesante"- Alec se desvió tratando de controlar los daños. No sabía por qué, pero estaba sonrojado.
-"Él te gusta"- dijo Izzy. Alec maldijo su talento de leer entre líneas. La mayoría de las veces, no había nada entre líneas. Pero esta vez si. Su hermana podía leer su estado de ánimo y sus pensamientos incluso sin que él dijera nada. Incluso cuando él mismo no era consciente de que hubiera algo para leer.
-"Estás enamorado de él. De verdad te gusta. Es algo más que un enamoramiento. Y más que un amigo"- continuó sin pausa. Sabía que estaba en el camino correcto y que no iba a detenerse. Su voz sonaba más victoriosa con cada línea. Alec abrió la boca para replicar, pero no pudo pronunciar las palabras- "¡Oh, Dios mío! Tienes un flechazo con el autoestopista. Y uno realmente malo. Te quedaste sin palabras. Debo preguntarle a Lydia cómo es"- ella dejó escapar un emocionado chillido.
-"Izzy"- dijo sabiendo que era demasiado tarde para contenerla, pero al menos tenía que intentarlo.
-"No me culpes. No te ha gustado nadie desde, bueno. Ni siquiera recuerdo"- dijo ella- "Y ahora estoy más intrigada por conocer a Magnus"
-"Oh, Dios"- dijo Alec, escondiendo su cara en su palma. Esto se le estaba yendo de las manos.
-"Relájate, hermano. No se lo diré a nadie"- le aseguró Izzy- "Pero quiero más detalles. Quiero saber quién hace temblar tu corazón y que te sonrojes en este momento con sólo hablar de él"- bromeó. Alec podía ver la expresión engreída y triunfante en su rostro. Como si acabara de ganarle una. Y Alec no podía negar que lo había hecho, porque realmente estaba sonrojado.
-"¿Alec?"- preguntó. Él gruñó en respuesta- "Tengo que irme a trabajar, pero antes. ¿Puedo decir una última cosa?"
-"Por supuesto"- dijo Alec alzando su mano al aire en señal de derrota.
-"No lo negaste cuando dije que te gustaba"- dijo y colgó inmediatamente.
Alec escuchó los bajos pitidos que indicaban el final de la llamada. Sólo hasta ese momento se dio cuenta de que su corazón estaba acelerado. Y su rostro se sentía muy cálido. No se sorprendería si se estuviera aún más sonrojado. Su hermana simplemente le señaló que le gustaba Magnus como más que un amigo. Y Alec no lo negó. Porque en el fondo sabía que era cierto.
Anoche en el auto, pensó en ello. Acerca de lo feliz que estaba de haber conocido a Magnus. Y que ni siquiera quería considerar la idea de dejar ir al hombre. Alec miró más allá de la puerta, hacia donde Magnus estaba. En la cocina. Y su corazón revoloteó. Maldita sea su hermana y su percepción molesta.
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Alec respiró profundamente para calmarse antes de volver a la cocina. Sólo para encontrar a Lydia con la cara oculta en sus manos, sus hombros temblando entre sollozos. Magnus estaba de pie junto a ella, su mano frotando su espalda, pero con una expresión de pánico en su rostro. Sus ojos estaban muy abiertos y perdidos cuando miró a Alec.
-"¿Qué pasó? ¿Qué hiciste?"- preguntó Alec caminando hacia el otro lado de Lydia. Magnus negó con la cabeza y murmuró, 'No sé'. Lydia dejó entrar otra inhalación y sollozó otra vez en voz alta mientras lo soltaba.
-"Lyds, ¿estás bien?"- preguntó Alec. Ella negó con la cabeza y agitó su mano frente a ella, tratando de hablar, pero no podía pronunciar palabra.
Alec miró a Magnus, quien todavía parecía asustado e inseguro de la situación- "¿Magnus?"
-"No lo sé"- explicó Magnus- "Estábamos hablando. Y le estaba contando sobre Nueva York y mamá"- Lydia soltó otro fuerte sollozo- "Lydia, lamento si dije algo para molestarte"- se disculpó Magnus, no estaba seguro de por qué lo estaba haciendo, pero era una disculpa genuina.
Lydia negó con la cabeza otra vez y tomó otras tres respiraciones antes de tranquilizarse- "No dijiste nada para molestarme. Son las hormonas. Me ponen sensible"- ella se secó las lágrimas- "Es solo que... estás haciendo este viaje por tu madre"- comenzó a llorar brevemente y luego se tranquilizó sola- "Estoy bien. Estoy bien"- miró a Magnus- "Necesito darte un abrazo"- Y lo hizo si Magnus estaba listo o no para eso. Después de un tiempo lo soltó- "Siento si te asusté"- dijo. Magnus negó con la cabeza en el sentido de que no se preocupara.
-"Por Dios, Lyds"- dijo Alec- "Me asustaste un poco"
-"Entonces ahora sabes que debes ser amable conmigo"- dijo Lydia riéndose.
John entró justo cuando los tres comenzaron a reírse. Una mirada a Lydia y supo lo que acaba de pasar- "¿Tuviste otro episodio, cariño?"- preguntó y Lydia asintió.
-"¿Supongo que eso ha estado sucediendo mucho?"- preguntó Magnus.
John asintió- "La semana pasada lloró por un pepinillo. Todavía no estamos del todo seguros de por qué"- Lydia se acercó a John y le dio un beso en la frente.
-"Él ha sido muy paciente, no solo por el llanto"- dijo Lydia sonriendo. Los dos compartieron un beso rápido.
Alec y Magnus observaron a la pareja. Fue un momento que tuvieron el privilegio y la bendición de presenciar. Intercambiaron una mirada. Y en el fondo de su mente, por primera vez en su vida, Alec realmente quería tener alguien, como Lydia tenía a John. El rostro de Magnus vino a su mente, y estaba seguro de que no era sólo porque estaba parado justo en frente de él.
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Magnus y Alec pasaron la tarde instalándose. Lydia había puesto a Magnus a dormir en la habitación de invitados, Alec lo haría en la que iba a ser la habitación del bebé. Ella pensó que era extremadamente divertido e incluso estaba preparando su cama para que pareciera una cuna.
John continuó trabajando en la granja. Mientras Magnus estaba hablando por teléfono con Catarina para reportarse, Alec ayudó a John con algunos trabajos pesados y algunas reparaciones que debían hacerse en la casa. Magnus ayudó con algunas de las tareas domésticas después de que terminó su llamada.
Cuando John descubrió que Magnus nunca había montado un caballo, se ofreció de voluntario para enseñarle, una vez que todo el trabajo de la granja terminara. Así que, a última hora de la tarde, John preparó dos caballos en el potrero: uno para Magnus y otro para él.
-"Trata de no asustar a los caballos"- llamó Alec desde la valla, cámara en mano. Lydia estaba parada a su lado.
-"Cállate"- gritó Magnus mientras acariciaba a uno de los caballos. John dijo que su nombre era Court- "Ya nos volvimos cercanos"- le dio al caballo un pequeño golpecito con la nariz- "Y él ya me quiere, ¿verdad, Court?"- dijo Magnus hablando con el caballo. Court dio un pequeño relincho de reconocimiento- "¿Viste eso? Él acaba de confirmar que le gusto"- le señaló Magnus a Alec.
Alec se rio entre dientes, negando con la cabeza. Había estado molestando a Magnus antes y le dijo que tendría su cámara lista para capturar cualquier percance que pudiera suceder. Con Magnus, era muy probable que algo gracioso sucediera.
Alec notó que Lydia lo miraba, una sonrisa en su rostro- "¿Qué?"- preguntó mientras seguía mirando a John mostrarle a Magnus cómo controlar las monturas y las riendas.
-"Nada"- respondió ella, siguiendo su mirada- "Yo sólo... te burlas mucho de él. Y nunca te había visto sonreír y reír tanto. Especialmente con alguien que acabas de conocer"- Alec no dijo nada, pero una sonrisa se dibujó en el borde de sus labios, su mirada fija en Magnus.
-"Oye, si me río"- se defendió.
Lydia negó con la cabeza- "No así. Ni tanto. Tienes tres configuraciones alrededor de extraños: melancólico, silencioso o gruñón"- contó ella con sus dedos- "Ninguna de ellas cuando estás cerca de Magnus. A su alrededor eres feliz, sonriente, hablador y bromista"- contó con sus dedos otra vez.
-"Suenas como si estuvieras nombrando a los siete enanos de Blancanieves"- una vez más, intentó desviar el tema. Incluso si sabía que era en vano.
Al igual que Izzy, Lydia tenía su forma de leerlo. Era una de las razones por las que se hicieron buenos amigos. Ella no tenía miedo de decirle cuando la estaba jodiendo ya tenía una forma de presentar las cosas lógicamente. No se andaba por las ramas.
-"Él te gusta"- dijo. No de una manera burlona, a diferencia de Izzy. Sino de manera práctica.
-"¿Has estado hablando con Izzy?"- dijo Alec. De nuevo, estaba esa no negación.
-"No"- dijo Lydia- "Pero si Izzy pudo darse cuenta sólo hablando contigo por teléfono. ¿Cuánto crees que puedo descubrir viéndolo con mis propios ojos?"
-"Ah, sí, y ¿qué has visto exactamente?"- la retó Alec.
-"¿Aparte de las miradas y sonrisas robadas y el coqueteo descarado?"- preguntó retóricamente. Alec puso los ojos en blanco y soltó un bufido para negar todo lo que acababa de decir- "Alec, le hiciste café sin preguntar si lo quería o cómo lo tomaba"
-"¿Y qué?"- preguntó- "He estado viajando con el hombre durante varios días. Con él las 24 horas, los 7 días de la semana. Así que sé cómo toma su café. ¿qué tiene de malo? Haría lo mismo por ti"- dijo a la defensiva.
-"Fuimos compañeras de cuarto durante un año, Alec. Nunca, ni una vez me llevaste un café de forma voluntaria, incluso si sabías que era esencial para mi funcionamiento. Y hasta ahora sé que no tienes idea de cómo lo tomo"- replicó. Alec abrió la boca para decir algo, pero fue silenciado con sólo una ceja levantada- "¿Quieres que empiece a hablar de los chicos con los que saliste un poco? Porque apuesto a que sabes más sobre Magnus, a quien conociste hace apenas dos semanas, de lo que nunca supiste de 'comosellame', y saliste con él por un mes"
Alec abrió su boca otra vez y luego la cerró. Luego se rio- "En realidad tampoco recuerdo su nombre"- hizo una pausa, con el ceño fruncido e intentando pensar- "Puedo ver su cara. Sé de quién estás hablando. Y realmente me gustaba, al principio"- se detuvo de nuevo, mordiéndose el labio- "Oh Dios, esto es malo"- finalmente admitió. Ni por su vida podía recordar quién era- "Sé quién es, creo"
-"Estás demostrando mi punto, ¿sabes?"- señaló Lydia. "Y siendo totalmente transparente, John me dijo cómo los encontró a los dos en el auto esta mañana"- ella sonrió. Alec la miró, con los ojos muy abiertos y luego miró hacia otro lado- "Él te gusta él"- repitió.
Alec puso los ojos en blanco derrotado. Su sonrisa finalmente escapando, no dijo nada por un momento- "No le cuentes demasiado a Izzy"- dijo, sabiendo que las puntas de sus orejas se estaban poniendo rojas. Lydia era mucho más sutil en la información que su hermana. Mientras que Izzy lo presionaba hasta que dijera lo que ella ya sabía, Lydia estaba satisfecha con una admisión indirecta.
Vieron como Magnus fue capaz de hacer trotar a Court. Se veía y sonaba como si se estuviera divirtiendo. Esto estaba muy claramente fuera de su zona de confort, por lo que todavía había una ligera tensión en sus movimientos, pero fue dominado por su emoción y maravilla. Alec encendió su cámara y comenzó a tomar fotos, su rostro también luciendo una gran sonrisa durante todo el tiempo
Una vez que le agarro el modo, Magnus condujo al caballo a trote hasta donde estaban Lydia y Alec, seguido de cerca por John, montado en otro caballo.
-"¿Qué tal, señor, dama"- dijo Magnus mientras pasaba, levantando un sombrero de vaquero imaginario, antes de continuar dando vueltas alrededor del potrero. Lydia soltó una carcajada, Alec continuó tomando fotos primero de Magnus y luego de John. Y luego tomó algunas fotos de Lydia.
-"¿Qué vas a hacer?"- preguntó Lydia cuando Magnus y John estuvieron fuera del alcance del oído.
Alec apagó la cámara y la colgó de su cuello con la correa- "Todavía no lo sé todavía"- tomó una gran respiración y lentamente exhaló.
Él realmente no lo había pensado. ¿Qué pasará más allá de este viaje? No se le escapaba que ambos vivían en Nueva York. Podría funcionar. Pero tampoco conocía ese lado de Magnus. Aunque, él había mostrado algunas señales de que podría sentir lo mismo por Alec, o que al menos estaba interesado. Ciertamente, habían coqueteado abiertamente entre sí en más de una ocasión. Pero nada se había dicho abiertamente.
-"Bueno"- Lydia se apoyó en su hombro- "Si te sirve de algo, realmente me agrada"- Lydia le sonrió y le dio dos palmadas en el hombro- "Voy a entrar y descansar mis pies"- dijo- "Hey, cariño"- le gritó a John- "Te toca la cena"- John la saludó con la mano para confirmarlo.
Lydia se dirigió a la casa. John la siguió poco después de que él y Magnus terminaron de poner unas mantas en los dos caballos que tenían afuera. Magnus se quedó para cepillar el pelo de Court y se ofreció de voluntario para alimentarlos también.
-"Los llevaremos a los establos"- le aseguró Alec a John antes de que este se fuera a la casa. Alec se paró de lejos brevemente, viendo como Court intentaba comerse el cepillo cada vez que se acercaba remotamente a su boca. Magnus se reía de él mientras trataba de luchar contra el caballo.
-"Hola, vaquero"- saludó Alec y se acercó a los dos. Tomó otro cepillo y comenzó a trabajar en el caballo de John- "¿Como estuvo?"
-"¡Fue increíble!"- sonrió Magnus- "A mamá le hubiera encantado"- agregó.
-"¿Ah si?"- preguntó Alec.
-"Sí. No tienes idea"- confirmó Magnus- "Adoraba esas viejas películas del Oeste. Estaba enamorada de Clint Eastwood y John Wayne"- dejó el cepillo y tomó las riendas de Court- "Así que fue un gran bono en este viaje. Conseguí ser un vaquero"- agitó ambas manos muy animado- "Gracias"
Alec negó con la cabeza- "No me agradezcas. Esto es de John y Lydia"- indicó a los caballos y luego dejó el cepillo.
-"Bueno, sí. También les agradeceré"- aclaró mientras Magnus esperaba a Alec- "Sólo me refiero a que, si no me hubieras traido en este viaje contigo, no habría podido hacer todas estas cosas. Así que, gracias"- le sonrió.
-"De nada"- Alec lo aceptó gentilmente.
Caminaron hacia los establos- "Voy a estar muy adolorida mañana, ¿verdad?"- dijo Magnus mientras conducían los caballos.
-"No tienes idea"- asintió Alec, riendo.
Después de acomodar los caballos, caminaron uno junto al otro de regreso a la casa.
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Espero les haya gustado, nos leemos en la siguiente actualización que tengan una bonita semana 😘🤗
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