Camino Abierto II
¡Hola! Muchísimas gracias por todos sus comentarios Noemed89, ElizabetHernande381, RebeFernande5, CandyBlandon, kari890212, MaryPlaza8, vanne-94, MagnusNoizLightwood, MaraGilMartnez, ElGatoDeAlicia, DianaVelazquez, EugeniaJimenez, 1262004agustina, JennyR-73, Sade_67 me alegra muchísimo que les haya gustado el primer capítulo 💙💜💙🛣
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Muchas gracias también a quienes leyeron y dejan sus votos💜💛💜🛣
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Segunda parte del primer capítulo, aquí descubriremos que Magnus ve demasiada televisión 😅
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La estación de servicio estaba en silencio cuando llegaron. Alec condujo cerca de una de las bombas y tiró de la palanca para abrir el tanque de gasolina.
-"Parece cerrado"- dijo Alec mientras abría la puerta refiriéndose a la tienda adjunta a la estación. Sacó un pie y luego se volvió para mirar a Magnus- "Pero podría haber un teléfono público en algún lugar atrás"- concluyó y luego salió del auto.
Magnus sólo asintió. Salió del auto y agarró su mochila del asiento trasero. Alec había comenzado a llenar el auto. Era una de esas máquinas de prepago.
Magnus caminó hacia el pequeño edificio detrás de las bombas y se asomó por las puertas de vidrio para comprobar que no había nadie dentro. Sin confiar del todo en el gran cartel rojo de 'CERRADO' que colgaba de la puerta. Miró a cada lado y luego decidió ir hacia la derecha.
Cuando dobló la esquina, vio un teléfono público colgado en la pared- "Oh, gracias a Dios"- murmuró y caminó hacia allí.
Levantó el receptor para comprobar que había un tono de marcado. Una vez satisfecho, lo colgó de nuevo. Era uno de esos que funcionaban con monedas, así que sacó un par de su bolsillo. Al menos todavía recordaba cómo operar estos teléfonos.
No había directorio, pero había una lista de números escritos a mano en el panel. Para su suerte, había uno de un servicio de grúas. Levantó el receptor, colocó los centavos en la ranura y marcó el único número para un servicio de remolque que estaba escrito en la lista.
Tomó un par de timbres antes de que alguien contestara.
-"¡Hola!"- dijo la ronca voz de un hombre. Él sonaba alegre.
-"Hola. ¿Es este el servicio de remolque?"- preguntó Magnus mirando la lista para ver si había un nombre en ella. Nada.
-"¡Sip! La misma"- dijo la voz otra vez- "¿Como puedo ayudarte?"
-"Bueno, mi auto se averió a unas 15 millas de..."- Magnus se inclinó hacia atrás para mirar el nombre de la estación de servicio. Frunció el ceño cuando vio el letrero y luego se colocó el receptor en la oreja- "La estación G-A-S, y–"
-"Ah sí. Veo que puedes deletrear gas"- dijo la voz con naturalidad.
Magnus se sentía cada vez más estúpido. Primero, la dirección hacia la que iba y Alec señalándolo. Y luego ahora el remolcador creía que no podía leer 'gas'. Sabía cómo leer la palabra. Pero pensó que lo haría más específico ya que no sabía exactamente dónde estaba. Y el letrero realmente decía 'G.A.S.' Leyó el letrero tal cómo lo estaba viendo, pensando que era un acrónimo del nombre. Y podría haber otras gasolineras alrededor.
Él respiró profundamente para calmarse- "¿Podrías enviar una grúa?"
-"See"- fue la respuesta rápida, otra vez con esa voz alegre- "¿En qué dirección ibas cuando tu auto se averió?"
-"Um, hacia Montana"- dijo Magnus, secretamente agradeciendo a Alec por haberle dicho eso. Incluso si se sentía molesto con el hombre.
-"Ah, see. De acuerdo. Lo tengo"- dijo el hombre- "Haré que uno de mis muchachos vaya a recogerlo. ¿Caminaste hasta la estación de servicio o te dieron un aventón?"
Magnus aún no sabía cómo se llamaba. O cómo sabía de lo que Magnus estaba hablando con descripciones tan vagas. Estaba acostumbrado a describir lugares con marcadores específicos o nombres de calles. Como el Starbucks en la quinta y Macy's en la sexta.
-"Me dieron un aventón"- respondió Magnus rápidamente.
Escuchó la risa de la voz- "¡Yija! ¡Que suerte, te las arreglaste en esta parte del país! ¿Puedes decirles que te dejen en Camp Crook? Ahí es donde está nuestro garaje. No está lejos de la estación de servicio"
-"Oh, sí. De acuerdo"- dijo Magnus asintiendo y tomando nota del lugar- "Mi teléfono celular no tiene recepción, pero ¿necesita mis datos?"
-"No. No es necesario. Sabremos quién eres"- dijo el Sr. grúas y luego colgó.
-"¿Hola?"- preguntó Magnus entonces solo escuchó el tono constante. Colgó. Sacó su teléfono celular y tomó una foto del número del servicio de remolque por si acaso.
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Cuando Magnus regresó al automóvil, Alec no estaba a la vista. El tanque había terminado de llenarse, así que volvió a colocar la boquilla en su sitio y cerró la tapa del tanque. Miró a su alrededor. No había nadie. Fue al maletero y sacó una camisa de su maleta. Estaba haciendo demasiado calor para llevar una chaqueta de cuero. Miró a su alrededor otra vez después de haber cerrado la cajuela. Todavía no había señales de Alec.
-"¿Alec?"- llamó pero no hubo respuesta. Miró dentro del auto, las llaves todavía estaban en el encendido. Negó con la cabeza y luego se acercó para agarrarlas. Consideró alejarse, pero no sabía conducir estándar así que el plan fallaría.
Magnus se guardó las llaves en el bolsillo y miró a su alrededor otra vez. Al menos nadie podría robar el automóvil mientras estaba solo. Si alguien quisiera robarlo, tendrían que cablearlo. Magnus no estaba dispuesto a facilitarle a nadie el robo de su única salvación en este momento.
Pero, ¿dónde estaba Alec? El corazón de Magnus comenzó a latir con fuerza. Esto era como una escena de esas películas de terror que a él y Raphael les gustaba ver. Autoestopista – listo. Chico sexy pero desaliñado que recoge a un autoestopista – listo. Estación de servicio sospechosa – listo. Separarse de su acompañante en un viaje por carretera – listo.
Su cerebro estaba inventando las historias más locas de cada película de terror que haya visto. Tal vez hacer autostop no era una buena idea.
Este era el momento de la película en que uno de ellos se ha alejado y es probable que haya sido asesinado, mientras el otro, generalmente el protagonista, estaba ocupado de otra manera. Ahora el asesino probablemente acechaba a Magnus esperando su turno para atacarlo o atormentarlo. ¿Qué pasaría si Alec era un asesino que cazaba a inocentes autostopistas?
Su cerebro rápidamente lo hizo recordar todas esas historias de horror de autoestopistas asesinados. En su mayoría por caníbales o asesinos psicópatas. O experimentos de ciencia que salieron mal.
Esas películas siempre dicen que están basadas en historias reales. ¿No era simplemente su suerte que una película fuera a basarse en su vida y se trataría de que lo asesinaran?
Para la única vez que iba en un viaje por carretera. Catarina iba a cortarle la cabeza si se entera de que él hizo autostop. Y ahora iba a ser asesinado.
Magnus negó con la cabeza. No todos eran psicópatas. Alec todavía estaba vivo. Tampoco era un asesino en serie que tenía un gusto especial por los autoestopistas. Aún así, se acercó con precaución.
Magnus obligó a su cerebro a permanecer positivo. Hasta ahora habían tenido un buen viaje y no percibió ninguna vibra espeluznante de Alec, incluso si la mayoría del viaje fue incómodo. Además, nadie con ese genial culo sería un asesino. ¿O sí?
Magnus era bueno en leer a las personas. Al menos le gustaba pensar eso. Había visto suficientes episodios de Mentes Criminales como para ser un perfilador. O eso pensaba. Él podía detectar a un sociópata o un psicópata a una milla de distancia. Alec no encajaba en el perfil.
Además, Magnus pensó que se tomaría la molestia de dejar su ADN en todas partes del coche para que lo relacionaran con Alec. Si resultaba ser el asesino. Sí. Magnus había aprendido mucho de la Universidad de CSI. Alec no saldría impune de su asesinato.
Una vez más, Magnus trató de apaciguar su imaginación. Se mantuvo lo más calmado posible. Aunque estaba fallando en este momento. Decidió confiar en sus instintos, este tipo Alec era un buen chico. Probablemente había ido al baño o algo así. Eso era más lógico.
Pero por si acaso, Magnus caminó de regreso al costado del edificio y agarró la palanca que estaba en el suelo justo debajo del teléfono. También pensó en un plan de escape en caso de que Alec resultara ser un psicópata o, si hubiera un psicópata que ya haya matado a Alec.
Magnus pensó que sería trágico si Alec realmente hubiera sido asesinado. Le gustaba bastante su look desaliñado (entre otras cosas – agradables partes musculosas del cuerpo, específicamente) y le hubiera gustado conocerlo mejor fuera de este asunto del autostop.
Antes de que su mente divagara hacia otra parte, se enfocó en la crisis que estaba a punto de sucederle.
Magnus trató de recordar las técnicas de defensa personal que aprendió de todas esas películas de artes marciales y programas de televisión que vio. Él y Catarina tomaron esa clase de boxeo en el gimnasio durante un par de meses el año pasado. Eso debería contar para algo. Miss Simpatía decía S.I.N.G.** (Plexo solar, empeine, nariz, ingle) si uno se encontraba restringido por detrás.
En un pensamiento más positivo y placentero, a Magnus definitivamente no le importaría tener los brazos firmes y musculosos de Alec a su alrededor. Es posible que les haya dado un vistazo a esos bíceps en algún momento. A él no le importaría en absoluto. Es decir, si Alec no estuviera tratando de matarlo ni nada.
Magnus caminó hacia el otro lado del edificio. Discretamente miró su teléfono. Todavía no había cobertura. Una plétora de insultos fluyó por su mente. Encendió el localizador GPS en su teléfono de todos modos. Uno nunca puede ser demasiado cuidadoso. Era precaución.
Un consuelo en el que pensaba era que, si moría ahora, al menos estaría libre de Camille para siempre. Y podría ver a su madre otra vez.
Por mucho que esos pensamientos lo consolaran, de una manera extraña, realmente no quería morir por el momento. Todavía tenía mucho que quería hacer.
Magnus agarró la palanca con más fuerza en la mano mientras caminaba, con cautela. Echó un vistazo hacia un lado. Todavía sin Alec. Se dio vuelta y pensó en sólo esperar en el auto.
-"Hey–"
Magnus dejó escapar un grito agudo y comenzó a balancear de un lado a otro la palanca, esquivando a Alec por apenas una pulgada- "Quédate lejos. ¡No voy a morir en medio de la nada!"
-"¿Qué?"- Alec, confundido, tenía ambas manos en alto.
Magnus continuó sacudiendo la palanca de un lado a otro, con ambas manos y con los ojos casi cerrados. Alec saltó hacia atrás varias veces para evitar ser golpeado por el objeto que se agitaba en las manos de Magnus. Casi cayendo un par de veces.
-"¡Magnus!"- gritó Alec, tratando de llamar su atención y sacarlo de su estado de miedo.
-"¡Me vas a matar!"- dijo Magnus acusadoramente, con pánico en su voz y sus manos sosteniendo la palanca para mantenerlo a raya. Su corazón latía con fuerza y estaba sudando.
-"Esa debería ser mi línea"- replicó Alec señalando la palanca, pero aun así mantuvo ambas manos levantadas en señal de rendición. Su rostro era una mezcla de confusión y miedo- "Tú eres el que tiene el arma mortal"
Magnus se detuvo, finalmente viendo cómo lucía Alec y dándose cuenta de que podía haber reaccionado un poco exageradamente. Magnus probablemente se veía ridículo en este momento. Durante unos minutos ambos se miraron el uno al otro. Midiéndose. Bueno, más como Magnus tratando de recuperar su compostura.
-"¿Realmente no vas a matarme?"- preguntó Magnus, su voz más tranquila esta vez.
-"No a menos que planees matarme"- le aseguró Alec, la voz tranquila, con un toque de ligera diversión. El lado de su labio tembló un poco en una sonrisa contenida. Probablemente porque Magnus se veía ridículo en este momento.
Ambos se rieron entre dientes cuando Magnus bajó la herramienta, dejando escapar la respiración que había estado conteniendo durante todo el enfrentamiento. Alec bajó sus manos.
-"Oh, gracias a Dios"- se relajó Magnus, sus hombros cayeron mientras su pánico desaparecía- "Pensé que me ibas a matar"
-"¿En serio?"- exclamó Alec, con el ceño fruncido. Se aseguró de mantener la distancia incluso cuando Magnus se había relajado visiblemente.
-"Pensé que eras un psicópata"- explicó Magnus- "Para ser sincero, fue espeluznante. De repente desapareciste. Y mi imaginación simplemente sacó lo mejor de mí"- soltó una pequeña risa y negó con la cabeza, dándose cuenta de lo ridículo y paranoico que debió haber sido.
Alec rio disimuladamente- "Hombre, odiaría estar en tu cabeza"
-"Confía en mí. Ojalá yo pudiera salir de mi cabeza algunas veces"- dijo Magnus apoyado contra la pared del edificio mientras su adrenalina retrocedía. Él soltó otra risa. Riéndose de sí mismo por dejar que su imaginación se desbordara. Alec se rio con él.
-"¿Dónde has ido?"- Magnus miró a Alec, quien ahora tenía una sonrisa en su rostro.
Alec extendió su mano, con la palma hacia arriba- "Por aquí. Te mostraré"- usó su otra mano, señalando detrás de él con su pulgar, inclinando su cabeza en la misma dirección.
Magnus miró hacia dónde apuntaba Alec, hacia la parte posterior del edificio. Magnus alzó una ceja mientras miraba la mano extendida de Alec y luego su rostro sonriente. Estaba empezando a gustarle esa sonrisa. Había cierta cualidad que sólo gritaba euforia, y también inocencia y diversión. Una sonrisa que iluminaba sus ojos haciéndolos centellear.
Tomó la mano de Alec y se dejó llevar a la parte posterior del edificio y un poco más arriba, sobre una pequeña colina. Desde la cima, Magnus vio que había una pradera. No muy lejos de ellos, a unos cien metros, había una manada de bisontes pastando perezosamente bajo el sol de la tarde.
Magnus sólo había oído hablar de ellos, o visto en imágenes. Esta era la razón por la cual la gente tendía a no creerle cuando decía que creció en Dakota del Sur. En realidad, nunca había salido de Sioux Falls hasta que lo dejó. Él nunca había visto ningún animal salvaje, incluso cuando todavía vivía con su madre. Nunca pensó siquiera en ir a los pequeños condados. Siempre se trató del baile y salir de Sioux Falls.
Los clics sucesivos de una cámara captaron su atención. En su pánico anterior, ni siquiera se dio cuenta de que Alec llevaba una de esas cámaras digitales con lentes semi-grandes. Alec miró a Magnus, sonrió y luego volvió a tomar las fotos. Magnus le devolvió la sonrisa, pero Alec no lo vio. Estaba demasiado ocupado tomando fotos.
Alec se veía como si no pudiera hacer daño ni a una mosca. Al menos en este momento. Para Magnus, parecía que estaba en su propio mundo. Eran sólo él y la fauna silvestre.
Probablemente estuvo aquí hace rato, tomando fotos de estas magníficas criaturas. No era de extrañar que no haya oído a Magnus llamarle. ¿Cómo pudo pensar que era un psicópata asesino?
Estuvieron allí por otra media hora. Incluso Magnus tomó un par de fotos. De los búfalos y de Alec, así como algunas selfies. Pero principalmente se quedó allí y observó a los animales pastar en la hierba. Pensó en su madre, a ella siempre le gustaron las actividades al aire libre y las ciudades pequeñas. Es por eso que no quería mudarse a Nueva York con Magnus hasta que realmente tuviera que hacerlo. E incluso entonces, estaba reacia a ir.
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El auto estaba sin tocar cuando regresaron. Si hubiera sido Nueva York, el Impala y todas sus cosas habrían desaparecido para entonces.
Magnus devolvió las llaves a Alec, quien lo miró confundido.
-"Las tomé por si acaso un asesino psicópata te hubiera matado. Fue por seguridad"- confesó Magnus, avergonzado- "Pensé que al menos podía alejarme de inmediato"- dijo sonrojado, dándose cuenta de lo ridículo que sonaba su historia.
Alec se rio- "Es bueno saber que estabas preocupado por mi seguridad".
-"Lo estaba"- dijo Magnus en falsa defensa, tomando asiento y cerrando la puerta- "Pero luego pensé, eh, si hubieras muerto. No iba a llorar. Apenas te conozco. Simplemente me iría"- dio una palmada e hizo un movimiento hacia adelante con su mano derecha.
Alec se rio de la franqueza de Magnus- "¿Sabes incluso cómo conducir un estándar?"- dijo Alec, mientras ponía el automóvil en marcha, mirando a Magnus con una sonrisa y una ceja levantada.
-"No"- admitió Magnus, sonrojándose levemente- "Pero pensé que la adrenalina y el instinto definitivamente habrían surgido"
Alec se rio mientras comenzaba a conducir, volviendo a la carretera.
Terminaron hablando de películas de suspenso y horror que ambos habían visto, y lo ridículo de algunas decisiones de los personajes en ellas. La reacción exagerada de Magnus, principalmente debido a su gran imaginación, resultó ser una buena forma de romper el hielo. Él y Alec compartían un gusto similar en películas.
Después de haber estado en una estresante situación similar recientemente, Magnus intentó defender que algunas decisiones se podrían deber al pánico. Alec se burló de él acerca de su maravilloso plan de dejar su ADN en el auto. Cómo iba a hacerlo era otro asunto, Magnus descubrió que Alec era muy protector con su automóvil.
Más discusiones sobre las películas también pudieron haber revelado la estrategia de Magnus en caso de un apocalipsis zombi. Esto hizo reír a Alec.
-"Uno nunca puede ser demasiado cuidadoso"- se defendió Magnus- "Siempre ten una estrategia de batalla. En caso de duda, conoce tu huida"
-"¿Para un apocalipsis zombi?"- preguntó Alec, sonriendo.
-"¡Sí!"- dijo Magnus sonriéndole- "Ríete de mí ahora, pero lo lamentarás cuando ocurra y no tengas ningún plan"- dijo señalando a Alec.
-"Me aseguraré de quedarme contigo entonces"- dijo Alec, sonriendo. Dirigió una rápida mirada a Magnus y luego miró hacia la carretera.
El corazón de Magnus revoloteó ante el comentario. Alec probablemente no estaba implicando nada, pero aun así hizo que Magnus sintiera una calidez por dentro. Miró a Alec, quien estaba concentrado en el camino, apenas conocía al tipo, pero de alguna manera esa pequeña e inocente línea, golpeó algo muy dentro de él.
Magnus se mordió el labio en un intento de controlar su creciente sonrisa- "Deberías"- dijo tímidamente, las puntas de sus orejas calentándose. Cayeron en silencio el resto del camino.
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No les llevó mucho tiempo llegar a Camp Crook, aunque ya había empezado a oscurecer cuando llegaron allí. Era una ciudad muy pequeña. De hecho, podían ver el borde mientras conducían. El Impala se destacaba como un pulgar dolorido. Probablemente todos conocían a todos por aquí. Y quizás ya sabían que había forasteros viniendo a pasar la noche.
No fue difícil encontrar el taller, estaba al lado de una tienda de conveniencia. Era el edificio más grande de la ciudad. No parecía haber nadie en el taller de reparación, así que fueron a la tienda. Alec fue directamente al teléfono público para llamar a su hermana, mientras que Magnus se dirigió al mostrador.
-"Hola"- una anciana de aspecto jovial, bajita y regordeta, los saludó- "Debes ser el tipo cuyo auto se descompuso"
Pueblo pequeño. Magnus sonrió recordando lo que dijo el tipo por teléfono- "Sí. Soy Magnus"
-"Encantado de conocerte. Soy Linette"- dijo la anciana- "Bueno, Tom acaba de ir a buscar tu auto. Ha estado un poco ocupado hoy. Sin embargo, puede que haya regresado un poco más tarde. Hubo muchas llamadas antes de que llegaras y estamos sólo con una grúa. ¿Puedes creer que una de nuestras grúas también necesitó ser remolcada?"- ella se rio en voz alta. Tenía ese sonido abundante y despreocupado. Como si se estuviera contando el chiste más que estárselo contando a Magnus.
Magnus se rio también. No estaba seguro de si era por la broma o por lo contagiosa que era su risa- "No creo que pueda arreglar el auto rápido, incluso si llega temprano"- explicó Magnus, pensando en cómo su motor prácticamente explotó- "Me preguntaba si podrías indicarnos un hotel cercano o una posada"
-"No hay hoteles por aquí, cariño. Pero tengo habitaciones disponibles arriba"
Una vez que realizaron el papeleo (incluyendo firmar un libro de visitas), Linette los condujo por un tramo de escaleras que corría a un lado del edificio hasta el segundo piso.
-"Estas son tus llaves"- dijo la anciana, pero procedió a abrir una puerta a la izquierda, antes de darle la llave a Alec- "El baño y los aseos están en el pasillo a su derecha"- estaban al lado de la habitación de Magnus- "Y pueden desayunar con nosotros en la mañana, o pueden ir al café más adelante. Abren a las seis"- Ella abrió la puerta a la derecha y le dio la llave a Magnus.
Los chicos le dieron las gracias y se dirigieron a sus respectivas habitaciones.
Al primer paso que Magnus dio su pie aterrizó sobre un charco en la alfombra- "Uh..."- dio un paso atrás y llamó a Linette- "El piso parece estar mojado"
Linette se apresuró a mirar hacia atrás, luego corrió por el pasillo hacia la siguiente puerta y desapareció en el baño. Unos segundos más tarde salió- "De acuerdo, parece que el inodoro no será utilizable en este momento. No se preocupen, el agua está limpia. Es sólo que el tanque se desborda a veces"- agregó rápidamente cuando vio los rostros de Alec y Magnus encogerse con disgusto- "Todavía hay un baño más junto a la ducha para que puedan usar"
Ella caminó hacia donde estaban Magnus y Alec- "Bueno, no podemos dejar que tengas esa habitación, ¿o sí? No queremos que nuestros huéspedes se enfermen de neumonía"- Ella lo miró, radiante de nuevo, con las mejillas sonrosadas. Era una de esas ancianas alegres.
Magnus no estaba seguro de cómo reaccionar, así que sólo miró a Alec, quien le devolvió una mirada con igual confusión, pero con un leve brillo en sus ojos. Magnus volvió su mirada hacia la anciana y forzó una sonrisa. O lo que esperaba fuera una sonrisa.
-"Entonces, ¿dónde puedo dormir?"- preguntó cortésmente.
-"No tengo más habitaciones, desafortunadamente"- miró a Magnus y luego a Alec, todavía sonriendo- "Si a ustedes no les importa compartir, el sofá de esta habitación–"- señaló a Alec- "es bastante cómodo. O puedo preguntarle a uno de nuestros vecinos si pueden prestarte una habitación"
Alec y Magnus se miraron de nuevo. Magnus había esperado dormir en moteles en los pueblos grandes cuando emprendió este viaje por carretera. Había escuchado sobre eso.
Este lugar no era familiar. Dejando de lado la paranoia, Magnus realmente no quería separarse de la única persona que conocía (más o menos). Y se sentía incómodo ante la idea de estar en un edificio diferente al de Alec en esta pequeña ciudad. Estaba fuera de su zona de confort. Y después de los acontecimientos de hoy, estaba luchando por mantener algo familiar. O cómodo. A pesar de acusar a Alec de ser un asesino serial antes, en realidad, Magnus ahora se sentía a gusto con él.
Pero tampoco estaba seguro de cómo se sentiría Alec al respecto. Magnus se encogió de hombros, negándose a tomar una decisión. Esperaba que Alec estuviera de acuerdo. Lo miró en busca de una señal.
Alec asintió y extendió su mano hacia su habitación para indicar que estaba bien. Magnus se relajó.
Linette aplaudió y luego bajó las escaleras para recoger los materiales de limpieza de la otra habitación. Ambos estaban claramente cansados.
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-"Puedes tomar una ducha primero si quieres"- dijo Magnus tan pronto como entraron a la habitación. Era lo menos que podía hacer ya que casi se había colado en la habitación de Alec.
La habitación era de un tamaño razonable con muebles mínimos. Había un escritorio en una esquina cerca de la ventana y una cama doble en el medio con una mesita de noche a cada lado. Había una lámpara en una de ellas y un teléfono en la otra. El sofá era de 3 plazas y estaba ubicado cerca de la puerta. Magnus estaba seguro de que no cabría completamente. Pero este no era el momento de quejarse.
El tiempo que Alec tardó en ducharse fue suficiente para que Linette les trajera comida y actualizara a Magnus sobre su auto. Estaba en camino, pero Tom probablemente regresaría tarde y lo más seguro era que no pudiera trabajar en ello.
También les había llevado sus ropas de cama, por lo que ya había sábanas limpias y una almohada apoyada en el sofá. Magnus acababa de hablar con Catarina para informarle sobre los eventos del día. Su conversación consistió principalmente en asegurarle que estaba bien.
-"Nos trajo sándwiches"- dijo Magnus señalando la comida en la mesa tan pronto como colocó el teléfono en su base- "Dijo que van por cuenta de la casa, y sólo pagaremos por una habitación"
-"Es lo justo. Sólo estamos usando una habitación"- dijo Alec caminando hacia la mesa mientras se secaba el cabello con su toalla. Magnus descubrió rápidamente que Alec era bastante directo. No de una manera cruel. Él sólo era del tipo que decía las cosas tal como las veía- "¿Has tomado tu parte?"
-"Sí. Casi los devoré al momento en que salió de la habitación"- Magnus se rio entre dientes mientras recogía sus cosas. Alec se sentó en la silla junto al escritorio y comenzó a comer.
Para cuando Magnus regresó a su habitación después de lavarse, Alec ya estaba en la cama leyendo un libro. Magnus comenzó a preparar su cama para la noche.
-"Puedes dormir en la cama si quieres"- Alec cerró su libro y lo puso en la mesita de noche.
-"Um, está bien. Puedo dormir aquí"- Magnus señaló el sofá.
-"Como quieras"- dijo Alec mientras se reposicionaba en la cama- "La cama es lo suficientemente grande. Si cambias de opinión. Además, ese sofá sólo es cómodo para las personas que realmente caben en él"- comentó Alec y miró a Magnus, levantando ambas manos en señal de rendición- "No te haré nada. Lo prometo"- le dirigió una sonrisa a Magnus mientras decía eso, con una mano sobre su corazón. Su voz juguetona ahora que sabía lo salvaje que podía llegar a ser la imaginación de Magnus.
Magnus le devolvió la sonrisa negando la cabeza.
-"A menos que por supuesto que tú planees hacerme algo"- añadió Alec, cubriéndose juguetonamente el pecho y la entrepierna, y alejándose un poco de Magnus. Sus ojos se entrecerraron mientras lo miraba en broma. Magnus dejó caer la mandíbula y Alec soltó una risita.
-"En serio, la cama es más cómoda"- con eso, Alec apagó la lámpara y luego le dio la espalda a Magnus para que durmiera.
Magnus miró el sofá y luego a la cama, considerando cuidadosamente sus opciones. Estaba realmente cansado y no quería ningún dolor muscular al día siguiente. Dejó caer la sábana que sostenía, agarró la almohada y fue a la cama. La oferta de Alec era una mejor opción. Levantó cuidadosamente las sábanas y se acostó sobre su espalda.
Era agradable y cómodo. Y cálido. Podía sentir el calor que emanaba el cuerpo de Alec y se sentía bien al saber que alguien estaba allí con él. Incluso si ese alguien era prácticamente un extraño. Pero un agradable extraño. Se suponía que Alec originalmente no debía hacer una parada aquí, pero decidió hacerlo cuando descubrió que Magnus iba a tener que pasar la noche en el lugar. Alec dijo que la próxima ciudad en la que planeaba detenerse estaba demasiado lejos para conducir de todos modos, y que ya estaba cansado de conducir.
Magnus miró al techo y pensó en los eventos del día. Había sido un día muy largo y estresante para él. Realmente no tuvo tiempo para pensar sobre las cosas. El viaje por carretera estaba empezando a ser un desastre y probablemente sería de corta duración. No podía recordar por qué pensó que esto sería una buena idea en primer lugar. Y ahora aquí estaba, en una pequeña ciudad de la que nunca había oído hablar o siquiera sabía que existía.
Era una sensación extraña para él. No había ruido de tráfico o gritos de borrachos afuera de su habitación. Sólo silencio. Pero lo más extraño era dónde estaba justo en este instante – en la cama con un hombre apuesto, y por lo que ha visto hasta ahora, Alec estaba en forma y tonificado en los lugares correctos. No es que Magnus persiguiera y durmiera con cada chico o chica guapa que conociera.
Pero si no hubiera sido un día loco, y si hubieran estado en Nueva York, Magnus probablemente habría intentado ligarse a Alec. Probablemente lo habría invitado a tomar algo hasta aceptara. Probablemente lo hubiera invitado a salir. Y posiblemente a otras citas. Eso trajo una pequeña sonrisa a su rostro. Quizás en otra vida.
En esta vida, Alec es simplemente era el tipo que fue lo suficientemente buena persona para haber recogido a este autoestopista. Y mañana, seguramente, seguirían por caminos separados.
-"Oye, Alec"- dijo Magnus, su voz haciendo eco en la habitación. Alec gruñó para reconocer que todavía estaba despierto- "Gracias por regresar y quedarte conmigo esta noche"
Alec se giró y se tumbó de espaldas, con las manos sobre el estómago. Miró a Magnus y sonrió- "No hay problema. Mi conciencia no me hubiera dejado vivir si escuchaba después que moriste allí o algo así"
Magnus se rio entre dientes- "¿En serio?"- preguntó mirando a Alec.
-"Y tú pensando que iba a matarte"- dijo Alec sonriendo, luego cerró los ojos y se fue a dormir.
Magnus vio como Alec se iba quedando dormido. Unos momentos más tarde, él también se durmió.
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Alec se despertó a la mañana siguiente para encontrar el brazo de Magnus sobre su pecho y su rodilla apoyada en su pierna. Cuando miró hacia él, Magnus aún estaba profundamente dormido, tendido boca abajo y con la cara medio enterrada sobre la almohada. Alec vio que Magnus no llevaba camisa. Debió habérsela quitado en algún momento de la noche. Hacía bastante calor con ellos compartiendo la cama. Sin mencionar que era verano.
No se movió, sólo se quedó mirando al extraño que dormía a su lado.
Cuando se detuvo para recoger a Magnus, no pudo negar que pensó que el hombre era guapo, o que le robó una mirada o dos a los abdominales de Magnus. ¿Cómo no hacerlo? El tipo no llevaba camisa. Y se veía llamativo, incluso si estaba tan sudado por el calor del día anterior.
Alec negó con la cabeza. Todavía no podía creer que recogió a un autoestopista ayer. Aunque estaba contento. Magnus resultó ser un tipo genial. Incluso si casi lo mata con una palanca. Y también lo acusó de ser un psicópata. O que estaba convencido de que había sido asesinado por uno. Se rio ante la idea. Magnus tenía una imaginación salvaje.
Se sentía bastante intrigado con este hombre. Magnus claramente no era del área a juzgar por la forma en que se vestía. El hombre estaba usando maquillaje ayer. No es que deba juzgar un libro por su portada.
Realmente no llegaron a hablar sobre dónde vivían. O lo que ambos hacían en la carretera. No era como si hubieran planeado pasar la noche juntos en la misma cama.
Alec vio como los ojos de Magnus parpadeaban bajo los párpados cerrados. Tan cerca, Alec pudo ver que las pestañas de Magnus eran largas, y que su mandíbula era magnífica. Sus labios eran ligeramente rosados, y se veían realmente suaves. Alec se detuvo cuando se dio cuenta de que su rostro estaba a sólo una pulgada de distancia de Magnus.
Se recostó y se regañó mentalmente por casi besar a un extraño que estaba dormido como si fuera una especie de pervertido. Alec no hacía estas cosas. Apenas se relacionaba con alguien en Nueva York. Sin mencionar que fue el tipo que los acusó de ser un asesino psicópata ayer.
Alec se alejó lentamente y salió de la cama, con cuidado de no despertar a Magnus. Ayer claramente había sido un día bastante estresante para él. Además, todavía era temprano. Magnus podría necesitar un par de horas más de sueño. Alec consideró irse y continuar su camino, pero no quería simplemente dejar a Magnus atrás sin al menos descubrir si su auto era reparable.
Ambos se habían quedado dormidos antes de que el tipo, Tom, del servicio de remolque hubiera regresado, entonces decidió que al menos podía quedarse hasta que Magnus se despertara.
Se puso sus ropas de viaje y salió sigilosamente de su habitación. Todavía estaba oscuro, pero decidió dar un paseo y echar un vistazo a la ciudad. Alec cerró la puerta silenciosamente y bajó las escaleras, llevando su cámara por si surgía algo interesante.
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Magnus se despertó en una cama vacía. Miró alrededor de la habitación, pero no había señales de Alec. Su mochila aún estaba en la habitación, eso le aseguró que Alec aún no se había ido. Fue reconfortante saber eso. Alec realmente era un buen tipo.
Echó un vistazo al reloj en la pared. Eran las seis y media, muy temprano para él. Por lo general, no salía de su piso para ir al estudio hasta las nueve o diez de la mañana. Pero no estaba en Nueva York en este momento; estaba en un viaje por carretera, aunque actualmente se encontraba atrapado en un pequeño pueblo en medio de la nada. Y tenía que averiguar el estado de su automóvil. Del modo en que se veían las cosas ayer, este viaje por carretera probablemente se acortaría.
Se vistió rápidamente. Otra vez sólo poniéndose maquillaje ligero. Principalmente porque todavía estaba cansado y no podía molestarse en hacer su rutina matutina completa. Además, con el calor, su maquillaje se derretiría de todos modos.
Magnus bajó las escaleras y caminó hacia la tienda de conveniencia donde Linette estaba reponiendo los estantes.
-"Buenos días, cariño"- lo saludó. Magnus la saludó con un gesto de su mano- "Alec está en el garaje con Tom"- le informó Linette como si leyera su mente.
Magnus sonrió- "Gracias"- dijo y luego se fue al taller de reparaciones de al lado.
El capó del Impala estaba abierto, con Alec junto a éste, y un hombre en overol que se encorvaba para revisar el motor. Magnus asumió que era Tom. Alec le hizo un gesto con la mano a Magnus cuando lo vio. Para cuando se acercó, el mecánico ya estaba cerrando el capó del auto y le había dicho a Alec que el motor estaba en buen estado.
-"Hey, buen día"- Alec le dio la bienvenida. Magnus saludó a los dos hombres- "Este es Magnus. Magnus, él es Tom"
Magnus y Tom se dieron la mano e intercambiaron los buenos días.
-"Tu auto está en el garaje. Sígueme"- dijo Tom, dándose la vuelta y comenzó a caminar hacia el otro edificio.
-"¿Dormiste bien?"- Alec se puso al lado de Magnus mientras seguían al mecánico.
-"Si, gracias"- respondió Magnus- "¿Y tú?"
-"También"
-"Gracias por no irte, por cierto"- dijo Magnus sonriendo a Alec quien sólo se encogió de hombros.
-"Realmente no tengo demasiada prisa. Además, no quería irme en caso de que te quedaras varado aquí o algo así"
Los ojos de Magnus se abrieron con sorpresa- "Gracias eso es muy amable de tu parte"- dijo sonriéndole a Alec.
Mientras se acercaban al garaje, Magnus vio el letrero en la puerta y agarró el brazo de Alec, ambos se detuvieron abruptamente.
-"¿Qué?"- preguntó Alec.
Magnus señaló el letrero- "Servicios de Remolque Mate"- leyó, manteniendo su voz baja- "Su nombre es Tom Mate***. Y tiene una grúa"- Ambos se rieron cuando se dieron cuenta de que el nombre del mecánico era similar al del personaje de la película infantil. Magnus se alegró de que Alec comprendiera la referencia rápidamente, y que al igual que Magnus, también haya visto las películas de Pixar.
Alec miró a su alrededor y vio una vieja grúa oxidada en el costado del edificio- "Bueno, tiene al viejo camión oxidado por allí"- señaló dónde estaba el vehículo- "Tal vez el Rayo McQueen esté en algún lugar de la carretera"
Magnus se sorprendió de que Alec llevara la referencia aún más lejos, hasta incluso nombrar al personaje. Él debió haber visto la expresión de asombro en el rostro de Magnus- "Tengo un hermano menor. Y le encanta esa película"- Alec le guiñó un ojo. A Magnus le estaba empezando a gustar mucho este tipo.
Ambos se rieron de nuevo, en voz baja y luego entraron una vez que se calmaron.
El capó del automóvil de Magnus ya estaba levantado con Tom de pie a su lado. Magnus podría decir que ya había hecho algo de trabajo en éste.
-"Es un auto bastante viejo"- dijo Tom, una mano en la cintura y la otra apoyada en el capó levantada del auto- "¿Cuánto tiempo lo has tenido?"
Magnus negó con la cabeza- "Era de mi madre. Creo que ella lo tuvo por..."- hizo una pausa mientras trataba de recordar- "...probablemente cerca de diez años. Sé que no lo obtuvo nuevo"- declaró, sintiéndose culpable de que realmente no sabía nada al respecto. Y realmente no sabía mucho sobre automóviles, excepto cómo conducirlos.
-"¿Cuándo fue la última vez que le dieron servicio?"- preguntó Tom de nuevo mirándolo. El hombre era agradable, y su rostro era amable. Pero Magnus no pudo evitar sentir que estaba siendo juzgado.
-"Hace más de dos meses"- confesó Magnus. Intentó no pensar demasiado en las circunstancias que lo rodeaban.
-"¿Y planeabas sacarlo a carretera"- preguntó Tom retóricamente y negando con la cabeza.
Magnus se cruzó de brazos y respiró hondo, liberándolo lentamente para calmarse. Miró el motor, que estaba negro y quemado en algunas partes, luego miró a Tom- "¿Puedes arreglarlo?"
Tom comenzó a enumerar todas las cosas que encontró durante su diagnóstico. A Magnus todo le entraba por un oído y salía por el otro, pero se encontró asintiendo como si entendiera. Intentaba no sentirse abrumado con la información, pero lo estaba- "Entonces, básicamente, necesitas un motor nuevo"- concluyó Tom- "Puedo arreglar eso, pero llevará un tiempo. Necesito que se ordenen algunas cosas. Tendremos que cambiar el filtro de aceite. El carburador necesita ser reparado. La batería necesita cambiarse"- Tom procedió a abordar nuevamente lo que necesitaba reparación.
Magnus miró a Alec, con una súplica silenciosa e impotente. Por el momento, Alec era lo más cercano que tenía a un amigo y, en realidad, todavía era un extraño. Magnus quería llorar. Deseó que sus amigos estuvieran allí. Deseó que su madre estuviera allí.
Alec, que había estado parado bastante atrás de la pareja, se adelantó y se paró junto a Magnus.
Tom ahora estaba distraído con el motor. Estaba de espaldas a ellos, pero continuó explicando las cosas sin darse cuenta de que nadie estaba escuchando.
-"Le tomará unos días arreglarlo"- Alec le dijo a Magnus en un tono bajo mientras ambos miraban a Tom juguetear con el motor y hablar al mismo tiempo. Alec debió haber visto la confusión en el rostro de Magnus y decidió ayudar. Magnus estaba agradecido por eso- "Y las reparaciones costarán tanto como un modelo más reciente si lo compras de segunda mano"- la voz de Alec era suave, e hizo pausas en el medio como para asegurarse de que Magnus entendía lo que estaba diciendo- "E incluso si se arregla, es muy probable que se descomponga y necesite reparaciones nuevamente"
Magnus asintió. Apreciaba cómo Alec fue directo al grano y fue honesto sobre la situación del automóvil.
Tom dio media vuelta y finalmente terminó con su explicación de la que Magnus no había oído nada.
-"Depende de ti si quieres que se solucione"- dijo Tom limpiándose la grasa de los dedos con una toalla.
-"¿Cuánto recibiría si la vende como chatarra?"- preguntó Alec, dirigiéndole a Magnus una sonrisa tranquilizadora. De alguna manera, Magnus confiaba en él para negociar. Parecía saber sobre autos. Bueno, al menos mucho más que él. Si no estuviera aquí, Magnus no tendría idea de qué hacer.
-"Bueno, el interior sigue siendo bastante bueno, el trabajo sobre el cuerpo no está mal"- dijo Tom mientras metía la toalla en el bolsillo de su overol- "Y mi hijo siempre está buscando un proyecto para usar en el derby. Puedo comprarlo por unos 500 o 600 dólares"
Alec miró a Magnus, esperando una respuesta- "Probablemente sea el mejor precio que puedas obtener"- agregó Alec cuando la mirada de confusión de Magnus permaneció en su rostro.
-"Por supuesto"- dijo Magnus, descruzando sus brazos y miró a Tom- "Te lo venderé"- le dijo. Miró el auto. No era que tuviera ningún apego especial, sólo porque era el automóvil de su madre se sintió triste al tener que dejarlo atrás. Había planeado venderlo una vez que llegara a Los Ángeles. No esperaba que tuviera que separarse tan pronto. Y sólo había estado en el camino por unos días. Ahora todo su plan estaba llegando a un abrupto final. Le había fallado a su madre otra vez.
Una vez que se finalizó el trato con Tom, Magnus revisó el automóvil y tomó todas las cosas que quería conservar. Justo como lo hizo en la casa de su madre. Estuvo callado todo el tiempo, cuando volvieron a su habitación para empacar todo lo que había sacado del auto. Entonces Alec lo dejó sólo por un rato. Agradeció que Alec le diera su espacio, Magnus realmente no tenía ganas de hablar en este momento mientras pensaba en su próximo movimiento.
Lo primero es lo primero, necesitaba saber cómo regresar a Nueva York. A partir de ahí, tratará de planificar qué hacer.
Fue a la tienda de conveniencia para preguntar sobre el servicio de autobús.
-"Hola, Linette"- dijo Magnus mientras se acercaba al mostrador- "¿Dónde puedo encontrar el horario del autobús?"
-"Ah, no. El autobús no llega hasta aquí, querido"- dijo Linette frunciendo el ceño ligeramente al darle a Magnus las malas noticias- "Tendría que ir a las afueras de la gran ciudad para eso. A unos veinte minutos en coche de aquí. Allí es donde paran los autobuses"
Esa no era la noticia que esperaba escuchar. Pero debería haberlo esperado. La ciudad era demasiado pequeña para que la línea de autobuses Greyhound se detuvieran allí. Murmuró un rápido agradecimiento a Linette y salió a buscar a Alec.
Tan pronto como salió de la tienda, vio a Alec dirigiéndose a su habitación. Magnus lo llamó por su nombre mientras corría para alcanzarlo. Se detuvo en seco, justo detrás de Alec en la parte superior de las escaleras.
-"¿Puedes llevarme a la parada del autobús?" pidió Magnus después de recuperar el aliento- "El autobús no llega hasta aquí, pero Linette dijo que está a unos veinte minutos en coche desde aquí"
-"Por supuesto"- dijo Alec y continuó caminando a su habitación. Magnus siguiendo detrás.
Recogieron el automóvil, dijeron que agradecían a sus clientes y que estaban en camino.
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Magnus estuvo callado durante la mayor parte del trayecto hasta la parada del autobús. Él solo miró por la ventana, pensativo. Alec no estaba muy seguro de qué decir. No conocía a Magnus tan bien. Algo en el humor de Magnus cambió cuando escuchó sobre el automóvil de su madre. No parecía estar apegado a eso, pero aún tenía sentido, supuso.
Había una razón por la cual a Alec le gustaba viajar solo. Le gustaba la paz y la tranquilidad. Pero no tanta tranquilidad.
-"¿Entonces dijiste que el auto era de tu madre?"- dijo Alec finalmente después de un rato.
Magnus se giró para mirarlo con una media sonrisa- "Sí, lo fue"- respondió y comenzó a hurgar en el desgarrón de sus jeans.
-"¿Te lo dio ella?"- preguntó Alec tratando de mantener la conversación.
-"Mas o menos"- respondió Magnus con una sonrisa triste- "Ella falleció no hace mucho tiempo"- declaró, sin mirar a Alec- "Así que fui a recogerlo después de que se vendió su casa"
Alec vio como Magnus miraba hacia la carretera- "Siento escuchar eso"- dijo. Magnus le sonrió y luego se encogió de hombros, como si estuviera luchando por no llorar.
-"¿En Denver está tu hogar?"- preguntó. Magnus lo miró confundido- "Quiero decir, dijiste que estabas conduciendo a Denver. ¿Es ahí donde vives?"- aclaró Alec.
Magnus negó con la cabeza- "No. No. Mi hogar es Nueva York, Brooklyn"- respondió Magnus- "Yo sólo..."- Hizo una pausa- "Se suponía que debía hacer este viaje por carretera hasta llegar a LA. Ella quería ver muchos lugares. Pero supongo que ya no puedo. Ahora no, de todos modos"
-"¿Estabas en camino a LA?"- preguntó Alec mientras se detenía a un lado de la carretera justo antes del cobertizo. Ya había gente esperando el autobús.
Magnus asintió- "Ella quería ver el letrero de Hollywood"- explicó Magnus, mirando a Alec- "De todos modos, parece que el viaje no está ocurrirá"- suspiró Magnus. Alec pudo ver que estaba forzando una sonrisa- "Gracias de nuevo por..."
-"¿Quieres venir conmigo?"- soltó Alec. No estaba seguro por qué lo hizo. Quizás fue la sonrisa sombría de Magnus o tal vez sólo quería compañía. Se sentía cómodo con Magnus. Y tenía la sensación de que no le importaría viajar con él.
Magnus lo miró, con el ceño fruncido- "Pero te diriges a Montana"- dijo, mirando a Alec confundido.
-"Bueno, sí"- confirmó Alec- "Pero mi destino es L.A. Debo estar ahí para algo en un par de semanas"- dijo. ¿Por qué le estaba diciendo esto a Magnus?
-"No es que sepa mucho sobre viajar por los Estados Unidos, pero ¿no está Montana fuera del camino?"- preguntó Magnus- "Y ayer estabas insinuando que yo tenía un mal sentido de dirección"
Alec se rio entre dientes- "Me estaba desviando a Montana. Y afortunadamente también, o no te habría visto"- miró a Magnus con una sonrisa- "¿Bien?"- preguntó, esperando la respuesta de Magnus.
Magnus lo miró fijamente, mordiéndose el labio, pensativo. Miró por el parabrisas y vio que el autobús se detenía. Miró a Alec de nuevo. De repente, se levantó y se volteó al asiento trasero.
-"¿Qué–?"- exclamó Alec con sorpresa. Magnus se movió tan rápido que lo siguiente que supo fue que trasero de Magnus estaba a centímetros de su cara. Alec lo miró por un momento, olvidando momentáneamente lo que se suponía debía preguntar o decir. O incluso averiguar qué estaba tratando de hacer Magnus. Él solo sabía que los jeans de Magnus le quedaban muy bien. Alec no pudo evitar admirar la vista.
La vista se alejó y volvió al asiento. Magnus tenía una pequeña libreta con varios pedazos de papel sobresaliendo de ella. Alec esperó a que él le explicara.
Magnus sacó un mapa y lo desplegó. Alec se movió para mirarlo más de cerca. Había varios lugares marcados con círculos y estrellas en tinta roja. Magnus lo escaneó, encontró Colorado y lo rastreó- "¡Ajá!"- gritó y luego miró a Alec sonriendo- "¿Vas a pasar Idaho y Utah en algún momento?"
Alec asintió- "Está en el plan. Sí"- miró más de cerca el mapa- "Planeo tomar esta ruta"- trazó el mapa desde Montana hasta Idaho, Utah, Las Vegas y luego a L.A. El mapa de Magnus tenía muchas estrellas y círculos alrededor del área que señalaba- "Aproximadamente esa ruta. Hago muchas paradas"
Magnus asintió con la cabeza vigorosamente- "Las paradas están bien. ¿Podemos detenernos en estos lugares?"- preguntó emocionado, obviamente ya había tomado su decisión- "No tiene que ser en todos ellos. Sólo los que están en el camino. Incluso si es sólo una parada muy corta"
Alec sonrió- "Sí. Siempre estoy dispuesto para una aventura"- le guiñó un ojo a Magnus.
-"¡Dios mío! Eres tan increíble"- sonrió Magnus. Miró a Alec y luego de nuevo al mapa, con una amplia sonrisa en su rostro. Miró a Alec otra vez y lo abrazó tomando a Alec por sorpresa. Alec le devolvió el abrazó antes de que el otro hombre lo soltara.
Alec vio como Magnus aplaudía emocionado antes de guardar las cosas y meterlas en su bolsa. Encontraba la excitación de Magnus contagiosa. Y él mismo estaba emocionado por el viaje. Definitivamente no era la misma sensación que sintió cuando salió de Nueva York hace un par de semanas. Era una emoción diferente de cualquier otro viaje que haya hecho.
A Alec Lightwood le gustaba viajar solo. Le gustaba cuando sólo serían él y la carretera. Le gustaba la soledad, la serenidad. Pero esta vez, se sentía bien tener a alguien con él. Tenía la sensación de que iba a ser una aventura diferente de la que estaba acostumbrado. Él no sabe qué lo hizo hacerlo. Pero estaba deseando que comenzara.
Alec puso el automóvil en marcha, esperó hasta que el autobús salió de su lugar. Luego comenzó a conducir. Al camino abierto de nuevo.
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Notas
** En la versión en español de Miss Simpatía, fue muy difícil encontrar las siglas de su maniobra para autodefensa (había muchas versiones, hasta unas dónde no tenía nombre 😟) por lo que decidí dejarlo en inglés.
*** Tom Mate, es la versión para México del nombre de la grúa de Cars, creo que también cambia según las regiones 😌
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Bueno, espero les haya gustado, nos leemos en la siguiente actualización para el comienzo del viaje 😘🤗
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