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ʚ 𓍢 ִ final.

Criar bebés era todo un lío, pensaba ChanYeol.

Por supuesto, él estaba preparado para eso. O, al menos, para lo que imaginaba que iba a ser. Lloraban mucho, lo que no era ninguna sorpresa, así que los primeros meses se fueron turnando con KyungSoo por las noches para hacerlos dormir. Fue agotador, claro, y demasiado caótico, pero eso no quitaba los buenos momentos que iban teniendo también.

― Son muy lindos. ― Sollozó KyungSoo tres meses después, mientras les cambiaba la ropa y les ponía unos adorables enteritos con diseño de paltas bailarinas ―. ChanYeol, ¡son muy lindos!

― Y ladrones ― Agregó el alfa antes de ganarse una mala mirada por parte del omega ―, bueno, ¿cómo quieres que me sienta? Me roban tu atención.

― ¡No puedes ponerte celoso de tus hijos! ― Exclamó KyungSoo, indignado ―. Además, si acabé preñado con una camada tan grande es por tu culpa, ¡porque actúas como un carnívoro posesivo y salvaje que sólo pensaba en preñarme!

― ¡Porque soy un carnívoro salvaje y posesivo que sólo piensa en preñarte! ― Reclamó ChanYeol.

KyungSoo le lanzó una almohada.
De cualquier forma, el omega tenía que darle algo de razón a su novio en ese sentido: era un carnívoro salvaje, grande y protector con su manada.

ChanYeol siempre estaba muy alerta cuando salían a cualquier lado, como si olisqueara el peligro a kilómetros de distancia, y miraba muy mal a cualquiera que se quedara mirando a KyungSoo por más de dos segundos.

Además, había agarrado la costumbre de transformarse en pantera cuando estaban en casa y KyungSoo lo aprovechaba para hacer nidos con sus cachorritos. Los cachorros no parecían asustarse de que una pantera los agarrara y lamiera, por el contrario, parecía gustarles mucho cuando papá los acurrucaba contra su suave pelaje, ronroneándoles.

KyungSoo a veces no aguantaba la tentación y se transformaba en ardilla para dormir contra ChanYeol también, tan a gusto por todas las feromonas que exhalaba.

El omega estaba dedicado completamente a sus cachorritos. Le encantaba estar con ellos, hablarles, abrazarlos, besarlos y acurrucarlos en sus brazos. Sentía que… que eran lo más perfecto que él pudo haber hecho alguna vez en su vida y no se cansaba de mirarlos.

― ¿Te hacen feliz? ― Le preguntó ChanYeol, cinco meses después, mientras preparaba la cena.

― Muy feliz. ― Afirmó KyungSoo, sonriendo ―. Es agotador, claro, cuando nos despiertan en mitad de la noche, pero… pero los amo mucho, ChanYeol.

― ¿Más que a mí?

― ¡Claro! ― KyungSoo se rió al ver la cara de ChanYeol ―. Es un tipo de amor diferente.

― Mmm… ― El alfa fingió estar enfadado ―. Entonces deberíamos tener otra camada.

― ¡No seas descarado, gato gruñón! ― KyungSoo se veía genuinamente indignado ―. No más bebés por el resto de mi vida.

ChanYeol se rió ante esas palabras, sin sentirse molesto u ofendido, porque no había motivos para sentirse así. Él no iba a pedirle más cachorros a KyungSoo, con los que tenía era más que suficiente, además de que era el omega quien debía decidirlo.

― Te amo. ― Le dijo ChanYeol de pronto, y KyungSoo sintió sus mejillas coloradas.

― Chan…

― Es en serio ― El alfa dejó de cocinar para irlo a abrazar ―, te amo. Eres mi dulce omega al que adoro con mi vida entera. ― Le dio un beso en la boca ―. ¿Quieres casarte conmigo?

KyungSoo lo observó con gesto desconcertado, un poco fuera de sí ante la repentina pregunta. El alfa lo observaba con ese gesto tranquilo, aunque pudo ver un poco de ansiedad en sus ojos, quizás por los nervios.

― ¿ChanYeol? ― Tartamudeó.

― No es una propuesta romántica, lo sé ― Dijo el mayor con un toque de disculpa ―, perdón si no es lo que querías, pero de pronto lo pensé y…

― ¡ChanYeol! ― KyungSoo lo abrazó por el cuello antes de sentir sus ojos llenarse de lágrimas ―. ¡Claro que sí, ChanYeol! ¡Si quiero casarme contigo!

ChanYeol emitió un fuerte ronroneo al escuchar esas palabras, devolviéndole el abrazo a KyungSoo antes de darle un beso en la boca. El omega gimoteó ante la intensidad, jadeando en voz baja cuando sintió una mano deslizándose por su trasero.

Antes de poder decirle que fueran a la cama, escucharon el llanto de los cachorros. Ambos suspiraron, ya acostumbrados a esas interrupciones.

Durante los siguientes tres meses estuvieron muy ocupados preparando la boda. Habían decidido hacer algo no demasiado grande considerando que tenían muchos gastos por los bebés, aunque contaron con el apoyo de sus familias y amigos para que todo resultara bonito.

La ceremonia se llevaría a cabo en un centro de eventos que pertenecía a un tío de KyungSoo, en medio de una zona boscosa. Ambos estaban de acuerdo en que era el lugar ideal para su matrimonio y posterior fiesta, pues era un lugar muy bonito y natural.

― Mi tío no estaba muy de acuerdo en un inicio ― Le susurró KyungSoo mientras visitaban el lugar ―, no tiene buena relación con las panteras.

― ¿Y eso por qué? ― Preguntó ChanYeol.

― Me ha dicho que hace muchos años una pantera bebé trató de comérselo. ― KyungSoo observó con una ceja enarcada cuando ChanYeol se atragantó ―. Oh, no me digas…

― Shhhhh ― Chitó ChanYeol ―, yo no lo recuerdo. Mamá siempre dice que sí lo hice, pero si yo no lo recuerdo, entonces no pasó.

KyungSoo trató de aguantarse la risa cuando vio a su tío y ChanYeol sólo sacudió la cabeza en señal de reprobación.

Era un sitio grande, con una preciosa vista a un río. Arreglaron todo para que se viera como un cuento de hadas, lleno de flores y enredaderas por todos lados. KyungSoo era el más entusiasta con toda la planificación.

― No pensé que lo quisieras tanto. ― Comentó ChanYeol cuando faltaban tres días para la boda.

― Siempre quise casarme. ― Contestó KyungSoo, abrazando a Yeonjun y dándole un sonoro beso en la mejilla. La colita de pantera se agitó en señal de felicidad ―. Yo… um, pensaba antes que nunca me casaría, ya sabes…

ChanYeol lo abrazó por los hombros, ronroneándole en señal de comprensión. El omega tenía mucho menos peso a pesar del embarazo que tuvo, y es que KyungSoo se mantuvo activo incluso luego de parir. No tenía una figura

Como tal, sin embargo, se notaba que había bajado de peso a base de ejercicios, una alimentación más balanceada y, tal vez, un poquito de estrés por el cuidado de los cachorritos.

― Perdón por proponértelo tan tarde. ― Se disculpó ChanYeol, un poco apenado.

― ¿Qué dices? ― KyungSoo lo observó con sorpresa ―. Nunca es tarde para casarme contigo, ChanYeol. Además, tú siempre serás mi alfa. ― El omega se acurrucó contra él ―. Mira que lindo es nuestro cachorrito pantera, Channie…

― Todos nuestros cachorritos son lindos. ― Dijo ChanYeol.

― ¡Pero Yeonjun es especial! ― KyungSoo se rió ―. El mayor y la única pantera…

― Nada de favoritismos, Soosie.

― Tu favorito es Kai, no creas que no me he dado cuenta. ― Bufó el omega y ChanYeol fingió desconocimiento.

Para la boda decidieron irse por trajes clásicos: ChanYeol de negro y KyungSoo de blanco. El omega preguntó si podían usar coronas de flores y el mayor no se vio capaz de negárselo, con toda la intención de hacer feliz a su pareja.

Además, cuando vio a KyungSoo, se dio cuenta de que eso era lo de menos: el menor tenía una bonita corona de flores de girasoles, con un ramo de esas mismas flores entre sus manos. Venía con las mejillas coloradas y los ojos llorosos, y ChanYeol también sintió muchas ganas de llorar al ver lo hermoso que estaba.

― Estás muy guapo. ― Le susurró KyungSoo una vez llegó al altar, tomando las manos del alfa.

― ¿Yo? ― Cuestionó ChanYeol ―. El único guapo aquí eres tú, bebé.

― No ― KyungSoo le sonrió, tan feliz ―, tú también eres muy hermoso, ChanYeol. Mi alfa más hermoso.

ChanYeol se sintió henchido de amor y orgullo por esas palabras.

La ceremonia fue corta en sí, sólo mirándose en todo lo que duró, y pronto estaban besándose mientras las personas a su alrededor estallaban en aplausos.

― Señor Park KyungSoo ― Dijo ChanYeol cuando se alejaron. El alfa lo tenía agarrado de las mejillas ―, suena más que perfecto.

― Ahora serás un carnívoro más salvaje y posesivo. ― Se rió KyungSoo, con los ojos lagrimosos.

― Claro ― ChanYeol le dio otro beso ―, debo serlo para proteger a mi dulce omega y a mis cachorritos.

Luego vino la fiesta, que se hizo en el mismo lugar. A pesar de que quisieron hacer algo pequeño, había mucha gente entre sus amigos y familiares. JunMyeon y SeHun llegaron con Haerin, pues los recién casados habían decidido que fuera una fiesta familiar más que nada, y BaekHyun apareció luciendo una barriga de tres meses.

― Me parece una injusticia ― Se quejaba el híbrido de zorrito ―, yo me fijé primero en JongIn, pero fuimos los últimos en tener bebés.

― Deja de quejarte. ― Bufó JunMyeon.

― ¡Y quién diría que el más miedoso del trío sería el primero en tener crías! ― Exclamó BaekHyun, burlón.

JunMyeon quiso lanzarle un trozo de tarta, siendo sólo detenido por SeHun. Algunas cosas, al parecer, jamás cambiarían.

JiMin también se apareció, con su nueva novia. Se llamaba Dahyun y era una híbrida de conejita.

― ¿Coincidencia? ¡No lo creo! ― Siseó BaekHyun.

― ¿De qué hablas, Baek? ― KyungSoo rodó los ojos.

― Quiere ver como su examante se enfrenta a su nuevo amante. ― Explicó Baek.

KyungSoo bufó, sólo para después reírse cuando la predicción de su amigo falló al ver a JunMyeon saludar con entusiasmo a la chica. JiMin hizo una broma estúpida, al parecer, pues Dahyun se puso colorada y JunMyeon lo miró con el ceño fruncido, mientras que SeHun se aguantaba la risa.

― Puede que tenga una fijación con los conejos. ― Reflexionó ChanYeol.

― Oh, ¡no seas metiche, ChanYeol! ― Regañó KyungSoo.

― Tienes razón. ― ChanYeol le tomó la mano ―. Vamos a bailar, amor.

El omega se rió, dejándose llevar por el alfa a la pista de baile.

Fue una fiesta magnífica. Bailaron hasta que sus pies les dolieron y cuando dieron las tres de la mañana, se marcharon para su noche de bodas.

Iban a tener una pequeña luna de miel en isla Jeju, a donde viajarían con sus cachorros, al día siguiente. Esa noche su mamá quedaría al cuidado de los bebés para que ellos pudieran tener ese momento a solas.

Llegaron a la cabaña que habían arrendado en menos de media hora y una vez cerraron la puerta de entrada, se empezaron a besar apasionadamente.

El aire no tardó en llenarse de feromonas sexuales, calientes y embriagadoras, y a tropezones fueron hacia la habitación. La ropa cayó al suelo en medios de cinco minutos.

― Dios ― Gruñó ChanYeol, besando y mordiéndole la piel del cuello ―, eres tan lindo, mi precioso esposo…

KyungSoo emitió un ahogado gemido de ardilla, sintiéndose tan húmedo y dilatado, y no pudo contestar cuando sintió dos dedos abriéndose paso en su culo.

― Te amo ― Jadeaba KyungSoo más tarde con cada nueva embestida, enterrando sus uñas en la espalda de ChanYeol ―, te amo mucho, Alfa…

― Mmm ― ChanYeol le mordió ahora con más fuerza, sus colmillos enterrándose en donde estaba su marca ―, mi dulce y perfecto omega… Mi pequeña y salvaje ardilla…

KyungSoo se rió apenas, jadeando por la forma en que la polla del alfa no dejaba de entrar y salir de él. Así, no tardaron en llegar al orgasmo, con el alfa corriéndose en su interior y anudándolo.

― Mierda ― Jadeó ChanYeol ―, esto era lo que necesitaba, bebé…

― ¿Dejarme preñado otra vez? ― Se burló KyungSoo, y el alfa sólo se rió, pues ambos sabían que no debían preocuparse de eso. ChanYeol se había hecho la vasectomía luego del nacimiento de los cachorros.

― Dejarte relleno de mi esperma. ― Replicó ChanYeol.

KyungSoo no podía creerlo, pero fue capaz de ruborizarse ante esas palabras.

― Eres un idiota. ― Farfulló KyungSoo.

― ¿Oh? ¿Te dio vergüenza? ― Se rió ChanYeol, comenzando a besarle el rostro múltiples veces ―. Pobre de mi bebé vergonzoso, le da vergüenza que le hable sucio luego de habérmelo follado como un animal…

― ¡Yah, ChanYeol! ― Exclamó KyungSoo, y lo empujó fuera de él, lo que no fue buena idea porque terminó gimiendo ahogadamente cuando ChanYeol se salió de su interior y cayó al suelo ―. ¡Mira lo que has hecho, estúpido!

ChanYeol no podía creer que su esposo lo hubiera maltratado de tal vil forma. En fin, lo que debía aguantar por amor.

El tiempo pasaba muy rápido, pudieron comprobar, pues en un abrir y cerrar de ojos, habían pasado tres años desde que los cachorros nacieron.

Su casa se había vuelto un poco caótica las últimas semanas, ya que había comenzado la etapa en que sus cachorritos iban a empezar a cambiar de forma.

Era un proceso en el que los padres debían estar en todo momento y más en estos casos, debido a que al ser tan pequeños todavía, el instinto animal podía ser más fuerte a veces que la razón. Lo importante era evitar algún accidente o desastre.

― ¡Vamos, vamos! ― Animaba ChanYeol mientras estaban en el patio, con los niños sentados en un semicírculo ―. Deben concentrarse, cachorritos, piensen en el animal que son y, de pronto, ¡van a serlo!

― ¡Co-ne-llo! ― Gritó Soobin, porque ese era su animal favorito.

― No, Soobin, no eres un conejo. ― Corrigió KyungSoo, cariñoso. El pequeño hizo un puchero ―. Eres una ardilla, como yo.

― Aaaaaah. ― Soobin frunció el ceño y KyungSoo suspiró.

Resonó un pop y los niños gritaron con emoción cuando vieron a una pequeña ardilla entremedio de ellos.

― Es mamá. ― Les explicó ChanYeol, tendiéndole la mano a la ardilla, y KyungSoo se subió a su hombro ―. Es una ardilla. Soobin, Taehyun, Kai y Beomgyu, ustedes son ardillas. Son como mamá.

― ¿Yo tanben? ― Preguntó Yeonjun, sin entender.

― No, tú eres como yo hijito ― Continuó ChanYeol, sonriéndole ―, una pantera.

― ¡Gatito! ― Gritó Yeonjun.

― No, una…

Resonó un nuevo pop y ChanYeol pensó que KyungSoo volvió a su forma humana, hasta que escuchó un chillido de ardilla que reconoció como la de su esposo. Se dio cuenta de que el omega seguía en su hombro, y fue cuando reparó en que no había sido él, sino uno de los cachorros.

Una pequeña ardillita, no más grande que su mano, estaba entremedio de Kai y Beomgyu. Era Taehyun, con sus orejitas negras levantadas en señal de alarma.

KyungSoo chilló por la emoción, bajándose y yendo hacia el pequeño Taehyun, comenzando a acicalarlo y rascarle la cabeza. ChanYeol sintió su corazón apretándose ante la escena, y quizás eso era lo que necesitaban el resto de sus cachorros, que observaban la escena con sonrisas desconcertadas. Aunque parecieron entusiasmarse cuando KyungSoo agarró a Taehyun para llevarlo desde su cuello.

Hubo un tercer pop y ahora fue el turno de Kai, con sus peluditas orejas grises también levantadas.

ChanYeol se estiró y Kai subió a su mano.

― Eres muy lindo. ― Le dijo, antes de mirar al resto de los bebés ―. ¿Lo entienden, cachorritos? Concentrarse y…

Un cuarto pop y Yeonjun ya no estaba, sino que había una preciosa y bonita pantera bebé. ChanYeol sintió ganas de llorar por la emoción cuando lo observó, y mucho más cuando KyungSoo, todavía en su forma ardilla, fue hacia su hijo mayor, todavía con Taehyun colgado de su cuello, sólo para ofrecérselo. Yeonjun le dio una lamida a su hermano menor, que emitió un chillido de queja.

Un quinto y sexto ruidito, y sus últimos cachorritos eran ahora ardillitas pequeñitas. ChanYeol sonrió, sólo para seguirles, aunque tuvo el temor de que pudiera espantarlos al ser un animal tan grande. Entendería si eso llegaba a pasar, por supuesto, pero eso no significaba que no le iba a doler. Lo que menos quería era que sus bebés le tuvieran miedo.

No fue así. Las ardillas bebés lo observaron un segundo en silencio, antes de correr hacia él y comenzar a escalarlo entre chillidos de emoción. Yeonjun también se le acercó y ChanYeol le dio una lamida entre las orejas, oyendo su ronroneo.

KyungSoo se le acercó y el alfa lo agarró del pescuezo, levantándolo mientras los bebés ardillas estaban colgados de su pelaje y Yeonjun lo seguía a paso animado. Caminó hasta el manzano que tenían en el patio, recostándose bajo la sombra y comenzando a lamer la cabeza de KyungSoo, mientras sus cachorritos iban donde Yeonjun para subirse sobre él.

Se quedaron así el resto de la tarde y, aprovechando la reciente transformación de sus cachorros, empezaron a enseñarle a escalar el árbol. Yeonjun se entusiasmó mucho… Demasiado, hasta que se subió a una rama demasiado alta y le dio pánico bajar.

ChanYeol tuvo que subir para bajarlo, agarrándolo de la piel en su cerviz, y una vez abajo, la panterita quiso que KyungSoo lo abrazara, casi aplastándolo en el proceso.

Cuando empezó a atardecer, los padres volvieron a sus formas humanas. KyungSoo tomó en brazos a Yeonjun, acariciándole en la cabecita.

― Ahora concéntrense para volver a sus formas humanas. ― Animó el omega.

Costó un poco, en especial con las ardillitas, que estaban algo hiperactivas mientras jugaban en el suelo. Sin embargo, lograron que volvieran a sus formas humanas para luego ir a cenar y, posteriormente, llevarlos a dormir.

Una vez solos, la pareja fue a su cama y se acurrucaron uno contra el otro.

― No quiero que sigan creciendo ― Murmuró KyungSoo ―, ya están tan grandes, ChanYeol.

― Es el ciclo de la vida, Soosie ― Suspiró ChanYeol ―, pero estoy muy orgulloso de ellos, ¿no viste lo bien que la pasaron? ― Le dio un beso dulce ―. Y yo estoy muy orgulloso de ti, bebé.

― ¿De mí? ― KyungSoo se rió, dándole otro beso ―. ¿Y eso por qué?

― Porque eres la mejor mamá que pueden tener ― ChanYeol lo abrazó sólo para darle otro par de besos, oyendo las risitas de KyungSoo ―, y el omega más increíble del mundo.

― La mejor ardilla del mundo ― Presumió KyungSoo ―, con la mejor pantera que existe.

― ¿Y los mejores cachorros del mundo?

― Claro ― KyungSoo sonrió con felicidad ―, el amor de mi vida me da los mejores regalos, y nuestros cachorritos son la prueba de eso. Te amo mucho, ChanYeol.

ChanYeol emitió un ronroneo, sólo besando a esa preciosa y pequeña ardillita que era su mundo entero.

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