⻝ ┇ ❝diez.
KyungSoo estaba un poco ansioso cuando llegó el lunes. Por un lado, quería encontrarse otra vez con ChanYeol, pero por el otro, temía que el alfa actuara como si no lo conociera.
¿Y qué tal si quería que esa extraña relación no fuera pública? No habían hablado acerca de eso en la cita que tuvieron, sin embargo, quizás ChanYeol deseaba que no se mostraran afecto frente a otros.
Eso le estaba provocando demasiados nervios y ansiedad, lo que además implicaba que le dieran ganas de comer para calmarse. Pero KyungSoo no quería comer, ya estaba tan gordito, ¡ahora quería cuidarse más, en especial por ChanYeol!
Vio a BaekHyun llegar a lo lejos, saltando por la emoción. Le sorprendía que Baek siempre llegara tan animado a clases, ¿de dónde sacaba tanta energía?
― ¡Hyung! ― Saludó el zorrito ―. ¡¿Cómo te fue en tu cita?!
Prácticamente, lo gritó en medio del pasillo y todos lo miraron. KyungSoo sintió sus mejillas coloradas por la vergüenza.
Agarró al chico por su oreja, tirándosela, y BaekHyun comenzó a quejarse.
― ¡Baja la voz! ― Le regañó.
― Pero, ¿ya son novios? ― Susurró el zorrito.
― ¡No! ― Le dijo, y el timbre tocó para iniciar las clases ―. Vamos a ir lento.
― Que aburrido eres. ― Bufó BaekHyun, comenzando a caminar hacia el salón ―. ¿Dónde está Junnie?
KyungSoo iba a responder que no tenía ni idea, hasta que giraron en una esquina y luego retrocedieron, para que JunMyeon no los viera. Que venía saliendo del cuarto del conserje, con SeHun detrás.
¡Santas bellotas!
― ¿Estás pensando lo mismo que yo? ― Preguntó Baek, en un susurro para que JunMyeon no se diera cuenta.
― ¿SeHun está probando la carne de Junnie? ― Respondió KyungSoo, aturdido.
― Que injusticia ― Se quejó Baek ―, cuando le dije si podía morderle el brazo, me dijo que no. Junnie es un tramposo.
KyungSoo sonrió.
Decidieron, por el bien de ellos dos, no preguntarle nada a JunMyeon. Los conejitos eran muy calientes y no querían avergonzarlo, además de que, tal vez, no era nada serio. Su amigo sería el que iba a considerar necesario contarles, una vez estuviera listo.
Además, durante la mañana, no se encontraron ni con JongIn, ni con SeHun, ni con ChanYeol. Era algo normal, después de todo, para garantizar una mejor convivencia en las clases, solían juntar a los herbívoros en una y a carnívoros en otra. A veces, mezclaban a esos grupos con los omnívoros, como ocurrió con BaekHyun, pero por lo normal trataban de que todos los grupos trabajaran bien y eso se lograba sólo cuando las especies estaban con pares.
Sin embargo, para la hora de almuerzo, el grupo no pudo evitar juntarse gracias a BaekHyun.
― ¡Yujuuuuuuu! ― Gritó el zorrito, en medio del patio de comidas ―. ¡Vengan a sentarse con nosotros!
KyungSoo sintió ganas de hundirse en su asiento o salir corriendo cuando los ojos de ChanYeol se posaron en él. A pesar de la evidente atracción que sentía por él, ese lado ardillita seguía sintiéndose un poco asustado por el alfa. Suponía que debía ser normal, después de todo, era su instinto.
Iba a tratar de controlarlo, ¡no quería hacer sentir mal a ChanYeol!
Los vio caminar hacia ellos, así que se concentró en aliñar la ensalada que llevó de almuerzo. Ese día tenía muchas ganas de comer papas fritas, pero papá le dijo que no se gastara su dinero en comida chatarra, que lo podía gastar en otra cosa mejor. KyungSoo no sabía que era mejor que papas fritas, sin embargo, terminó por hacerle caso.
― ¡Hola! ― Saludó JongIn con ánimo, sentándose al lado de BaekHyun ―. ¿Cómo están, chicos?
― Bien. ― Respondió JunMyeon, dirigiéndole a SeHun una mirada precavida cuando se sentó frente a él ―. ¿Y ustedes?
― ¡Mejor que nunca! ― Respondió SeHun, alegre.
ChanYeol rodó los ojos, sentándose frente a KyungSoo. La ardillita le dirigió una sonrisa tímida que el alfa devolvió sin dudarlo un poco. Qué lindo era el alfa cuando sonreía.
― Te compré algo. ― Dijo de pronto ChanYeol, también un poco animado ―. ¿Quieres verlo?
― Está bien. ― Aceptó KyungSoo. Casi esperaba que la pantera sacara un aguacate de su bolsillo.
Se equivocó: en realidad, los aguacates eran mejores que las papas fritas. Qué gran descubrimiento hizo ese día.
Pero ChanYeol no sacó un aguacate de su mochila, sino una prenda de ropa. Una sudadera.
KyungSoo se quedó congelado al ver la prenda de ropa cuidadosamente doblada. Sintió un poco de vergüenza cuando notó que sus amigos le estaban mirando fijamente, como si esperaran que se lanzara a besar a ChanYeol.
O sea, KyungSoo si quería besarlo, pero no lo haría frente a sus amigos. Podían quedarse con las ganas.
― Lo vi y pensé en ti. ― Dijo ChanYeol, entusiasmado y tendiéndosela.
KyungSoo mordió su labio inferior, agarrándolo para extenderlo frente a sus ojos. Soltó una risa divertida: era de color amarillo con un aguacate estampado en el medio, una caricatura de la misma, y un ‹‹¡cómeme!›› bajo el dibujito. ¡Era una total ternura!
― ¿Por qué no te lo pruebas, KyungSoo? ― Dijo Baek, sonriendo con emoción ―. ¡Es muy bonito!
El chico titubeó un momento ante la petición, viendo al grupo mirándole con expectación. Incluso ChanYeol parecía esperanzado de que se lo pusiera, y KyungSoo quería hacerlo, pero... pero...
La sudadera se veía un poco pequeña para él.
Tragó saliva y se quitó el chaleco que llevaba, removiéndose en su lugar porque debajo llevaba una playera. Enrolló la sudadera, sintiendo sus dedos temblando, antes de comenzar a ponérsela.
Su cabeza entró bien, hasta el cuello, pero notó enseguida que era una talla más pequeña de la que necesitaba. Sintió ganas de llorar de pronto, porque esa talla pudo haber estado bien algunos meses atrás. Sin embargo, era invierno, y en invierno siempre comía más para mantener el calor corporal.
― No me queda... ― Barboteó, su voz tan baja que salió como un gimoteo.
― ¿Cómo? ― ChanYeol parpadeó, inseguro.
― Me queda pequeña. ― KyungSoo trató de tragar saliva para no romper a llorar en ese momento. JunMyeon lo observó con culpabilidad, antes de dirigir su mirada a ChanYeol.
― Pero puedes guardarla. ― Dijo Baek, queriendo buscarle un lado bueno ―. ¡Cuando bajes de peso...!
― ¡No la quiero! ― Chilló KyungSoo, tan fuerte que sobresaltó a sus amigos, y se la quitó ―. Lo siento, ChanYeol.
ChanYeol no pudo decir algo, porque KyungSoo se la devolvió de golpe, poniéndose de pie para ir a esconderse. Al baño o a un árbol, que eran sus lugares seguros en el colegio. Quería estar a solas para poder llorar.
JunMyeon vaciló un momento, dudando si debía seguirlo o no. ChanYeol tenía una expresión culpable y apenada, pareciendo muy afectado por lo que acababa de ocurrir.
― No quería... ― Tartamudeó ChanYeol ―, no pretendía... JunMyeon me dijo...
― Olvidé eso ― Suspiró JunMyeon, tan triste que incluso dejó que SeHun le acariciara un hombro ―, que en invierno sube más de peso. Lo siento mucho, hyung, lo he arruinado.
ChanYeol no lo observó, luciendo pensativo un momento, y el resto de la mesa decidió no decir algo sobre lo que acababa de ocurrir.
El resto del día, KyungSoo se sintió muy miserable por lo que ocurrió y la forma en la que actuó. De sólo pensar en la manera en cómo reaccionó se sentía avergonzado, así que cuando vio a sus mejores amigos, no dudó en pedirles perdón.
― ¿Y ChanYeol? ― Preguntó JunMyeon, cuando volvían a clases.
― Mañana hablaré con él ― Respondió KyungSoo, sorbiendo por su nariz ―, si lo veo, me pondré a llorar.
― No lo hizo con mala intención, Kyunggie ― Dijo Baek, su expresión triste.
― Sí, lo sé ― La ardillita sorbió por su nariz ―, y eso me hace sentir peor.
Los tres no parecían querer hablar más del tema, dejándolo ahí.
Al día siguiente, KyungSoo seguía desanimado por lo ocurrido. La sudadera realmente estaba muy bonita y lo consideró un detalle de lo más tierno. Tal vez, debería ir donde ChanYeol y pedirle si podía devolvérsela, que ahora la quería de vuelta. Sí, una vez la tuviera, entonces se prometería que iba a bajar de peso para poder ocuparla sin problema, ¡y así podría lucirla con orgullo!
Sin embargo, cuando dio dos pasos para ir a buscarlo, sintió el pánico. ¿Y si ChanYeol se ofendió por lo que hizo y ahora no quería saber nada de él? ¿Si ya no quería nada con él? ¿Si ya devolvió la sudadera? KyungSoo lo arruinó por completo por su actuar, ¿qué acababa de hacer?
Pudo sentir la ansiedad golpeándolo en el estómago como un puñetazo.
Decidió volver con sus amigos, negándose a hablar por el cambio de opinión que tuvo e insistiendo en ir a clases.
Durante las siguientes horas, se la pasó esquivando a ChanYeol y sus amigos, sin querer saber lo que tenían para decirle. Si los veía acercarse, se excusaba con que debía ir a hablar con un profesor o tenía que ir al baño o buscar algo en la biblioteca, corriendo lo más lejos de allí. Si lo evitaba el tiempo suficiente, quizás ChanYeol terminaría olvidándolo. De esa forma, ellos podrían continuar con lo que tenían, como si lo que ocurrió nunca pasó. Era un plan fenomenal, según KyungSoo.
Aunque fracasó ese mismo día, cuando salió de su última clase, y de pronto alguien lo agarró del brazo. Soltó un grito.
― KyungSoo.
Momento de transformarse en ardilla y huir.
¡Pero sus amigos lo traicionaron! JunMyeon se le lanzó a los pies y BaekHyun se le colgó del cuello. ¡Eran unas ratas traicioneras!
― Quiero hablar contigo ― Dijo ChanYeol, su voz calmada ―, no huyas, por favor.
Mordió su labio inferior un momento, y cuando sus amigos lo soltaron con cautela, se volteó.
Enmudeció al ver a ChanYeol llevando la sudadera con el aguacate. Le quedaba un poco suelta, por supuesto, porque el alfa era mucho más delgado que la ardilla por donde se viera, pero se veía tan... tan bonito y lindo, que KyungSoo sintió ganas de llorar.
En su mano libre, ChanYeol sostenía otra sudadera de aguacate.
― Te compré otra, de tu talla ― Dijo ChanYeol, sonriendo y mostrando su lindo hoyuelo ―, para que los dos vayamos a juego.
KyungSoo no sabía qué responder, sus labios temblando. Estaba conteniendo tantas ganas de llorar en ese momento, pero por la emoción.
― Lo siento. ― Balbuceó, su garganta un poco apretada.
ChanYeol se encogió de hombros.
― No importa. ― Afirmó, tendiéndole la sudadera ―. Es tuya. Mañana, ven con ella y usaremos ropa de pareja.
Sin poder contenerlo un poco más, KyungSoo dio un paso y lo abrazó de golpe, dejándose envolver por los brazos y el calor que el alfa emitía.
Que su alfa le entregaba.
QUE BONITO ES ESTO BASTAAA
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