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⻝ ┇ ❝dieciséis.

ChanYeol no era una persona violenta. Él siempre creía que las cosas se podían arreglar conversando y manteniendo la calma.

Sin embargo, esta no era una situación normal.

Agarró a Youngdo de las solapas de su camisa antes de empujarlo contra la pared. A su lado, JiMin sostenía a Sikyung, presionándolo contra el suelo, mientras que SeHun y JongIn se encargaban de sus otros dos amigos. Esa era la ventaja de tener amigos alfas y carnívoros, si quitaba a JiMin, pero su primo podía ser tan salvaje como una pantera.

― Escúchame, idiota ― Le dijo, con su voz grave e ignorando sus súplicas de que le soltara ―, te lo diré una última vez si no quieres que me transforme y te rasgue la garganta. ― Alzó su barbilla ―. Si vuelves a hacerle cualquier cosa a KyungSoo, aunque sea un simple empujón, voy a matarte con mis propias manos, ¿está claro?

― Va-vamos, ChanYeol ― Tartamudeó Youngdo, tembloroso y asustado ―, sólo fue un jueguito, nada más...

― Ese "jueguito" podría costarte la vida. ― Escupió JiMin, despectivamente ―. Yo soy partidario de sacarles un ojo, quizás con eso aprendan.

JiMin, a veces, era incluso más sádico que él. ¿Tal vez se debía a la mezcla de hámster y pantera? ChanYeol no podía saberlo con claridad.

― Y eso no sólo va para KyungSoo ― Añadió JongIn, sacudiendo a Yangsuk ―, sino también para BaekHyun y JunMyeon. No vamos a seguir tolerando sus estupideces.

― Si cualquiera de los tres dice que los están molestando ― Continuó SeHun ―, nos desharemos de ustedes y nadie va a encontrar sus restos.

Esa fue amenaza suficiente para el grupito de hienas, que chillaron que jamás volverían a molestar a sus novios. Sin embargo, ChanYeol no soltó a Youngdo.

― ¿Cómo puede gustarte? ― Barboteó la hiena ―. ¡KyungSoo es tan desagradable!

JiMin tuvo que saltar a alejar a ChanYeol luego de que la pantera le hubiera roto la nariz a Youngdo. La hiena se puso a llorar por el dolor, pero a ChanYeol no le interesaba en ese momento, porque ese estúpido sólo decía tonterías.

― ¡Ya sabes, imbécil! ― Gruñó ChanYeol, siendo alejado por JiMin ―. ¡La próxima vez te mato!

El cuarteto de alfas se aprovechó de la hora de almuerzo para ir en busca de esos idiotas, pues los profesores también estarían ocupados con sus comidas. ChanYeol tuvo que mentirle a Soo acerca de lo que iba a hacer, pero ahora, tenía muchas ganas de verlo y darle un par de besos. Su novio parecía algo deprimido ese día, y era evidente que era por la situación ocurrida con esos idiotas.

― ChanYeol. ― Habló JongIn, ahora algo preocupado ―. ¿Y si nos acusan?

― ¡No lo harán! ¿Conoces a las hienas, Innie? ― Contestó JiMin, abrazándolo por los hombros.

― Um, son animales carroñeros que...

― ¡Son cobardes! ― Le interrumpió el híbrido de hámster, rodando los ojos ―. Además, ellos ya tienen un historial de bullying. Si Soo los acusa, ellos saldrán perdiendo.

― JunMyeon igual podría acusarlos ― Añadió SeHun, con el ceño arrugado ―. Me confesó que a ellos les gusta asustarlo y atraparlo en su forma de conejito.

ChanYeol no podía con la molestia que sentía, todavía algo irritado por lo que dijo ese idiota sobre KyungSoo. Nada en él era desagradable. KyungSoo era el omega más tierno, dulce y amable que alguna vez hubiera conocido, y merecía que lo trataran como un príncipe. Él se iba a asegurar de que no volvieran a molestarlo de ninguna forma.

Fueron donde los omegas, que estaban comiendo en el patio, cerca del área natural. Baek estaba haciendo la tarea para la siguiente clase, copiándole a JunMyeon. El conejito se encontraba entre el césped, haciendo un agujero. KyungSoo tenía una expresión triste, observando su almuerzo: una ensalada de pimentón y maní.

― ¿Qué pasa, bebé? ― Habló ChanYeol, yendo donde él, y se sentó a su lado.

― ¿Ah? Nada. ― KyungSoo parecía más triste ahora ―. ¿Me das un besito?

― Claro que sí, no tienes que pedirlo ― Le dijo ChanYeol, que le agarró de las mejillas y le dio un pequeño piquito ―. Ahora, ¿qué tal si me cuentas lo que pasa?

KyungSoo suspiró, mirando de reojo a sus amigos: JiMin estaba agarrando a JunMyeon, que trató de huir desesperadamente, pero SeHun le estaba esperando por el otro lado. JongIn regañaba a BaekHyun, diciéndole que copiar era malo y Baek lo miraba con un puchero en sus labios.

― No tengo mucha hambre. ― Habló KyungSoo, agarrando la tapa del contenedor donde llevó su almuerzo, pero ChanYeol lo detuvo.

― No has comido nada. ― Dijo con reprobación ―. KyungSoo, bebé...

Lo escuchó suspirar, mucho más deprimido que antes.

― Quiero bajar de peso. ― Le dijo, avergonzado, y ChanYeol arrugó las cejas ―. Quiero estar más bonito para ti, Channie. ― Ahora parecía a punto de llorar ―, así tú no...

― ¿Yo qué?

― No vas a dejarme. ― Tartamudeó KyungSoo.

ChanYeol tenía una clara expresión de sorpresa, demasiado atónito por lo que acababa de escuchar. KyungSoo frotó sus ojos con fuerza, espantando las lágrimas que pujaban por salir de allí.

No quería llorar ahora, ya lloró mucho el día anterior.

― Soosie ― Le dijo ChanYeol, con tono suave y dulce ―, ¿qué estás diciendo? Yo no quiero dejarte. Jamás querría dejarte. ― Le volvió a agarrar de las mejillas ―. No me importa si eres delgado o no, para mí ya eres perfecto así. Eres el omega más precioso que alguna vez vi.

Bueno, ahora no pudo evitarlo y se puso a llorar, demasiado conmovido por las palabras que acababa de escuchar. Iba a decir algo, sin embargo, de pronto alguien apareció entremedio de ellos.

― ¡ChanYeol, ¿por qué haces llorar a KyungSoo?! ― Gritó JiMin, sosteniendo a JunMyeon en forma de conejo bajo su brazo. SeHun le suplicaba que se lo entregara.

― ¡Deja de meterte donde no te llaman! ― Gruñó ChanYeol.

― ¡Dame a JunMyeon! ― Pidió SeHun.

― ¡Oh, no, Myeonnie se hará pipí! ― Saltó Baek.

JiMin soltó a JunMyeon, horrorizado. El conejito salió corriendo, desesperado.

― ¡Sé libre, Jun! ― Se despidió Baek. SeHun y JiMin salieron detrás de JunMyeon ―. Pobrecito, algún día lo matarán de un infarto.

― BaekHyun, tu tarea...

― ¡Bah, a la mierda la tarea! ― Dijo el zorrito, antes de reírse ―. ¡Perdón, profesor Kim!

JongIn se puso colorado por las palabras de BaekHyun.

ChanYeol bufó, volviendo su atención a KyungSoo, que parecía un poco más calmado y relajado en ese momento. De alguna forma, tenía claro que sus amigos sabían cómo distraerlo de todos sus pensamientos malos.

― Créeme ― Le dijo ―, eres el chico más perfecto del mundo entero, Soosie. No es necesario que cambies nada de ti.

― Pero... ― Vaciló un momento ―. ¿Te seguiría gustando si adelgazara?

ChanYeol le sonrió con dulzura.

― Claro que sí. ― Le dio otro beso más ―. Tu peso, la forma en la que luces, no condiciona el amor que siento por ti. Yo te quiero por ser KyungSoo, te voy a querer para siempre.

― ¿Para siempre? ― Repitió KyungSoo, tímido.

― Sí ― ChanYeol no podía dejar de darle besos, y es que era una de las cosas que más le gustaba hacer ―. Cuando seamos más grandes, nos iremos a vivir juntos y nos casaremos. Podemos tener muchos cachorritos.

― ¡ChanYeol! ― Se rió KyungSoo, pero no lo corrigió, porque él de verdad que estaba muy enamorado ―. ¿Podemos tener un patio con muchos árboles?

― Por supuesto. ― Concedió el alfa ―. Y te haré el omega más feliz del mundo.

― Ya me haces feliz. ― KyungSoo lo abrazó por el cuello―. Te quiero mucho.

― Yo también te quiero, mi bebé lindo. ¿Qué tal si ahora...?

Se vieron interrumpidos cuando escucharon un escandaloso grito, volteándose y encontrándose con una extraña escena: JunMyeon-conejo venía corriendo, huyendo de SeHun, y sobre la cabecita de JunMyeon, había un hámster. ¿Era JiMin?

― ¡Ven aquí! ― Baek saltó sobre JunMyeon, atrapándolo ―. ¡Ya dejen de molestarlo, sólo yo puedo asustar a Myeonnie!

De pronto, resonaron unos puf y tanto JiMin como JunMyeon se transformaron en humanos. JunMyeon parecía aturdido, mientras JiMin puso una sonrisa elegante en su rostro.

― Estaba defendiendo mi posición de roedor más adorable. ― Se excusó JiMin.

― ¡Yo no soy un roedor! ― Dijo JunMyeon, antes de enrojecer ―. ¡¿Más adorable?! ¡Eso jamás, hyung!

Los dos chicos se pusieron en posición de peleadores de boxeo. SeHun puso una expresión preocupada, acercándose a Baek.

― ¿Me está robando a mi chico? ― Preguntó el híbrido de lobo.

― Nah ― JongIn se rió ―, ya te lo robó.

SeHun comenzó a quejarse por la indignación. ChanYeol rodó los ojos.

― Tú eres el roedor más adorable. ― Le dijo a KyungSoo, que rompió en risas.

Las semanas pasaron para KyungSoo, y se sorprendió al darse cuenta cuando cumplió un mes desde que estaba saliendo con ChanYeol.

No podía caber en su felicidad por eso, pues nunca en su vida pensó que él pudiera tener algún novio. Desde que comenzó toda esa etapa de bullying, y con todos los comentarios que oía alrededor, creyó durante mucho tiempo que nadie iba a enamorarse de un chico como él.

ChanYeol era dulce y amable y muy atento con él. Jamás hacía algún comentario respectivo a su peso y siempre le alababa lo lindo que era. A KyungSoo le gustaba escuchar demasiado la forma en que le decía eso, porque de alguna forma, le subía mucho la autoestima. Los cumplidos constantes de ChanYeol le hacían verse con otros ojos.

Es decir, no se consideraba una preciosura, pero si tenía lo suyo. Tenía una bonita sonrisa en forma de corazón y cuidaba mucho su cabello. Esas sudaderas tan estilosas le quedaban perfectas. Nadie vestía mejor que él, decía ChanYeol.

Aunque, de todas formas, igual quería bajar un poco de peso. No podía evitar pensarlo, y es que sentía que sería mucho más lindo si adelgazaba un poco. De seguro eso enamoraría mucho más a ChanYeol. Además... además, estaba ese otro tema.

KyungSoo no debería ilusionarse, porque quizás todo era un romance de adolescentes. Las cosas podían cambiar cuando llegaran a la universidad. Sin embargo, eso no quitaba que, en algún momento, ellos tendrían... intimidad. Sexo. Hacer el amor. Lo que fuera.

Esa idea apareció en su cabeza cuando ChanYeol tuvo un celo, una semana atrás. Esos días no fue al colegio y sólo hablaron por teléfono. No podían verse, no todavía, porque KyungSoo no estaba marcado, además que, al ser híbridos, en sus celos se descontrolaban mucho más.

A veces, Soo despertaba transformado en una ardillita y se ponía muy inquieto. JiMin le dijo que para el resto de los animales era así también, en especial los carnívoros.

― ¿Eso qué significa? ― Preguntó KyungSoo, en medio de la conversación.

― Soo ― Dijo JiMin con paciencia ―, somos mitad animales, tenemos un instinto animal. Tú sabes, en los celos, los animales tienen muchas ganas de follar. ― Se coloreó ante esa palabra ―. A veces, hasta les cuesta discernir en su forma animal. Sólo quieren...

― ¡Ya lo sé! ― Chilló, avergonzado.

Es decir, no era algo raro. Los animales copulaban. Ellos eran animales. A veces, oía sobre parejas que lo hacían en sus formas animales. ¡Que raro era eso! No podía imaginárselo.

De todas formas, terminó pensando en dichas palabras, y le dio un poco de miedo que, si ellos seguían juntos, en algún momento ChanYeol (o el mismo KyungSoo), quisiera llegar más lejos. Y eso implicaba desnudarse. ¡No, que vergüenza! KyungSoo se moriría si ChanYeol debía verlo desnudo.

Pero también, no se veía con otro chico que no fuera su novio. En algún momento ocurriría. KyungSoo quería llevar la marca de ChanYeol, ¡lo deseaba demasiado! Una marca lo haría de ChanYeol, y ChanYeol sería de él. Una marca significaba que ellos se iban a casar y tener bebés. Una marca era muy importante para KyungSoo.

Así que KyungSoo quería estar bonito para ese día, quería no sentir vergüenza de sí mismo y que las cosas no fueran extrañas. Así que bajaría de peso, quería sentirse bien sobre la forma en que lucía.

Cuando ellos cumplieron un mes, KyungSoo fue en busca de ChanYeol a su última clase, que era la de deportes. Habían quedado en ir a pasear a la playa y comer algo. Además, iban a entregarse sus regalos. KyungSoo le compró a ChanYeol una sudadera con un estampado de una panterita bebé escalando un árbol.

Para comprarla, tuvo que juntar el dinero que tenía para sus colaciones y almuerzos, alimentándose sólo de verduras, a pesar de que no fuera muy fanático de ellas. ¡Hasta dejó de comprar frutos secos, porque eran muy caros! Esperaba que a ChanYeol le gustara mucho.

Vio aparecer a SeHun, JiMin y JongIn por el pasillo, todos sudados y enrojecidos. Le dijeron que ChanYeol se quedó en la cancha, pues el profesor le ordenó recoger todas las colchonetas al quedarse dormido en una. No le sorprendió demasiado, ¡su novio era un dormilón de primera!

A veces, cuando salían, se quedaba dormido con la cabeza apoyada en los muslos de Soo, y no podía evitar admirar lo bonito que se veía, ChanYeol era muy precioso que...

Que...

¿Por qué esa chica tigre le estaba agarrando el brazo a su novio?

KyungSoo sintió, primero, pavor al percibir el aroma a carnívoro, tanto por ChanYeol como por la desconocida. Era siempre su primer instinto. Sin embargo, luego fue como si su estómago diera un salto al ver lo cerca que estaban.

De pronto, la chica soltó unas risitas, un dedo enrollándose en su anaranjado cabello.

― ¡Qué gracioso y guapo es, ChanYeol oppa! ― Dijo, sin dejar las risitas.

Por supuesto que lo era. ChanYeol era muy hermoso. Y era suyo. Suyo. De nadie más. Las ardillas podían ser muy celosas, ¿no sabían eso? Había algunas que no permitían que su pareja estuviera lejos de ellas, ¡las siguen a todas partes!

― ¡ChanYeol hyung! ― Gritó, llamando la atención de su novio, y la pantera se giró a verlo con una sonrisita perezosa ―. Hyung, ¿estás listo?

Esperaba que ChanYeol dijera que sí, o que, por último, notara su expresión de ‹‹o me obedeces, o te tiro una bellota por la cabeza››.

Sin embargo, su novio parecía no entender el lenguaje de ardilla.

― Soo ― Llamó él, tendiéndole la mano para que se la agarrara. No tuvo que decir más, y KyungSoo la tomó con fuerza ―, ella es Ahyoung, una compañera de clases. Me estaba ayudando a recoger las colchonetas. Ahyoung, él es Soosie, mi novio.

Eso, remarcando su territorio. KyungSoo extendió sus feromonas alrededor de ChanYeol, sonriendo con encanto.

Ahyoung, en cambio, frunció el ceño.

― ¿Novio? ¿Una ardilla? ― Soltó una risita ―. Qué divertido, oppa, ¿te la vas a comer? Debe tener mucha grasa.

¿Qué? ¿Acababa de insultarlo?

KyungSoo, en una situación normal, habría huido y puesto a llorar. Ahora, sólo quería lanzarse sobre esa maleducada chica, a pesar de que fuera una tigresa.

― ¿Disculpa, Ahyoung? ― Habló ChanYeol, con su voz grave, y la chica dejó de reír ―. No le veo la gracia a tu comentario. KyungSoo es mi novio y para mí, es perfecto así. ― Su tono bajó un octavo ―. No quiero amenazarte, eso sería muy grosero, pero si vuelves a decirle algo así, me pondré... violento.

KyungSoo debería haberse asustado ante su tono, sin embargo, sólo quería saltar de la felicidad. Tal vez se debía a que ChanYeol seguía un poco con rastros de su celo y por eso estaba más posesivo y gruñón, ¡pero que le importaba!

― ¿Vamos, Soo? ― Preguntó ChanYeol, agarrando su mochila ante la atónita mirada de la chica ―. Hoy estás muy bonito, bebé.

― ¡Gracias, ChanYeol! ― KyungSoo dejó que su novio se lo llevara, el mayor sin voltearse a ver a la híbrida de tigre ―. Tú también estás guapo, ¿me das muchos besitos después?

― No tienes que pedirlo, Soosie.

KyungSoo se volteó a Ahyoung, y sin poder controlarlo, le sacó la lengua.

ChanYeol era suyo, de nadie más.

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