16.
Advertencias: fluff y poco drama. AU de híbridos y omegaverse.
Rosé no era una persona violenta. Ella siempre creía que las cosas se podían arreglar conversando y manteniendo la calma.
Sin embargo, esta no era una situación normal.
Agarró a SeulGi de las solapas de su camisa antes de empujarla contra la pared. A su lado, JiHyo sostenía a SeungAh, presionándola contra el suelo, mientras que ChaeYoung y JiSoo se encargaban de sus otras dos amigas. Esa era la ventaja de tener amigas alfas y carnívoras, si quitaba a JiHyo, pero su prima podía ser tan salvaje como una pantera.
―Escúchame, idiota ―le dijo, con su voz grave e ignorando sus súplicas de que la soltara―, te lo diré una última vez si no quieres que me transforme y te rasgue la garganta ―alzó su barbilla―. Si vuelves a hacerle cualquier cosa a Lisa, aunque sea un simple empujón, voy a matarte con mis propias manos, ¿Está claro?
―Va-vamos, Rosé ―tartamudeó SeulGi, temblorosa y asustada―, sólo fue un jueguito, nada más...
―Uf, sí, y yo soy no soy Dios ―escupió JiHyo, despectivamente―. Yo soy partidaria de sacarles un ojo, quizás con eso aprendan.
JiHyo, a veces, era incluso más sádica que ella. ¿Tal vez se debía a la mezcla de hámster y pantera? Rosé no podía saberlo con claridad.
―Y eso no sólo va para Lisa ―añadió JiSoo, sacudiendo a EunBi―, sino también para Jennie y Somi. No vamos a seguir tolerando sus estupideces.
―Si cualquiera de las tres dice que las están molestando ―continuó ChaeYoung―, nos desharemos de ustedes y nadie va a encontrar sus restos.
Esa fue amenaza suficiente para el grupito de hienas, que chillaron que jamás volverían a molestar a sus novias. Sin embargo, Rosé no soltó a SeulGi.
―¿Cómo puede gustarte? ―barboteó la hiena―. ¡Lisa es tan desagradable!
JiHyo tuvo que saltar a alejar a Rosé luego de que la pantera le hubiera roto la nariz a SeulGi. La hiena se puso a llorar por el dolor, pero a Rosé no le interesaba en ese momento, porque esa estúpida sólo decía tonterías.
―¡Ya sabes, imbécil! ―gruñó Rosé, siendo alejada por JiHyo―. ¡La próxima vez te mato!
El cuarteto de alfas se aprovechó de la hora de almuerzo para ir en busca de ess idiotas, pues los profesores también estarían ocupados con sus comidas. Rosé tuvo que mentirle a Lili acerca de lo que iba a hacer, pero ahora, tenía muchas ganas de verla y darle un par de besos. Su novia parecía algo deprimida ese día, y era evidente que era por la situación ocurrida con esas idiotas.
―Rosé ―habló JiSoo, ahora algo preocupada―. ¿Y si nos acusan?
―¡No lo harán! ¿Conoces a las hienas, Jichu? ―contestó JiHyo, abrazándola por los hombros.
―Um, son animales carroñeros que...
―¡Son cobardes! ―le interrumpió la híbrida de hámster, rodando los ojos―. Además, ellas ya tienen un historial de bullying. Si Lili las acusa, ellas saldrán perdiendo.
―Somi igual podría acusarlas ―añadió ChaeYoung, con el ceño arrugado―. Me confesó que a ellas les gusta asustarla y atraparla en su forma de conejito.
Rosé no podía con la molestia que sentía, todavía algo irritada por lo que dijo esa idiota sobre Lisa. Nada en ella era desagradable. Lisa era la omega más tierna, dulce y amable que alguna vez hubiera conocido, y merecía que la trataran como una princesa. Ella se iba a asegurar de que no volvieran a molestarla de ninguna forma.
Fueron donde las omegas, que estaban comiendo en el patio, cerca del área natural. Jen estaba haciendo la tarea para la siguiente clase, copiándole a Somi. La conejita se encontraba entre el césped, haciendo un agujero. Lisa tenía una expresión triste, observando su almuerzo: una ensalada de pimentón y maní.
―¿Qué pasa, bebé? ―habló Rosé, yendo donde ella, y se sentó a su lado.
―¿Ah? Nada ―Lisa parecía más triste ahora―. ¿Me das un besito?
―Claro que sí, no tienes que pedirlo ―le dijo Rosé, que le agarró de las mejillas y le dio un pequeño piquito―. Ahora, ¿Qué tal si me cuentas lo que pasa?
Lisa suspiró, mirando de reojo a sus amigas: JiHyo estaba agarrando a Somi, que trató de huir desesperadamente, pero ChaeYoung le estaba esperando por el otro lado. JiSoo regañaba a Jennie que copiar era malo y Jennie la miraba con un puchero en sus labios.
―No tengo mucha hambre- ―habló Lisa, agarrando la tapa del contenedor donde llevó su almuerzo, pero Rosé la detuvo.
―No has comido nada ―dijo con reprobación―. Lisa, bebé...
La escuchó suspirar, mucho más deprimido que antes.
―Quiero bajar de peso ―le dijo, avergonzada, y Rosé arrugó las cejas―. Quiero estar más bonita para ti, Rosé ―ahora parecía a punto de llorar―, así tú no...
―¿Yo qué?
―No vas a dejarme. ―tartamudeó Lisa.
Rosé tenía una clara expresión de sorpresa, demasiado atónita por lo que acababa de escuchar. Lisa frotó sus ojos con fuerza, espantando las lágrimas que pujaban por salir de allí. No quería llorar ahora, ya lloró mucho el día anterior.
―Lili ―le dijo Rosé, con tono suave y dulce―, ¿Qué estás diciendo? Yo no quiero dejarte. Jamás querría dejarte ―le volvió a agarrar de las mejillas―. No me importa si eres delgada o no, para mí ya eres perfecta así. Eres la omega más preciosa que alguna vez vi.
Bueno, ahora no pudo evitarlo y se puso a llorar, demasiado conmovida por las palabras que acababa de escuchar. Iba a decir algo, sin embargo, de pronto alguien apareció entremedio de ellas.
―¡Rosé, ¿Por qué haces llorar a Lisa?! ―gritó JiHyo, sosteniendo a Somi-coneja bajo su brazo. ChaeYoung le suplicaba que se la entregara.
―¡Deja de meterte donde no te llaman! ―chilló Rosé.
―¡Dame a Somi! ―pidió ChaeYoung.
―¡Oh, no, MiMi se hará pipí! ―saltó Jennie.
JiHyo soltó a Somi, horrorizada. La conejita salió corriendo, desesperada.
―¡Sé libre, Ennik! ―se despidió Jennie. ChaeYoung y JiHyo salieron detrás de Somi―. Pobrecita, algún día la matarán de un infarto.
―Jennie, tu tarea...
―¡Bah, a la mierda la tarea! ―dijo la zorrito, antes de reírse―. ¡Perdón, profesora Soo!
JiSoo se puso colorada por las palabras de Jennie.
Rosé bufó, volviendo su atención a Lisa, que parecía un poco más calmada y relajada en ese momento. De alguna forma, tenía claro que sus amigas sabían cómo distraerla de todos sus pensamientos malos.
―Créeme ―le dijo―, eres la chica más perfecta del mundo entero, Lils. No es necesario que cambies nada de ti.
―Pero... ―vaciló un momento―. ¿Te seguiría gustando si adelgazara?
Rosé le sonrió con dulzura.
―Claro que sí ―le dio otro beso más―. Tu peso, la forma en la que luces, no condiciona el amor que siento por ti. Yo te quiero por ser Lisa, te voy a querer para siempre.
―¿Para siempre? ―repitió Lisa, tímida.
―Sí ―Rosé no podía dejar de darle besos, y es que era una de las cosas que más le gustaba hacer―. Cuando seamos más grandes, nos iremos a vivir juntas y nos casaremos. Podemos tener muchos cachorritos.
―¡Rosé! ―se rió Lisa, pero no la corrigió, porque ella de verdad que estaba muy enamorada―. ¿Podemos tener un patio con muchos árboles?
―Por supuesto ―concedió la alfa―. Y te haré la omega más feliz del mundo.
―Ya me haces feliz ―Lisa la abrazó por el cuello―. Te quiero mucho.
―Yo también te quiero, mi bebé linda. ¿Qué tal si ahora...?
Se vieron interrumpidas cuando escucharon un escandaloso grito, volteándose y encontrándose con una extraña escena: Somi-conejita venía corriendo, huyendo de ChaeYoung, y sobre la cabecita de Somi, había un hámster. ¿JiHyo?
―¡Ven aquí! ―Jennie saltó sobre Somi, atrapándola―. ¡Ya dejen de molestarla, sólo yo puedo asustar a MiMi!
De pronto, resonaron unos puf y tanto JiHyo como Somi se transformaron en humanos. Somi parecía aturdida, mientras JiHyo puso una sonrisa elegante en su rostro.
―Estaba defendiendo mi posición de roedor más adorable. ―se excusó JiHyo.
―¡Yo no soy un roedor! ―dijo Somi, antes de enrojecer―. ¡¿Más adorable?! ¡Eso jamás, Unnie!
Las dos chicas se pusieron en posición de peleadores de boxeo. ChaeYoung puso una expresión preocupada, acercándose a Jen.
―¿Me está robando a mi chica? ―preguntó la híbrida de lobo.
―Nah ―JiSoo se rió―, ya te la robó.
ChaeYoung comenzó a quejarse por la indignación. Rosé rodó los ojos.
―Tú eres el roedor más adorable. ―le dijo a Lisa, que rompió en risas.
Las semanas pasaron para Lisa, y se sorprendió al darse cuenta cuando cumplió un mes desde que estaba saliendo con Rosé.
No podía caber en su felicidad por eso, pues nunca en su vida pensó que ella pudiera tener alguna novia. Desde que comenzó toda esa etapa de bullying, y con todos los comentarios que oía alrededor, creyó durante mucho tiempo que nadie iba a enamorarse de una chica como ella.
Rosé era dulce y amable y muy atenta con ella. Jamás hacía algún comentario respectivo a su peso y siempre le alababa lo linda que era. A Lisa le gustaba escuchar demasiado la forma en que le decía eso, porque de alguna forma, le subía mucho la autoestima. Los cumplidos constantes de Rosé la hacían verse con otros ojos.
Es decir, no se consideraba una preciosura, pero si tenía lo suyo. Tenía una bonita sonrisa y cuidaba mucho su cabello. Esas sudaderas tan estilosas le quedaban perfectas. Nadie vestía mejor que ella, decía Rosé.
Aunque, de todas formas, igual quería bajar un poco de peso. No podía evitar pensarlo, y es que sentía que sería mucho más linda si adelgazaba un poco. De seguro eso enamoraría mucho más a Rosé. Además... Además, estaba ese otro tema.
Lisa no debería ilusionarse, porque quizás todo era un romance de adolescentes. Las cosas podían cambiar cuando llegaran a la universidad. Sin embargo, eso no quitaba que, en algún momento, ellas tendrían... Intimidad. Sexo. Hacer el amor. Lo que fuera.
Esa idea apareció en su cabeza cuando Rosé tuvo un celo, una semana atrás. Esos días no fue al colegio y sólo hablaron por teléfono. No podían verse, no todavía, porque Lisa no estaba marcada, además que, al ser híbridas, en sus celos se descontrolaban mucho más. A veces, Lili despertaba transformada en una ardillita y se ponía muy inquieta. JiHyo le dijo que para el resto de los animales era así también, en especial los carnívoros.
―¿Eso qué significa? ―preguntó Lisa, en medio de la conversación.
―Lili ―dijo JiHyo, con paciencia―, somos mitad animales, tenemos un instinto animal. Tú sabes, en los celos, los animales tienen muchas ganas de follar ―se coloreó ante esa palabra―. A veces, hasta les cuesta discernir en su forma animal. Sólo quieren...
―¡Ya lo sé! ―chilló, avergonzada.
Es decir, no era algo raro. Los animales copulaban. Ellos eran animales. A veces, oía sobre parejas que lo hacían en sus formas animales. ¡Que raro era eso! No podía imaginárselo.
De todas formas, terminó pensando en dichas palabras, y le dio un poco de miedo que, si ellas seguían juntas, en algún momento Rosé (o la misma Lisa), quisiera llegar más lejos. Y eso implicaba desnudarse. ¡No, que vergüenza! Lisa se moriría si Rosé debía verla desnuda.
Pero también, no se veía con otra chica que no fuera su novia. En algún momento ocurriría. Lisa quería llevar la marca de Rosé, ¡Lo deseaba demasiado! Una marca la haría de Rosé, y Rosé sería de ella. Una marca significaba que ellas se iban a casar y tener bebés. Una marca era muy importante para Lisa.
Así que Lisa quería estar bonita para ese día, quería no sentir vergüenza de sí misma y que las cosas no fueran extrañas. Así que bajaría de peso, quería sentirse bien sobre la forma en que lucía.
Cuando ellas cumplieron un mes, Lisa fue en busca de Rosé a su última clase, que era la de deportes. Habían quedado en ir a pasear a la playa y comer algo. Además, iban a entregarse sus regalos. Lisa le compró a Rosé una sudadera con un estampado de una panterita bebé escalando un árbol.
Para comprarla, tuvo que juntar el dinero que tenía para sus colaciones y almuerzos, alimentándose sólo de verduras, a pesar de que no fuera muy fanática de ellas. ¡Hasta dejó de comprar frutos secos, porque eran muy caros! Esperaba que a Rosé le gustara mucho.
Vio aparecer a ChaeYoung, JiHyo y JiSoo por el pasillo, todas sudadas y enrojecidas. Le dijeron que Rosé se quedó en la cancha, pues el profesor le ordenó recoger todas las colchonetas al quedarse dormida en una. No le sorprendió demasiado, ¡Su novia era una dormilona de primera! A veces, cuando salían, se quedaba dormida con la cabeza apoyada en los muslos de Lili, y no podía evitar admirar lo bonita que se veía, Rosé era muy preciosa que...
Que...
¿Por qué ese chico tigre le estaba agarrando el brazo a su novia?
Lisa sintió, primero, pavor al percibir el aroma a carnívoro, tanto por Rosé como por él desconocido. Era siempre su primer instinto. Sin embargo, luego fue como si su estómago diera un salto al ver lo cerca que estaban.
De pronto, él chico soltó unas risitas, un dedo enrollándose en su pelirrojo cabello.
―¡Qué graciosa y linda es, Rosé-ssi! ―dijo, sin dejar las risitas.
Por supuesto que lo era. Rosé era muy hermosa. Y era suya. Suya. De nadie más. Las ardillas podían ser muy celosas, ¿No sabían eso? Había algunas que no permitían que su pareja estuviera lejos de ellas, ¡Las siguen a todas partes!
―¡Rosé Unnie! ―gritó, llamando la atención de su novia, y la pantera se giró a verla con una sonrisita perezosa―. Unnie, ¿Estás lista?
Esperaba que Rosé dijera que sí, o que, por último, notara su expresión de ‹‹o me obedeces, o te tiro una bellota por la cabeza››.
Sin embargo, su novia parecía no entender el lenguaje de ardilla.
―Lili ―llamó ella, tendiéndole la mano para que se la agarrara. No tuvo que decir más, y Lisa la tomó con fuerza―, él es TaeHyung, un compañero de clases. Me estaba ayudando a recoger las colchonetas. TaeHyung, ella es Lili, mi novia.
Eso, remarcando su territorio. Lisa extendió sus feromonas alrededor de Rosé, sonriendo con encanto.
TaeHyung, en cambio, frunció el ceño.
―¿Novia? ¿Una ardilla? ―soltó una risita―. Qué divertida, Rosie, ¿Te la vas a comer? Debe tener mucha grasa.
¿Qué? ¿Acababa de insultarla?
Lisa, en una situación normal, habría huido y puesto a llorar. Ahora, sólo quería lanzarse sobre ese maleducado chico, a pesar de que fuera un tigre.
―¿Disculpa, TaeHyung? ―habló Rosé, con su voz grave, y él chico dejó de reír―. No le veo la gracia a tu comentario. Lisa es mi novia y para mí, es perfecta así ―su tono bajó un octavo―. No quiero amenazarte, eso sería muy grosero, pero si vuelves a decirle algo así, me pondré... Violenta.
Lisa debería haberse asustado ante su tono, sin embargo, sólo quería saltar de la felicidad. Tal vez se debía a que Rosé seguía un poco con rastros de su celo y por eso estaba más posesiva y gruñona, ¡Pero que le importaba!
―¿Vamos, Lils? ―preguntó Rosé, agarrando su mochila ante la atónita mirada del chico―. Hoy estás muy bonits, bebé.
―¡Gracias, Rosé! ―Lisa dejó que su novia se lo llevara, la mayor sin voltearse a ver al híbrido de tigre―. Tú también estás guapa, ¿Me das muchos besitos después?
―No tienes que pedirlo, Limario.
Lisa se volteó a TaeHyung, y sin poder controlarlo, le sacó la lengua.
Rosé era suya, de nadie más.
Dos cosas:
1. ¿Qué creen que habrá al final? ¿SoHyo, o SoChae? Quiero leer sus teorías JSJKJKSJKSJKSJ
2. Discúlpenme por poner a Tae medio malo aquí también, igual este Tae no es ni malo ni bueno, solo es un personaje de una vez, Xd, pero igual m disculpo pq se q en este perfil s menciona bastante el TaeRosé, es q ns, ellos juntos se ven bien, al menos estéticamente para una mención, asi q me disculpo públicamente por eso, pero no puedo evitar agregarlo en situaciones asi TOT
Igual, todos saben q Tae es bueno y q tiene de pololo a Jim, Nam, Hobi, Yoon o Jin, ns, depende de lo q quiera leer en ese instante :D
¡Gracias por leer!
—🌷
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