Louis pasó el siguiente par de días distante. Summer apenas si logró sacarle una conversación completa y no le gustaba verlo fumar tanto.

Ahora se encontraban en el parque al que solían ir junto con el pequeño sobrino de la castaña, la cual se había comprometido a cuidarlo.

—¿Sabías que las ballenas viven por setenta años o más, tía Vera?

Summer dejó de mirar al ojiazul el cual se encontraba distante fumando su cuarto cigarrillo en el día.

—No, no sabía—murmuró continuando columpiando al niño con suavidad.

—Pero admiro más a las tortugas, prácticamente son las inmortales del océano, la que más tiempo de vida tuvo en este planeta llegó a los doscientos cincuenta años, ¿puedes creer lo increíble que es ver evolucionar a tu ecosistema sin saberlo, tía Vera?

—Es increíble, cariño.

El niño continuó hablando, pero Summer no podía dejar de observar a Louis con preocupación. 

—¿Chris?

—¿En qué puedo ayudarte, tía Vera?

—¿Qué opinas de Louis?

—¿Cómo?

—Mm, ¿te agrada?

—Sí—el pequeño asintió y continuó balanceándose viendo a su tía con curiosidad. —Opino que es un buen hombre, no cualquiera se toma la molestia de realizarle un tour a una persona desconocida en su trabajo, tía Vera—Summer rió suavemente al escucharlo. —Pero deberías decirle que la tasa de mortalidad por cáncer de pulmón es del setenta y un por ciento correspondiente al veintidós por ciento que producen las muertes por cáncer.

—Se lo diré—miró con ternura a su sobrino. —También te preocupa, ¿Eh?

—Es muy agradable, sería una lástima que muriera porque no consigue otra forma de desahogarse que mediante el cigarrillo.

La castaña frunció el ceño.

—¿Desahogarse?

—Claro, ¿Por qué crees que las personas beben, fuman o se drogan? —Summer alzó las cejas con sorpresa. —Todos buscan con qué desahogarse, solo que no todos encuentra la manera correcta, ¿Puedo ir al tobogán en este momento, tía Vera?

—Si...—respondió vagamente. —Claro que sí, cariño, en un rato voy a acompañarte.

El niño se bajó del columpio de un salto y fue caminando con calma hasta llegar a las escaleras del tobogán. Summer suspiró observándolo y lo saludó de vuelta antes de que se lanzara y volviera a las escaleras para repetir la acción una vez más.

La castaña se acercó donde Louis se encontraba viendo como tiraba el cigarro a la grama y lo pisaba.

—¿Te sientes mejor?

El ojiazul se fijó en ella por un momento para después mirar los alrededores levemente distraído.

—¿Me tenía que sentir mal por algo?

—No lo sé—se cruzó de brazos. —Dímelo tu.

Louis suspiró y se giró para estar frente a ella. Se acercó lo suficiente y pasó uno de sus brazos por sobre los hombros de la chica. La atrajo hacia él y besó un costado de su cabeza.

—¿Sabes que te quiero?

—Yo también te quiero—murmuró Summer oculta en el pecho de su novio. —Pero siento que estás pasando por muchas cosas justo ahora las cuales temes decirme.

—Que mejor adjetivo.

Summer frunció el ceño e iba a preguntar al respecto, pero fue en ese momento cuando Louis se apartó, agarró sus mejillas y decidió besarla con delicadeza, ternura y cariño.

—Louis—murmuró sintiendo como dejaba un reguero de besos en todo su rostro.

—Prometo que una vez todo termine... estará bien.

—¿Qué estará bien? ¿Qué debe terminar? Louis...—su nombre salió de sus labios derrochando genuina preocupación. Sostuvo sus muñecas con fuerza y lo miró a esos azules y atormentados ojos.

—Tu y yo, ambos, estaremos bien, lo sé, estoy comprometido con eso.  

—Claro que estaremos bien, no pienso irme a ningún lado.

—Te irás—contestó tranquilo apartando un mechón del cabello de Summer de su rostro. —Pero volveré a ti, cielo, como un ave regresa a su nido.

—¿Por qué me dices estas cosas?

—Porque es la verdad—suspiró. —Te quiero a mi lado, pero aún hay cosas que me quedan por resolver.

Y sin derecho a réplica, volvió a besarla.

(...)

El tono de llamada del celular de Summer la despertó esa mañana una semana después. Ella gruñó rodando por la cama intentando alcanzar el endemoniado aparato que no paraba de sonar. 

—¿Quién es?

—Prende el televisor ahora mismo y coloca el canal cinco de noticias.

La chica frunció el ceño mientras se sentaba en la cama intentando encontrar el control.

—Camille, cálmate, realmente suenas alterada, ¿qué pasa?

—El maldito ingrato de Tomlinson, eso pasa—fue todo lo que dijo para proceder a colgar la llamada.

Summer, ahora alarmada, buscó con mayor rapidez el control del televisor y una vez que dio con él, no se tardó en obedecer lo que le había ordenado su amiga.

—...así es y es que presuntamente, estos fueron los paparazzis que seguían la camioneta del conductor hace tres años cuando ocurrió el accidente con su hermana Sandra la cual falleció en el impacto, no tenemos muchos detalles en cuanto a la estadía de Louis Tomlinson en la cárcel, pero pronto volveremos con más.

Estaba estática, aun cuando su corazón bombeara a una velocidad increíble. Obligaba a sus párpados a pestañear y la garganta la sentía tan seca que no podía ni tragar.

"¿Louis en la cárcel?" 

Más pronto que tarde se levantó de la cama y tomó nuevamente su celular para poder llamar a Camille mientras buscaba un cambio de ropa limpia.

—Contesta—murmuraba con desesperación.     

"—Te quiero a mi lado, pero aún hay cosas que debo resolver".

Esas palabras retumbaban en su cabeza. 

"¿Eso era lo que tenía pendiente? ¡¿Ir a prisión?!"

—Mierda, Camille—gruñó cuando la morena finalmente contestó. —¿Qué mierda significa esto? ¿Cómo que Louis está en la cárcel? 

—No he podido averiguar mucho, vi poco más que tú, tal parece que lo arrestaron ayer por la noche.

—¡¿Pero por qué diablos está en la cárcel?! 

—Maldición, Summer, cálmate un poco, ¿cómo quieres que lo sepa? Hablo menos con él desde que se fue del canal, ¿qué quieres que te diga? —Summer pasó una mano por su rostro intentando serenarse. —Ese estúpido niño no podía quedarse tranquilo, su mala reputación estaba menguando.

—Pásame el número de Sarah.

—Está bien, mantenme al tanto y si averiguo algo más te lo haré saber.      

Su cabeza era un caos en cuanto le colgó a la morena, no sabía que hacer primero, por lo que se sentó en el suelo de su habitación y tomó varias respiraciones para intentar calmarse.

—Vamos con calma—murmuró para sí, intentando darse ánimos. Se levantó decidida y se dirigió al baño.

Minutos después, ya duchada y vestida, tomó nuevamente su celular y marcó el número de la hermana de Louis que previamente le había pasado Camille.

—¿Quién es?

—Sarah, es Summer, la asistente de Louis, ¿me recuerdas?

—Oh, sí, claro.

—Necesito que me digas qué pasó con Louis, ¿cómo es eso de que está preso?

Escuchó como la chica soltaba un suspiro al otro lado de la línea y aguardó.

—Primero cálmate—¿por qué le pedían que se calmara? ¡Carajo!—Lo mantendrán retenido por un par de horas más, lo arrestaron ayer por la noche, pero ya pagamos la fianza—Summer frunció el ceño. ¿Fianza? ¿Ya llevaba 12 horas ahí? —Te pasaré la dirección de la comisaría por si quieres ir a verlo cuando salga, él debería explicártelo todo.

—Por supuesto, y gracias.

Tomó las llaves de su casa y su cartera saliendo azorada de su apartamento.

Había hablado con Louis el día anterior en horas de la mañana, le había dicho que no se sentía bien y que la quería... ¿Qué carajos había pasado?

—Qué hiciste Louis—musitó corriendo escaleras abajo.

(...)

Ya eran pasadas las diez de la noche cuando las puertas de la delegación se abrieron dejando ver a Louis siendo absorbido por la prensa. Los policías intentaban mantenerlos alejados del chico, mientras que éste simplemente los ignoraba. Summer se pudo percatar de su marcado ceño fruncido y puños apretados, e hizo una mueca al ver lo desarreglado que se encontraba. 

Ese no era su Louis.

Soltó un suspiro apretando los dedos de sus manos unos con otros. 

Sarah le había dicho que no quería hablar con él, pero le dijo que podía esperarlo en la pequeña limusina que le prestó el padre de su novio para que pudieran conversar con tranquilidad y apartados del resto. A Summer le pareció una exageración, pero agradeció que por lo menos el vehículo no fuera tan grande. 

La puerta que estaba al otro lado de donde ella se encontraba se abrió, el ruido que provenía de afuera era tormentoso. Louis cerró con fuerza detrás de él sin realmente ser consciente de quien lo acompañaba y tan solo clavó su vista en la ventana.

El vehículo arrancó y luego de unos minutos, la bulla de los paparrazis, flashes y los gritos de los policías desaparecieron para dar paso a un absoluto silencio.  

—No tenías que venir por mi Sarah—comentó en un murmuro sin despegar la mirada de la calle.

Summer mordió su labio inferior.

—Sarah me cedió la oportunidad de venir por ti—no le diría que su hermana no quería verlo, no quería hacerlo sentir peor de lo que probablemente ya se sentía. Ella se percató de cómo el castaño se enderezaba en su asiento y tensaba sus hombros. —Hola, Louis—murmuró sintiéndose como una tonta. 

¿En dónde había dejado su seguridad? 

—¿Qué haces aquí? —preguntó con un tono brusco girando para observarla. 

Apretó los puños al sentir las típicas emociones albergarlo cada vez que la miraba o estaba cerca de ella, pero a la vez, se sentía completamente molesto. ¿Por qué Sarah le tuvo que pedir que fuera?

—Quiero saber qué pasó.

—A estas alturas ya debes saber que diablos pasó—escupió.

Summer inspiró profundamente. 

—Quiero saberlo por ti.

—Bien, entonces te quedarás con las ganas, no quiero decirte nada.

Y luego de decir aquello simplemente se volteó para mirar por la ventana del vehículo una vez más.            

—No digas nada entonces—susurró ella comprensiva. Dejó pasar unos pocos minutos para después acercarse al costado de Louis y recostar su cabeza sobre el hombro del chico. —No tienes que decir nada—murmuró sabiendo que la estaba escuchando.

A Louis se le complicó el respirar y cuando menos lo esperó, sintió sus mejillas húmedas. Estaba llorando y parecía que sus lágrimas no se detendría. 

Se giró hacia ella y la aprisionó entre sus dos brazos necesitando... buscando refugio, apoyo, cariño y... amor.

—La extraño tanto—dijo como pudo aumentando el volumen de sus sollozos. 

—Lo sé, mi amor—Summer no hizo más que acariciarle el cabello y besar el tope de su cabeza de vez en cuando ya que Louis, se encontraba refugiado en su cuello. —Lo sé—susurró sintiendo su dolor como propio.

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SE PRENDIÓ DEMASIADOOOO

Tengo díaaaassss sin Internet, por eso no hay gifs :(( Actualicé desde mi celular.

Ya estamos llegando al final, en el próximo capítulo se aclarará más sobre Louis y su estadía en la cárcel.

Por ciertoooo, una lectora me abrió un grupo en Facebook, yo soy como turista porque no se que se hace en esos grupos, lol. Sin embargo, si se quieren unir y escribirme, compartir cosas o lo que sea, serán bienvenidos. Búsquenlo como "Curly Lectores". 

Un beso enorme.