Luego de que Summer fallara en el intento de convencer a Louis para que le tradujera lo que le había dicho en francés, pasaron unos minutos en que se mantuvieron en silencio tan solo admirando las nubes. Cada uno centrado en sus propios pensamientos. 

—Vamos, te dejaré en tu casa—murmuró Louis levantándose para luego sacudir sus pantalones. La tarde pasaba para convertirse en noche. 

—¿Estás bien?—preguntó la castaña en un tono bajo luego de que Louis la ayudara a levantarse. Éste suspiró en respuesta.

—¿Me abrazarías?

Negar que se sentía ofuscada por su petición sería una mentira, pero ese sentimiento de duda se esfumó tan rápido como apareció, claro que él necesitaba un abrazo, merecía sentir que no estaba solo en todo eso.

—Claro que sí—Louis abrió los brazos para recibirla y ella no lo dudó dos veces al acercarse a él. —¿Louis?—preguntó con nerviosismo al sentir como él se ocultaba en la curvatura de su cuello.

—Siento los malos momentos que te hice pasar, mis gritos... siento haberte tratado tan mal.

Sus palabras susurradas golpeaban su piel produciéndole un cosquilleo.       

—Está bien, no hay nada que disculpar.

—Sabes que sí—replicó de inmediato estrechándola un poco más. —Espero que nos volvamos a encontrar.

—¿A qué te refieres con eso?

—Nada—finalmente se separó de ella para poder observarla con una suave sonrisa dibujada en su rostro. —Vamos, mañana será un día muy largo. 

Summer asintió con lentitud con el ceño ligeramente fruncido.

¿En qué pensaba Louis ahora?

A la mañana siguiente, luego de haberse despedido de Louis sin mencionar mucho más que un adiós, Summer caminaba a paso firme y decido hacia el canal. Sabía que las cosas estaban tensas y nadie sabía que pasaría con el programa o con sus trabajadores, anoche había llamado a Camille, pero ella tampoco sabía mucho. Tan solo que lamentablemente todo el programa había salido al aire y que hoy -sábado- Louis y Johan se reunirían con los directores del canal. 

—Buenos días—saludó al guardia de seguridad el cual se limitó a asentir en su dirección. 

Summer se percató del periódico que se encontraba sobre la mesa de trabajo de la secretaria principal que no se encontraba. Se acercó hasta el lugar y lo tomó rápidamente, iba a ir directamente a la parte de espectáculos, pero como si no fuera suficientemente malo lo que había pasado, Louis era parte de los titulares importantes de ese día.

"Presentador de Wiggle Tom fue desenmascarado en un programa en vivo"

Apretó el periódico entre sus dedos sintiendo la impotencia.

—¿Se siente bien, señorita? 

—Sí...—respondió con voz baja arrugando el periódico y botándolo en la basura.  

Continuó su camino notando que no había muchas personas rondando en el canal, aparentemente, y por lo poco que Camille le había dicho, sin importar qué hicieran, la noticia saldría a la luz el lunes, tanto para los empleados como para la prensa. 

—Camille—Summer se acercó a la morena y ésta la saludó con un beso en la mejilla. —¿Llegó Louis?

—Temprano—asintió. —Lleva tiempo adentro con los directores.

—¿Y Johan?—trató de ocultar el enojo que le causaba tan solo nombrar al chico.

—Debería estar por llegar, primero hablarán con Louis y luego con ambos, tengo entendido que... ¡Oh! Mira, ahí viene—señaló un punto a sus espaldas y ella al voltearse sintió la sangre hervir. 

Sus pies se movieron de manera mecánica, como si tuvieran vida propia, el chico, al verla acercarse, tuvo el tupé de sonreír en su dirección.

—Summer, ¡hola! ¿qué hace...?—no pudo terminar su pregunta porque la castaña impactó, con toda la fuerza que le permitió el coraje, su puño sobre la quijada del chico. —¿Pero qué mierda te pasa? 

—¡¿Qué me pasa?!—escupió con ira para esta vez cachetearlo con la otra mano. Los nudillos le dolían, pero poco le importaba. —¡¿Cómo te atreviste a hacerle algo así a Louis?! ¡Maldito cobarde! —Summer no dudó para arremeter contra él una vez más impactando los puños contra su pecho.

Los pocos trabajadores que estaban ahí, Camille y la hermana de Louis (la cual acababa de entrar), miraban impactados el suceso que se llevaba frente a sus ojos. Aquella pequeña fierecilla estaba literalmente atacando al chico que había logrado dejar a Louis Tomlinson completamente en ridículo y con una muy mala reputación.

—¡Te dije que yo era la única que podía meterme con él!

—¡Quitenmela de encima!—gritó Johan tratando de sostener a la chica de las muñecas, pero fallando en el intento. Se movía demasiado. 

Dos chicos encargados de las cámaras se apresuraron para poder sostener a Summer por la cintura alejándola de Johan.

—¡Déjenme que no he terminado con él!—sin importarle lo despelucada que estuviera o lo loca que pareciera intentó zafarse del agarre de los chicos, pero al darse cuenta que no podría, estiró su brazo para señalarlo. —¡Yo lo estaba ayudando! ¡Le estaba dando lecciones para que se diera cuenta de lo mal que estaba! —sintió sus ojos llenarse de lágrimas. —¡No tenías el derecho de humillarlo de esa manera! ¡Insensible!—estaba tan furiosa, nadie se atrevía a decir nada. Johan solo acariciaba su mejilla sin saber cómo refutar. —¡Era su momento de reivindicarse y se lo arrancaste de las manos de la peor manera! ¡Cobarde! 

—Summer—escuchar el tono duro de su voz, hizo que un escalofríos recorriera su espalda.

—Louis—murmuró al verlo. Su rostro estaba completamente serio. 

—Está bien, déjalo—ella frunció el ceño.

—Pero...

—Nada de peros, suficiente—soltó tajante. Miró a Johan y le indicó el lado izquierdo del pasillo con un movimiento de cabeza. —Sígueme.

Johan se apartó aun más de Summer la cual no dejaba de mirarlo con odio e ira pura.

—Te respeto por ser mujer—se atrevió a decir.

—¡Ven e inténtalo!—rugió la chica tratando de acercarse a él una vez más, pero los mismos chicos volvieron a retenerla. Pudo percatarse del atisbo de sonrisa en la cara de Louis. Johan pasó por delante de él y antes de que el castaño lo siguiera le regaló un guiño a Summer que la calmó un poco de su furia. —Si no me sueltan los muerdo—amenazó a los chicos que la sujetaban aun minutos después. Ambos no dudaron en acatar su orden y alejarse de ella.

—¿Estás bien?—preguntó Camille acercándose lentamente. La castaña chasqueó su lengua.

—Claro que sí, me sentiría mejor si me hubiesen dejado darle una buena patada en sus bolas para ver que tan hombre es—la morena no pudo evitar reír a carcajadas. 

Ella también pensaba, que a pesar de todo lo que había hecho su jefe, no se merecía semejante acto de humillación.     

—Chica, que... manera de defender a alguien—comentó Sarah acercándose a ellas. —Summer, ¿cierto? Debo agradecerte, se merecía unos buenos golpes.

—Y los que me faltaron—Sarah asintió con una sonrisa.

—Es bueno que Lou pueda contar con alguien, aquí no tiene muchos amigos, ¿sabes? Gracias por esto. 

—No tienes por qué agradecer, quiero a tu hermano, era lógico que hiciera algo así—tanto Camille como Sarah alzaron las cejas al escuchar sus palabras. —Bueno, no es... es decir, siempre ha sido mi ídolo... sé que es buena persona, lo admiro, yo... ¿no ibas a reunirte con los demás?—la hermana de Louis comenzó a reír.

—Sí, será mejor que vaya a darle apoyo a ese cabezota, un placer volver a verte. 

Summer asintió torpemente.

—¿Con qué lo quieres, eh?

—Cállate, Camille.

La morena empujó levemente a su amiga para después retirarse sin dejar de reír.

—¡Que te calles! —refutó siguiéndola. 

Debía esperar a que Louis saliera para saber cual sería el veredicto final.

(...)

Ya eran pasadas las diez de la noche cuando la reunión finalizó. Summer se levantó del suelo donde había estado sentada esperando que salieran y apretó los puños cuando su mirada se cruzó con la de Johan, el chico decidió irse por la salida que estaba más lejos de donde su atacante se encontraba.

—Summer, ¿sigues aquí?—preguntó Louis con tono suave asombrado de que no se hubiera ido hace rato. Ella asintió relajando sus manos.

—Quería saber si debía golpear a alguien más antes de irme—comentó con frescura logrando que el muchacho riera junto a ella. Sarah solo veía la escena con atención.      

—Tuvieron suficiente de ti por hoy, mon petit boxeur.  

Summer frunció el ceño.

—¿Cómo? Odio cuando me haces eso, Louis—él simplemente sonrió.

—Te llamó su pequeña boxeadora—Summer se sonrojó apartando la mirada del ojiazul.

—No tiene gracia cuando traduces lo que le digo, Sarah—la regañó su hermano. 

—Sí la tiene cuando te sonrojas, hermanito—se burló. —Ya me voy, ¿irás a la casa entonces?

Louis suspiró.

—Dile a mamá que estaré allá. 

Sarah sonrió ampliamente emocionada, y luego de despedirse tanto de su hermano como de la castaña, salió del lugar sacando el celular para llamar a su madre y avisarle.

—¿Cuál fue el veredicto?—preguntó Summer ansiosa en cuanto estuvieron solos.

—Primero que todo... ¿por qué golpeaste a Johan de esa manera? 

—Oh vamos—dijo fastidiada. —Se lo merecía, y alguien debía darle una lección, no podía salirse con la suya tan campante—rodó los ojos. —No me dolió tanto de todas maneras, debí golpearlo un poco más.

El ojiazul alzó sus cejas y con delicadeza tomó ambas manos de la chica.

—Tienes los nudillos rojos—Summer apartó sus manos.

—Estoy bien.

—Necesitamos ponerte hielo y alguna crema, Sunny.  

—¿Veredicto?—preguntó cambiando el tema. 

Louis hizo una mueca para después suspirar.    

—Despedido—respondió encogiéndose de hombros.

Los ánimos y esperanzas que tenía Summer hasta ese momento porque eso no sucediera se esfumaron rápidamente desmejorando, notablemente, su actitud. 

—¿No habrá más Wiggle Tom?  

—Por lo menos no con un Tom—intentó bromear, pero dejó de sonreír al ver como a su, ahora, antigua asistente se le cristalizaban los ojos.

—¿Summer? 

—Perdón—murmuró pasando una mano por sus ojos. —Pero de verdad tenía la esperanza de que esto no sucediera. 

—Por lo menos también despidieron a la sabandija—comentó intentando aligerar el ambiente. —Y se irá de aquí con unos buenos golpes—la empujó con su brazo levemente logrando que ella soltara una pequeña risa. —Me ahorraste el trabajo.

—Tonto.

Ambos se miraron por unos largos segundos, hasta que Summer bajó la mirada y decidió abrazarlo. Ahora era ella quien necesitaba ese abrazo. Él no dudó en devolverle el gesto.

—Te voy a extrañar mucho por aquí—se sinceró la chica sintiéndose aun más triste.  

—Tampoco es como si fuéramos a dejar de vernos—aseguró Louis afianzando su agarre en ella.

Él ya lo había decidido, después de lo de ayer, y al ver como lo defendía con tanto ímpetu ese mismo día... Por supuesto que había sido suficiente para saber que no dejaría de verla.

—¿Lo prometes?—preguntó ella en un susurro. 

—Lo prometo, mon petit boxeur—respondió él en su oído.     

*****

Me encanta dejar los capítulos así jajajajajaja.

Un capítulo para celebrar mis 3 años en Wattpad junto a todos ustedes. ¡Hay que cantar cumpleaños!♥ lol.    

Por desgracia, estoy sin computadora, resulta que me la formatearon, perdí absolutamente todo y no me la arreglaron. Entre esas pérdidas estaban próximas novelas, gif e imágenes. Sí... lloré bastante. Así que estaremos sin gifs por un tiempo :( 

Los quiero mucho y espero hayan disfrutado del capítulo. El anterior tuvo más de 300 comentarios, Dios mío, no me imagino a cuantos llegaremos si ellos llegaran a (hipotéticamente hablando), besarse jajajajajajajajaja.