౨ৎ | El amante cruzado.
Preludio: El amante cruzado.
Capítulo ambientado: Salto temporal entre el capítulo 7-8, capítulo 9 y capítulo 10.
Now playing... backstabber by kesha.
tw: muerte explícita, breve mención de violaci0n, peleas clandestinas, maltrato infantil, sangre y violencia.
capítulo largo (+5000 palabras)
📍123 d.C, Desembarco del Rey.
Sibley y Aegon conocen a Alaric Baratheon. Alaric se entera sobre el hijo bastardo de Sibley y Aegon. Alaric se vuelve amante del príncipe Aegon.
ALARIC STORM ERA UN BASTARDO olvidado en las calles clandestinas y más repudiadas de Desembarco del Rey, desde pequeño supo que su padre Orlando Baratheon había muerto en una de sus batallas en Castillo del Amanecer dos meses después de engendrarlo. Su madre era una prostituta de la calle de la Seda a la cuál tampoco nunca le importó y lo dejó a su suerte en el Lecho de las Pulgas cuándo el tenía sólo 4 años de edad. Desde temprana edad fue usado para pelear con otros niños y complacer a los espectadores más retorcidos del Reino. Cómo bastardo jamás se dio el lujo de tener alguna ambición fuera de salir de la vida que llevaba desde los 4 años de edad, siendo maltratado, noqueado, violado por personas ajenas a él que no le importaban.
El Foso de las Ratas era un lugar repugnante, lleno de tierra, olores que se impregnaban en tu nariz y no te dejaban en paz pero las noches eran las peores. Dormir con otros niños salvajes con los cuál siempre peleaba era la menor de sus preocupaciones, las ratas solían meterse en las bocas de los demás, en su ropa e incluso morderlos, Alaric llegó a presenciar la muerte de uno de sus compañeros y ver a las ratas terminar con el resto de su carne.
Pero la suerte de Alaric cambió cuando el príncipe Aegon visitó su futuro lugar favorito por primera vez. Mientras Alaric se encontraba en el rig despedazándole la cara con sus afiladas uñas a una de sus contrincantes alzó la mirada y lo vio, su melena rubia platinada brillando y resaltando de entre las demás personas, sus ojos amatistas bien abiertos y llenos de placer al ver toda esa sangre. Desde ahí supo que era retorcido pero una nueva sensación se abrió paso por Alaric, incluso una más fuerte de cuando era premiado por ser el campeón estrella.
Alaric tomó el rostro de la moribunda niña debajo de él usando sólo sus uñas afiladas para arrancarle la mitad de la cara haciendo a la multitud llenarse de euforia y celebrar sus apuestas. Alaric era el mejor de todos los contrincantes, el pilar de él Foso de Ratas o cómo muchos le llamaban "la Rata dorada" y no solo por sus notorios nobles genes en su cabellera dorada cómo el sol sino por todas las veces que ganó hasta convertirse en el mejor.
──Rata dorada──. uno de los hombres a cargo le llamó mientras Alaric se limpiaba la sangre de sus uñas y manos.
Al ser el campeón tenía ciertos privilegios, podía asearse porque no solo era una sensación allí, muchos nobles lo buscaban para satisfacerlos y practicar tendencias de masoquismo en ellos así que Alaric debía de estar presentable. También podía tener ropa nueva, de sedas finas que le compraban con el dinero que sus batallas generaba así podía presentarse ante los nobles que buscaban su compañía y ese día no fue diferente.
──Ponte esto──. el hombre lanzó un jubón color verde con unos pantalones y zapatos nuevos──. Es un regalo para tu nuevo anfitrión, te está esperando en el cuarto rojo.
Alaric sólo asintió tomando la ropa entre sus manos dirigiéndose a los baños del lugar para cambiarse rápidamente. En cuánto llegó al cuarto rojo le llamó la atención ver a dos guardias, más o menos de su edad, resguardar las puertas cada uno en cada costado de la puerta. Al verlo uno de los guardias le abrió la puerta haciéndolo adentrarse con rapidez.
Al entrar una chica de cabellos negros fue lo primero que vio, tenía un largo vestido verde, sus labios pintados de color rojo y unos ojos azules seductores que Alaric jamás había presenciado con anterioridad pero toda su atención cayó en el príncipe Aegon esperándolo con una sonrisa. Tenía curiosidad de saber porqué el príncipe lo había citado en ese específico lugar, no sabía que tuviera gustos depravados como otros Lores que lo visitaban allí pero por primera vez Alaric sentía un placer en querer complacer a alguien más.
──Rata Dorada──. saludó Aegon dibujando una sonrisa en su rostro levantándose de su lugar para caminar hasta Alaric.
──Mi príncipe──. Alaric hizo una reverencia haciendo que la sonrisa de Aegon sólo creciera con más satisfacción──, me sorprende verlo aquí, jamás había visitado el Foso de las Ratas.
──Nunca había tenido el placer de ver este increíble lugar pero mi querida Sibley fue la que me presentó aquí──. Aegon señaló a la chica de cabellos negros detrás de ellos──, y por supuesto tenía que conocer a la famosa Rata Dorada. ¿Cuál es tu nombre?
──Alaric.
──Baratheon ¿no es así?──. Sibley completó detrás de ellos haciendo a Alaric tragar en seco──, eres un bastardo con una vida desafortunada.
El rubio de melena dorada se quedó callado. Aegon hizo una mueca de aburrimiento tomándole los hombros a Alaric.
──De hecho veníamos con una propuesta──. Aegon murmuró en el oído del rubio──, ¿sabes quién es la bastarda salvaje? ¿La devoradora de hombres?
──Todo Poniente la conoce. Muchos vienen pidiendo que nos disfracemos de ella, para verla perder o ganar eso no importa, deleita a todos verla despedazar y ser despedazada──. Alaric le respondió sintiendo las manos de Aegon acariciarlo──. ¿porqué lo preguntan?
──Pronto se convertirá en señora de Bastión de Tormentas y estará buscando un fiel escudero, además de que Orión Baratheon está buscando por ti──. Sibley anunció haciendo que Alaric se impresionará──, y nosotros le hemos dado la información de tu paradero.
──¿Por qué? ¿Por qué me ayudan?
──Buscamos divertirnos un poco con la miseria de esa bastarda cómo deuda a mi hermano──. Aegon respondió dibujando una sonrisa siniestra en su rostro.
Uno de los guardias se adentró en el lugar llamando la atención de los tres.
──Príncipe Aegon, debemos irnos antes de que el batallón de Lord Baratheon llegué aquí buscando a la Rata Dorada──. avisó con prisa. Aegon rodó los ojos con aburrimiento dedicándole una mirada a Alaric.
──Espero vernos pronto──. Aegon se acercó hasta el rubio besando sus labios cómo despedida. Alaric lo miró directamente a los ojos hasta que el príncipe desapareció por la puerta.
Ahora toda la habitación era solo de Sibley y Alaric, el rubio podía presentir que la Hightower no sólo estaba ahí para expresarle su venganza hacía la princesa salvaje. Unos meses atrás un bebé de cabellos rubios y ojos azules había llegado a la Fosa de Ratas pero nadie lo había visto desde entonces, era cuidado bien por las personas de alto rango pero lo mantenían oculto hasta que creciera más. Alaric lo había visto algunas veces y según los rumores, Otto Hightower era el responsable de que estuviera allí en lugar de en su hogar en Fortaleza Roja.
──No he visto a tu hijo──. Alaric le dijo a la pelinegra. Una oleada de asombro pareció nublar los ojos de Sibley cuándo esas palabras salieron de la boca de la Rata Dorada──, pero está aquí.
──¿Cómo sabes eso?
──Cabellos rubios, ojos azules, tiene todo para ser un hijo de algún noble y ha muchas damas de Fortaleza Roja les gusta pasar sus ratos libres aquí. Escuché de muchas sobre tu romance con Aegon desde más chicos y una de ellas mencionó tu embarazo, que Otto se llevó al niño y no lo volvieron a ver──. Alaric hizo una pausa clavando sus ojos salvajes con burla en la Hightower──. días después un niño llegó aquí con esas características, podrá no tener ojos lilas cómo los Targaryen pero desde que vi los tuyos me recordaron a él.
──Y él... ¿está bien?──. murmuró Sibley, un trago amargo pasó por su garganta.
──Estamos en el Foso de las Ratas, lady Sibley. Él niño estará bien unos años hasta que sea lo suficientemente grande para poder pelear──. Sibley desvió la mirada, sus ojos oceánicos llenándose de lágrimas──. ¿Usted sabía que lo dejarían aquí?
──Mi padre me dijo que le buscaría familia──. Sibley sollozó llevando sus manos a su boca──, mentí diciendo que había abordado, a mi hermana, a Aegon y a la princesa Aemma. Yo quería un bebé pero al ser bastardo de Aegon ahora que está comprometido con su hermana, jamás sería aceptado.
──No podré cuidarlo si me voy de aquí.
──No hará falta──. Sibley soltó un suspiro de resignación mirando hacía la puerta──, sólo no le digas nada a Aegon.
──Será un secreto que estoy dispuesto a guardar cómo agradecimiento de lo que hicieron por mi.
Sibley asintió avanzando hasta la puerta perdiéndose detrás de ella. Esa misma tarde, cómo Aegon y Sibley dijeron, Orión Baratheon apareció por esa misma puerta decidido a llevárselo consigo a Bastión de Tormentas.
📍128 d.C, Rocaverde, Tierra de Tormentas.
Alaric orquestea la muerte de Orión Baratheon. Alaric se vuelve jinete de Firebend.
Durante sus años en Bastión de Tormentas mantuvo contacto con Aegon en secreto, viéndose clandestinamente en algún bar de mala muerte, complaciéndolo en lugares remotos que sólo en la retorcida mente del príncipe podrían existir. Alaric había dejado atrás a la Rata Dorada y ahora era parte de la corte, su ansia de poder crecía cada vez más conforme pasaba tiempo con Aemma. La princesa al principio le pareció una más de los nobles, inconforme con su vida a pesar de haber nacido en una cuna de oro pero ahora que eran íntimos entendía el porqué -supuestamente Aegon- el príncipe tuerto estaba tan encaprichado con ella.
Aemma era una fuerza indomable de la naturaleza que no merecía estar casada con alguien tan aburrido y simple cómo Orión. Alaric quería a su tío, al final de todo lo había salvado incluso después de la muerte de Orlando, pero esas repulsivas ganas de sólo tener a Aemma para él lo habían incitado a querer matarlo.
Antiguas ratas que conoció durante su tiempo en el Foso habían formado un grupo de carroñeros los cuáles ahora trabajaban para él, Orión viajó hacia Rocaverde en el principio de primavera y incluso ahora en Otoño no había regresado, esa sería la ventaja de Alaric y contaba con una ayuda extra de Aemma para acabar con los carroñeros y asegurarse de que no repartieran el rumor.
──Cuentas con demasiada estima en tú tarea, joven Alaric──. habló Shadow Weaver detrás de él──. El señor Orión tiene una voluntad de Dios, un simple ataque no podrá con él.
La bruja Dorne y él hicieron un pacto desde el momento en que Aemma la contratará para ser su maestra en las artes oscuras. Shadow Weaver tenía sus propias razones para querer estar del lado de Alaric y él no las sabía pero no necesitaba hacerlo, con sus propias prioridades ya tenía suficiente.
──No podrá con una espada maldita──. Alaric sonrío para sí mismo colocando su armadura──, acompañaré a la princesa Aemma a Rocaverde pero ya será demasiado tarde para salvarlo.
──El príncipe Daeron también irá con ustedes ¿no tienes preocupación por si participación?
──Daeron ya está condenado con ese anillo que Aemma le dio, si hace algo que a ella no le gusta lo matará pero no tenemos tanta suerte para eso──. Alaric hizo un mohín guardando su espada sobre su cintura──, Aemma no es una matadora de príncipes y si lo hace, una guerra se estallará. Y aunque eso nos convenga a nosotros para comenzar la fase dos de nuestro plan, Aemma nunca sería la primera en derramar sangre en una guerra de esa magnitud, ni con todo ese odio hacia los Hightower.
──Debemos alimentar esa furia──. Shadow Weaver murmuró viendo algo en el fuego delante de ella──, cómo un afrodisiaco que le encienda el fuego de dragón que quema dentro de ella.
──Hay que planear una muerte──. Alaric añadió mirando a la bruja──, hace tiempo me dijiste que todos los chicos Strong están destinados a morir según tu fuego. ¿Eso sigue así?
──Está incompleto así que no sabría decirle, mi señor──. Shadow Weaver hizo una mueca mirando el fuego──, para saberlo necesitaríamos una guerra.
──Si los Strong están destinados a morir hay que hacerle de Dioses y presionar esas muertes──. Alaric le dedicó una sonrisa a Shadow Weaver antes de salir por la puerta.
Después del consejo, Otto Hightower había zarpado directamente a Desembarco del Rey seguramente para esparcir el rumor de la muerte de Lord Baratheon pero lo que más le preocupaba al rubio era la reacción de Aemma. Sabía que ella apreciaba a Orión y que no la satisfacía tanto cómo él lo hacía.
Su plan nuevamente había salido a su conveniencia y no sólo eso, ahora siendo jinete de Firebend su plan con Shadow Weaver incrementaba la facilidad para sus propósitos. Orión había muerto y Aemma ya estaba sola de nuevo, justo cómo él la quería y si las cosas no salían cómo él querría ahora tenía al pequeño Harwin en todo su control.
📍129 d.C, Bastión de Tormentas.
Alianza entre Alys Rios y Alaric Baratheon.
La coronación de Aegon ya había pasado por los oídos de Alaric y antes de que pudiera alguien más darse cuenta zarpó hasta Desembarco del Rey para presentarle sus felicitaciones a Aegon, sin embargo antes de zarpar, Ava había llegado a escondidas para darle un recado de la princesa Aemma a Shadow Weaver, la bruja estaba furiosa cuándo se dio cuenta que su hija había perdido la lengua, culpando a la princesa de lo sucedido.
──Esa maldita malcriada ha estado colmándome mi paciencia y ahora se cree lo suficientemente lista cómo para dejar sin lengua a mi hija y tratarla cómo una mensajera──. vociferó Shadow Weaver ignorando las señas de Ava para tranquilizarla. La joven no culpaba a la princesa de lo sucedido, sino a los verdes──. Quisiera matarla con mis propias manos y dejarle en claro con quien está tratando pero la necesitamos viva.
──Por ahora, no me sorprendería que en esa visita a Desembarco del Rey regrese embarazada del príncipe tuerto, es una golfa y siempre ha querido tener un bastardo de ese idiota──. Alaric habló detrás de ellas──, pero mi plan sigue en pie, no cambiaremos nada y ahora con la coronación de Aegon la guerra que siempre hemos deseado no tardará mucho en suceder.
──¿A que Strong mataremos primero? Debemos derramar esa sangre para incitar la locura de la bastarda salvaje──. Shadow Weaver habló de nuevo──, mi fuego veía la muerte de Corlys pero según tengo entendido el está vivo.
──Olvida el maldito fuego, los que deciden ese destino ahora somos nosotros, tenemos que matar a Jace o a Luke──. el rubio hizo una pausa──, Daemon perderá la poca cordura que le queda cuándo sepa sobre la muerta de su hermano y no tardará en actuar en contra de los verdes pero Rhaenyra es una perra pacifista y jamás derramará sangre si puede evitarlo.
──Deberán armar un plan para ganarse aliados en todo Poniente y es ahí donde los jóvenes príncipes participarán──. Shadow Weaver continuó──, debemos incitar a Rhaenyra a tomar aliados, y también a sus hijos a querer participar.
──Aemma nunca permitirá que sus hermanos se involucren demasiado──. Alaric pausó tomando la nota que Aemma escribió──, aquí no avisa nada sobre la muerte de Viserys. ¿Para que quiere contactar a Daeron?
──Quiere aliados──. dedujo la bruja Dorne──. Ava me explicó que otra mujer lleva el mensaje sobre la muerte de Viserys al gusano blanco, la puta del príncipe Daemon, así que llegará directamente a las manos del canalla.
──No, necesito a Daemon desconfiando de Aemma──. Alaric arrojó el papel al piso tomando su jubón y su capa café──, iré a Desembarco del Rey y buscaré a la mujer, le quitaré el papel antes de que llegue a manos de Mysaria y la mataré. Después iré a Bastión de Tormentas aprovechando el viaje de Borros a Castillo del Amanecer.
──¿Para que iras a Bastión de Tormentas?
──Necesito encontrar algo fundamental en nuestro plan por si tendremos que cambiarlo.
Y fue así como Alaric llegó hasta Desembarco del Rey notificando a la mujer de la Fortaleza Roja caminar entre la oscuridad sosteniendo el papel en sus manos pero antes de que la antigua sirviente pudiera seguir su camino, Alaric la tomó del rostro cortándole la garganta en la oscuridad dejando su cuerpo sin vida en el callejón donde la esperó. Ni siquiera leyó el papel y sólo lo rompió en mil pedazos dejándolo en el suelo para que el viento se lo llevará, no le quedaba mucho tiempo para felicitar a su amante ahora Rey así que zarpó en un barco cómo sobrecargo directo a Bastión de Tormentas.
Cómo nuevamente planeó con anterioridad Lord Borros no se encontraba cuándo logró escabullirse en el castillo de Tormentas pero no estaba sólo, la bruja Alys Rios también estaba allí y ya era tarde para esconderse.
──No se me hace raro verte aquí──. canturreó la mujer de cabellos largos y ojos misteriosos con un atisbo de sonrisa en su rostro──, traigo un mensaje de la princesa Aemma.
──Y yo mis propios asuntos.
Alys posicionó sus manos frías sobre el brazo de Alaric deteniéndolo a sus costados.
──¿No estás regresando a tus mañas de Rata Dorada o sí?──. preguntó Alys con cizaña saliendo de su lengua.
──Las brujas saben mucho de mañas ¿no?──. Alaric analizó a la mujer de pies a cabeza zafándose de su agarre──. Tú tienes las tuyas también ¿o me equivocó?
──Soy mi propio bando──. Alys se alzó de hombros──, hoy me conviene estar con Aemma después quién sabe.
──Sabes de que mañas habló, Alys──. Alaric se acercó cubriéndose el rostro con su capa──, de las que planeas con Aemond Targaryen.
La bruja se quedó en silencio llevando su mirada de bruja hasta Alaric pero el rubio sólo sonrió con descaro caminando a lo largo del pasillo. Se adentró en el despacho de Borros y buscó lo que había tenido en mente desde que dejó Bastión de Tormentas para mudarse a Roca Dragón con Aemma; el mapa hacía la Isla escondida que Orión tanto atesoraba, perdida en el Mar de Jade y sin que nadie supiera de su existencia. Esa sería un arma de doble filo que podía acabar mal pero aún así la tomó y se fue.
📍129 d.C, Bastión de Tormentas.
Alaric convence a Lucerys Targaryen de viajar a Bastión de Tormentas. Supuesta muerte de Lucerys Targaryen. Alianza entre Alaric y Rhys Velaryon.
La guerra estaba desenvolviéndose de una manera en que Alaric no pensó, se equivocó en su predicción de que Aegon sería el primero en derramar la sangre que él necesitaba para elaborar su plan sin embargo hasta el momento todo iba pacíficamente hasta que Aemma decidió ir a Bastión de Tormentas. Esa era la pieza que necesitaba y para eso debía convencer al joven Lucerys de viajar también. Cuándo notó que Aemma salió de la habitación del menor Alaric se adentró sorprendiendo al castaño, quién ya lucia decepcionado de quedarse en Roca Dragón.
──Mi príncipe──. Alaric saludó haciendo una reverencia con su cabeza. Lucerys le sonrió con bienvenida──, ¿no nos acompañará?
──No, mi hermana no quiere que vaya──. Lucerys soltó un suspiro dejándose caer en su cama──, me pidió esperar aquí hasta que ella regrese.
──¿Y usted quiere ir?
Lucerys se levantó de su lugar dudando la respuesta pero confiaba en Alaric, era prácticamente el padre de su sobrino Harwin y confidente de su hermana, le aspiraba confianza.
──Por supuesto pero-
──Puede ir entonces──. Alaric ofreció sacando un rollo de pergamino entregándoselo a Lucerys──, una ruta distinta para llegar a Bastión de Tormentas y sorprender a tu hermana.
──Pero Aemma se enojará si la desobedezco...
──Príncipe, su madre no sabe sobre los planes de su hermana y sigue contando con que usted vaya a Bastión de Tormentas para persuadir a Lord Barros──. Alaric se acercó al menor tomándolo de los hombros con cuidado──. ¿Acaso quiere decepcionarla no sólo cómo madre sino también como reina?
Alaric depositó su mirada de depredador sobre Lucerys. El joven príncipe suspiró desviando la mirada pareciendo pensarlo hasta que asintió con su cabeza.
──No quiero decepcionar a mi madre──. Lucerys dijo tomando con fuerzas el pergamino que Alaric le ofreció.
──Así se habla──. el rubio lo alentó sonriéndole──, espere a que su hermana y yo nos vayamos para que usted pueda ir, quizá nos encontremos allá o usted llegue primero que nosotros.
──Gracias por darme ánimos de hacerlo, Ser Alaric.
Alaric caminó hasta la puerta dándole una sonrisa de gato.
──Es lo menos que puedo hacer su majestad.
El plan de Alaric se vio interrumpido de buena manera en cuánto Aemond Targaryen apareció volando su dragona conquistadora mientras perseguía al joven Luke con burla, eso había sido mejor de lo que Alaric pensó, no sólo estaba cavando la tumba de Luke con eso sino también matando cualquier sentimiento de Aemma por él. Alaric tenía pensando cazar a Luke él mismo con Firebend pero ahora Vaghar haría eso por él, le agradecía a los dioses que Firebend y Arrax fueran casi idénticos aunque eso no importó cuándo Vaghar partió por el cuello al pequeño dragón del príncipe.
Gozaba que Aemma lo presenciará así él tendría un comodín para inspirar esa locura que le haría falta en la guerra para asegurar su camino al trono.
Aemma miró con terror la escena tensando a Mercury en dirección a Luke para salvarlo pero Vaghar llegó detrás de ellos lanzando una mordida a la dragona blanca distrayéndola de su objetivo.
──¡Mercury déjala!──. gritó Aemma en desesperación observando a Alaric volar en dirección a ellas──. Alaric, salva a Luke. ¡Heartfyre, baja!
Firebend bajó a gran velocidad en picada en dirección a donde Luke aún se encontraba gritando aferrado al cuerpo de Arrax cayendo a la nada. Mercury se quedó en su lugar volando frente a Vhagar gruñéndole haciendo que Vaghar imitará el gesto con mayor sonido. Aemma compartió una mirada rápida con Aemond desviándola cuándo divisó a Heartfyre volando en dirección a los costados de Luke para salvarlo pero las nubes le impidieron a Aemma ver el proceso.
Las nubes hicieron un trabajo milagroso cuándo Alaric bajó en picada a gran velocidad con intenciones de terminar el trabajo de Vaghar y matar a Luke pero en su cerebro otra idea surgió, al no tener contemplado a Aemond ahora eso le serviría con mayor fuerza, tenía un barco esperándolo en las costas de Bastión de Tormentas para llevarse a Heartfyre pero ahora también Luke podía correr el mismo destino que el dragón.
El dragón de tez roja obedeció la orden de Aemma cayendo a gran velocidad en dirección a Luke. El joven príncipe al notarlo soltó las riendas que lo unían con el cuerpo de su fallecido dragón saltando hasta la montura de Heartfyre sujetándose con fuerza pero antes de que el dragón pudiera avanzar Alaric jaló las riendas de Firebend haciendo que ambos dragones chocarán provocando a Heartfyre perder el control. Luke soltó un grito que se ahogó en el Mar cuando Heartfyre partió una gigantesca roca con su cabeza cayendo sin consciencia a la profundidad Del Mar pero saliendo a flote debido a su peso.
Alaric aterrizó en la playa cuándo el cuerpo inconsciente de Heartfyre fuera arrastrado por las olas hasta una isla desierta. El rubio bajó del dragón caminando hasta Heartfyre bajando con sus brazos al desmayado príncipe Lucerys, tenía sangre en la cabeza por el golpe y su cuerpo estaba frío pero aún tenía pulso.
Al tocarlo él joven abrió sus ojos moribundos mirando a Alaric con confusión.
──¿Quién eres?──. murmuró Luke sosteniéndose del cuello de Alaric, sus ojos estaban perdidos y soltaba quejidos por el golpe en su cabeza──. ¿Dónde estoy?
──Duerme──. Alaric le respondió observando los ojos del príncipe cerrarse por completo.
Al parecer debido al golpe Lucerys había perdido la memoria y el conocimiento, o podía ser una contusión, fuera lo que fuera el joven príncipe no se salvaría de su destino. Alaric no tuvo que cargar en sus brazos a Luke por mucho tiempo hasta que el batallón de Bastión de Tormentas que trabajan para él llegó llevándose al príncipe al barco que lo estaba esperando.
Alaric se alzó en las nubes con Firebend llegando a un costado de Aemma fingiendo preocupación y cansancio.
──No hay rastros de él, princesa.
Alaric y una flota a nombre de Aemma zarparon de Roca Dragón hasta Bastión de Tormentas en busca de Luke. Firebend se desplazó por los cielos hasta bajar a la playa donde el barco de Rhys Velaryon, primogénito del fallecido Vaemond Velaryon, lo esperaba en las costas para su paga. Alaric había robado uno de los huevos de Arrax a escondidas de todos antes de que Daemon los encontrará, el dragón de Rhys había muerto meses atrás gracias a la Triarquía y un huevo sería el pago perfecto.
Al aterrizar Rhys lo recibió con una de sus sonrisas coquetas con las que trataba a medio mundo. Heartfyre estaba amarrado con lazos de metal de la parte de sus alas y su hocico encontrándose ya en la plancha del enorme barco listo para zarpar. A lo lejos Alaric divisó a Lucerys acostado en una de las camillas cargado por la tripulación para adentraros en el camarote del capitán Rhys Velaryon.
──Asegúrate de que el príncipe llegue sano y salvo──. Alaric habló cuándo se bajó de Firebend acercándose hasta Rhys──. Y procura que nadie más vea la ruta del mapa, mi tío Orión ganó incontables batallas para tener esa Isla escondida a su nombre y ahora le pertenece a Aemma.
──¿Qué te asegura que Aemma no buscará allí?──. preguntó el moreno de rastas blancas ladeando su cabeza.
──No sabe dónde queda, nadie sabe, más que personas muertas de la Triarquía y tú──. Alaric siseó alzando sus hombros──. Además, piensa que Borros lo escondió y probablemente lo mate.
──¿Piensas que tú plan funcionará? Acabas de iniciar una guerra con una muerte falsa y culpando a un príncipe de matar a otro──. Rhys soltó una risa.
──Ese fue mi plan desde el principio aunque tenía en mente que Aegon sería el primero en derramar sangre, para mi conveniencia, es mi querido socio Aemond quién lo hizo.
──Estás queriendo domar a la devoradora de hombres, Alaric──. Rhys cambió su semblante a uno más serio──. Cuándo Aemma se enteré te quemará vivo o algo peor, no la subestimes. ¿Cómo la tendrás distraída?
Alaric desvío la mirada hasta el barco.
──Aemma se volvió loca con la muerte de Luke y pienso aprovecharme de eso para seguir con mi plan, primero tengo que tener un hijo con ella y asegurar que sea el heredero al Trono.
Rhys ante esas palabras frunció el ceño.
──Si Rhaenyra gana la guerra será Jacaerys el heredero al Trono no Aemma.
──Acabamos de entrar a una guerra y nadie está seguro más que Aemma, con mi ayuda y la de Shadow Weaver, ella será una de las sobrevivientes y si los dioses están de mi lado, la nueva Reina.
──¿Por qué haces todo esto? Nunca pensé que fueras un hombre de ambiciones──. Rhys cuestionó.
──Al principio lo hice por diversión, los bastardos no tenemos mucho de eso, pero después me di cuenta que quiero el trono. Porque, vamos, ¿quién no quiere un poco de poder? Es por eso que me aseguraré de que Aemma tenga un hijo mío durante la guerra, si muero, mi hijo quedará vivo y será su heredero──. Alaric soltó un suspiro──. Todo mi sacrifico habrá valido la pena y es ahí donde entras tú también, cuando Aemma suba al poder tú serás su príncipe consorte y tendrás lo que tu padre siempre quiso.
──Estás bastante seguro de que tu plan funcionara. ¿Y si el príncipe despierta y reclama al dragón? ¿Que tal si Aemma te descubre? Eso será peor que tú muerte.
Alaric negó.
──La bruja se está asegurando de volver loca a Aemma, cuando ella sea Reina y mi hijo ya este grande, la matará y ya no habrá amenazas para nosotros.
──¿Y el príncipe?──. Rhys llevó su mirada al barco en donde Lucerys estaba.
──Perdió la memoria por el golpe──. se burló Alaric──. Cuándo despertó no me reconoció y no sabía dónde estaba, el príncipe Lucerys no existe más, solo ese pescador confundido que tú mantendrás oculto.
──¿Y la bruja Dorne porque está haciendo todo esto?
──Aemma le tiene un cariño al Territorio Dorne y la gente la quiere, les ayudo a ganar muchas batallas y es su aliada a escondidas de Rhaenyra. La bruja quiere convencer a Aemma de iniciar una guerra en nombre de Dorne para que invada Poniente, por eso lo hace, y es una bruja──. Alaric se alzó de hombros──. Ella ama hacer el mal.
──Por nuestro propio bien espero y funcione, mantendré al niño salvo y sano en la Isla y le haré creer que somos familia. Jamás nadie volverá a verlo.
──Me alegra que tengamos un trato, ten cuidado con ese dragón, es el más salvaje de los dos hasta ahora.
📍129 d.C, Bastión de Tormentas.
Alaric conoce a Aemond Targaryen.
En el momento que el barco de Rhys Velaryon zarpó perdiéndose entre la neblina blanca que cubría la superficie del mar Angosto un rugido de escuchó detrás de Alaric tensándolo. La enorme Vhagar aterrizó detrás de él provocando que Firebend le gruñera al sentirse amenazado. Aemond Targaryen se bajó de su montadura sacando de su jubón una navaja para acercarse hasta Alaric.
──¿Dónde está Lord Strong, bastardo?──. exigió el príncipe tratando de mantener sus casillas juntas.
──Muerto──. Alaric respondió quedándose en su lugar. Aemond se abalanzó sobre él colocándole la navaja sobre su cuello──, tú lo mataste.
──¿Piensas que vas a poder manipularme cómo lo estás haciendo con Aemma? Sé bien quién eres, la puta de mi hermano──. Aemond se burló intensificando la punta de su navaja en la piel del rubio dorado──, no voy a preguntarte de nuevo.
──Está muerto, Lucerys Velaryon sí murió──. Aemond dejó salir un gruñido──, reemplazado por un ordinario pescador en un barco.
El semblante de Aemond flaqueó haciendo a Alaric tomar la ventaja para zafarse de su agarre.
──De verdad pensé que el matasangre sería Aegon pero te subestimé, lástima que ahora ese título te perseguirá por el resto de tu vida.
──¿Que hiciste, bastardo?
──Es el juego de tronos, príncipe. O juegas bien o mueres, Lucerys ya murió, y la guerra ya estalló──. Alaric se acercó a Firebend acariciando sus escamas──, y tú perdiste a Aemma porque llegaré con la terrible noticia, ella se volverá loca y querrá venganza. Cualquier amor que ella sintió por ti será consumido por un odio eterno y yo voy a asegurarme de eso.
──Eres tan patético──. Aemond soltó una risa de furia guardando su navaja en el jubón──. Aemma es mi esposa, estamos casados ante nuestros dioses valyrios y puede que ahora hayas ganado esta batalla pero no la guerra, bastardo.
Aemond se dio la media vuelta subiéndose en su dragona de conquista y perdiéndose en las nubes. Quizá tenía razón, pero Alaric tenía planes para ganar no sólo la guerra y a Aemma sino también el Trono.
📍129 d.C, Fortaleza Roja.
Asesinato de Sibley Hightower. La danza comienza.
Al día siguiente de la muerte de Lucerys, Aemma salió de inmediato con rumbo desconocido en su dragón dejándole el camino libre a Alaric para terminar con su fase uno del plan. El rubio zarpó en Desembarco del Rey disfrazándose de un capa blanca de la Fortaleza Roja dejándole una nota a Sibley en su habitación por parte de "Aegon". Al adentrarse en el Salón del Trono se sorprendió al verlo tan tranquilo y callado hasta que unas zapatillas sonaron haciéndolo girarse.
──Ah, eres tú──. Sibley dijo con desdén mirándolo con burla──. Aegon está ocupado celebrando la muerte de Lucerys ¿que quieres?
Alaric silbó acercándose hasta la pelinegra.
──Venía a darle mi felicitación en persona──. Alaric le sonrió pero la mirada de Sibley cayó sobre el sobre en sus manos──, y darle un pequeño recado.
──¿De parte de quién? ¿De Aemma?──. Sibley se burló──. Aemond está de mal humor y eso está amargando al Rey así que te sugiero que te vayas.
──Descuida, vine como mensajero no cómo su amante, guarda esas garras──. Sibley bufó.
──¿Y cuál es el mensaje?
Alaric se acercó peligrosamente alarmando a la pelinegra pero antes de que pudiera gritar le tapó la boca con fuerza.
──Este──. Alaric burló lanzando contra las espadas puntiagudas detrás de ellas el cuerpo de Sibley.
Sibley soltó un grito ahogado que terminó en un silencio rotundo cuándo su cuerpo quedó empalado en las espadas de Hierro que formaban la entrada al Trono de Hierro. Alaric la observó desangrarse colocando la nota que él mismo escribió dejándola en el suelo escabulléndose por las sombras cuando el sonido de la fiesta de Aegon sonó seguido de un grito. Alicent corrió hasta su hermana seguida por Otto, el Hightower tomó la nota entre sus manos leyéndola:
"No saben lo razonable que me he portado hasta ahora y a pesar de sus hipocresías y insultos les pedí que se alejarán de mi camino. Ya han agotado mi paciencia, pero de verdad espero que entiendan, que incluso después de la muerte de mi hermano, lo que va a pasar, seré nada más yo portándome razonable" -Aemma.
Pero otra desgracia ocurría esa misma noche al otro lado del castillo, provocando así la danza de dragones....
ADELANTO DEL SEGUNDO ACTO.
AEMMA TARGARYEN REGRESARÁ.
AGRADECIMIENTOS:
Muchísimas gracias por todo el apoyo que le han estado dando a la historia en tan poco tiempo, por los comentarios y votos. Escribir a Aemma fue de verdad una experiencia y hasta ahora es de mis personajes favoritos, espero la historia sea de su agradado hasta el momento y que amen a Aemma tanto como yo escribiéndola. Por ahora dirá adiós pero pronto la tendremos de vuelta con más historia que contar, de parte de la devoradora de hombres:
Muchas gracias por leer, hasta la próxima. ❤️
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