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12 | Las alas de la Reina Negra.


Capítulo once: La princesa negra.
Ambientado: Capítulo diez, temporada uno.
Presentando a: Katie McGrath cómo Alys Ríos.


tw: muerte explícita.
capítulo largo.

TRES DÍAS PASARON PARA QUE AEMMA PUDIERA REGRESAR A ROCA DRAGÓN pero antes de aterrizar y encontrarse con su familia hizo una para rápida en Isla del Bastardo en Antigua donde había citado a Daeron Targaryen con anterioridad. Antes de que Mercury aterrizará pudo divisar la melena rubia del Targaryen olvidado en la mitad del campo debajo de ellos, el joven de los Targaryen-Hightower no flaqueó su sonrisa descarada cuándo Firebend y Heartfyre aterrizaron delante suyo anunciando la llegada de Aemma, quién aterrizó limpiamente frente a los dos dragones y Daeron.

Fue una bocanada de aire fresco para Aemma al ver que seguía teniendo control sobre sus aliados, conforme más pasaban las horas seguía sintiéndose acorralada por lo que aconteció. En su mente Aemond habitaba para su pesar, se odió con todo su ser al dejar que ese reencuentro le des balanceará la vida por completo y ahora ya no quedaban dudas. Lo amaba, desgraciadamente en esos momentos en donde el amor no tenía lugar, ella estaba segura de que amaba a Aemond Targaryen. Tanto que le dolía el pecho tan solo de imaginar lo que se avecinaba para ambos.

Daeron Targaryen acariciaba las azuladas escamas de la Reina Azul Tessarion, su mirada amatista cayó en la castaña acercándose a él y no pudo pasar por alto el estado de Aemma. Ojeras visibles debajo de sus castaños ojos, piel demacrada y sus ojos rojos probablemente del aire que anunciaba una tormenta que azotaría pronto. Y no pasó de lado al niño castaño de aspecto delgado detrás de ella, estaba seguro que no era Harwin ¿Quien era?

──Mi señora──. saludó Daeron dándole una última caricia a su dragona para caminar hasta donde Aemma se detuvo, parecía cansada, jamás la había visto tan derrotada──, me sorprendió que solicitarás mi presencia luego de meses. ¿Ha ocurrido algo?

──¿No lo sabes?──. Daeron negó con confusión rascándose la nuca cómo expresión──. Daeron, han coronado a tu hermano cómo Rey. A Aegon ¿tu madre no te mandó un cuervo o quizá Otto?

──Al parecer mi familia se ha olvidado por completo de mi existencia──. Daeron dejó salir una risa amarga alejando su mirada a las montañas que los rodeaban──, que raro ¿no? Espera, ¿cómo lo sabes? ¿Acaso has traicionado a tu familia?

──Por supuesto que no──. Aemma soltó un suspiro──. Es una larga historia que prometo contártela después pero justo ahora estoy volando de regreso a Roca Dragón.

──Eso está a una completa diferente dirección, princesa. ¿Por qué me citaste con tanta urgencia? Parece que tú presencia en Roca Dragón es más importante.

Aemma se quedó pensando por un momento. Los años que llevaba de conocer al joven príncipe, todos esos momentos que ambos compartieron mientras ella le enseñaba cómo su maestra jamás tuvo una duda que Daeron le era leal justo cómo él le prometió desde un principio pero aún así siempre estaba el beneficio de la duda, más ahora que Aegon había sido coronado cómo Rey. ¿Cuántas probabilidades había que Daeron le siguiera siendo leal? Debía saberlo de una vez para que su muerte fuera rápida y justa.

──No pude esperar ni un día más. Una guerra se avecina, Daeron, ambos lo sabemos o al menos ahora lo sabes──. Daeron asintió con la cabeza──. Quiero saber si cuándo tengas que elegir bandos ¿seguirás siéndome leal?

──Todas mis palabras fueron sinceras aquel día que le solicité fuera mi maestra, princesa. Mi mente no ha cambiado desde entonces y al contrario, ahora me siento más seguro de mi decisión──. Daeron dio unos pasos cerca──. Le juré lealtad y así seguiré hasta que muera, gracias a ti soy el guerrero que soy ahora.

──¿Lo dices en serio o porque ya sabes que es lo que ese anillo que te di hace?──. Daeron soltó una risa burlona mirándose el anillo inconscientemente──. ¿Cómo puedo confiar en ti?

──No le debo nada a mi familia. ¿Por que lo haría? No se han preocupado por mi todos estos años, mi madre algunas veces me mandó cartas y con él único que sostuve contacto fue con Aemond──. Daeron soltó un suspiro cargado de furia──. No comparto ningún cariño con ellos más allá del deber pero incluso eso pende de un hilo ahora.

──El deber es la clave──. Aemma formuló una sonrisa calculadora en su rostro mirando a Daeron con entusiasmo──. Quédate de su lado.

──¿Perdón? ¿No escuchó bien mis palabras?

──Las escuché, Daeron──. Aemma respondió con la misma burla de las pregunta──. Cuándo Otto requiera tu ayuda hazlo, no importa cuántas batallas debas ganar para probarles que estás de su lado tú hazlo pero me reportarás cada uno de sus pasos. Serás mi espía así cómo lo has sido todos estos años.

──¿Todas las batallas que sean necesarias? Los verdes no tienen ninguna oportunidad en esta batalla, princesa, ambos lo sabemos. Su único eslabón fuerte es mi hermano Aemond ¿está segura de su decisión?──. Aemma deliberaba un poco pero no había una estrategia más rápida que esa, teniendo a Daeron de infiltrado siendo el segundo eslabón más fuerte entonces tendrá más oportunidades de saber los movimientos de los verdes.

──Estoy segura──. Aemma asintió a lo que Daeron imitó el gesto con inseguridad──, tú lealtad será pagada por supuesto. ¿Que es lo que deseas cómo pago?

──¿Recuerdas la vez que te dije que me sentía atraído por ti?──. la castaña asintió con tabú sabía a donde se dirigía la conversación──. No estaba mintiendo, al menos no del todo, estos años aprendiendo de ti me he dado cuenta que no hay mujer como tú.

──Me siento halagada pero me temo que no podré corresponder nunca tus sentimientos──. Daeron soltó una risa nasal negando.

──No te estoy pidiendo casarnos, Aemma──. el rubio hizo una pausa──, siempre he deseado un heredero.

──¿Quieres un hijo?──. Aemma preguntó con sorpresa.

──Ese sería mi pago.

──¿Un hijo mío? ¿Estás seguro?──. Daeron no parecía dudar de su decisión, lo cuál era algo admirable──. Estamos en medio de una guerra y... ya estoy esperando el hijo de alguien.

──De Aemond──. Daeron completó. La cara de Aemma se contrajo en confusión a lo que el rubio soltó una risa──. no es un secreto para mi que ustedes dos estén algo enamorados del otro, quizá no fuimos cercanos en nuestra infancia pero desde las sombras podía ver cómo se miraban. Además, nunca dejaba de hablar de ti y te escribía poemas todo el tiempo. Así que dímelo ¿es de Aemond?

──¿Eso cambiaría tu decisión?──. preguntó Aemma observando con atención cómo el rostro de Daeron no flaqueó.

──Nunca me ha importado compartir──. Daeron alzó sus hombros con ese brillo juguetón en sus ojos──, si sobrevivimos, las reuniones familiares serán divertidas.

──Entonces ese es tu precio para tú lealtad──. Aemma se burló cruzándose de brazos──. Tienes suerte que me gusten los niños. Tenemos un trato, Daeron.

La sorpresa pareció golpear de la nada al rubio, al parecer Daeron no se tenía la confianza que parecía exudar por los poros pero aún así solo le sonrió tomándole la mano para depositar un beso.

──Además aunque quisiera negarme a serte leal──. Daemon hizo una pausa alzando la mano en donde su anillo se encontraba──, moriría, literalmente hablando.

Aemma le sonrió con descaro despidiéndose de él con un abrazo leve para volverse a montar a su dragón y ayudar a Dimitri para subirlo detrás de ella. Firebend y Heartfyre alzaron vuelo anunciando su partida con un gruñido hacia Tessarion para después Mercury imitar lo mismo siguiendo a los dos jóvenes dragones. En su mente aún vagaba la idea de rescatar a Helaena y sus hijos, la promesa ya estaba hecha y sólo necesitaba tiempo para planearlo con claridad, por supuesto en secreto, si alguien más lo sabía podría arruinarse todo. Al llegar a Roca Dragón divisó a Meleys subiendo una de las colinas siendo llevada por los cuidadores. Rhaenys había aterrizado antes que ella, tal vez unas horas antes.

Dimitri fue el primero en bajar observando la estructura del Palacio de rocas con admiración, Harrenhal había sido el castillo más grande de todo Poniente pero quizá Dimitri por ser tan pequeño no lo recordaba. La castaña tomó a su nuevo amigo de los hombros animándolo a caminar junto a ella pero al adentrarse nadie los recibió, todos estaban dispersos por el lugar que ni siquiera notaron su presencia hasta que la figura de Akira se movió hasta ella abrazándola.

──Princesa, pensé que no la vería pronto──. la preocupación en el tono de voz de su querida dama consternó a la castaña. Seguramente todos estaban preocupados por su estadía en Fortaleza Roja──. Debe acompañarme rápido, su madre está en labor de parto.

Eso sacudió a Aemma con una sorpresa y desesperación palpantes. ¿Labor de parto? Su madre no llevaba ni seis meses embarazada aún.

──¿Está en su habitación?──. Akira asintió mirando a la princesa quitarse los guantes dándoselos girándose hasta el pequeño detrás de ella──. Akira, quiero que presentes a Dimitri con Harwin, yo los alcanzaré después.

Akira asintió tomándole la mano a Dimitri subiendo las escaleras del lugar hasta desaparecer doblando en uno de los pasillos. Aemma rápidamente empezó a divagar por el castillo escuchando los gritos de su madre retumbar por todo el lugar haciendo un eco. Era imposible que estuviera dando a luz, era demasiado pronto y algo le decía que eso estaba mal. Antes de llegar la figura de Daemon se alzó delante de ella, una cara endurecida pero dolor en sus ojos, venía de la habitación. ¿Qué había pasado?

Antes de que Aemma pudiera decirle algo el rubio le dio una mirada de cólera pasándose por su lado cómo si fuera un fantasma. Aemma se confundió ante la actitud del príncipe pero no tenía tiempo para ponerse a indagar sobre el comportamiento de Daemon así que siguió con su camino hasta adentrarse en la habitación. De lejos observó a su madre sentada en el suelo meciéndose suavemente y ahí lo supo. Visenya había nacido muerta, no había llanto, no había quejidos de bebé solamente un silencio triste que envolvía toda la habitación.

La castaña compartió miradas con las damas de su madre, todas parecían sorprendidas, ojos rojos y sus manos sobre sus bocas con sorpresa y fue hasta que Aemma rodeó la mesa de Roca cuando lo comprendió. Una bebe dragón. Las cejas delgadas de la castaña se contrajeron en un ceño observando la sangre en el suelo, en la ropa de su madre y en todo el cuerpo de su pequeña hermana.

──Muña (Mamá)──. Aemma murmuró dejándose caer con suavidad sobre sus rodillas tomándole los hombros a la mujer platinada──, todo va a estar bien. Ya estoy aquí contigo, no estás sola.

La dolorosa mirada de Rhaenyra se levantó por unos segundos, aquellos ojos adoraba que Aemma tanto adoraba estaban llenos de lágrimas y dolor pero se iluminaron al ver a su pequeña allí con ella.

──¿Aemma? ¿En serio estás aquí?──. Rhaenyra preguntó con voz ronca dejando salir una lágrima sobre su mejilla. La castaña solo asintió tomando el rostro de su madre entre sus manos──. ¿Donde has estado? Estaba preocupada por ti.

──Eso no importa ahora mamá──. Aemma murmuró limpiándole las mejillas pero eso logró que Rhaenyra solo se quebrará en los brazos de su hija──. Ya estoy aquí, mami. Puedes llorar todo lo que quieras, yo te sostendré.

Su madre había sido la razón por la que Aemma había salido adelante entre tanta sombra cerniéndose sobre ella desde pequeña, ella era la luz en la oscuridad y la salida de cualquier laberinto. Rhaenyra era su mundo, y protegería a su madre con todo lo que tuviera en su poder para verla feliz. Ahora más que nunca debía estar unida a ella haciéndole saber que en un mundo tan cruel, se tenían ambas.

Las damas auxiliaron a la castaña en sostener el cadaver de la bebé mientras que la princesa levantaba a su madre del suelo. ¿Por qué Daemon no había asistido en el parto? ¿Acaso estaban peleados? La castaña apenas había llegado y sintió que se perdió todo, además tenía que dar sus excusas acerca de su ausencia y contarles todo lo que había visto pero por la presencia de Meleys significaba que su abuela Rhaenys ya había dicho todo.

Aemma se quedó en silencio detrás de su madre observándola envolver el cuerpo de la pequeña bebé para su funeral. Aemma había estado entusiasmada durante esos cinco meses, ansiando por fin poder tener una hermana pequeña para enseñarle todo lo que sabía, pero no estaba enojada con su madre. Los Dioses quitaban lo que es necesario quitar y al menos eso era en lo que ella creía, algún día se reencontraría con Visenya y su Alyssane pero mientras sólo estarían ellas dos solas.

──Lamento no haber podido llegar antes──. se disculpó Aemma detrás de su madre acercándola para abrazarla por los hombros──, te hubiera ayudado en esto.

──Ya me estás ayudando, mi amor──. sollozó Rhaenyra suavemente girándose sobre sus talones abrazando a Aemma con fervor──, no sabes cuánto te amo. Lamento no decírtelo seguido.

──También te amo mamá.

No importaba si se separaban de distancia, Rhaenyra y Aemma sabían que una madre y una hija jamás podrían ser separadas o al menos no ellas. Podrían separarla las distancias pero jamás de sus corazones.

🌩⚡️🌊

Antes del funeral Aemma decidió pasar tiempo con su pequeño Harwin, simplemente acariciando su cabello y escuchando de sus aventuras en los días que se encontró ausente mientras él y Dimitri jugaban pero la mente de la castaña estaba en otro lugar. Su mirada perdida en la enorme masa de agua formando un mar verdoso frente a ella, el sonido de las olas le recordaba a su última vez en Marca Deriva, en todo el desastre que se pudo haber evitado. Era un día nostálgico y se odiaba que sabiendo lo que se venía sus pensamientos le pertenecían al enemigo, a Aemond Targaryen.

El pequeño Harwin se tensó a un costado de su madre tomándola de la pierna en un abrazo al sentir una presencia más oscura caminando en dirección a ellos. Aemma alzó su mirada topándose con la figura misteriosa de Alys Rios caminando en su dirección con su cara monótona y una capa negra cubriéndole la cabeza.

──Mi princesa──, Alys saludó llevando su mirada al pequeño Harwin quién al escuchar la voz de la mujer se tranquilizó saludándola con su mano──. Le tengo noticias de Bastión de Tormentas.

──¿Borros se ha negado?

──Al contrario, solicita verla mañana a primera hora para hacer un trato──. Alys se quitó la capucha dejando ver su largo cabello negro──. Quiere desposar a sus cuatro hijas.

──¿A todas ellas? ¿Acaso piensa que soy una casamentera? Le prometí únicamente la mano de mi hijo con la más jóvenes de sus hijas Ellyn──. Aemma exclamó con irritación──, parece ser que a Lord Baratheon se le olvida que la mitad de las tropas de Tierra de Tormentas son mías, al igual que las Flotas y la mitad de los terrenos.

──El hombre estás esperado, mi lady──. Alys intervino acercándose a la castaña──, y escuché que los verdes piensan enviar al príncipe Aemond a desposar una de sus hijas.

Aemma se quedó quieta por unos segundos dejando que la noticia hiciera sentido en su cabeza. ¿Aemond iba a desposarse con alguien más? La castaña tragó en seco sintiendo su sangre comenzar a hervir de furia dentro de ella y eso no pasó por alto en la bruja frente a Aemma. Alys frunció el ceño acercándose a Aemma tomándole el hombro para tranquilizarla.

──¿Mi señora?──. preguntó Alys haciendo que Aemma soltará un bufido──, debe de actuar antes que los verdes. Tener a la Casa Baratheon de su lado le generará una ventaja.

──Mi hijo es un Baratheon. Y si Borros no piensa darnos el apoyo lo haré hincar la rodilla a la fuerza.

Alys asintió separándose de Aemma sonriéndole.

──Le notificaré a Lord Baratheon que usted irá mañana a primera hora con una oferta que el no podrá rechazar──. Alys hizo una reverencia despidiéndose de Harwin antes de desaparecer por las escaleras.

Al irse Dimitri se acercó a la castaña luciendo algo dudoso de lo que diría pero antes de que pudiera arrepentirse abrió su boca para hablar.

──Princesa, si quiere yo puedo desposar a una de las hijas de Lord Baratheon──. ofreció Dimitri pareciendo seguro de su decisión──, mi familia era Strong, y puedo reclamar tierras en Harrenhal.

──¿Eres un Strong?──. preguntó Aemma frunciendo el ceño.

──Lord Lyonel es mi tío, era hermano de mi madre, ella trabajaba en el castillo cómo cocinera.

──No voy a obligarte a hacer algo que no quieres──. Aemma respondió a lo que Dimitri alzó sus hombros.

──Es mi deber, usted me salvó de correr la misma suerte que los demás sirvientes en Fortaleza Roja, quisiera devolverle el favor──. Aemma dibujó una sonrisa en su rostro acercándose al castaño para tomarlo de sus hombros──, quiero serle de ayuda.

──Lo serás──. Aemma dijo antes de abrazar al niño en un abrazo suave.

En su cabeza estaban pasando demasiadas cosas juntas que apenas y tenía tiempo para sentirse bien. A la lejanía divisó a sus dos hermanos acercarse a ella para saludarla, al parecer habían estado entrenando toda la mañana.

──¡Hermana!──. saludó Luke sonriéndole desde la lejanía comenzando a correr para abrazarla. Aemma lo envolvió en un abrazo fuerte besándole el cabello──. Pensé que ya no regresarías.

──Daemon dijo que estabas en Fortaleza Roja──. Jace habló, en un tono de voz más serio y molesto, cruzándose de brazos cuándo llegó frente a la castaña──, y después de que mi madre nos dijera que Aegon fue coronado, pensamos que nos habías traicionado.

──¿Por qué creerían eso?──. preguntó Aemma observando a Luke compartir una mirada con su hermano mayor detrás de él──. Jamás traicionaría a mi familia.

──En estos tiempos ya no podemos estar tan seguros de eso.

La castaña estaba sorprendida con la dureza en que Jace la estaba tratando, pero más dolida por la simple idea del castaño en que ella podría alguna vez traicionarlos.

──¿Piensas que estaría del lado de las personas que toda nuestra vida nos insultaron? ¿Que nos hacían ver cómo una clase de peste por ser bastardos? Ni un por segundo quiero que pienses así de nuevo, mi lealtad está con ustedes y siempre lo estará──. Luke sonrió ante las palabras tomándole la mano a su hermana y haciéndole señas a Jace que lo hiciera también. El mayor imitó el gesto a regañadientes tomándole la mano a su hermana──, ustedes dos, Joffrey y mi madre son lo que más amo en este mundo. No quiero que vuelvan a pensar que los dejaría.

──Siempre has amado a Aemond──. Jace dejó salir de repente haciendo contacto visual con su hermana──, pensamos que lo habías elegido sobre nosotros.

Aemma se quedó en silencio desviando por segundos la mirada a la playa divisando a Daemon en ella.

──Jamás elegiría a alguien más sobre ustedes. Todo lo que quiero en este mundo eres tú, Luke, Joffrey y mamá, incluso Daemon quién parece estar enojado conmigo por alguna razón. Ustedes son mi familia, Aemond no.

──Entonces ¿no elegirías a Aemond sobre nosotros?──. preguntó Luke con vergüenza. Aemma con su mano libre le tomó la mejilla negando.

──Jamás. Y cualquiera que se atreva a hacerles daño, más ahora que estamos en guerra, no tendré ningún tipo de piedad. No importa de quién se trate──. Aemma tomó los rostros de sus hermanos entre sus manos sonriéndole──. Somos hermanos y no elegiría a nadie sobre ustedes.

──Te queremos──. Luke habló un poco nervioso de que su Valyrio no se entendiera pero por la sonrisa de su hermana supo que sí. Aemma lo abrazo por los hombros──. Incluso si nos des miedo algunas veces.

──O estés loca──. Jace se unió a la conversación detrás de ellos observándolos abrazarse──. ¿No hay abrazo para mi?

Aemma soltó una risa nasal atrayendo a su hermano hasta ella abrazándolos a ambos con fuerza y dejándoles besos por doquier haciéndolos quejarse. El funeral de su pequeña hermana estaba por llevarse a cabo así que tomó a sus hermanos de los hombros caminando con ellos hasta la localización. Akira se encargó de llevarse a Harwin y Dimitri al funeral posicionándose a un costado de los cuatro hermanos castaños. Las manos de Aemma estaban posadas sobre los hombros de su hermano Joffrey mirando a su madre frente al cuerpo de la pequeña Visenya siendo encendido en fuego.

Aquella sensación que siempre había maldecido a la castaña por unos momento estaba calmada, justo cómo la calma antes de la tormenta y tampoco podía pasar por alto la mirada de Shadow Weaver del otro lado del lugar.

La mirada calmada de Aemma vagó hasta Ser Erryk que avanzaba entre los demás con algo en sus manos arrodillándose ante Rhaenyra y alzando la corona de Viserys en sus manos.

──Juro proteger a la reina con todas mis fuerzas y derramar mi sangre por ella. No me casare con una mujer, no poseeré tierras y no tendré hijos. Guardaré sus secretos, obedeceré sus órdenes. Cabalgaré a su lado y defenderé su nombre y honor.

Daemon avanzó hasta el guardia tomando la corona de su difunto hermano dirigiéndose de regreso hasta Rhaenyra coronándola. El príncipe canalla se hincó en una de sus rodillas bajando la cabeza con respeto.

──Mi reina.

Todos en el lugar imitaron el acto del príncipe arrodillándose ante la verdadera Reina de los Siete Reinos. Aemma compartió una mirada con su madre a la lejanía hincándose ante ella con el respeto y amor que siempre le había tenido.

Cuándo la hora del lobo se estaba asomando entre las montañas de Roca Dragón el consejo de la Reina se junto esperando a su llegada. Daemon seguía manteniendo su distancia con la castaña, sin hablarle desde su llegada horas atrás y eso era bastante extraño aunque el príncipe canalla parecía consternado y abrumado por la muerte de su hermano y la pequeña Visenya.

──La Reina Rhaenyra, primera de su nombre, la reina de los ándalos, los Rhoynar y los primeros hombres, señora de los Siete Reinos y protectora del reino──. Daemon anunció la entrada de Rhaenyra inclinando su cabeza desde el otro lado de la mesa de aliados──, su alteza.

Rhaenyra avanzó tomando la copa con vino que Rhaena le ofreció ambas tomado sus respectivos lugares. Todos en el consejo estaban esperando una respuesta por parte de la reina.

──¿Cómo vamos?──. preguntó Rhaenyra mirando la mesa alumbrada con curiosidad.

──Tenemos 30 caballeros, 100 arqueros y 300 hombres armados. Roca Dragón es fácil de defender pero nuestro ejército está lejos de ser un ejército conquistador──. Daemon explicó──. Envíe un mensaje a mis confidentes en la guardia real, tengo algo de apoyo allí, pero no sé cuántas personas son.

──Recibimos declaraciones juradas de Tiger y Staunton, Massey, Draklin y Baraemon──. Alaric anunció posicionado a un costado de Shadow Weaver.

──Mi madre era una Arryn. El pueblo del Valle no traicionará al resto de su carne──. la reina de los negros aseguró.

──Las de Naharan siempre han sido amigos, parientes de su padre, su alteza──. añadió uno de los maestres detrás de Shadow Weaver──. Con el consentimiento del Príncipe Daemon, ya he enviado cuervos a Lord Grover.

Rhaenyra le dedicó una mirada al príncipe canalla de desconcierto, probablemente él lo había hecho a sus espaldas.

──Lord Grover es voluble y fácil de persuadir debe ser convencido de que nuestra posición es fuerte y que lo apoyaremos si estalla la guerra.

──Yo mismo me encargaré de él──. Daemon añadió recibiendo otra mirada por parte de la reina.

──¿Que pasa con Bastión de Tormentas y Invernalia?──. Alaric preguntó llevando sus orbes azules hasta la reina.

──Ben Stark, que olvidó un juramento aún no nació y todo el norte seguirá los pasos de la Casa Stark──. Rhaenyra hizo una pausa llevando su mirada hasta Aemma──. Lord Borros Baratheon debe recordar las promesas de su hermano Orión y recordar que su sucesor es mi nieto Harwin.

──Princesa Rhaenys──. Aemma llamó uniéndose a la conversación──, ¿cuál es la noticia de Marca Deriva?

──Lord Corlys navegó a Roca Dragón.

──Para declarar lealtad a su reina──. Daemon intervino nuevamente.

──La flota Velaryon está bajo el control de mi esposo, comandada por él capitán Rhys Velaryon pero Corlys decide dónde navega──. finalizó Rhaenys dándole una mirada de desdén a Daemon desde su lugar.

──Rezaremos por tu apoyo y el de tu esposo. Así como oraremos todas las noches por la recuperación de la serpiente marina, no hay puerto en el Mar Angosto que se atreva a convertir en enemiga a la flota Velaryon y nuestros enemigos...──. Rhaenyra hizo una pausa siendo interrumpida nuevamente por Daemon.

──No tenemos amigos entre los Lannister. Roca Casterly ha servido a los derechos del Rey durante mucho tiempo, no se levantará contra el──. Daemon hizo una pausa soltando un suspiro──. y Otto Hightower necesita una flota Lannister.

──Sin la Casa Lannister es poco probable que encontremos aliados al oeste del Diente de Oro──. Rhaenyra expresó su preocupación.

──No──. Daemon asintió bajando la cabeza──. La importancia de Naharan es decisiva, su alteza.

──Perdóneme por mi franqueza, su alteza──. Shadow Weaver pidió voto de decisión haciendo a Rhaenyra asentir──. Pero hablar de humanos no tiene sentido, controlas una fuerza invisible en el mundo, de la antigua Valyria. Dragones.

La mirada de la bruja Dorne cayó en Aemma quién la miró de reojo desviando la atención nuevamente hasta su madre.

──Los verdes tienen dragones──. Rhaenyra puntualizó no bastante convencida de la idea.

──Tienen tres dragones adultos según mi cuenta──. Aemma opinó desde un costado de su madre llamando toda la atención de Rhaenyra.

──Tenemos a Syrax, Caraxes, Mercury y Meleys──. Rhaenys llevó su mirada nuevamente hasta Daemon──. Tus hijos tienen a Vermax, Arrax y Teraxes. Baela tiene a Moondancer y Aemma posee dos dragones experimentados en batallas, Firebend y Moonshine.

──Daemon, ninguno de nuestros dragones participó en la guerra──. Rhaenyra exclamó──, y Heartfyre junto a Moonshine son dragones salvajes que apenas Aemma puede controlar.

──Hay otros dragones sin dueño, Seasmoke sigue vivo en Marca Deriva, Vermithor y Silverwing viven en Dragonmont todavía sin jinetes──. Daemon volvió a hablar──, también hay tres dragones salvajes, todos los cuales nidan aquí.

──¿Y quién los montará?

──Aemma es considerada una domadora de dragones──. Daemon siseó atrayendo la mirada de la castaña hasta él.

──No pondré a mi hija a domar dragones salvajes.

──Roca Dragón tiene 13 a su disposición y también tengo 20 huevos incubando en Dragonmont──, el príncipe canalla volvió a añadir──, necesitamos un lugar de reunión, un puesto avanzando que pueda acomodar una gran fuerza. Aquí, en Harrenhal, cortaremos el oeste y conquistaremos Desembarco del Rey con los dragones. Y podremos empalar las cabezas de todos los verdes a finales de mes.

El énfasis en todos se sintió personal en cuanto la mirada filosa y llena de cólera del príncipe canalla cayó en Aemma.

──Su alteza, un barco ha sido avistado frente a la costa. Un solo acorazonado que enarbola la bandera de un dragón verde de tres cabezas──. anunció Ser Erryk irrumpiendo en la habitación.

──Informa a las atalayas mirar el cielo──. Daemon comenzó a avanzar dándole un vistazo a la princesa castaña──. Aemma, ven.

Aemma compartió miradas con su madre avanzando detrás de Daemon en silencio hasta salir del castillo.

──Ahora que estamos solos ya puedes decirme tu problema conmigo──. Aemma habló detrás de él pero Daemon la ignoró──. Si es por lo de Fortaleza Roja te recuerdo que fuiste tú quien me pidió que me quedará.

──¿Dónde está el anillo?──. Daemon abruptamente detuvo sus pasó girándose con nada más que rabia brillando en sus ojos──. ¿Por que no nos avisaste nada? Estuviste en la coronación según Rhaenys nos dijo cuándo llegó, tu madre pensó que la habías traicionado y se puso mal.

──Ni se te ocurra culparme por la muerte de Visenya cuándo ni siquiera estuviste ahí apoyando a mi madre──. Aemma se defendió alzando su mirada para no dejarse intimidar──. Envíe a una sirvienta del castillo a dejarle un recado a Mysaria informándole la muerte de mi abuelo.

──No nos llegó nada. Mysaria no me envió nada.

──Ese no es mi problema entonces──. Aemma alzó sus hombros──, mi compromiso con Aemond está acabado.

──¿No entiendes la magnitud de esto, verdad? Por más que quiero verte cómo una guerrera me olvido que apenas eres una joven──. Daemon soltó una risa negando con su cabeza──, puede que tu compromiso esté terminado pero ¿y si sales embarazada? ¿Que harás?

Aemma se dejó impresionar. No había pensado en eso durante esos días lejos de Fortaleza Roja, apenas habían pasado tres noches desde su intimidad con Aemond pero aún no tenía síntomas de embarazo.

──No has pensando en eso──. Daemon exclamó llevando su mirada a los guardias esperándolos──, si entramos en guerra todos nuestros enemigos deben morir. Incluso si estas embarazada, ese bebé nacerá sin padre.

Con eso dicho Daemon se alejó siendo escoltado por los guardias a lo largo del camino. Aemma se quedó en silencio, si estuviera embarazada ya lo hubiera sabido, no era idiota y conocía los riesgos de adentrarse en una guerra pero podría caber la posibilidad de tener un hijo de Aemond, eso solamente le tendría problemas.

La princesa castaña tomó dirección hasta Mercury subiéndose en la montadura de su dragón de escamas blancas alzándose por los cielos de Roca Dragón aterrizando en el puente que dividía a Daemon y Otto. La mirada del Hightower cayó sobre la furia de los cielos quedándose en Aemma bajando del dragón posicionándose a un costado de Daemon. Rhaenyra también aterrizó del mismo modo en el otro costado del puente encerrando a Otto y sus guardias con los dos dragones.

──Princesa Rhaenyra──. Otto bajó su cabeza cómo reverencia.

──Soy la Reina Rhaenyra ahora y todos ustedes traicionaron el Reino.

──Rey Aegon Targaryen, segundo de su nombre, en su sabiduría y búsqueda por la paz ofrece condiciones para las negociaciones. Reconozca a Aegon cómo Rey y jure obedecer al Trono de Hierro. A cambio, su alteza reconocerá su propiedad de Roca Dragón, que pasará a su hijo Jacaerys a su muerte──. Otto comenzó a hablar haciendo que Aemma rodará los ojos con aburrimiento──. Lucerys será reconocido cómo sucesor legal de Marca Deriva y todas las tierras y propiedades de la Casa Velaryon, los hijos de príncipe Daemon también ganarán estatus y respeto en la corte. El joven Aegon cómo Rey, Viserys cómo sucesor. La princesa Aemma será perdonada por la corona después de asesinar a un batallón en su salida de la Fortaleza Roja. Y finalmente, el Rey en su gracia perdonará a todos los caballeros y señores que conspiraron en el trono.

──Prefiero que mis hijos sean comida de dragones, que llevar escudos y copas de vino a tu Rey abusador, el borracho usurpador──. Daemon expresó su respuesta con una mueca de asco.

──Aegon Targaryen se sienta en el trono de Hierro, lleva la corona del conquistador y empuña la espada del conquistador. Lleva el nombre del conquistador y fue ungido Rey por manos de un Septón de fe delante de miles, todos los símbolos de legitimidad le pertenecen y los Stark, Tully y Baratheon aceptaron y en este momento están considerando aceptar términos generosos de tu Rey.

──Entonces ya sabemos que él conquistador se está retorciendo en su tumba si piensas que el borracho irresponsable de Aegon puede abarcar lo que él algún día fue──. Aemma se burló confundiendo a Otto al no entender el Valyrio.

──Stark, Tully y Baratheon aceptaron me juraron lealtad cuando Viserys me nombró heredera──. Rhaenyra habló.

──El viejo Shavuot no te sentará en el trono de hierro, princesa. El orden de la herencia cambió el día que tu padre tuvo un hijo. Solo lamento que tú y él sean los últimos en entenderlo.

Rhaenyra avanzó hasta Otto provocando un reflejo de protección en sus guardias. La platinada tomó con rencor el símbolo de Mano sobre el jubón de Otro lanzándolo por el puente.

──No eres mano del Rey, al igual que Aegon no es el Rey. ¡Maldito traidor!

──Maestre Superior──. Otto llamó y un hombre de tez morena avanzó de entre sus guardias entregándole un papel doblado por la mitad a Rhaenyra.

──¿Que demonios es eso?──. Daemon preguntó detrás de Rhaenyra abandon irritado y alzando sus cejas.

──La Reina Alicent no ha olvidado el amor que una vez existió entre ustedes. No hay necesidad de derramamiento de sangre para continuar la paz en el reino──. Otto habló ignorando las palabras del príncipe canalla──. La Reina Alicent espera impaciente tu respuesta.

Aemma detrás de su madre observó el papel sobre la mano de Rhaenyra, era una pagina arrancada de algún libro antiguo y al ver lágrimas bajar por la cara de su madre parecía tener un valor sentimental. Los malditos verdes estaban dándole un golpe bajo.

──Ella puede tener su respuesta ahora atrapada en la boca de su padre, con su pene flácido, terminemos este asunto rápido──. Aemma habló impaciente logrando que Rhaenyra la mirará sobre sus hombros.

Daemon por su parte ante las palabras de Aemma desfundó su espada junto con los guardias apuntando a Otto y su batallón.

──Ser Erryk, tráeme a Lord Hightower, para que yo tenga el placer──. Daemon ordenó sosteniendo ferozmente su espada.

──No──. Rhaenyra intervino. Daemon con irritación guardó su espada──. Mi respuesta será recibida por el Rey mañana.

𓆸𓆸𓆸

Cuándo las estrellas ya estaban adornando los cielos de Roca Dragón el consejo se juntó de nuevo después del encuentro con Otto Hightower en el puente. Aemma se posicionó junto a sus hermanos manteniéndose en silencio.

──No es fácil para los humanos matar dragones, pero dragones pueden matar dragones y ya lo han hecho──. Daemon habló espantando el silencio de la habitación──. Esa es la simple verdad, tenemos más dragones que Aegon.

──Weissries habla mucho de la historia Valyria, la conozco muy bien. Cuándo los dragones volaron a la guerra, todo se quemó. No quiero gobernar un reino de cenizas y huesos.

──¿Está considerando aceptar los términos de los Hightower, su alteza?

──Cómo Reina ¿cuál es mi verdadero deber? Al reino, Lord Bartimus. Una ofrenda de paz y deber ¿o me sentaré en el Trono? A cualquier costa.

──Este es tu padre hablando.

──Mi padre está muerto y me eligió a mi para suceder──. Rhaenyra alzó su voz llevando su mirada a Daemon──. Para proteger al reino, no para iniciar una guerra total.

──El enemigo ha declarado guerra──. Aemma alzó su voz al otro lado de la mesa.

──¿Que vas a hacer al respecto?──. Daemon prosiguió.

──Salgan de la habitación, menos tú Aemma──. Rhaenyra ordenó y todos los presentes la obedecieron dejándola a solas──. ¿La probabilidad de guerra les emociona?

──No puedes arrodillarte ante los Hightower, madre──. Aemma respondió acercándose a donde su madre le indicó.

──Te quitaron tu derecho de nacimiento──. Daemon añadió, sus ojos perdidos en el fuego.

──Si pudieras tomar el Trono de Hierro, sin empalar la cabeza de Otto Hightower en una estaca ¿debo declarar la guerra porque estas enojado?

──No, porque como reina, es tu deber reprimir las rebeliones.

──Sabes que mi juramento está más allá de nuestras ambiciones personales──. Rhaenyra se acercó lentamente hasta Daemon mirándolo a los ojos──. Una canción de fuego y hielo.

──¿Qué?──. Daemon preguntó alzando sus cejas en confusión compartiendo una mirada con Aemma detrás de ellos.

──La próxima guerra contra la oscuridad del Norte──. Rhaenyra explicó brevemente mirando a Aemma por encima de su hombro y después a Daemon──. Viserys me lo contó cuándo me nombró heredera.

Daemon se alejó negando como si la situación le divirtiera, Aemma podía notar el enojo del príncipe al mirar con tanta furia el fuego.

──Mi hermano era esclavo de profecías y señales ominosas──. Daemon exclamó desde donde estaba. Furia y cólera sonando en su voz──. Todo lo que creo la apariencia de propósito para su gobierno débil. Los sueños no se hicieron reyes, los dragones lo hicieron.

──Él nunca te lo dijo ¿no?──. Daemon miró a Rhaenyra desde la lejanía frente a la chimenea. Él príncipe canalla no dijo ninguna palabra y solo se fue expresando por sí sola su respuesta.

Aemma observó a Daemon desaparecer en la oscuridad devolviendo su mirada en dirección a su madre. Rhaenyra había perdido mucho en solo un día, a su padre y a su hija, y a hora la indiferencia de Daemon parecía afectarle.

──Él príncipe prometido──. la castaña murmuró detrás de Rhaenyra. Su madre se giró observándola con el ceño fruncido──. ¿De eso es la canción de hielo y fuego, madre?

──¿Cómo sabes de eso?

──Orión me lo dijo en su lecho de muerte──. Aemma confesó sorprendiendo a su madre frente a ella──. No se porqué o cómo él lo sabía. Pero Daemon tiene razón en algo.

──¿En qué?

──Estamos entrando a un juego de tronos, madre──. Aemma hizo una pausa avanzando hasta su madre para sostenerle sus manos──. O juegas bien o mueres.







NOTA: SE VIENE EL FINAL DEL ACTO Y UN CAPÍTULO SORPRESA SOBRE EL AMANTE CRUZADO!

Aún me encuentro en conflicto porque si me basó en la serie entonces tendrán que esperar dos años para ver cómo se concluye la segunda temporada, ya que la serie tendrá 4 y para ver el final de esta historia aún falta mucho. Aunque estoy planeando en quizá basarme en los libros para no hacerlos esperar mucho, pero eso se decidirá por el apoyo a la historia.

¿Teorías? ¿Piensan que Aemma esté embarazada de Aemond? ¿Ya saben quién es el amante cruzado? En el siguiente capítulo se viene la tragedia😞

Daemon siendo distante es mejor que el Daemon abusador que nos vendió el capítulo por eso excluí eso, la verdad me gusta su personaje y prefiero dejarlo cómo personaje gris a villano.

Pd 1: escuchando Midnights llegué a la conclusión que Anti Hero es la canción más personal de Aemma.

Pd 2: si quieren hacerle alguna edición o edit a la historia siéntanse en toda la libertad para hacerlo, o si quieren contarme sus teorías no duden en mandarme mensajes, estaré subiendo las ediciones que varios me han mandado 💞💞💞💞

+100 votos para el siguiente capítulo.

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