La patrulla conducida por SeokJin, recorrió la ciudad por un par de horas para luego dirigirse al centro forense. Tenía un poco de curiosidad como se estaba llevando los protocolos en el caso del joven asesinado. Así que se estacionó fuera y saludó a uno de los guardias, mirando alrededor sin salir de la patrulla, hasta que escuchó unos gritos cargados de miedo.

—¿Qué son esos gritos? —se preguntó.

SeokJin bajó de inmediato de la patrulla tomando sus cosas y cerró la puerta con fuerza. Entró rápidamente al centro y observó a las personas que estaban por ahí cerca, también alteradas.

—¿Qué sucedió? —SeokJin preguntó a una señora asustada queriendo saber lo sucedido.

—¡Dicen que el muertito revivió! —habló —. El joven Jungko—kook —respondió tan rápido y colocó la mano en el pecho para calmarse.

SeokJin caminó para encontrar a las personas que habían visto al “muerto—vivo” y poder realizarle varias preguntas.

Eran dos hombres de más de treinta años, sentados en unas bancas con la mirada perdida. Les brindaban agua con azúcar para calmar sus nervios y ver si reaccionaban.

Un golpe seco se escuchó en una sala cercana y los hombres brincaron del susto, cayendo a la fría baldosa. Menos mal la puerta tenía una pequeña parte de cristal reforzada, donde se podía ver por dentro.

SeokJin caminó con sigilo, era un policía y debía tener unos nervios de acero. Miró dentro de la sala, hasta que quedó pasmado ante tan inusual imagen. No lo creía. Debía ser una broma de mal gusto. Pero sus ojos no mentía y no era ninguna ilusión. Lo que decían los dos hombres era verdad, ya que algo parecido a un hombre con facciones medianamente humanas caminaba arrastrando sus pies, mirando con curiosidad las cosas dentro de la sala.

Coincidió en lo que decían de la apariencia de Jungkook, ya que más parecía un Zombi. Como las películas de terror que solía ver, pero la diferencia que esta si era verdad.

¿Qué debía hacer?

Lo primero fue llamar a la estación y dar aviso a sus colegas para que ayuden a resguardar la zona y así evitar accidentes. Pero, de ahí ¿Dónde podían llevarlo?

En ese momento ni se acordó del centro de investigación microbiológicas que el  doctor Min había fundado el año pasado. Por eso les dijo a sus colegas que si tenían una idea de donde llevar al muerto—vivo que dieran aviso.

Namjoon se encontraba en otro lado del centro, no lo habían dejado salir de la sala de espera y sólo fue capaz de escuchar los gritos. ¿A que hora le entregaban el cuerpo de su amigo?

•••

El doctor Min se encontraba revisando un paciente en el hospital, cuando recibió una llamada de su secretaria del centro de investigación.

—Buenas Tardes Doctor Min. Disculpe por llamarle en horario que usted tiene pacientes —habló nerviosa la secretaria —. Pero hay un paciente en el centro forense y quieren que lo revisemos. Necesitan que vaya personalmente.

—Voy para allá en treinta minutos. Ten todo listo, ambulancia y el personal equipado. No sabemos con lo que nos podemos encontrar.

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Taehyung llegaba a la estación de policía luego de pasar ocupado la mayor parte de la mañana y medio día en criminalística. Los hijos de puta no le habían permitido acceder a las pistas que ellos habían encontrado, pero los desgraciados si ponían tener acceso de lo que había encontrado el detective.

Aunque la conclusión final, era que todo fue planeado a detalle, ya que según el informe forense, no encontraron ningún tipo de rastro de ADN de otra persona en el cuerpo de Jeon, hasta el momento. Quizás hacer una prueba de luminol dentro de la ambulancia, podría darles mayor pruebas.

Hasta ese momento , el primer sospechoso para el detective era Namjoon. El mejor amigo del asesinado y quién lo vio por última vez. Sospechoso, ¿no?

Según las declaraciones que dio Namjoon a la policía, unas horas antes de la muerte del joven, habían estado charlando en la casa de Jungkook hasta eso de las diez de la noche y luego, Namjoon se marchó a la suya a descansar.

También estaba Park, que era el vecino de Jungkook y al estar deambulando por la noche el día del asesinato, hacía dudar de la posible inocencia que decía tener. Ya que aseguraba que no se acordaba de nada.

Pero encontrar a Hoseok no ayudó mucho a calmarse y que sus ideas estuvieran claras, ya que siempre pasaba de mal humor y esto se multiplicó a diez veces más.

—¿Qué quiere la dulce dama? —lo recibió Hoseok con una sonrisa hipócrita —. Digo, detective.

—Ver tu apestosa y horripilante cara, no.

—Para eso solo necesitas un espejo y ya —fingió inocencia, sabiendo que eso lograba sacar de casilla más a Taehyung.

—¿Te reflejas en el? —se mostró altanero.

—¿Qué mierda quieres? —preguntó harto de fingir.

—Qué no se metan en asuntos que no les interesa —lo retó con su mirada iracunda —. No debían de interrogar al señor Kim ni al joven Park.

—Ellos vinieron aquí —escupió con rabia Hoseok —. Aparte, somos la policía y estamos al servicio de la comunidad para ayudar en el…

—¡En nada! —golpeó la mesa. Los demás policías no se metieron, porque esa era la manera de conversar de ese par —. Un estúpido policía no puede compararse con un detective —soltó con rabia.

—¡Disculpe Señorito Ego! —se levantó y encaró a Taehyung —. Tu no vienes a decirme lo que debo hacer o no, soy la ley

—Claro, arrogante como siempre —bufó.

—Y tú un hijo de puta.

—¡Basta! —MinHo les dijo al par de hombres para que dejaran de pelear.

—Mira tu policía de…

—¡Usted cállese! —le dijo a Kim y luego miró a Jung —. SeokJin llamó del centro forense, necesita refuerzos.

Hoseok salió rápidamente, golpeando el hombro de Kim a propósito para ir en la patrulla de inmediato, con diez compañeros más y varias patrullas acompañadas. Se dirigieron al centro forense con las sirenas sonando en alto volumen y conduciendo a demasiada velocidad.

Taehyung se quedó mirando por donde habían salido los policías, porque ya había dejado en claro al idiota de Jung su punto de vista y le importaba una mierda que era la ley, ese era el caso de Jeon y solo criminalística —malditos hijos de puta— y él podían tener acceso a investigar el caso. Se retiró porque no tenía nada que hacer ahí y lo que habían salido con tanta urgencia no tenía que ver con el caso, o eso pensó.

•••

El equipo del Centro de Microbiología llegó varios minutos después. Con la zona del centro forense acordonada y las personas fuera, ingresaron rápidamente con la ayuda de la policía. El doctor Min ya se hallaba ahí y tenía el conocimiento de lo sucedido.

Parecía una película de terror, que una persona declarada, verificada y analizada como muerta, volvió a la vida y con claros signos de ser algo parecido a un humano —zombi—. No era como si no existiera una enfermedad que después de morir —catalepsia—, regresaban a la vida, luego de que su corazón comenzara a responder nuevamente, pero en este caso, la evidente muestra de estrangulamiento indicaba que si había muerto.

Completamente cubiertos de trajes especiales, entraron más de una docena de hombres, dispuestos a llevarse a Jungkook —o bueno, lo que quedaba de lo que un día fue.

Con la firmeza y decisión en su mirada, se acercaron y acorralaron al zombi, ya que este se había visto amenazado y con todo las intenciones de atacarlos, se quedó quieto cuando lo primero que topo el cuerpo de Jeon, fue un poco de electricidad, dejándolo aturdido y un tanto desconcertado.

Fue más fácil utilizar las cintas y maniatarlo a una camilla. Lo llevaban cuál loco al manicomio, pero en ese caso era un zombi al centro de investigación. El destino del joven ya estaba, así que no había mucho que pudieran hacer para salvarlo, al final, moriría tarde o temprano.

El cuerpo de lo que un día fue juventud y hermosura, no quedaba en ningún lado y solo se veía algo completamente diferente a lo bonito. Los ruidos que hacía ocasionaban que se les pusiera la piel de gallina a los presentes y la fuerza que ejercía para poder liberarse, hacía temblar a más que uno.

La ambulancia estaba estacionada lo más cerca posible de la sala donde sacaban a Jeon. Una barrera humana formaron el equipo, para así evitar que personas curiosas pudieran observar lo que pasaba y el chisme se regara por todo el pueblo.

Cuando la ambulancia se retiró y las personas que estaban ahí, fueron evacuadas a sus casas, Namjoon preguntó a qué hora le entregaban el cuerpo de su amigo.

La noticia que Jungkook fue llevado al centro de investigación microbiológica le cayó como un balde de agua y más, cuando el detective Kim le dejó en claro, junto aún policía que había visto antes, que era uno de los sospechosos por la muerte de Jeon Jungkook.

El Señor Kim, alto fornido y apuesto, quedó en shock —otra vez— cuando le dijeron que debía dar declaraciones bajo juramento. Eso ocasionó que se desmayara y fuera llevado al hospital más cercano para revisarlo.

•••

Min Yoongi era un treintañero doctor curioso con un cerebro maravilloso y una capacidad de aprendizaje increíble, que le gustaba investigar enfermedades raras, orígenes, síntomas y su relación con otras enfermedades; por eso había fundado el centro de investigación microbiología.

Sin embargo, el caso Jeon causó una curiosidad inmensa en Min, que no se negó cuando lo vio con sus propios ojos. Un zombi en vivo y directo y el estaba más que dispuesto a estudiar las causas de su cambio.

A simple vista no sabía si se trataba de un virus o una bacteria. Pero viendo que el cuerpo del joven había mutado, concluyó, sin hacer un estudio meticuloso que se trataba de un virus. Ya que estos eran los únicos capaces en modificar el ADN y viendo la rapidez con la que se habían desarrollado, las bacterias quedaban descartadas.

Ahora tenía que determinar el virus causante y donde se alojaba, porque no sabía el tiempo exacto que llevaba alojado en el cuerpo antes de su muerte o quizás, después de su muerte.

Junto con su joven aprendiz Christopher, empezó enumerar las múltiples opciones de virus y donde podrían alojarse para ocasionar tal mutación. Sabían de la existencia de una muestra cuando los forense realizaron la necropsia y esta había sido entregado a criminalística. Tenía que pedir una pequeñísima parte de la muestra o quizás en su totalidad para poder estudiarla, ya que sería un poco difícil, obtener una muestra por parte del zombi.

En otra habitación, completamente aislada y segura, se encontraba Jungkook. Mientras los minutos pasaban, su cuerpo se transformaba más y más, siendo ahora su pie izquierdo en una forma oblicua, cuando se golpeó con la puerta en un claro intento —nada factible— por escapar.

Los sonidos guturales que realizaban, eran una clara señal de protesta.

•••

Las pruebas de criminalista, arrojaban ADN desconocido encontrado en las muestras de tierra que se hallaban en las uñas de Jeon. Eso significaba, que su asesino debía tener varios rasguños en algunas partes de su cuerpo.

Con el análisis, tenían en la mira uno de los sospechosos, con claros signos en su cuello de haber sido atacado en condiciones no conocidas. Agilitaron los resultados para que fueran notificados a la policía, y este pudiera hacer un llamado al joven sospechoso.

Esa misma tarde, Jimin fue interrumpido en su horario de trabajo, teniendo que asistir al laboratorio clínico de criminalista, acompañado de un policía vestido de civil.

—¡Yo no lo maté! —repetía Park en la patrulla.

—Eso lo demostrará los resultados.

La tensión que sentía el joven estilista le carcomía los huesos. El no dudaba ni un segundo de su inocencia, pero la pequeña laguna mental que tuvo cuando deambuló el día del asesinato, lo hacía ver como principal sospechoso.

—¿Qué dicen los resultados? —preguntó serio, aunque los nervios lo recorrían por dentro.

—Tenemos que esperar varios días para poder saberlo.

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Namjoon seguía en el hospital, su presión había bajado y eso le ocasionó el desmayo. Le parecía una broma de muy mal gusto que mencionen, que su mejor amigo estuviera vivo, aunque no le especificaron que era un tipo de muerto—vivo, porque en ese mismo momento el detective se había acercado a decirle que era uno de los sospechoso por la muerte del joven cantante.

¿Cómo podía ser cierto?

Si para Namjoon no existía persona en el mundo más importante que Jungkook. Para el moreno, el joven cantante era un ángel caído del cielo y aquella persona que lo mantenía de pie en la vida de mierda que llevaba. Que era un ejemplo de superación y fortaleza, ya que a pesar de no tener una familia que pudiera velar por su seguridad, él siempre tenía una sonrisa para Kim, un abrazo gratificante y unas palabras como consejo.

No iba a negar que el estuvo en la casa de su amigo hasta las diez de la noche, charlando y viendo una película, pero luego se despidieron pronto, porque el cantante tenía ensayos al día siguiente.

Se había ido caminando a su casa y se escribieron hasta eso de las once, despidiéndose amistosamente y pidiendo de favor Jungkook, que si no contestaba hasta las seis de la mañana, que fuera a levantarlo, si fuera posible, tirando la puerta. No tanto así, ya que Namjoon tenía en su poder una copia de la llave y le dijo que no tendría problema en salpicar le un poco de agua en el rostro.

Hasta se imaginó levantarlo con un tierno beso en los labios de su amigo y luego disculparse por que no sabía cómo despertarlo y solo eso se le ocurrió.

Por eso Namjoon había ido prácticamente corriendo hasta la casa de su amigo y levantarlo, con la ilusión de hacerlo a su manera, pero no lo encontró, era muy temprano para que se haya ido. Así que cuando preguntó a una vecina que regaba su jardín, si no había visto pasar a su amigo, ella le respondió un tanto afligida.

—No lo he visto salir, pero el día de ayer ocurrió una tragedia en la zona prohibida. ¿No se enteró? —preguntó lo último con curiosidad, porque a esas horas todo el pueblo sabía lo que había ocurrido en la zona restringida.

—No —Namjoon solía tomar una píldora para poder dormir luego de que sus problemas con el insomnio se incrementaran.

—Será que vaya a preguntar a la policía, no quisiera dar por sentado que se trata del joven Jungkook —dijo ella abrazándose cómo consuelo de la pérdida de una persona que aún no conocían su identidad.

Namjoon no se detuvo y corrió a la estación de policía, no quería ni imaginar que se trataba de su amigo. Solo iría a preguntar si Jungkook no era la persona que encontraron muerta, pero ¿y si lo era? Un sentimiento de desesperación se apoderó de él y por más que se decía que podría estar equivocado, este aumentó cuando escuchó lo que tanto temía por un par de señores conversando en la acera.

—Es una pena muy grande que el joven Jeon haya sido el asesinado.

No. Mierda no. No podía ser cierto. Quizás estaba herido y se encontraba hospitalizado en algún lugar y los rumores de las personas, habían tergiversado la información.

Así que, como un bólido entró a la estación y preguntó por su amigo. De ahí en adelante, fue un borrón de recuerdos. Llorando en su casa como un bebé luego de confirmarle que si era Jungkook. Pero, sabía que su amigo no le gustaría verlo así, se levantó y decidió aceptar la realidad.

Aunque el dolor de nunca haberle confesado su amor, le traería mucho desconsuelo en su vida, era algo que se merecía por cobarde.

Pero que simplemente el fuera uno de los sospechosos le daba asco. Esperen, habían más personas que podían ser los asesinos, una o varias, no sabía con exactitud, sin embargo, Namjoon se prometió hacer pagar al responsable y la vida de su amigo sería vengada con la vida del asesino.

•••

Taehyung estaba al tanto de la sucedido, así que llegó donde los idiotas de criminalista para poder obtener los resultados de la muestra. Le parecía patético que el señor Kim se hubiera desmayado. Para eso le hacía mucho más sospechoso.

Encontró a Jimin fuera y los rasguños que tenía por su cuello, le parecieron un poco interesantes.

Hoseok estaba ahí, conversando con los de criminalista. La sangre le hirvió porque le había dejado claro que no debía meter sus narices donde no lo llamaban.

—Tenemos que revisar las cámaras de seguridad de la zona, para ver si hay rastro de Jimin y lo que le sucedió —Hoseok propuso.

—Tenemos, me huele a manada —Taehyung respondió con los brazos cruzados en su pecho detrás del policía.

—Estoy dando ideas señor detective —sonrió torciendo los ojos —. Además, la ley puede hacerlo y ¿Qué es lo que somos? —preguntó sarcástico —. Claro, la policía.

—Queno debe meterse en asuntos ajenos —lo jaló del brazo ante la atenta miradas de los de criminalística y lo llevó lejos para poder discutir sin personas observando. Era la parte trasera donde solo habían algunos contenedores de basura cerca —. ¿Qué Mierda Jung? ¿Dejé en claro que no quiero verte metido en el caso Jeon?

—Tu no eres autoridad para mi, así que no puedes venir y decirme que puedo hacer y que no —le respondió mirando los ojos oscuros del detective.

—¡Soy más que tú! —lo retó acercándose más al policía —. No te olvides de eso.

Sus cuerpos podían sentir sus hombros chocar y sus respiraciones caer en sus rostros. Estaban cerca, muy cerca y con una tensión que sería capaz de degollarlos en un segundo, se palpaba en el ambiente.

Pero aparte de una tensión de ira y enojo, era algo que los tiraba a querer matarse, pero no a golpes. También existía una tensión sexual entre ambos que venía aumentando con los años y lo disimulaban con frustración.

Maravillosa jugada.

Pero encontrarse tan cerca y completamente solos, provocó que su libido aumentará y quisieran comer la boca del otro y hacerse callar para no seguir discutiendo.

Y lo hicieron, uno de los dos se acercó más y rozó los labios del otro. Desencadenando una oleada de placer que los embebió y los hizo pegar más sus cuerpos para sentirse. No podían parar de besarse y sus manos curiosas empezaron a vagar por el cuerpo del otro, queriendo sentir la calidez que emanaba su piel por el deseo.

El trasero de Hoseok fue estrujado con firmeza por las manos del detective y un sonido nada suave soltó el policía. El cabello de Taehyung fue tirado con fuerza para atrás y profanaban sus bocas de manera desesperada.

Parecía que lo hacían ahí mismo, sólo faltaba la ropa que cubría sus cuerpos para que fuera una lucha campal de sexo y pasión. Sin embargo, una persona los trajo a refrescar su deseo y les recordó donde se encontraban.

SeokJin carraspeó incómodo y los amantes que se besaban, miraron al policía atónito. Tenían el cabello oscuro revuelto, que parecía una sola maraña incontrolable que no tenía inicio o fin.

Fue vergonzoso para Hoseok como para Taehyung alejarse, quitar sus manos del cuerpo ajeno y sentir sus bocas con los recientes fluidos del contrario. ¿Qué carajos les había pasado?

—Hoseok, necesitamos que regreses al hospital con el señor Kim.

Si SeokJin no hubiera hablado, Hoseok no se hubiera movido ni un poquito porque no sabía exactamente qué hacer.

—Si —respondió estoico. Como si un rato antes no hubiera sido su lengua la que se encontraba en una guerra, degustando el sabor de otra boca y suspirando en medio del beso.

Cuando los policías se marcharon, Taehyung se quedó aturdido por lo sucedido y no supo cómo había empezado todo. El sólo quería romperle la cara a Hoseok por ser entrometido, no consumir todo el sabor delicioso del policía.

—¿Qué demonios hiciste Taehyung?