
Capítulo 18: La cena.
El regresar fue completamente silencioso de por sí no se necesitó decir más ya que su confesión termino satisfaciendo mis preguntas. En síntesis, le gustaba y mucho más de lo que pensaba, como para decir que nadie tuvo tal efecto. Despertó cosas fuertes pero ¿Lo quería? Claro, lo quería muchísimo y lo podía asegurar sin titubear. Solo algo no encajaba y era que necesitaba conocerlo más, hay cosas que hasta el día de hoy desconozco. Su vida, su hogar, su familia, su manera de pensar y su pasado son parte de ellas. Solo conozco lo que él decide que vea, tampoco me desligo de la culpa, al contrario. Yo que me distraje con todo lo que nos rodeaba y no me permití hacer las preguntas correctas.
Ahora me preparaba en mi habitación y estaba casi totalmente preparada, pero aún tenía un pequeño problema. Eran las ocho y los invitados llegaban de a poco, pero yo todavía no me decidía por que usar. Tenía tres vestidos sobre la cama, y para mi cada uno tenía un problema distinto: El largo, la transparencia o lo ajustado. Me los ponía uno tras otro, sin mirarlos era rechazarlos y todo para que comenzara nuevamente. Ahora me estaba quitando por segunda vez el tercero cuando llego la interrupción.
-Alice, llegaron los invita... –Tanto la voz de Henry como el sonido de la puerta me alteraron, y aún más cuando se asomó gritando y girándose espantado- ¡Por amor a dios vístete!
-¿¡Porque no tocas y esperas a que responda!? Antes de entrar como si fuera tu propia habitación. Idiota –Murmure lo último poniéndome o más bien batallando con la bata, tirando luego el vestido a la cama tan frustrada.
-Mamá dice que bajes. –Comento volviendo a girarse tranquilo cuando no hubo más peligro visual. Vestía un traje hermoso, pero que no se lucia con la expresión de molestia que tenía. Intente explicarle la crisis de vestuario pero viéndolo reírse de mí aseguró que me complicaba por nada. Me ayudo a elegir al azar, justo como los niños cantando "De tín marín de do pingüé, cúcara, mácara, títere fue".
-¿Seguro? –Lo tome poniéndolo frente a mí, me mire en el espejo con dudas. Un hermoso vestido azul con detalles bordados en dorados por toda la parte superior, con un escote corazón un tanto pronunciado y con breteles que lo sostenían. Pero me quede pensando demasiado que su largo no me convencía.
-¡Solo póntelo y baja! –Suspiro cansado masajeándose las cienes- No sé porque de repente te preocupas por tal estupidez, es una cena y te la pasaras sentada. -Termino de decir cuando escuchó que lo llamaban desde las escaleras, aprovecho para escapar. ¿Tanto le costaba decir algo halagador? Un "se te vera bien o es lindo" bastaría, pero no, el es seco como desierto. Para los chicos es tan fácil, solo usan mismo traje para las distintas ocasiones.
Resople decidiendo que me lo pondría, confiando en el estúpido juego de mi hermano, aunque no sea la de mis amigas. Maldije interiormente cuando lo deslizaba por mi cuerpo y cerraba el cierre de atrás, ¿por qué no les pregunte a ellas? Ahora era tarde. Salí del cuarto sin mirarme y camine por el pasillo escuchando voces conocidas, entre la música que sonaba. Bajando la escalera un poco seria intentaba respirar profundamente así comenzar a unirme a la fiesta y esquivar los regaños de mi madre por tardar. Con la mirada buscaba a Tom, pero al final de la escalera solo era Wyatt quien esperaba que bajara.
-Mira quien decidió bajar. Estaba a punto de ir a buscarte si tardabas más. –Comento graciosamente Wyatt recargado en la baranda, con una sonrisa y llevando dos bebidas. Una me la tendió una para acompañarlo mientras se detuvo a ver lo que me había puesto sin decir nada.
-¿Es mucho? –Pregunte en voz baja ansiosa y preocupada, ante la negativa estaba dispuesta a correr arriba para ponerme otra cosa. Pero con una risa baja negó.
-Relájate, es perfecto. –Miro alrededor con una ceja arqueada pero sonriendo levemente, se acercó para decirme algo en voz baja- Es que, ahora entiendo el cambio de humor en Henry cuando bajó.
-Pero si lo eligió él mismo. –Murmure enojada frunciendo el ceño. Termine por suspirar resignándome a que Henry siempre sería así, porque era Henry.
-Si fuera por él, usarías túnica desde hace mucho. –Aseguro muy divertido bebiendo el primer sorbo de la copa que traía.
-Ni que fuera una monja- Respondí riéndonos de solo imaginarlo- Entonces, ¿quiénes vinieron? –Pregunte acompañándolo en beber mi copa de champaña, un clásico antes de las cenas que solían organizar.
- Averigüémoslo –Se despegó de la baranda e hizo un gesto para que lo siguiera hacia la sala.
Mi madre se había encargado de que la casa quedara perfecta eligiendo meticulosamente las flores para decorar los ambientes de la casa. En la sala estaban charlando Marcus nuestro tío por parte de mi padre, su esposa tía Linda entreteniendo junto a su pequeño sentado en el sofá aburrido y hambriento. Saludamos a todos cálidamente intercambiando algunas palabras. Pronto seguimos en la cocina, estaba mi madre dando indicaciones a dos personas que estaban contratadas, y mi prima Cosette la asistía, pero al verme se acercó a saludarnos.
Su nombre completo era Cosette Lund, hija de Marcus y Linda. Con sus diez y ocho años está en último año lista para graduarse. Se podría decir que es totalmente diferente a mí, su aspecto es delicado y angelical. Su pelo rubio largo, ojos celestes grandes, pacíficos, amables y muy expresivos, su nariz es pequeñita y respingada, sus labios finos y rosados que junto con su piel blanca daba un aura de muñeca. Su expresión cambiaba de una dulce a una feroz con facilidad. Como primas siempre fuimos unidas, pero para vernos debíamos esperar a los cumpleaños y los almuerzos en domingos. Aunque termino cuando crecimos y mis hermanos comenzaron la universidad, luego les seguí yo y ahora le tocara a ella. Pero ocasiones como estas, o cuando vengo a visitar a mis padres son las que aprovechamos para vernos.
-No entiendo aun ¿porque no puedo quedarme a dormir hoy? –Pregunto con cierta molestia tomándome de las manos frunciendo un poco el ceño – Convence a tu madre Alice. Tengo tanto que contarte, tú no regresaras pronto y no quiero hacerlo por llamada. No es lo mismo.
-Es que tenemos como invitado al profesor Thomas este fin de semana –Conteste con una pequeña mueca viéndola desanimarse, así que susurre solo para que nosotros escucháramos- Sabes como es mi madre con la atención a los invitados. -Aunque también quería que se quedara y contarle todo lo que me estaba pasando con el agasajado de esta noche. De repente se me ocurrió algo- ¿Y si te propongo que vengas a casa de viernes a domingo? el fin de semana completo.
-¿En serio? –Sonrió pensando un momento- Lo hablare con mis padres, pero eres tú, seguro aceptan.
-¿Y a mí, porque nunca me invitas? –Pregunto mi hermano fingiendo estar indignado al dar otro sorbo de su copa haciendo reír a Cosette.
-Déjame ver, te fuiste dos años. También porque solo tengo una cama y no entras en el sillón. –Asentí muy segura de aquello recordando como Tom durmió muy incómodamente.
Continuamos ahora entrando en el comedor principal. La mesa estaba puesta de una manera increíblemente formal con distintos cubiertos y la mejor vajilla, flores como centro de mesa y velas que luego encenderían. Pero había dos grupos separados, en uno cerca de la vinoteca hablando: mi padre, el profesor Thomas y Lidia la dueña del teatro. Y en el otro Henry con nuestros amigos, Benjamín y Lance. Wyatt decidió separarse para acercarse a ellos y saludar. Con Ben se dieron la mano y se palmeaban el hombro mostrando una amplia sonrisa, pero con Lance se abrazaron fuertemente, así comenzaron a hablar. Por otro lado mire hacia el grupo de mi padre acercándome.
-¿De que hablaban por aquí? Espero que no sea de mi desempeño en clase, o sentenciara mi regreso aquí Profesor Thomas –Bromee divertida haciéndome de un lugar entre mi padre y Tom.
-¡Hablando de la reina de roma! Te ves hermosa Alice. –Exclamo Lidia tomando mi mano cariñosa dejando un beso en mi mejilla. Le sonreí correspondiendo el gesto pero teniendo que agacharme por su baja estatura- ¿Qué opinan los dos caballeros presentes? –Miro a los dos hombres que hablaban con ella preguntándoles, mi padre asintió sonriendo paternalmente extendiéndome sus brazos.
-No hay día que una hija, no se vea preciosa a los ojos de su padre. –Comento haciendo que riera enternecida. Abrazándome por el hombro con calidez decidió ponerme al corriente- Hablábamos acerca del recorrido que hicieron y que cosas le gustaron más.
-Puede que en un futuro regrese para visitar y conocer el resto. Las vistas de Derwent Water fueron lo bastante interesantes como para convencerme a decidirlo, también las actividades que se pueden realizar. –Respondió formalmente a mi padre sonriéndole.
-Había mucho que ver en poco tiempo. Tuve que ser un poco selectiva. –Sonreí bebiendo de lo poco que quedaba en mi copa de champaña bajo la mirada de Thomas. Él disimuladamente aprovechó, que la atención de sus acompañantes se centraba en mí, para sonreírme y guiñarme un ojo a modo de cumplido no verbalizado en respuesta a como me veía. Lidia volvió su mirada hacia él en espera de una respuesta que nunca llegó.
-Como su profesor no es correcto que la alague. –Tan solo asintió un poco intentando parecer desinteresado sonriéndole cortésmente a la mujer. Pero esta no se rindió dándose por vencido – Bueno, en verdad lo está.
Con una risa suave agradecí los comentarios que recibía sintiendo a la vez una mirada intensa, la sensación que me daba hizo que comenzara a buscarla descubriendo que era Ben. Estaba mirándome fijo y serio, pero luego con una sonrisa continuo en su charla. Me disculpé por el momento comentando que debía terminar de saludar a los invitados y me retiré caminando hacia mis hermanos. Wyatt se hizo a un lado dejándome lugar.
-¿Que hace el grupo de cabezotas en una fiesta tan formal? Con esos trajes parecen muñequitos de torta, les tomaría una foto porque no se repetirá. –Comente intentando provocarlos mirándolos con mucha diversión para unirme a la charla. Ben con su sonrisa divertida hizo a un lado a Wyatt, que casi se le cae la copa por el empujón.
-¡Esta es una verdadera amiga! No como ese par de desgraciados, desaparecen por dos años y ni siquiera pueden llamar. –Comento soltando una risa abrazándome por el hombro para apegarme al costado de su cuerpo con mucha confianza.
-¡Es verdad! –Respondió Lance también haciendo a un lado de la misma manera a Henry, lo miro amenazadoramente para que no se volviera a atrever- Ella por lo menos cuando viene a visitar a sus padres, nos visitó también, pero ustedes no tienen cara.
-Henry, recuérdame ¿desde cuándo tenemos un par de novias en lugar de amigos? –Respondió Wyatt señalando al par a mi lado entre risas acompañado por Henry.
-¿Saben? –Comente rodeándolos por los hombros a nuestros amigos para darles apoyo a mis hermanos- Ustedes también tienen teléfonos por lo que su reclamo está mal. Y digo que aquí la única que se preocupa por ustedes, pares de bestias idiotas, soy yo.
-Eres parte de nuestro grupo. Media bestia y media idiota eres también. –Comento Wyatt haciéndome revolear los ojos con una risa sarcástica.
-¿Recuerdan las peleas que tenían con Henry? ¡Eran todo un espectáculo! Ni yo peleaba tan bien. Eras toda una aguerrida peleadora. –Agrego Lance recordando la infancia y salidas en los bosques cerca de casa- ¿Qué te paso? –se cruzó de brazos negando y chistando.
-Primero tú nunca peleabas Lance, te escondías detrás de Wyatt. –Hizo intento de defenderme y con una sonrisa divertida me miro atentamente respondiendo por mí- Londres, eso le pasó. –Hizo una pequeña pausa antes de continuar- Aunque entre nos Alice, yo no me quejo en absoluto del cambio. -Hice cara de molestia quitándome la mano de la cintura con un firme movimiento.
-Lo que haya pasado, es cosa mía. ¿Pero alguno quiere una demostración para asegurarles que sigo siendo la misma? –Me troné los dedos como hacía de pequeña entrecerrando los ojos- Puedo dárselas a cualquiera de ustedes aun usando un vestidito de fiesta.
-¡Eso si pagaría por verlo! –Comento Henry emocionado haciéndome reír un poco, pero claramente ganándose una mala mirada de Wyatt por incentivar aquello.
-Escuchen ustedes dos, ¿Qué hacen en esta cena? –Pregunte por lo bajo, realmente curiosa por ambas presencias. Ben y Lance miraron extrañados a mis hermanos con una sonrisa por no haberme dicho, más bien no tuvieron la oportunidad.
-¿No te alegra que viniéramos a alegrarte la velada, Alice? –Pregunto Lance tras beber un poco de su copa señalándose a ambos con ella.
-De hecho, hoy nos reunimos en la cervecería frente al parque y nos comentaron que tendrían una cena formal con tu ¿Profesor? –Ben me miro un poco extrañado por cómo se escuchaba eso, pero asentí indicando que estaba en lo correcto. Bebiendo de mi copa y mirando hacia atrás con disimulo me percaté de que Tom tenía un oído en nuestra conversación- ¡Entonces decidimos auto invitarnos, para salvarte de tal mortal aburrimiento con nuestra pintoresca presencia! –Respondió gesticulando egocéntrico y auto alabándose, pero ganándose un suave golpe para que se le bajaran los humos.
-¿Porque no ponemos nuestro propio festejo? –Hablo Wyatt extendiendo su brazo para que la copa quedara en el centro del grupo- Por el reencuentro de la pandilla.
-Eso me agrada –Respondió Henry acompañando con su copa a Wyatt. Uno a uno mostrando una sonrisa nos unimos en un brindis íntimo, hasta que la voz suave y femenina de mi madre llamó a todos los invitados para sentarse en los lugares que les gustaran.
Por el rabillo del ojo Tom estaba hablando con Lidia, pero vigilando donde me sentaría con disimulo. Antes de que diera un paso Ben me invito a sentarme a su lado, usando su sonrisa para convencerme y corrió la silla para que tomara asiento. Ignorando que estaba recibiendo una mirada atenta de Wyatt por la peculiar acción y dos hostiles por parte de Henry y Tom, quien hizo intento disimular. Éramos impares, por lo que mi padre se sentó en la punta de la mesa, a su izquierda estaban mi madre, Lidia, Tom, tía Linda, tío Marcus y su pequeño ansioso por comer al fin. A la derecha estábamos Wyatt, Ben, yo, Cosette, Lance y Henry.
Había servicio contratado por lo que llegaron tres meseros encargándose de servir el primero de los platos: pescado con vegetales asados y una ligera crema de leche por encima. Con un hambre que había ignorado sin darme cuenta, mire la pequeña porción tan decepcionada como mi primito.
-Dime que no es solo esto, o luego tendré una cita con la heladera –Dije en voz alta lo que pensaba haciendo reír a los que me rodeaban. Especialmente escuche la de Tom quien negaba un poco sonriendo.
-¡Alice! –Murmuro mi madre regañándome por una frase digna de mi primito, de hecho él ya estaba devorando la carne pero dejando los vegetales a un lado o dándoselos a su padre riéndose cómplices.
- Sabrine... –Tom habló a mi madre quien se giró con una leve sonrisa, yo también me gire para verlo bebiendo de su copa de vino y comentar con un tono divertido – Después del recorrido que tuvimos, cualquiera tendría hambre.
-Aun así creo que debería comportarse. –Me dio una última mirada retadora para que borrara mi sonrisa y se dispuso a comenzar a comer su plato.
-¿Pero qué dices mi amor? Que sea una cena formal no quita que estemos en familia, quienes no los son por lazo sanguíneo los conocemos desde niños. –Respondió mi padre con una sonrisa señalando a Ben y Lance quien dieron una amplia sonrisa dándole la razón- Los modales dejémoslo para quienes deben fingir ante los que no les caen bien. No creo que al Profesor Thomas le importe que ella diga algo así, de hecho se rio de ello. ¿No es así?
-Admito que también tengo tanta hambre, que me reí por compartir pensamientos. –Respondió asintiendo con diversión mientras Lidia le sonreía al ser testigo de que visitamos hasta su teatro- ¿Quién no se preocuparía? después del esfuerzo que puso la señorita Lund, en mostrarme los alrededores con tanto empeño una porción así no se esperaría.
-Me alegro que haya sido así. –Comento con alivio mi madre pero sonriéndome por respetar lo que había ordenado en la mañana, además de recibir un alago por ello. Que se le puede hacer ella es así.
-¿Empeño? Si no te interesa no te esfuerzas, Alice. –Ben se había acercado a mi oído para susurrar, reí girándome levemente susurrando la respuesta así los involucrados no se enteraran.
-Fue una orden por algo que pasó. ¿Recuerdas cuando nos castigaron junto con Henry para que no peleáramos? –Reí mirando a Tom de lado mientras Ben asentía conteniendo las ganas de reír- Fue algo parecido, mi relación con él no es de la mejor y mi madre me castigo por cierto enfrentamiento que tuvimos ayer. No se le ocurrió mejor idea que yo me encargara de mostrarle Keswick y Derwent Water.
-Ahora entiendo cuando los vimos en Parque Hope –Respondió con un tono de alivio en su voz mirando al profesor Thomas con curiosidad y recelo a la vez, pero en mi nació una pequeña inquietud, volvió a preguntar por lo bajo sonriendo cuando Tom dirigió su mirada efímeramente a nosotros– ¿Qué se debe su visita aquí?
-Larga historia. –Mire solo por un segundo a Tom nuevamente hablando con Lidia, acerca de las obras que habían presentado en el teatro y prometiéndole que en vacaciones podría ver la que preparaban. Termino su plato pero me dedico una mirada corta vigilando las acciones de Ben mientras terminaba de responder –La cena fue idea de mama, para agradecer algo que hizo...
-Cuéntame, vamos... –me toco un costado con su dedo haciéndome retorcer con una cosquilla sabiendo que me molestaba que hiciera eso. Se ganó un golpe por debajo de la mesa, pero al intentarlo me quede quieta escuchando un quejido por haber golpeado el pie equivocado. Me reí un poco por lo bajo cuando me miro desafiante pero despertó una idea en mi mente, hizo que sonriera de lado.
El segundo plato se había servido en poco tiempo, canelones de verduras. Mi primito comenzó a devorarlo tan rápido como yo. Solo que intentaba disfrazar mi desesperación moderando la velocidad, gracias a que mi atención estaba puesta en la travesura. Esperaba atenta a que Tom bebiera su vino comiendo y escuchando a Cosette, me contaba acerca de que esperaba hacer luego de su graduación. Justo cuando Tom extendió la mano a su copa, fue la señal que esperaba. Simulaba estar atenta a lo que decía mi prima, pero debajo de la mesa extendí mi pierna lentamente hasta alcanzar la de Tom, acariciando con suavidad desde su tobillo hacia la rodilla. Él se sobresaltó de repente y casi se atraganta con el vino preocupando tanto a Lidia como Marcus que se sentaban a su lado. Tras toser un poco aseguro que se encontraba bien limpiando lo poco que se escurrió de su boca, y claro cerrando sus ojos para tranquilizarse.
-¿Esta bien Profesor Thomas? ¿Necesita alguna cosa? –Pregunte con la misma preocupación que ambos a su lado, solo que un poco fingida, el sabiendo que fue aquello frunció el ceño y respondió formalmente asintiendo.
-Completamente, no hay de qué preocuparse. –Dejo la servilleta sobre la mesa a un lado del plato arqueando una ceja, apretó sus labios y sonriendo forzado tomó los cubiertos nuevamente- solo fue un pequeño accidente.
-Nos pasa a todos. –Respondí cordialmente y relajada volviendo a comer escuchando a lo que Cosette estaba diciéndome. Una de ellas era estudiar fotografía, sería en la misma universidad que yo entre. Nuevamente volví a mover mi pie acariciando ahora un poco más atrevido, desde la rodilla hacia el interior de su muslo insistente. Viéndolo comenzar a ponerse cada vez más incómodo, mirándome muy mal y moviendo su pierna para que dejara de hacerlo, pero continuaba.
-¿Alice? No te quiero asustar pero como que está mirándote muy mal. –Susurro a mi lado Cosette haciéndome reír, ya que no lo miraba directamente, si no que mi mirada se centraba en mi plato y en ella. Deje de hacerlo viéndolo respirar aliviado y profundamente escuchando a Lidia preguntar si se encontraba bien, respondió disfrazándolo diciendo que tal vez era débil al vino haciéndola reír.
-Se puede haber molestado por mi respuesta, no te preocupes, esa cara es la que siempre tiene puesta –Le sonreí con calidez a mi prima y volvió a retomar su relato.
Pasaron unos minutos más y los platos estaban vacíos, pero mi estómago aun pedía un poco más por lo que agradecida recibí el tercer plato: Lomo con papas grilladas en salsa de crema. Eso era comida verdadera, comencé a comer degustando la delicia que tenía frente mío atendiendo a las distintas charlas que se formaban al rededor. Le preguntaban a Tom acerca de su trabajo en la universidad, que al ser poco tiempo el que llevaba y el primer sitio donde se permitía tomar un puesto fijo, se había adaptado demasiado bien. Comenzó a hablar que comenzaba a ejercer oficialmente a partir de que fue contratado, pero, no tenía ganas de dejarlo en paz.
No espere demasiado cuando el pobre, se relajó totalmente asegurándose de que no haría nada. Pero comenzó el juego nuevamente. Mi pie rozo delicadamente su muslo interno, pero lo leve más allá rozando su entrepierna y haciendo algunas veces suavemente presión. Dirigiendo una mirada percibí como apretó el agarre de su tenedor y su respiración comenzó a profundizarse cerrando sus ojos. No paso mucho tiempo cuando se disculpó con mi tío, quien le hablaba muy interesado sobre la empresa que llevaba junto a mi padre. Se levantó rápidamente, dirigiéndome una mirada efímera y retadora, retirándose por unos minutos y llevando demasiada prisa al parecer.
-¿Qué le sucedió? –Pregunte a mi tío quien negó despreocupado alzando sus hombros desentendido de todo.
-No lo vi demasiado bien. –Respondió Lidia mientras comía un trocito de carne mojada en la salsa- Tal vez le cayó mal alguna cosa y necesito ir al baño.
-¿Alguien debería ir a ver si necesita de algo? –Pregunto la tía Linda preocupada por la rapidez con la que se fue dando pasos largos por la puerta.
-Si no baja en unos minutos... -Respondió mi padre con algo de gracia y lastima rezando que de verdad no le cayera algo mal al pobre hombre.
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No se pueden imaginar LA SEMANA QUE TUVE, de terror, para poder traerles este capitulo. ¡Pero todo lo bueno tiene que repetirse y decidí dividirlo en dos partes! Es bastante extensa la primer parte de por sí y la segunda se va a poner mejor. De repente tuve que ingresar muchos personajes, pero solo los de las fotos son importantes.
En la pandilla donde Alice se unió de chiquita, a demas de a Wyatt y Henry, tenemos a:
Sebastian Stan como Benjamin
Eddie Redmayne como Lance
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