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One

Pasado

—Jimin, cariño, apúrate. Nuestros amigos quieren conocerte —dijo mi papá con una sonrisa.

—Papá, no quiero verlos. Me da pena —respondí, sintiendo cómo mi corazón latía rápido.

—Vamos, pequeño. Ellos son los amigos más cercanos de tu padre y míos. Además, tienen un hijo con el que podrás jugar y ser su mejor amigo —me animó, acariciando mi cabello.

—Está bien, papá. Vamos —dije, tratando de ser valiente.

Al llegar, una señora omega se acercó rápidamente.

—¡Oh! Pero miren a esa preciosura. Seungmin, tu hijo es tan hermoso. ¡Mira esas mejillas tan redonditas! —exclamó, acercándose mucho.

Me di la vuelta, apoyando mi cabeza en el pecho de mi papá, asustado por cómo esa señora se acercaba tanto a mí. Sentí la mano de mi papá en mi espalda.

—Oh, pequeño, no quería asustarte. Mira, conoce a tu nuevo amigo, Yoongi. ¡Ven! —dijo, tratando de calmarme.

—Sí, mami —respondió Yoongi, corriendo hacia su mamá y abrazando sus piernas.

—Yoongi, mira, te presento a Jimin. Él será tu mejor amigo. Ahora vayan a jugar mientras los adultos hablamos —dijo su mamá con una sonrisa.

—Sí, mamá. Jimin, ¿quieres jugar conmigo? —preguntó Yoongi, con una mirada curiosa.

—Sí —dije tímidamente—. Ven, vamos a mi cuarto de juegos.

Jimin me llevó a su cuarto, que estaba lleno de colores y juguetes por todas partes.

—¡Guau, Jimin! Tienes muchos juguetes —dije, asombrado.

—Sí, mis papis me compran todo —respondió con orgullo.

—Qué genial. Yo casi no tengo juguetes porque siempre estoy grabando, así que no tengo tiempo de jugar —dijo Yoongi, con un tono triste.

—Lo siento, Yoongi, pero siempre puedes venir a jugar aquí, a mi casa —le ofrecí, queriendo animarlo.

—¿De verdad quieres ser mi amigo? —preguntó entusiasmado.

—Sí, seamos amigos por siempre.

—Entonces seremos mejores amigos de verdad para siempre. Jimin, seremos como hermanos.

—¡Sí, los mejores hermanos!

Presente

El tiempo pasó rápidamente. Yoongi ahora es un cantante, actor, modelo y compositor. Asiste a una de las mejores universidades y, aunque aún sigue siendo amigo de Jimin, ya no son tan cercanos. Yoongi es popular y Jimin es un nerd al que todos evitan.

—Jimin, ¿cuándo le dirás a Yoongi que estás perdidamente enamorado de él? —preguntó Jin, con una sonrisa traviesa.

—¿Qué dices, Jin? ¿Estás loco? Yoongi está enamorado de Taehyung. Yo no soy su tipo y, además, se avergüenza de hablar conmigo —respondió Jimin, sintiendo un nudo en el estómago.

—Pero es porque tú no le dices nada. Tal vez, si le confiesas lo que sientes...

—¿A quién le vas a confesar algo, Jimin? —interrumpió una voz familiar.

La sangre se me heló al escuchar y ver a Yoongi. Aunque quería responder con firmeza, empecé a tartamudear.

—¿Qué? ¿Yo? ¿Confesar? ¿A ti? No, a nadie. ¿Qué haces aquí? —dije, tratando de mantener la calma.

—Jimin, por favor, ayúdame. En serio, quiero que Tae acepte ser mi novio. ¿Puedes ayudarme? —pidió Yoongi, con una mirada suplicante.

—Sí, está bien. Te ayudaré —respondí, sintiendo cómo mi corazón se rompía un poco más.

—Pero, Jimin, ¿por qué...? —intentó decir Jin.

Le tapé la boca rápidamente.

—Sí, Yoongi, te ayudaré. Ya verás... —dije, forzando una sonrisa.

—¿Jimin, por qué lo ayudas? —preguntó Jin, una vez que Yoongi se alejó.

—Porque quiero que él sea feliz, aunque no sea conmigo —respondí, sintiendo una lágrima rodar por mi mejilla.

Dejé a Jin solo y fui con Tae, aunque sentía un gran pesar en el corazón. Cada paso que daba hacia él me hacía sentir más nervioso.

—Hola, Taehyung.

—¿Y tú quién eres?

—Perdón, yo soy Park Jimin —dije, tratando de mantener la calma.

—¿Y qué quieres?

—Mis padres harán una cena hoy y quería invitarte. Sé que eres modelo y mis padres tienen la mejor compañía. Además, también estará la familia Min.

—¿De verdad?

—Sí, por favor, asiste. Esta es mi dirección —dije, extendiendo una hoja con mi dirección, esperando que no notara el temblor en mi mano.

—Allí estaré.

Me fui y, después de terminar las clases, llegué a casa y empecé a arreglarme. Mientras me vestía, trataba de ocultar mi figura. Me daba mucha vergüenza que los demás me miraran, por eso evitaba la ropa ajustada. Sentía un nudo en el estómago al pensar en ver a Yoongi y Taehyung juntos.

—Cariño, ya llegaron los Min.

—Ya bajo, papá —dije, acomodando mi cabello. Bajé y allí, en la sala, estaba Yoongi con su cabello negro, haciendo pequeñas ondas, su linda sonrisa y sus ojos gatunos. Mi corazón latía con fuerza al verlo.

—Jimin, cariño, cada vez estás más guapo. ¿No hay ningún alfa que te interese? —preguntó la madre de Yoongi.

Sentí mucha vergüenza. ¿Cómo me preguntaba algo así? ¡Trágame tierra!

—No, no, tía Min. No me gusta nadie —respondí, sintiendo mis mejillas arder.

—¿Pero por qué? Mira, aquí tengo a Yoongi. Yo sería tan feliz si ustedes deciden ser algo más.

—Mamá, ¿qué dices? Jimin y yo jamás estaríamos juntos. Solo somos mejores amigos, casi como hermanos —dijo Yoongi, sin darse cuenta de cómo esas palabras me herían.

—Jimin, hay un chico llamado Taehyung que dice que es tu invitado —habló mi padre, curioso.

—Sí, papá, déjalo pasar, por favor.

—Buenas noches, yo soy Kim Taehyung.

—Tae, bienvenido —me acerqué a él—. Padres, tíos, disfruten. Yoongi, Tae y yo tenemos que hablar de la universidad.

—Siempre pensando en estudiar. ¿Por qué no disfrutas un poco, Jimin? —dijo mi padre.

—Luego lo haré, lo prometo —dije, tomando de la mano a Tae y a Yoongi—. Ven, vayamos a mi habitación.

Al llegar a mi habitación, solté la mano de ambos.

—Perdón que lo hiciera así, pero es que Tae, Yoongi tiene algo para decirte.

—Sí, Yoongi, dime.

—No pensé que Jimin lo haría así, pero... ¿te gustaría ser mi novio?

—¡Claro que sí!

—Este... yo estaré afuera para darles privacidad —dije, sintiendo cómo mi corazón se rompía un poco más.

—Gracias, Jimin —dijo Yoongi, sin notar el dolor en mis ojos.

Unas semanas después

—Jimin, ¿por qué Yoongi ya nunca nos habla? —preguntó Jin, con una mezcla de curiosidad y preocupación.

—Es que está pasando tiempo con su novio, Jin. Ya sabes, los chicos populares tienen muchas cosas que hacer —respondí, tratando de sonar despreocupado.

—Pero tú no eras "su mejor amigo" —dijo Jin, haciendo comillas con sus dedos.

—¿Por qué haces comillas con tus manos? Yoongi y yo somos amigos desde niños. Sus padres y los míos también —respondí, sintiendo una punzada de dolor.

—Jimin, tú no te has querido dar cuenta, pero Yoongi siempre te evitaba y solo te buscaba cuando te necesitaba. Incluso varias veces dijo que eres insoportable.

—No, eso no es cierto. Él no es así —dije, negando con la cabeza, aunque una duda comenzaba a formarse en mi corazón.

—OK, si es tu amigo como dices, ¡llámalo! —retó Jin, cruzando los brazos.

—No necesito hacer eso para demostrar mi amistad con Yoongi. Ahora te dejo; iré por unos libros —dije, tratando de mantener la compostura mientras me alejaba.

Empecé a caminar y, cuando estaba por cruzar el pasillo, escuché la voz de Tae y la de Yoongi. Me detuve, mi corazón latiendo con fuerza.

—¿De verdad crees que Jimin no se da cuenta? —escuché decir a Tae.

—No quiero herirlo más de lo necesario —respondió Yoongi, con un tono que nunca antes había escuchado en él.

—Es que no comprendo, ¿por qué aún no cortas esa amistad? —preguntó Tae, con una mezcla de frustración y curiosidad.

—Jimin no es ni siquiera mi amigo. Solo lo trato porque mis padres y los suyos tienen una gran amistad. La verdad, por Jimin solo siento lástima. Teniendo padres en el mundo de la moda, él es tan desaliñado y torpe. No creo que alguien sea capaz de fijarse en él, ni por querer hacerle el favor —respondió Yoongi, con una frialdad que me rompió el corazón.

Mi corazón se había roto por completo al escuchar eso. No podía creer que Yoongi pensara tantas cosas feas de mí. Las lágrimas no dejaban de resbalar por mis mejillas.

—Quiero que borres su número y nada de ir a visitarlo. Si no, lo nuestro se acaba. ¿Entendido? —dijo Tae con firmeza.

—Sí, mi amor. Y no te preocupes, para mí Jimin no es más que el mismo niño fastidioso que me molestaba. Es que hasta su voz... a veces se comporta como si fuese mi padre. No lo soporto. Lo peor es que, a pesar de que no le respondo, me manda esos mensajes diciendo: "Yoongi, espero que estés bien. Si necesitas algo, no dudes en pedirlo". A pesar de que no le respondo, él sigue insistiendo.

—De seguro él sí llegó a pensar que, como sus padres son amigos, tendrían algo.

—¡Huy, no! ¡Qué asco! ¡Jamás! —exclamó Yoongi con desdén.

Me di la vuelta en el mismo pasillo, sin querer escuchar más. Empecé a correr, llorando sin parar, y me fui a casa. Cada palabra que había escuchado me dolía como una puñalada. ¿Cómo podía Yoongi pensar así de mí? Sentía que mi mundo se desmoronaba.

—Jimin, qué bueno que viniste temprano —dijo mi padre, deteniéndome cuando estaba por subir las escaleras. Traté de ocultar mi tristeza.

—Sí, padre, salí antes.

—La madre de Yoongi me acaba de avisar que él irá a una gira de último momento y creo que, como somos casi familia, sería lindo despedirlo en el aeropuerto.

—Papá, vayan ustedes. Estoy cansado.

—Eso sí que no, Park Jimin. Ellos son nuestros amigos, casi familia. Debemos acompañar a Yoongi y desearle lo mejor. ¿O pasó algo?

—No, no pasó nada —suspiré pesadamente—. Está bien, vamos.

Subí al auto con mis padres. Realmente no deseaba ir al aeropuerto. ¿Por qué era necesaria mi presencia? Si solo sería un estorbo, una molestia en la vida de Yoongi.

Yoongi, cariño, tus tíos no tardan en llegar. Quieren despedirse de ti.

—Está bien, mamá.

—Jimin, apresúrate —decía mi padre, haciéndome caminar más rápido hasta que llegamos a donde estaban Yoongi y sus padres.

—Qué bueno que hemos llegado a tiempo. Queremos desearte un feliz viaje, ya que es la primera vez que viajas sin tus padres.

—Tíos Park, gracias por venir.

—¿Jimin, no piensas decirle nada a Yoongi?

—Feliz viaje, Yoongi.

—Gracias, Jimin —dije, extendiendo mis brazos para darle un abrazo, pero Jimin no solo no se me acercó, sino que se puso detrás de su padre alfa.

—¿Qué pasa, cariño? —preguntó mi padre al verme rechazar a Yoongi.

—Papá, ¿podemos irnos? Estoy cansado.

—¿Jimishi? —dijo la mamá de Yoongi, buscando saber qué me ocurría.

—No pasa nada, solo quiero irme.

—Es extraño para mí. Si ustedes son mejores amigos desde pequeños, ¿ocurrió algo?

—No, tía Min, todo está bien —dije, dándome la vuelta y empezando a caminar.

—¡Yoongi! —llamó mi padre para que fuese detrás de Jimin.

Rodé los ojos y fui tras él, tomando ligeramente su brazo.

—¡Hey, Jimin! ¿Todo bien?

—No me toques, por favor.

—¿Qué pasa? ¿No somos mejores amigos?

—No, no lo somos. Mis mejores amigos son Jungkook y Jin. Ahora solo haz como que nunca me conociste, aunque eso sí no se te complica.

—¿Tu molestia es porque soy novio de Tae? ¡Él tenía razón! ¡Tú gustas de mí!

—Adiós, Min —dije, sintiendo cómo mi corazón se rompía.

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