A decir verdad, Peter no tardó nada en buscar a MinHo.

Y a día de hoy, llevaban como tres semanas, casi un mes saliendo. Sí. Saliendo.

MinHo al principio tenía mala espina de no conocer su rostro, pero, todo eso se fue cuando logró conocerlo por dentro.

Le gustaba el baile, estudiaba danza, a la par que vocal, pero le interesaba más el rap.

No era del todo cercano a su familia, y de hecho, ellos eran los culpables de que se oculte.

Sacarle esa información no fue nada fácil, no le gustaba hablar de su rostro o algo que tenga que ver con el aspecto.

Honestamente fue muy díficil al principio, porque quería verlo, quería sentirlo y saber de él. Pero Peter no accedía a nada.

Sin embargo, de a poco comenzaba a abrirse y ahora, la confianza era irrompible. Es entonces, que entendía que ese tema era muy delicado para él.

Sus amigos lo encontraron algo muy tierno y una forma de recordarle que era el bebé de grupo, todo el tiempo, eso de tener novio.

YeJi lo trataba como uno más, y siempre amenazaba con eso de “la prueba”, que los mejores amigos hacen a los novios.

—¿Tienes libre hoy?— preguntó Peter, viendo cómo MinHo lo miraba tan bobo.

—Eh, sí, sí. Lo siento.

—Genial, te llevaré a algún lugar lindo— tomó su mano en la suya.

—Hola, Honni- ¡Peter! Pet, Peter Parker, Peters, ¿cómo estás?— YeJi tomó asiento con ellos.

—Es un honor que hayas dicho Peter Parker— sonrió el mismo.

—Seguro, Superman. Honnie, 3RACHA dará una sesión hoy por la tarde; ¿quieres ir?

—Oh, de hecho. Peter y yo íbamos, eh— rascó su nuca.

—¿Y si vamos los tres?— propuso el mismo—. Luego pasaremos tiempo juntos, ¿sí?

—... Está bien, iremos.

—Genial, le diré a RyuJin— YeJi se levantó, emocionada.

Ambos quedaron mirándose, con sus manos aún juntas.

A veces sus momentos eran así, callados, pero profundizando cualquier acción con sus miradas.

Parece que así se decían todo lo que sus corazones se guardaban para un momento más íntimo.

—Tus ojos son más que suficientes, ¿sabes?— dijo con algo de temor, de que Peter no se lo tome bien—. Y lo digo en serio. Contigo aprendo todos los días lo que en verdad significa congeniar con alguien; no se trata de lo de afuera, sino del interior de cada uno-

—¿Quieres hacerme llorar?— acarició una de sus mejillas—. Gracias, MinHo, algún día serás consciente de todo lo que causas en mí. Lo juro.

—Lo soy, sigues conmigo— suspiró acomodando su cabello.

—¿De qué hablas?

—Um... ¿Nunca te dije que eres mí primer nov- bueno, chico con el que verdaderamente salgo?

—No...

—Bueno, lo eres— vió la hora—. Tengo clase. Debo irme.

—Está bien, ¿te veo por la tarde?

—Claro— tomó una de sus manos y dejó un beso—. ¿Quieres conocer a 3RACHA luego de la sesión?

—Nada me haría más feliz— le sonrió.

—Tenemos que hablar— empujó la puerta, cerrándola con llave, mientras arrojaba la gorra y el cubrebocas.

—¿De que tú nombre falso es muy horrible?— preguntó ChangBin.

—Ya sé, ya sé— apuntó JeongIn—. Quiere contratarnos para su show de mentiras.

—Silencio los dos— Chan volteó en su silla—. ¿Qué necesitas, JiSung?

—Que no se metan entre MinHo y yo-

—¡Es nuestro amigo!— saltó JeongIn—. Y te quiere por como eres, por favor.

—Te apoyaremos, JiSung, siempre lo hicimos. Pero no vamos a formar parte de esa idiotez de ocultarte— ChangBin volvió a su laptop.

JiSung estaba parado, viendo a los tres chicos.

JeongIn estaba de acuerdo con ChangBin, y Chan parecía estarlo de igual forma, pero tenía esa mirada.

Esa mirada de pena.

Tomó sus cosas, para volver a tapar su rostro—. Suerte en su sesión.

Salió del cuarto, caminando lo más rápido que podía.

Sus lágrimas llegaban hasta su mentón, dejando ese rastro cristalino, que cada vez de veía más y más lleno.

Hubiera comenzado a correr, como hacía cuando era niño.

Correr ayudaba a su mente, muy poco, pero lo ayudaba.

Ahora no, nada le servía.

Los únicos que lo entendían perfectamente, y le dieron una pizca de confianza, ahora le daban la espalda

A no ser que “se muestre”.

¿Acaso no lo entendían? ¿No sabían el dolor que sentía, todas las veces que de veía en el espejo?

Sus ojos llorosos sólo le enseñaban la imagen borrosa de su madre; su hermosa madre, diciéndole que con su rostro podría ser el rey del mundo, pero con su mente, no llegaría ni a media escuela.

Su pecho dolía, y caminaba por la universidad que estaba prácticamente vacía, con todos esperando por 3RACHA

Y MinHo lo estaba esperando a él.

¿Y si tenía razón?

Pronto cumplirían un mes saliendo, y lo único que Honnie había visto de él, eran sus manos, a veces sus brazos, sus piernas y sus ojos.

Rió limpiando sus lágrimas. MinHo en serio lo quería.

Pero no podía, simplemente no podía arriesgarse a perder eso tan especial que tenía, con su horrible rostro.

La porquería con la que cargaría toda su vida.

YeJi era increíble actriz, fingía muy bien que jamás vió a I.N, CB97 y Spear.B tan cerca.

Pero de todas formas, la entendía; su música era una obra de arte imposible de no disfrutar.

Y la adoraba, era su mejor amiga.

Sólo que también le gustaría estar tomando la mano de Peter, y ver sus lindos ojitos, riendo.

No recibió un mensaje, ni lo volvió a ver por la mañana.

Pensar que podría estar sufriendo por la exposición pública, sus padres, su aspecto; le hacía sentir una persona creyendo que lo sanaba, pero sólo lo empeoraba más y más.

Chan lo miró desde el escenario, pudo leer en sus labios un “¿Estás bien?”, y no pudo mentir, negó lentamente, con una sonrisa cansada.

Anunció el primer descanso, y entonces se dirigió al backstage.

—¿Qué te borró esa sonrisita, Honnie?— preguntó secando algo de sudor de su frente.

—Es Peter. Tengo miedo de que esté mal por, bueno, ya sabes.

El rubio suspiró, obviamente estaba consciente de todo; muchísimo más que MinHo.

Y le daba esperanzas que lo único que no sabía de JiSung era su nombre y su rostro. El resto, era su historia cruda y real.

—Dale tiempo— fue lo que pudo decir—. Eres valiente por estar con él, y lo sabes; nadie dijo que iba a ser fácil, como en las películas de amor adolescente. Él tiene un trauma. Y ni tú ni nadie de aquí es psicólogo como para saber cómo tratarlo, así que, en estos casos, sólo lo apoyas, ¿de acuerdo?

—De acuerdo— asintió—. Gracias, Chan hyung.

—No hay de qué, Honnie— sonrió.

—Y le dije que soy heterosexual— contaba YeJi, del brazo de MinHo, comiendo sus dulces—. Lia se rió como nunca antes la escuché, lo juro. Y así es como mi crush literalmente, me descubrió.

—Suerte la tuya— rió.

—Ok, Superman te está esperando en la puerta. Es hora de que me vaya.

Superman era una sola persona, según YeJi. Y no era Clark Kent, era Peter.

Relamió sus labios al verlo, en serio tenía un muy buen ojo para vestirse. Y todo le quedaba bien.

—Hola, pequeñito— se levantó del escalón—. Lo sient-

—No te disculpes, no es necesario— se acercó, para sentirlo; su aroma, su calor, todo—. Está bien.

—No está bien— lo acercó para abrazarlo—. Debí decirte, aunque sea pude dejarte plantado de una manera decente, aunque esa sea la acción menos caballerosa.

—Eres increíble— rió.

—MinHo— se separó—. ¿Si pregunto algo, me responderías con la honestidad que se carga tu cuerpito?

—Seguro.

—¿Saldrías con alguien que no conoces su rostro?

—Ya lo hago— lo vió algo confundido—. Y con sus ojos me bastan.

—Oh... Entiendo. Ese chico tiene suerte. Te iba a pedir que sea mí novio.

El corazón de MinHo se sentía tan cálido, con Peter siendo dramático y romántico a la vez.

Y entonces cayó en cuenta, de que estaban dándole una forma a su relación; algo más verdadero, más serio.

—Acepto— dijo—. Si esa es la honestidad que querías.

Tal vez era lo único que veía, sí, y tal vez generó una obsesión por ellos debido a eso.

Pero el brillo que tenían sus ojos, era uno que nunca vió en él.

Si tan sólo pudiera ver su sonrisa, se sentiría completo.

Pero de alguna forma ya lo estaba.

—Bien... Debo darte algo, supongo.

Peter llevó uno de sus brazos a su gorra negra, y parecía cámara lenta cuando se la quitaba.

Su cabello era negro, eso ya lo sabía, pero se veía sedoso y estaba relavitamente largo; obviamente también sabía de su pequeño mullet, pero verlo sin nada encima, era mucho mejor.

—¿Qué tienes?— preguntó, comenzando a sentirse nervioso.

—Es que pensé que no podías ser más hermoso...— se acercó—. Y de verdad que lo eres.

Peter suspiró tranquilo, había salido bien.

Entonces siguió con su plan, y estando a centímetros, con sus manos acariciaba su rostro y rozaba su nariz con la suya.

MinHo tomó la mascarilla, pero Peter se alejó al instante.

—Lo siento, lo siento, pensé que-

—Cierra tus ojos.

—¿Qué?

—Ciérralos. Y podrás hacerlo.

Con la ilusión viva, MinHo cerró completamente sus ojos, mientras su ahora novio, tomó sus manos y las llevó de nuevo a la mascarilla.

La bajó no tan lento como hubiese querido, y sus dedos sintieron por primera vez, sus mejillas.

Su mandíbula, sus labios.

Todo era perfecto, tal como él se lo imaginó. Y no tenía un concepto de perfección, ni estereotipos, sólo era la primera palabra que se le ocurría al sentirlo.

Peter no resistió ni un minuto más, y atrapó los labios de MinHo con los suyos.

Y de nuevo venía esa palabra, perfecto.

Sus bocas parecían estar hechas las unas con las otras, moviéndose al compás de una canción que sólo existía en su mente.

Se escucharon voces, personas que seguramente salían de la sesión de 3RACHA, y Peter se alejó, por más que era lo que menos quería hacer, y cubrió su rostro.

Entonces MinHo sacó sus llaves del dormitorio y lo metió de un empujón.

Para nada dejaría de besarlo.

volví, luego de no sé cuántos meses en que esta historia estuviera en “próximamente”, por fin, voy a comenzar a adaptarla

nos vemos <3