Siete
Su corazón se aceleró cuando lo tomaron por la muñeca.
Una corriente eléctrica recorriendo todo su cuerpo. Y antes de que pudiera pensarlo, sus labios hicieron contacto con los ajenos.
Se dejó ir. Ni siquiera intentó evitarlo. Pero le dolía, le dolía a morir.
— ¡¿Jungkook?! — Jimin se levantó del asiento, pero se quedó quieto, sin saber qué hacer.
— ¡Hijo de puta! ¡¿Cómo te atreves?! — Yoongi llegó, empujandolo contra la mesa, separandolo de Kim. — ¡Asqueroso cochino aprovechado! — empuñó hacia él, mas Jimin se metió en medio.
— ¡Por favor, no, por favor. No sé qué le pasó! — Yoongi se detuvo y él miró a su hermano, su pecho subía y bajaba agitado. En su mirada se veía que ni él sabía por qué había hecho lo que acababa de hacer. — ¿Jungkook?
— ¿Jungkook? — preguntó Min, desviando rápidamente su mirada hacia atrás, donde estaba Taehyung, también agitado y confundido. — Y una mierda... — Sin más, el rubio rompió en llanto y se echó a correr fuera de ahí. — ¡Taehyung! — Yoongi corriendo tras él.
— ¡Qué no se vaya! — Jungkook se enderezó, tratando de ir hacia ellos.
— ¡¿Qué haces?! Ya no cometas locuras — su hermano lo retuvo.
— Ustedes dos — un encargado se acercó — Retirense ahora mismo de aquí.
Jimin miró a su alrededor. Habían llamado la atención de todos y provocado un desastre en las mesas. Soltó al menor, que salió corriendo hacia afuera, y sacó su billetera —Permitame pagar.
— No se moleste, váyase y no vuelvan nunca más.
Aún así, Jimin dejó dinero en la mesa y salió del lugar.
— ¿Jungkook? — El menor miraba hacia ambos lados de la calle con desesperación.
— ¿A dónde fue? ¿A dónde fue?
— Hermano, ¿qué mierda fue todo eso? — lo tomó por los hombros, dándolo vuelta. — Hiciste una cagada enorme. — se molestó.
Jungkook lo miró con extrañeza — ¿Perdón? — volvió a mirar a su alrededor — Tengo que encontrarlo, Jimin, no puedo dejar que se vaya.
— Calmate, estúpido. Simplemente vayamos a esperarlo a su casa.
ㅡ♥️ㅡ
ㅡ ¡Taehyung!
Yoongi al fin pudo alcanzarlo cuando Taehyung cayó de rodillas al suelo para seguir llorando.
Lo sujetó y movió a un costado para que no interrumpiera el paso.
Taehyung se aferró a él.
— Bro, ¿qué mierda te pasa? — lo abrazó.
— Es él, Yoongi, es él... — lloró.
Yoongi apretó sus ojos y miró al cielo. Ni de broma, no era él, no era él, no era él, no era él, no podía ser. — No, no. Imposible.
— Es Jungkook...
— Imposible, ese Jungkook murió.
— Es Jungkook y sabe que soy Taehyung...
Min lo apretó — No eres ese Taehyung.
El rubio se separó y lo miró a los ojos — Es él, y ahora está buscándome... — esnifó — Él sabe que soy ese Taehyung y está buscándome...
— Dejemos que te encuentre y terminemos con este absurdo. — resolvió, ya cansado.
— Pero tengo miedo de lo que pueda suceder...
— No es cierto, Taehyung nunca tuvo miedo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro