Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Extra Pt. 1

Frustración, eso era lo que sentía mientras su padre le hablaba de la pretendiente que tenía para él.

—... Es una buena chica, te va a encantar. A demás, su familia es dueña de una de las empresas más grandes de Busan, en cuanto se casen, podremos fusionar nuestras compañías y-

— ¿Casarnos? — interrumpió — ¿Quién habló de casarse? — dejó los palillos en la mesa y miró a su madre, ésta bajó la mirada.

— Jungkook, esta es una buena oportunidad para crecer. Si nos quedamos estancados en Daegu, nunca podremos explorar más allá de nuestros parámetros.

— Nuestro negocio va bien, ¿de qué hablas? La ambision que tú tienes no nos llevará a ningún lado. Y de todas formas, ¿qué tiene que ver Jung Eunha con esto?

— Ya te dije que quiero que ambas empresas se fusionen. El alcance que tendríamos-

— Padre — soltó una risa — Aún no entiendo qué tiene que ver, haz los negocios con el ceo de la empresa Jung y ya está.

El hombre endureció su rostro — Ya lo hablé con él, pero busca que su única heredera asegure una buena familia... — tamboreó los dedos — Le hablé de ti y de el gran aporte que tuviste con respecto al crecimiento de nuestra empresa, él creyó que lo mejor sería unir a las familias.

Jungkook quedó un momento mirándolo con grandes ojos — Esto tiene que ser una broma...

— No lo es. — dijo ya sin querer seguir con la discusión — Por lo menos pon un poco de tu parte y conocela, por dios. Es obvio que necesitas acercarte más a las chicas, tus comportamientos son muy raros y ya es hora de que tengas compañía correspondiente.

Suspiró cansado, era ridículo. Ellos estaban bien, ¿cuál era la maldita necesidad de atarlo a una mujer?

[…]

Wah, su risa era insoportable, ¿esta chica no tenía algo más interesante para hablar que de ropa y moda?
Cada vez que se reunían, era lo mismo.

— ¿Y qué tal tú, Jungkook?

Alzó una ceja — ¿Qué tal de qué? — bebió de su copa, esa fiesta era tan ruidosa. Prefería estar rodeado de papeles en su silenciosa oficina a tener que estar aguantando a tanto hipócrita. Esos viejos empresarios y de alto porte sólo estaban ahí, viendo qué cosa se podían sacar entre ellos. Realmente odioso.

— ¿No estabas escuchandome? — puchereó ella.

— Sí, pero realmente es muy poco interesante — respondió sin importancia.

Eunha frunció el ceño — Siempre eres tan sincero — se alzó de hombros — Supongo que así es como un hombre de verdad debe ser — sonrió — Aunque deberías tener más cuidado con ese tacto, alguien se podría ofender.

— Si alguien se ofende al oír la verdad del otro, entonces no está preparado para este mundo.

— Siendo así, te diré mi verdad también. Estoy contenta con esta unión que planean nuestros padres  — los señaló — Y sabes bien que se dará, ambas empresas necesitan crecer y para eso deben unirse. Eres un hombre agradable e inteligente, muy buen mozo. Pero debes saber también que no estaré de acuerdo en que siempre estés tratandome de ese modo, deberías endulzar tus palabras cuando se trata de mi.

— Dices que estás dispuesta a esta unión y que te agrado — al fin quitó su vista de la gente y la miró — Entonces has de saber que es así como soy y así seré siempre. — volvió su vista a la gente — No estás hecha para el agua si no te quiere mojar.

— ¿Así que eres agua? Ten cuidado, Jungkook — sonrió y se acercó para susurrarle — Yo soy un fuego abrazador. — se alejó, caminando hacia la multitud.

[…]

— ¡Jungkook! ¡Eres excelente! — su padre entró sin golpear a la oficina.

— Lo sé, pero, ¿por qué lo dices?

— No sé qué hiciste, pero le agradaste mucho a Eunha. Su padre me comunicó que ella está esperando que le propongas matrimonio.

— ¿Perdón? — soltó una risa seca — Yo nunca dije-

— ¡Jungkook! — golpeó el escritorio — por favor, ya es hora de que te cases, de formar familia, de darme nietos. Tu vida puede acabar en un instante, cuando menos lo pienses.

— Padre, Eunha apenas tiene diecinueve años. Es joven, es tonta-

— Jungkook...

— Me refiero a que es inocente, una ingenua... — suspiró — ¿Ella realmente quiere casarse con un hombre de 27 años o es por complacer a su padre?

— Ella realmente lo quiere. Pero si es por complacer a su padre, Jung ha de haber criado a una buena hija, ¿qué es lo que habré hecho yo? — se alejó.

— No — Jungkook se levantó de su silla, provocando un chirrido que hizo voltear a su padre — No digas eso, no lo permitiré — lo señaló — soy un buen hijo. He dado todo por esta familia y esta empresa, mi juventud entera se ha ido en esto y todo porque no quedemos en la ruina y nuestro nombre esté en lo alto. Aún trabajo en ello, aún estoy con mi mente en ello. ¿Cómo puedes insinuar que soy mal hijo?

— ¿Quieres que la empresa crezca? — preguntó, ignorando el dolor con el que su hijo lo miraba.

— Quiero hacerlo por mis propios medios. Con los años, llegaremos más alto, sólo debes esperar...

— De este modo será más fácil y rápido... Jungkook, yo no sé si estaré para ver nuestro nombre en alto del modo en que tú quieres llevar las cosas. — se acercó y apoyó su mano en el hombro del menor — Se un buen hijo y complace a tu padre. — sonrió, ahora sí alejándose para salir del lugar.

Jungkook volvió a sentarse. Pasó su mano por sus cabellos. Era un hecho que su padre estaba enfermo y no sabía bien cuánto tiempo le quedaba, pero ¿usar eso para obligarlo a atar su vida?

Tenía que pensarlo.

[…]

Viajar en su auto siempre le despejaba la mente, eso era algo que necesitaba ahora mismo.

¿Qué haría?
Todos esperaban el sí, él era el único que quería el no.

No supo cuánto llevaba andando, ni tampoco sabía dónde estaba.
Desaceleró un poco para espiar el paisaje y ver si notaba algo que le diera una idea.

Era un camino de tierra y el pastizal se alzaba a sus costados, eso sólo le decía que se había alejado lo suficiente de la ciudad como para terminar en un campo.

— Mierda... — más adelante, logró ver un tipo de puesto. Se acercó y bajó aún más la velocidad.
El puesto exhibía varias frutas y pasteles caseros, también mermeladas y refrigerios, pero sólo estaba eso — Con un demonio, no hay nadie.

— De hecho...

— ¡Ah! — pegó un salto en su asiento y vio por la ventanilla del acompañante. Un joven con sombrero de paja se apollaba en el marco de la ventanilla y miraba hacia adentro. — ¿Quieres matarme de un susto?

— Claro que no, un cliente muerto no es buen negocio. — rodeó el auto hasta llegar al puesto, justo del lado de Jungkook.

— No soy un cliente. A decir verdad, me perdí, ¿podrías decirme cómo volver a la ciudad?

— Claro que puedo — sonrió, yendo hasta un estante, donde empezó a acomodar otras cosas, mientras canturriaba.

— ¿Y bien? — preguntó Jungkook.

El joven volteó — ¿Y bien qué?

— ¿Me vas a decir?

— ¡Claro! Pero primero debes comprarme algo — sonrió inocentemente.

— ¿Me estás chantajeando? — preguntó con gracia.

— Estoy haciendo que tu viaje no sea en vano — sostuvo una tarta y se la mostró — Llevate algo de esto, vamos. Yo mismo las hago.

Jungkook rodó los ojos y aceptó — Está bien, dámela, ¿cuánto es?

El granjero se la extendió — Qué fácil y sólo tuve que decir que yo la preparé — el pelinegro negó con una sonrisa. Este chico era todo un tema — Son 20.

— ¡¿Por una tarta?!

— Normalmente salen 5, pero tú te ves muy bien económicamente, a demás, mis manos son mágicas, en cuanto la comas, verás las mismísimas estrellas.

— Eres el peor comerciante con el que me he cruzado — Aún así, sacó el billete y se lo extendió.

— Soy un estratega, dame crédito — sonrió, tomando el dinero.
Jungkook soltó una risa, este chico bribón era bastante desestresante.

— Okey, estratega, ¿cómo vuelvo a la ciudad?

— Pues, yendo por donde viniste, ¿no se te ocurrió?

— Qué gracioso. No veía por dónde venía, ¿sí? Acabé aquí por distraído, no porque quisiera.

— Ya veo... ¿Y que te tiene tan distraído?

— Venía... Pensando en cosas... — pronunció bajando el tono de voz a medida que terminaba la frase.

— ¿Pensando en qué? ¿Puedo saber? — Jungkook lo miró, ¿qué tanto tenía que cureosear?

De todas formas contestó — Será una decisión importante para mi futuro.

— ¿No son todas las decisiones importantes para el futuro?

— Tal vez...

— Justo cómo ahora, ¿seguirás tu camino o bajaras de tu auto para quedarte a charlar conmigo? Quizás y le encontramos alguna solución. O podemos hablar de lo que sea si lo que no quieres es tocar el tema. Sé de un amigo que compró una buena tarta y podríamos compartirla. — sonrió mostrando sus dientes. Jungkook se lo quedó viendo un momento, no era que el chico fuera curioso, simplemente quería ayudarlo a despejar su mente.

Sin pensarlo, bajó.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro