I'm a hero
*Sacandole el polvo al fic*
¡Muy buenas hermosuras~! ¿Qué tal estáis?
Me aparezco por aquí después de siglos atrás y luego de varias amenazas de muerte(?) oksha xD
Bueno, nunca dejo una historia de mi amada pareja sin terminar, y debo decir que este fic que dio problemas en cuanto a la inspiración, poder hacer que la situación de la película cuadrara con los personajes fue difícil más por el tema del omegaverse del cual amo leer pero escribir... No tanto supongo...
Sin embargo, le yo siempre siento luchona en la vida, consiguió terminar el fic.
Debo advertir que hay muchas cosas que pueden parecer raras, sobretodo por el hecho que jugué un buen con el tema del omegaverse inventando varias cosillas que pueden cambiar sus expectativas sobre esta temática(?) y que agregue muchas cosas que no van en la película, intente mantener algunos diálogos pero de igual forma cambie y agregue algunas cosas (Sobre todo la interacción entre Bucky y Tony, lo que no tuvieron Shang y Mulan en la película) y además de eso ehhmm, el OOC que hay? Sobretodo en Howard :v
Ya saben, este fic no fue revisado por un beta so... Posibles errores ortográficos por doquier... *suspiro de resignación*
Bueno, sin más que decir os dejo con la historia.
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Capitulo IV
I'm a hero.
Tony seguía en la fría nieve sentado, recostaba en su fiel yegua Friday, Jarvis y Dum-E, se encontraban intentando crear una fogata para mantenerlos en calor.
Tony miraba a sus amigos y una pequeña sonrisa surco sus labios, ellos eran todo lo que le quedaba y aun se preocupaban por él, pero de repente la realidad lo golpeo, tenía que volver, volver a su pueblo, donde solo llevaría más deshonor a su familia. Su tan brillante plan lo había destruido.
En ese momento sitio un escalofrió más fuerte que los anteriores, era raro, pero bueno, tenía un buen rato en la nieve con solo una manta gruesa y el calor que le proporcionaba Friday, pero ese escalofrió no tenía tanto que ver con el frio.
Oh no...
Su celo.
Tony enseguida busco en la bolsa que aun cargaba Friday con sus pertenencias, empezó a buscar frenéticamente sus supresores.
Jarvis y Dum-E le miraron con curiosidad.
– ¿Que estás buscando? –pregunto el guardián.
– Mis supresores –dijo mientras seguía buscando –Entre todo esto olvide lo próximo que estaba la fecha de mi celo, y el frío no ayuda tampoco a mantenerlo a raya -dijo aun buscando hasta que lo consiguió – ¡Ajá!
Tony encontró la pequeña bolsa donde estaban guardados sus supresores, eran pequeñas bolsas de té que contenían hiervas que lograba que su inhibir su celo y así no fuera tan fuerte al punto de perder la racionalidad también ayudaban a medio ocultar el fuerte olor que reproducía un fértil omega en celo.
– Maldición –musito molesto – No tengo suficientes... –dijo con pesar.
– ¿No empacaste suficiente? –pregunto Jarvis incrédulo.
– No creí que esta farsa tardaría tanto –dijo molesto consigo mismo por no haberlo pensado todo.
– Esto es un problema grave –dijo el guardián preocupado.
– No tanto, apenas es el pre-celo, estaré bien, el celo real llega en una semana y para ese tiempo estaré en casa –dijo Tony un poco deprimido al mencionar su casa.
– Algo me dice que esto puede salir mal –comento el dragón.
– ¿En serio Jarvis? Todo salió mal, tan solo ¡Mira donde estamos ahora! Es mi culpa, fui un idiota, y esto solo lo demuestra más –dijo el omega deprimido.
Dum-E chillo en desacuerdo.
– Dum-E tiene razón, no seas tan duro contigo mismo –intento alentar Jarvis.
– Honestamente Jar, ya nada podría estar peor –dijo con un suspiro.
En ese momento empezaron a escuchar ruidos extraños, hasta que se escuchó un grito tenebroso, Tony se levantó asomándose por el borde de la colina donde estaba, mirando el antiguo campo de batalla donde había provocado aquella avalancha que dio victoria al reino de Shield.
Entre la nieve empezaron a surgir unos pocos soldado de Hydra que antes creía haber acabado, los ojos del castaño no daban crédito a lo que veía, resurgían de la nieve como muertos vivientes, y luego lo peor.
Alexander Pierce, su líder, seguía vivo.
Tony se ocultó más en la colina mientras seguía observando aquella escena, contó rápidamente, eran exactamente cinco soldados quienes resurgían de la nieve.
– Hay una razón por la que esa frase no se puede usar –susurro Jarvis mirando a su protegido con ironía.
– Ok, me retracto, esto si puede empeorar –dijo Tony mordiéndose el labio.
– Es mejor que vayas preparando tu té buscamos algunas hierbas más fuertes que bloqueen el olor y luego nos largamos de aquí –dijo Jarvis.
– Sí, tenemos que ir a avisarle a Bucky –dijo Tony empezando a preparar todo.
– Señor ¿Vio a esos soldados? Brotaron de la nieve –dijo Jarvis mostrándose angustiado –Como margaritas.
– Jarvis -dijo Tony viendo al guardián – ¿Estás conmigo en esto?
– Para usted, siempre –dijo Jarvis con una sonrisa orgullosa, su protegido iba por buen camino, iba a lograr grandes cosas.
– Entonces vamos
– Recuerde buscar las hierbas adicionales en el camino –recordó Jarvis
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Había una gran fiesta de celebración en la Capital del Reino de Shield, todos los ciudadanos estaban reunidos para recibir con fiestas y alabanzas a los guerreros que defendieron el reino arriesgando incluso su propia vida.
Habían luces y música, espectáculos alegóricos en honor a los héroes de Shield.
El Director se encontraba en la entrada de su palacio esperando el desfile donde iban cabalgando los valientes defensores de Shield.
Pero aquel desfile donde estaban los guerreros... No era tan feliz como suponían... Empezando por el nuevo Capitán.
Bucky no sabía que hacia ahí, es decir, sabia el por qué, pero no quería estar ahí, se sentía mal, su corazón se sentía pesado y vacío, le faltaba algo y él sabía que era, pero no lo quería admitir...
Su Antoshka... No... Tony...
Aquel omega que se hizo pasar por alfa y le había engañado, pero además de eso, había salvado su vida y robado su corazón.
¿Cómo una persona podía hacerse un espacio en su corazón y no salirse de ahí en tan poco tiempo?
Bucky no lo sabía, solo le hubiera gustado conocer a Tony en otro momento, en otro lugar y en circunstancias distintas... Tal vez hubieran tenido la oportunidad de ser felices...
Pero... ¿Y si era cosa del destino que se conocieran así?
Aunque... De igual forma le había engañado con su condición biológica, quien sabe con qué más...
Pero... ¿Y si realmente él fue sincero con sus palabras y se mostró como era y su único pecado fue mentir sobre que el realidad era un omega?
Habían tantas dudas en la mente del alfa, no sabía que pensar, que creer, si lo que vio en Antoshka era real, era Tony o si también eso era una falsa...
Los demás alfas del grupo tampoco se hallaban de un ánimo de júbilo, sobre todo los tres alfas que se habían hecho amigos de Tony, se sentían triste por lo ocurrido, Natasha intentaba ser fría con la situación, intentaba convencerse de que estaba bien lo que habían hecho, era lo lógico para un omega, y tenía suerte que no procedieran con la ley... Pero aún tenía esa espina en su corazón, se había involucrado mucho con él emocionalmente, lo consideraba su amigo, se sentía mal por dejarlo en la nieve a su suerte... Rhodey por su parte se sentía pésimo, era aquel sentimiento de haber dejado a tu hermano en la fría nieve, solo, todo por haber cometido un simple error, Rhodey entendía las razones de Tony para mentir, la sociedad menospreciaba a los omegas demasiado, y Tony demostró que siendo omega podía enfrentar a un ejército, a su juicio, Tony debió estar ahí con ellos... Clint sentía que todo estaba mal, que ese desfile estaba incompleto, faltaba la persona que les ayudo a derrotar a Hydra, pero no, por simplemente ser un omega estaba prohibido, gracias a Tony se dio cuenta de lo podrida que estaba la ley para cada especie...
En otra parte Tony se encontraba cabalgando entre los ciudadanos de Shield intentando buscar ayuda, lamentablemente para él, por estar en pre-celo su olor no podía ser oculto tan fácilmente, por más hierbas que bebiera, así que las personas del pueblo le rechazaban o miraban raro, hasta hubieron alfas que intentaron insinuársele, Tony se alejó rápidamente de esos resistiendo las ganas de golpearlos, pero lo que más frustraba a Tony, era que ninguno le creía cuando decía que Hydra seguía de pie, sobretodo su jefe, y que se dirigían hasta acá.
Fue hasta que vio aquel desfile de héroes y carrozas alegóricas, y Bucky estaba al frente, con su grupo, era una oportunidad perfecta para advertirles.
– ¡Bucky! –grito Tony mientras cabalgaba acercándose al soldado.
– ¿Tony? ¿Qué haces aquí? –dijo el alfa confundido, no se suponía que volvería a ver a aquel omega, por lo menos no en un tiempo.
De repente lo noto, un olor sutil que iba cobrando fuerza, dulce y atractivo, el olor de un fértil omega entrando en celo.
Y solo había una explicación para que tal atractivo olor lo pudiera percibir con tal fuerza.
Tony estaba por entrar en celo.
Sería la perdición en él...
– Tengo que advertirte –dijo Tony agitado –los soldados de Hydra está a salvo y están aquí en la ciudad
– No puedes estar aquí, Tony -dijo Bucky sin prestarle real atención a sus palabras, más preocupado por la condición en la que se encontraba –Vuelve a casa, inmediatamente, no deberías estar aquí y menos a pocos días de "eso"
– Solo escúchame Bucky, yo los vi en las montañas, tienes que creerme – dijo el omega suplicante
Bucky frunció el ceño ante eso.
– ¿Por qué he de creerte? – dijo el alfa, un poco resentido.
Tony entrecerró los ojos, mirándole dolido y ofendido, cabalgo hasta poner su yegua frente al caballo de Barnes
– ¿Por qué otra razón regresaría? – Dijo con una mirada desafiante – Dijiste que confiabas en Antoshka, ¿Por qué Tony es diferente?
Bucky le miro perplejo unos instantes, hasta que aquella fría mirada regreso, no tenía respuestas para eso, tenía una batalla interna desde que habían dejado al omega en las montañas, el verlo otra vez y esa pregunta hizo que aquella batalla entre su corazón y la razón tomara mayor auge, tantas emociones le hacía sentir aquel omega...
Le esquivo con su caballo y siguió su camino intentando ignorar aquel dolor sordo en su pecho.
Tony no podía creerlo, tenía unas ganas increíbles de golpear a Barnes en ese momento, pero eso no resolvería nada, tenía el tiempo en su contra y tenía que hallar una forma de que le creyeran y poner en alerta toda la ciudad.
Tony vio a su trío de amigos y les dio una advertencia justa, pues él sabía que habían escuchado parte de la conversación con su superior.
– Mantengan los ojos abiertos –dijo el omega –Sé que están por aquí –finalizo para luego conducir a su yegua a otro lugar cerca.
Los fuegos artificiales resonaban e iluminaban el cielo nocturno en un hermoso espectáculo de luces del cual Tony no presto mínima atención, tenía que estar alerta, necesitaba buscar ayuda. Luego de un rato se dio cuenta que haría mejor buscando a pie, puesto que la gran multitud de personas no le dejaban pasar a caballo, bajo de Friday.
– ¿A dónde vas? – Pregunto Jarvis
– A buscar a alguien que me crea –contesto para luego adentrarse entre el mar de personas.
Aquella ceremonia de bienvenida continúo con total normalidad, hasta que estuvieron frente al Director.
Coulson, el consejero real, le entrego a Barnes la espada que fue propiedad de Pierce, lograron rescatarla para así demostrar la victoria contra Hydra.
El Director Fury empezó su discurso entonces.
– Súbditos, me complace anunciar hoy que el cielo le ha sonreído a nuestro gran imperio, Shield dormirá tranquilo esta noche, gracias a la valentía de nuestros guerreros
– Señor –hablo Barnes inclinándose con respeto mostrando la espada en sus manos –Presento ante usted la espada de Alexander Pierce
– Se lo que representa para usted, Capitán Barnes –dijo el director Fury con solemnidad sosteniendo la espada – Sé que Rogers hubiera estado muy orgulloso de usted.
Bucky sintió de repente el peso del escudo que portaba en su espalda, aquel que era de su mejor amigo, realmente esperaba que Stevie estuviera orgulloso de él.
En ese momento, de repente una risa se escuchó en lo alto del palacio, había una persona oculta entre las sombras y cuando salió a la luz, todo el pueblo grito en temor.
Bucky gruño y cuando saco su espada dispuesto a luchar, otros soldados de Hydra surgieron desde la carroza que se encontraba detrás de él.
Intento defender al Director, pero lo superaban en número, así que fácilmente le dejaron derrumbado mientras se llevaban al Director y la espada de su jefe.
– ¡No! –grito Barnes reincorporándose y corriendo hacia las puerta del palacio.
– ¡Vamos! –grito Natasha sacando su espada y dirigiendo al resto del grupo hacia el palacio siguiendo a su Capitán.
Pero fue muy tarde, ya que cuando se acercaron a las puertas, ya los soldados de Hydra las habían sellado.
Barnes maldijo a su suerte.
Y el maldito de Pierce se reía desde lo más alto del palacio con burla.
Rápidamente, Barnes le indico a sus soldados a derribar la puerta con ayuda de una de las esculturas que decoraba la entrada al palacio, los soldados procedieron a hacer lo que se les ordenaba y haciendo alarde de su fuerza alfa, cargaron aquella estatua intentando derribar la puerta.
Tony se acercó y al ver como intentaban entrar se dio cuenta que no les daría tiempo para llegar al Director, pero... Había otra forma.
Se acercó más y con un fuerte silbido llamo la atención de los alfas.
– Soldados –dijo Tony – Tengo una idea –continuo sonriendo brevemente y luego corrió hacia otra dirección.
Los alfas se miraron entre sí, Natasha, Clint y Rhodey vieron el camino que tomo Tony y luego miraron a su superior, se miraron entre si y luego como por acuerdo tácito, soltaron aquella escultura y siguieron el mismo camino que Tony.
Bucky se quedó en su lugar un poco impresionado, luego vio el camino por donde se habían ido sus soldados y suspiro pesadamente, esperaba no arrepentirse de esto...
El plan de Tony era ingenioso, pero complicado, mas sin embargo, Tony era un genio, y los demás alfas sabrían que funcionaria.
Consistía en ellos, como alfas, fingir ser omegas.
Gracias al té de hierbas que tenía Tony para ocultar su olor, fue posible ocultar el olor a alfa, por lo menos el tiempo suficiente para ellos actuar.
Encontraron algunas túnicas ceremoniales de omega y con un poco de maquillaje, los tres alfas ya no parecían alfas, sino omegas... Aunque un poco raros...
Luego de Tony revisar bien su trabajo sonrió orgulloso a sus amigos, luego se acercaron a las columnas del palacio y sacando cada uno un listón de sus ropas se prepararon para escalar la columna, tal cual Tony lo hizo aquel amanecer en el campamento.
Tony se preparó para escalar cuando de repente sintió un toque en el hombro, el castaño giro su cabeza a la izquierda a ver quién era y grata fue su sorpresa al ver a Barnes, dándole una de sus sonrisas coquetas que Tony amaba, Barnes se quitó la capa que cargaba y la paso alrededor del muro, como los demás, Tony sonrió, ahora si estaban completos.
Escalaron aquella columna con rapidez, el tiempo corría en su contra, tenían que salvar al Director.
Llegaron al corredor donde se encontraba la puerta al balcón donde suponían estaba el Director, la puerta era custodiada por los soldados de Hydra que habían sobrevivido.
– Bien chicos, es hora, salgan ahí y demuestren lo lindo y peligrosos que serían como omegas –dijo Tony en un intento de dar ánimos.
– Espero esto funcione –murmuro Bucky escondido con Tony.
– Lo hará, estarán bien –dijo Tony restándole importancia.
– Me siento ridículo –dijo Clint –Espero nunca salgan a relucir esto...
Natasha le dio una nalgada al rubio quien chillo por la acción.
– ¿Que fue eso? –chillo Clint.
– Te quejas mucho, es irritante, pero haces bien tu trabajo de omega –dijo la pelirroja en broma.
– Graciosita -murmuro Clint.
– Concéntrense –dijo Rhodey y luego los tres alfas disfrazados se acercaron intentando ser coquetos a los guardias de Hydra.
– ¿Quien anda ahí? –dijo uno de los soldados.
– Son solo omegas –respondió otro – Unos muy raros y de olor extraño...
Bucky se golpeó la cara con su mano.
– Solo ten más fe -murmuro Tony un tanto divertido por la exasperación del alfa.
El trio se acercó a los guardias intentando seducirlos con palabras bonitas.
Por lo menos, alguno de los guardias si caían por la farsa.
De repente, el trio empezó a atacar derrotando fácilmente a los despistados alfas de Hydra.
– Es hora ¡Bucky corre! –grito Tony como señal, el alfa corrió hacia la puerta que conducía a un gran balcón donde Pierce mantenía al Director Fury cautivo frente a su pueblo.
Bucky entro en el momento exacto cuando Pierce iba a atacar al Director, saco el escudo que perteneció a su mejor amigo y defendió al director del ataque, desenfundo su espada y empezó a pelear contra el líder de Hydra.
Tony junto con su amigos entraron en ese momento, Tony grito ordenes con rapidez.
– Rhodey llévate al Director –dijo mientras buscaba una forma de escapar, la encontró rápidamente
Rhodey procedió a cumplir la orden.
– Lo siento majestad –dijo mientras se inclinaba con respeto y se llevaba a un muy confundido Fury.
El plan de escape era simple, deslizarse por una de las cuerdas que cargaba adornos hacia una zona segura para el Director, lejos de Pierce, mientras este era entretenido por Barnes.
Rhodey ayudo al Director y juntos de deslizaron por aquella cuerda, Natasha y Clint siguieron su ejemplo resguardando al mandatario, Tony continuaba después de ellos, pero volvió su mirada para ver a Bucky y se dio cuenta que este estaba teniendo problemas para contener a Pierce, el jefe de Hydra le estaba dando una buena lucha al nuevo Capitán del ejército del Director, tenía que ayudarlo.
– ¡Vamos! -grito Natasha desde abajo en el patio del palacio.
Tony miro a la alfa pelirroja y luego volvió a ver a Bucky quien fue tumbado en el suelo por un golpe de Pierce, el escudo cayó también.
Tenía que tomar una decisión.
Huir del lugar con sus otros compañeros alfa donde estaría a salvo y seguro... O quedarse y luchar con el alfa de sus sueños contra el enemigo y defender al pueblo de Shield.
La decisión era fácil.
Cuando Pierce le miro intensamente sintió un escalofrió recorrer su espina dorsal, y esta vez estaba seguro que fue por miedo, pero no titubeo, con la misma espada del líder de Hydra, la cual había descartado entre el calor de la pelea con el Capitán Barnes, Tony corto aquella cuerda la cual era la única vía de escape convencional, Pierce ardió en furia al ver que su premio (El Director Fury) escapaba de sus manos tan fácilmente.
Soltó un grito de rabia y tomo su espada, que se había quedado pegada al muro de madera del balcón, y se dirigió a la pareja que arruino sus planes.
Tony estaba arrodillado al lado de Bucky, quien intentaba levantarse.
– ¿Estas bien? –pregunto el omega angustiado.
– Mejor que nunca –dijo Bucky con una sonrisa tranquilizadora mientras alzaba su mano para acariciar la mejilla del omega, Tony se apoyó en el tacto.
Fueron unos segundos agradables hasta que Bucky vio de reojo a Pierce
con espada en mano acercándose a ellos, abrió los ojos alerta y advirtió a Tony.
– ¡Cuidado! -grito alejando a Tony del ataque de Pierce, el líder de Hydra tomo por el cuello al soldado robándole el aire.
– ¡Tú me robaste mi victoria! –le acuso con voz llena de rencor, Bucky intento luchar contra el agarre de Pierce, pero este ya estaba alzando su espada para ponerle fin a su vida.
Pero eso no iba a pasar, no en la guardia de Tony.
Tony vio cerca de él el escudo que perteneció al ex Capitán, el mejor amigo de Bucky, Tony tomo el escudo y debía admitir, era más pesado de lo que parecía.
– ¡No! –Grito Tony lanzándole el escudo a Pierce para captar su atención, el escudo no logro golpearlo en una zona importante y Tony maldijo en su interior, pero logro su cometido, la atención de Pierce estaba en él – Yo lo hice – centro su mirada en Pierce y noto como sus ojos se abrieron en reconocimiento y sorpresa.
– El soldado de las montañas –susurro para luego fruncir el ceño con enojo, había algo diferente en aquel soldado, un ligero olor que desprendía que antes no tenía, un olor que hace años no percibía, no así de fuerte.
Un omega.
Pierce sonrió con burla.
– ¿Así que eres un omega realmente? –Dijo empezando a reírse – ¿Un omega? ¿Eso es lo que lleva Shield a sus campamentos? ¿A un omega para hacer el trabajo de un alfa? Que patético siguió riéndose sin soltar su agarre de Barnes quien seguía luchando por soltarse, Pierce le miro – ¿O es algo distinto? ¿No Capitán? – Soltó el titulo con ironía y burla – El nuevo Capitán de Shield no puede ir a una misión sin su perrita de acompañante.
Bucky gruño cuando Pierce le llamo "perrita" a Tony.
– Él no es mi perrita –dijo entre dientes con enojo – Él es su propia persona, sea un omega o un alfa, además me ha demostrado que puede ser un gran soldado y una gran persona sin importar su biología.
Tony abrió los ojos con sorpresa, nunca espero escuchar esas palabras en los labios de un alfa en su vida, y si no fuera porque realmente estaban en medio de una pelea que definiría la historia del reino, Tony podría jurar que se hubiera abalanzado en los brazos de Bucky y besarlo hasta quedarse sin aire.
Pierce, en cambio, miro toda esa declaración como una debilidad y se carcajeo aún más fuerte.
– No puedo creer esto, ¿Cómo demonios eres el Capitán de Shield? ¿O si quiera un alfa? Eres tan patético, ¿Esperas que tu perrita te salve? –dijo entre risas.
Bucky iba a contestarle pero fue interrumpido por él mismo Tony que se defendió con lo mejor que tenía.
Su sarcasmo.
– Disculpe señor gran alfa de Hydra, pero recuerda que soy el soldado de la montaña que te derroto y eso empeora tu reputación –dijo con una sonrisa arrogante – Un pequeño e indefenso omega te gano, idiota.
Bucky sonrió con orgullo, dioses, amaba a ese omega y solo por el calor del momento no iba a empezar un debate interno sobre esa realización.
Mientras tanto Pierce sintió su orgullo completamente herido, soltó a Barnes quien no esperaba la acción y cayó al suelo títere que le cortan sus cuerdas.
Pierce dirigió su atención al omega quien mientras se volvía a colocar su zapato mientras ideaba un plan de escape, cuando Pierce le persiguió, Tony corrió hacia las puertas donde entro las cuales se cerraron con un seguro, que Tony sabia no duraría mucho.
Se apoyó contra la puerta la cual se sacudió por uno de los golpes del alfa enojado, necesitaba recuperar el aliento un poco y pensar como rayos saldría de esta.
Tony empezó a correr por los pasillos del palacio y empezó a oír el sonido de madera astillándose, Pierce de seguro ya había destruido la puerta.
En ese momento Jarvis y Dum-E aparecieron por uno de los pasillos.
– Señor –dijo el dragón – ¿Cuál es el plan?
– Emm –balbuceo Tony sin saber que decir, su cerebro trabajaba rápidamente por un plan.
– ¿No tienes un plan? –pregunto el guardián angustiado.
– No –confeso Tony mientras seguían corriendo – Lo invento conforme a la... – en ese momento se paró a ver un gran ventanal donde se veía una torre a poca distancia donde se encontraban los fuegos artificiales –Situación –susurro, un plan ya se había formado en su mente – ¡Jarvis! –exclamo señalando la torre, el guardián no necesito más explicación.
– Entiendo señor –dijo con una sonrisa – Andando Dum-E –dijo al grillo el cual enseguida salto encima de la cabeza del dragón el cual se dirigió volando hacia la torre.
En ese momento Pierce le había ganado terreno al omega, Tony se dio cuenta y empezó a correr por su vida, Pierce estaba lanzando golpes con su espada logrando derribar algunos pilares de madera en los cuales Tony intento cubrirse, Tony entonces, en medio de su desesperación por escapar de los ataques de Pierce, trepo uno de los pilares huyendo del rabioso alfa el cual con su espada corto la base del pilar haciendo que este cayera rompiendo parte de la pared del palacio exponiendo a Tony al exterior y a una fuerte caída de no ser porque se había sostenido fuertemente al pilar.
Tony se levantó haciendo equilibrio en el pilar mientras miraba a Pierce intentando acercarse a él, Tony actuó con rapidez abalanzándose sobre el tejado logrando escalarlo, su mente corría rápido, la adrenalina en sus venas era demasiado, una pequeña parte de su mente señalo que cuando todo esto terminara estaría completamente agotado y el víspera de su celo, eso solo empeoraría sus síntomas, pero no tenía tiempo para pensar en lo horrible que sería su celo ahora, tenía que mantenerse en marcha con el peligro inminente que le acechaba, esperaba que Jarvis y Dummy hubieran podido cumplir con su parte de la misión.
Llego a la cima del palacio y calculo la distancia entre la torre y su posición, si todo salía como lo planeaba, Pierce debía aparecer justo en frente de él, camino hacia atrás sin apartar su vista del frente.
Grave error.
Pierce apareció detrás de Tony rompiendo parte del tejado del palacio.
¿Qué este hombre no tenía aprecio por la arquitectura y los bienes ajenos?
Al parecer no...
Tony empezó a tantear su ropa en busca de algún arma para defenderse mientras rezaba a cada deidad que conocía que le ayudara, irónicamente encontró un abanico con el cual entrenaba para ser el "omega perfecto".
¿Es en serio? Los dioses lo odiaban.
Pierce le miro con una sonrisa triunfal
– Parece que se te acabaron las ideas pequeña perra –dijo con burla para luego atacarle con su espada la cual atravesó el abanico.
Tony sonrió con arrogancia cerrando el abanico y con un rápido movimiento de muñeca tomo la espada de Pierce.
– No del todo –dijo desafiante en una posición de ataque, vio detrás del hombro del alfa a su fiel guardián en posición y con un cohete de luces – ¿Listo Jarvis? –pregunto al guardián.
– Listo señor –dijo para luego con su aliento de fuego encender un fosforo – Enciéndelo Dum-E –indico al grillo quien chillo contento de ser parte de la misión y procedió a cumplir la orden.
Pierce apenas volteo a ver de quien era aquella voz cuando vio aquel cohete y sus ojos se abrieron en sorpresa.
Sin embargo, no se iba a ir sin luchar.
Intento derrotar al omega frente a él, pero Tony no le dio tregua, era un excelente luchador, Bucky le había enseñado bien.
Tumbo a Pierce y lo sostuvo en su lugar usando la espada del alfa clavando su ropa en el tejado.
El cohete iba directo hacia Pierce y él estaba atrapado.
Lo había atrapado un sucio omega.
Tony se había escondido despejando el lugar cuando aquel cohete de fuegos artificiales se llevó a Pierce directo a la torre donde habían muchos más fuegos artificiales que explotarían en cualquier momento.
Tony se enderezo y Jarvis y Dum-E saltaron a sus espaldas mientras Tony corría.
– Aléjate del techo, aléjate del techo –murmuraba mientras corría en dirección contraria a la torre-bomba, cuando de repente exploto.
Tony salto del techo al igual que Jarvis y Dum-E, el castaño omega se sostuvo a una cuerda parecida a que usaron sus amigos para escapar y ayudar al Director y se deslizó por esta, hasta caer literalmente en brazos de su alfa.
Bucky estaba preocupado, realmente preocupado por Tony.
Sabía que el omega era distinto a todos los que conoció antes, que él podía defenderse solo.
Pero se estaba enfrentando al enemigo más peligroso del reino y no podía evitar preocuparse por él.
Su instinto alfa esta como loco y le reprendía mentalmente sobre el no haber estado en condiciones para proteger a su omega.
O peor, no haberle creído al principio.
Bucky podía sentir la batalla interna entre su alfa y su razón acercarse más y más.
Pero una cosa era cierta, amaba a Tony, lo amaba sin importar si era un alfa o un omega, lo amaba sin importar si era Antoshka o Tony, lo amaba por ser él.
Pero no debía concentrarse en sentimientos ahora, debía buscar al castaño, debía saber si estaba bien, y también debería verificar si el Director estaba resguardado... Pero su prioridad ahora era Tony.
Una cosa a la vez.
No podía explicar la sensación de alivio al ver al omega intacto mientras corría por él techo del palacio, pero el alivio cambio a terror cuando la torre con fuegos artificiales exploto y Tony salto del techo, vio cómo se sostuvo de aquella cuerda deslizándose por esta, empezó a correr más rápido en dirección donde aterrizaría Tony y literalmente lo atrapo en sus brazos y cayeron al suelo por el impacto, los dos se estaban riendo por toda la situación de la atrapada y Bucky abrazo fuertemente al omega en sus brazos.
– Temía perderte... –susurro tan bajo que a Tony le costó escucharle.
– No lo harás, soy un omega fuerte –dijo Tony en broma pero abrazando fuertemente al alfa.
Se rieron un momento por eso mientras seguían abrazados era reconfortable.
La espada del ex líder de Hydra había caído cerca de ellos y ni atención le habían puesto a aquello, el mundo había desaparecido, todos los gritos de alegría y celebración, los fuegos artificiales en el cielo, nada de eso importaban, solo estaban ellos dos.
Pero no duro mucho.
Un carraspeo les llamo la atención, proveniente de la pelirroja alfa que les daba una sonrisa traviesa, ella no estaba sola, Clint y Rhodey estaban con ella y tenían miradas cómplices.
– Alguien me debe 5 dólares –comento Rhodey mirando a Clint.
– Suficientemente justo –dijo el rubio sacando el dinero del bolsillo de la túnica de omega que aun cargaba y le los entrego a Rhodey.
Bucky abrió la boca para hacer un comentario al respecto pero fue interrumpido por los gritos histéricos del consejero real.
Los alfas se pusieron en guardia y cubrieron a Tony, Bucky estaba al frente de aquel escudo humano dispuesto a seguir sus instintos y proteger a su omega de cualquier amenaza.
– ¡Esto fue un atentado deliberado en mi contra! ¿En dónde está? –gritaba Coulson acercándose al grupo –Es el colmo, ¡Esto es un desastre! ¡A un lado! –dijo estando frente a Barnes.
Bucky gruño en advertencia.
Coulson no presto atención y siguió despotricando contra el omega.
– ¡Esa criatura no merece protección alguna!
– ¡Es un héroe! –defendió Bucky mientras el trio de amigo escudaba más al castaño.
– ¡Es un omega! -exclamo Coulson exacerbado –Jamás será digno de nada –término con burla.
Bucky vio rojo.
Sostuvo al beta por el cuello de su camisa.
– Escucha bien, ya me cansaste-
Fue interrumpido por la voz del Director
– Es suficiente –dijo como una orden y pese a las ganas que Bucky tenía de golpear al beta en la cara no podía ir en contra del Director.
Coulson se apartó aun aturdido por el arrebato del alfa mientras el Director Fury se acercaba al grupo con total calma.
– Majestad -dijo Bucky suplicante –Yo puedo explicar... –pero fue interrumpido por un gesto del mandatario, y con otro indico que se hicieran a un lado, Bucky estaba reacio a cumplir la orden, su alfa interior gritaba por proteger a Tony, Fury le miro con una ceja alzada y Natasha le puso una mano en el hombro calmándolo e indicándole que siguiera la orden, tuvo que hacerlo.
Tony se miraba nervioso, jugueteaba con sus dedos y se mordía el labio, cuando estuvo al frente del Director, Tony suspiro nerviosamente y se enfrentó a su destino, se inclinó para mostrar su respeto al monarca.
– He escuchado muchas cosas sobre ti, Anthony Stark -dijo Fury con calma mirando al omega inclinado calculadoramente – Robaste la armadura de tu padre -empezó a nombra y enumerar las cosas que sabía que Tony había hecho, su voz tomando más fuerza, regañándolo – Huiste de tu casa, suplantaste a un soldado, engañaste a tu oficial al mando – el omega solo se encogía mientras mencionaba las cosas que hizo, Bucky le miro preocupado mientras escuchaba las acusaciones – Deshonraste al ejército, destruiste mi palacio –dijo señalando lo obvio y Tony se escogió más mientras miraba al Director de reojo mordiéndose el labio – Y –dijo el director de repente con voz más grave y Tony cerro los ojos esperando lo peor – Nos has salvado a todos. – termino con una mueca que simulaba una sonrisa.
Tony levanto la cabeza asombrado cuando de repente el Director Fury se inclinó mostrándole sus respetos, el omega se irguió completamente en shock sorprendido por la acción del mandatario, pero no fue el único.
En ese momento Coulson se puso de rodillas agachando su cabeza, un poco a regañadientes, mostrando sus respetos, Tony vio como sus amigos sonrientes repetían la acción del consejero real arrodillándose, vio a Bucky sonreírle con orgullo y repetir las mismas acciones. Tony giro su cabeza para ver como todas las personas del reino que se encontraban reunidas ahí se arrodillaron ante él rindiéndole honores y mostrando su respeto, a él, un omega, ni en sus sueños más locos se lo había imaginado.
– Coulson –llamo el Director a su consejero luego de erguirse
– ¿Si majestad? –dijo el beta con obediencia.
– Encárgate que este omega sea un miembro en mi consejo –ordeno
– Si un miembro -repitió Coulson complacido hasta caer en cuenta – ¡¿QUÉ?! P-pero su excelencia, no hay puestos disponibles.
– Está bien –dijo Fury con calma y luego miro a Tony mientras señalaba a su consejero –Tomaras su puesto.
Tony no podía creer lo que escuchaba.
Y mucho menos Coulson, quien se desmayó por la sorpresa de perder su trabajo, por un omega.
Tony rio levemente ante eso y luego miro al Director.
– Me honra que me tome en cuenta para una posición de tal magnitud pero... Esas cosas no son lo mío y espero no se ofenda –dijo Tony con una sonrisa un tanto cansada – Realmente creo que he estado mucho tiempo lejos de casa...
El Director le miro comprendiendo.
– Es comprensible, entonces toma esto –dijo mientras sacaba el símbolo real de Shield de su cuello y se lo entregaba a Tony –Para que tu familia sepa lo que has hecho por mí –dijo y luego tomo la espada de Pierce y se la entrego también – Y esto, para que el mundo sepa lo que has hecho por Shield.
Tony sonrió con alegría y sin previo aviso abrazo al Director quien le miro sorprendido al principio pero le dejo ser, ese omega demostró valer mucho más de lo que aparentaba.
– ¿Eso está permitido? –pregunto entre susurros Natasha mientras el resto de sus amigos solo se encogieron de hombros restándole importancia.
Tony dejo de abrazar al Director y corrió a donde estaban sus amigos, los tres alfas enseguida rodearon al castaño en un abrazo de oso grupal, todos le tenían mucho cariño a Tony.
Tony se separó de ellos y camino hasta quedar al frente de su ex oficial al mando, un silencio incomodo se extendió entre ellos, no sabían que decirse.
– Así que te vas... –murmuro Bucky un poco nerviosamente rompiendo aquel silencio.
– Sí... Yo... Creo que fue suficiente de jugar a los soldados para mí... -comento en forma de chiste.
– Ya lo creo –estuvo de acuerdo Bucky – Sin embargo... Creo que voy a extrañarte...
Tony sonrió.
– Claro que lo harás, soy especial –dijo con altanería.
– Ni te imaginas –sonrió devuelta.
Tony se mordió el labio nervioso para luego decir.
– Tal vez... Si nos hubiéramos conocido en otras circunstancias... Las cosas hubieran sido distintas entre nosotros... -susurro Tony dándole una sonrisa triste al alfa.
Bucky sabía a lo que se refería y sonrió igual.
– Tal vez... Hubiera habido una oportunidad... Pero... Eso tal vez también te hubiera quitado la oportunidad de mostrarle al mundo de que estas hecho –susurro Bucky sonriéndole – Naciste para grandes cosas muñeca, esta fue una de ellas, no podías distraerte en el camino a tu grandeza.
Tony sitio sus ojos humedecerse un poco y aparto la mirada concentrándose en ver el suelo, estúpidas hormonas...
Sin embargo, tenía que dejar algo claro.
– Yo... Espero verte... Algún día pronto – "Muy pronto por favor" pensó mientras alzaba su mirada – Ya hice una de mis grandezas... Creo que... Ya puedo distraerme un rato –dijo para luego acariciarle la mejilla y sonreírle divertido.
Tony siguió caminando hacia su yegua montándose en esta, y despidiéndose con su mano, y entre gritos y alabanzas a él, se fue cabalgando lejos del palacio real hacia su hogar, tenía el tiempo en su contra aun.
Bucky se había quedado prácticamente pegado al piso viendo como Tony se alejaba, no pudo evitar que aquel dolor en su pecho volviera anhelando tener al castaño consigo.
– La flor que florece en la adversidad es la más rara y hermosa de todas –susurro una voz a su lado, el pelinegro se sorprendió al ver que era el Director.
– ¿Magestad? –dijo como una pregunta sin entender a que se refería.
Fury resoplo.
– No todos los días vas por el mundo y conoces un omega como ese –dijo mirándole con ironía mientras señalaba el lugar por donde se había ido Tony – Piense bien las cosas Capitán, no todos tienen su suerte, no la desperdicie –dijo para luego retirarse y volver a lo que quedaba de su palacio.
Bucky frunció el ceño y luego volvió a ver el lugar por donde había partido el omega, el Director podría tener razón, no habían muchos como Tony por no decir ninguno, y él lo amaba sin importar su biología, sería un imbécil si lo dejaba ir así como así.
– Parece que a nuestro escurridizo omega se le olvido algo –digo Natasha sosteniendo la olvidada espada del castaño – ¿Tomo una sabia decisión Capitán? –pregunto mirándole con una sonrisa de "yo-lo-se-todo" en sus labios.
Bucky sonrió altanero, tomando la espada.
– Es obvio que sí, necesito mi caballo.
Tenía algo importante que hacer.
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Howard Stark era un alfa honorable, de carácter fuerte y orgulloso.
Pero él cometía errores.
Y su error más grande fue no ser el padre que debió haber sido.
Quería a su hijo, a su manera extraña, pese a que era un omega, contrario a lo que el mismo Tony pensaba, Howard le tenía cariño y se sentía orgullo a ver las cosas grandiosas que hacía.
Pero tenía miedo.
Su hijo era un omega, la sociedad no lo vería por su inteligencia y carisma, sino por su condición biológica.
Por ello sus errores.
Nunca le dio el apoyo que su hijo merecía, lo trataba muy superficialmente y le regañaba cuando hacia cosas muy poco dignas de un omega.
Pero Howard solo quería salvarlo y alertarlo del horrible futuro que le esperaba si continuaba siendo rebelde.
Su última esperanza que la casamentera del pueblo le consiguiera un buen partido.
Nunca espero que todo se arruinara.
Bueno, lo espero en cierto término, pero no quería que sucediera.
Y para empeorar las cosas, el reclutamiento.
La guerra contra Hydra.
Y peleo con Tony por ello, pero es que su hijo no entendía, la casamentera lo había rechazado, ahora lo que podría hacer Howard para salvar a su hijo y asegurarle un buen estatus era ir a esa guerra.
Y luego el desastre.
Su hijo se había escapado de casa y fue a la zona de reclutamiento.
Él naturalmente sabia la norma, si descubrían que era un omega, Tony moriría.
Fueron largos meses de angustia y dolor en la casa Stark, sin saber nada de Tony, sin saber si estaba bien o mal, sin saber si lo habían descubierto o no...
Howard nunca creyó sentir aquel dolor de perder a su hijo y el arrepentirse de no haber sido un buen padre comprensivo para él.
Y lo que más lamentaba, era aquella idea que tenía Tony de que le había deshonrado y que no lo quería por ello.
Y temía más que la última vez que lo vio, en aquella cena fatal, le haya hecho creer más eso.
Howard se encontraba en el jardín, un lugar que su hijo frecuentaba cuando no estaba en su habitación o "taller" como le llamaba a veces, en lo personal, Howard pocas veces pasaba por el jardín, no es que no le gustara, porque el lugar era hermoso y amplio, era que simplemente no tenía tiempo para pasear el jardín, siempre tenía cosas que hacer, él mismo reconocía que era muy hiperactivo, no se daba a sí mismo un tiempo para pasear el jardín.
Pero últimamente, desde que Tony se había ido, se había dado su tiempo para visitar el jardín, intentar meditar, o hablar consigo mismo, darse cuenta de sus errores, sabía que no podía esperar ser el padre perfecto, ya era tarde para eso, pero le hubiera gustado por lo menos limar asperezas con su hijo.
Así que ahí se encontraba, sentado en un banco en el jardín, pensando en sus errores y como le gustaría intentar arreglar las cosas con su hijo.
De repente capto un ligero aroma dulzón que reconocería donde sea y pensó que no olería más, alzo su vista y lo encontró allí, caminando por la puerta del jardín, a su lado estaba María y Ana con lágrimas de dicha en los ojos, Howard no podía creer que en serio era su hijo.
– ¿Tony? –dijo abriendo los ojos con sorpresa.
– Padre –dijo Tony un poco incómodo y nervioso mientras se paraba frente a su progenitor, luego se arrodillo frente a él en muestra de respeto – Te traje la espada de Alexander Pierce –dijo mientras le entregaba dicha espada, Howard jadeo impresionado – Y el emblema del Director –dijo entregándole también dicho objeto –Son obsequios –dijo Tony en voz baja mientras miraba sus manos –Para honrar a la familia Stark.
Howard no sabía que hacer o decir, su cara era un poema, no podía creer tales obsequios importantes y mucho menos ver a su hijo ahí, sano y salvo, simplemente todo era tan surreal para él... ¿Estaba soñando acaso? ¿Era todo una ilusión? ¿O la vida le dio la oportunidad de arreglar las cosas con su único hijo?
Howard dejo a un lado los obsequios y se inclinó a la altura de su hijo y palmeo su espalda en un gesto amistoso, aclaro su garganta un poco incómodo y empezó.
– Yo... Tony... Sé que nunca fui el mejor padre, no fui el mejor ejemplo del mundo, la paternidad nunca fue lo mío pero... Eso no significa que no te quería... -dijo incomodo - Yo... Solo quería lo mejor para ti, que no tuvieras tantas complicaciones en el futuro por tu condición, tal vez por eso fui tan...
– ¿Idiota? ¿Terco? ¿Mandón? –dijo Tony medio sacándose algunas cosas.
– Estricto –dijo al final Howard rodando los ojos, algunas cosas no cambiaban –Simplemente quiero decir que... Eres mi único hijo, y te... Te... Te quiero –susurro incómodo, no estaba acostumbrado a decir esas cosas – Eres mi mayor creación Tony y ese es el mejor honor y obsequio –finalizo con una pequeña sonrisa.
Tony sintió sus ojos humedecerse (¡Estúpidas hormonas!) Nunca espero que su padre se pusiera sentimental y que realmente le quería, claro él lo entendía, Howard no era la materia de padre, eso no estaba en su sistema como tal, pero Tony sabía que intento hacer lo mejor que podía, pero escucharlo decir eso era realmente agradable... Y pensar que tuvo que salvar un reino para que su padre dijera esas cosas...
María y Ana vieron con alegría aquel reencuentro entre padre e hijo, era realmente agradable después de años de confrontaciones por ser a veces más parecidos de lo que querían admitir.
– Me alegra tanto que Tony haya vuelto, estaba tan preocupada –dijo Ana con alegría para luego agregar -Aunque es gracioso, va a la guerra, se disfraza de soldado y vuelve a casa con una espada... Creí que conquistaría algunos corazones –dijo en broma.
– Me impresiona eso igual, los Stark normalmente no dejan un lugar sin conquistar algunos corazones –dijo María riendo levemente –Sin embargo me alegra que haya vuelto justo antes de su celo, debo admitir que esa era una de las cosas que más me preocupaba –dijo un tanto angustiada.
– Tiene razón mi señora, esa es buena señal, sin embargo, insisto que es raro que no haya traído a alguien consigo, tal vez no un alfa porque Tony odia a la mayoría, pero por lo menos un beta, tenía esperanzas que consiguiera a alguien que le gustara –dijo Ana con un suspiro, sabía que Tony no necesitaba un alfa que viera por él y le mantuviera, pero quería que Tony consiguiera a alguien que le amara por cómo era, no quería que Tony estuviera solo.
María suspiro de acuerdo, tenía los mismos miedos que Ana, no quería que su hijo viviera solo, más cuando él era tan bueno y brillante.
En ese momento sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz.
– Disculpen -dijo aquella voz, María y Ana voltearon a ver quién era y abrieron la boca en asombro cuando vieron que era un inconfundible alfa en traje del ejercito – ¿Vive aquí Anthony Stark?
María y Ana no habían encontrado voz para responderle al guapo alfa frente a ellas, así que asintieron con la cabeza y señalaron al jardín donde aún se encontraban Tony y Howard hablando.
– Gracias -dijo el alfa sonriendo encantadoramente y camino hacia el lugar señalado.
María y Ana se miraron entre sí cuando el alfa siguió su camino.
Ana fue la primera en reaccionar.
– Ok... Alístenme para la próxima guerra –susurro en broma asiendo que la omega saliera de su asombro.
Las dos mujeres se quedaron en el lugar observando cómo se desenvolvía la situación.
Mientras tanto en el jardín, Howard se había levantado al sentir la presencia de un alfa cerca, cuál fue su sorpresa al ver que era un viejo conocido.
– Howard Stark –dijo el alfa visitante a modo de saludo.
– James Barnes, que agradable sorpresa tenerte por aquí –dijo Howard saludando con una gran sonrisa – Sin embargo extraña sorpresa ¿Qué trae a un honorable alfa y soldado a mi casa?
– Pues realmente... -empezó a decir Barnes un poco incómodo hasta que vio al omega al que fue a buscar asomándose por el hombro de su padre con sorpresa en su mirada – ¡Tony! -exclamo al verlo – Yo... Em... Olvidaste tu espada... Bueno, es realmente de tu padre pero... –dijo Bucky entregándole dicho objeto al omega quien se había acercado al nervioso alfa.
–Gracias, Barnes – dijo Tony con una sonrisa divertida –Aunque no tenías por qué gastarte todo el viaje hasta aquí.
– Quería hacerlo... –dijo el alfa dándole una pequeña sonrisa tímida.
Howard vio el intercambio en silencio, su cerebro analizando la situación. Conocía a Barnes, lo conoció en la primera guerra contra Hydra, cuando su jefe era Red Skull, reconoció al joven alfa de 16 años, lleno de vida, con una sonrisa que conquistaba a omegas y betas por igual y con una lealtad envidiable a su mejor amigo. Howard vio los cambios que tuvo para convertirse en lo que era hoy en día, vio como los horrores de la guerra le hicieron crecer y madurar rápidamente. Por lo que el alfa Stark sabía, James Barnes había desertado del ejército luego de la primera guerra, tal vez cansado y enfermo de lo que vivió, cualquiera que fuera su razón, era entendible, aunque su pequeño amigo Steve siguió en el ejército activamente, Howard tenía que admitir que se llevó mejor con Steve que con Bucky, pero igual le tenía aprecio a esos dos jóvenes alfas.
Así que para Howard era una sorpresa volver a verle y además verle nervioso en la presencia de su hijo ¿Qué cosas se había perdido mientras su hijo fue a la guerra? Lo sabría en un momento.
–Bucky, me parece encantador que hayas venido a traer las cosas de Tony, un viaje largo, ¿Te gustaría quedarte a cenar? Me gustaría hablar un poco contigo –dijo Howard con una sonrisa de no aceptar un no por respuesta.
–Yo... Sería un honor, si Tony lo permite –dijo mirando al omega.
Tony sonrió.
–Claro que me gustaría que te quedaras a cenar, quiero que conozcas a mi familia –dijo Tony encantadoramente.
–En ese caso, le diré a mi encantadora esposa y a mi ama de llaves que tendremos un invitado, si me disculpan –dijo para luego retirarse e ir hacia donde estaban las mujeres.
–Así que –empezó Tony con una sonrisa traviesa – Tu y mi padre... ¿Se conocen? –pregunto lo obvio.
–Sí, bueno, nos conocimos en la primera guerra contra Hydra, yo era un joven de 16 años, había ido puesto que mi padre había muerto hace años y tenía que representar a mi familia –dijo rascándose la nuca un poco nervioso.
– Interesante... Parece que tienes a Howard en buenos términos entonces – dijo distraído y luego sonrió nuevamente – Entonces ¿Viniste solo para entregarme mi espada?
–Yo... En realidad... Pensé en lo último que dijiste –confeso el alfa sin mirar al omega directamente –Tony, yo... -suspiro molesto consigo mismo, no sabía cómo empezar.
– ¿Tú...? –dijo Tony intentando animar al mayor.
–Tony, nos conocimos en un momento difícil –dijo Barnes sin mirar al castaño – En medio de la guerra, sin opción a más que pelear por el reino... Tú fuiste por una razón completamente diferente y cuando te vi por primera vez... Dioses, realmente desde ese instante sabía que serias la muerte en mí, y lo fuiste – dijo con una sonrisa para continuar –Honestamente, en ese momento no me importaba que fueras un alfa, yo... Te quería, por como eras, tu personalidad, tu valentía, tu ingenio... Tantas cosas, me demostraste que estaba equivocado contigo y vaya forma de hacerlo y convertirte de mis mejores soldados... Y luego... Cuando me entere que realmente era un omega... Me sentir herido –confeso suspirando – No por el hecho que fueras un omega, era por el hecho que me engañaste y yo... Tenía miedo, tenía miedo que todos esos momentos, esas sonrisas, esa picardía, toda tu personalidad fueran solo Antoshka y no Tony... Tenía miedo que todo lo maravilloso que me hizo enamorarme de ti fuera una mentira también...
Tony le miro impresionado, no esperaba esa confesión del alfa, le pareció tan dulce de su parte y a la vez entendía sus miedos.
–Yo... Entiendo eso –dijo Tony lentamente –Sé que te mentí y lo siento, pero, en eso de ser alfa... Fue lo único que te engañe a ti y a los demás, tenía mucho miedo ¿Sabes? Estar en un lugar nuevo rodeado de alfas, era realmente mortificante si alguno me descubría, pero, fui porque tenía que ayudar a mi familia... Y además... Quería probar algo, probarme a mí mismo, y resulto que era mejor siendo alfa que omega –rio levemente –Resulta que conseguí amigos, conseguí conocer mis debilidades mi fortaleza, conseguí cosas que nunca conseguí cuando solo era una deshonra para mi familia... Y resulta que... Tú me mostraste que estaba equivocado...
Bucky le miro curioso.
– ¿Qué quieres decir? –pregunto el alfa.
–Pensaba que los alfas eran unos idiotas que solo se interesaban en tener a un omega como su adorno y ama de casa –dijo Tony con simpleza – Incluso juraba que nunca en mi vida me iba a casar y menos con un alfa, pero... Me demostraste que hay alfas que si valen la pena mirar –dijo para luego sonreírle dulcemente –Viste en mi lo que nadie más vio, y tenía tanto miedo, porque pensaba que cuando supieras que era un omega todo ese cariño se iría y en cierto termino fue así... Pero no por las razones que pensaba, era porque simplemente te había engañado y lo siento tanto... Pero te puedo jurar por mi familia que todo lo que viste, todo lo que conociste en mí... Es lo que soy... Un omega terco, genio y con un sarcasmo que uso como arma letal, no soy el tipo de omega que espera a su alfa en casa con los niños y la comida preparada, es más, no podría cocinar ni aunque mi vida dependiera de ello, soy inquieto y testarudo, no sirvo para que me den órdenes y realmente odio los estereotipos que le dan a los omegas... Eso es lo que soy... ¿Aceptarías a un omega así? –pregunto Tony con miedo por la respuesta.
Bucky sonrió encantadoramente y se acercó más a Tony.
–Tienes razón, no eres el tipo de omega ideal que cualquier alfa quisiera –dijo lentamente observando como Tony se encogía levemente en sus palabras –Pero, yo no soy un alfa cualquiera, y para mi Antohony Stark es perfecto.
Tony le miro con ojos grandes y esperanzadores y Bucky no pudo resistir a abrazarle.
–Dioses... Eres tan perfecto... Gracias a los ancestros se cocinar –dijo Bucky mientras abrazaba a Tony haciendo que el omega estallara en risas.
–Ok, esa fue una perfecta forma de arruinar un momento romántico –dijo Tony aun abrazando al alfa –Y que quede claro, si tenemos hijos no voy a ser el único que estará detrás de ellos y vas a tener que consentirme horriblemente
–Estoy preparado psicológicamente para eso, por cierto, debo advertirte, la familia Barnes acostumbra tener camadas grandes –dijo mientras reía internamente porque quejido que dio Tony ante esto.
–Sí, me vas a tener que consentir mucho, y soportar que te maldiga a ti y tu línea de sangre y posiblemente a las hormonas –declaro Tony intentando separarse del abrazo fingiendo estar enojado.
Bucky no lo soltó.
–Eso estará bien cariño –dijo Bucky besando su frente.
–Eres de lo peor, me retracto, ya no te quiero –dijo Tony sonrojándose por aquél gesto del alfa.
–Tengo que hablar con tu padre –dijo Barnes dejando de abrazar al castaño pero manteniéndolo cerca –Tengo esperanza de que ya que me conoce no me mate en el proceso de querer cortejarte.
–Mhh... Mi celo pasara en los próximos días... ¿Por qué no saltarnos el cortejo? Después de todo ya estábamos haciendo eso indirectamente en el campamento... –dijo Tony indiferente pero con una sonrisa en sus labios.
–Tony quiero hacer las cosas bien... Tradicionalmente –replico Bucky mirando a Tony con reproche
–Cariño... ¿Cuándo hemos sido tradicionales? –Dijo Tony para luego besar la mejilla del más alto y sonreír pícaramente –Vamos... Tenemos una cena en la cual participar y tengo que presentarte a mi familia –dijo para luego ir caminando hacia su casa esperando que el alfa le siguiera.
Bucky le miro caminar un momento.
–En efecto... Sera la muerte en mi –dijo con una sonrisa para luego seguir el camino que había dado el omega.
Jarvis y Dum-e observaron todos los acontecimientos ocultos en un arbusto cercano, Jarvis sonrió.
–Me encantan los finales felices... ¿A ti no Dum-E? –Pregunto el guardián al grillo quien chillo de acuerdo –Me alegra que Tony haya conseguido su felicidad... Después de todo, lo merecía.... Ya creo que mi trabajo aquí está hecho, espero que en el mundo espiritual sus ancestros estén contentos con esto, por lo menos, se de uno que lo está –dijo sonriendo mientras miraba el cielo y una suave brisa soplo entre ellos, movió su cola y empezó a caminar hacia el templo junto a Dum-E, una ráfaga de viento más fuerte soplo en todo el jardín y las figuras desaparecieron de la vista.
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¡Y ESTE ES EL FINAL!
Ufff costo un buen hacerlo, pero, pese a todo... Me gusto... En partes, aunque siento que fue muy OOC y lo siento por eso uwu
¿Qué les pareció?
Espero les haya gustado uwu como siempre hago esto con todo el amor del mundo para ustedes, sobretodo para mi querida Lena a la cual es dedicado este fic ♡ lov u baby ♡
Este es el final, pero, quien sabe si en un futuro haga un capitulo más con un poco mucho salseo... El problema es que no soy muy buena escribiendo lemon :'v pero, quien sabe y lo intente para este fic, ya veremos(?)
Ahora, si continuare con mis otros proyectos, el otro de Disney que tengo que actualizar y un nuevo proyecto por el cual unas me amaran y otras me ahorcaran.... Pero no podía quitarme esa idea de la cabeza soo, meh(?) de ese proyecto publicare el primer capitulo la próxima semana si Dios quiere -w-
Les amo demasiado hermosuras ♡ gracias por siempre leer y apoyar todas estas locuras que escribo, gracias por hacerme sentir importante aunque sea un momento, la verdad, ustedes no saben cuanto les amo pese a que no les conozco, en serio les amo ♡
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