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06 - そんな ことわない!

eso no es así!...

—Permiso.

Minho alzó la vista de los papeles que estaba revisando.

Frente a él, Felix permanecía de pie en el umbral de la puerta del cuarto de reuniones con la historia clínica en una mano.

Minho frunció el ceño y devolvió la vista a lo que hacía convidándolo a entrar con un gesto de su mano.

Felix se acercó, haciendo todo lo posible por no pensar nada de aquel arrogante gesto.

—Aquí tienes.— puso la historia junto a los papeles que Minho revisaba.

¿Tienes?

Felix se dio la vuelta dispuesto a retirarse.

—¿A dónde vas?— las vistas de ambos se encontraron y Minho corrió la silla que había junto a él indicándole a Felix que se sentara a su lado en aquella enorme mesa de más de diez asientos.

¿Por qué se tenía que sentar junto a él?

Felix accedió de mala gana y se sentó, tratando de mantener la mayor distancia posible. Minho tomó la historia buscando la página de la evolución. Su atención se enfocó por completo en lo que estaba leyendo, olvidándose por el momento de cualquier aspereza que podría haber entre él y el chico junto sentado a su lado.

—Esto... ¿Chris lo revisó?

—¿Chris?— Felix enarcó las cejas y Minho no pudo evitar notar que aquel gesto lucía bastante lindo. Una suave sonrisa se dibujó sin que él tuviera control sobre ella.

—Ah, sí. Estoy hablando del doctor Chan. Él prefiere que le digan Chris, pero si lo vas a hacer pídele permiso primero, recuerda que él es tu superior... y yo también.— hizo énfasis en estas últimas palabras, haciendo que las cejas de Felix se fruncieran aún más y su vista se desviara a algún lugar sobre la mesa.

—Vale.— fue lo único que contestó.

—Entonces ¿Te la revisó?

—Sí, le dio un vistazo antes de que te la trajera.

¿Por qué demonios aquel chico lo seguía tuteando?

—Está bien. Espero que al menos hayas tomado en consideración lo que te dije al realizar el examen físico.

—Sí.

—Entonces no tengo más nada que decirte. Esto está bien. Para un alumno de tercer año. Recuerda agregar un comentario cada vez que suceda algo. El deber de ustedes como alumnos que están recibiendo instrucción laboral es permanecer junto al paciente y velar por que se cumplan adecuadamente todos los procedimientos y darle seguimiento a la evolución de su salud. No pienses que puedes tomarte esto a la ligera solo porque son estudiantes. Esto es un hospital de verdad, una sala de verdad, con personas enfermas que están sufriendo y tienen todas sus esperanzas puestas en nosotros. Cualquiera que use una bata blanca en este lugar es un dios. No lo olvides.— concluyó extendiéndole la historia clínica. Felix lo miraba atentamente, no parecía ser la misma persona de hace dos noches, de alguna forma, mientras trabajaba, era completamente distinto. De alguna manera, él también transmitía la imagen de un verdadero doctor. El tipo de imagen que Felix admiraba, la razón por la cual había decidido convertirse en médico.

—Por cierto...— comenzó a preguntar Minho llamando la atención de Felix mientras este se ponía de pie para retirarse.— ¿Cómo estás? ¿Aun te duele mucho? No creo haber cuidado de ti como se debe la otra noche.

Y entonces venía y decía eso, consiguiendo tirar por la borda cualquier pensamiento positivo que se pudiera haber formado en la mente de Felix. El chico enrojeció, era difícil discernir si de la ira o la vergüenza. Sus puños se apretaron y la saliva en su boca se secó como si su cuerpo ardiera.

—¡Imbécil!— espetó. Acto seguido se retiró de la habitación con un portazo, dejando a Minho completamente confundido y verdaderamente irritado.

•••

—¡Me preguntó si me dolía! ¡El muy imbécil me preguntó si me dolía!— Felix se dejó caer sobre su sofá con una bolsa de snacks en una mano y una gaseosa en la otra. Jeongin y Jisung lo miraban desganados desde el otro sofá. Ya se estaban cansando un poco de sus constantes quejas. En la opinión de ambos, estaba haciendo una gran lío de todo aquello.

—Ya me lo has dicho casi diez veces, Felix.— le repuso Jisung mientras lo ignoraba y revisaba los DVDs que había disponibles para ver.

Era viernes por la noche y los tres chicos habían decidido
reunirse en casa de Felix. Hacía mucho tiempo que no hacían ese tipo de pijamada. Principalmente porque Felix siempre estaba ocupado con su novia o con los estudios, así que en cuanto Felix propuso la idea, los chicos aceptaron entusiasmados. Aunque en el fondo sabían que se iba a tratar de una noche de quejas y discusiones con respecto al tema candente:

Lee Minho.

—¿Pero eso no es algo bueno? Digo, que se preocupe por ti después de acostarse juntos. Al menos está siendo caballeroso.

—Yo no necesito que sea caballeroso con nadie. Lo que necesito es regresar el tiempo atrás y no salir de mi casa el sábado pasado.

—Bueno, si no hubieras salido seguirías aquí tirado como un globo desinflado.— le comentó Jisung estirándose para quitarle la gaseosa de las manos y robarle un sorbo.

—Pero mi trasero seguiría intacto.

—La integridad de tu trasero no es algo que necesites para seguir viviendo.

—Sí, Felix. Al menos hasta que Minho te llevó a su casa te estabas divirtiendo. De hecho, me atrevo a afirmar que te estuviste divirtiendo toda la noche.— le comentó Jeongin.— El problema fue cuando te despertaste al otro día.

—No estás ayudando, Jeongin.— Felix le lanzó una mirada asesina.

—Lo único que sé — empezó a decir Jisung.— es que llevas toda esta semana intercambiando comentarios ácidos y saludos hipócritas con él. Han discutido un promedio de seis veces por día. No te han vuelto a destrozar ninguna evolución porque Chris te las está revisando. Los pacientes de nuestro cuarto ya están hartos de esas discusiones y se sienten incómodos al ser examinados por alguien que desprende un aura asesina. Y, sin embargo, cada vez que lo ves te le quedas mirando como un imbécil y si él te mira, retiras la vista. Para luego, cuando el pobre hombre se te acerca, con la mejor actitud posible, tú lo espantas con algún detalle corrosivo, lo cual solo hace que se enoje, se acuerde que es residente y se desquite contigo y tus notas. Si sigues así no sé qué vas a hacer para el examen de semiología. Los residentes forman parte del tribunal ¿sabes? Se supone que ellos y los internos nos den la docencia en el trabajo.

—O sea que te veo bien jodido.— concluyó Jeongin.

—Solo lo miro porque me molesta.

—¡Ay, Felix, por favor! Sé perfectamente que lo miras y tratas de recordar que se siente acostarse con él.

—¡No hago eso!

Jisung levantó las cejas y lo miró.

—¡Qué no!

La mirada seguía allí.

—Bueno, tal vez un poco. Pero solo porque me molesta no recordarlo.

—¿No deberías alegrarte de haber olvidado un episodio tan traumático?

Felix se quedó pensativo. Era un buen punto.

—Es como esas cosas que sabes que no debes hacer pero aun así no puedes evitar hacerlas. No puedo evitar pensar en eso. Es como si mi mente trabajara por sí sola.

—Tu mente sabe lo que hace mejor que tú.— susurró Jisung cuidándose de que Felix no lo escuchara.

—¿Y no se siente raro ver todos los días a la persona con la que te acostaste?— preguntó Jeongin, curioso.

—Claro que se siente raro.

—Entonces deberías hacer lo posible por mejorar la relación entre ustedes. Digo, él es algo así como tu profesor ¿no?

Jisung y Felix asintieron.

—Piensa en los beneficios. Mira a Jisung, desde que está tonteando con el otro residente estoy seguro que no ha suspendido ningún seminario.

—¿Qué estás insinuando, Jeongin?— Jisung le dio un manotazo en su pecho.— Solo saco buenas notas porque me siento a gusto en el hospital, a pesar de los esfuerzos del Minlix por impedírmelo. Además, escucho con atención todo lo que me explican.

—¿El Minlix?— preguntó Felix, de alguna forma no le había gustado como sonaba eso.

—Sí, así los están llamando a ti y a Minho.— Jisung sonrió.— ¿crees que nadie ha notado que entre ustedes hay una tensión extraña?
-Sí, nos queremos asesinar mutuamente. No creo que eso sea tan interesante.

—Bueno, no luce precisamente así para el ojo del buen observador. ¿Sabes que ustedes lucen como el típico par de personas que se desean pero no son lo suficientemente maduros como para admitirlo y solo se molestan mutuamente?

—¡Eso no es así!

—Vale, vale, lo que tú digas, pero eso es lo que parece. Cada vez que Minho empieza a pasar visita y va para nuestro cuarto la gente empieza a comentar ¨oh, ya va a empezar el Minlix show¨ y se ponen a escuchar detrás de la puerta. Aunque claro, ustedes a veces tienen la decencia de discutir en el pasillo o en el cuarto médico para que todo el mundo los pueda oír bien. Incluso discutieron en el baño el miércoles.

—¿En el baño?— Jeongin miró a Felix con una sonrisa pícara.

—Fue solo porque él abrió la puerta cuando yo estaba ahí y simplemente entré en pánico.

—Felix, él no te va a saltar encima estando en el hospital. Por supuesto que se tiene que enojar contigo, estás actuando como una nena.

—No es así.

—Sí, lo es. Creo que deberías relajarte. Estás demasiado consciente de su presencia. Y todo el alboroto que estás haciendo solo te va a traer problemas. Para nuestros compañeros solo es algo divertido, pero si todo este asunto llega a oídos de los especialistas puedes meterte en problemas, incluso pueden llevarte a consejo disciplinario por faltarle al respeto a un residente.

—Yo no lo mandé a violarme.

—¡Que no te violó! ¡Tú te fuiste con él! Tal vez no estuvieras sobrio pero estoy seguro que él no te metió en un saco y te llevó hasta su casa. Piénsalo, no tenías marcas de lucha de ningún tipo, solo un par de moretones en la zona sacrolumbar y en las caderas. Y créeme, te lo digo yo, si la noche estuvo buena, eso es lo mínimo que deberías tener.

—¡No seas sucio, Jisung!— Felix no pudo evitar ruborizarse.

—Jisung tiene razón.— agregó Jeongin.— me preocupa en serio que vayas a tener problemas. Deberías dejar pasar todo este asunto y ser más amable con Minho. Está claro que aquí eres tú quien lleva la desventaja, si Minho lo quisiera probablemente ya te podrían haber expulsado, no te pongas más en su lado malo. Tal vez si lo rechazas de forma suave en caso de que intente insinuársete no te buscaras más ningún lío. Aunque si yo fuera tú, también me aprovechaba de la situación, digo, si ya lo hiciste una vez...

—¿A qué te refieres?

—A que como mismo estás en desventaja si te pones en su lado malo, estarás en total ventaja si te pones en su lado bueno.

Felix se masajeó las sienes con una mano.

—Se me había olvidado que ustedes eran los mejores dando consejos.— acotó con sarcasmo.— así que según ustedes debería dejar que Minho hiciera lo que quiera conmigo solo por unas notas de mierda.

—No serían unas notas de mierda. Serían unas notas muy buenas.

—¿Saben que eso no es ético, verdad?
-Ya, vale, de acuerdo.— interrumpió Jisung.— Pero hablando en serio. Tómatelo con calma ¿Sí? Minho no es mala persona. Piensa que con todo lo que le has dicho aun no te ha ahorcado con el estetoscopio. Deberías darle una oportunidad.

Felix se llevó el absorbente de la gaseosa a la boca y sorbió con un mohín disgustado hasta que solo entraba aire a la pajita.

—Solo piénsalo. Consúltalo con la almohada.— concluyó Jisung.— ahora ven acá.— le dijo corriéndose un poco para hacerle espacio a Felix en el sofá.— vamos a hacer lo que vinimos a hacer.

—¡Yey! ¡Películas de terror!— se emocionó Felix brincando de sofá. Jisung y Jeongin solo intercambiaron un par de miradas cansadas. Aquella iba a ser una noche larga.

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