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040

....suéltame

El ceño fruncido de Taehyung fue lo primero que Jimin notó esa mañana. Su amigo escribía con un ligero enojo, como si la historia clínica frente a él tuviera la culpa de todo lo malo que sucedía en el mundo.

Jimin se hubiera preocupado, de no ser porque él también traía suficiente malhumor como para emular con el de Taehyung.

-Déjame adivinar... Da-hyun.- dijo a modo de saludo, con desgano, mientras se sentaba en el asiento frente a Taehyung.

-¿Cómo lo sabes?- Taehyung no lo miró, solo siguió escribiendo.

-Estuvo aquí ayer...Solo estoy haciendo una suposición.

Eso bastó para captar la atención del pelirrojo, quien alzó la vista de lo que estaba haciendo.

-¿Qué dijiste?

-Lo que escuchaste.- el castaño se encogió de hombros.- ¿Jungkook no te comentó nada? ¿No es por eso por lo que estás enojado?

Taehyung pestañeó varias veces, haciendo memoria. Había hablado con Jungkook en la tarde y luego por la noche. Y no, en ninguna de las dos ocasiones el mayor le comentó algo al respecto.

-No.

-Pues vino ayer, con toda su histeria…- comenzó a explicar Jimin.-… diciendo que quería hablar con Jungkook... Corrección.- alzó uno de sus índices, enfatizando la aclaración que estaba por hacer.- Quería hablar con "el doctor que se está acostando con Taehyung"

La mirada que Taehyung le dedicó le dio a entender que no le sorprendía para nada el que eso pudiera haber sucedido.

-¿Y?

-¿"Y" qué?

-¿Habló con Jungkook?

-Debe haberlo hecho.

-Jungkook realmente no me comentó nada al respecto.- Taehyung miró hacia afuera del cuarto médico, hacia donde todos los doctores de la sala discutían los casos antes de pasar visita. Jungkook también estaba allí, luciendo tranquilo y concentrado, sus brazos cruzados sobre su pecho y uno de sus pies golpeando rítmicamente el piso. Ese era su estado usual. Jungkook lucía impasible, y Taehyung no pensaba que, de haber visto a Da-hyun, las cosas hubieran quedado así de tranquilas. Le habría comentado algo al menos.

-¿A qué hora fue eso?

Jimin hizo memoria.

-Por la tarde. Ya te habías ido. Yo estaba aquí porque Yoongi me pidió que lo esperara.

-Creo que ella se está tomando atribuciones que no le corresponden.- dijo con sequedad.

-Esa perra está loca.- Jimin sonó despectivo.- Incluso me dijo cosas a mí. Estoy empezando a preguntarme cómo demonios pudiste tener una relación de varios años con ella.

Taehyung no dijo nada. Usualmente hubiera corregido a Jimin, o le hubiera pedido que no usara ese lenguaje para referirse a ella. Sin embargo, en ese momento, le importaba muy poco el lenguaje que usara Jimin. Estaba preocupado. Necesitaba saber si Jungkook realmente había hablado con ella.

También estaba el asunto de sus padres. Después de su última conversación, no había tenido tiempo para hablar apropiadamente con ellos. En parte porque estaba ocupado y en parte porque no quería tener ese tipo de charlas por teléfono.

Todas esas cosas, unidas a la evaluación que tendría al día siguiente lo estaban estresando. Se sentía agobiado, cargado y sabía que no podía molestar a Jungkook por ello. El residente también tenía responsabilidades que cumplir.

-¿Pasa algo?- Jimin se estiró sobre la mesa y rozó su mano. Taehyung se había quedado inmóvil, el bolígrafo apoyado sobre el papel y su mirada perdida en algún punto sobre la mesa.- Digo, aparte de que tu ex quiera destruir el mundo.

-Mis padres ya lo saben.- fue lo único que dijo.

-Oh...-Jimin no supo si eso era algo bueno o malo. El tono de voz de Taehyung no arrojaba muchas explicaciones.

-Pensé que esperarías un poco más... No llevan juntos tanto tiempo.

-No fui yo... Fue Da-hyun.

-¿Qué?- Jimin golpeó sobre la mesa, genuinamente sorprendido.-No. Ella no se atrevió.

-Al parecer si lo hizo... Mi madre me llamó hace un par de días. No sonaba feliz.

-Eso está jodido. ¿Qué te dijo tu madre? Fue... Ella estaba...

-Simplemente no quería que lo supiera de esta forma.- Taehyung soltó el bolígrafo y se sacudió el cabello.- Ella le debe haber dicho las cosas como le vino en gana.

-Tienes que poner a Da-hyun en su lugar de una vez por todas. Esa chica tiene problemas muy serios.

-Ya he hablado con ella...

-Si hablas de la vez que fue a tu casa, no creo que eso haya sido suficiente. Eso fue una discusión, Taehyung. Necesitan tener una conversación civilizada antes de que seamos yo y Baekhyun quienes vayamos a ponerla en su sitio.
Esa idea hizo que Taehyung sonriera ligeramente. Algo le decía, que si eso realmente sucedía, sería un completo caos.

-Supongo que tienes razón.
En ese momento, Hongjoong entró al cuarto médico. Se notaba que recién acababa de llegar, pero a ninguno de los dos menores le extrañó que llegara tarde. Lo que sí se les hizo un poco extraño fue el rictus amargo de su expresión, tan distinta a la que solía traer. Seguía luciendo impecable pero, aun así, había algo en él que simplemente parecía fuera de lugar.

-¿Ya evolucionaron?- fue lo único que preguntó. Ningún comentario ácido, ninguna mirada despectiva. Solo el tono cansado en su voz y el desgane en cada uno de sus gestos.

Taehyung firmó al final de lo que había escrito y le extendió las tres historias.

-Aquí tienes.

Hongjoong las tomó sin decir ninguna otra cosa y salió rumbo a la primera habitación después de haber sacado el estetoscopio de su mochila.

Jimin lo siguió con la vista hasta que dobló pasillo abajo.

-Eso fue raro.- comentó. Buscando corroboración en la mirada de Taehyung.

Taehyung, en cambio, dejó salir un pesado suspiro. La actitud del interno ciertamente era demasiado extraña como para dejarla pasar. Solo quería que eso no fuera un problema más que agregar a su ya atiborrado saco de preocupaciones.

-¿Qué tal si estudiamos lo de mañana en lo que empieza el pase de visita?- Jimin trató de distraerlo, pero recordarle que tenía un seminario para el cual, como era usual, no se había preparado, solo lo hizo suspirar una vez más y dejar caer su cabeza sobre la mesa.

Ese día iba a ser uno muy largo.

La mañana pasó, lenta y cargada. El trabajo en la sala nunca les había parecido tan tedioso como ese día en particular. Sin mencionar la extraña abulia de Hongjoong. Su rostro seguía luciendo como si estuviera a punto de explotar, pero, aun así, se esforzara por mantenerlo todo contenido. Se podía oler cierta tensión en el ambiente, y eso hacía que Taehyung se sintiera cada vez más y más asfixiado.

Cuando les dieron salida a la hora del almuerzo, el aire del exterior se sintió como si fuera el más puro de los oxígenos. Salir del encierro de la sala le dio una sensación de libertad reconfortante. Ya se preocuparía por sus asuntos más adelante, en ese momento, solo quería ir a la cafetería, comer algo que no supiera a infierno y estar al menos quince minutos solo sentado en un banco del patio interior del hospital. Se sentía cansado y su cuerpo le pedía un poco de tiempo de calidad.

Mientras recorría el pasillo que llevaba a la cafetería, su móvil vibró dentro del bolsillo de su bata. Un mensaje de Jimin pidiéndole que se apurara pues ya estaba formado en la línea de la cafetería lo hizo acelerar un poco el paso. No fue hasta que estuvo a punto de chocar con alguien que alzó la vista del aparato para fijarse en lo que había frente a él.

-Mingi hyung.- dijo al notar de quien se trataba. El mayor también pareció notar su presencia en ese momento.

-Oh, Taehyung…- sonó sorprendido, como si también fuera concentrado en otros asuntos. Una sonrisa algo forzada se dibujó en su rostro y Taehyung no supo bien cómo reaccionar.

-¿Te pasa algo, hyung?

-No. ¿Por qué preguntas?- Mingi negó, sacudiendo su cabeza de un lado a otro y amplió su sonrisa.

-Luces raro.

-Estoy bien.- estiró una de sus manos para acariciar el cabello de Taehyung, revolviéndolo de forma juguetona.- ¿Y tú? ¿Cómo van las cosas con Jungkook?

-E-eso…

-Ya todo el mundo lo sabe. No tienes que cortarte.

-¿En serio lo sabe todo el mundo?- Taehyung sonó en pánico por un segundo.

-Bueno…- Mingi sonrió genuinamente al ver la reacción del menor.- No todo el mundo, pero, al menos yo, ya lo noté.

-Ah… ya veo.- Taehyung dejó salir una risa nerviosa, usando su mano para cubrir su boca.- Bueno… todo va bien… supongo.

-Es bueno saberlo.- Mingi volvió a sacudir su cabello, esta vez con un poco más de cariño.- Jungkook es muy buena persona, y es un médico admirable. No sé cómo lo estés manejando, o si estás del todo seguro sobre lo que sientes. Pero te aseguro que Jungkook no es algo de lo que te vas a arrepentir más adelante. Es una buena elección...  una que seguro te hará feliz.- su mano se fue moviendo más lentamente, hasta que se quedó inmóvil, apoyada sobre los rojos cabellos de Taehyung. Su mirada parecía haberse perdido en la distancia, como si su mente ya no estuviera en aquel pasillo, sino en otro lugar mucho más lejano y turbulento.

-Lo sé, hyung.- Taehyung miró fijamente la muñeca de Mingi, justo sobre sus ojos, lo cual hizo que le mayor volviera a la realidad y retirara la mano. Ahora era él quien tenía una sonrisa nerviosa.

-Me alegra oír eso.- metió sus manos en los bolsillos de su bata.- Ahora ve, antes de que haya demasiada gente en la cafetería.

-Ok. Nos vemos por ahí.- Taehyung se despidió con una ligera inclinación de su cuello y emprendió su camino, trotando ligeramente, rumbo a encontrarse con Jimin.
Mingi lo siguió con la vista durante unos segundos, finalmente dándose la vuelta y continuando su camino.

Ninguno de los dos podía saber que, a través de los enormes ventanales de cristal que había en ese pasillo, desde la sala de medicina interna podía verse todo lo que allí sucedía. Hongjoong había observado toda la escena. Sus manos apretaban las tres historias que tenía apoyadas contra su pecho como si eso fuera a hacer que la apretazón en su corazón desapareciera.

¿Por qué Mingi podía hablar normalmente con otros? ¿Sonreírles? ¿Tocarlos?

¿Por qué a él no?

No era justo.

No era para nada justo.

Él le había dado todo a Mingi. Todo a lo que siempre se había aferrado, todas las partes de sí mismo que nunca quiso dejar ir, nunca quiso mostrar. Aun así, Mingi lo había rechazado. Nuevamente. De una forma mucho más cruel y fría. Una que le había dolido como no pensó que pudiera dolerle un rechazo.

Y, sin embargo, allí estaba el mismo Mingi sonriendo amablemente. Acariciando el cabello de Taehyung.

¿Acaso él ni siquiera se merecía que acariciaran su cabello con cariño?

Mordió su propio labio. No sabiendo bien qué hacer con todas esa emociones. Porque realmente eran demasiadas.

Cada una más confusa y desconocida que la anterior.

Además… Taehyung...

¿Por qué siempre tenía que ser Taehyung?

Ese mocoso solo servía para joder su vida. Para llevarse todo lo que debía ser suyo. Todo lo que quería y necesitaba, Taehyung simplemente se lo arrebataba.

Y ya se estaba cansando.

-¿Estás seguro de que no te vas a tardar?- Taehyung miró a Jimin con expresión incrédula. Cuando su amigo le decía que solo tenía que decirle una cosa a Yoongi antes de irse solía significar que se tardaría al menos una hora en ello.

-Solo será un segundo.- Jimin abrió la puerta del cuarto médico, buscando con la vista al residente de cabello negro. Sin embargo, en el cuarto médico solo estaba Hongjoong.- No está aquí.- Jimin se mostró desconcertado por un momento.-¿Dónde se habrá metido?

-Si buscas al doctor Im, fue un momento a terapia.- Hongjoong continuó jugueteando con su bolígrafo, su expresión luciendo aun peor que en la mañana.

-Oh…- fue lo único que dijo Jimin, decidiendo en su cabeza si ir a buscarlo o esperarlo allí. No sabía si el mayor volvería por el ascensor o por las escaleras, así que supuso que lo mejor sería esperarlo.

-¿No piensas agradecerme?- la voz de Hongjoong volvió a sonar altanera e irritante, como usualmente sonaba, pero esta vez había algo distinto. No parecía simplemente dispuesto a molestar. Parecía estar demasiado irritado, demasiado dolido y con toda intención de descargar esas emociones de cualquier manera.

Jimin se hubiera disculpado, pero ese tono solo lo hizo irritarse también.

-...Supongo que no puedo esperar buenos modales de una persona lo suficientemente estúpida como para mantener amistades como las que tienes.- Hongjoong continuó como si el asunto no tuviera importancia, consiguiendo irritar por completo a Jimin.

-¿Ahora qué mierda estás hablando?- se acercó a la mesa y golpeó sobre esta con su palma, muy cerca de donde los antebrazos de Hongjoong estaban apoyados.- Repítelo en mi cara… si tienes los huevos.

Taehyung agarró la bata de Jimin, tirando de este, en una súplica silenciosa por no buscarse más problemas de los necesarios.

Hongjoong solo se giró a verlo muy lentamente. La mirada dura del menor no lo intimidaba en lo más mínimo.

-Los huevos los tengo… solo no me gusta repetirme. No es mi culpa que no sepas captar una indirecta. Ni tú, ni la otra sabandija detrás de ti.

-Jimin, vámonos.- Taehyung tiró con un poco más de fuerza, pero Jimin se apartó de él con un movimiento brusco.

-¿A quién le dijiste sabandija?- siseó Jimin, cada vez más harto de la actitud del interno.

Hongjoong esbozó una sonrisa cínica.

-Es linda vuestra amistad… veamos si lo seguirás defendiendo para siempre… Aunque eres lo suficientemente estúpido como para hacerlo.

-Este imbécil…- Jimin estuvo a punto de abalanzarse sobre Hongjoong, pero Taehyung lo sujetó por la cintura, evitando que las cosas pasaran a otra escala.

-Solo vámonos. Esperemos a Yoongi en otra parte.

-¡Suéltame!- Jimin se removió entre sus brazos.- ¿Cómo puedes escuchar la mierda que habla este tipo y seguir tranquilo?

-Solo déjalo.- Taehyung intentó arrastrar a Jimin fuera de la habitación, pero su amigo seguía muy dispuesto a romper en algún sitio la continuidad del rostro de Hongjoong. Taehyung maldijo la hora en la que aceptó la idea de Jimin de subir a buscar a Yoongi. Estar en la sala le traía mala vibra y ahora sabía por qué.

-Sí, déjalo.- Hongjoong se puso de pie y se acercó a ellos. El repentino cambio en la actitud del mayor hizo que Jimin se quedara inmóvil por un momento, desconcertado.- Si lo dejas golpearme probablemente lo suspendan. Si lo suspenden, tendrás la vía libre.

-¿De qué estás hablando?- Taehyung soltó a Jimin y sostuvo la mirada del interno.

-No te hagas el tonto. Habrá otro residente libre ¿No es eso lo que buscas? Seducir a cualquiera que se e ponga delante… eres incluso peor que yo, Kim Taehyung.

-¡Retira lo que acabas de decir!- Jimin se iba a abalanzar de nuevo sobre el interno pero un brazo de Taehyung contra su pecho lo detuvo. Esto solo hizo que Hongjoong se envalentonara más.

-No te bastó con Jungkook. Ahora tienes que andar sonriéndole a cualquier otro. Después de hacerte el duro cuando eres una zorra fácil.- Hongjoong amplió su sonrisa, el cinismo ya desbordándose en sus palabras.

-Jimin, vámonos.- Taehyung se dio la vuelta, empujando a su amigo rumbo a la puerta.- No necesitamos oír esto.

-Espero seguir aquí cuando suceda.

Taehyung se detuvo, todo dentro de él pidiéndole que siguiera caminando.

-¿Cuándo suceda qué?- sabía que se iba a arrepentir, pero algo contradecía a todo su ser y le pedía que escuchara las palabras de Hongjoong.

-Cuando Jungkook se dé cuenta de que eres justo como yo.

Taehyung apretó sus puños.

-Eso nunca va a suceder.

-¿Sabes qué? Creo que después de todo, a Jungkook le gustan así. Fáciles y baratos. Creo que solo se estaba haciendo el duro conmigo porque aún no caías, pero ahora que ya debe haber probado tu culo flaco seguro vuelve a estar disponible. Tal vez deba intentarlo… estoy seguro de que ahora sí va a caer. No creo que valgas la pena el esfuerzo de serte fiel.

Taehyung se relamió los labios, Jimin pudo ver como las venas de su cuello se habían empezado a llenar, el enojo vibrando en sus manos.

-Todo eso que dijiste…- se dio la vuelta para mirar a Hongjoong, el tono de su voz escalofriantemente bajo. Sus pablaras salieron lentas y siseantes.- ¿Se te escapó, o era tu intención decirlo?

-¿Taehyung?- Jimin llamó su nombre, bajito. Él conocía a Taehyung y nunca… jamás… lo había visto así.

-Lo dije. ¿Y?... Eso no me molestaría repetírtelo.

Todo sucedió demasiado rápido, ni Jimin ni Hongjoong tuvieron tiempo de reaccionar.

El puño de Taehyung se cerró con fuerza justo antes de estamparse de lleno en el rostro del interno. El impulso del golpe haciéndolo tambalearse y desplomarse contra las sillas que había detrás de él.

A Jimin le pareció haberlo visto todo en cámara lenta, el puño de Taehyung simplemente pasó volando frente a su rostro. Fue incapaz de reaccionar hasta que vio como un hilo de sangre comenzaba a brotar de la boca del mayor de los tres, quien pasó uno de sus pulgares por el borde de su labio, mirando después, horrorizado, como la sangre manchaba su yema.

-¿Acabas de…?

Pero no pudo terminar su frase. Taehyung se abalanzó encima de él, sentándose a horcajadas sobre su torso, sus puños cerrados golpeado repetidamente su cara hasta que Hongjoong consiguió de alguna forma usar sus antebrazos para protegerse, Jimin intentó sujetar a Taehyung, pero el pelirrojo parecía un demonio. Estaba completamente fuera de control. Había explotado por completo, perdido todo sentido común. Sus puños también estaban ensangrentados, pero él solo atinaba a seguir golpeando a Hongjoong, sus brazos, su rostro, lo que fuera… algo le decía que solo se iba a sentir mejor si lo hacía.

El alboroto al parecer llamó la atención de las personas de la sala, pues las enfermeras y algunos pacientes se asomaron al cuarto médico sin saber a ciencia cierta qué hacer con aquella pelea, pues Taehyung realmente parecía poseído y Jimin no podía hacer mucho por detenerlo.

En ese instante, Yoongi se asomó entre la pequeña multitud y, al ver lo que sucedía, corrió al rescate de Hongjoong, agarrando a Taehyung por la cintura y alzándolo en peso como un perro rabioso.

-¡Suéltame!... ¡Suéltame, mierda!- Taehyung se removió entre los brazos de Yoongi, pero la fuerza que ponía el mayor  hizo imposible liberarse.

Hongjoong se irguió un poco y se arrastró, retrocediendo casi un metro.

-¡Alejen al bestia ese de mí!

Yoongi le dedicó una mirada a cada uno de los involucrados, mirando de último a Hongjoong cuyo rostro era un desastre de sangre y moretones recién hechos.

-Tenías que haberlo golpeado más duro.- fue lo único que dijo. Jimin lo miró con el ceño fruncido a lo que él solo se encogió de hombros. -¿Qué?- preguntó.

-¿Se puede saber qué sucede aquí?

Todos se giraron a ver al dueño de aquellas palabras, reconociendo la imponente figura del jefe de la sala de pie en medio de la multitud. La severidad en su mirada daba a entender que el asunto acababa de tornarse oficialmente serio.

-Genial.- murmuró Jimin.

-Los cuatro en mi oficina. Ahora.







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