028
Que estás haciendo?...
El domingo por la mañana Taehyung se sintió como una persona nueva en el momento que abrió los ojos.
Una persona nueva con un poco de dolor de cabeza, cansancio y el estómago revuelto. Sí. Pero ya no tenía falta de aire, sus costillas no le dolían para nada, todos los síntomas de infección habían cedido considerablemente. Agradeció mentalmente el tener un cuerpo joven, de lo contrario, la historia fuera muy distinta.
Descubrió a Jungkook durmiendo a su lado en la silla, en una posición que solo podía calificarse como incómoda. Recordó como la noche anterior le había sugerido que durmiera a su lado, en la cama, y Jungkook se había negado alegando que Taehyung debía estar cómodo y que él daba muchas vueltas.
Eso le pareció lindo.
A la que no debe parecerle nada lindo es a la columna de Jungkook.
-Hey…- se estiró para sacudir suavemente el brazo del residente.-…Jungkook. Despierta.
Jungkook se despertó súbitamente, como usualmente lo hacía. Ya era un reflejo. Taehyung sonrió al verlo fruncir el ceño y relajarse casi tan rápido como se había despertado.
-Hola…- lo saludó con una sonrisa somnolienta.
-Hola.-Taehyung salió de la cama y se dirigió al baño para lavarse la cara. Desde allí escuchó los quejidos de Jungkook al estirarse y lo sintió acercarse al baño con paso cansado.
-¿Cómo te sientes hoy?- se asomó por la puerta abierta del baño. Taehyung se enjuagó la cara antes de contestar.
-Bastante bien. Creo que ya estoy saliendo de la infección.
-Te voy a tomar una muestra de sangre para llevarla mañana al laboratorio para ver como tienes los leucos.
-¿Podré ir al hospital mañana?- Taehyung se secó con movimientos enérgicos, realmente se sentía mucho mejor.
-No creo.
-Pero ya me siento bien.
-Pero estás saliendo de una infección respiratoria. Recuerda que tú trabajas con pacientes, muchos de ellos inmunodeprimidos que lo que menos necesitan es a un doctor enfermo respirando encima de ellos.
-Puedo usar una máscara.
-No hay nada más estresante para los pacientes que ver al personal médico con máscaras sanitarias. Tranquilo Taehyung, ya volverás a clases. No sabía que te fueras a quejar por no ir a la escuela.
-Es solo que no quiero seguir molestándote.
Jungkook se acercó y rodeó su cintura, atrayéndolo contra sí.
-Pero si a mí me encanta que estés aquí molestándome.
Taehyung se puso un poco nervioso, pero ya se iba acostumbrando al tacto de Jungkook en su cuerpo. No era como si no lo deseara, pero aún tenía que aprender a tomárselo con calma. Además, Baekhyun y Jimin le habían aconsejado que se dejara mimar. Usualmente a los chicos no les gustan ese tipo de cosas, pero dejar que la persona que quieres te dé cariño no tenía nada de malo. Y las manos de Jungkook rozando suavemente su piel por encima de la tela del piyama, aunque aún eran sobrecogedoras, se sentían como el mismo cielo.
-Tendrás esa cara dura.- Taehyung sonrió y acarició suavemente el cabello de la nuca de Jungkook. Se sentía como si no fuera real, estar así con él. Poderlo tocar. Jungkook le parecía tan perfecto. Recientemente se había vuelto adicto a tocar su cabello. A primera vista podía parecer como que era áspero, tal vez por el tinte, pero la verdad era que era increíblemente suave, perfecto para acariciar.
-Un poco…- Jungkook también sonrió y cerró suavemente sus ojos, disfrutando de la sensación de la mano de Taehyung entre las hebras de su cabello.- Por cierto… si ya te sientes mejor podemos pasar por tu casa, para que recojas tu ropa y eso.
-¿Ahora sí me dejarás buscar mi ropa? Porque no confío en Jimin ni en ti, algo me dice que ustedes se pusieron de acuerdo.
-Tal vez sí… o tal vez no.-Jungkook miró al techo, fingiendo inocencia.
Taehyung le dio una palmada en el pecho y se alejó de él, para ir a vestirse con su ropa.
-Si vamos a ir mejor vamos temprano.- le dijo desde el pasillo. Jungkook se quedó en el baño para asearse.
Taehyung buscó su ropa en el armario de Jungkook y se vistió. Le resultó un poco agotador, pues no tenía mucha energía, pero no fue nada que no pudiera manejar. Después de eso fue a la cocina y se sirvió un tazón con cereales y leche para desayunar. Se estaba muriendo del hambre y a Jungkook probablemente no le molestaría que se sirviera él mismo.
Al menos no mucho.
Al cabo de unos minutos, Jungkook fue también hasta la cocina, ya vestido y arreglado. Taehyung deslizó su vista por todo el conjunto, incapaz de ocultar su satisfacción visual. Jungkook lucía bien con la bata, pero definitivamente en ropa casual era cosa de otro mundo. Traía un sweater de cuello alto negro y unos pantalones del mismo color. La suave tela del sweater se pegaba deliciosamente a su cuerpo, haciendo inútil la imaginación a la hora de admirar el precioso conjunto que creaban sus músculos alrededor de su perfecta figura. El pantalón también estaba haciendo un buen trabajo. Por un segundo Taehyung se sintió inferior. Con su cuerpo delgado y sin ningún encanto. Realmente… ¿Qué demonios le veía Jungkook a un enclenque como él?
-Te vas a manchar si sigues derramando la leche.- le dijo Jungkook distraídamente mientras se servía un vaso de jugo de naranja. Taehyung se percató de que la cuchara se había quedado a medio camino entre el tazón y su boca, derramando a leche de vuelta a este. Enseguida se aclaró la garganta, tratando de disipar la incomodidad de la situación.
-¿Estás bien?- la mirada preocupada de Jungkook cayó sobre el.- ¿Te duele la garganta?
Taehyung negó moviendo suavemente su cabeza y continuó desayunando.
Después de que ambos desayunaron, Jungkook llevó a Taehyung en su auto hasta su casa. Al llegar allí el encargado de seguridad del edificio lo saludó muy efusivamente. Realmente se había quedado preocupado cuando vio que Jungkook se llevó a Taehyung entre su brazos cuando había perdido el conocimiento, así que verlo ahora, mucho más saludable, era un alivio. Taehyung le agradeció la preocupación y prosiguió a subir acompañado de Jungkook.
-Ahora que lo pienso, es la primera vez que te invito a subir a mi casa.- comentó Taehyung cuando estaban en el elevador.
-Sí…- Jungkook contestó distraídamente mientras miraba como los números de los pisos iban cambiando. La puerta se abrió y ambos salieron, enfilando rumbo al apartamento de Taehyung. Al llegar allí, el menor encendió la luz y dio un vistazo alrededor. Al parecer Jimin había ordenado un poco cuando estuvo allí para recuperar su celular.
-Siéntate donde quieras.- le dijo a Jungkook a la vez que dejaba su abrigo encima de un asiento.- Yo iré a buscar mis cosas. Solo estaré un par de días más en tu casa ¿No?
-Sí, hasta que termines el ciclo del antibiótico.- Jungkook en vez de sentarse se quedó caminando alrededor, mirando con atención los detalles del apartamento de Taehyung. Era un apartamento sencillo, bastante más pequeño que el suyo, perfecto para un joven que vive solo. Sonrió al ver el montón de películas y juegos que tenía Taehyung en la sala junto a la televisión. Al parecer le gustaban los videojuegos. Eso era inesperado. Solo había un par de fotografías, de Taehyung con su familia y otra con Baekhyun y Jimin. Por como lucían esas fotos seguro eran de hace un par de años.
-Estaba pensando…- Jungkook empezó a hablar de repente, haciendo que Taehyung le prestara atención, distrayéndose por un momento de lo que estaba haciendo.-… Podemos venir a pasar el rato aquí, de vez en cuando. Puedo cocinar para ti y podemos ver una película o algo así.
Taehyung lo pensó. Realmente le gustaría hacerlo. Podría estar cerca de Jungkook a un nivel distinto. Además, Jungkook no lo había dicho con maldad alguna. Realmente solo iban a cenar y ver películas, o al menos ese era el plan.
-…Si aún no te sientes muy cómodo solo conmigo, podemos invitar a tus amigos y a Yoongi.
-No… está bien… sería genial hacerlo los dos solos.-Taehyung terminó de doblar el piyama que tenía entre sus manos y lo guardó también en el bolso.- Aunque si quieres invitar a los chicos tampoco me molesta, Baekhyun y Jimin casi viven aquí desde que…- la pausa fue inevitable. No sabía si debería hablar de eso con Jungkook. No es como si se lo estuviera ocultando pero tampoco pensaba que sería la mejor conversación para tener cuando apenas llevaban un par de días juntos.-…desde que estoy solo.
Jungkook no comentó nada al respecto, solo asintió, acomodando sus brazos por debajo de su cabeza. Sus piernas caían fuera del colchón y las mecía suavemente mientras miraba el techo de la habitación donde había pegados trozos de papel con las fórmulas de bioquímica que Taehyung había tenido que aprender en primer año.
-Ya casi estoy listo.- Taehyung interrumpió el silencio que se había creado mientras iba de nuevo hasta la susodicha gaveta y tomaba un par de boxers y calcetines.
-Agarra el de los superhéroes. Es lindo…- bromeó Jungkook.
-De todos modos no es como si los fueras a ver.- le contestó Taehyung, sacándole la lengua.
-Auch…- Jungkook fingió dolor, llevándose una mano al pecho.
-No seas idiota.- Taehyung ignoró su fingido dolor y terminó de guardar las cosas. Se colgó el bolso al hombro y se paró en la puerta de la habitación mirando fijamente a Jungkook, quien parecía no tener deseos de levantarse.- Vamos, ¿a qué esperas?
-Es que tu cama es cómoda.-Jungkook no hizo el más mínimo ademán de moverse. Taehyung rodó los ojos y suspiró, reuniendo la paciencia que le quedaba.
-Vamos…- fue hasta donde estaba el mayor y tomó sus brazos para tirar de él y hacerlo levantarse, pero Jungkook se relajó con todo su peso muerto por lo que Taehyung no lo pudo mover mucho.
-Solo un ratito.- sonrió con malicia, agarrando a la vez los brazos de Taehyung y tirando de él para que le cayera encima.
-¿Qué est…?- Taehyung iba a decir algo pero sus palabras se detuvieron abruptamente al notar que estaba encima de Jungkook. Intentó levantarse pero este lo rodeó, abrazándolo y mirándolo con malicia.- Jungkook…- su voz era un murmullo temeroso, sabía que se estaba sonrojando de nuevo, probablemente más que nunca, pero no era para menos. Podía sentir el cuerpo de Jungkook contra el suyo, ambos encima de la cama. Su mente fue de la A a la Z en menos de un segundo, lo cual lo hizo ponerse nervioso.
-Dime.- el rubio aun lo miraba, divertido, comenzando a acariciar suavemente la base de su espalda, haciendo que con cada caricia un escalofrío viajara por toda su espina dorsal.
-Esto…tú… me prometiste que…
-Aun no te he hecho nada. Ni te lo voy a hacer. No te pongas nervioso.- la sonrisa de Jungkook se tornó más dulce. Taehyung apretó sus labios mientras tragaba en seco. El rostro de Jungkook estaba tan cerca del suyo… en ese momento le vino a la mente aquella vez que lo había besado en el hospital. Había sido un beso brusco, lleno de enojo y despecho, pero aun así, había revuelto todo su mundo. ¿Cómo sería si lo besara ahora que no existía ninguno de esos sentimientos? ¿Cómo se sentirían los labios de Jungkook contra los suyos en un beso normal, uno que ambos quisieran darse?
Sin pensarlo fue acercándose más a él. Este no lo detuvo, después de todo, era el menor quien estaba haciendo el movimiento.
Taehyung lo miró a los ojos, tratando de adivinar qué podría estar pensando Jungkook al verlo acercarse así, pero el mayor solo lo miraba fijamente, trasmitiéndole la seguridad de que, sucediera lo que sucediera, todo iba a estar bien.
Puso sus labios suavemente sobre los del residente. Era un beso tímido e inseguro. Solo estuvo así unos segundos, apretando sus labios juntos. Al separarse volvió a mirar a Jungkook, quien abrió los ojos como si volviera de un sueño.
-Discúlpame…- le susurró, pero cuando Taehyung iba a preguntar por qué, sintió como Jungkook lo halaba por la nuca, volviendo a unir los labios de ambos en un nuevo beso. Esta vez no fue un casto e inocente beso. Jungkook devoró sus labios con ansias, saboreándolo ávidamente. Taehyung se sorprendió al principio, pero después se dejó llevar por la arrolladora pasión con que Jungkook lo besaba. Dejó salir un breve gemido al sentir como la lengua del castaño se metía en su boca y se encontraba con la suya. No supo en que momento comenzó a corresponder al beso, pero se descubrió a sí mismo también devorando los labios ajenos, acariciando su cabello y gimiendo quedamente contra su boca. Una de las manos de Jungkook acariciaba su cuello y la otra su espalda baja, asegurándose de mantener ambos cuerpos lo más unidos posible. Aunque tampoco era como si se fueran a separar. Taehyung estaba adherido a él, a la sensación explosiva que recorría todo su ser.
Besar a Jungkook era algo que deseaba, algo que físicamente necesitaba, y todo su cuerpo se lo decía a gritos.
...
-Buenos días.- la joven se asomó en el recibidor del edificio, saludando al encargado de seguridad.
-¡Buenos días!- Le contestó este al verla y reconocerla.- Hace tiempo que no la veía por aquí, señorita. ¿Cómo ha estado?
-Bien.- respondió ella con una sonrisa nerviosa.- Me gustaría ver a Taehyung, ¿No sabe si ha salido?
-Puede subir a verlo. Regresó hace un rato.
-Oh, muchas gracias.- la joven amplió su sonrisa y se despidió mientras enfilaba rumbo al ascensor.
Da-hyun estaba realmente muy nerviosa. Desde el día anterior había pensado qué ponerse, pero lo que realmente le preocupaba era qué decir. Desde que había roto con Taehyung había seguido pensando en él, incapaz de realmente dejarlo ir. Por lo tanto, decidió seguir el consejo que le había dado Hongjoong, después de todo, no le haría ningún daño tratar de hablar con Taehyung, tratar de arreglar las cosas. Honestamente, todo había terminado porque Taehyung se había aburrido de ella. No se lo había dicho de esa forma, pero ella sabía que esa era la razón. Era culpa suya por no haberle hecho caso y preocuparse más por sus asuntos. Lo había dejado de lado durante un buen tiempo, y no se había preocupado por lo que podría estar sintiendo. Sin embargo, ahora que Taehyung había prescindido de ella, se sentía vacía. Lo necesitaba de vuelta.
Estaba segura de que Taehyung aun debía sentir algo por ella, su corazón no podía cambiar tanto de la noche a la mañana.
Cuando el ascensor llegó al piso de Taehyung y las puertas se abrieron, decidió poner una expresión serena y segura. No quería lucir necesitada o excesivamente nerviosa, aun cuando lo estaba. Tenía en sus manos una pequeña bolsa de papel con unos postres que sabía que a Taehyung le gustaban. Se los daría, y aprovecharía la justificación de que necesitaba recoger unas cosas para poderse quedar un rato y conversar con él. Si lograba crear la atmósfera adecuada, probablemente conseguiría que Taehyung recordara los viejos tiempos y no rechazara sus avances.
Si todo salía bien… podría volver con él.
Se sorprendió al ver la puerta del apartamento entreabierta. Taehyung no solía hacer eso a menos que fuera a volver a salir. La empujó suavemente y se asomó. No había nadie en la sala así que entró
-¿Taehyung?- preguntó bajito, tratando de no sorprenderlo si lo veía. Pero Taehyung no estaba allí. Se adentró al apartamento y revisó la cocina. Nada. Tampoco estaba allí. Probablemente estuviera en la habitación.
Dejó la bolsa sobre la mesa del comedor y caminó hacia la habitación de Taehyung. Pudo escuchar algunos sonidos ahogados que no reconoció al principio, pero que, a medida que se acercaba pudo distinguir mejor.
Era la voz de Taehyung. Reconocería esa voz profunda donde fuera. Estaba murmurando algo, o más bien… ¿gimiendo?
Cuando estuvo frente a la puerta entreabierta de la habitación sintió que sus manos temblaban. No quería pensar que Taehyung estuviera ahí con otra chica, no quería hacerlo, pero era lo que parecía. Se debatió por unos segundos hasta que finalmente se decidió. Si Taehyung estaba con otra chica, entonces ella los iba a interrumpir.
Así que abrió la puerta de golpe, esperando encontrar a Taehyung con alguna chica, preparándose para lo peor. Pero nunca pensó ver lo que vio.
Taehyung estaba con otro hombre.
Estaba encima de él.
Besándolo.
Dejándose acariciar.
Completamente engrosado en lo que estaba haciendo, tanto que ni siquiera notó su presencia.
Se llevó ambas manos a la boca para ahogar los sollozos que se arremolinaron en su garganta. Jungkook fue el primero en notarla, separándose suavemente de Taehyung y mirándola con sorpresa. Taehyung no se percató de su presencia hasta que vio a Jungkook mirando algo más allá de él. Entonces se giró.
-Da-hyun…- murmuró al verla.
Da-hyun estaba de pie en el umbral de la puerta, las lágrimas corrían por su rostro humedeciendo sus manos. Por un momento Taehyung se quedó en blanco.
-¿¡Que estás haciendo!?- Da-hyun le gritó de repente, notando que Taehyung solo la miraba, atónito, sin separarse de Jungkook. Como si lo único que estuviera sobrando allí fuera su presencia.- ¿¡Qué demonios estás haciendo, Taehyung!? ¿¡Qué diablos está mal contigo!?
No lo resistió más y salió corriendo de allí. Taehyung se irguió sobre Jungkook, aun perplejo. Fue este quien se lo quitó de encima, trayéndolo de nuevo a la realidad.
-Creo que deberías ir a encargarte de eso.
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