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009

Conmigo…

Taehyung no sabía si lo que estaba haciendo estaba bien. No sabía si estaba teniendo algún efecto. No sabía nada. Pero aun así seguía a horcajadas sobre aquel hombre, descargando todo su peso sobre sus dos manos unidas en su pecho.

Su corazón había dejado de latir.

Y por la línea continua que se veía en el monitor, unido al insistente pitido que laceraba sus oídos, sabía que lo que estaba haciendo bien podría ser inútil.

-¡Dopamina! ¡Pónganle la dopamina!- escuchaba los gritos de Jungkook, él solo seguía presionando, con todas sus fuerzas, como le habían dicho.

-¡Hazlo más duro!- sintió que Mingi tocaba su pierna.- ¡No importa si le rompes una costilla!

Taehyung se giró para mirarlo con los ojos muy abiertos. Su pelo brincando sobre su sudada frente.

-¿Qué es mejor: un paro cardíaco o una fractura costal?- Mingi lo miró con las cejas alzadas.

Eso fue todo lo que tuvo que decirle. Puso más fuerza en lo que estaba haciendo. Mirando fijamente el monitor, como si hacerlo fuera a intimidarlo para que funcionara. Pero todo dependía de aquel hombre, de las ganas que tuviera de vivir.

-¿Ya le pusiste volumen, Mingi?- preguntó Jungkook, con una jeringuilla en la mano.

-Sí.

Jeon entonces introdujo el medicamento en una de las venas que habían sido canalizadas.

-Sigue con lo que estás haciendo, Tae.- le indicó Jungkook y Mark sintió como la camilla comenzaba a moverse aun con él encima. Había visto eso mucho veces en la televisión pero nunca pensó que fuera a hacerlo. De repente el monitor interrumpió su pitido.

-¡Tenemos un latido! ¡Sigue, Taehyung!- de repente otro latido. Un poco irregulares y débiles pero los latidos del corazón de aquel hombre comenzaban a hacerse presentes. Taehyung sonrió como nunca lo había hecho. Se irguió sobre la camilla y vio con inmensa felicidad como la línea dentada de aquel monitor portátil representaba la vida que había recuperado. No podía dejar de sonreír, a pesar de que aun aquel hombre seguía en peligro, su corazón estaba latiendo, se estaba moviendo. Estaba llevando la poca sangre que quedaba dentro de aquel cuerpo a todos los rincones. Estaba latiendo. ¡Diablos, estaba latiendo!

-Ya… bájate.- le indicó Mingi, introduciendo la camilla en el ascensor. Entró, junto con los demás doctores que habían aparecido después, las puertas se cerraron dejando a Taehyung y a Jungkook allí.

-¿No tenemos que ir?

-No, ya a partir de ahora le toca a los cirujanos.- Jeon puso una mano en su hombro y lo convidó a darse la vuelta y desandar el camino que habían recorrido mientras corrían con la camilla. Volvieron al cuerpo de guardia, donde todo había vuelto a la calma. Tae no pudo evitar sobrecogerse ante todo lo que había sucedido. No habían sido ni diez minutos de accionar convulso. Todo había sido tan rápido. Por alguna razón tenía ganas de llorar. Se sentía extraño. Muchas cosas se agolpaban en el interior de su mente. Era un lío, todo un desastre. Su pecho le dolía y su garganta se sentía como si tuviera algo que impidiera el paso de su saliva. Jungkook se detuvo, aun con su mano puesta en su hombro.

-¿Taehyung?- lo llamó suavemente. El chico miraba al suelo. No debería haberlo hecho. Ahora se había percatado de que todas sus ropas estaban llenas de sangre. Tuvo que ahogar el fuerte sollozo que subió hasta sus labios, pero las lágrimas… las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas completamente fuera de control.- Oye… hey… hey…- Jungkook se puso frente a él y lo obligó  a mirarlo a los ojos. El rostro de Taehyung era un desastre de lágrimas. Fue imposible para Jungkook no abrazarlo con fuerza. Dejar que apoyara su rostro en el ángulo de su cuello.- No llores. No llores…- comenzó a acariciar su cabello mientras notaba como la espalda de Taehyung se contraía violentamente con cada sollozo.- Tranquilo, Tae… tranquilo… lo hiciste bien. Lo hiciste muy bien. Salvaste su vida, Tae. Le diste una segunda oportunidad ¿no se siente genial?- Kim asintió, aun llorando.- Entiendo que fue demasiado para ti. Disculpa por haberte empujado hasta el extremo. Pero está bien. Todo está bien. Eres un buen médico, Tae. Estoy orgulloso de ti.- Jungkook lo apretó con más fuerza y suspiró. Solo imaginar todo lo que pasaba en el corazón de Taehyung era sobrecogedor. Tenía ganas de abrazarlo para siempre, hasta que se calmara y no tuviera más inseguridades, hasta que ya nada lo alterara, hasta que se sintiera tranquilo y capaz de afrontarlo todo.

-Ya me puedes soltar…- escuchó el ligero murmullo y se  separó suavemente de Kim.

-¿Ya estás mejor?- buscó su mirada. Taehyung tenía los ojos y la nariz rojos. Sus suaves pestañas húmedas y sus mejillas llenas de lágrimas. Jungkook sintió ganas de besar sus ojos y de acunarlo en sus brazos, pero solo usó sus pulgares para secar las lágrimas. Si lo besaba, probablemente Taehyung lo golpearía tan duro que tendrían que atender una segunda emergencia.

-Sí… solo…- el chico se dejó hacer.- No sé qué me pasó.

-Tranquilo, es tu primera vez. Había mucha sangre y pusimos mucha presión en ti. Pero piensa que todo salió bien.

-¿Pero y si no hubiera salido bien, Jungkook? ¿Qué hubiera pasado si no hubiera salido del paro?

-Entonces hiciste todo lo que pudiste.

-Eso no es suficiente, Jungkook.

-A veces sí, Tae. Solo piensa ¿Quién más iba a hacer RCP? Mingi estaba canalizando las venas y tratando de contener la hemorragia. Yo estaba a cargo, no podía ponerme a  hacer RCP, sino quien iba a buscar los medicamentos, llamar  a cirugía y ayudar a Mingi. Solo estabas tú, Tae.

-Pero yo solo soy…

-¿Solo eres un estudiante de tercero? Pues ya sabes más de medicina que cualquier persona promedio. Aun no te has graduado pero ya llevas una bata blanca, y lo haces por algo. Lo hiciste bien, Taehyung. Solo piensa en eso.

De alguna forma las palabras de Jungkook lograron calmarlo. Le transmitían cierta tranquilidad. Como si sus inseguridades no tuvieran lugar allí, en aquel momento y lugar.

-Ven. Te tienes que cambiar esa bata.

Jungkook lo volvió a arrastrar, esta vez hasta el cuarto de los médicos y allí le extendió una bata y un pijama azul oscuro.

-Deja tu ropa allí en aquella cesta. La puedes buscar mañana en la lavandería. Ponte esto. Tenemos que seguir en la consulta y a nadie le va a gustar ser atendido por un par de doctores ensangrentados.

Buen punto.

Jungkook se desvistió sin pensarlo, quedándose solo con la ropa interior.

-¿Pero qué haces?- Taehyung lo miró, indignado.

-Deja de ser tan sensible. Como si nunca lo hubieras visto.- Taehyung se sonrojó una vez más, si seguía así, tendría que tomar algo para su presión.

-¡Yah!- le lanzó su bata a la cara.

-¡No seas sucio! ¡Esto está lleno de sangre!- Jeon agarró la bata con dos dedos y la tiró en la mencionada cesta.- cámbiate tú también y ve para la consulta.- Jungkook se vistió con rapidez y se puso una nueva bata. Al parecer eso era algo que hacía con frecuencia. Volvió a ponerse el estetoscopio en el cuello y pasó las cosas de los bolsillos de su bata sucia para la limpia. Salió, luego de esto, dejando a Taehyung solo para que se vistiera.

Kim solo podía pensar en que el descaro de Jungkook ya llegaba a niveles extraorbitales, pero lo más preocupante era que ya se estaba acostumbrando. Se puso el pijama y la bata, notando, para su inmenso disgusto, que le quedaba grande.

-Este imbécil.- murmuró para sí, pero no tenía más remedio. Al menos, de largo, los pantalones sí le servían. Se ajustó todo lo mejor que pudo, para evitar accidentes y salió. Aunque, en caso de que se le cayeran los pantalones, la bata le cubriría más allá de los muslos. Regresó a la consulta, donde Jungkook ya atendía a otro paciente y se sentó. Le pareció increíble la forma en la que Jungkook se enfocaba en su trabajo. Nadie diría que apenas hacia unos minutos, había estado correteando con un tipo moribundo hacia el quirófano.

La tarde transcurrió sin más problemas. Quitando la emergencia, lo que Mingi había dicho era verdad. No había muchas cosas interesantes por allí. Entre paciente y paciente, Jungkook le había ido explicando lo que iría al examen. Resultaba que, cuando alguien te lo explicaba, era mucho más fácil de entender y grabar. Además, Jungkook aprovechaba para hacerle demostraciones didácticas con los pacientes. Para las ocho de la noche, ya lo habían revisado casi todo. Muy por arriba, pero lo suficiente como para que Taehyung se hiciera una idea de los contenidos. Mingi bajó a esa hora. Se notaba el cansancio en su rostro. Estaba despeinado y fatigado. Se dejó caer sobre el banco que había al fondo de la consulta.

-¿Cómo fue?- preguntó Jeon.

-Bien. Está estable. Me fui antes de que cerraran, algo me decía que me iban a mandar a mí.

-No puedes ser tan vago, Mingi.

-¿Sabes cuantas veces he entrado a ese quirófano en los últimos diez días? Ser alumno ayudante de cirugía no es un paseo. Así que perdóname si no me apetece estar haciendo suturas.

-¿Y qué fue lo que hiciste?

-Pasar material.

-Creo que hacer suturas es ligeramente más interesante que eso.

-Sí, pero no tengo ganas.

-Taehyung, por favor.- Jungkook se dirigió a él, que había vuelto su vista al libro.- No crezcas para ser como él. Sigue siendo así como ahora.

-¿Estás insinuando que soy un mal doctor?

-Eres uno vago.

-Lo que hay que soportar, señores.- Mingi fingió indignación - ¿Ya fueron a comer?

-No.- Taehyung se apresuró a negar, ya hacía rato que tenía hambre. Jungkook lo miró, divertido. Tenía ganas de meterse con él desde hacía rato. Aquel pijama le quedaba demasiado lindo. Sin embargo, no le había dicho nada, solo estudiaron. La expresión de Taehyung, mientras lo miraba atento, también valía la pena.

-Vamos…- Jeon se puso de pie.- Mingi, quédate tú aquí.

-¿Qué? ¿Por qué?

-No podemos dejar la consulta vacía.

-Pero si lo dije precisamente para ir a comer yo.

-Pues espera, así descansas de la cirugía.

-No seas así. Ya sabes que ver tanta carne da hambre.

-Eso es a ti, que eres un trastornado.

-Hyung…- Mingi suplicó, al borde de hacer un berrinche.

-No seas llorón. Volveremos rápido.- Jungkook agarró de nuevo la muñeca de Tae y tiró de él rumbo a la cafetería. Kim solo entrecerró los ojos, por lo visto, se tendría que acostumbrar al hábito que parecía tener Jungkook de tirar de él por la muñeca.

-¿Por qué tengo que ir a comer contigo?- le dijo por el camino

-Porque estoy ayudándote a estudiar.- Jeon le dedicó aquella brillante sonrisa que tenía.- ¿Vas a seguir siendo desagradable conmigo?

Taehyung frunció el ceño y arrugó la nariz. No le iba a contestar a eso. Jungkook se volvió a girar a verlo.

-Considéralo tu pago por mi tiempo. Puedes, al menos, acompañarme a comer.

-¿Qué pasó con el docente empedernido? ¿El residente encantador que adora ayudar a sus "queridas plaquetas" de tercero?

-Contigo voy a hacer una excepción.- Taehyung volvió a sentir un nudo en su garganta. Si le daba su espacio, el Jungkook que había conocido en el club se dejaba ver de vez en cuando. El Jungkook que lo había cautivado lo suficiente como para irse con él. Sí, porque ya en la mente de Taehyung, la idea de que Jungkook no se lo había llevado por la fuerza o aprovechándose de él, sino de que él, simplemente, había aceptado irse, se había asentado. Ya era algo que el propio Taehyung aceptaba.

Pero eso no quitaba que aun siguiera enojado con Jungkook al respecto.

-Me siento halagado...- comentó con ironía

-Deberías.- Jungkook se rio de su propio comentario y entró finalmente a la cafetería seguido de Tae, quien trataba de no mirar a nadie a los ojos para evitar ver sus rostros burlones. El pijama seguía siendo algo demasiado llamativo, sin contar la enorme bata.

(Muchas gracias VanteKook_love >3)

Doce de la noche. Y no habían llagado más de ocho pacientes en lo que había pasado de tiempo. Mingi se había ido a dormir desde las diez, así que muy pronto irían a despertarlo para que cubriera el próximo turno.

-¿Ya quieres dormir?- le preguntó Jungkook al ver que la cabeza se Taehyung colgaba sobre el libro, cuyas páginas estaba humedecidas por un hilito de saliva.

-Eh ¿Qué?... no, no- Kim se irguió y se limpió disimuladamente la comisura del labio.- Estoy bien.

-No, llevas toda la tarde aquí. Puedes ir a dormir. Los de tercero no tienen que estar toda la noche despiertos.

-Oh, bueno…

-Ven, así despertamos a Mingi de paso. Yo también podría usar un par de horas de sueño.

Volvió a acompañar a Jungkook. Esta vez, hasta la zona de descanso, donde estaban los cuartos para el personal de guardia. Jungkook entró en uno de esos cuartos y Taehyung lo siguió. Era un cuarto pequeño. Solo había tres literas y Mingi dormía plácidamente en una de ellas.

-Este vago… ni siquiera se ha despertado y ya son las doce y diez.- Jeon fue hasta donde él estaba y le agarró la nariz, volviéndosela a sacudir con fuerza.

-¡Ay! ¡Ayayayay!- gimió Mingi, despertándose de golpe. Miró a Jungkook con los ojos entrecerrados y se revolvió en la cama.- ¿Qué hora es?

-Las doce y diez. Te toca.

-Ya voy. Ya voy.

-Con que lo digas una vez, basta.- le reprendió Jeon. Mingi se bajó de la litera y fue hasta el baño, aun medio dormido. Jungkook, por su parte, agarró una mochila que estaba sobre una silla y sacó un pequeño bolso y una toalla, para luego entrar al mismo baño donde estaba Mingi.

-¿No puedo orinar en paz?- Taehyung escuchó la voz enojada de Mingi. Jungkook ni siquiera había cerrado la puerta. Pudo escuchar como también se abría la ducha.

-¿Podrías esperar a que yo salga para desnudarte? ¡Por Dios!- Mingi salió del baño, con expresión enojada, mientras se acomodaba el cierre del pantalón. Taehyung solo permanecía de pie en medio de la habitación.

-¿En la sala también es así?- le preguntó Mingi. Taehyung negó, sacudiendo la cabeza de un lado a otro.

-Pues vete acostumbrando si te tocan las guardias con él. No tiene filtro social alguno.

-Hey…- Jeon se asomó por la puerta entreabierta del baño, completamente desnudo, cubriéndose la entrepierna con una toalla.- Alguien que me alcance mi cepillo de dientes. Está en la mochila.

-Bye…- se despidió Mingi saliendo apresuradamente de la habitación.

-Espera, no…- intentó detenerlo Taehyung, pero fue inútil. Ya  Mingi se había ido.

- Taehyung, alcánzamelo tú.

-Estás loco si piensas que me voy a meter a ese baño contigo.

-De acuerdo…- concluyó Jungkook. Kim no entendió a qué se refería hasta que lo vio salir, solo con la toalla, dispuesto a alcanzarlo por sí mismo.

-¿Estás loco?- le preguntó retrocediendo inconscientemente.

-¿Por qué? Ya que no me lo quieres alcanzar, lo tomo yo.- Jeon se encogió de hombros. Restándole importancia al asunto.- ¿O hay alguna razón por la cual no debería hacerlo?- se giró hacia donde estaba Tae, notando su extraño lenguaje corporal.

-¿No es suficiente con el hecho de que no estás solo?

-Somos médicos. Estamos acostumbrados a ver el cuerpo humano.- se acercó más a Taehyung, sonriendo con malicia.

-Jungkook… aléjate de mí.

-¿Por qué, Tae? ¿Me tienes miedo?- ya estaba a solo medio metro de distancia, la suave tela de la toalla separándolo de la total desnudez. Taehyung no estaba listo para luchar con tres ataques al día del pecho desnudo de Jungkook.

-No…

-Entonces…

-Solo aléjate.

-Sigo sin entender porque no me quieres cerca de ti.

-¡Porque estás desnudo!

-Técnicamente no. Hay una toalla.- apoyó una mano en la pared, junto a la cabeza de Taehyung. De nuevo lo tenía acorralado. Y, por alguna razón, el corazón de Taehyung latía como loco dentro de su pecho haciendo que su dueño no supiera qué decir o cómo reaccionar, ni siquiera sabía a donde mirar.

-Solo coge tu estúpido cepillo y vete a bañar.

-¿No quieres venir conmigo?

-¡No!- ya kim no podía sonrojarse más. Pero no tenía caso. Lucía como la cosa más adorable del mundo, Jungkook no podía contenerse las ganas que tenía de meterse con él.

-Puedo restregarte muy bien, hasta que salga de tu cuerpo toda la suciedad del día.

-Jungkook…

-Así no se dice.

-Doctor Jungkook, por favor…- el castaño le dedicó una última mirada burlona, para luego separar su mano de la pared y retroceder unos pasos.

-Espero que después de esto no se te olvide la forma correcta de dirigirte a mí.

Taehyung se llevó una mano al pecho, tratando de calmarse, mientras vio en silencio como Jungkook volvía al baño. Por supuesto, dejando la puerta entreabierta.

-Como si fuera a cambiar de opinión.- murmuró para sí mismo.- Imbécil.

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