Yoongi

Se supone que no debo moverme mucho, me la pase negociando mi traslado con los doctores, además de la ayuda de Hoseok que abogo por que el estaría al pendiente de mi recuperación, pero una de las razones principales era poder verla a ella, me sentía demasiado ansioso, incluso mi necesidad por tenerla cerca era mas grande que el fumar un cigarrillo, estaba pudiendo con la adicción a la nicotina, pero con la adicción que había desarrollado por Rin rin me era mas difícil, su estado actual de paz me esta llenando de tranquilidad, la he visto tarareando demasiado mientras me hace las curaciones o cuando anda por la casa, se pone hacer sus tareas aquí en la habitación por si necesito algo, pero trata de no molestarme según ella demasiado.

—No es necesario que vengas, estoy bien, Hobi esta viniendo hacerme los chequeos, además de que Aerin me esta cuidando bien, solo quiero estar con ella, no tengo ánimos de verlos Carter— llamaba cada día para lo mismo.

—Estamos algo nerviosos Yoongi debes de entendernos.

—De lo único que están nerviosos es de lo que deben de decirle a la prensa no me vengas con tonterías, sabes me voy a dormir un rato ya me dolió la cabeza.

Le colgué algo fastidiado, ya me había sentado en la cama, me podía mover un poco mas incluso caminar con mas agilidad, pero seguía doliendo un poco. Salí de mi habitación para ir a la sala, necesito mover mas las piernas o se me van a entumecer. Con esfuerzo camine hasta la sala, ella venia del cuarto de lavado cuando me vio soltó el cesto de ropa y corrió hacia mi.

—Yoon no debes de levantarte aun —tomo mi brazo para pasarlo sobre sus hombros —si necesitas algo debes de pedírmelo.

—Necesito moverme, un cigarrillo y que Carter deje de joder todo el día.

Me ayudo a sentarme en el sillón.

—Déjame ir por almohadas para que estés mas cómodo —antes de que se moviera la tome de la muñeca.

—¿Quieres que este cómodo? Deja de tratarme como si me fuera a romper, ya estoy mucho mejor, me quitaron las puntadas, solo es un poco de dolor momentáneamente, déjame moverme por la casa, y ya que no me dejan fumar por lo menos déjame disfrutar de otra cosa.

—¿Whisky?

Intente no reírme pero me fue imposible, me dolió un poco la herida , Aerin frunció el ceño por mi reacción, me encanta que aun quede algo de inocencia en ella, la acerque mas a mi para tomarla del rostro, cuando me miro a los ojos logro entender un poco lo que quería, antes de besarla me hizo una mueca con los labios.

—Hobi dijo —le mordí el labio antes que hablara

—Hobi no esta aquí.

Busque un beso mas profundo, ella se acerco mas a mi pero evitando tocar mi torso, la tome de la cintura para obligarla a subirse a mi prácticamente.

—Yoon, te voy a lastimar.

—Puedo con tu peso.

Acomode sus piernas para que quedara a ahorcajadas sobre de mi, sentí que su respiración se agito un poco al sentir mi entrepierna directamente, estaba luchando entre su deseo y su miedo a lastimarme, bese su cuello de manera lenta para que se relajara, mis dedos acariciaban sus muslos que estaban cubiertos por un leggin algo grueso, necesito tocar su piel.

—Tu ropa me estorba.

—Puedo ayudarte con eso.

Se levanto de mi, para de una manera algo lenta quitarse las prendas de su cuerpo, estaba hipnotizado por cada movimiento, el suéter que traía fue lo primero que se fue al suelo, solo traía una sostén debajo, lo siguiente que se quito fue los leggins mostrando sus preciosos muslos blancos que tanto me gustaba tocar, se acerco a mi para hincarse bajando mi pantalón de chándal junto con mi bóxer.

—Atenderé esta parte primero

Fue lo que dijo antes de meterse mi miembro a su boca, la manera en que succionaba me arranco algunos gruñidos de éxtasis, su lengua rosaba todo el falo con habilidad, lo sacaba de vez en cuando para masturbar mientras chupaba la punta, el dolor de mi torso se había esfumado, mis manos acariciaban su cabeza mientras seguía con el oral, amaba sentir sus labios alrededor de mi miembro.

—Sube aquí, anda.

Se despegó de mi entrepierna para volver acomodarse encima de mí, ahora sí podía tocar totalmente sus piel, ahora siguió torturando mi cuello con besos y dejando pequeñas marcas.

—Me está gustando esto de dejarme cuidar por ti.

—Era mi turno —mordió mi lóbulo pude sentir su respiración en mi oído —no siempre puedes tener el control.

Tome sus mejillas, lamí sus labios, levantó un poco su cadera mientras tomando con habilidad mi hombría entre sus suaves manos haciendo su ropa interior aún lado para entrar en ella a su ritmo.

Podía sentir como se abría la piel con lentitud mientras bajaba, sus labios se abrieron un poco dejándome sentir su aliento caliente y excitado. Ella entrecerraba los ojos mientras yo la observaba, su humedad me facilitaba entrar, para este punto el dolor de mi torso era casi inexistente.

—No te contengas, quiero sentirte rebotar sobre de mi.

Me regaló una sonrisa encantadora antes de sujetarse por mis hombros iniciando ese baile tan delicioso sobre de mi, yo apretaba su trasero con salvajismo, sus gemidos se convertían en jadeos, que hacían armonía con mis gruñidos al sentirla moverse, nuestros labios se juntaron en un beso obsceno, un beso cargado de pasión y deseo, ambos nos necesitábamos y ansiábamos este contacto.

Su cuerpo se tenso, sentí como apretaba de manera intensa mientras se corría sobre mi, no lo resistí y la seguí llenándola totalmente.

—Necesito recuperarme rápido, quiero más de ti.

—Ya tienes todo de mi.

Mientras nuestras respiraciones se calmaban escuchamos el intercomunicador.

—Snake mi amor, vine de visita.

Aerin se bajó de mi comenzando a vestirse, me acomode la ropa, ella tenía una mirada molesta.

—¿Qué sucede?

—Nada, iré a abrirle a tu amor.

La tome de la muñeca.

—No debes de sentir celos de Sofía, es solo mi agente legal.

—Pues ella no lo entiende—la jale de nuevo hacia mi —esta esperando.

—Que espere.

La bese de nuevo, sus labios gruesos ya estaban algo rojos por la intensidad con la que la besaba, pero en verdad no podía parar, escuchamos que abrieron la puerta principal, ambos miramos a la entrada y Sofía estaba parada con la cara algo roja mirándonos.

—Me iré a duchar y luego preparo la comida— Aerin dejo un beso más en mis labios — los dejo Sofí.

Camino a un lado de ella sin mirarla, Sofía solo frunció el ceño y miro directo a mi entrepierna, yo tomé una almohada del sofá para ocultar mi nueva erección.

—Creo que fui claro, les dije que no quiero visitas hasta nuevo aviso.

—No deberías estar acostándote con ella en este estado.

—Sofí, te aprecio lo sabes, pero si no tienes un título médico y no sabes cómo me siento, no me digas que hacer.

—No es la primera vez que te veo con una mujer, pero ella me molesta.

—Aerin no es como las demás, ¿A qué viniste?

Se acercó y se sentó en el sofá frente al mío.

—Quería ver cómo estabas.

—No es solo eso, estoy seguro que Carter te envío.

—Le dije que te darías cuenta —suspiro un poco —necesitas hablar con la prensa, saben que estuviste hospitalizado pero no saben la razón, las comisiones que tienes están en pausa por tu recuperación pero debes de dar una declaración para que no comiencen a presionar para tener sus canciones.

Me mordí los labios arrancando la piel muerta, me fastidia hablar con la prensa, no entiendo su obsesión con saber todo lo que hago, si les gusta mi música deberían de conformarse con eso, mi vida privada es punto y aparte. Mi talento no debe basarse en lo que hago fuera del escenario.

—Prepara la rueda de prensa para la semana que viene— frote mi rostro un par de veces —¿Qué quieren que diga?

—Usaremos a la niña ya que la trajiste, diremos que fue un asalto fallido, la presentarás como lo que tú quieras.

—Rin rin, no se meterá en esto, no la quiero envuelta en nada de esta mierda, la traje para que pueda estar tranquila y tener una vida mejor, no para que la acosen a donde vaya solo porque es mi pareja.

—¿Tu pareja?

—Tienes razón, debo preguntarle antes, diré lo del asalto pero no quiero cámaras sobre ella, no necesita está nueva clase de presión.

—Siento que ella nos va dar muchos problemas por tu obsesión de querer protegerla.

—Si es todo Sofí, te puedes retirar.

Se levantó molesta, no se despidió solo salió hecha una furia, pero es verdad que no quiero que ella tenga que ver con esto, está muy bien y muy tranquila sin necesidad de que la sigan para saber hasta cuántas veces respira.

Me di un baño en lo que ella terminaba de cocinar, miraba las cicatrices de mi torso y abdomen aún estaban muy rojas, las toque sintiendo los bordes, solo espero que se queden como una cicatriz en la piel y no como una marca en la vida de Rin rin. Salí de ducharme y camine hasta la cocina algo lento, es curioso como hace rato no me dolía nada.

—¿Seguro estás mejor?

—Si, solo necesitaré los analgésicos para más tarde— me acerque y la abrace por detrás —¿Quieres te ayude a servir?

—No es necesario, siéntate te vez más pálido que de costumbre se que te duele pero te haces el valiente.

—Esta bien.

Me senté, ella acercó todo a la mesa, en verdad estaba muy tranquila su imagen en estos momentos no es la misma que la de hace unos meses.

—Rin rin.

—Dime.

—Parecerá algo tonto lo que te voy a decir, pero ¿Quieres tener una relación conmigo?—Sus mejillas se tornaron algo rojas de una manera adorable —tal vez no quieras y lo entenderé.

—Min Yoongi, eres el único hombre que me ha tratado como una persona, eres algo serio, también medio gruñón, pero lo compensa que eres atractivo y muy dulce conmigo ¿Qué mujer en su sano juicio diría que no?

—Me siento algo extraño —sonreía a lo tonto —estas cosas cursis no son lo mío.

—Has hecho demasiado por mi, y he analizado si lo que sentía por ti era solo agradecimiento y admiración, quería estar segura.

—¿Cuál fue el veredicto?

—En verdad me gustas, siento demasiadas cosas por ti, me pongo nerviosa cuando me sonríes, y ansiosa cuando no me besas, eres como una nueva droga Min Yoongi.

—Es curioso, siento exactamente lo mismo.