Apareció tirado en el suelo justo enfrente de la casa, pero al levantarse. Noto a muchas personas de negro alrededor suyo, como si hubieran estado esperando desde hace rato a qué despertara. Las miró con nervios y mucho miedo al mismo tiempo, no quería que lo mataran o metieran a la cárcel al mismo tiempo. Todo le daba miedo sinceramente y no podía evitar sentir muchos nervios.

   --Tu padre no pudo hacerse cargo de ti, así que nos deshicimos de el.-- Le dijo uno de los hombres que estaban vestidos totalmente de negro. --Vendras con nosotros.--

   ¿Por eso no veía a su padre?... ¿Acaso esos hombres lo?...

   De tan solo pensarlo, sus cuencas se llenaron de lágrimas. Aunque aquello pareció importarle muy poco para ellos, y jalaron una de sus muñecas a la fuerza.

   --Te vigilaremos hasta que sigas el propósito por el cual existes.-- Le dijo de regreso mientras apretaba la muñeca con más fuerza.

   No le gustaba nada de ahí.

   Ni el gobierno.

   La escuela.

   Su casa.

   Quería a su padre de vuelta.

   A veces quería morir.