Estaban aterrados viendo en lo que se había convertido el castillo que alguna vez fue un lugar lleno de risas, ahora era un lugar aterrador técnicamente. Habían ojos por todos lados que parecían mirarlos a ambos directamente, todo el lugar estaba lleno de color rojo; más bien lo que parecía ser sangre más que nada.

   --Vamonos...-- Dijo con miedo mientras cerraba sus ojos, intentando hacerlo desaparecer. Pero no funcionaba, nada de lo qué hiciera en ese entonces funcionaría entonces. --Goth... No se deshace... ¿¡Por qué no desaparece?!-- Pregunto con alteración mientras sus cuencas de repente se llenaban de lágrimas al mirar todo al su alrededor con puro temor.

   --No lo sé...-- Admitió. --Deberiamos ir a la salida en ese caso.-- Dijo sin más, tomando la mano de su contrario y empezando a caminar pisos abajo.

   Los ojos dirigieron su mirada hacia ellos, mirándolos confusos y emocionados de lo que iban a hacer o encontrar.

   --...-- Goth guardo silencio al igual que su contrario, los pasos que daban entre las escaleras, que rechinaban; se escuchaban en todo el primer piso que daba a la cima de la torre.

   Escucharon gruñidos. Pero no esperaron encontrarse con algo qué, a ellos, les parecía horrible y espantoso.