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Para KyungSoo, días como aquel pasaban rápidamente, las horas se desvanecían entre sus párpados sin poder volver atrás o detenerlas un poco. KyungSoo algunas veces pensaba que como cambia formas, debería de tener algún poder extra ㅡcomo detener el tiempo, por ejemploㅡ para poder permanecer más tiempo con JongIn.

Le encantaba estudiar con él, JongIn decía que aprendía rápido y él creía que el moreno era demasiado paciente, además de que pensaba que lo distraía demasiado de sus propias labores, pero el muchacho siempre le sonreía y lo convencía con una mirada de que no era así, de que esperaba que llegara el fin de semana para poder estudiar con él todo el domingo.

JongIn había conseguido trabajo en otro restaurante ㅡde más categoría, mejor paga pero con más exigenciasㅡ donde asistía los jueves, viernes y sábado. Estudiaba en la semana y el domingo tenía todo el día para pasarlo con KyungSoo.

Desde muy temprano pasaba a por él y salían a correr, después solían desayunar y después de ducharse, se ponían a estudiar un rato, para terminar el día viendo una película o quizá saliendo a cenar a algún lado, otros días pedían comida al departamento y KyungSoo se quedaba dormido.

Al principio, JongIn se las arreglaba para llevarlo al piso de arriba, donde JongDae lo recibía mientras le daba una buena mirada de incertidumbre al moreno, pero después, KyungSoo simplemente decidía quedarse a dormir. Así que los domingos eran un tesoro para ambos.

JongDae era exigente, se había convertido en una figura un tanto paternal para KyungSoo y siempre condicionaba todas sus salidas, les ponía una hora de regreso y les instaba a que se cuidaran mucho, que no hicieran tonterías de las cuales pudieran arrepentirse o salir lastimados emocionalmente.

ㅡ Escúchame bien, Kim. No quiero volver a ver a mi KyungSoo llorar por tu culpa, o como que me llamo Kim JongDae...

ㅡ JongDae, cariño... necesitas relajarte ㅡ MinSeok había interrumpido esa vez, con una sonrisa genuina en sus labios. ㅡ Creo que JongIn lo sabe muy bien.

JongIn simplemente había asentido repetidamente, porque por supuesto que no quería ver a KyungSoo llorar tampoco, mucho menos separarse de él. JongIn no quería pensar que el lazo entre humanos e híbridos, cambia formas, actuaba de esa manera, como un hilo del destino o algo por el estilo, él verdaderamente se negaba a pensar de esa manera. Creía que estaba enamorado de KyungSoo por quién era y por quien cada día descubría.

Cada vez que estaba con él aprendía algo diferente, como que no le gustaba el cilantro o que se moría de risa si sus manos se posaban en la parte baja de su espalda. A KyungSoo le gustaba especialmente sentarse en su regazo y acomodar su cabeza sobre su hombro y cuando se quedaba dormido, algunas veces hablaba en sueños.

JongIn se había preguntado cómo era que todos esos detalles le habían pasado desapercibidos antes, pero tampoco quiso ponerse a pensar en ello, porque el antes no existía para él, era el presente al que se aferraba con ambas manos y su futuro prometedor que le sonreía al oído y le susurraba que tenía muchas ganas de no irse.

Por supuesto, KyungSoo lo veía después de la universidad entre semana, se quedaban en el departamento mientras él hacía sus tareas, hasta que se cansaba y salían a estirar las piernas o algunas veces que JongIn lo sorprendía cuando le decía que lo llevaría por un helado o a dar un paseo por el centro comercial más cercano.

KyungSoo se sentía especialmente bien cuando JongIn lo tomaba de la mano y caminaban juntos, cuando le sonreía de aquella manera en que le hacía pensar que no había nada más importante en ese momento y que no lo cambiaría por nada.

Pero existían también los momentos como en ese momento, en que su corazón se sentía a punto de salir de su pecho y las manos le temblaban, los pies le cosquilleaban y se sentía tan extraño, que no creía poder terminar de describirlo con simples palabras.

ㅡ J-JongIn...

ㅡ Hmnn...

JongIn susurró cerca de su oído, mientras se acercaba un poco más a él y le pasaba el brazo por la cintura para atraerlo más hacia él, estaban sentados en el piso de la sala, recargados sobre el sillón mientras estudiaban, o al menos eso intentaba KyungSoo, porque parecía que hoy era una de esas tardes en las que JongIn, simplemente no podía separase de él.

El moreno acarició su estómago en el proceso y KyungSoo sintió la punta de su nariz hacerle cosquillas en su cuello, los labios de JongIn eran gruesos, le producían escalofríos cuando se posaban sobre sus hombros incluso si éstos estaban cubiertos con ropa. El muchacho suspiró y se inclinó solo un poco para besar un poco su cuello, depositando pequeños besos sobre la superficie de su piel blanca, mientras KyungSoo soltaba un ligero suspiro y sus mejillas ardían sin poder evitarlo.

Por supuesto que había días en los que él también se sentía así, completamente acalorado cuando veía a JongIn caminando simplemente por su departamento, su mente volaba y lo contemplaba mientras sus mejillas se teñían de escarlata y su corazón se aceleraba. ¡Es que JongIn era tan guapo!

Tenía un novio magnífico y le encantaba decírselo, haciendo que el moreno se sintiera cohibido por ello, mientras que él no podía dejar de abrazarlo, acomodándose ligeramente sobre su regazo porque necesitaba sentirlo un poquito más cerca. JongIn siempre lo dejaba y no decía mucho, simplemente le acariciaba la espalda con cuidado y le dejaba besos en las mejillas de manera infantil.

Claro, eso hasta que un día, sin dudarlo y después de haberse visto a los ojos profundamente, ambos aceptaron el acuerdo mutuo de avanzar y se besaron. A KyungSoo aún podía ponérsele los vellos de punta si lo rememoraba, JongIn se había inclinado y había dejado que sus labios se posaran sobre los suyos con gentileza, con suavidad, se había retirado un momento después y había atacado nuevamente, con más ímpetu y con más confianza que la vez anterior.

Se habían besado largo y tendido, sin que sus labios parecieran cansarse de lo que probaban en el otro, con sus respiraciones agitadas por la falta de aire y con sus manos temblando porque se sentían necesitadas, casi tanto como sus propios labios.

ㅡ Lo siento... te interrumpí ㅡ JongIn se disculpó mientras se retiraba un poco y KyungSoo se giraba para observarlo, con el ceño fruncido por la lejanía del moreno.

ㅡ No me molesta, puedo estudiar después.

ㅡ JongDae va a matarme...

JongIn tragó saliva cuando KyungSoo se abalanzó sobre él y lo besó, con una sonrisa implícita en sus labios pomposos que solo significaban problemas. Lo peor del asunto es que había sido él quien los había acarreado al inocente KyungSoo que había conocido.

JongIn lo tomó por la cintura y profundizó el beso, porque no importaba, podría recibir los regaños de papá Kim más tarde, así que después de recibirlo gustoso, JongIn se desvió de su boca unos centímetros hasta su mentón, dejando suaves besos marcados y pequeños caminillos de saliva que hacían que KyungSoo temblara en sus brazos.

El moreno descendió por su cuello y con suavidad comenzó a besarlo, tomando una pequeña porción del mismo entre sus labios gruesos para succionarlo mientras que el muchacho se quejaba con cierto placer en sus quejidos.

JongIn recordó entonces la primera vez que le dejó un chupetón a KyungSoo, se habían encendido esa tarde y lo había dejado hacerlo también, mostrándole cómo hacerlo, el muchacho aprendía rápido y él lo disfrutaba bastante.

Era por eso que cuando dejó a KyungSoo en su casa, unos minutos más tarde, JongDae había tocado en la suya y lo había observado con recelo y con un horrible gesto de sorpresa cuando descubrió que en efecto, JongIn también tenía no una, sino varias marcas en su propio cuello.

ㅡ ¿Qué es lo que se supone le enseñas a mi hijo, Kim?

ㅡ Ahora es tu hijo... ㅡ JongIn se había reído y después de unos segundos, entendió que no debió hacerlo.

ㅡ ¿Para eso quieres quedarte a solas con él? ¿Para que regrese con chupetones y sabrá el señor de todos los felinos qué más? ㅡ JongDae estaba casi bufando, con las manos a la altura de su pecho mientras observaba al moreno, que era más alto que él, desafortunadamente. ㅡ ¿Te divierte jugar con la inocencia de un cambia formas?

ㅡ Yah, no lo pongas así. No hicimos nada más. Sólo... ㅡ JongIn hizo un puchero repentino con sus labios, bajando la mirada al piso con las mejillas morenas bien arreboladas, porque dentro de todo, le apenaba la situación. ㅡ Sólo... jugamos un poco.

ㅡ Bien, bien, espero que en tu próximo juego mantengas a tu amiguito dentro de tus pantalones, Kim. KyungSoo es un ser inocente y no deberías aprovecharte de eso.

JongIn había rodado los ojos y había asentido mientras el otro se daba la vuelta para regresar sobre sus propios pasos hacia su departamento. Por supuesto que a JongIn le había parecido exagerado, pero KyungSoo vivía con ellos y él no podía saltarse las reglas que le pusieran. Aunque sea intentaría cumplirlas.

Aunque así, con KyungSoo sobre su cuerpo como en ese momento, recostado en el piso mientras el otro lo observaba desde arriba y le sonreía, JongIn sentía que en verdad se esforzaba por contenerse, era demasiado problemático y él juraba hacer su mejor esfuerzo.

ㅡ ¡Yah! ¿Dónde está el ser inocente que conocí? ㅡ JongIn musitó con los labios abultados y los ojos brillantes fijos en la silueta del otro.

KyungSoo suspiró, pasándole las manos por el pecho con ligereza. ㅡ Soy inocente, todavía.

JongIn arqueó una ceja al observar al muchacho hacer un puchero, sintiendo que estaba completamente perdido, cuando KyungSoo actuaba lindo, era verdaderamente su perdición.

ㅡ No deberías juntarte con BaekHyun demasiado, te está pegando unas ideas muy raras.

ㅡ ¿No quieres que sea lindo contigo? Dijiste que te gustaba... ㅡ KyungSoo se mordió el labio inferior y JongIn prefirió cerrar los ojos, porque aquello no le hacía ningún bien, en absoluto.

ㅡ JongDae va a matarme ㅡ musitó por quinta vez en la tarde y KyungSoo sonrió, retrayendo su cuerpo para bajarse de él y acomodarse a su lado, para dejar de torturarlo.

ㅡ Está bien, entonces déjame seguir estudiando.

JongIn chascó la lengua y suspiró, porque no quería que KyungSoo siguiera estudiando, al menos no lo que hacía, quería que lo estudiara a él, por ejemplo. Pero tampoco era algo que pudiera pedirle.

ㅡ Está bien.

ㅡ JongIn... ㅡ KyungSoo lo observó acomodarse a su lado y se giró repentinamente, haciendo que el otro lo observara directo a los ojos.

ㅡ ¿Qué pasa?

KyungSoo sonrió con sus labios pomposos y negó, estirándose el poco espacio que los separaba para besar sus labios nuevamente, con suavidad, un roce apacible tras otro que hiciera su corazón sentirse cálido y armónico.

ㅡ Eres mi persona especial.

A JongIn se le arrebolaron las mejillas al escucharlo y sonrió sin poder evitarlo, confiado en que lo que sentía era lo mejor que tenía en ese instante. ㅡ También eres mi persona especial, KyungSoo.

ㅡ Estoy enamorado de ti ㅡ KyungSoo prosiguió, sorprendiendo a JongIn ㅡ aunque aún no te guste tanto como para que quieras hacer otras cosas, conmigo.

JongIn frunció inmediatamente el ceño. ㅡ ¿O-otras cosas?

ㅡ Sí, BaekHyun dice que él y ChanYeol hacen muchas, muchas cosas juntos. Cosas amorosas y también cosas calientes.

JongIn sonrió, queriéndose dar de golpes contra la mesa por culpa de la lengua de su amigo. ㅡ KyungSoo... quiero hacer muchas cosas contigo, pero no voy a presionarte.

ㅡ No vas a presionarme a nada, JongIn ㅡ KyungSoo le sonrió genuinamente y después se giró hacia la libreta, donde debía escribir un cuento, copiarlo de un libro de texto. ㅡ ahora, estudiaré.

JongIn suspiró y después sonrió, con las mejillas arreboladas porque bueno, era un completo freaky, al menos eso se suponía, por lo que estaba demasiado nervioso y también se sentía ridículo por lo que estaba por decir.

ㅡ Hey, tengo una mejor idea... ㅡ KyungSoo lo observó de nueva cuenta y observó las mejillas sonrojadas de su novio ㅡ ¿Qué te parece si mejor me estudias a mí, hmn?

KyungSoo sonrió sin que aquello le pareciera algo fuera de lo común, porque bueno, para él era normal y sí, quería descubrir a JongIn por completo ㅡaunque ya lo había visto desnudo en su etapa de gatoㅡ, quería estudiarlo y descubrir qué era lo que se sentía tener a JongIn completamente para él.

Así que cuando KyungSoo asintió y él lo atrajo entre sus brazos para levantarlo y llevarlo a la cama, JongIn pensó que no había algo más que quisiera hacer en ese momento, aunque JongDae lo matara después.

Se encargaría de que KyungSoo regresara a vivir con él para poder estar juntos, sin tener que limitarse a una noche a la semana, iba a encargarse de eso y de todo lo demás después, pero en ese momento, mientras se quitaba la camiseta en lo único en que pensaba era en la piel blanca de KyungSoo fundiéndose en la suya, con todo el amor de sus corazones, que apenas estaban aprendiendo.

Porque pese a que todo, el corazón de KyungSoo era así, blanco como las nubes de verano, suave como el algodón, contrastando perfectamente con sus cabellos azabaches que lo hacían enloquecer.

Y JongIn había dado tropezones, pero se había enamorado sin remedio de aquel gato que alguna vez esperó en su puerta por él.

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¡Muchas gracias por haber llegado hasta el final!

Los leeré en alguna otra historia si es que le dan una oportunidad.