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ɪ. ᴘᴀᴅʀᴇ




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✨ Capítulo editado ✨

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19 de Julio del 2006


Finalmente había llegado el cumpleaños de los mellizos. Era una mañana perfecta: el sol comenzaba a filtrarse a través de las cortinas, llenando la casa de tonos suaves y cálidos. Hailey, junto con su esposo Hotch, se había despertado temprano, emocionados por el hecho de que este sería el primer cumpleaños que compartirían con Lexie. El entusiasmo se respiraba en el aire mientras preparaban los arreglos para la celebración.

La casa estaba impregnada del dulce aroma a chocolate, y globos y guirnaldas llenaban de color la sala. Cuando todo estuvo listo, decidieron subir a la habitación de Alex. Hailey entró sigilosamente, sosteniendo un pequeño pastel decorado con velas encendidas, mientras su esposo la seguía de cerca, con una sonrisa juguetona en el rostro, como un niño a punto de hacer una travesura. Alexandra, ajena a lo que ocurría a su alrededor, dormía plácidamente, su respiración era suave y tranquila.

Hailey se inclinó con cuidado, asegurándose de no hacer ruido. Luego miró a Aarón con una sonrisa emocionada y asintió, dándole la señal para comenzar la sorpresa.

Juntos, empezaron a cantar en voz baja "Feliz cumpleaños", sus voces llenando la habitación con una melodía alegre que anunciaba el inicio de un día especial. Poco a poco, Alexandra fue despertando, parpadeando con confusión antes de comprender lo que estaba sucediendo.


—¡Feliz cumpleaños, Lexie!—exclamó la rubia, acercándose para darle un abrazo cariñoso a su hija.

—Sabemos que eres extrañamente adicta al chocolate.—murmuro Hotch haciéndole una cara graciosa al pastel, debido a lo empalagoso que se veía.—Pero esperamos que te guste.


La castaña no pudo evitar soltar un chillido de emoción antes de abrazarlo a los dos con mucho cariño, sintiéndose verdaderamente amada, estaba realmente agradecida por esta nueva etapa de su vida.


—No puedo creer que estén haciendo esto por mí—dijo Lexie con voz temblorosa debido a la emoción.

—Cariño, no tienes nada que agradecer . . . Eres parte de nuestra familia y estamos emocionados de celebrar este día contigo.—informo la Sra. Hotchner notando ere brillo en sus ojos.


Alexandra sopló las velas mientras cerraba los ojos y formulando un deseo, pero en realidad ella sentía que ya se había cumplido desde que la aceptaron en la familia, se dio cuenta que su vida había tomado un giro increíble. Debido a que en el pasado solo esperaba a que su hermano la despertara para ir a comer hamburguesas y competir para ver quien robaba mas carteras en un día, pero ahora todo era diferente.


—Bien, bajemos a desayunar para que puedas cambiarte.—ordeno Hailey mientras se dirigía a la puerta, empujando suavemente a su esposo.

—Iré por Jack, era muy temprano para despertarlo y no queremos que este de mal humor todo el día.—comento Hotch antes de embarrarle un poco de pastel en cara de la chica, provocando que se riera ante lo ocurrido.


Alexandra paso un dedo por la mancha de chocolate antes de llevarlo a su boca, en ese instante pensó en su mellizo y dedujo que a esas horas aún durmiendo profundamente a esta hora. Así que decidió enviarle un mensaje cariñoso para felicitarlo y recordarle que lo vería mas tarde en la "fiesta sorpresa". Antes de soltar una risa al recordar cómo Penélope los había agregado al chat donde hablaban de los preparativos para la celebración, sin darse cuenta de que estaban presentes los mellizos.

Sin embargo, Nova la saco de sus pensamientos con sus ladridos en señal de que ya quería bajar a desayunar, así que tuvo que no tuvo otra opción más que dejar su celular en su cama y correr hacía el corriendo al comedor siendo perseguida por el cachorro.

Un par de horas más tarde, todo estaba listo en el patio trasero de la casa, las mesas decoradas, junto con sus respectivas sillas, Nova jugaba con un globo hasta que lo reventó de una mordida, así que estaba en busca de otro. Los invitados comenzaban a llegar y JJ fue una de las primeras en hacer acto de presencia, acompañada por Eduardo. Tan pronto como vieron, el azabache se abalanzó hacia su hermana, envolviéndola en un gran abrazo, felicitándose mutuamente por su cumpleaños.


—Te recuerdo que soy mayor por doce minutos, así que técnicamente tienes que escucharme.—se burlo el mellizo agradecido de que poco a poco su relación fuera sanando, bueno después de múltiples peleas donde casi le fracturan la nariz era un avance para él.

—Me sorprende que un vejestorio como tu aún soporte tan bien los golpes.—respondió Alex con una sonrisa sarcástica. 


Ambos compartieron una risa cómplice, era la misma competencia de cada año y aunque iban a seguir discutiendo, el mellizo hizo una seña para sacar algo de su mochila. Era su ofrenda de paz o algo así.


—Antes de tus agresiones . . . Tengo un pequeño presente para ti.—informo Eddie antes de sacar una hamburguesa y sostenerla en el aire como si fuera un trofeo.—Que siga la tradición, bueno, menos lo del robo.

—ALEXANDRA, REGRESA ESO.—ordeno Hotch llegando a las espaldas de ambos chicos.


La melliza se limito a mirarlo con una sonrisa burlona antes de entregarle otra vez su cartera a su hermano; delatándola que había sacado de su chamarra cuando se abrazaron.


—Ohhh, la decepción, la traición hermana.—bromeo Eduardo antes de contar sus billetes, conociendo perfectamente a su hermana.

—Ah, la clásica rivalidad entre hermanos.—intervino Penélope con una sonrisa juguetona, mientras abrazaba a su amiga.—Si me disculpan me la robo un segundo.

—¿Qué ocurre?—pregunto la castaña desconcertada por que la alejara de los demás. Por un momento creyó que James había aparecido después de semanas sin dar señales de vida.

—No pasa nada, tranquila . . . Solo que tienes que quedarte aquí—menciono Penélope antes de dar la vuelta eh irse. Guiñando un ojo de manera conspiradora mientras alejaba.


Lexie no entendía nada de lo que pasaba, hasta que sintió un pequeño toque en su hombro, haciéndola voltear. Encontrándose a Spencer con un ramo de flores, luciendo visiblemente nervioso.


—Feliz cumpleaños, Lexie—menciono Reid extendiendo los tulipanes hacia la chica—Quería robarte unos segundos para hablar de todo lo que hemos pasado y si llegaba hasta allá no me iban a dejar salir tan fácil.

—Spence, esto es muy lindo . . . Gracias.—murmuro la melliza dejando un beso rápido en la mejilla del castaño. Entendiendo su razón de querer privacidad, así que lo guío detrás de una barda de arbustos. 

—Ok, ammm...—Spencer comenzó a jugar con sus dedos nerviosamente—ammm... me gustas, bueno, ya lo sabes... no quiero decir que ya lo supieras... es lógico después de ese casi beso... no digo que me gustes solo por ese momento... bueno, sí también... pero fui un idiota en no notarte antes... bueno, sí te notaba porque eras mi amiga, ya no te veo como amiga... bueno, sí, pero no de esa manera. Por dios, ¿me estás entendiendo o voy muy rápido?...—Spencer trato de tranquilizarse—Lo que quiero decir es que me des una oportunidad, no de ser novios... bueno, en un futuro, claro, si no, ¿para qué pediría una oportunidad? si no quisiera algo mas—Comenzó a reír nerviosamente—Pero no quiero presionarte ni nada... yo solo..., ¿soy terrible en esto, cierto?—preguntó Spencer.

—No eres terrible en esto en absoluto, comprendo tus nervios. Y si . . . entiendo lo que estás tratando de decirme.—confeso Alexandra sintiendo sus mejillas ruborizadas a más no poder.—Tengo que decirte que el sentimiento es mutuo, no eres el único que ha estado reviviendo ese casi beso.

—Gracias por no odiarme después de todo lo que paso. Se que te lastime y bueno yo . . . quiero asegurarte . . . bueno lo que quiero preguntarte es . . . ¿Te gustaría darle una oportunidad a lo que parece estar sucediendo entre nosotros?—pregunto el genio acomodando un mechón de cabello detrás de la oreja de la chica, recibiendo un asentimiento.


Reid tomó un respiro profundo, reuniendo su valentía mientras atraía a la melliza hacia él. Sus manos, con movimientos algo torpes por la emoción, sujetaron su cintura, Alexandra respondió el gesto pasando sus brazos alrededor de su cuello. Sus miradas se encontraron en un breve instante. La energía entre ellos parecía magnética, como si el universo hubiera conspirado para acercarlos en ese momento. Los latidos de sus corazones resonaban en sintonía, como un eco compartido de sus emociones.

Los ojos del castaño se deslizaron hacía los labios de su amiga, un gesto inconsciente, pero solo reflejaba la intensidad de su deseo. Lexie pareció hacer lo mismo, su aliento entrecortado por la proximidad y la tensión que llenaba el aire. Sus rostros se acercaron lentamente, la distancia entre ellos iba disminuyendo con cada latido del corazón. Ambos cerraron instintivamente los ojos, sus labios a punto de rozar los otros, haciendo que la anticipación se sintira.

Justo en el instante en que sus labios estaban a punto de tocarse, un sonido repentino rompió la burbuja donde estaban sumergidos. El aullido de Morgan resonó en el aire, lleno de diversión y burla.


—¡Auuu! ¡Atención, todos! ¡El genio está a punto de besar a la hija del jefe!—grito Morgan, llamando la atención de Hotch


Los jóvenes se separaron rápidamente, chocando sus frentes en un intento desesperado de huir de tan incomoda situación. Notando que sus rostros estaban enrojecidos antes de darle una mala mirada a Morgan.


—Tranquilo Morgan, no es que hayas impedido un beso, ¿verdad? Ellos siempre hablan así de cerca, ¿no es así?—comentó Hotch, con una pequeña risa, no era la primera vez que había encontrado a los dos en esa situación


Reid rascó su nuca, intentando ocultar su sonrojo, aunque no podría evitar ocultar su frustración al ser interrumpido por segunda ocasión.


—¿Por que no me acompañas por acá, Reid?, creo que será la oportunidad perfecta para que platiquemos un poco —dijo Aarón mientras veía a Morgan con complicidad.

—Basta del papá celoso.—intervino Hailey, salvando al chico de tan vergonzosa conversación.— ¿Por qué no vamos mejor a comer?


Alexandra le hizo un gesto de agradecimiento a su madre por venir a salvarlos de la 'garras' de Aarón, desviándose hacía su grupo de amigos, esperando refugiarse ahí hasta que las cosas se calmaran. Sin embargo, logro sentir cada vez más cerca la presencia de Reid lo que la hizo voltear de inmediato.


—Sabes, aún queda un beso pendiente.


Las mejillas de la mellizo se tornaron de un rojo intenso al escuchar esas palabras viniendo del chico 'tímido', sentía su corazón latir más rápido. Pero antes de que pudiera responder, notó de reojo que Hotch los miraba con una ceja arqueada, como si hubiera captado el comentario de Spencer. 


—Estamos siendo observados —murmuro Lexie sintiendo que hablaba torpemente.—Así que también tendremos esta conversación pendiente.


La celebración de los mellizos continuó; Lexie y Spencer hicieron un esfuerzo por dejar atrás la incómoda situación, pero esas miraditas y sonrisas cómplices no pasaron desapercibido para el resto del grupo. Mientras la música llenaba el ambiente, animando algunos de los presentas a bailar sin pena alguna. 

Sin embargo, la castaña se alejo del grupo cuando Aarón señalo un pedazo de pastel como un tipo de chantaje para que se acercara a hablar con él lejos del ruido.


—Creo que te debo . . . —Hotch trató de disculparse, pero Alexandra lo interrumpió con un abrazo.

—Gracias por preocuparte por mí.—la melliza se aferraba a la única figura paterna que había tenido como si tuviera miedo alguno de que se alejara.—Ya sé que le dijiste a Jackson que si volvía a buscarme se las vería contigo . . . y también que hablaste con el idiota de mi hermano sobre si volvía a ser grosero conmigo, tendría problemas.

—Eso debería de haber quedado en secreto de confesión.—murmuro el pelinegro viendo desde la distancia a su esposa.

—Sé que quieres hablar con Spencer para que no termine lastimada como la ultima vez.—Lexie subió su mirada para ver a Hotch directamente.—Gracias por ser el padre que nunca tuve.


Aarón la abrazó con suavidad, sintiendo la calidez del abrazo envolviéndolo. Su corazón latía un poco más rápido de lo normal mientras procesaba las palabras que acababa de escuchar. Para todos era obvio que era el padre de la chica, pero jamás habían usado la palabra oficialmente, haciendo que resonara en su mente sin saber que era algo que quería escuchar.

Las lágrimas amenazaron en salir de los ojos de Hotch, pero las contuvo, no quería que Lexie se sintiera incómoda. Se limitó a aferrarla con ternura, se había esforzado por ser un buen protector y figura de apoyo para ella desde ese día en el "Cuarto de la ira" y escuchar ese simple pero poderoso título de "padre" parecía valer todo ese esfuerzo. Había luchado por mantenerla a salvo, por brindarle un hogar y ahora sabía que su labor no había sido en vano.


—Nunca he tenido la intención de remplazar a nadie en tu vida, pero estoy aquí para apoyarte en lo que necesites.—confeso Hotch sintiendo una mezcla de cariño junto con culpabilidad de tomar un lugar que no era destinado para el.—No permitiré que nadie te lastime de nuevo y no tienes que preocuparte por nada, ¿entendido?

—Gracias.—respondió Lexie fingiendo que no había algún tipo de sentimentalismo tonto o algo por el estilo.—Significa mucho para mi . . . pero creo que debemos ir a la fiesta, Hailey nos ve con ojos de halcón.

—Adelántate, en un segundo los alcanzo.—el azabache menciono empujándola hacía los demás. Quería estar un tiempo solo para aclarar sus pensamientos.


Era como si Alexandra, iluminara incluso los rincones más oscuros, sentía que ella era una nueva luz a sus vidas. Ayudando a equilibrar y entender algunas cosas que fallaban en su matrimonio, dándole a Hailey una percepción diferente a la que normalmente tenía del trabajo de Hotch.




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Habían pasado unas cuantas semanas desde la fiesta de los mellizos y el ambiente comenzaba a recuperar su ritmo habitual. La intensa investigación sobre el caso de asesinato de parte de Elle finalmente había concluido. A pesar de algunas inconsistencias encontradas en el trayecto, no habían llegado a dictaminar si era culpable o no, así que después de su 'voluntaria' renuncia  decidieron dejarlo de lado, reduciendo el estrés y las malas vibras de muchas personas. 

En ese momento, Alexandra se encontraba en el cuarto de servidores con Penélope, la genio de la informática trataba de mostrarle las nuevas combinaciones de look que tenía planeadas para la semana.


—Tienes razón, la blusa azul va mejor con esos zapatos—opinó Lexie, mirando con interés las opciones que Penélope le mostraba en la pantalla de la computadora.

—¡Sí!, Definitivamente creo que este conjunto transmitirá la vibra que estás buscando.—García  sonrió con entusiasmo, animando a su amiga a que no devolviera las prendas coloridas.

—Supongo que una vez más te saliste con la tuya.—Alexandra bromeo siendo consiente de que su amiga cambiaba frecuentemente su punto de vista.

—Es mi superpoder secreto, cariño.—dijo Penélope haciendo una pose de superhéroe antes de darle un leve empujón.—Ahora, dejando las lecciones de moda aún lado . . . ¿Cómo va todo con Spencer?

—Oh, ¿Reid?—pregunto la castaña de manera inconsciente, como si conociera otro Spencer en el momento.—Bueno, eso es . . . interesante. Hemos estado pasando mucho tiempo juntos, nos abrazamos con frecuencia y en ocasiones nos tomamos de la mano, pero aún no hemos dado el paso a los besos.

—Tengo el presentimiento que solo les hace falta un pequeño empujón.—bromeo la rubia antes de comenzar a pensar como podría juntarlos.

—Es solo que algunas cosas nos han interrumpido. Primero mi padre nos interrumpió en pleno momento y luego Morgan lo gritó en la fiesta.—Lexie soltó una risa amarga mostrando su clara frustración al recordar ese momento

—Me parece que esos momentos inoportunos, son parte de tu historia—comentó Penélope con una ligera mueca al entender la situación.—Pero créeme, cuando llegue el momento adecuado, lo sabrás.

—Si supongo que si, sabes que había manifestado en golpear a Jackson, cuando Hailey me conto que fue a buscarme a la casa.—menciono la melliza hablando en voz baja, compartiendo ese enorme secreto con su compañera de chismes.—Ayer mi padre, tuvo un enfrentamiento con Jackson.

—¡No me digas! ¿Hotch tuvo una pelea con él?—pregunto García con un tono exaltado, incapaz de visualizar a su jefe peleando con otra persona, solo para proteger a su hija adoptiva.

—Sí, ese idiota intentó entrar por la ventana, y Hotch . . . bueno, digamos que no estaba muy contento con eso.—complemento Alex recordando que creía que estaban a punto de robarlos.

—¡Vaya, tu papá realmente se toma en serio tu protección!— exclamó Penny, impresionada de lo rápido que estaban cambiando las cosas.

—Hablando del rey de roma, tengo que ir a verlo a su oficina.—informo la castaña viendo el mensaje en su celular.

—¿Acaso alguien esta en problemas?—bromeo la rubia acordando que normalmente siempre le llamaban la atención.

—Claro ese es mi segundo nombre—menciono Lexie mientras salía del cuarto.


Antes de dirigirse a la oficina, optó por pasar a la sala de descanso para tomar dos tazas de café. Sentía que necesitaba despertar, algo de energía extra y quizás su padre también, gracias a una horrible desvelada y todo para ver quien era el mejor en MONOPOLY.  

Iba con pasos lentos, cuidando de no quemar a nadie para después intentar abrir la puerta con la cabeza debido a sus manos ocupadas, pero sintió la perilla girar ahorrándole ese trabajo.


—Gracias lo necesitaba.—murmuro Hotch antes de ayudarle con una de las tazas, dejándola entrar a su oficina.—No se que trampa hiciste ayer, pero quiero la revancha.

—¿Enserio?¿No sabes que trampa hice? . . . Por favor fui estafadora, se jugar perfectamente.—Alexandra comento con aires de grandeza, haciendo que Aarón girara los ojos en blanco.

—¿No te han dicho que te sobre egocentrismo?—pregunto el pelinegro notando esa similitud que tenían ambos mellizos, siempre peleando por ser el mejor.

—Si, pero es de familia.—respondió la chica antes de sentarse en una se las sillas que tenía su padre.—¿Qué era eso tan 'importante' que tenías que decirme?

—Hailey está planeando un fin de semana en un parque acuático. Parece una especie de . . . descanso para nosotros, pensé que podríamos invitar a tu "no-novio".—Hotch se burló sacando de nuevo a relucir que notaba las pequeñas interacciones entre ambos.

—Es bastante irónico que aún inicio ni siquiera reías y ahora te has convertido en un comediante experto.—se quejo la melliza negando con su cabeza antes de soplar a su bebida para darle un sorbo.

—Claro compre uno en la tienda local solo para molestarte.—las palabras del agente Hotchner desaparecieron en el aire cuando noto a una mujer parada en el marco de su puerta.—¿Puedo ayudarte en algo?

—Soy la agente Emily Prentiss—se presento la chica con una sonrisa en el rostro, luchando entre saludar a los presentes y sostener sus cosas.

—¡Ah!, eres la hija de la embajadora Prentiss.—Aarón reconoció a la mujer viendo que asentía un poco incomoda ante la mención de su madre y sus influencias.—Trabaje en seguridad para el equipo de tu madre, tu apenas ibas en la universidad.

—Llevo en el buro casi 10 años—informo la azabache esperando que cambiaran de tema.

—Vaya fue hace tanto—Hotch miro a la melliza—mira te presento a mi hija Alexandra Hotchner trabaja aquí como agente experta en escenas del crimen.


Ambas se dieron una sonrisa antes de estrechar su mano de manera torpe ante la presión de tener la presencia del jefe en la oficina. Observando el nerviosismo de la nueva, la melliza no intercambio alguna palabra no quería empeorar la situación para ella.


—¿Y bueno en que te puedo ayudar?—Hotch al fin pregunto rompiendo el silencio visiblemente molesto.

—Esperaba que me dijeran en donde puedo dejar mis cosas.—contesto Emily de manera tan casual como su fuera la cosa más obvia del mundo.

—¿Disculpa?—Aarón entrecerró los ojos creyendo que no había escuchado bien lo que dijo.


Ella saco una carta de traslado, donde se supone que empezaba en la UAC, Hotch miro a Lexie en señal de que los dejara solos y ella asintió mientras corría a contarle el chisme a Penélope, ellas decían que vivían para el chisme y tal vez su amiga sabia algo o podrían averiguarlo en el sistema, en el camino se encontró a Spencer que preguntaba si todo en orden, la melliza solo lo tomo del brazo haciéndolo correr también a el.

Morgan observaba esa escena que resultaba ser tan familia para todo el equipo, antes de pensar ¿Cómo eran tan unidas si hace unos meses ninguna compartía algún detalle con la otra?, Sabía que cuando alguien buscaba a Penny la encontraría junto a Alex y viceversa. Con un sentimiento lleno de curiosidad, se volvió hacia Jason, planteando la pregunta que le venía a la mente.


—¿No te parece raro la amistad de Lexie con Penélope?—Derek cuestiono logrando sacar al mayor de su burbuja de concentración.

—¿Tu viste ET?—pregunto el hombre dando la vuelta para ver a su compañero fijamente.

—¿La película? . . . si hace años, ¿Por que?—respondió el moreno sin entender el punto a donde iban.

-¿Recuerdas al niño Elliot?-dijo Gideon a lo que Morgan solo asintió- él y ET tenían un vínculo raro y perturbador-trato de explicar-niño enfermo, ET enfermo, ET ebrio, Elliot también.-contesto con una sonrisa viendo el camino que tomo Lexie-Así son Alexandra y Penélope, mientras tanto los demás somos los empleados de gobierno con trajes herméticos. Tratamos de guiarlos en dirección correcta pero al final solo ellas se entienden.


Morgan asintió, comprendiendo la metáfora que Gideon estaba trazando en la mesa. La relación entre ellas era única y profunda. Como si los traumas de experiencias pasadas las ayudaban a tener una conexión especial que el resto del equipo simplemente no podía replicar.


—A veces . . . las conexiones que pueden parecer extrañas son las que importan más.—concluyó Jason, dejando a Derek sumido en sus pensamientos mientras continuaba observando a la nada, preguntándose internamente si él tendrá algún tipo de amistas así.








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