Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 7

Recuerdo.
🍃🍎🍑🦎🥀

Una semana había pasado desde la fiesta de Luisa, en el último encuentro de ___ y Camilo, no había señal alguna de vida de ella o de su familia en la aldea, siempre era vista por todos en el pueblo, pero nunca por Camilo.

Las cartas que se enviaba con la chica desconocida eran incluso aún más frecuentes una de la otra y eso le gustaba mucho, se sentía bien hablar con ella.

Tanta curiosidad que le producía, imaginando incluso como se vería la chica.

Bocetos por todos lados, regados por la habitación, en el suelo y sobre la cama, uno tras otro, cabello largo y cabello corto, pareciendo incluso que dibujaba a medio pueblo, muchas chicas tenían esas características, pero saber más lo haría más fácil, como... El largo de su cabello, su altura incluso.

Rendido y sin labores por hacer comenzó a recordar acariciando la tela de su camisa, se sentía raro sin su ruana. Y no es como si Luisa la tuviera, ni siquiera ella había tenido la oportunidad de verla como para pedirla, y siempre que miraba a sus padres estos se limitaban a decir que le dirian cuando saliera de su cueva, recordándole a como cuando eran niños y le prohibían jugar con la chica por las tardes.

Recuerdos...

Un suspiro profundo dando la vuelta sobre cama, recordando aquella infancia juntos.

Los días soleados, las lluvias nocturnas.

—Le di a mi hermana mi postre para que no le dijera a nuestros padres—. Se recordó decir intentando atrapar a la niña por la ventana.

Corriendo tomados de la mano entre risas bajas al jardín de su casa, robando las arepas sobrantes de la cena como merienda, observando curiosos las libélulas que llegaban a los rizos desordenados.

—Detesto mis rizos, siempre se meten en ellos, creo que los cortaré—. Susurro con enojo intentando alejar a los pequeños insectos.

—A mí me gustan tus rizos, eres mi ricitos de canela—. Respondió entre risas.

—Y a mí me gusta tu voz.

—Pero es escandalosa y chillona, siempre dicen eso...

—No es verdad—. Esa mirada infantil, molesta, odiaba que dijeran algo malo de su amiga, y quién lo hiciera pagaría las consecuencias, nadie podía insultar a su luna mientras el estaba de guardia —Tu voz me gusta, es suave y tranquila...

Palabras de niños que al inicio creían que no significaban nada, pero que tenían influencia en ellos a lo largo que crecían.

Como el dejar los rizos crecer un poco volviéndose en algo que le gustaban tanto que no dejaba que un alma que no fuera el tocaran, y tanto como para hacer que la voz enérgica se volviera en una suave y delicada como el río en primavera o el aleteo de una mariposa.

Las primaveras pasaban, los niños dejaban de ser niños poco a poco, cambios pequeños que se volvían en importantes.

Recuerdos del río nocturno iluminado por las lámparas de las calles de pueblitos cercano a el, aves durmiendo y pequeñas mariposas que desafiaban a la oscuridad volando suavemente por el lugar.

—Esta realmente oscuro—. La voz de un Camilo de doce años se escuchó entre la oscuridad sentado a la orilla de ese cuerpo bailarín de agua, respirando tan suavemente como podía, soportando el frio y el rocío bajo sus manos.

—Cuando más oscuro este la noche es porque el amanecer viene—. Respondió la chica sin levantar la cabeza del hombro de su acompañante.

Acariciando la tela suave de la Runa en tonos cálidos.

—Sabes... Siempre que intento ayudar, parece que es en vano, no siento que ayude en lo más mínimo, es decir ¿De que otra cosa sirve mi don si no es para cuidar bebés?

—Tu don sirve de mucho—. Intento calmar sujetando su mano con suavidad, acariciándola tan dulcemente —Tu don no te define Camilo, puedes hacer más de lo que te imaginas, yo lo sé, te lo puedo asegurar, además, ahora tienes un pequeño hermano, ahora eres el hermano mayor y si tú no estás seguro, Antonio tampoco...

—Si bueno... No sé que decir al respecto.

Uno tras otro, los recuerdos de sus dulces compañías venían a el como meteoros.

—____ es fea—. Recordó decir a uno de los niños con los que dolía juntarse aquel día en la plaza.

—No es fea—. Respondió otro —Solo es mal arreglada y combinada, eso es todo, pero ella en verdad es linda.

—Pues se vería más linda su se dejará crecer el cabello y no lo tuviera por todos lados, y se vistiera bien ¿Verdad Camilo? Tu le debes de gustar seguramente, siempre habla de ti, Camilo esto, Camilo aquello.

—¿Nunca usa aretes?—. Pregunto Camilo distraído mirando a su amiga en compañía de otras chicas.

Si era verdad de que su amiga destacaba entre las demás por sus coloridas y mal combinadas prendas, o ese cabello arriba del hombro que por más que intentaba no podía mantener tranquilo, estando siempre esponjado y enmarañado, sin tener oportunidad de poder siquiera sujetarlo.

El cumpleaños de su amiga estaba próximo a celebrarse y como siempre el chico era el primero en estar allí.

Guardando las mesadas que le daban durante todo el año, recolectando hasta el último centavito que encontrara tirado en la calle o ganado con trabajo arduo solo para comprarle unos aretes de camaleón que, ahora que los recordaba, se los había visto en la fiesta de Luisa.

Las horas pasaban y la sonrisa del chico se acentuaba más, ya quería ver a su amiga, quería ver la expresión de su rostro al verla abrir su regalo, quería verla sonreír...

Quizá en la fiesta no estaba todo el pueblo como con los Madrigal, pero no importaba si el chico estaba allí.

Con un clima perfecto, sin calor pero tampoco sin frío y los rayos del sol eran agradables, colores pastel en la casa de la chica, un vestido color mostaza y una sonrisa suave.

Risas, juegos, nada de eso era tan importante como lo que la chica tenía que decir al final del día al ver despedir a su amigo de todos —Camilo...—. su voz era temerosa, con si la misma presencia del chico resultará aterradora.

—Camilo... Yo... Ya no quiero ser tu amiga yo quiero....

—Pero ______—. Protestó el callando lo que tenía que decir, tomando esas manos frías —Yo te quiero como mi amiga, prometimos siempre ser mejores amigos y quiero seguir siendo tu amigo siempre y para siempre...

Esa había Sido la última vez que hablo con la chica antes de que se esfumará de su vista y de su vida hasta la fiesta de su prima...

Aunque...

Una revelación...

Tan rápido como su alma volvió a su cuerpo se levantó para escribir una carta, todos le decían que la chica con la que hablaba era ella, pero tenía que ser un chiste de muy mal gusto, ellos no se hablaban, mucho menos se escribirían, y los gustos de las personas no son exclusivos de ellas ¿Verdad?

Chica misteriosa

Necesito saber algo ¿Tu cabello es largo?.

Eso era todo, necesita a saber por si bien, si ella decía que su cabello era largo entonces si se trataba de la chica, si se trataba de su amiga de la infancia, pero si no, estaba hablando con otra persona, alguien con quién comenzaba a tener una conexión tan grande y cómoda que parecía que ya se conocían, que estaban predeterminados el uno al otro.

Minutos que se volvían horas, inquietud que le provocaba caminar por toda la casa nervioso ganándose la mirada de los presentes quienes no sabían que pasaba con el chico.

Su hermana y Mariano mirándolo desde la segunda planta y Luisa nerviosa daba ligeras miradas fugaces.

Cuando la carta llegó

Querido Camilo...

Mi cabello es corto, apenas rozando mis hombros y es difícil de controlar.

¿Estás bien? ¿Ocurre algo?

¡SI! ¡SE LOS DIJE, NO ES ____!—. Grito a todo pulmón mostrando la carta a todos los presentes quienes sabían bien de quién se trataba.

No había la necesidad de preguntar, Antonio y Luisa lo sabían por obviedad, ellos habían hablado con ella, incluso Luisa había entregado una carta, y Mariano, quien no quería interferir la había visto junto a Dolores quien con el sonido de su voz sabía de quién trataba.

Festejaba sujetando el peluche de camaleón que, solo tenía oportunidad y como un niño llevaba a todos lados.

Si bien los recuerdos de lo que vivió con su amiga y las cartas encajaban, el estaba tan ciego, aferrado a la idea de que aquella chica misteriosa era alguien más, alguien que pudiera complementarlo sin tener que ser ____ y no porque ella le desagradaría, porque no lo hacía, al contrario, la creía linda y los años le habían hecho aún más bien, se veía mejor que nunca con esas ropas bien combinadas y esa voz dulce, la mirada felina y el cabello finalmente controlado, era solo que...

Habían pasado tantos años que sí en su infancia ni había visto que podían ser el uno para el otro a esas alturas era imposible que fueran realmente algo ahora que se odiaban, o mejor dicho que ella lo odiaba sin saber porque.

Y ahora que sabía que no era ___ estaba decidido a conocerla más, conocer a la chica misteriosa entre carta y carta y algun susurro de Dolores en su oído como el que está a preparada para decir...

—Camilo... Ella dice "Te quiero"

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro