capitulo 4
Camilo.
🦎🍑🍎📝🍃💐
La mañana siguiente fue más tranquila, su hermana prometió no interferir, pero se veía complacida, sin saber porque, sabía que algo escuchaba, más podía ser cualquier cosa, podía ser el susurro de la voz de su novio que le dedicaba palabras dulces, o quizá el recuerdo de algo vivido con el.
Mientras el, llenaba su plato con comida, y sus ahora ya acostumbradas manzanas, era ridículo, ni siquiera recordaba de dónde venía esa nueva obsesión por comer manzanas.
Siempre había envidiado la afinidad que todos tenían de ser únicos, de ser así de amados tan fácilmente, y de dar de manera recíproca su afecto, mientras el solo quería divertirse y hacer a los demás felices a costa de su inmadurez y travesuras.
¿Era demasiado pedir?
—Alguien está de buen humor hoy—. Hablo con burla Isabela a Dolores, quien dedico una mirada rápida a Camilo y siguió con su comida —¿Acaso Mariano te dedica los buenos días?.
—No—. Respondió ella siguiendo con su comida —El no es a quien escucho.
No quiso saber más, hoy el día parecía ser más tranquilo, caminando de nuevo a su habitación, aún con la comida en su plato, las reprimendas de su abuela y su madre siendo ignoradas, no era la pubertad, no era rebeldía, era inquietud.
Durante toda la noche no pudo dormir, dando vuelvas y vuelvas a su a su cama, mirando el bote de basura por horas, incluso ahora que entraba a su habitación seguía sin poder concentrarse en su comida.
Gran sacrilegio, el amaba su comida, y que una cosa tan estúpida como una hoja de papel le quitará el sueño y el hambre no le gustaba para nada.
Arrancar todo desde raíz.
Si quería Cortar de raíz debía leer la carta para así responder y poder decirle que no quería saber más de ella.
Eso era lo que el planeaba y se quería convencer de ello, y no de que el sentía curioso de saber a qué le respondía la chica.
—Genial—. Dijo para si mismo con cansancio, sacando con aquellas manos sudorosas y ligeramente temblorosas el pedazo de papel arrugado.
Hola Camilo.
Muchas gracias por las manzanas, son mis favoritas, pero bueno eso ya lo sabes.
¿Estás bien?
Últimamente, cuando te veo, ya no veo el mismo brillo en ti, no te veo tan feliz como siempre. Puedes hablar conmigo si quieres.
Bueno, al menos por cartas, si necesitas hablar conmigo puedes dejar una carta en el mismo banco de siempre, contestaré a todo, quizá con tu hermana, quizá con cartas, de la manera en la que tú me digas.
Quizá no es una manzana, pero los molocotones son más dulces, quizá algo dulce te haga bien, lo dulce alegra el corazón, no seas tan duro con tu hermana, ella solo quiere ayudar a una chica patética a poder ser tu... Amiga... Si es lo que quieres.
Cómo sea doy demasiados rodeos, espero leerte pronto Camilo, hasta luego.
Con cariño.
La chica misteriosa.
Una sonrisa ladina apareció, una que no quería que nadie viera, le agradaba la cercanía, y le agradaba aún más la forma tan singular que tenía de preocuparse, porque, por dios, no se conocían, ella no sabía nada de él que no fuera lo el mismo pueblo ve, lo que su abuela le pidió mostrar, no sabía cuándo estaba molesto, o frustrado, o nervioso, no había diferencias una de otra en su comportamiento, quizá un poco distraído, más de lo normal, pero solo eso.
Esa manera tan peculiar de expresarse.
Quizá una oportunidad de buscar una nueva amiga no era tan malo como el solo se hacía la idea.
Y claro podía ser emocionante como en la primera vez, esperando.
Sin prisa y demora tomo lápiz y papel, escribiendo nuevamente.
Hola chica misteriosa.
Seré honesto, no, yo en ningún momento deje ninguna manzana, lo lamento, quizá fue alguien mas, alguien que este interesado en ti, en fin, yo pienso que... dejar cartas en una banca en la plaza del pueblo no es buena idea, mucha gente puede ver lo que escribimos, y usar a mi hermana no creo que sea lo mas sensato, así que esta sera la ultima vez que dejare una carta allí, gracias por el melocotón, para el momento en que te escribo esto aun no la como, pero te lo agradezco.
Si quieres y te agrada la idea, puedo dejar en otro lado, como el jardín de mi casa, allí nadie mas que nosotros sabrán quienes somos, y así estamos seguros de que nadie mas vea lo que nos escribimos.
No quiero tener que ver nada con nadie de manera romántica, pero puedo aceptar ser tu amigo, si eso es lo que tu quieres, no lo tomes a mal, es solo que no quiero, y no tengo la necesidad de tener una novia.
Escribió, solo para arrugar la hoja y tirarla a la basura, una y otra vez, fueron al menos unas seis veces solo para dejarla exactamente igual, rendido y sintiéndose raro, bajando a la cocina donde sin pensar robo un pan, una manzana que guardo en su bolsa para otro momento y dirigirse a su prima, quien solo lo miraba con las cejas alzadas esperando a que el chico hablara, mas este no lo hacia, algo que solo la desespero, dejando en claro eso con un tono de voz irritado dispuesta a marcarse.
—Espera—. Hablo sujetándola del brazo, lo que solo logro hacer que frunciera el el seño.
Y con velocidad y fuerza fuera arrastrada hasta el jardín, que aun con protestas y pataletas no la soltaba, aun si los gritos de la chica le pedían, no, le exigían que hablara y la dejara tranquila.
—¿Puedes darme una rosa?.
Una pregunta que solo la confundió mas, ganándose una mirada de arriba abajo —¿Para que quieres una rosa?
—Solo dámela quieres, y no hagas preguntas, y no le digas a nadie.
—¿Tienes novia?—. Pregunto con una risa suave
—No, solo quiero una flor ¿Acaso es mucho pedir? ¿Puedes dármela si o no?
—Ash, aquí tienes, pero que conste que si algo se sabe no es por mi.
Hablo la chica dejando una flor amarilla en su mano, alejándose con una gran molestia y dejando ver a dolores detrás de ella, viendo su oportunidad de oro, si no quería que el pueblo supiera al igual que su familia y por lo tanto hicieran suposiciones falsas el tendría que hacer de su parte y le costaría su trabajo físico.
—La chica dice, que dejara una respuesta en la plaza.
Hablo como ultimo su hermana, dando pequeños golpes en la espalda del chico para que no se encorvara.
Rendido y derrotado se acerco a la plaza en donde miro a su alrededor, no había nadie, ni una sola persona que pareciera atento al chico, quien permanecía en la banca, parado, con una flor amarilla bajo su ruana, siempre con la vista al frente, esperando paciente un par de minutos hasta rendirse, dejando la flor en la banca, arrojándola sin creer lo que sus ojos veía, la carta con su nombre estaba allí ¿En que maldito momento la chica paso detrás suyo y no lo noto?.
No tenia caso que el se quedara esperando mas, intercambiando la carta, leyéndola allí mismo.
Camilo...
Tantas cartas me abrumaron, era una por cada día del que no supe nada de ti mas que una simple mazana, ¿Que tal estuvo tu día? creo que es mejor saber poco a poco, pero intentare contestarte a todas tus preguntas en una sola carta.
Me gusta bailar, claro ¿A quien no?, El ponche me gusta, pero me gusta mas el chocolate caliente, los girasoles me gustan mucho, creo que son mis flores favoritas, si te dijera cual es mi nombre seguramente sabrías quien soy, pero puedo decirte mi inicial, mi nombre inicia con "_", Como lo dije anteriormente, mi cabello y ojos son cafés.
Me gustan tus risos desordenados, y la manera en que arrugas tu nariz cuando algo no te agrada.
Prefiero el amanecer que el atardecer .
En un par de días se celebra el cumpleaños de tu prima Luisa, espero verte allí, y con algo de suerte bailar juntos, aunque no sepas que soy yo, si sabes a lo que me refiero, bueno no conteste ni la mitad de lo que me preguntaste, lo lamento, no soy buena escribiendo cartas.
Con cariño:
La chica desconocida
Bailar, el no sabía bailar, es decir, lo intentaba, y sabía algunos pasos básicos, pero no como hacerse distinguir como sus padres, o incluso su hermano, el pequeño Antonio bailaba mejor que el, y eso le avergonzaba demasiado.
Tenía menos de una semana para aprender a bailar, y no perdería el tiempo.
Entre pasos y pasos torpes, callendo entre vueltas audaces, el baile en pareja no era para el, pero podía intentarlo.
Menos de una semana, tendría que dar una vuelta bien, mínimo una sola.
Posiblemente sería la primera vez que la viera, pero.. ¿y si la veía y no sabía quién era?
¿Y si no se hablaban en toda la noche?
Que lío era tener una amiga así ¿Valía la pena? Quizá...
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