Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 12

Conexión Part.2

Si, sabia bien que ella no me gustaba, y sigue sin gustarme, y si, le había pedido un peluche a Mirabel, pero, por favor, eso solo era por el hecho de sentirme tan... culpable de haberla hecho llorar, y ahora con la decisión de hacerla mi amiga nuevamente la culpabilidad cambiaria por tranquilidad.

La noche poco a poco hizo su aparición, la gente comenzaba a llegar de manera lenta, siempre con una sonrisa, yendo directo a mi listos para saludar, para felicitar, la casa llenándose con forme los minutos pasaba al igual que mi habitación, no, no me agradaba del todo que la gente estuviera dentro, que fueran capaces de ver lo que había en ella, que pudieran tener la oportunidad de husmear en mi privacidad, pero no había mas, la casa en general se encontraba llena de gente.

La música, alegre, las risas, el olor a la comida, mis padres bailando, siendo el centro de atención, como siempre fue, y junto a ellos, Antonio bailaba hasta el cansancio, robándose la atención de la chica que se supone solo debía verme a mi.

Con una sonrisa tierna, sin despegar la vista de quienes bailaban, mientras yo me atiborraba de comida, notando la manera en la que me miraba de vez en cuando, para ese momento ya llevaba mas de dos elotes, tres arepas y uno que otro pan, solo me dedicaba a comer, los nervios de que en algún momento de la noche bailaría con ella me provoca nervios, y los nervios me provocaban comer aun mas.

El sonido de las risas de fondo, todo lleno de alegría, incluso ella se la estaba pasando mejor para ese momento, se notaba entusiasmada caminando directo a mi hermano para bailar con el, ese mocoso, estaba acaparando toda su atención cuando yo era el del cumpleaños, era a mi a quien debía de tener la atención, pues mientras ellos bailaban alegremente yo me encontraba comiendo, y un poco malhumorado.

—Camilo... ¿Estas bien?—. Pregunto Mirabel mirándome comer y después a ___ —¿Celos? Creí que tu la sacarías a bailar y no al Antonio a ella.

—Solo los deje porque estoy comiendo, y no tengo ganas de bailar en este momento—. Respondí sin mucho animo.

—Claro, y la cosa que me pediste que te hiciera para..

—No presiones Mirabel

—Claro, claro, no presiono, es solo que, escuche un rumor, dicen por allí que hay una persona interesada en ___, y que esta noche, después de tu fiesta se le va a declarar,  solo creí que necesitabas saberlo, porque tu sabes que aquí tienes a tu prima favorita.

—Claro, declarar—. Aguarda un segundo ¿Confesar su amor a __? No tenia nada de malo, y tampoco nada de sorprendente, ya sabia que había gente que se le declaraba y ella siempre los rechazaba, mas ahora, como su mejor amigo, el que era nuevamente, no dejaría que cualquiera estuviera con ella, era, como la ultima arepa ene l mundo, tenia que cuidarla y protegerla.

Abriéndome paso entre la gente hasta llegar a ella —Eres tan tiesa como un capibara—. Me anuncié apartando a Antonio con cuidado de sus brazos, algo que a ella no le parecía, ni mucho menos le causaba gracia, por la forma tan molesta en la que me miraba —Tu, vendrás conmigo ahora—. Agregue tirando de su mano, un poco, sin fuerza, lo suficiente como para que me siguiera, y como siempre se resistía —Bien, si eso quieres...

No tenia opción mas que cargarla, llevándola fuera de mi habitación, y también fuera de la casa, dejándola caer sobre el pasto —Tu, no puedes decirle que si, a quien sea que se te declare.

—¿Como por?—. Pregunto confundida y con las mejillas rosadas —El que aceptara ser tu amiga de nuevo o al revés no significa que tienes que ser así, eres mi amigo no mi papá.

—Ya lo se, pero, solo es para cuídate, se supone que eres mi amiga.

—Pues, no me cuides tanto papá, ahora si me disculpas, seguiré bailando con Toñito.

—No, espera—. La manera en la que hablaba, era tan desesperada, me estaba costando un poco mas de lo que creí regresar a ser lo que eramos cuando eramos niños, lo que eramos cuando nos escribíamos cartas, cuando no sabia quien era ella, pues, al recordar, justo así eramos de niños, yo la cuidaba y ella se dejaba cuidar, era como mi tesoro.

Su mano estaba fría y su nariz roja, en verdad ella se enfermaba con facilidad.

—¿En verdad me perdonas? Yo se que, no actué de la mejor manera, pero en verdad quiero ser tu amigo, podemos ser los mismos que eramos cuando eramos niños.

—Cuando eramos niños nos besábamos—. Menciono haciendo que los colores se me subieran al rostro, no eran completamente besos.

Por un momento había olvidado eso, el como de repente nos dio por darnos pequeños besos en los labios porque según nuestras madres eso es lo que hacían las personas que se querían, eran besos pequeños y también inocentes, besos de despedida, acompañado de abrazos gentiles. Eramos inocentes y totos.

—Si bueno, podemos dejar de lado eso de los besos, no creo que sea apropiado.

El hormigueo,  nuevamente en mi boca, en mis manos, observando un segundo mi mano sujetando su vestido.

—Entonces ¿Que es lo que quieres hacer?.

—Quiero volver a ser tuyo—. Respondí, su rostro rojo como los rubís, rojo como sus labios, obligándome a soltarla por la impresión, intentando articular palabra sin mucho éxito.—Oye, aun hay muchas que recordar de nuestra infancia ¿No es así? Tu solías decir que yo era tuyo, se que no lo soy mas pero...

—Pero.. creo que deberíamos estar adentro.

Corrió, corrió de mi, nerviosa, justo como solía hacerlo de niña cada vez que me atrevía a tocar su cabello, algunas cosas no habían cambiado después de todo.

Todo mundo dentro me buscaba feliz, sonriente, esperando a que dijera algunas palabras ante la presencia de aquel pastel que me habían hecho con cariño para dar a todos los invitados mientras que el que ___ había preparado para mi permanecía oculto en la cocina, sano y salvo de las garras intrusas de quien quisiera comerlo.

Por la distancia pude notar como aquella chica de ojos felinos y voz envolvente hablaba con alguien, seguramente era de quien habían hablado, aquel que quería confesar su amor, estaba tranquilo en parte, por un segundo puse sentir una sensación extraña en mi, una sensación de repele, de molestia... de... ¿Celos? No eran como los que había sentido antes con Antonio, si no que eran unos diez veces peores, que se tranquilizaron en el momento en que vi como ella negaba con la cabeza gentilmente y con un beso en la mejilla de ese chico se retiraba.

Me sentía victorioso, sentía que podía comer el mundo ahora, y al verla así, tan sonriente, tan feliz por mi, la tranquilidad regreso.

Las horas que pasaban rápidamente, mientras ella reía al ver como intentaba no pisarla, no porque fuera torpe al bailar, si no que poco a poco la gente se animaba mas y por lo tanto me empujaban, evitar un accidente era mi prioridad.

Que sonrisa, que alegría era ella y que mirada tan misteriosa y cansada, regresar a nuestra infancia, antes de que todo se rompiera, corriendo entre la gente, lista para escondernos, llegando a la habitación de Mirabel, justo como solíamos hacerlo, dejándonos caer sobre la cama, como fuera, sin importar si ella quedaba sobre mi o al revés, pues ella estaba feliz y no importaba mas.

Las caricias a su cabello mientras ella dormía, sujetándola de donde pudiera para que no callera, esa cama no estaba diseñada para dos personas , pronto nuestra conexión volverá a ser la misma, sin pensar en que, posiblemente algo podía cambiar, algo en ella o quizá algo en mi, algo tan raro como tener que acariciar su mano mientras la veía al rostro hasta quedar dormido con los gritos de mi nombre de fondo.



(Nuevo Fic)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro