Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4: Crees saberlo todo, pero no sabes nada.

Fue demasiado agotadora aquella noche, tuve que limpiar vómito por todas partes de estos tres idiotas, ayudar a Zack a quitarse las extensiones, mandar a Damien  a acostarse porque al borracho le daba con querer sacrificar al glamer para satanás, y Alan... andaba medio cariñosillo anoche, me llenaba de besos y abrazos, ughh... una buena cachetada y a acostarse.

Yo no pude conciliar el sueño hasta varias horas más. De hecho, no dormí en la noche.

Dormí en la mañana, sin antes haber hecho un previo aseo a la casa y prepararles el desayuno a los chicos. Yo no comí, me fui a acostar simplemente, el cansancio me mataba.

Ya cuando me desperté, miré la hora... un cuarto para las cuatro. ¡Mierda! Metallica viene en quince minutos y ni me he arreglado.

Me pusé una camiseta de Mudhoney sin mangas -porque hoy hacía un calor que me cago-, unos shorts que me llegaban un poco más arriba de las rodillas, y una camisa de franela liviana de color tierra.

Me daba flojera ponerme las converse, preferí ponerme unas chanclas que me compraron los chicos hace unas dos semanas atrás.

Escuché el timbre... ¡Mierda! Ojalá uno de los chicos vaya a abrir, yo no puedo.

Me dio pereza delinearme, usé sombra negra y la esparcí por mi párpado y zona lagrimal. Listo, no me veo muy diferente.

- ¡Devvorah! ¡Ya llegaron los chicos de Metallica! -esa advertencia de Alan no me sirvió de nada.

No había tiempo de amarrarme el cabello y ponerme la peluca. No.

Lo enrrollé todo haciendo un tomate sobre mi cabeza y me puse la peluca a la rápida, la aseguré con un par de pinzas pequeñas  y listo.

No creo que tenga que moverme tanto como ayer que me llené la cabeza de pinzas para que no se me saliera. Mi garganta me ardía mucho, no debí haber gritado tanto ayer... ¡por mi culpa no nos van a aceptar!

Salí de mi habitación y me encontré con los cuat... ¿tres jinetes? Sí, faltaba uno, adivinen quién, tal vez, se habrá enfermado del estómago al igual que Zack...

Saludé a los chicos con un beso en la mejilla y aún así, para no caer en silencios incómodos, pregunté algo estúpido:

- ¿Y... Lars?

- Con tanta tinta que ingirió, anda algo enfermo -respondió Kirk.

- Oh... qué mal -hice una mueca, aunque ya me esperaba que no viniera.

- Sí, aunque dijo que ya les daba el visto bueno, no importará que no los vea -añadió James.

 - Oh... -tocí un poco y fruncí el ceño por el dolor de garganta.

- ... ¿estás bien? -Jason me miró con detención-, algo me dice que estás algo difónica por el concierto -asentí- oh...

Todos, incluyendo a los de mi banda, se quedaron en silencio. Hasta que James dio una "orden".

- Bueno... pueden enseñarnos sus canciones de manera instrumental y Devvorah nos muestra las letras, mañana o tal vez otro día podamos, tenemos libre hasta cuatro días más.

Asentimos.

Dirigimos a los chicos de Metallica hasta el garage. Mientras mis compañeros afinaban sus respectivos instrumentos, yo le enseñé mi cuaderno en dónde tenía escritos los borradores y los resultados finales de las letras.

Ninguno de los tres parecía hacer gestos de disgusto. O eran neutros o eran de agrado.

Al rato los de mi banda comenzaron a tocar un poco del material que teníamos.

Sus reacciones fueron positivas.

En el fondo, yo me moría de miedo por las dos respuestas que podrían dar.

Me asusté todavía más cuando oí a James susurrarme:

- ¿Cómo fue que ese glamer logró recuperarse de beber tinta si bebió más que el enano de mi banda?

Reí un poco.

- Suele vomitarla horas después de haberla ingerido para evitar infecciones -susurré de vuelta-, y también cuido de él hasta que deje de vomitar arcoíris.

Él miró a todas partes antes de continuar.

- ¿Es verdad que eres empleada de acá? -asentí- Supongo que sabes cómo cuidar de enfermos, ¿cierto?

Giré una de mis manos, dándole a entender que "mas o menos".

- ¿... puedes acompañarme al hotel y ver si es que este idiota no se muere? La próxima semana tenemos concierto y no quiero que siga enfermo

- Uhh... está bien.

Los chicos de mi banda se detuvieron, James se acercó a ellos, teniéndome agarrada del brazo.

- Su sonido es excelente, les doy el visto bueno también, pero necesito salir con Devvorah para ir a...  a ver si es que este idiota de Lars sigue vivo. ¿Vale? -todos menos nosotros dos asintieron- Jason, Kirk... quédense a escucharlos o a charlar si quieren, nosotros venimos de inmediato.

Salimos de casa y afuera se encontraba estacionada una van, James y yo nos sentamos en la parte de atrás, él le dio las indicaciones al conductor para dirigirse hacia el hotel.

Establecimos una charla muy agradable, sobre nuestros gustos y cosas de ese tipo. Tenía bien claro lo fuerte que era su personalidad, sin embargo, nada de Axl Rose como supuse en un principio. Eso me gustaba.

Al llegar, subimos al elevador hasta el piso correspondiente, llegamos a la habitación de Lars, y James golpeó la puerta.

- ¿QUIÉÉN? -gritó Lars, con la garganta algo gastada, además. Se le notaba un tanto... enfadado, enfermo, demente, las tres cosas al mismo tiempo.

- Soy yo, idiota, ábreme la puerta -James volvió a golpear con mucha más agresividad.

- Ya voy...

Como a los cinco minutos llegó recién, tenía unas ojeras increíbles y estaba más pálido de lo normal.

- ¿Qué quie...? -se quedó en silencio y me miró, con rapidez se tapó el rostro con su cabello- Oh, Devvorah... no creí que...

- La traje para que te cuidara, ¿algún problema? -él negó-, vale, yo vuelvo en un instante... ¿te sientes mejor? -negó-, ¿te traigo algo del servicio? -negó de nuevo.

- Me duele la garganta de tanto vomitar, limonada, tal vez... -encogió los hombros.

- Bueno... -caminó varios pasos alejándose, luego me miró- y tú, Devvorah, también estás enferma de la garganta, ¿no? -asentí-, ¿te traigo limonada también?

- Pues... si insistes -murmuré muy nerviosa-, claro, en mi caso no es necesario.

- Bueno, te lo traeré igual, ehh... ustedes por mientras hagan lo que quieran mientras vuelvo, ¿sí?

Asentimos.

Un Lars enfermo y con resaca VS una yo difónica.

No creo que él me haga daño, no pienso que sea ese tipo de persona, ¿me equivoco?

- Disculpa por el desorden -dijo, ambos entramos y él cerró de inmediato la puerta. Haciendo que me entre un pánico repentino- ando un poco...

- ¿Enfermo? -asintió.

- ¿... tu amigo anda igual? -negué- ¿Ah? -se sorprendió con mi respuesta- ¿Y cómo? ¿La costumbre?

- Tal vez, y porque anoche lo acompañé hasta que vomitara todo lo que tenía...

- Oh... yo sigo vomitando color morado... me tragué dos lápices, uno azúl y otro rojo... ¿él cuántos? -encogí los hombros- Ohh... veo que eres algo callada, ¿es así siempre? -volví a encoger los hombros- ¿Timidez? -hice lo mismo.

Frunció el ceño, nos quedamos en silencio por un rato, hasta que...

- Vuelvo en seguida...

Y de ahí él hizo una carrera al baño, no fue muy agradable oírlo vomitar... con nerviosismo, me acerqué a él y tomé su cabello hacia atrás para que no lo ensuciara... me miró por un momento y continuó "evacuando" la tinta.

Hasta que el vómito se transformó a un tono transparente por así decirlo... él se quedó en suelo por un momento, yo le entregué un poco de papel higiénico y se limpió la boca. Luego lo ayudé a levantarse, me dedicó una sonrisa cansada y suspiró.

- Gracias, posiblemente seas la primera y última chica que me soporte vomitando, en serio, gracias.

- De nada -sonreí demasiado nerviosa, no sabía qué decir simplemente.

- En serio, uh.... ¿me puedes esperar afuera? Necesito...

- Ah, claro... 

Lo esperé afuera del baño mientras él hacía sus necesidades... miré mi entorno, si, estaba hecho un desastre.

Fuera, impulso de idiotez. Fuera, fuera, fuer... ¡no puedo controlarme!

Sentía que me iba a entrar la alergia si seguía viendo tanta ropa tirada sobre el suelo.

Comencé a recogerle y separar la limpia de la sucia -no era muy difícil reconocerla, al parecer, Lars suda como cerdo luego de los conciertos-, guardé la ropa limpia en una maleta que pillé por ahí que contenía más ropa limpia, la ropa sucia la dejé amontonada en otro sitio.

Mierda, ¿que acá no hay ventilación? Me quité la camisa de franela y la amarré a mi cintura, la habitación estaba demasiado oscura y el aire un tanto viciado. Ughh, como cuando llegué a la casa de esos tres idiotas... Levanté las persianas y abrí la ventana hasta el fondo, suspiré en alivio.

- Si te ahoga mi presencia, podías decirlo y ya -se acercó a mi, mirándome de una forma que me... no puedo describirlo, estoy como en pánico y shockeada al mismo tiempo.

- Di-disculpa... tengo la horrible manía de siempre estar ordenando, lo lamento mucho, no es que...

- Tranquila -sonrió de oreja  a oreja, me hizo un gesto para que lo acompañara, caminamos hasta llegar a su habitación, él se tiró sobre la cama, yo sólo me quedé de pie a su lado-... vamos, note quedes tan callada, me da la sensación de que te caigo mal.

- N-no es eso, solo...

- ¿Solo?

- Olvídalo... -me miró feo y luego volvió a sonreír.

- ¿Ok?

Escuchamos una puerta abrirse.

- ¡Soy yo! -gritó James- ¿a dónde están?

- ¡En mi habitación! -respondió- ¡Apúrate que me duele la garganta!

James llegó a donde nosotros y nos entregó a los dos un vaso de limonada con hielo.

Al mismo tiempo, Lars y yo arrugamos varias facciones de la cara por la acidez... al menos ahora se me va a mejorar la garganta y podré cantar.

- ¿Algo más? -negamos- Ok, Devvorah, iré a buscar a los otros chicos, incluyendo a los de tu banda, no me tardo, ehh.

- Ok... -dije casi en un susurro, ¿para qué iba a hacer eso?

James se fue y de nuevo sola con éste.

Me hizo una señal para que me acostara a su lado, yo negué, me frunció el ceño e insistió.

- No te voy a hacer nada, solo no me gusta que estés ahí parada sin hacer nada.

- Ok... -me acosté a su lado, él sonrió.

- ¿...ordenaste todo el cuarto? -asentí estando avergonzada- Wow, gracias, ni pensaba en hacerlo -sonreí simplemente, sin saber qué decir-... ¿te gusta limpiar? -asentí- ¿Eres... trastornada obsesiva compulsiva? -negué, un poco ofendida por la pregunta- Oh, lo siento mucho si te ofendí, linda, es que por lo general las personas con esa enfermedad tienden a tener la manía por limpiar todo.

- No  en todos los casos.

- Vale, soy un imbécil, no solo por creer que tenías una enfermedad, sino por comerme dos bolígrafos enteros... ughh... ¿hablo mucho? -no alcancé a responderle- Obvio que si, no me niegues.

- Pero...

- ¡No..! Te dije que no me negaras. ¿Soy imbécil? Es obvio, se lo preguntas a cualquiera y me dicen que...

- No -interrumpí su discurso-, yo de verdad no creo que seas idiota, Lars -se sorprendió con mi respuesta-, un poco descuidado tal vez -volvió a sonreír, eso me estaba  poniendo nerviosa.

- Wow, me sorprendes mucho, Dev... ¿puedo ponerte un apodo? -asentí y él se puso a pensarlo-... ¿te parece algo que no tenga nada que ver con tu nombre? -asentí-... Uhh, ok, soy demasiado imbécil que ni te logor encontrar un apodo. Bueno, como tu apodo Flema Magnética es algo... ¿cómo lo digo? -le observé fijo a la manera en que me hablaba... nunca me di cuenta de su extraño acento hasta ahora-... ¿puedo llamarte Flemita?

No pude evitar reír como estúpida.

- Dime como quieras, está bien.

- Oh, vale, que bien... eso es bueno porque ya comenzaba a preocuparme y... bueno, ¿qué te digo? No quiero causarte una mala impresión de mi, porque posiblemente seamos muy buenos amigos para cuando te vayas de gira con nosotros. Oh, bueno, no sé qué opinarán los chicos de tu banda... ¿qué haces aquí? Si supuestamente tu banda...

Demasiadas palabras me agobiaban.

- Estoy difónica, no puedo cantar... mis  compañeros de banda le enseñaron el material que tienen a tu banda, pero James me trajo para acá porque dijo que quería que te recuperaras antes del próximo concierto...

- Oh, bueno, luego de vomitar todo eso... sí, me siento mucho mejor.

Nos quedamos en silencio.

La manera en que me miraba, hacía que yo... me sintiera un poco incómoda.

Me senté en la cama, tratando de darle la espalda porque sentí de nuevo la sensación de ahogarme cuando me tocó el hombro.

- ¿Te sientes bien? -asentí.

- Solo... necesito...

- ¿Sí?

- Espera...

Intenté levantarme de la cama pero uno de los mechones de pelo, quedaron atrapados entremedio de los dedos de Lars cuando me tocó el hombro. Entonces, al hacer el movimiento bruzco de levantarme con rapidez... terminó saliéndose la peluca y mi cabello real se liberó de manera salvaje.

Él tanto como yo, nos mantuvimos el silencio con mucho asombro.

Cubrí mi rostro llena de vergüenza, esperando a que me dijera algo...

- ¿Una peluca? Vaya, eso si que no me lo esperaba -lo miré y estaba... ¿sonriendo?-, ¿qué más ocultas, ehh? Eres ilegal, ya lo sé.

Mierda, mierda, mierda...

- ¿Qué? -me alarmé con eso último que dijo.

- Que eres ilegal, obvio, diecisiete años, es una edad ilegal para que hables con gente de veintinueve, como yo.

Espero que con eso no se refiera a lo que estoy pensando ahora mismo.

Tengo miedo.

- Pues... sí, lo sabes, soy ilegal por hablar con gente mayor, ¿y? -intenté ser orgullosa, fallé muy feo, el miedo regresó y proseguí- eh... ¿puedes guardar el secreto de la peluca, por favor?

Negó.

- ¿Ah? ¿Por qué no?

- Con una condición.

Será hijo de...

- Que me dejes peinarte el cabello real -sonrió con perversión, mi respuesta fue un rotundo NO- Oh, vamos, ¿qué pasaría de malo?

- Nunca me peino, es un desastre, voy a quedar calva si me peinas.

- Haré el intento porque no ocurra eso, ¿sí?

Es extraño, los de The Candy Factory desde que me conocieron, siempre me ofrecieron peinarme y nunca he aceptado, ni aunque me amenacen con decirle a la policía sobre mi. Nada, pero ahora llega este tipo y me chantajea con esa sonrisa que hace que me ponga más, más y más nerviosa.

Hice el esfuerzo por no gemir de dolor por como me tiraba el cabello, joder, ¡me voy a quedar calva! 

¿Lo peor? Es que justo entraron a la habitación Damien y Alan...

- Joder, Flema, por un momento creímos que hacían otra cosa si andas haciendo esos sonidos tan raros -me molestó Damien, yo me puse roja de inmediato.

- Esperen un momento... -Alan se confundió y habló para la gente que estaba atrás suyo- ¿No esperan un segundito? Queremos hablar con Devvorah en privado... -se acercó a nosotros dos- ¿como es que Lars sabe que...?

- ¿Saber qué? -Lars nos miró más confundido.

- Que no me gusta mi pelo y por eso uso peluca -fingí una sonrisa, él creyó que ésta era real y me la devolvió, de nuevo los nervios...

- Oh, pero eso no es nada, eso lo deduje cuando se te cayó hace poco la peluca.

- Ehh... Lars -interfirió Alan-, ¿prometes no decir nada?

- ¿Sobre la peluca o que ella es ilegal? -ellos abrieron los ojos como platos- Y con ilegal, me refiero a menor de edad -suspiraron en alivio.

- Sobre la peluca, por favor, su edad no es una gran presión para nosotros.

Vil y gran mentira.

- Ok, ya lo sé todo, pero no se preocupen, no diré nada -sonrió lleno de orgullo.

Si supiera...

- A todo ésto... ¿para que James los trajo hasta acá? -intercepté la incómoda charla.

- Nos trajo para que conociéramos el ambiente en dónde viven y nos imaginemos cómo será nuestra nueva vida -contestó Damien.

- Es decir que... The Candy Factory se... -me quedé a medias- se irá de gira con...

- ¡Sí! -gritó Lars de la emoción, me dio un mega abrazo de oso, besó mi mejilla, con mucha velocidad se levantó para hacerle lo mismo a mis compañeros... de ahí corrió hacia Zack que estaba fuera de la habitación, lo mismo, e hizo ese proceso también con sus compañeros de banda.

- ¡Ya se nos puso maricón! -gritó James apartándolo de encima.

- ¡Nos iremos de gira con The Candy Factory!

Al parecer, Zack aún no se enteraba de eso, entonces... Chilló como un animal en celo y corrió para darle un abrazo a Lars, le dio un beso en la mejilla... y así hasta llegar a mi. Entretanto me ponía la peluca de nuevo.

 Joder...

En The Candy Factory, nos dimos un gran abrazo de banda por el triunfo.

- Mañana discutiremos los asuntos legales y cosas de ese tipo, ¿sí? -dijo James- Preparen la mano para los miles de contratos y ah, la fama extrema... por cierto, ¿ella está libre mañana? -mis compañeros asintieron- Vale, pues Kirk y yo nos la llevamos para pasar el rato, más o menos tipo dos de la tarde. ¿Sí?

Me mega emocioné y acepté la propuesta.

No era una cita, obviamente, pero salir con los dos guitarristas de Metallica debía ser algo interesante.

Hoy fue cuidar de un enfermo y mañana a salir para pasar el rato.

Y muuy pronto, será la gira... asuntos legales, ¿debo dar mi verdadero nombre? ¿Tengo listos mis certificados falsos?

Cuando regresamos a casa, lo primero que hice fue reunirme con el tipito ese que me puso este nombre tan mal escrito.

Los papeles me los entregó, bien, no más que no descubran que son falsos y cagó para siempre.

Y tengo un pequeño problemita con la sonrisa de alguien, porque no la puedo borrar de mi mente, por eso, me pongo nerviosa sin razón aparente.

No sé, es como si el pánico y la emoción me comieran viva.

¿Por ahora? A preocuparse por la junta de mañana, nada más.

Ay, no me toquen, que ando chida.

----

Nota: Mierda :'v es que me emociono mucho con este fanfic y me es inevitable dejar una nota ggg :v

Pd. no se enamoren de la foto de multimedia, el pelon es mío 7uuu7 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro