Capítulo 36: El accidente era para... ¿qué? PARTE 2.
- Lo que oíste -continuó-: Quiero terminar contigo.
- ¿Y por qué? -murmuré, sintiendo como mis ojos se humedecían.
- Ya te dije, no soporto tenerte de forma indiferente, que quede claro: Eres mía o no lo eres, no hay casos intermedios, no somos una relación abierta ni nunca permitiría eso entre los dos.
- Lars, por favor, no... -forcejee para que me soltara las manos, se negaba.
- Se me hace muy difícil ésto, linda, pero es lo mejor para nosotros.
- No, Lars... por favor...
Intenté patearlo y ahí me soltó, cubrí mi rostro con ambas manos.
- Tres meses tirados la basura, necesitamos tener una nueva vida, ya lo sabes, seguir adelante y...
- ¡No! -grité, desesperada- ¡No quiero!
- Devvorah, mírame -negué-. Quiero que me veas y escuches bien, que entiendas bien lo siguiente.
- No...
- Devvorah, Flema Magnética, Flemita y cualquier otro apodo que tengas... mírame, por favor.
- Lars, no...
Volvió a tomar mis manos por la fuerza, cerré los ojos, no obstante, la presión era mucha, le miré y estaba arrodillado frente a mi.
- Cálmate, escúchame bien, que por fin estoy tranquilo al darme cuenta de que tú estás demente por mi igual que yo por ti, y eso es lo único que me importa.
- Entonces... ¿por qué quieres dejarme? -sollocé, limpiando la lágrima que se me había escapado, los dolores en la zona baja de mi abdomen se hicieron presentes, eran molestos a cagar.
- Porque... ya no quiero que seas mi novia, Devvorah... -buscó algo entre sus bolsillos.
Tomó una gran bocanada de aire y sacó una pequeña caja del bolsillo.
- No quiero que seas mi novia, ahora, quiero que te vuelvas mi esposa... -abrió la caja, enseñando un anillo bellísimo- Devvorah, ¿quieres casarte conmigo?
Ahora, de lágrimas de tristeza, fueron lágrimas de felicidad, las limpié muy emocionada. PERO...
- Lars, pero si llevamos apenas tres meses de relación y yo todavía soy menor de edad...
Sí, eso es bien mata pasiones, Devvorah idiota.
- Eh.. sí, aún así quiero casarme contigo, cuando cumplas 18. Aunque en Estados Unidos lo legal es tener 21... -hizo un facepalm.
- Bueno... nunca te conté, en mi país natal, la mayoría de edad es a los 18, así que... sí, quiero casarme contigo -sonreí, nerviosa.
- Oh, es un alivio -suspiró, luego me colocó el anillo, se puso de pie y me abrazó con fuerza-... Te amo, joder, te amo...
Sonreí, ahora como tonta enamorada.
- Yo también te amo, joder... -luego de eso nos besamos, y nos mantuvimos en esa posición-... ¿por cuánto tiempo planeaste ésto?
- Te oí hablar con el negro sobre el contrato y corrí a comprar el anillo.
- Me lo supuse... -ambos reímos con dulzura, sin duda, fue algo "improvisado a última hora"- la mayoría de los hombres lo planean con meses de anticipación, ¿sabías?
- Lo sé, por eso quise ser especial y planificar todo con los los chicos en un sólo día.
Sí, mi novio es el mejor.
- Por cierto...
- ¿Sí? -le miré intrigada.
- ¿Cómo eso de que en tu país natal la mayoría de edad es a los 18? ¿No que eras de Tex...?
Lo callé con un beso.
No era la mejor situación para contarle la verdad, Devvorah idiota.
- Sólo te diré -susurré en su oído-, que esos certificados que entregué para unirme a la gira, son falsos.
Abrió los ojos como platos.
- ¿Y por qué?
- Para evitar problemas, pero descuida, ya está todo bien... -le abracé con más fuerza y besé su mejilla.
Sí, claro, todo bien... ejem.
- Ah, bueno, sí así lo dices... Entonces, ¿de dónde eres?
Mierda.
Doble mierda. Vi a una horda de paparazzi acercarse a nosotros.
- Eh... -lo solté- Amor, mejor huyamos o sino, nos van a violar con preguntas.
- Es verdad...
Salimos corriendo de allí, con el flash a punto de matarnos, joder, hace mucho que no corría así de la prensa.
Pocos días más tarde, en la gira, regresamos a Los Ángeles por un par de fechas más, las cuáles tampoco voy a poder dar, ésto de mi desconocida enfermedad me jode mucho. Hoy me mantuve en cama, hoy no tocaba concierto para Metallica, por tanto, Larsie me mantuvo cuidando.
- Joder, Kirk me anduvo diciendo que estabas enferma, sin embargo, no le creí... Ahora te veo y... ¿qué mierda te pasó?
- No sé, tengo jaqueca extrema, dolores abdominales, presiones en el estómago, no, siento tres presiones al mismo tiempo, ansiedad, y sobretodo: mareos, joder....
- ¿No serán parásitos?
- AHHH, ¿por qué todos dicen esa mierda?
- Bueno, si tienes tres mierdas adentro tuyo haciendo presión, como tú dices: o son parásitos, o estás embarazad... ¡¿QUÉ?!
- No, joder, lo del estómago lo siento desde antes de haber empezado mi relación contigo, un poco después de que empezó la gira, un semana, sí. No era algo tan fuerte como ahora, pero lo tenía.
- Oh... entonces no me preocupo de no haber usado forro la otra vez.
- ¡Lars! -grité y me arrepentí porque sentí una contracción tan fuerte que terminé poniéndome en posición fetal para que no se sintiera tan fuerte.
- Uhh... creo que es algo muy grave, ¿qué tan mal se siente?
- ¿Has visto la película "Alien", esa escena en dónde sale la cosa fea esa del estómago de un tipo? Bueno, así se siente...
- Ah, no me jodas, ¿tienes un bebé Alien allí dentro?
Me senté normalmente e hice un facepalm.
- Lars, no estoy de humor para bromas.
- ¿Y para leer las mierdas que la prensa anda diciendo?
Suspiré, asqueada.
- Adelante, dime qué dijeron ahora.
- Que... ¿recuerdas cuando me puse a cantar Judas Priest? Bueno, como después de ese concierto nos vieron juntos... creo que saben de lo nuestro.
- Maldita sea... amor, hazme un favor.
- Claro...
- Y que sea la única vez que te permito esta mierda, y que sea lejos de mi campo visual, por favor...
- Sólo dime.
- Anda afuera, donde están todos esos periodistas con Kirk y bésense como si no hubiera mañana, luego vienes para vomitar en mi cubeta -la señalé, que estaba a un lado de la cama-. Ahí y no en otra parte, después te limpias la boca y te acuestas aquí conmigo.
Asintió y se fue de allí, cerré los ojos. El único que estaba preocupado por mi estado era mi... prometido, ah, que lindo suena eso.
Joder, que puto dolor, siento como si tuviera un Alien allí metido. O dos, quizás.
Oí a varias personas gritando IMPAKTADAS, oh, seguro ya está... EWWW.
Esperé a que mi novio regresara, lo forcé a que vomitara la saliva del negro para que luego se acostara a mi lado, abrazándome por detrás.
- Deberías ir al médico urgentemente, no quiero que tengas a un Alien metido a ahí.
No pude evitar reír un poco.
- Claro, pero otro día, quiero estar contigo hoy, aquí -sonreí con inocencia, para que entendiera de que ambos podemos estar en una cama sin tener que follar.
- ¿Mañana, entonces? -asentí- Vale, porque me tienes muy preocupado, no quiero que después me enteré de que tienes un Alien metido de hace meses.
Reímos, putos Aliens.
- Esperemos que no sea nada grave, por favor...
- Bueno, si tienes un Alien... ¿podemos llamarlo Juana?
Reímos, ahora por lo idiota que se convirtió la conversación.
- Joder, Lars, te amo.
Y otro beso más.
Dios mío, Alien, ojalá y te vayas pronto de mi cuerpo.
O sea lo que sea que me tiene así.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro