Capítulo 29: La segunda primera vez y adiós a los Sebastian voladores.
Apenas entramos a la habitación, concordamos en una sola cosa:
Teníamos que darnos un baño y pronto, uzeah, olor a mar, arena que se te mete por donde nunca llega el sol... EWWW.
Como aún no tenemos TANTA confianza para ir y bañarnos juntos, fui yo primero, ya saben... da un poco de vergüenza, ¿sí? Es decir, cuando se trata de Lars Ulrich, me vuelvo la persona más tímida, mamona y cursi que exista.
No me demoré mucho en realidad, quitarme la pintura que YA estaba corrida, la peluca sacando todas las pinzas de una -y recogerlas todas, amontonándolas bien ordenaditas-, y en sacarme el puto bikini... eso fue menos de cinco minutos. No más me demoré lavándome el cabello porque es muy largo.
Ya para cuando salí usando sólo una toalla alrededor de mi pecho... me puse roja como tomate al notar la cara ÉPICA de viejo pedófilo que me puso mi novio, de inmediato intenté taparme lo más que pude, me avergoncé bastante la verdad.
- Disculpa -cubrió su boca y desvió la vista hacia otro lado-, hace mucho que no te veía tan linda, eso es todo... no es que no seas linda con el maquillaje y la peluca, me refiero a que... ahora... ah... olvídalo.
- ¿Ok? -reí un poco nerviosa, insegura.
Él se levantó, cargando un par de toallas y caminó hasta mi, me dio un abrazo, susurrando despacio en mi oído:
- Te amo... -sonreí y le devolví también el abrazo- que eso no se te olvide nunca, ¿entendiste? Nunca.
Unimos nuestros labios en un muy apasionado beso, él arrinconándome contra la pared, todo iba muy bien, excepto por el "mínimo" detalle de que él con una mano intentaba quitarme la toalla.
Buena jugada, eh.
Le di una pequeña bofetada a esa mano pervertida y corté el beso, sólo para acercarme a su oreja y susurrarle de vuelta:
- Mejor ve y dúchate, con agua bien helada, a ver si se te pasa lo caliente, eh.
Soltó una leve risa.
- No prometo nada... -besó mi frente y luego se separó de mi, caminó hasta la puerta del baño y la abrió- insisto: no prometo nada.
Entró al lugar cerrando de golpe y di un salto a la realidad. Definitivamente, este hombre me vuelve loca. Y eso creo que era lo que más me gustaba de él, siempre me tenía experimentando sensaciones que nadie más me ha hecho sentir.
Y no estoy hablando necesariamente de algo sexual.
Por ahora.
Es que, joder, hace unos meses atrás pensaba igual que las viejitas evangélicas que la virginidáh hasta el matrimonio y blah blah blah, ¿ahora? Aparte de que hace MUCHO tiempo atrás perdí mi virginidad con él en una borrachera, he estado teniendo sensaciones extrañas de un deseo anormal hacia él, diría que me lo quiero follar ahora mismo, pero quedaré como una zorra. Bueno, él es mi novio y tengo derecho a... querer hacer cosas de ese tipo, aunque si lo pienso bien, mi edad está un poco mal ahora mismo, sobretodo en el caso de que Lars es mucho mayor que yo.
Aghh, puta edad del pavo, que teniendo diecisiete, me sigue afectando.
Me vestí con una camiseta larga de manga corta, hacía calor, no me puse absolutamente nada abajo de eso. Me sequé el cabello y en cosa de que haya terminado de hacerlo, ya tenía de nuevo a Lars frente a mi: con el cabello y el cuerpo húmedo, una toalla alrededor de su cintura.
Fuera, impulso de idiotez.
- Vaya... -mordió su labio inferior- parece que hoy te dio por ponerte exhibicionista, ¿no es así? -sonreí, crucé mis piernas, estando recostada en la cama, siendo cuidadosa de no enseñar demasiado- El bikini, la toalla... ¿ahora ésto? -se sentó a mi lado y me plantó un pequeño beso- Vaya, que malota te haz puesto.
- Es el calor, ¿ok? Mejor vístete, cariño, y sécate el cabello que no quiero que cojas algún resfriado después.
- Claro, no quiero coger ningún resfriado, yo a la que quiero coger es... Ah, no, olvídalo, no, que cochino, ordinario, roto, picante soy yo -forzó una risa-. Vale, mejor me visto.
- Sí, eso es lo mejor -reí un poco.
Me di la vuelta para que se vistiera tranquilo, aunque, en realidad, yo sé que él no tiene vergüenza de que yo le vea, la que tiene vergüenza soy yo, porque del recuerdo de mi primera vez no es muy claro, sólo recuerdo un par de cosas.
Ya para cuando se puso únicamente unos boxers, me di la vuelta y le ayudé a secarse el cabello; se sentó frente a mi y de espaldas en la cama, y yo estuve muy entretenida jugando más que secándole el pelo. Al finalizar, ambos nos quedamos recostados en la cama, mirando hacia el techo.
- ¿Tienes ganas de ir a algún lugar ahora? -negué.
- No tengo ganas de salir, y menos a beber, mañana voy a lamentarme de eso -reímos tras yo pronunciar eso.
- Hmm... opino lo mismo. Tampoco tengo hambre, ¿tú? -negué- ¿Tienes sueño? -vi la hora en el reloj que estaba colgado en la pared, eran las 11 apenas, negué- Yo tampoco... ¿qué hacemos?
En aquel momento, cruzamos miradas y luego las desviamos hacia el techo de nuevo.
- No lo sé -contesté finalmente-, no tengo ganas de salir ni de dormir... -me estiré en la cama y luego le abracé- quiero quedarme aquí contigo.
- Vale, entonces me quedo aquí... -sonrió y me devolvió el abrazo.
Sonreí hipnotizada al sentir varios besos suyos en mi cuello, vaya, él si sabe como tenerme engatusada. Ya para cuando nos besamos directo en los labios, sus manos agarraron mis caderas para levantarme y recostarme encima suyo.
La comodidad desapareció cuando me percaté que ese último gesto lo hizo sólo para que yo quedara sentada sobre su entrepierna, y me hacía mover las caderas creyendo que no entendía sus intenciones. Sonreí con picardía sobre sus labios y me separé de él, quedando sentada y él acostado, mirándonos fijamente.
- ¿No? -sonrió igual que los viejos pedófilos, sólo que en esta ocasión, la sonrisa no me dio nervios.
- No -sonreí de igual forma.
- ¿Ah, no?
- Ah, no.
- ¿Océ?
- Océ.
Tanta seriedad no podía haber, luego de eso nos reímos.
Después él se corrió para un lado y yo me acosté también, él evitó todo contacto visual conmigo, yo rodé los ojos y suspiré. Se metió adentro de la cama, tapándose hasta arriba.
- Lars -llamé, no me respondía-. Lars -repetí-. ¡Lars!
Maldito, hijo de...
Lo sacudí varias veces y él fingió roncar. Reí por lo idiota que era la situación. Me metí adentro de la cama también y no jodan, me tomó desprevenida para subirse encima mío y hacerme cosquillas en el estómago. Estallé en risa sonando como un mono tití con asma.
Se detuvo.
- Te amo -rió y me lanzó un beso.
- Yo también -le lancé un beso.
Tomó una almohada y la puso sobre mi cara, ejerció presión contra mi. No hice ningún gesto por querer deternerlo, al contrario, me quedé quieta y con una cara de culo que decía "¿me estás jodiendo?", al cabo de unos segundos, retiró la almohada y sonrió con dulzura.
- ¿No quieres morir aún? -negué- Yo tampoco, y te quiero conmigo por siempre.
Sentí el calor apoderarse de mis mejillas en ese momento, me sentía como Heidi, ahre, que caguai todo.
Y más, más besos llenos de pasión. Ahora no lo detuve cuando se puso a manosear mis pechos por encima de la camiseta, solté un pequeño gemido y continuamos besándonos. Él apretaba un poco más fuerte cada vez y yo iba cediendo de a poco.
- Con que no traes nada abajo, eh... -murmuró con esa sonrisa y luego mordió su labio inferior- Eso me gusta... -se salió de encima mío y se acostó a mi lado, nos observamos por un par de segundos sin decir nada hasta que él decidió romper eso con- Préstame tu mano.
- ¿Para? -él la tomó y ejercí fuerza para evitar cualquier cosa que él quisiera hacer con esa mano.
- Quiero enseñarte algo... algo que estoy seguro que te va a gustar -me guiñó el ojo.
OK, AHORA NO CONFÍO EN LARS.
- ¿Qué cosa?
- Préstame tu mano -insistió, yo suspiré y le entregué la mano-, si algo te incomoda, me dices y ya, ¿ok?
- Ok...
Humedecí mis labios ansiosa, mi respiración continuaba irregular por el frenesí anterior.
- Tranquila, no es nada malo, a menos que tú quieras tomarlo de esa manera... Vamos, cierra los ojos y relájate, ¿sí? -besó mi mejilla, asentí e hice lo que me pidió.
Condujo mi mano hasta sus labios y dio un pequeño beso, escuché que soltó una leve risita encantadora, empecé a temblar al tener mi mano acariciando su tibio pecho desnudo, atravesó todo su torso y al llegar a la banda elástica de su ropa interior, mi cuerpo enteró se estremeció, suspiré intentando tranquilizarme. Mi mano llegó hasta un lugar que NO era su pierna, ojo, sobre la ropa lo está haciendo y creo que estoy muy agradecida por ello.
Percibí su respiración entrecortada en mi cuello, dio una pequeña mordida para tras eso susurrar...
- Tócame.
- ¿Eh..? -titubee, me mordió de nuevo y solté un gemido placentero. Comenzó a frotar mi mano contra su entrepierna.
- Tócame -repitió-, y si te incomoda, sólo dime.
Asentí, todavía con los ojos cerrados, continué frotando mi mano contra su entrepierna, di un salto de impresión al darme cuenta de que... su "cosa"... estaba... ya saben. Fui bajando la velocidad de mi tacto y abrí los ojos de golpe cuando ya dejó de besar mi cuello para morder violentamente, me reservé todo grito mordiéndome.
- Sigue...
Y por la manera en que me lo decía, se notaba que estaba excitado, MUY excitado.
M I E R D A.
Seguí, más rápido que antes y continué jadeando puesto que Lars volvía a manosear mis pechos con una mano, déjenme decirles que ya no lo hacía de una manera muy cariñosa que digamos, era algo mucho más necesitado. Con la otra acariciaba mis temblorosas piernas, casi me muero de nervios al agarrar mi camiseta y levantarla de una hasta mis costillas. Inhalé desesperada.
Ya no había vuelta atrás.
Me senté para quitarme la camiseta y enseñarle mi cuerpo descubierto al fin, lo que él veía, se notaba mucho que le gustaba, sus ojos ardían lujuriosos en ese momento, nunca como antes.
El pánico me invadió al ver que él se quitó lo que llevaba puesto y los dos estábamos cien por ciento desnudos.
Ahora sí, YA NO HAY VUELTA ATRÁS.
Unimos nuestros labios, excitados y deseosos de más, él tomó mi mano y la guió hasta su miembro erecto, me hizo acariciarlo un par de veces hasta que lo hiciera yo por mi propia cuenta. Sus labios bajaron con lentitud por mi cuello, mi hombros, daba pequeñas mordidas, al llegar a mi pecho... trazó un pequeño camino con su lengua hasta directamente atacar contra mi pezón derecho y con una mano pellizcaba de mi otro pezón con fuerza.
Di un salto y arquee mi espalda en forma de C, sin parar de acariciarlo con gentileza. Él chupaba y mordía, haciéndome gemir despacio. Yo estaba nerviosa por el hecho de que si alguien, mejor dicho, la prensa se entera de ésto, van a haber catástrofes de proporciones bíblicas.
Me relajé más ya cuando bajó aún más sus labios hacia mi vientre, me dio varios besos tiernos allí, mi sonrisa de enamorada se podría apreciar a kilómetros de distancia. Dejé esa felicidad y los nervios regresaron al notar que Lars ahora estaba ENTRE mis piernas, con esa sonrisa que con tan sólo verlo ya me tenía delirando.
Apenas sentí su lengua rozar mi feminidad, aferré ambas manos a la cama, volví a arquear mi espalda y un gemido mucho más fuerte se escapó de las profundidades de mi ser. Vaya, sí que sabía hacer ésto y seguro saber hacer mucho más. Porque así de rápido ya me tenía gimiendo como una puta a su merced, dios mío, su lengua...
Mi mente estaba congelada pensando en lo bien que se sentía, lo cuánto que lo deseaba... tan así, que me sentí algo frustrada cuando se detuvo y volvió a acostarse a mi lado.
Otro beso más y mis jadeos eran mucho más notorios, él tenía sus dedos rozando toda la zona en que su lengua había estado antes, ya los sentía adentro de mi; entrando y saliendo delicadamente. Y de la nada, se detuvo y me miró extrañado, exaltado e incluso, algo frustrado.
- ¿No eres virgen?
Oh, oh... pillada.
No dije nada, me quedé en silencio, teniendo los ojos cerrados, jadeando todavía.
¿Le cuento o no que me lo follé hace mucho?
- No diré nada, sólo aclárame una duda: ¿fue Kirk?
Abrí los ojos, topamos miradas y negué. Él suspiró.
- ¿Quién?
No le contesté.
- No fue Alan tampoco, ¿cierto?
Ahora sonaba un poco más molesto, mierda. Volví a negar. Mordí mi labio inferior, inquieta.
- ¿Es... algo de relevancia que lo sepas, cariño?
Asintió.
- Me gustaría saber quién fue aquel que le quitó la virginidad antes que yo a mi princesita.
Inhalé y exhalé en pánico, debatiendo si le contaba o no lo que pasó hace tiempo.
- ¿Fue una mala experiencia? -asentí, tratando de mentirle- Oh, disculpa... no creí que... lo siento mucho... -besó mi mejilla- Yo y mi gran boca que no para de hablar mierda... -hizo una risa forzada.
- No importa -sonreí y lo abracé-. Te tengo a ti y los demás se van a la mierda.
- ¿Segura que quieres ir más allá en ésto? Porque si tú lo deseas, podemos parar, dejarlo para otro día y...
- Sí, si quiero -intercepté-. Si he aceptado hasta el momento todo lo que me haz hecho, aceptaré... lo próximo que quieras hacerme.
La sonrisa que compartimos lo dijo todo, él volvió a introducir sus dedos en mi e hice mi mayor esfuerzo para silenciar toda muestra de placer, los besos nos sofocaban de lo caliente que era la situación, al punto en que debimos separarnos por completo, él se levantó de la cama, curiosa le contemplé por un buen rato... oí el sonido de un paquete abrirse y apenas divisé lo que a mi percepción era un preservativo. Le miré como si no le conociera y él me miró lo más casual posible.
- ¿Qué? -rió un poco- Si no lo uso, los de mi banda y los de tu banda me van a matar a mi, así que no te sorprendas.
- Ah, sí, claro... -hice una risa nerviosa.
- ¿Estás bien? -asentí- ¿Segura? -volví a asentir- Te noto algo...
- ¿Nerviosa? ¿Yo? ¿Cómo se te ocurre? -dije sumamente rápido, casi sin entenderse nada.
- Ok... sí lo estás... -regresó a la cama y me envolvió con sus brazos- Es normal... cuando tienes tu primera vez. En este caso... si es que tienes algún trauma que no quieras contarme, está bien -besó mi frente-. Lo entenderé... podríamos llamar a ésto, algo así como... ¿tu segunda primera vez? -ambos reímos un poco- Sí, ya estoy hablando estupideces por los nervios, ya que, si no descargo lo que tengo acumulado aquí en las bolas, me va a dar frustración sexual y no vas a querer verme de ese modo.
Volví a reír, ahora como tonta enamorada.
- Entonces... -continuó y di un salto al recordar que seguíamos desnudos y... excitados.
- Oh, claro... volvamos a lo de... antes.
Sonrió y me plantó un beso muy apasionado, volvió a situarse sobre mi, ahora tuve valor para abrir las piernas y...
- Ahh... sí -gemí con una sonrisa de oreja a oreja, joder, Lars me vuelve una perra sucia cuando estoy con él.
Y eso me encanta.
Prosiguió empujando dentro y fuera de mi, joderr... no recordaba que ésto se sintiera tan bien. Bueno, el alcohol en ese momento era mucho, apenas recuerdo lo que hicimos esa vez que no se compara en NADA con lo de ahora.
Se podía escuchar por toda la habitación nuestros gemidos plagados en lujuria extrema, más el sonido del colchón y la cama moviéndose contra la pared. Oh, sí, imposible que alguien no se enterara en este puto instante de lo que hacemos.
Esperen, ¿qué? ¿Alguien más puede...?
OH DIOS MÍO, GARY PUTO OJALÁ NO ESCUCHE LO RICO QUE FOLLA LARS.
- Hmm... Lars, no joder, no tan... -mordí mi labio inferior, tratando de controlarme- no tan rápido que.. ¡AHHHH! -me tapé la boca y luego me di una cachetada mental- Joder, detente...
- Ahh, pero si se siente rico... -me hizo un puchero, rodé los ojos.
- ¡AHHH PARA QUE ME DUELE!
No me dolía pero para que parara le dije eso. De inmediato se quedó quietecito como momia y yo suspiré en alivio.
Me aseguré de no oír voces cercanas y familiares por acá, no las había. Ya podía estar más relajada.
- ¿Estás mejor? -asentí.
Joder, ¿por qué le dije que sí? Ahora me está dando más duro que antes.
Ni modo, mejor disfruto antes de que se acabe.
Y vaya que lo hice, tuve miedo de que llegáramos a romper la cama de tanta acción, fuera de eso, fue... ETSITANTE.
Ah, cuando alcanzamos el muy preciado orgasmo, sentí que todo mi cuerpo se relajó y caí rendida. Mis ojos se fueron cerrando de a poco y sonreía flojamente porque Lars me daba muchos besitos en la mejilla. Apenas él salió de mi interior me sentí... ¿vacía? Ah, no sé, joder, estaba muerta de sueño yo.
- ¿Te sientes bien, linda? -me mantuve harto rato sin responder nada- Amor, ¿estás...?
- Ahhh... -rezongué- déjame dormir, marica...
- Uh, bueno... -me abrazó por detrás y apoyó su rostro en mi hombro- te amo, ¿sí? Que no se te olvide, preciosa, que nunca te dejaré ir -me dio otro beso.
- Ah, sí, sí... cállate.
Soy un amor, lo sé.
- También te amo... -susurré finalmente, bostecé.
Y al poco rato después me quedé dormida.
...
- ¡¿QUÉ CARAJO, LARS?! -abrí los ojos, con cara de culo y vi a Kirk con cara de traumado frente a nosotros.
-¡AHHHHHH! -chillé asustada, pesqué una almohada y se la arrojé a la cara- ¡ALÉJATE SATANÁS!
- ¡¿QUÉ ESTABAN HACIENDO QUE ESTÁN SIN ROPA, COCHINOS?!
- ¡LO MISMO QUE TE HACE LA PERRA DE PAMELA MIENTRAS DUERMES! -contestó mi novio, ahre.
- ¡¿LO MISMO?!
- NO, NI TANTO, SÓLO SE LA METÍ Y SHA, NO ARMES TANTO ESCÁNDALO.
-¡¿EQUIS CÚ HABLAMOS EN LETRAS MAYÚSCULAS?! -me miraron reflexivos y asintieron- Ahre, estábamos gritando todo ahora que lo pienso.
- Joder, Kirk, ¿qué haces aquí? ¿No puedes tocar la puerta como la gente civilizada?
- Eso hice por quince minutos, escuché ronquidos de una pareja de osos mutantes, entonces metí mi uña por la cerradura y entré... Sebastian dice que quiere decirnos algo a todos nosotros, no jodas, ustedes son unos sucios.
- ¡Y QUIÉN LO DICE! -le reprochamos en la cara.
- ¡Al menos Pam era mayor de edad!
OHHHHH.
Mierda.
- Ya, ándate -Lars le arrojó otra almohada- . Ya vamos para allá, no más, deja vestirnos y listo, haz como que no viste nada.
Por alguna extraña razón, nadie me puede quitar mi sonrisa de oreja a oreja, parezco drogada.
Me demoré -como siempre- más de una hora en arreglarme al cien por ciento, mi novio no paraba de observarme mientras realizaba mi diaria "transformación".
- ¿Algún motivo en especial para quedarte así de artificial? -negué- ¿Entonces? ¿Por qué no sales al natural? Te ves mucho más bonita así, te lo digo yo, no por querer subirte el ánimo, sino, porque mi corazón se le declaró a la chica de cabello negro, y también, porque mi pene se folló a la de pelo negro, así que...
- Lars -dije, no sabiendo si reír o llorar-, te amo mucho mucho mucho, pero no puedo dejar de usar la peluca y el maquillaje hasta mucho tiempo más, te lo juro. Por ti, estaría al natural siempre y no puedo.
- Vale... entiendo -hizo una mueca-. Espero ver pronto a la verdadera tú, ¿sí? -me abrazó- Porque de esa es la que juré amar por siempre.
Oh, si supiera la verdad acerca de la "verdadera yo"...
Salimos de la habitación y fuimos hasta donde se encontraban reunidos todos los chicos, todos nos miraron con la típica cara pervertida, joder... ah, qué vergüenza, disimula, Devvorah, disimula.
- Lindos chupones -me dijo Zack, señalando toda la zona de mi cuello, fruncí el ceño y todos me quedaron mirando raro, miré mi reflejo en los azulejos del pasillo del hotel...
Tenía marcas en casi todo el cuello, oh, gracias Lars...
A los dos se nos caía la cara de vergüenza, intenté taparme con el pelo de la peluca, era demasiado corto, ¡jodeer...!
- Bueno, chavos -interrumpió el muy incómodo silencio Sebastian-, les quería decir que... Ya me tengo que ir, uzeah, regresar con los de mi banda que anoche me echaron la bronca por teléfono por haberme escapado. Fue un gusto haber pasado tantas aventuras alocadas junto a ustedes, los momentos divertidos y otros más. A lo mejor cuando acabe la gira nos reencontremos de nuevo o quién sabe, tal vez antes.
Nos despedimos uno por uno de él, y por poco me muero al oír a Sebastian susurrarme en el oído lo siguiente:
- Espero que Lars haya usado condón o sino, yo te ayudo a matarlo si te abandona "sin razón aparente".
Asentí, incómoda.
Creo que me distraje de mi novio -si me ponía demasiado cerca de él, me miraban raro, entonces, preferí mantener un poco de distancia para evitar cualquier conversación no deseada- porque Pam andaba media loca (igual que Zack), los dos llenando de besitos a Sebastian y yo como soy buena persona, ayudé al pobre Sebastian a quitárselos de encima.
Lo acompañamos con el resto de los chicos -o eso creo, no me fijé bien si estábamos todos- hasta donde se estacionó momentáneamente el Jet privado de la banda Skid Row, Sebastian se subió con una gran sonrisa, y una vez adentro, asomó la cabeza por la ventana igual que sus compañeros de banda y nos hacían señas.
Sentí como si me apuñalaran en la espalda al oír una pelea por el otro lado del lugar, no hacía falta preguntar entre quiénes era. Hice un facepalm, me senté en una banca para escuchar con detención lo que se gritaban estos dos:
- ¡ERES UN PERVERTIDO!
- ¡CÁLLATE, PASIVA!
- ¡YO NO LE QUITO LA VIRGINIDAD A LAS CHICAS DE DIECISIETE AÑOS!
- ¡YO NO SE LA QUITÉ, ELLA YA NO ERA VIRGEN DE ANTES!
Otro facepalm más, joder, ¿por qué esta pasiva de mierda no puede aceptar que sólo amo a Lars?
- ¿Estás bien, weona? -negué y Pam se sentó a mi lado- ¿Qué pasó? ¿Te desgarraron mucho la concha?
No pude evitar cagarme de la risa con eso, negué.
- Es la puta pasiva de Alan que anda lloriqueando con cualquier mierda, no puede aceptar que lo rechacé y le anda echando la bronca a Lars cada vez que me doy la vuelta, luego se pone marica cuando lo miro para que me dé pena y lo consuele, joder... me está hartando bastante.
- ¿Le aviso a Damien para que los separe? -asentí.
- Por favor, y dile que le dé una buena paliza a la pasiva de mi parte.
- Claro, por mientras tú busca a mi Zack que se me perdió apenas empezó la pelea.
Ustedes se preguntarán, ¿y los otros? Pues haciendo apuestas para ver quién gana.
No me hacía falta buscar mucho, aunque el lugar ni lo conozca, sé perfectamente en dónde podría haberse escondida la pulga marica. Abrí la tapa de un contenedor de basura y dije:
- Tu noviecito Damien va en camino a separar a esos idiotas, salte del basurero que no te van a hacer nada.
- Ok, flema con chupones -dijo, saliendo del basurero.
- Joder, no me llames así y... ¡No son chupones! Es... es... ¿alergia? Sí, alergia, el hotel es de muy mala calidad y me dio alergia porque estaba desordenado, y el polvo me da alergia.
- Buena esa, te hubiera creído si no fuera porque... ¿cómo lo digo? Anoche se escuchaban sonidos algo así como... -hizo una voz aguda, tratando de mi imitar la mía que en realidad ni siquiera es aguda- AYYY SII SIGUE QUE ME GUSTAA AYYY SI LARS KE RIKO SE SIENTE SIGUE SIGUE SIGUE...!
- Ups... -me tapé la cara roja de vergüenza- Vale, el punto es que...
- ¡QUE SE CALLEN, MARICAS! -y desde acá se escuchó la SLAP BITCH que les dio Damien a esos dos que peleaban.
No más de cinco segundos, ya estaban todos como de costumbre. De regreso al hotel, me escabullí en la habitación que compartían los hermanos Walker, sabía muy bien los hábitos de ellos: Zack por lo general, odia estar encerrado mucho rato y ahora debió haber salido a hacer vayan a saber qué cosa. Y, Alan es todo lo contrario, adora encerrarse y cuando está psicológicamente mal, aún más. Nunca me han rechazado en el amor, no obstante, creo que eso te afecta mucho en lo psicológico y él es la viva prueba de aquello.
- ¿Qué haces aquí?
No tuve intención de querer contestar.
- Dije, ¿qué haces aquí?
- Quiero hablar.
- Yo no.
Con eso, volvió a abrir la puerta e intentó huir, posé mi pie izquierdo frente al marco de la puerta, soporté la presión de la puerta y el marco. Me miró con rabia inmensa.
- Tan hombrecito para ir y golpear a mi novio por celos a una relación que imaginas conmigo y que es cien por ciento inexistente, pero no tan hombrecito para poder hablar con una mujer, simplemente das pena, Walker.
- ¿Algún problema, Grohl? -abrió la puerta y nos enfrentamos cara a cara.
-Sí, y ese es que eres un marica. Si sigues con esa actitud, vas a conseguir que la gira The MetalliCandy Factory Tour se cancele, yo me iré con Lars y tú te quedarás sólo con tu hermano que tanto discriminas y tu mejor amigo que hasta él te echa en cara que eres patético al dejarte dominar por amor a una mujer como yo, que nunca te va a amar.
¿Decir que le veo como un mejor amigo y que no quiero arruinar la amistad? Eso es de perras, yo afronto la situación y ya.
- Y si tú sigues siendo así de insensible conmigo, vas a conseguir que yo abandone la banda, por tanto, la gira también se cancelaría.
- Terminarías perdiendo de todas formas, lloriquear no te sirve, no se me ablanda el corazón con eso, me causa asco de ti. Las mujeres no valoramos a los llorones con poca confianza en si mismos, eso es ley.
- No es necesario echarme en cara que no me quieres, ¿sabías? Una vez me basta.
- No te basta con una sola vez, porque luego vienes con tus "gestos bonitos" y la cagas todo, y si no haces eso, armas escándalo con una pelea inútil. Golpeando a la persona que yo amo no va a hacer que cambie mi percepción amorosa de Lars ni tampoco hará que te vea de otra forma... No, en realidad sí, ya no te veo de la misma forma que hace unos meses atrás... ahora me repulsas demasiado. Todo sería mejor si hubieras aceptado el rechazo en un inicio y no hicieras todos esos planes fallidos por llamar mi atención de forma idiota. Sea cual sea la decisión que tomes, no me interesa, yo por mi parte, estaré siempre por el lado de Lars, aunque rebeles mi verdadera identidad, no me interesa, si me quieres ayudar, tampoco me interesa, ya haz hecho demasiado daño.
- Ah, pero, yo...
- No metas cosas como "es que no puedo controlar mis sentimientos por ti", eso es demasiado cliché y mentira, sí puedes controlarte. ¿El problema? Te haces el machito cuando no te corresponde y quedas en ridículo, eso me da asco y me hace querer odiarte. Si te mantuvieras lindo y tierno como cuando te conocí, siendo tú mismo, créeme, alguna otra te va a amar, las mujeres valoramos a los hombres sinceros y abucheamos a los caretas. Que muchas no logren todavía diferenciar a este tipo de hombre, no es mi caso. Tú eres un mentiroso y ya, no dejas de aparentar. Acepta que no te amo, deja esa agresividad idiota que vas a acabar más herido todavía, recapacita, báñate y busca una novia. Porque, te digo desde ya, que no soportaré que tú tengas esas actitud tan idiota. Te vas a ir tú o me voy a ir yo, pero con esta situación, no soportaré que estemos a una distancia tan cercana como la de ahora. Aquellas demandas que tengo ganas de meterle a Gary Holt, te las meteré a ti si no me dejas en paz a mi y a mi novio, ¿entiendes?
Alan me balbuceaba cosas sin sentido, ya no quise prestarle atención, me parecía lo más idiota de todo. Salí de su habitación, y en menos de cinco segundos, ya tenía una sonrisa de oreja a oreja, maldita sea, puto Lars que con su pija me pone tan content... ¿Qué? Mierda, ya sueno como una puta ninfómana, ¿tan bajo he caído? Maldita sea.
- ¡WEONAAA TE ESTÁN LLAMANDO!
- Pamela, ¿qué pasó? -intenté ponerme seria, joder, había oído que tener sexo te ponía con un buen ánimo pero lo mío ya es exagerado, parezco como si hubiera consumido cocaína.
- Fer, la novia del colorado Maruchan dijo que pasó una emergencia.
- A ver... pásame el puto teléfono... -me lo entregó y mi cara pasiva no tenía precio- ¿Aló?
- ¡WEONAAA MI MARUCHAN SABROSÓN SE ME ESTÁ MURICIENDO! -me gritaron en la línea.
- ¿Qué? ¿Qué le pasó a Dave? -a lo lejos, Lars me miró intrigado y se acercó a mi para abrazarme y a la vez oír la conversación, buena táctica, eh...
- No sé, el otro día desperté de una fiesta en nuestra casa y lo pillé así, oh, me da mucha pena. Anda con fiebre, vendas en el cuerpo porque tiene herido, dice que le duele todo el cuerpo, vomita con frecuencia... 'Eñora Poyo, ayúdeme.
- Fer... estoy al otro lado del mundo, ¿no puedes llamar a un doctor? ¿O llevarlo al médico tú? ¿Una ambulancia tal vez?
- ¡Se me pone agresivo si intento alguno de esos! Por eso te pido ayuda, ven, por favor...
- Es que tengo un par de conciertos...
- ¡Los cancelas o yo qué sé! Ayúdame, por favor... weona, es una urgencia.
- Eh... -dejé el teléfono celular de lado y miré a mi novio en busca de ayuda- ¿Voy o no voy?
- Si vas -me dijo, acariciando la parte baja de mi espalda-, yo iré contigo, ni pienses que te dejaré sola.
- Ah, claro... -sonreí- es que, ya sabes... las fechas, me preocupan...
- Sh... si ella dice que es una urgencia, deberías ayudarla, aparte, ¿no se habrá Dave metido alguna droga manipulada? Una vez me dieron cocaína interferida químicamente y quedé en el hospital, joder, es muy grave. Lo mejor será que vayamos a convencerlo o yo que sé, y además, aprovechamos de que el marica de Alan recapacite un poco el asunto de nosotros.
- ¿Hola? -murmuró Fernanda en la línea- ¿Alguien ahí?
- Iré -contesté-. ¿Puede ir Lars también?
- Sí, sí, por favor, vengan rápido, que se me muere, parece que agoniza, aveces grita o sino, pierda la consciencia con frecuencia, no sé, tengo miedo...
- Bueno, bueno... -dejé el celular a un lado- ¿nos vamos hoy día? -él encogió los hombros, pasaron unos tres segundos y asintió, me dirigí a Fer- Sí, hoy día nos vamos, vamos a huir, joder, si es por Dave... algo malo debió haber ocurrido.
- Oh, que bueno, ya, apúrense. Llámame cuando estés llegando, ahí te doy la dirección detallada, plz. ¡Vengan rápido!
- Ok, ok.. -hice una mueca- Vamos para allá, de todas formas, dile a tu novio que se tranquilice y busca toda forma para que se deje atender por un médico profesional, ¿sí?
- Sí, sí, sí, ya gracias weona, de ahí nos vemos, ahh, chao.
Y colgó la llamada.
- ¿Deberíamos irnos ahora? -asentí- Devvorah, amor mío... si nos escapamos...
-Es peligroso pero si "pedimos permiso" para salir no nos van a dejar.
- En todo caso...
- Vámonos, ahora, entonces, robemos algo de comer primero, empacamos y corremos lo más que podemos hasta irnos a la mierda.
- Sí, opino lo mismo, sobretodo de robar comida y...
- ¡Lars!
- Ok, ok... vámonos.
Del servicio al cliente del hotel, nos robamos como un mostrador entero sin que se dieran cuenta, metimos toda la comida adentro de una bolsa de basura que también nos robamos.
Definitivamente, hubiera sido genial haber sido ladrona cuando yo vivía con mi verdadera familia si él estuviera a mi lado y nos divirtiéramos tanto como ahora.
Mientras terminábamos de empacar después de tanto robo, encontré la chaqueta de cuero que perteneció hace meses atrás a Marty Friedman, no la he lavado desde que la usé una sola vez. La olí y la esencia de macho caguai de Marty seguía presente, reí un poco, si mi novio me pilla, seguro se va a enojar.
Estábamos a punto de irnos cuando...
- ¿Qué cojones hacéis con tanta maleta si falta mazo para el próximo concierto?
Pillados, joder.
- Eh... Nayi... -intenté explicarle.
- ¿Váis a escapar? -asentimos, algo intimidados- ¿Por qué?
- Eh... Fer... Mustaine... ayuda... problemas...
- Joder, habla bien que no se te entiende nada.
- ¡QUE EL COLORAO MARUCHAN ANDA CONVULSIONANDO Y ESTÁ BIEN CREISI, NECESITA HELP MEDICA Y NO SE DEJAAA!
- Ah, bueno, en ese caso... Os llevo yo -la miramos con cara de culo- ¿Qué? Quitad esa cara, no soy tan mala. Dejé de serlo hace mucho. Pero, explicaros bien, no entiendo qué coño pasó
Le soltamos todo lo que Fer dijo en la llamada.
- Bueno, yo estudié un poco de enfermería, tal vez pueda ayudar en el asuntillo ese. Puedo convencerlo para que se deje manipular por los médicos, no lo sé. ¿Puedo ir?
Nos miramos y telepáticamente tuvimos una especie de discusión para ver qué le decíamos.
Aceptamos.
Ya en cuestión de media hora nos las arreglamos con varios tipos del stuff para que nos llevaran a los tres en Jet privado hacia Los Ángeles, lugar en dónde se encuentra actualmente la banda Megadeth, aquella mansión gigante mega reconocida por sus fiestas inimaginables; aquellas en donde quedas en un coma etílico y te bebes hasta el agua del florero. No me sorprende mucho que haya ocurrido algún accidente en alguna de esas fiestas, me sorprende que el herido sea Dave. ¿Los demás estarán bien? ¿Qué onda con todo?
Dios mío, siento la misma emoción de cuando huí sola adentro de esa caja de correos, en busca de una nueva vida.
Ésto es algo diferente, umm... me gusta mucho.
Definitivamente, ayer y hoy han sido los mejores momentos de mi vida, los más locos estando sobria.
Recapitulemos: playa, medusas, las rocas, besuqueo con Lars y que nos mojara la ola culera (lels), en el hotel mucha tensión sexual, luego terminar follando salvajemente, a la mañana siguiente despedirse de los Sebastian Voladores, Alan y Lars peleando, yo echándole la choreá a Alan, luego Fer con su llamada y ahora huyendo a Estados Unidos.
Sí, mejores días EVER.
De todas formas, mi mente no quita el hecho de tres cosas que son mi preocupación, no, son cuatro, pero da igual:
1)La pelea marica y todo lo que sea relacionado con la pasiva de Alan Walker, es decir, él puede dejar la banda en cualquier segundo, joder, aunque no lo aparente, estoy re preocupada por ese asunto.
2) Lo de anoche porque me siento más abierta que nunca (lels) y tengo miedo de que alguien indebido se entere. Ya saben, la prensa espía muy bien y miente muy bien incluso. Como alguien haya oído y sepa que nosotros estábamos hospedados ahí, cagamos.
3) El problema de Mustaine, ¿qué será lo que lo tiene en ese estado y por días como especificó Fer? ¿Será droga manipulada químicamente como sugirió mi novio? Una resaca no dura tanto y con ESOS síntomas tan fuertes. Hay algo que va muy mal acá, sobretodo porque no se deja ayudar por los médicos.
4) (y menos importante) ¿Lars se va a poner celoso cuando el entregue a Marty su chaqueta?
Tantas preguntas y ninguna respuesta, qué picardía.
——
Nota: Mierda, más de 6000 palabras, mi nuevo récord XD
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