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Capítulo 11: Osea, KEMOSION.

Una cosa realmente emocionante es el hecho de que Lars quiera que lo acompañe a una entrevista. Y más si es una de MTV, que gracias a ellos saben quién "soy".

Hoy no teníamos concierto, y tuve que dejar a Pam bajo el cuidado de mis compañeros de banda.

Hablando de ella... los chicos de Metallica todos ya la conocen y bueno, hoy Lars me contó que le pusieron un apodo un poco... ¿antipático?

- Oye, Flemita... -murmuró mientras ambos íbamos camino a la entrevista, que era en un set de televisión- ¿con quién dejaste a la mierda en el zapato?

Oh, Lars, eres un amor.

- Eh... -mierda, no te bloquees ahora- con mi banda, ¿por?

- ...¿crees que cause demasiados problemas? -encogí los hombros- Oh, vale, entiendo. Lo más probable que sí -asentí- ¿...Flemita?

- ¿Ah? ¿Qué? ¿Qué? -me desperté del trance que me causaban sus ojos y reaccioné asustada- ¿Qué pasó?

- Nada -sonrió-, sólo me sorprende lo paciente que eres con Pam, ninguno de nosotros en la banda hemos podido estar con ella más de cinco minutos sin que nos saque de quicio.

Encogí los hombros y sonreí.

- ... ¿por qué le pusieron ese apodo?

- Porque se pega a ti como la mierda en un zapato.

Ah, sí, Lars, eres un amor.

Aunque no negaré el ataque de risa maniática que me dio, tan así que me quedó mirando raro.

- Uh, lo siento... -cubrí mi rostro con mi cabello-, no quería...

- Nah', está bien... aunque cambiando de tema, estoy preocupado por ti.

- ¿Ah? -le miré, sorprendida por sus palabras.

- Son dos cosas que están muy ligadas entre sí: la primera es la entrevista, ya que me da un aire de que no haz comido dulces hoy -vaya, hasta se sabe mis hábitos alimenticios- y lo segundo, son tus repentinos ataques de nervios. Que bueno que estoy aquí contigo, no quiero que nada malo te pase.

Mierda, aire, ahora.

Abrí desesperada la ventana del vehículo que nos llevaba, inhalé todo el aire que pude. Ahora sí, ya podía razonar un poco más.

- A ésto mismo me refiero -prosiguió-, ¿crees poder hablar sola? ¿O quieres que esté contigo todo el tiempo?

¡Qué alguien me traiga un ventilador que juro que me muero! Ah, ya, Devvorah, relájate, sólo di que quieres estar con él. Vamos, inténtalo. Inhala, exhala, inhala, suéltalo, si.

- Sí -puta madre, ¿es en serio Devvorah?

- ¿Sí, qué?

- Que me... -dilo, idiota, ahora- acom... -inhala, exhala, dilo, joder- que me acompañes.

- Ah, ok.

¿"Ok"? ¿Sólo eso? ¡HIIJOOO DE...!

Algo que realmente me fascina de Lars es que conmigo siempre actúa de manera caballerosa -o al menos lo intenta-, él dijo que estaría conmigo todo el tiempo, vaya que si lo cumplió.

En lo que fue la entrevista, creo que más que una entrevista a los dos, fue una solo a él. Porque, bueno, ya saben, a él le gusta hablar mucho. Yo solo digo lo justo y lo necesario... me esforcé lo más posible por mirar más a la entrevistadora que a Lars, sin embargo, déjenme decirles que mi fascinación hacia él aveces simplemente no la puedo ocultar. No importa lo que yo haga o cuánto trate de resistirme; termino perdida en su mirada o en su sonrisa todo el tiempo.

Más que sentir nervios, fue una jornada muy agradable.

Ya eran cerca de las nueve y media de la noche, aquí en Irlanda está todo oscuro ya. Supuestamente deberíamos regresar al hotel pero...

- ¿Tienes hambre? -no alcancé a responder porque siguió hablando- Yo sí, hemos estado horas aquí, seguro debes tener hambre también -hundí los hombros-. Oh, bueno, lo tomaré como un sí... -sonrió, posando su brazo alrededor de mis hombros- ¿Quieres que te lleve a algún lado? Yo pago.

"¿Quieres que te lleve a algún lado? Yo pago."

Nueve palabras. Un sentimiento.

¡Ayyyy me voy a desmayar, madrecita mía!

Me puse asentir igual que esos juguetes de perros que están con la cabeza arriba y abajo a cada rato.

- Bueno, uhh... ¿a dónde quieres ir?

Bloqueada de nuevo. No, mierda, joder, por la chucha... ¡ahora no!

- Sorpréndeme -¿es en serio? Bueno, mi mente no me dejaba pensar. Solo me da miedo a qué tipo de lugares puede llevarme.

- Lo haré -su sonrisa se volvió un tanto pícara, sin perder su natural encanto.

Todos mis temores se fueron cuando llegamos a... ¿una pizzería? Bueno, me gusta la pizza, aunque yo en el fondo de mi corazón deseaba algo mucho más romántico.

Después de todo, ésto no es una cita, lamentablemente.

Se me hacía un poquito... incómodo. ¿Qué cosa? Comer en frente de él. Oh, lo sé, es una cosa en verdad estúpida, aún así siento que si no soy lo suficientemente educada, él podría sentir algún tipo de rechazo hacia mi.

Aunque, creo que aveces me paso con lo "elegante".

- No sabía que eras tan educada -dijo, comiendo con la boca abierta, luego tragó-. Me sorprende que comas pizza con cubiertos y tengas hasta los meñiques levantados para comer.

Ahí continuó comiendo, a su vez que emitía un sonido más o menos así: "Om nom nom nom".

Primera vez que no me causa asco ver a alguien comer de esa forma, de hecho, hasta lo encontré tierno.

No le respondí hasta que haya terminado de ingerir lo que tenía en mi boca, di un pequeño sorbo a mi bebida. Esperé un par de segundos para procesar bien lo que iba a decir para no quedar como una estúpida y...

- Gracias.

Devvorah, eres una idiota.

- Siempre me lo dicen -ahora lo empeoro, ¡creerá que soy orgullosa!

- Oh, pues... lo eres -dio un gran sorbo a su cerveza, bebiéndola toda- y... -hubo una pequeña pausa- ¿cómo estamos en el mal de amores?

Wow, que repentino cambio de tema.

Me preguntó porqué justo ese y no otro.

- Ah, pues... no me quejo, sola como siempre -intenté hacer como si no me importara- ... ¿y tú? -le miré con timidez, realmente ansiosa por oír alguna gran respuesta, ya saben, esos típicos discursos que todos odian oír, yo... los amo.

Otro silencio incómodo, mierda...

- Tampoco me quejo -contestó con mucha más naturalidad que yo-, putas vienen, putas se van. Nada más -ok, realmente a él no le interesaba hablar de su vida amorosa. Yo al oír la palabra "puta", rodé los ojos llena de celos-... ¿hay algún problema? -negué, me frunció el ceño- Claro que lo hay, te miro y sé que algo te pasa.

Silencio, ni en broma iba a decirle nada sobre mis sentimientos hacia él.

- ¿No te gusta... nadie? -el aire comenzaba a ser escaso para mi cuando consultó eso, negué de la forma más patética que exista, sintiendo el calor apoderándose de mis mejillas.

- ¿Y... tú? -encogió los hombros, yo me desilusioné.

- Espero a la indicada, ya sabes, putas hay en todos lados, una noche y listo. Nada más, mientras que... en cuanto a verdaderos sentimientos, busco a otro tipo de mujer, ya sabes, que sea diferente.

Por un momento recordé todos esos momentos en que me decía que yo era rara en un buen sentido, que creía que yo era diferente a las demás. Sobre mi rostro se dibujó una gran sonrisa, posterior a eso recordé esa noche loca en donde me lo tiré cuando éste andaba demasiado drogado.

La sonrisa se esfumó y mi cara ya era peor que un tomate. Por lo general no suelo recordar con tanto detalle lo que ocurrió esa noche. No, pero JUSTO, JUSTO ahora recuerdo a detalle; sus besos, sus caricias, cuando me hablaba sucio, nuestros gemidos llenos de placer... ¡ahhhh! ¿por qué me pasan estas cosas?

- ¿Estás bien? -negué, regresando a la realidad, joder, aire, necesito...- ¿Necesitas algo? -volví a negar, llena de nervios.

Saber las cosas sucias que hice con él complicaba todo. Lo peor es que él ni puta idea de lo que pasó.

Dejé de respirar por completo cuando Lars se levantó del asiento de enfrente mío para sentarse a mi lado, quedando DEMASIADO cerca mío.

Aire, joder...

- En serio, aveces me da miedo cuando te pones así, ¿necesitas algo? -puso su mano sobre mi frente y la retiró de inmediato-. Fock, tienes fiebre, ¿quieres que llame a...?

...

Desperté de golpe, esperen... olorosé un poco, este olor a macho lo reconozco... miré hacia arriba y estaba en los brazos de Lars. Suspiró.

- Uff, me asusté, creí que te habías muerto o algo.

- Lars... ¿qué pasó? -intenté escapar de sus brazos, sin embargo él ejercía fuerza sobre mi para que no lo hiciera.

- Te desmayaste como por un minuto, estaba a punto de llamar a una ambulancia, pero que bueno que ya despertaste... dime, ¿cómo te sientes? -asentí- ¿Bien? Oh, genial.

En ningún momento nos movimos del lugar en dónde estábamos.

- ¿Sabes? Eres la primera chica a la que conozco que le dan esos ataques repentinos, se nota que eres alguien al que no se le puede dejar sola un segundo, te puede ocurrir un accidente. Hmm... agradece que yo estoy aquí para nunca dejarte sola.

Ni puta idea de sus intenciones con esa frase. Ahhh, lo tengo TAN cerca mío, es decir, un poco más cerca y nos besamos. Uhhmm... ¿qué pasa si lo hago? Ay no, no quisiera ser rechazada en público, de hecho, apenas entramos a este local y la gente ya nos miraba raro.

Con muchísimo cuidado, nerviosismo y otros sentimientos más, me las arreglé para devolverle el abrazo y me recosté sobre su hombro

Tenía las fuertes ganas de decirle que lo amaba. Me lo reservé todo y por fin pregunté -algo muy estúpido- que siempre quise saber.

- Lars, ¿eres de un país escandivano? -cerré los ojos relajada al poder pronunciar una frase completa sin acomplejarme.

- ¿Uh? Sí, ¿cómo lo supiste? O, ¿quién te lo contó, mejor dicho?

- Nadie -esbocé una ligera sonrisa, sin querer deshacer nunca el abrazo-, sólo lo deduje por tu acento, ese que me gusta mucho.

Abrí los ojos de golpe y paré de dejarme llevar por la corriente porque eso último no tuve intención de.

- ¿Te gusta? -me apretó más contra su cuerpo e intenté volver a dejarme llevar, yo asentí- Bien, ¿adivinas de dónde soy con exactitud? -negué- ¿No? Bueno, te daré una pista para ver que tanto sabes de geografía: tres países, un solo reino.

Sonreí, y moví mi rostro hasta dejarlo muy cerca de su cuello. Dejándome embriagar por el olor de su perfume, no era necesario pensar tanto la respuesta.

- Dinamarca -él me separó un poco de encima y besó mi frente, asintió con una leve sonrisa.

Mierda, se siente tan bien todo ésto. Me encantaría saber qué es lo que siente por mi Lars. ¿Le pregunto o lo beso directamente? Uhh...

Demasiados nervios, a ver, me acercaré un poquito a él y...

- ¿Con que ya son novios? -la voz chillona de Pam nos hizo a los dos dar un salto de susto y nos separamos de inmediato.

- ¡Pam! -me quejé súper enojada- ¿Qué mierda haces acá?

- Ay, pues... -se sentó frente a nosotros- los chicos se me perdieron, creo que salieron corriendo. Fui a hablar con los de Metallica y ellos también salieron corriendo. Entonces sólo me quedabas tú Devvorah, sabía que estabas con Lars porque andabas súper emocionada hablándome sobre eso antes -hija de puta-,era un poco tarde para que estuvieras en MTV aquí, entonces supuse que debieron salir a otro lado. En medio de la calle me encontré al tal Gary que tanto Devvorah odia con una tipa revisando unas fotos que acaban de tomar, estaba cansada de tanto caminar sola entonces me quedé para escuchar su conversación y dijo que los fotografeó a ustedes dos aquí entonces se me prendió el foco y los encuentro aquí súper abrazaditos... -suspiró después de hablar tan rápido- ¿Ya son novios?

Hice un facepalm.

- No, Pam, no, solo que aquí DE NUEVO hay un mal entendido.

- Oye, Pam -interrumpió Lars, con los brazos cruzados-, ¿a dónde viste al puto de Gary?

- En el centro de la ciudad, a tres kilómetros de acá, en una camioneta, ¿por qué?

- ... Creo que iré a dejarlas a ustedes al hotel, no me esperen, creo que pasaré también a resolver algunos asuntos.

- ¿Qué asuntos?

- Nada, Pam, no es algo que te importe.

Claro, Lars cumplió su palabra, nos fue a dejar al hotel. De regreso, solía preguntarle con mucho detalle a Pam sobre lo que vio... y resumiré en que, tal vez, la chica con que Gary estaba si era cómplice suya después de todo, ¿era ella la tal Nayara? Por la descripción que dio Pam, era un tanto más joven que Gary, cabello castaño muuy claro y ondulado, casi rizado.

Algo que ya se sabe de ella, trabaja para varios periódicos locales de Estados Unidos en la sección de espectáculos, sin embargo... ¿seguirnos hasta Irlanda? Algo no me cuadra aquí, ajá. Si, ella es cómplice de Gary.

Y bueno, no voy a contar más sobre esa tal Nayara porque no puse más atención.

Lars se despidió cuando llegamos a mi habitación, me quedé muy pensativa en cuánto lo que dijo sobre "resolver algunos asuntos"... ¿va a ir a partirle la madre a Gary? Joder, es que aveces me da miedo cuando Lars se enoja y se me pasa cuando recuerdo que lo hace por defenderme, ahí me emociono como tonta.

Al día siguiente, ya cuando me levanté y reuní con mi banda, Damien me restregó una revista que compró en la mañana. Eran dos cosas las "relevantes" aquí: que inventaron un romance mío con Lars -de hecho me encantaría, sin embargo, no se puede- y lo otro era que se tomaron fotos de Lars moliendo a golpes a Gary en plena vía pública.

- ¿Alguna explicación, señora Ulrich? -rodé los ojos ante las palabras de Alan.

- Después de la entrevista Lars y yo fuimos a comer a una pizzería COMO AMIGOS solamente -crucé los brazos-, que el puto de Gary siga con sus fotos de mierda, es otra cosa. ¿Ok? Pam nos avisó a los dos sobre las fotos antes de que las publicaran y Lars fue a partirle la madre. Nada más, ¿qué creías? No hay nada, Alan, nada de amor entre Lars y yo -lo último lo pronuncié con un poco de dolor.

- Sabes, no me gusta mucho eso de que andes a cada rato encima de ese enano.

- Se llama Lars -corregí-. Es mi amigo. Quieras o no.

- ¿Para cuántas putas revistas y periódicos trabaja esa tal Nayara o Gary Holt? -Zack continuó leyendo la revista ambas secciones- Es como si estuviera detrás de Flema para joderle la existencia.

- De hecho -opiné-, es obvio. Las razones, ni idea.

- Alan, deja de ser marica -regañó Damien- y Zack tiene razón, joder, es que todo anda demasiado raro últimamente.

- Bueno, dejemos de lado el tema de la prensa -interceptó Alan- y enfoquémonos en la sopresa que el "amor" que es Lars nos depara ahora.

- Trajo a Bob Rock para que produzca nuestro primer disco -les cagué la onda y Zack comenzó a chillar en emoción.

- ¡¡AYYY KEMOSION, WEONA!

- Sí, kemosion -imagen de multimedia-. Mejor vámonos ahora antes que el viejo de Bob Cock digo... Rock, nos mente la madre y no quiera contratarnos pa' firmar contrato.

Uff, espero que valga la pena conocerlo. Porque cancelamos nuestra presentación como teloneros de Metallica solo para conocer a este viejo -que según Lars y otros testigos afirman es- hijo de puta.

Una vez que hayamos llegado al lugar que nos indicó Lars, nos encontramos con el famoso productor éste.

Claro que las bandas que él ha producido no es nada parecido a lo que componemos -es decir, ¿Bon Jovi? ¿Mötley Crüe? Ewww-, aunque las esperanzas estaban más que altas.

Era una junta en un restaurante ni muy fino ni muy rata, normalito. Luego de almorzar los cinco, nos quedamos discutiendo sobre asuntos legales, el tipo de música que componemos, entre otras cosas.

Pero, hay algo que discutimos para poder grabar disco que no me gustaba nada.

Ese algo no MEMOSIONABA.

Mientras que en The Candy Factory estuvieron todos de acuerdo con ese punto, yo fui forzada a aceptar.

Recordé todas esas veces en que Lars me comentaba lo hijo de puta que era Bob y como Metallica lograba trollearlo, a ver si de esas anécdotas aprendía algo para trollear a este viejo.

Sí, recién lo conozco y ya le he tomado odio. ¿Por qué? La condición que puso para poder producir nuestro disco junto a un sello discográfico.

Esa puta condición, no me gustaba.

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