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1. 3. starting over

¦ ° 🦋 ;× 💌꒱ ⸼ ۫
SEASON 1 EPISODE 3 REAL LIFE + MESSAGES :
〔❛ EMPEZANDO DE NUEVO ❜〕

🌍 PRONÓSTICO DE HOY: 🌤️
📍 🏡 CASA DE JULIA, MARZO 2018.

JULIA SE HABÍA LEVANTADO EXTRAÑAMENTE DE BUEN HUMOR, se había preparado un café bien cargado con una cucharada extra de azúcar e incluso había avanzado con su bloqueo creativo para la colección. Verdaderamente era una máquina de trabajo, en una esquina tenía un avance de la falda plisada y el corpiño que sería el fondo del vestido negro ónix para la fiesta de graduación de Lucy, estaba tan orgullosa porque iba a recibirse como enfermera que eso ameritaba comer otra de las galletas de nuez de la India que sabían delicioso.

Se sentó frente al refrigerador para revisar los mensajes que había recibido en el transcurso del día, había dejado a Marah en visto la noche anterior después de pedirle un consejo sin querer, Henry ni el visto tenía y 18 llamadas perdidas de Moira. Julia desaparecía 5 minutos y el resto del mundo parecía volverse loco. Al voltear al frente, vio los post-it pegados esperando leer qué se haría en ese tan productivo día.

──Carajo ──masculló al ver que había olvidado que le confirmó el día al desconocido del traje.

Se levantó de su silla, acomodando tiras de tela que estaban desordenados en la mesa plegable dejando a la vista solo el crochet que había tenido tiempo de hacer como entretenimiento, sacó de su closet un maniquí de costura con ruedas donde había comenzado a confeccionar una base para un traje frac de tres piezas, Julia tuvo que investigar por su cuenta el tema de la Met Gala del próximo año, había ventajas de ser amiga personal de Anna Wintour. Al mirar su reloj se dio cuenta de que había perdido dos horas en acomodar medianamente su espacio de trabajo y su hogar para simular que era una persona organizada que mágicamente tenía sus cosas en su sitio. Era buena limpiando, pero muy compulsiva al acumular.

Estaba lista, preparada con mucha confianza, a la hora que llegase estaba dispuesta a tomar las riendas de la reunión e imponer respeto por su esfuerzo.

Toc, toc.

──Voy ──gritó Julia con la voz un poco temblorosa, repentinamente ansiosa.

Caminó con lentitud percatándose de que todo estaba relativamente en orden y abrió la puerta descubriendo a un Benedict que había dejado aparcado su auto en el porche poniéndole seguro con el botoncito de sus llaves. Al ver el reloj analógico que tenía en la entrada de su casa vio que faltaban 10 minutos para que fuese la hora indicada, Julia comenzaba a apreciar una cualidad que hacía de Benedict una persona más tolerable que la reunión anterior: La puntualidad.

──Hola ──saludó él con una sonrisa discreta, rezando dos padres nuestros mentalmente para que ella no trajera a tema la ofensa del mes pasado.

──Hola, adelante, siéntase como en casa ──para su fortuna, aunque su semblante era frío como antes, esta vez había más disposición.

Se abrió camino en la casa de Julia, mirando de nuevo el papel tapiz viejo que cubría las escaleras. Se conducía con timidez al estar en una casa que seguía siendo nueva para él, esta vez pudo percatarse de algo que no había visto antes, todas las luces de la casa estaban encendidas aunque era de día. Ante esta rigidez, Julia decidió intentar hacerlo sentir cómodo ofreciéndole una bebida que él negó, acto que ella no insistió.

Para Julia, parecía que Benedict estaba por colapsar en el suelo en un ataque de nervios lo cual en el fondo admitía que le divertía solo un poco. La morena estaba acostumbrada a ponerse nerviosa frente a las personas nuevas, pero ver que en esta ocasión era al revés le daba un boost de confianza.

──¿Pasa algo, señor...? ──preguntó guiándolo al estudio, viendo su mirada pegada a la alfombra con diseño floreado de gamuza.

──Benedict Cumberbatch ──estiró su mano para estrecharla dándose cuenta de que la última vez no se presentó──, ¿podemos hablarnos de 'tú'? Si no te incomoda, claro, no me gusta sentirme como un desconocido.

Esta vez, Benedict había tenido tiempo de googlear su trabajo para no meter la pata de nuevo. Julia enarcó una ceja viendo su mano con duda, no confiaba en la cortesía, no confiaba en nada en general, aún así se permitió estrechar manos con un desconocido.

──Julia Patel ──completó presentándose de nuevo tratando de no sonreír demasiado para devolver la cortesía.

Todo marchaba bien hasta que se dio cuenta de que no se soltaban las manos, sólo se dio cuenta cuando sintió la humedad de sus manos ya sudadas, se habían quedado pegados viéndose el uno al otro de una forma tan analítica e increíblemente desafiante que solo el sonar del reloj analógico indicando el cambio de hora los separó. Aunque pareciese imposible, no había ningún tipo de tensión incómoda o imperiosa entre ellos, por el contrario, esas ansias de comenzar temprano para irse antes se habían detenido en Benedict y el disgusto en Julia era nulo. 

A ambos les había gustado ese breve contacto, situación que rápidamente encendió alarmas en los dos. No había sido electrificante, ni había mandado chispas de corriente a través de todo su cuerpo, les había dado calma, una quietud sorprendente para un momento predispuesto tan íntimo que la sola sensación del toque del cuerpo del otro como una forma de vincularse les había dejado un hormigueo después de desconectarse, Julia jamás dejaba que nadie se acercase o siquiera invadiese su espacio personal, eran contadas con los dedos de las manos las personas que tenían permitido darle un abrazo y ahí había estado Benedict momentos atrás derrochando un privilegio que no tenía aún.

──Entra por favor, creo tener un avance por ahora ──aclaró su garganta colocándose a un lado del marco de la puerta.

──Después de ti ──indicó Benedict dándole el paso.

Al entrar al estudio, encontró más de una silla aparte del taburete en donde se sentó la última vez que pisó el sacrosanto santuario de la moda de Julia. Lo pasó de largo bajo la mirada de crítica de Julia que estaba intrigada por sus movimientos, esta vez fijó su vista en una cómoda silla giratoria de piel de cuero sintético en color rojo con zonas acolchadas en el respaldo y reposa brazos, Julia realmente no era muy recelosa con las sillas, sin embargo, constantemente podía ver la imagen mental de sus amigas sentadas en cada silla, esa en específico era para Marah, apasionada, desafiante y destacable.

──¿Con qué quieres comenzar? ──preguntó Julia.

──Con lo que tengas, quiero saber en qué has estado trabajando ──respondió causando sorpresa en ella.

Se sentó detrás de su mesa de trabajo, sacó su libreta con múltiples post-it sobresaliendo. Al abrirla, una de las pequeñas notitas cayó al suelo cerca de él, leyendo su contenido: "post-punk, tela de redecilla con transparencia y quitar estampado". Murmurando un pequeño 'ten', Benedict le tendió el pedazo de papel leyendo apenas un poco de lo que decía, se rozaron con las puntas de los dedos apenas un milímetro, contacto suficiente para encender los interruptores esta vez.

──Estuve trabajando en un traje frac pero puedo confeccionar también un vestido si es lo que buscas ━━sugirió alargando el final para dar a entender que era una pregunta.

──El traje es perfecto ──comentó agitando la mano.

──Aún no has visto el traje... ──murmuró Julia poniéndose nerviosa, ¿es que acaso estaba hablando con el mismo hombre de la reunión anterior?

──Oh sí, el traje amm... Me gustaría verlo ahora ──se apresuró a decir con un entusiasmo auténtico que hizo a Julia enarcar una ceja confundida.

¿Es que acaso nada le gustaba a esa mujer?, Benedict comenzaba a preguntárselo. Ella carraspeo antes de levantarse y hablar.

──Aún no tengo con exactitud piezas para mostrarte ya que mi diseño es algo que he bosquejado exclusivamente para ti, me interesa conocerte mejor para que sea a tu gusto porque esto lo modificaré según lo que me pidas  ──se giró a él explicando con las manos. 

Julia hizo girar una especie de base donde tenía un pliego de papel de grano fino con trazos de lo que parecía ser el traje más elegante que Benedict había visto en su vida. Se levantó de la silla para verlo de cerca, admirando las formas y siluetas, los detalles en las solapas, los pliegues e incluso el estampado en el pañuelo creando armonía con los colores de muestra que había a un lado, los infinitos post-its a su alrededor para no olvidar detalles.

──No conozco tu personalidad así que traté de mantenerlo simple pero apuesto a que se verá bien en ti ──acotó Julia con un ligero rosado en su semblante moviendo sus gafas simulando acomodarlas──, ¿esto te parece cómodo?

Julia siempre se esforzaba porque sus diseños fuesen del agrado de sus clientes, que para ellos representara una fracción de ellos mismos, que fuesen cómodos y pudiesen portarlos con seguridad para que ellos vistieran sus diseños, nunca al revés. Le gustaba ver los rostros emocionados de sus clientes al ver sus diseños y le alegraba la contagiosa felicidad de sus clientes al darse cuenta de que eran hechos especialmente para ellos.

Benedict acercó su mano al bosquejo tocando las muestras de las telas sintiendo el satín y la gamuza rosar las yemas de sus dedos, en ese mismo instante su mente comenzó a hacer sentido del por qué las tantas recomendaciones y comentarios que había recibido sobre Julia o su trabajo siempre eran tan positivas, estaba viendo la confección del arte en su máxima expresión tras haber juzgado a la modista de fría, nadie sin sentimientos podría haber evocado tal representación de su persona en papel con una sola mirada.

──El traje es perfecto ──murmuró de nuevo sin aliento, esta vez era entendible.

Julia miró su rostro, encontrando fascinación en su expresión ensimismada, al ver con detalle los matices de su iris multicolor estaba sintiéndose inspirada para modificar el plano. Empuñando su lápiz, anotó en sus post-it buscar un estampado con cualquier patrón extravagante o poco convencional, con tonos verdes azulados que pudieran distinguir su mirada y lo pegó al papel llamando la atención de Benedict quien solo vio el movimiento de su delgada mano.

──¿Será todo negro? ──preguntó Benedict sin querer mostrar descontento.

──Puedo cambiarlo si es lo que gustas, recuerda que es especialmente para ti ──señaló lista para hacer anotaciones acomodando sus gafas.

Benedict tragó saliva en seco, relamió sus labios y se dio cuenta de que ese era el momento.

──Julia, la última vez que estuve aquí no tomé en serio tu trabajo y me disculpo por ello ──antes de que ella pudiera oponerse a su disculpa, el volvió a tomar las riendas──, pero ahora quiero involucrarme de lleno en esto.

La sonrisa sincera de Benedict fue la cereza del pastel y Julia no era una persona tan orgullosa cómo aparentaba, su semblante serio en cambio solía marchitar cada pequeño intento por tener más de 5 amigos que no fuesen de Internet. Benedict no se veía como un mal tipo en realidad, a decir verdad, dejando de lado el comentario de la vez anterior se había portado muy amable, demasiado carismático si se lo pensaba con mayor detenimiento.

En una fracción de segundo, su mente comenzó a maquinar una respuesta socialmente proactiva y coherente, lo suficientemente cálida para hacerle saber que no era un ente sin corazón y lo suficientemente fría para hacerle saber que no se convertiría en una perita en dulce de la noche a la mañana. El trato seguiría siendo el mismo, el de un café amargo bien cargado a medio enfriar.

──Acepto tus disculpas ──le aseguró sonriendo──, sólo ya no me des tu opinión sin ver el trabajo primero ──sonrió con el entrecejo arrugado haciendo una mueca que para Benedict fue un poco graciosa.

──Si no te molesta, me gustaría ese vaso con agua por favor ──pidió Benedict amablemente después de sentir la boca pastosa.

──Oh claro, ya vuelvo.

Julia salió del estudio a su cocina llenando un vaso de cristalería con agua fresca para el calor del interior de la casa. Estaba usando los vasos elegantes, los que resguardaba celosamente en el estante superior derecho donde las visitas no podían verlos, debían ser altos como Julia o Ben, debían ser buenos observadores como Moira o Lucy, y en su defecto, debían ser muy torpes como para querer bajarlos subidos encima de una silla como Marah la última vez que estuvo en casa de la diseñadora.

En un par de segundos, Julia se encontraba sirviéndole agua a su cliente en los vasos finos para visitas especiales y Benedict analizaba su estudio con más detalle.

Había manchas de colores llamativos por aquí y por allá, pedrería de diferentes formas, tamaños y colores, estampados extraños entre una variedad de artículos más, todos casi tan extraños como la dueña. A Benedict no le parecía una extrañeza inusual o de temer, era más bien el descubrimiento de un sentido de identidad que chocaba con él, del tipo que podía apreciar, todo en la habitación era hermoso a su propia manera y destacaba por razones distintas.

Caminó alrededor encontrando todo tipo de planos de moda, tropezando con algunas sillas y telas que se enredaban en sus zapatos, máquinas de coser que nunca se hubiese imaginado que existían, hasta que llegó a una pequeña mesa cerca de una ventana que daba al enorme terreno que tenían las Patel donde yacía un pequeño crochet en forma de foca a medio realizar.

Benedict lo tomó entre manos y orientado por la nostalgia de sus recuerdos infantiles comenzó a tejerlo para recordarse a sí mismo cómo se hacía, no estaba quedando tan bien como el de Julia, sin embargo sus manos aún recordaban.

──Aquí está tu agua ──señaló Julia observando la acción de Ben, un tic en el ojo.

──Oh, perdona, me pareció lindo tu crochet y quise tratar de recordar cómo se hacía ──explicó, sorprendiendo a Julia de paso con este pequeño conocimiento.

Para quienes no tuviesen contexto, Henry había pasado por su estudio hace menos de 5 días al recoger a Julia para una cita, apenas había visto un poco cuando se le salió decir "bonitas costuras" en un intento por halagar su trabajo. La insolencia de este comentario que dejó pasar para no tornar las cosas más incómodas había sido el atrevimiento de llamarlo a todo costuras, no eran tan simples como eso. Eran olas de colores, diferentes técnicas y estilos fusionados en uno mismo colisionando en un festín visual, cada cual tenía un nombre, ni siquiera intentó aprenderlos o adivinarlos.

La forma tan ingenua de declararle su manera tan simplona de ver su trabajo le advirtió a Julia al instante que alguien con tan poca visión de lo que es importante a la vista de los demás podía ser motivo de desencanto, si eso era en un momento tan temprano de una relación no cosechada, ¿qué otros ámbitos de su vida trataría con el mismo desdén?

Benedict Cumberbatch estaba parado frente a su pequeña foca de estambre en pleno conocimiento de lo que era, incluso intentando terminar de tejerlo en una técnica muy hogareña por la forma en que sostenía los ganchos, seguramente aprendido por algún familiar y dejado de lado cuando este ya había sido aprendido en el momento. Entonces su curiosidad afloró.

──¿Sabes qué es un crochet? ──preguntó la morena acomodándose los lentes para verlo de cerca.

──Si, mi madre me enseñó a tejerlo cuando era niño ──se acercó a Julia trayendo consigo sin darse cuenta el suave animal, tomó el vaso con agua y bebió un poco antes de proseguir──, recuerdo que nos asignaron una actividad recreativa para hacer un regalo a nuestras madres, se supone que era sorpresa pero yo quería tejerle una bufanda y no sabía cómo ──sonrió para sí mismo sumido en su recuerdo.

──¿Le pediste ayuda a tu madre?──el rostro de la mujer se había suavizado, incluso interesada en lo que tenía que decir.

A Julia siempre le había fascinado conocer los acercamientos que tenían las personas hacia las telas.

──Si ──rió con brevedad provocando una sonrisa discreta de Julia en reacción──, todo iba bien hasta que se me acabó el estambre y le cambié el tono de azul a la mitad, se convirtió en un crochet torcido al que le puse nombre, esas vacaciones me enseñó a coser mis primeros botones también.

La sensibilidad con la que ese pequeño gesto había evocado en él tan hermoso recuerdo la había conmovido y le hacía pensar a la diseñadora en el por qué se dedicaba a traer a la vida sus propias creaciones. El hombre que estaba conociendo esa tarde era un hombre completamente diferente al que había conocido el mes anterior y ahora se preguntaba cómo antes no había podido verlo.

──¿Cómo llamaste a la bufanda? ──preguntó Julia en una voz baja y plausible.

──La llamé 'Océano' por los colores ──Ben se rascó la nuca nervioso al sentir los ojos de la morena analizar su cara──. Creo que he mojado un poco tu estambre ──mencionó tratando de tallar las gotas de agua que humedecían el crochet mirando hacia abajo──, lo siento.

──No te preocupes, ya se secará ──le restó importancia esta vez tomándolo de nuevo con una dulzura que el inglés no imagino que poseía, como si por un momento se hubiese transformado en otra persona, o tal vez en su verdadero ser sin máscaras de por medio.

Al tomarlo entre sus manos, rozó nuevamente las de Benedict. Esta vez el contacto había cambiado, ya no era la silenciosa calma de hace unos instantes, era un bamboleo de sentimientos, como un desajuste de circuitos que provocaba una reacción magnética entre ambos, habían hecho un tercer contacto, efímero y verdadero cargado de un toque de química.

A Benedict le había parecido más notorio ahora por la reacción repelente de Julia al voltearse de inmediato tratando de cubrir el rosa de su cara con su armazón y no le desagradaba. A Julia le había parecido notorio apenas en ese momento, situación que evadió con total profesionalismo, no le causó desagrado, pero, no podía permitirse bajar la guardia de sus sentimientos jamás.

Si en algo tenían razón las frases clichés de las películas románticas de Hollywood es que las personas siempre ocultaban algo, por mínimo o inocente que fuese, siempre había una parte de ellas que se ocultaba hacia los demás, en este cliché eran los sentimientos y así como la vieja Rose contando cómo sobrevivió al transatlántico Titanic, el corazón de Julia era un mar de secretos.

──¿Cómo aprendiste tú? ──cuestionó Benedict con curiosidad para intentar crearle conversación.

Julia enarcó una ceja en confusión. ¿Cuándo la plática se había cambiado para tratarse sobre ella? Benedict se quedó en silencio viéndola esforzarse por traer devuelta aquellos dulces tormentos que poseía por recuerdos, recordando el olor de la canela y los buenos días de su madre, memorias que ella no quería recordar.

──Cuando era niña me gustaba ver los saris que usaba mi tía Rani en sus películas ──explicó con poco entusiasmo en defensa──, siempre me llamó la atención las telas y las texturas, podías ponerle lo que quisieras en bordados, pliegues o pedrería de todos colores así que le pedí a mi madre enseñarme a coser ──asintió con la cabeza repetitivamente, acomodando sus lentes por la incomodidad.

Él repitió ese movimiento tratando de emular comodidad para ella, un gesto empático que le pedía de forma sincera continuar, algo que no sucedió.

──¿Puedo saber qué es un sha-ri? ──Benedict intentó pronunciarlo lo mejor que pudo, sin embargo, terminó por provocar una risa reprimida de Julia.

──Sa ──volvió a pronunciar para enseñarle, como una caricia entre su lengua y su paladar──, sari.

──Sari ──repitió Benedict está vez de forma correcta──, ¿qué es? ──insistió.

──Es un tipo de vestido tradicional en mi cultura que es algo así como... ──se alejó un poco de él dejando en la mesita su crochet con los ojos entrecerrados y su mano cerca de su boca tratando de explicarse.

Buscó entre los rollos de telas y los estantes hasta que paró en una tela de chiffon satinado en rosa a medio cortar que parecía una larga cortina, era la medida suficiente para ejemplificar lo que trataba de decir. Benedict la miraba expectante dando vueltas por ahí en búsqueda de materializar su idea perfecta hasta que se acercó a él con la cortina rosada.

──Se hace un doblez aquí... ──murmuró enredando la tela en su cadera, después la cruzó por su espalda dándole una caída grácil que cubría su pecho. ──Y está listo, es más cómodo caminar con el puesto de lo que aparenta ──una sonrisa cálida hacia él.

Sin importar lo ridículo que se sentía con la tela enredada y que las manos tibias de Julia podían sentirse sobre su cuerpo a través de la suavidad de su ropa, se estaba asombrando por la capacidad creativa de la mujer frente suyo, unos centímetros un poco más baja que él mirándolo fijamente con esos ojos tan brillantes que le recordaban al brillo de la luna llena.

──De verdad eres una artista ──halagó provocando una mirada que le enterneció de forma discreta.

──Gracias ──dijo Julia antes de bajar la mirada apenada.

La perspectiva era nutrida por el ángulo e iluminaciones perfectas, no conectó miradas con él. Ella veía directamente a su pecho con una timidez que había mandado su áspera forma de ser de sabático al enfrentar la calidez de sus mejillas tornándose de un rosado claro que hacía juego con el del sari, no obstante, la situación era vista desde arriba por Ben quien podía verla acomodar sus lentes una vez más para hacer lo obvio una observación menos evidente.

La hipótesis hasta ahora era que Julia estaba desarrollando un pequeño crush con Benedict y para esconderlo siempre estarían allí sus tan necesarias gafas.

──No agradezcas, realmente creo en lo que haces ──admitió igualmente apenado──, ¿cómo me veo?, ¿soy hermosa? ──preguntó haciendo poses frente a ella como una modelo femenina de tallaje.

Julia no pudo contener más su risa y se carcajeó al ver a Ben batir sus pestañas de arriba a abajo de forma coqueta a la nada con una mano en la cintura y otra detrás de su cabeza. El corazón de Ben se saltó un latido al escucharla reír, un movimiento facial que se había perdido al ver hacia otro lado y que fue acallado inmediatamente por la morena que cubría su boca para disimularlo.

Antes de que ella pudiese disculparse por hacer un acto tan humano como reírse, su teléfono de planta sonó. Era una llamada de Moira.

──¿Julia? ──preguntó la inglesa al escuchar la respiración de su amiga.

──Sí, ¿qué sucede? ──respondió sintiéndose ahora apurada.

──¿Marah ya te llamó?, es urgente que le contestes en cuanto te llame por favor ──Julia podía escuchar perfectamente que Moira estaba en carretera, probablemente manejando hacia su casa.

──¿Por qué?, ¿está todo...

──Te explico cuando llegue, no tardo ──y con ello, colgó.

Julia separó su oído del aparato, confirmando que tenía por lo menos 15 llamadas perdidas entre Marah y Lucy. A partir de ese momento no sólo estuvo tensa, sino que también comenzaba a culparse por estar tan atenta de darle clases de moda a su cliente en lugar de preocuparse por su familia.

──¿Pasó algo? ──preguntó Benedict dejando la tela doblada tal y como la tomó Julia, estaba genuinamente consternado por el cambio de ánimo de la morena.

──No lo sé, Moira viene para acá porque tiene algo qué decirme ──explicó con total confianza, misma que no existía hace unos minutos.

──Creo que yo me retiro por ahora ──anunció Benedict caminando hacia la puerta.

Aunque era una cortesía el no sugerir que se retirara, Julia muy en el fondo sabía que algo andaba mal y por ende, que él por su propia cuenta le diera su espacio como un cliente comprensivo era un milagro de los negocios.

 ──Gracias por comprender ──le sonrió con tristeza, encaminándolo a la puerta.

──No hay de qué y si llegas a necesitar algo podemos hablarnos por instagram ──le hizo saber en el marco de la puerta, antes de que Julia correspondiese a su sugerencia él decidió hablar──, bueno, ya no te entretengo. Nos vemos la próxima semana.

Con ello cerró la puerta, dejando atrás en su auto la lluvia y el corazón confundido envuelto en chiffon de Julia Patel tecleando con ansiedad las palabras que despejarían sus dudas sobre su joven amiga.


chat
marah & julia

Julia
¿Marah?
Perdón por no responder
Tenía cliente

Julia
Marah, tenemos que hablar
:((

Julia
Marah, por favor contesta
Por favor
Por favor
Por favor

Julia
Si me necesitas,
me puedes marcar

Sólo confirma que estás bien.
visto ✓✔

Marah

wstás?
necesito tu ayuda y
no sé a quién más pedirle
visto ✓✔

Julia
Para ti, siempre
¿Qué pasó?
¿Todo bien?
visto ✓✔

Marah
ASJDHJSAJF NOXd
no quiero ser molestia,
pero en la clínica me pidieron que
me cuide un familiar y pues ya sabes
cómo es mi familia xd

no te quiero molestar, si no quieres no,
pero no me darán de alta si no me cuida
alguien de confianza y yo confío mucho en ti

te molesta si me quedo unos días en tu casa?
es que no quiero estar en la mía y no puedo
estar sola

si no quieres, no

visto ✓✔

Julia
Con o sin problemas,
eres bienvenida en mi casa siempre.

Por supuesto que te puedes quedar,
¿cuándo llegas?
visto ✓✔

Marah
te molesta venir por mi?
tony está aquí pero, quien me va a
cuidar debe firmar mi alta
visto ✓✔

Julia
Ya viene Moira por mi,
enseguida llego
visto ✓✔

Marah
dice lucy que perdón
y yho también
yo*

te cuento qué pasó de camino
no confío mucho en los celulares
desde que el cacas filtró mis nudes😭😭
visto ✓✔

Julia
No hay nada qué perdonar
Me cuentas de regreso
Ya voy en camino
visto ✓✔


[ aaliah's notes. ] ¡!

hola, hoy me estoy poniendo al corriente en actualizaciones porque finalmente estoy viendo la luz al final del túnel y pude escribir un poco de todo. ¿cómo se encuentran?, aunque sean actualizaciones lentas este fic no se abandona por nada del mundo, este es un proyecto que personalmente me encanta y cuya historia he planeado cuidadosamente.

el siguiente capítulo tendrá mucho drama de donde partir, será breve pero conciso, así que por ahora disfruten un poco del lento enamoramiento de estos dos aaaaaa. dedicado a la laurevanswtch porque me aguanta los mensajes a la madrugada.

sin más qué decir, disfruten su lectura y nos leemos pronto.

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