Mi ser completo te adora.
Al día siguiente el alfa se sentía mucho más tranquilo lo que le indicaba la posibilidad de que el omega también lo estuviera. Además de la tranquilidad que sentía en ese momento se encontraba muy bien descansado, habían adoptado la costumbre de marcarse con sus aromas por la noche, para que sus lobos no llamaran por el otro y al parecer les estaba funcionando bien.
Al despertar el médico le indicó que sería transferido a una habitación ya que su salud era mucho mejor, se sentía alegre porque ahora podría tener compañía, la mayor parte del tiempo, en terapia intensiva no se permitía la compañía familiar pero en las habitaciones era casi un requisito obligatorio tener a alguien con él, pero una parte de él sabía que ya no tendría a Jimin como su enfermero y eso hacía que su lobo se sintiera triste.
Esa tristeza se disipó de su ser al ver a dicho omega entrar por la puerta, sonriente y alegre como no lo estuvo esos últimos dias, le sonrió de vuelta y esperó a que cerrara la puerta para hablar.
—Te siento mucho más tranquilo —soltó el ojiverde.
—Sigo sin acostumbrarme a que... —hizo comillas con los dedos—. Me sientas —rió—. Es extraño, pero si lo estoy, estoy feliz a decir verdad —sonrió acercándose a la camilla y revisando el expediente del paciente.
—¿Si? Eso es bueno —sus manos picaban por tomar la mano del omega y darle un abrazo de alegría—. ¿Puedo saber cuál es la razón? ¿Se solucionó todo?
—No, pero ya encontré un empleo —dijo contento mientras tomaba el brazo del chico, veía atento la introvenosa—. Se está saliendo tu vía, voy a cambiarla —avisó soltando la mano cuidadoso.
—¿Si trabajarás de noche? —lo vio asentir y acercarse de nuevo a él con un bote de torundas que colocó en el uro—. Jimin, eso no es bueno —negó preocupado, el omega acercó la silla a la cama y tomó lugar, comenzó a despegar la cinta—. Te pondrás en peligro.
—No es como que vaya a trabajar de narcotraficante o cosas así, voy a ser enfermero de un anciano —sonrió y retiró la vía, una gota de sangre apareció en la mano del mayor así que la limpió rápido con una torunda—. Será cansado si, pero me da tiempo de hacer mis tareas y la paga es buena —se encogió de hombros.
—Pero tu cuerpo necesita descanso —gruñó molesto, el omega estaba siendo demasiado irresponsable consigo mismo.
—¿Acabas de gruñirme? —preguntó burlón.
—No puedes ser tan irresponsable, Jimin —gruñó de nuevo, él y su alfa estaban siendo uno, ambos de acuerdo en que el omega no podía hacer eso, sabe que estudia desde las ocho de la mañana, que de la escuela va directo al hospital, y ahora agregarle el empleo nocturno le quita el tiempo de descanso, aparte cuidar a su hermanita y el trabajo de fin de semana, no quiere que el chico termine enfermo.
—No es ser irresponsable, estoy ayudando a mi familia —soltó la mano del alfa y caminó al lado contrario de la cama para ver la otra mano y buscar una vena para colocar la vía.
—Es ser irresponsable porque descuidas tu salud —su ceño estaba fruncido mientras el omega encajaba la aguja en su brazo—. Mi deber es protegerte y si tú mismo estás poniéndote en riesgo te protegeré hasta de ti —Jimin rodó los ojos.
—Tú no tienes ningún deber, Jungkook —sonrió incómodo, sus palabras le habían dolido a su omega, el alfa quería cuidar de él y estaba ansioso por permitirlo, pero él y el rizado no eran nada más que amigos y no podía aceptar que se involucrara en asuntos que no le interesan—. Agradezco que te preocupes, pero no es nada fuera de este mundo, voy a estar bien así que deja el tema por la paz.
—Jim, pero...
—Pero nada, es algo que tengo que hacer, es mi familia y si tengo que trabajar 24 horas al día sin descanso lo haré —sentenció—. Así que ya deja ese tema y dime, ¿estás feliz de irte de terapia intensiva? —sonrió más tranquilo.
—No —su rostro seguía serio.
—¿Ahora estarás gruñón hasta por eso? ¡Vaya! Hasta pareces un alfa puro —bromeó—. Amargado y gruñón.
—No estoy amargado, me molestan varias cosas —negó tratando de contener una sonrisa, el omega suele hacer chistes que no precisamente eran graciosos pero a alfa siempre le sacaban una sonrisa.
—¿Te sientes mal aún? —sus ojos mostraron preocupación, puso la palma de su mano en la frente del alfa para medir si tenía fiebre—. ¿Te duelen las heridas? Puedo decirle al los médicos, que te revisen y...
—No me siento mal —quitó la mano de Jimin de su frente pero no la soltó—. Estoy molesto porque si me voy entonces ya no serás mi enfermero, y si me voy no podré cuidarte —agachó la mirada—. Y si me voy entonces ya no te veré —Jimin soltó una risilla.
—Seguiré yendo a comer contigo —le restó importancia—. El doctor Moon dijo que es recomendable que mantengamos contacto por algún tiempo, tu alfa puede recaer y eso no sería bueno —explicó.
—Entonces, ¿me visitarás? —sus ojos se veían brillantes mostrando la esperanza que lo invadía.
—Si, alfa —sonrió—. Ahora iré a dar mi ronda, te veo después —se despidió contento.
Jungkook estaba tranquilo por verlo más alegre pero no dejaba la incomodidad de lado, su lobo ruge por protegerlo hasta de si mismo, el omega le preocupaba más de lo que admitiría y eso no le gustaba, no puede encariñarse de alguien de esa manera, no es posible. Lo de las almas gemelas no puede ser cierto porque estaría perdido, perdido por un omega apesar de negarse tanto a eso, perdido por unos preciosos ojos azules que le arrancan suspiros y perdido por el choque casi eléctrico que siente cada vez que el omega lo toca.
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—¡Cuanto lujo! —dijo riendo el omega, acababa de entrar a la nueva habitación de Jungkook, era su hora de comer y como lo dijo, la pasaría con el rizado—. Ya veo por qué todos quieren salir rápido de cuidados intensivos —rió y tomó asiento en el sofá que estaba al lado de la cama.
—La verdad es que es genial tener televisión —el alfa sonreía con hoyuelos incluidos—. Y adoro que mi mamá pueda hacerme compañía.
—Eso si es realmente bueno, es triste ver que todos deben estar solitos en la UCI —puso un puchero triste y destapó su contenedor, esta vez tenía un sándwich.
—Es muy aburrido. Aunque uno nunca está en un hospital para divertirse —torció la boca en símbolo de tristeza.
—Y que me lo digas, Hye siempre está triste cuando la internan —suspiró frustrado—. Es por eso que no nos rendimos, ha sufrido tantos dolores y amarguras, no podemos rendirnos ahora.
—Sé que no van a rendirse y admiro mucho lo que haces por ella, omega —admitió—. Pero algo puede pasarte, yo puedo darte mi ayuda, puedo, quiero y debo hacerlo, por favor pequeño —en sus ojos había súplica.
—Sé que quieres ayudar pero también sé que lo haces porque crees que me debes algo, pero no es así —el alfa se puso de pie y arrastró el tripie que sostenía su suero con él, tomó asiento a un lado del omega.
—Ya me dejaste claro que no te debo nada, pero quiero hacerlo, mi alfa me exige ayudarte, supongamos que lo de los destinados es real... yo soy tu alfa, Jim —tomó la mano del nombrado y entrelazó sus dedos—. Quiero protegerte y ayudarte.
Alfa y omega estaban aullando contentos en su interior, los lobos estaban felices con cualquier contacto, cualquier simple roce de sus cuerpos humanos los hacía mover la cola extasiados, además de todo Jungkook había dicho, aunque sea hipotéticamente, que es el alfa de Jimin, eso los tenía como locos.
—Aunque sea tu omega no puedo aceptarlo, son situaciones en las que no puedo involucrarte, ricitos —acarició la mejilla del mayor—. Agradezco mucho tu ayuda y que te preocupes por mi bienestar, pero sé que mi familia va a salir de ésta.
—Solo quiero pedirte un favor —intervino el ojiverde.
—Claro, dime —aceptó aún con sus manos juntas.
—Si en algún momento, sientes que no están saliendo las cosas como quieres o te sientes mal, por mínimo que sea, vas a dejarlo.
—Jungkook...
—Omega, por favor... —sus ojos tenían un brillo ausente—. Ni yo ni mi alfa queremos que te pase nada malo, por favor —suplicaba apretando más la mano del chico y viéndolo a los ojos—. Si esto comienza a dañar tu salud vas a dejar que te ayude.
—Si, alfa —dejó un beso en la mejilla del rizado y luego la limpió con el dedo pulgar—. Te dejé migajas. Perdón —rió bajito y el alfa suspiró embobado, el simple toque de los suaves labios carmín contra su mejilla le había enviado corrientes eléctricas a todo su ser.
Sigue sin asimilar lo mucho y muy rápido que cayó por Jimin. Él nunca había tenido ningún enamoramiento, salía con chicos y chicas pero con nadie sintió la necesidad de cuidarlos, de conocerlos, pero con Jimin era todo tan extraño, se sentía ansioso por tan solo tocarlo y era muy difícil de creer.
Por un momento pensó que solo era su lobo y el apego que el sentía pero, Jungkook se dio cuenta que su parte racional también tenía cariño por el omega, que Jungkook se estaba apegando a Jimin y eso le parecía aún más increíble.
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