Lo prometiste.
Por supuesto la noche fue un tormento, fue incluso mucho peor que cuando Jungkook estaba del otro lado del mundo, tenerlo cerca era aún peor si se encontraba en ese estado, porque ahora no había nada separándolos, simplemente no podían abrazarse, o si podían, pero Jungkook no le correspondía y dolía demasiado; antes al menos tenía el consuelo de hablar con él, escucharlo al otro lado de la línea sabiendo que estaba bien.
Jimin no pudo pegar los ojos en toda la madrugada, tenía mucho miedo y cuando por fin durmió unos minutos, su padre le llamó por teléfono, despertándolo para que saliera a desayunar algo con él y su familia, no quería alejarse del alfa, quería observarlo todo el día si era necesario para asegurarse de que está bien, no quería separarse de nuevo pensando en las muchas y muy malas posibilidades de que algo cambiara mientras él no estaba ahí para cuidarlo.
—Voy a salir solo un momento, ricitos —se colocó el saco de Jungkook, porque aún olía a él y se acercó a la camilla, limpiando la humedad de sus ojos, y dejó un beso suave sobre la frente del mayor—. Te amo, prometo no tardar demasiado —su mano sujetaba la de Jungkook, fue tan difícil soltarla... Pero lo hizo.
Caminó por el pasillo largo, se sentía helado con todas esas paredes blancas que normalmente le son familiares al verlas todos los días, cada paso estaba unos centímetros más alejado de Jungkook, se sentía pesado al avanzar, pero abrió las puertas para encaminarse hacia la sala de espera donde se supone encontraría a sus padres pero eso no fue exactamente lo que vio, si no a un alfa que le resultaba muy familiar, pero su mente simplemente no asimilaba nada por el momento.
—¿Jimin? —cuestionó con una sonrisa confiada y se acercó a él, quedando apoco más de un metro de distancia, solo entonces el omega pudo reconocerlo, se trataba de su antiguo jefe, Eunwoo quien es el hijo del señor Joon, al omega se le hizo un nudo en la garganta al recordar que no lo había visto desde que su padre falleció—. ¡Que gusto me da verte, no lo puedo creer! —el alfa se veía sonriente, el tiempo ha pasado y es obvio que volvería a su vida, a Jimin le alegra verlo bien.
—Hola, también me da gusto verlo —sonrió a duras penas después de todo no estaba del suficiente humor—. ¿Cómo han estado?
—Muy bien, lo de mi padre fue un proceso difícil pero seguimos recuperándonos —asintió.
—Nunca tuve oportunidad de darle el pésame personalmente, de verdad lamento mucho la muerte del señor Joon —hizo una mueca para ocultar las ganas de llorar que ya no sabe si son por recordar al anciano o por la situación en la que su alfa se encuentra—, aunque fue muy poco tiempo le tomé mucho cariño y lo recuerdo cada día, le aseguro que su padre era alguien fabuloso.
—Gracias por tus palabras, y yo quería agradecerte por todo el apoyo que le diste esas semanas, eres un gran enfermero, Jimin —su mano se colocó en el hombro del omega, se sentía demasiado pesada, Jimin sabe que es por su propia debilidad, lo único que quería hacer era tirarse al piso y llorar, él y su lobo estaban de acuerdo en que les estaba costando mucho seguir de pie a esas alturas del partido—. ¿Estás bien? Te noto un poco pálido —Eunwoo lo agitó un poco por el hombro y el omega asintió, parpadeando algunas veces para despejarse al menos un poco.
—Si, perdone... —se disculpó por nada en particular—, mi alfa tuvo un percance el día de ayer y no me siento bien por eso.
—¡Oh, cielos! Lo lamento mucho. ¿Cómo está él? —su preocupación era genuina en el rostro y Jimin casi pudo ver al señor Joon en él, el anciano nunca se caracterizó por un mal humor a pesar de su enfermedad, era muy expresivo, un alfa respetable que le contaba historias de su juventud mientras Jimin hacia tarea a mitad de la noche, lo regañó muchas veces y se preocupaba por él, por ello el omega le tomó tanto cariño, Eunwoo es muy parecido a él, incluso en los gestos.
—Él está en... coma —le costó demasiado hablar sin llorar, cree que esa es la primera vez que lo acepta en voz alta, no sabe si lo dijo con anterioridad pero duele demasiado aceptar los hechos frente a alguien más.
—¡Oh, Jimin! —exclamó con sorpresa pura, pareciera como si no entendiera cómo es que el chico frente a él se encuentra de pie después de algo como eso, el ojiazul distinguió la lástima desbordando—. Lo siento tanto, él va a recuperarse, es muy fuerte, te aseguro que lo hará, no lo conozco demasiado pero sé que lo hará, no pierdas la fe.
—Los médicos no saben qué es lo que le sucede con certeza pero eso es algo que sabíamos que podía suceder —hablaba bajito, apenas audible sin ánimos verdaderos, solo tratando de corresponder a la charla con su ex jefe le hacía.
—No tengo palabras para decirte porque seguramente nada va a animarte, pero mi familia y yo estamos para ti, cualquier cosa que necesites cuenta con nosotros, Jimin —sonrió un poco hacia el ojiazul que se sintió tan solo un poco mejor al saber que había hecho algo bien, había logrado algo con su trabajo, esa familia lo apreciaba y era porque había hecho bien las cosas—. Justo cuando conocí a tu alfa, dijo que tú estabas en el hospital —Jimin soltó una risa sin gracia.
—Parece que tenemos una especie de maldición, al menos uno de los dos tiene que estar en el hospital la mayor parte del tiempo —negó tratando de que su comentario fuera bromista.
—Eso cambiará, ahora solo serás tú quien esté en los hospitales, pero solo atendiendo pacientes, ¿eh? —Park soltó una sonrisa cansada, ahora lo que menos le interesaba era su profesión—. Yo estaré viéndote algunos días, mi omega acaba de tener a nuestro cachorro —Jimin ni siquiera sabía que estaba embarazada.
—¿La señora Minah estaba embarazada? —cuestiona con sorpresa pura, el alfa rió por ello.
—Si, casi no se notaba —entrecerró sus ojos en una sonrisa y de nuevo fue demasiado parecido a su padre.
—¡Minnie, estás aquí! —Yoongi llegó a su costado, parecía exhausto—. Estuve buscándote por todos lados, los chicos, tus padres y los de Jungkook están en la cafetería, estamos esperándote para desayunar —avisó y luego notó la presencia del alfa frente a Park.
—Hola, Yoon —saludó sin ganas y se abrazó al torso de su amigo quien lo correspondió de inmediato—. ¿Recuerdas que trabajaba ayudando a un señor por las noches? —el beta asintió—. Él es Eunwoo, el hijo del señor Joon —señaló al alfa y Yoongi asintió en su dirección como saludo.
—Bueno, Jimin —Eunwoo sonrió hacia el omega—, será mejor que vayas a desayunar, recuerda lo que te dije y no te desanimes que todo va a estar bien, ¿de acuerdo? —el chico asintió sin verdadera esperanza—. Me voy entonces, nos vemos después —se alejó del par de amigos agitando su mano.
—¿Es una buena persona o tengo que llamar a Hoseok y Zico? —Yoongi alejó a Jimin de su cuerpo para preguntarle con falsa seriedad, Jimin sonrió un poco, el cansancio era evidente en sus ojos así que el traumatólogo lo abrazó de nuevo y se encaminó hacia la cafetería para que el omega pasara tiempo con todos y tararan de animarlo, aunque en el fondo sabía que nada funcionaría; Jimin no dejaría de estar triste porque la mayor fuente de felicidad que tenía no estaba con él para hacerlo sonreír.
✧✦✧
—Volví ricitos —avisó al alfa inmóvil en la camilla—, el doctor Moon dijo que era bueno que estuviera aquí el tiempo que quiera y Chaeyon me dio permiso para entrar cuando sea, así que vas a tener que soportarme cada instante —sabía que no obtendría respuesta pero prefería hablar con Jungkook aunque sea de esa forma a perderse en la inmensa miseria interior que atacaba a su lobo—. Si no quieres puedes despertar y todo volverá a la normalidad —se acercó a la camilla para besar la frente del mayor y acariciar los rizos del alfa, se veían algo despeinados así que los cepilló con sus dedos, pasó las yemas de sus dedos por la frente del alfa y trazó sus cejas como él usualmente lo hace mientras el omega duerme, pero aún así Jimin lo siente, siempre percibe la forma en que lo acaricia con sutileza, extraña tanto eso—. Mi papá te envió saludos y mamá dijo que si no despiertas pronto no volverá a hacerte el pastel de zanahoria que tanto te gusta.
El desayuno fue bastante tardado ya que todos trataban de convencerlo de comer pero absolutamente nada pasaba por su garganta, fue tan difícil comer los escasos bocados de fruta picada, pero lo logró para complacencia de sus familia.
—Hace un rato vi a Eunwoo —relató con voz calma y tomó asiento en la silla que se encontraba a un lado de la cama—. ¿Lo recuerdas? Es el hijo del señor Joon —sonrió un poco y recargó su mejilla en la mano del rizado—. Tuvo un cachorro... Bueno, no él si no su esposa —trató de reír por su comentario pero no lo logró adecuadamente por la amargura—, yo ni siquiera sabía que estaba en estado, es increíble, ¿no? —asintió para sí mismo repetidas veces, como tratando de convencerse de que estaba bien no obtener una respuesta y continuó—. Por fin pude darle el pésame por lo de su padre, y recordé lo que él siempre decía.
Restregó su mejilla sobre el dorso de la muñeca de Jungkook, tratando de encontrar calidez en ello, dejando su aroma a vainilla y café en ella porque odiaba el hecho de que Jungkook no oliera a nada más que a desinfectante, dejó su cabeza quieta y volvió a hablar.
—Solía decir que estar triste no le servía de nada porque eso no cambiaba el hecho de que iba a morir —su voz se cortó al recordar al anciano y cada una de las historias que le contó; sobre lo mucho que le dolió perder a su omega, sobre todos los casos que resolvió como policía y un sinfín de enseñanzas que el omega guardó con mucho valor en las pocas semanas que convivió con el—. Decía que debía tener un buen humor ante todo porque a las adversidades es mejor enfrentarlas con buena cara y... —tragó grueso para no llorar de nuevo, pero de cualquier forma sus ojos estaban demasiado secos por lo mucho que lloró en la madrugada, su cabeza dolía, tal vez se deshidrató lo suficiente para no poder llorar por un rato—, lo admiro mucho porque siempre se mantuvo tan fuerte.
Se perdió observando el rostro de Jungkook, tan plácidamente dormido, con los ojos cerrados y las pestañas acariciándole los pómulos, siempre le han gustado mucho las pestañas de su chico. El tiempo pasaba muy lento ahí a su lado pero no le interesaba, siempre y cuando tuviera la oportunidad de permanecer con él, cerca aunque Jungkook no esté cien por ciento consciente de ello. Suspiró pesado.
—Te prometo que voy a ser fuerte, alfa —sus ojos recuperaron la humedad como si se tratara de magia—, voy a tratar de estar bien para que esto no me haga mal pero... Por favor despierta porque te echo mucho de menos, es casi un mes sin ti, antes de ayer era mucho mejor saber que estabas lejos porque al menos estabas bien —cerró los ojos un momento, sabiendo que no iba a dormirse—, pero ahora todo es tan complicado y aterrador, tengo miedo a cada segundo y odio eso porque estás aquí... —dejó que su voz se rompiera y el llanto lo embargara por completo—, nunca había sentido miedo estando junto a ti —era verdad, ni una sola vez se sintió temeroso, con Jungkook a su lado se sentía seguro, a salvo, consolado por esos lindos ojos verdes y el olor terroso y de tabaco, pero ahora no había ningún sentimiento cálido, solo pánico constante.
✧✦✧
Habían pasado ya, casi dos semanas de que Jungkook volvió a Seúl, por desgracia aún no despertaba. Cuando se completó una semana del nuevo coma del alfa, sus padres y suegros lo convencieron para que volviera a la escuela y a realizar sus prácticas para distraerse un poco, y porque seguramente al ojiverde no le gustaría que se alejara por tanto tiempo de su profesión, Jimin aceptó porque sabe que Jungkook lo pediría, Jungkook nunca dejaría que faltara a la escuela o al trabajo por tanto tiempo, además Jimin tenía el consuelo de que seguiría estando en el mismo lugar que el ojiverde, podría cuidar de él.
Pero volver no le sirvió de nada; su pecho sigue sintiéndose vacío y empeora al estar lejos de Jungkook, sus días siguen siendo oscuros y su corazón ya no late con la misma fuerza, está agotado de llorar y pasar las noches esperando a que su alfa despierte y lo calme, está cansado pero no hay otra cosa que pueda hacer porque le duele verlo así, el doctor Moon y Taehyung le hacen estudios, muchos pero nada indica algo que les dé esperanza.
Noche tras noche se desvela esperando que el rizado abra los ojos, que lo arrope o que simplemente se mueva un poco, por el día acude a la escuela y luego se dirige a su trabajo, para cuidar a sus pacientes y su alfa como su enfermero, porque si, se lo permiten, le cambia las vías cuando es necesario, le administra los medicamentos que tratan para despertarlo y por supuesto, volvió a la vieja rutina de comer en su habitación cuando es hora de hacerlo, casi dos semanas y ha vuelto a la vida que vivía antes de Jungkook pero ahora con un dolor inmenso en su alma y con la tristeza más profunda que alguien puede tener.
Caminar por los pasillos para llegar a su área de trabajo ya no es una tarea divertida en la que saludaría a todos aquellos compañeros a los que se encuentre, no porque ahora sabe que le preguntarán cómo está aunque saben que la respuesta siempre será que mal, camina automáticamente para entrar hasta el elevador, es sábado pero es claro que va a dirigirse a la habitación de su amado, estaba por llegar al ascensor pero algo llamó su atención, a lo lejos en la sala de urgencias puede ver a algo, o más bien a alguien que hace que su lobo se sienta en alerta, en pánico porque la recuerda como si su primer encuentro hubiera sido el día anterior.
Dayun, la antigua secretaria de los Jeon estaba siendo escoltada hacia una de las camillas, parecía enferma, no quedaba nada de la omega con cabello café y brillante, la de vestimentas pulcras había desaparecido; ahora solo lucía un pantalón suelto color anaranjado, igual a la playera ancha que portaba... El uniforme de la prisión, supone Jimin. El omega detuvo sus pasos porque sus manos comenzaron a temblar de pronto, su pecho subía y bajaba por el terror que lo atravesó al recordar que esa chica había tratado de dañarlo con un abrecartas. La omega solo miraba al frente con los ojos perdidos, las ojeras enmarcaban los ojos, su rostro estaba tan demacrado y enfermo mientras un guarda la sujetaba con las esposas por la espalda, ajena a lo que su presencia estaba causando en Jimin.
—¡Hey, Jim! —escuchó la voz de Taehyung a su costado pero no podía despegar la mirada de la chica—. ¿Qué sucede, cariño? —la mano del alfa tomó la suya y la agitó un poco para atraer su atención—. Hoseok, ven acá —el alfa trataba insistentemente de que Jimin caminara pero él no avanzaba, no podía hacerlo porque entonces estaría más cerca de Dayun—. ¿Te sientes mal? ¿Qué sucede, Minnie? —pudo sentir que Hoseok había llegado, olía como a Hoseok, la hierbabuena mezclándose con la brisa marina proveniente de Taehyung.
Sus dos amigos estaban liberando sus aromas sutilmente, Jimin lo notó y por fin pudo mirarlos, abrazándose con fuerza a ambos y escondiéndose de la vista de Dayun, ella tal vez no podía verlo pero aún así el omega estaba aterrorizado. Los dos alfas correspondieron al abrazo y lo guiaron a una de las sillas cercas para encararlo.
—¿Qué sucede, Jim? —Hoseok se acuclilló frente a él mientras el pelinegro acariciaba su espalda, ambos cuidándolo de lo que sea que lo había alterado a tal punto—. ¿Te sientes mal? ¿Quieres recostarte? Amor, pásame mi estetos...
—No —el omega negó y se soltó a llorar, los sollozos eran bajitos, pero dolorosos, los dos mayores percibían el pánico surgiendo de él, agriando su aroma, demostrando que había algo mal, sabían que no era Jungkook porque Taehyung acababa de verlo pero algo estaba asustando al omega lo suficiente para que su cuerpo se moviera en espasmos fuertes al llorar y sus manos no dejaran de temblar—. Ella... Ella está aquí y Jungkook no está y... —sus ojos eran de miedo absoluto mientras las lágrimas bajaban—, está en prisión y se ve tan enferma, está así por mi culpa pero me aterra mucho, va a intentar dañarme, ella...
—¿Quién? —la voz de Hoseok salió más amenazante de lo que esperaba—. Nosotros te protegemos, Jim —la mano del alfa castaño apretó la suya y Jimin sabía que no mentía, siempre lo han cuidado como familia pero él no se siente protegido, no se siente a salvo si no está con Jungkook.
—D-Dayun —miró a Taehyung que había gruñido a un volumen bajo, sus puños estaban apretados a los costados por la molestia.
—¿Es quien te atacó en la oficina de Jungkook? —el ojiazul asintió lento y entonces Hoseok y Taehyung lo abrazaron más fuerte, protectores—. Pediré que la trasladen o algo, no te preocupes.
—Nada malo va a sucederte, nosotros estamos aquí.
—Necesito a Jungkook, estoy tan asustado y aún así él no ha despertado —lloró con más fuerza, empapando la bata de Taehyung—. Él no va a despertar él... él va a dejarme, pro-prometió que no lo haría pero duele mucho y t-tengo tanto miedo.
—No digas eso, cielo —el pelinegro acariciaba su espalda, demasiado preocupado por el bienestar de su amigo—, no pierdas la esperanza.
—T-Tú eres su doctor —se separó del abrazo para ver directo a los ojos miel de Kim—, sabes que la esperanza e-es muy poca, nunca me dices que va a de-despertar.
—Jim, sabes que Taehyung no puede decirte eso —Hoseok negó suave hacia el menor que volvió a abrazarse a ellos.
—Duele, estoy tan cansado —se quejó cerrando los ojos, dejándose llevar un poco, tan solo un poco por el aroma protector de sus amigos, se sentía seguro pero no lo suficiente, se sentía cómodo pero no lo suficiente, nada era suficiente si no provenía de Jungkook—. No duermo, no puedo ni comer porque lo extraño demasiado y él parece no sentirlo, no despierta —hipó unas veces—, la vez anterior despertó al sentirme en peligro y ahora él no lo hace, estoy tan mal, me siento tan mal y aún así no reacciona, me dejó solo aunque prometió no hacerlo.
—Jim, tienes que descansar, vas a irte de este hospital, dormirás, estarás mucho más tranquilo y...
—¡No! —negó de inmediato alejándose de ellos dos para no adormecerse por el aroma y caminó para alejarse un poco, tan solo unos pasos pero seguía mirándolos—. Tengo que estar con él, no puedo irme, no voy a irme.
—Se te olvida que puedo obligarte —Taehyung refutó—, soy su médico.
—Claro que no lo harías, no pueden alejarme de él.
—Antes de que Jungkook se fuera de viaje le prometimos que íbamos a cuidar de ti mientras él no estuviera —Hoseok se adelantó un poco para tomar su mano, como consuelo de algo—. Tú no estás bien, Jim y Taehyung es el médico de Jungkook, puede prohibirte verlo.
—Ustedes no me van a hacer eso, no van a sacarme yo voy a estar con él —las lágrimas bajaron por sus mejillas.
—Solo queremos que descanses y estés bien, eres nuestro amigo, nuestra familia, Jim.
—No —les dio la espalda y comenzó a caminar lejos.
—Entonces no entrarás —Taehyung caminó más aprisa y se interpuso en su camino—, solo te pido un par de horas, ve a casa, duerme y regresa recuperado.
—No, yo quiero estar con él, no necesito dormir, lo que dije hace un rato fue...
—Gran parte de la fuerza de Jungkook depende de ti, Jim —el pelinegro lo sostuvo por los hombros y se inclinó para verlo directamente a los ojos—, si tú no estás bien entonces él tampoco lo estará, por favor descansa.
—Pero...
—Tú decides —el alfa se encogió de hombros—, pero no podrás entrar con él a menos que yo sepa que dormiste en casa y comiste adecuadamente —los ojos del omega se aguaron de nuevo—, lo lamento cielo, pero no voy a dejar que enfermes, le prometí que iba a cuidarte —sin más el alfa se fue y Jimin sintió las palmadas que Hoseok dejó en su hombro.
—Sabes que lo hace por tu bien, ¿no? —el ojiazul asintió—. Entonces dile a Zico que te lleve a casa, trata de dormir, come y no regreses hasta que hayas descansado lo suficiente para que tus esperanzas estén de vuelta —los ojos miel de Hoseok lucían tan familiares como siempre, sabe que Taehyung tiene razón y hace esto porque se preocupan pero le duele tener que irse dejando a su alfa solito en esa habitación de cuidados intensivos—. No necesitas que Tae o alguien más te diga que Jungkook va a despertar, tú lo sabes... No dejes que el cansancio te haga olvidarlo, Minnie.
✧✦✧
—Volví, Kook —lo había extrañado tanto, sigue haciéndolo pero extrañaba estar cerca de él, tocar su mano, se sentía terrible pero logró dormir aunque sea un poco en su antiguo cuarto en casa de sus padres, al llegar a casa Tiza lo recibió entre ladridos y lametones como lo hacía cada día que lo veía ir a tomar un baño, pero esta vez Jimin se hincó frente a ella para juguetear un poco, tomándose el tiempo necesario porque de cualquier forma Taehyung no lo dejaría regresar más rápido si su rostro no se veía al menos un poco mejor.
Jugó con su pequeña mascota un rato, y luego con ella en brazos se durmió por algunas horas, ella no se despegó de su lado como si pudiera sentir su tristeza, le hizo compañía y Jimin se sintió un poco mejor, se duchó, comió lo más que su estómago pudo soportar y meditó sobre lo bien que le hizo ese tiempo para él, habían sido solo unas horas pero en ellas pudo recuperar fuerzas para seguir al lado de su alfa.
—¡Dios! —besó la mejilla del alfa con cuidado—. Voy a matar a Taehyung... Cuando despiertes te pediré que lo golpees pero hasta que él dé a luz —frotó su mejilla contra la del mayor, marcándolo con su aroma—. Me siento tan mal, demasiado egoísta porque necesito que despiertes, alfa —tomó la mano del otro aunque no fuera apretada de vuelta—, necesito que lo hagas porque de verdad me siento tan culpable por no poder soportar ni tres semanas sin ti —sus ojos se aguaron como cada vez que hilaba más de tres oraciones—, tus papas soportaron cuatro meses sin ti y ahora estar resistiendo también y yo no hago más que llorar y lamentarme pero no sé qué más hacer, no puedo hacer nada si no te tengo a mi lado, mi lobo sabe que estás bien, te siento tan tranquilo pero eso me asusta más porque no tengo idea de lo que sucede, me haces tanta falta.
›› —Me siento débil, siento que enfermo si no te tengo conmigo y sé que mi cuerpo estará bien a menos de que nuestra unión desaparezca, pero tengo miedo de lo que pueda suceder, no me aterra perder la marca y sufrir por ello; me aterra perderte a ti, no volver a verte, a escucharte o besarte —se acomodó en la silla, acercándola lo más posible a la camilla—. Sé que no es lo mismo, sé que tus padres son más fuertes de cierta manera y no les afecta igual que a mí, porque tú y yo tenemos un lazo pero aún así me siento muy culpable por necesitar irme, me siento tan mal de estar cansado cuando ellos estuvieron por cuatro meses contigo —su nariz trazó líneas en la piel del antebrazo del enfermo—, pero aún así, aunque esté exhausto; voy a resistir, alfa. Voy a estar día tras día aquí, a tu lado para esperar a que despiertes —pasó así un largo rato, donde solo observaba sus facciones, tratando de memorizar más detalles de sus facciones aunque eso era imposible, Jimin podría reconocer a Jungkook por el más mínimo y oculto de sus lunares. Tenía gravados en la mente cada uno de sus detalles; lo afilado de su mandíbula, lo respingado de su nariz, el lunar hermoso que tiene debajo de la comisura labial y el montón de ellos esparcidos por su cuerpo, Jungkook es tan atractivo y no culpa a nadie por enamorarse perdidamente de él, eso trae a su mente otra cosa.
›› —Dayun vino al hospital, Kook —relata con suavidad, recargando la barbilla en la camilla y acariciando la piel del mayor con la yema de sus dedos—, ella está en prisión y sé que tú tal vez lo sabías y no lo mencionaste para no preocuparme —cerró los ojos con un poco de calma—, es algo que tú harías porque sabes que me habría culpado por lo que pueda pasarle ahí dentro —Jungkook definitivamente lo conoce a la perfección—, pero estuve pensando y si ella está ahí y no en un hospital quiere decir que sabía lo que estaba haciendo, ella estaba obsesionada contigo porque quería estarlo y me atacó porque quiso hacerlo... —miró al rostro del ojiverde, tratando de encontrar algún cambio pero nada pasó—, ella merece estar ahí y sé que estarás feliz de escucharme decirlo —cerró los ojos de nuevo, no para dormirse, solo para disfrutar de la oscuridad contrastante con el blanco del cuarto y las luces—. Estoy siendo fuerte, estoy tratando de aceptar las cosas que antes me costaban y estoy tratando de ser valiente, tú siempre dices que lo soy y de verdad quiero que estés orgulloso cuando despiertes, Kook.
✧✦✧
Tres semanas habían pasado desde que Jungkook cayó en coma de nueva cuenta, nada parecía cambiar y Jimin estaba agotado, sus ojos mostraban ojeras profundas y su cuerpo estaba cansado por extrañar a su alfa, es irónico que lo tiene a su lado prácticamente todo el día y aún así le hace mucha falta, demasiada falta, como ese momento; como cada día a la hora de la comida, Jimin estaba sentado en la silla giratoria que había en la habitación, se la habían cambiado porque al estar tanto tiempo ahí, tantas noches; pensaron que lo mejor era que estuviera cómodo mientras esperaba. Jimin tenía a Jungkook a un lado y aún así se sentía tan solo en la habitación, hablando solo para no romperse a llorar
—Hye movió el tobillo, lobito —sonrió un poco—. Yoon dice que si el progreso sigue así, estará caminando en un mes o dos, estoy muy feliz por ella —rió sin gracia y tomó un bocado de comida—, aunque ella siempre dice que no lo parece —giró la silla donde se encontraba para dar una vuelta—, pero también dice que me comprende porque ella también te extraña mucho —giró de nuevo su asiento y al detenerse trató de llevar un bocado de comida a su boca pero éste cayó directamente a su pierna manchando su pulcro pantalón blanco—. ¡Demonios! —maldijo en un susurro mientras buscaba una servilleta para limpiarse, comenzó a frotar la mancha pero solo se hizo más grande—. Esto definitivamente no habría pasado si estuvieras despierto, alfa —su voz se ahogó al final y tuvo que dejar el contenedor de comida en la mesita para cubrirse el rostro y comenzar a llorar—. Necesito que despiertes y limpies mi desastre, Kook —su voz era tan triste—, te necesito cada día, necesito que me cuides, necesito que me abraces al dormir, necesito que arregles mi corbata porque sé hacerla pero descubrí que me gusta mucho más que tú la hagas por mí, tus dedos rozan mi cuello y se siente muy bien... Extraño eso, te extraño a ti —se acercó a la camilla para colocar su mejilla húmeda en el dorso de la mano del alfa—. Despierta, por favor ricitos, te lo suplico.
Nada cambiaba, nada parecía modificar, su ritmo cardíaco no se alertaba, su respiración seguía igual que siempre y su rostro estaba tan calmado como cuando dormía, Jungkook no se movía en lo absoluto y Jimin quería gritar porque lo sentía, sentía a su alfa pero simplemente nada lograba que despertara, el lobito solo se mantenía inmovil, en un sueño profundo aunque el omega lo rodeara y saltara sobre él, no despertaba.
—No sé si te he pedido algo antes, tal vez un beso o abrazo, tal vez conservar a Tiza con nosotros o alguna cosa muy simple, pero quiero pedirte algo grande algo que deseo con toda mi alma y necesito por favor que me lo concedas —las lágrimas bajaban y bajaban pero su voz era tranquila—, tú no me niegas nada y no quiero que comiences ahora, quiero que despiertes Kook te lo ordeno, te suplico que despiertes porque te extraño, tu voz, tu risa, tus manos en mi estómago, tus caricias y tus besos, por favor despierta porque voy a morir si no lo haces —las gotas saldas bajaban por sus ojos cual cascadas y Jimin no sabía qué más hacer—. Extraño que me acaricies el rostro por la mañana y me despiertes por accidente al hacerlo, extraño tus besos en la marca y extraño tu olor en mí, te huelo lo hago pero es muy sutil, quiero que me marques con tu aroma, necesito sentirme seguro y para eso te necesito despierto Jungkook, te ordeno que te despiertes... —la última frase fue ahogada por el llanto—, lo prometiste, dijiste que si algo iba mal ibas a estar para abrazarme y cuidarme y no lo estás cumpliendo, te necesito mucho, lobito —se puso de pie y se abrazó al torso del mayor—, todo parece estar acomodándose, todo parece estarse solucionando pero tú no estás aquí y no puedo ser feliz, tienes que despertar, mi amor.
Su cuerpo duele cada día por dormir a ratos en el sofá de la sala de descanso, pero más porque la mayoría del tiempo solo dormita en la silla que está siempre al lado de la camilla de Jungkook, otras veces se acuesta en el pequeño espacio que hay libre en la cama del alfa, quiere estar cerca de él, sentir su aroma porque últimamente puede olerlo solo si está muy cerca, desde la fuente; los médicos creen que es por su desesperación pero Jimin no pierde la fe, él sabe que está oliendo el tabaco y la tierra húmeda.
El omega suele recostarse a su lado para besar sus mejillas pero eso no se siente como siempre, porque usualmente su alfa le devuelve los abrazos, usualmente su alfa lo rodea con su aroma a cada momento y usualmente los besos en las mejillas del alfa son multiplicados y devueltos al menor. Su cuerpo duele por no escuchar su voz y su risa, por no escuchar uno de esos apodos amorosos que el alfa suele usar para referirse a él, incluso estaría feliz de escuchar su nombre completo siempre y cuando sea en voz del amor de su vida, quiere que Jungkook despierte, quiere tenerlo de nuevo y ver sus hermosos ojos otra vez.
✧✦✧
Jimin estaba rodeado de gente en la sala de espera, sus padres y su hermana lo acompañaban como cada día desde que su alfa regresó al coma, lo hacían así porque el omega no se creía capaz de alejarse del hospital ni un poco si no era para ducharse o ir a la escuela, así que ellos acudían para tratar de animarlo. También estaban sus suegros, luchando porque el omega no se mostrara tan decaído, le han dicho infinidad de veces que a ellos también les duele el alma ver a su cachorro en ese estado pero que él tiene una vida. Jimin era total alegría antes de esas semanas, ahora está tan apagado, verlo así es casi tan doloroso como ver a Jungkook en coma, Jimin luce sin vida porque aunque su omega sigue sintiendo al alfa, sabe que no está bien, nada lo está porque no tiene atenciones, no ha recibido mimos ni cariño, lo necesita pero su alfa no está.
Suele pasar el rato con ellos, porque Taehyung y sus otros amigos siguen diciéndole que se despeje un poco, que necesita salir de esa habitación y tomar fuerzas para seguir apoyando a Jungkook, sabe que lo hacen por cuidarlo pero le duele estar lejos de él así que solo se queda en la sala de espera conversando con su familia. Estaba charlando con su madre cuando al ver el pasillo, el ritmo de su corazón acrecentó su velocidad, al ver a Taehyung y el doctor Moon dirigiéndose a él. Ama con toda su alma a Taehyung, es su mejor amigo y es parte de su familia pero estas últimas semanas le teme, cuando lo ve acercarse su omega chilla y no por temor a que pueda hacerle algo, confía en él pero... no puede confiar en que no le dirá algo doloroso, algo que no quiere oír, malas noticias que no quiere recibir de su mejor amigo. Le teme sobre todo en momentos como ese, cuando el rostro delgado del alfa se ve cansado como si tuviera un gran peso sobre sus hombros, como si tuviera que soltarlo en cualquier momento. Ambos médicos se pararon frente a él, dubitativos y algo nerviosos, los dos miraron entre Jimin y los señores Jeon, tratando de enfocarse en ambos pero irremediablemente Taehyung se centró en el omega.
—Lo siento mucho, Jim —el rostro del pelinegro no le decía nada bueno y sus palabras mucho menos—, hicimos un electroencefalograma y no hay actividad que muestre que responde a los estímulos... —el ojimiel apretó los labios con pena, Jimin no supo en qué momento Hoseok y Yoongi estuvieron a su lado pero lo estaban, como si Hoseok hubiera sentido las malas noticias que Taehyung portaba y por ello se apresuró a encontrarlos junto con Yoongi—. Jungkook no va a despertar —el pitido volvió a sus oídos, era tan fuerte, lo escuchó cuando Hyungwon le dijo que Jungkook estaba en coma de nuevo, dolía. Todo se veía en cámara lenta y pudo ver como Jiyoung y Hyungwon se sujetaban el pecho por el dolor, pudo ver a su madre cubrirse la boca por la sorpresa, pudo ver el rostro de Zico cubriéndose por las lágrimas, también logró sentir la mano de Hoseok y Yoongi sobre las suyas, todo a un ritmo tan lento que creyó que estaba desmayándose.
Jimin negó, y se puso de pie comenzando a caminar pero sintió el tirón de Hoseok y Yoongi, regresándolo a su sitio y tratando de abrazarlo para contenerlo, como por arte de magia el pitido se fue, todo volvió a su velocidad normal y Jimin se apresuró a hablar, tratando de tragar el nudo que se formó en su garganta, quería decirles a todos que estaban mal, que eso no era verdad, pero las palabras no salían hasta que respiró profundo, calmándose así mismo, diciéndose que no, Jungkook iba a despertar, lo que Taehyung había dicho era solo una broma de pésimo gusto y que su alfa iba a despertar muy pronto.
—No puedes decírmelo así, es una mentira —negó y sus ojos se llenaron de lágrimas como cada día desde que Jungkook volvió al hospital—. No puedes bromear con eso, Taehyung —trató de sonreír para incitar al alfa a que le dijera la verdad.
—Quisiera que fuera una mentira, pero no lo es, Jim —se veía tan serio y profesional, Jimin se negaba rotundamente a creerle.
—¡No! —negó efusivo y tomó al pelinegro por los hombros—. ¡Eres un mentiroso, Taehyung! —Hoseok y Yoongi trataban de alejarlo de Kim. Su mundo se estaba derrumbando y Jimin sentía brazos y más brazos tratando de separarlo del neurólogo, pero era mucho su dolor, no podían decirle aquello de esa forma, no podían decirle que tendría que verlo morir, que iba a lidiar con un lazo roto y que no iba a tener al amor de su vida otra vez, no podían simplemente arrancarlo como una bandita cuando es un tema tan doloroso para él, no podían arrebatarle al amor de su vida como cosa de todos los días—. Él va a despertar, va a estar bien y vas a darte cuenta de que eres un mentiroso.
—Jimin debes estar calmado, lo que el doctor Kim dice es verdad —el doctor Moon era quien hablaba ahora, parado a un lado de Taehyung—, su lobo no lo ayuda en nada, es una injusticia que sigamos esperando algo que no va a ocurrir —sus ojos eran tristes y compasivo, Jimin detesta la lástima con la que todos le están mirando en ese momento—. Nuestra recomendación médica es que tienes que aceptarlo y firmar para que retiremos el equipo médico.
—¡Cállense, todos cierren sus malditas bocas! —agitó la cabeza en negación—. No saben lo que dicen —trataba de zafarse del agarre que sus amigos ejercían sobre él—, va a estar bien, tiene que estarlo, estará ahí toda la vida si es necesario porque yo voy a esperar por él —sus manos se enfriaron de pronto, todo dolía demasiado y el llanto incesante parecía inevitable—, va a estar bien, m-me lo prometió, dijo que siempre... siempre íbamos a estar juntos.
—Todo va a estar bien, Jim —escuchó la voz de Hoseok a su costado, el omega negó en un llanto desgarrador, su respiración era irregular y dolorosa.
—Es lo mejor para Kook, Jimin —esa fue la voz de Jiyoung, Jimin no lo entendía, ¿cómo alguien podría creer que lo mejor es despedirse? ¿Cómo alguien acepta ver morir a alguien de su familia? Jimin no sabe la forma y es por eso que no lo hará, no va a dejar que le arrebaten al amor de su vida.
—Jimin, basta —habló su padre, ahora todos sujetándolo y pidiéndole que se resigne a algo que no va a suceder, dolía como el mismo infierno, todo daba vueltas y su pecho se estaba desgarrando desde adentro ante la noticia, dolía tanto.
—Sin él nada va a estar bien —el agarre de sus amigos había desaparecido y ahora se sentía tan solo, rodeado de gente que le pide que se despida del amor de su vida, de amigos que le piden que destruya su lazo, lo más hermoso que ha tenido jamás, le piden que lo deje ir pero no puede, le duele y le dolerá en el alma por siempre de tan solo pensarlo.
—Shhh, yo te cuido —un brazo estaba rodeando por la cintura, se sentía adecuado y protector, el tacto era cálido y Jimin sintió que iba a desmayarse, todo era abrumador, simplemente aterrador, Jimin no tenía una vida después de Jungkook, nada iba a estar bien. Todo daba vueltas y escuchaba las voces de todos diciéndole que Jungkook moriría, que se despidiera, que lo aceptara, todo en ecos estruendosos y aterradores hasta que abrió los ojos de golpe, solo para caer de nuevo en la tristeza.
No sabe que era peor; si darse cuenta que todo ese suplicio había sido solo una pesadilla o la horrorosa realidad incierta a la que se enfrentó, a la que se enfrentaba desde hace semanas. Jimin estaba acostado en el espacio libre de la camilla de Jungkook en medio de la madrugada, el pillar de las máquinas lo arrullaban como cada noche. Para todos los enfermeros y médicos era normal verlo ahí, se lo permitían porque todos trataban de animarlo, es triste ver la forma en la que Jimin y su brillo se habían apagado, el omega aún sonríe, por supuesto que lo hace en algún momento de sus días porque su lobo no siente ningún dolor, Jungkook está vivo y tranquilo, su alfa está calmado y por lo tanto su omega también lo está, pero no Jimin, no su lado humano porque extraña a Jungkook y le hace mucha falta para volver a ser feliz, es consciente de todo lo que pasa y lo está matando lentamente, no ha comido bien, no ha dormido bien, nada está bien desde hace mucho tiempo
Son prácticamente dos meses de que Jungkook comenzó su viaje, casi un mes de que está en coma, en unos días ese plazo va a cumplirse y hay tanto dolor en su pecho que no puede hacer otra cosa más que dormir en sus ratos libres porque Jungkook no está despierto para alimentarlo como el omega mimado que es, Jungkook no está para limpiar las manchas que produce la comida al caer o para simplemente evitar que eso suceda; El alfa parece predecir cuando los alimentos se caerán de su tenedor y siempre logra evitar que pase. Jimin no quiere estudiar porque no lo necesita, va a la escuela solo para concluir su ciclo, sabe todo básicamente de memoria así que sus labores académicas las realiza en automático, toda su vida gira en torno a dormir porque tal vez así no sienta tanto la ausencia de cierto joven rizado.
Pero a veces dormir no es nada placentero ni reconfortante, a veces tiene pesadillas, las cuales son aún más recurrentes desde que Jungkook no lo abraza y acurruca contra su pecho justo como está haciéndolo en ese momento.
Con su brazo ceñido en la cintura del omega y su nariz enterrada en su cabello formando esos círculos que tanta tranquilidad le transmiten, Jimin se siente a salvo por primera vez en casi dos meses pero pronto lo asimila todo y se levanta de la cama de inmediato, su omega chilla por alejarse del contacto pero sus ojos son enormes una vez que ha encendido la luz, Jungkook tiene el ceño fruncido y se remueve en la cama con pereza mientras sus ojos se mantienen cerrados.
—¡Oh, por la luna! —Jimin susurra bajito—. Ricitos, despierta —habla más fuerte una vez que su cerebro asimiló que Jungkook estaba moviéndose por primera vez en semanas, tenía que traerlo de vuelta si es posible—, por favor, despierta.
—Shh, estoy aquí —habló el mayor con voz adormilada, removiéndose en la camilla—. Vuelve aquí, angelito —palmeó el lugar a su lado sin preocupación y los ojitos azules del omega se aguaron por escuchar su voz otra vez, era tan ronca por el tiempo transcurrido pero seguía siendo la mejor melodía que había escuchado, sobre todo ahora que la extrañó tanto. Caminó de prisa hacia la cama para presionar el botón que llamaba a los enfermeros de manera ansiosa.
—Abre los ojos, ricitos, ábrelos —necesitaba ver el verde de nuevo, lo ha extrañado tanto que necesitó verlo solo un segundo para que las lágrimas cayeran por sus ojos, está tan brillante como aquel día que lo vio por última vez—. ¡Por la luna, estás despierto! —exclamó una vez que el alfa obedeció a su petición muy confundido.
—¿Qué suce...? —parpadeó un poco para acostumbrarse a la semi oscuridad de la habitación y para que todo llegara a su mente, estaba en el hospital, recostado en una habitación con cables conectados y un omega, ¿su omega? mirándole con ojos enormes—. ¿Omega? —cuestiona pero no obtiene una respuesta directa, eso lo preocupó.
—¡Taehyung! —gritó el menor mientras sigue presionando el botón de llamado—. Ahora vengo —salió corriendo disparado de la habitación dejando a un alfa muy confundido, con ojos muy abiertos y desconcertados, preguntándose si esta vez... si ese despertar si había sido el definitivo...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro