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Debo doblegarme.

Después de la charla, Jungkook se sentía mucho más seguro, sabe que Jimin no lo dejará a pesar de los que él cree que son errores, su omega le ha demostrado amor y sabe que su amor es para siempre y a pesar de todo, así que ya no debe temer a nada, o a casi nada, sus piernas siguen temblando ante la idea de hablar con los padres de Jimin.

Observa a su alma gemela tomar el hoodie lila y colocárselo, un gruñido se forma en su pecho cuando la marca ha sido cubierta, quiere que la muestre y la presuma, que nunca la esconda, pero sabe que será solo por unos minutos hasta que hayan hablando adecuadamente con sus padres así que se contiene.

Bajan de la camioneta con decisión pero la mano de Jungkook no deja de aferrarse a la de Jimin para que el omega reparta caricias en ella, nunca ha mentido cuando dice que Jimin lo hace fuerte y lo llena de la valentía que a veces le hace falta. Abre la puerta de la casa y caminan hasta la sala de estar donde Hyungwon y Jiyoung se encuentran.

—¡Cachorro! —saluda Hyungwon, la pareja de alfas se pone de pie para abrazar a ambos jóvenes pero Jungkook retrocede y atrae a Jimin posesivamente para abrazarlo y pegar su espalda a su pecho emitiendo un gruñido bajo que desconcertaba a los mayores.

—Kook, son tus padres —susurra el omega para que solo Jungkook pueda oírlo.

—Pero son alfas —discute, los alfas son posesivos, Jungkook lo es más por su naturaleza pura, pero combinarlo con un celo próximo y la marca de unión recién hecha es algo que nadie sabía como resultaría para él.

—Y son tus padres, no tienes razones para cuidarme de ellos —dice palmeando el antebrazo que lo rodeaba por la cintura para apartarlo con cuidado. La pareja mayor los veía confundidos pero por sus mentes estaban pasando varias teorías al ver los cardenales que pintaban el cuello del alfa puro.

—Bien —dice con poca convicción pero separa al omega de su pecho sin soltarlo de la cintura, pagándolo siempre a su costado.

—¿Puedo saludar a Jimin o no? —cuestiona Jiyoung con diversión, su hijo solo rodó los ojos sin alegría alguna y guio a su omega hacia el sofá para que tomara asiento—. Mi cachorro está de mala.

—Buen día —Jimin sonríe hacia ella y agita su mano en el aire para saludarla, el corazón del alfa dio una vuelta completa al verlo y la sonrisa partió de nuevo su rostro.

—Solo está de malas con nosotros, mira como le sonríe a Jimin —habla Hyungwon entre risas y Jiyoung asiente de acuerdo.

—¡Basta! —dice con vergüenza el rizado—. Perdón por eso, pero no puedo evitarlo —se disculpa con la cabeza gacha, caminando hacia sus padres.

—No hay problema —su madre acaricia su mejilla y le levanta el rostro—. Dijiste que necesitaban hablar con nosotros, ¿qué es lo que sucede?

—¿Vamos a ser abuelos? —pregunta Hyungwon con los ojos brillosos y Jiyoung sonríe con él, ambos emocionados.

—¡No! —dice de inmediato el joven ojiverde.

—Técnicamente si son abuelos, Kook —el alfa voltea a ver a su omega con los ojos mostrando la confusión que lo ataca—. Adoptamos una perrita, su nombre es Tiza —relata y el alfa puro sonríe con él—, luego se las presentaremos, pero no es eso lo que íbamos a contarles —la sonrisa sigue en sus labios haciendo que sus suegros se contagien.

—Ayer fuimos con el médico —inicia con su relato y las caras sonrientes de los alfas flaquean al saber que el asunto es sobre la salud de su hijo, el temor los invade de inmediato y sus ojos se muestran preocupados, si Jungkook enfermaba de nueva cuenta ellos no lo soportarían.

—Cachorro... —Jiyoung habla con la voz ahogada por un nudo.

—No es nada malo, tranquilos —Jungkook agarra la mano de cada uno entre la suyas—, estoy mejor que bien, se los juro —su mirada era tranquila para transmitírselo a sus padres, cosa que funcionó, los alfas se relajaron visiblemente así que continuó—. El doctor dijo desde hace un tiempo que Jimin y yo teníamos que pasar nuestro celo juntos —el rostro del rizado se tiñe de rojo al hablar con sus progenitores—, el asunto es que dijo que mi lobo podía salirse de control y marcar a Jimin.

—Pero ustedes no quieren una marca aún —Hyungwon frunce el ceño aunque una idea está rondando por su mente desde que los vio entrar y cuando vio la posesividad que Jungkook tenía probablemente lo comprobó, pero le parece algo rápido para tener razón.

—Así era —ahora habla Jimin desde su asiento—, pero por el poco control que Kook tiene sobre su lobo era igual de arriesgado hacer una marca temporal así que decidimos que queríamos una permanente.

—Jimin y yo estamos enlazados —sonríe tímidamente, se siente tan bien decirlo, el orgullo infla su pecho y siente su piel erizarse ante la felicidad ajena, siente a Jimin como si fuera él mismo, siente su felicidad y alegría al escuchar lo pronunciado por sus labios.

—¿Qué? —exclaman los mayores, su tono fue neutral por la sorpresa pero rápidamente la alegría se plasmó en sus facciones y trataron de acercarse emocionados al omega pero una figura que conocían bien se interpuso con el ceño fruncido y los ojos negros, definitivamente el alfa no permitiría que nadie llegara a su preciado tesoro, ni ahora ni nunca, Jimin era solo suyo y no dejaría que nadie se le acercara.

—Será mejor que nos feliciten después —el omega sonríe en disculpa y los alfas comienzan a asentir entre risas, la actitud protectora que Jungkook muestra les enorgullece, saben que es un muy buen alfa y que va a cuidar de los suyos de la manera adecuada.

—No te preocupes, cielo —Jiyoung vuelve a su asiento—. Estoy muy feliz por ustedes, he visto el amor que se tienen y sé que van a ser muy felices.

—Pero, ¿y el cortejo? —Hyungwon cuestiona—. Lo acababan de iniciar, ¿cómo lo tomaron tus padres?

—Aún no se los decimos —la pena invadió su voz, el alfa estaba a su lado olfateando su cabello y apretando su mano, sus ojos aún eran oscuros y el ceño aún aparentaba molestia—. Iremos en un rato pero no creo que se molesten, les aseguro que estoy totalmente feliz con ésto y el cortejo era solo una formalidad, amo a Jungkook y sé que él me ama, esto fue lo mejor —la sonrisa de sus labios era enorme, hacía que sus ojitos se achicaran.

El alfa se perdió observándolo, en ese momento para él, no existían ni sus padres ni nada alrededor, solo era Jimin y su perfección frente a él, sus esferas verdes contemplaban anhelantes las finas facciones del menor, la forma en que sus párpados subían y bajaban y sus labios se abrían para soltar las palabras, su lobo estaba ansioso por llenarlo de besos y apretarlo fuerte contra si para cuidarlo de todo, pero el raciocinio de Jungkook debatía pues estaban en un lugar público, frente a sus padres, así que se limitó a sujetar la mano de Jimin y enterrar sus dedos entre los espacios vacíos de cada nudillo del omega.

—Les deseamos lo mejor, Jimin —Hyungwon sonreía hacia su hijo aunque este no le prestara ni la más mínima atención por estar embobado con la imagen de Jimin—. Si algún día Jungkook llega a hacer algo mal no dudes en decírnoslo, nosotros no criamos a un mal alfa.

—Nosotros ni siquiera criamos a un alfa, Hyung —ríe Jiyoung, refiriéndose al hecho de que Jungkook no aceptaba su naturaleza.

—Pero criaron una excelente persona —interrumpe Jimin—. Kook es más que un alfa, es el humano más asombroso que existe y quiero darles las gracias por educarlo de esa manera, es perfecto, sin saberlo, prepararon al hombre ideal para mi —sus labios se curvaron hacia arriba y sus ojos nuevamente se achicaron haciendo que Jungkook se rindiera ante si mismo, acunó su rostro con ambas manos y dejó varios besos por todo su rostro haciéndolo reír—. Kook, basta —habla entre carcajadas.

—Lo siento, bebé pero eres hermoso, necesitaba besarte —habla con los labios pegados a la mejilla del pequeño, con el aire que sus fosas nasales liberaban pegando justo en el pómulo sonrojado de Jimin.

—Lobito... —el alfa sintió su vergüenza y se alejó.

—Lo siento, bonito —se disculpa con él y luego mira a sus padres que sonreían divertidos—. Lo siento también —habla demasiado apenado, controlar a su lobo era cada vez más complicado.

—Déjalo ir, cachorro —niega su madre—. Ahora vengan a comer, mientras envuelvo el pastel que hice, se lo llevarán a los Park cuando vayan con ellos —avisa la alfa poniéndose de pie al igual que su esposo, los dos salieron rumbo a la cocina mientras el omega los imitaba pero el jalón en su muñeca lo hizo regresar unos pasos.

Sus piernas se separaron del suelo mientras Jungkook lo rodeaba por la cintura, unos labios atacaron su boca con ansia pero sin entrar en ella, solo era un choque brusco de labios que lo hizo suspirar, su mano acunaba la mejilla del alfa mientras la otra lo acercaba más a su pecho y evitaba que cayera.

—Listo —Jungkook lo dejó en el piso, pero no se alejó de él—, quería besarte, tanto —deja salir el aire que tenía contenido golpeando los labios de Jimin quien vuelve a besarlo rápidamente—. Gracias por hacerme fuerte —el omega sonrió y negó mientras limpiaba la humedad del labio superior de Jungkook con su pulgar.

—Ambos nos hacemos fuertes, amor —así ambos caminaron hacia la cocina para comer con la pareja que recién los había invitado, demasiado perdidos en su felicidad para replicar a nada de lo que se decía en la mesa.

✧✦✧

—Yoongi nos invitó a una fiesta de año nuevo —Jimin habla animado desde su asiento, tenía el teléfono en la mano mientras Jungkook miraba por la ventana de la camioneta, iban caminó a la residencia Park.

—¿Nos invitó o te invitó, cachorro? —la burla en su voz se hace presente.

—Nos invitó a ambos —aseguró mostrándole la pantalla de su móvil—. Claramente dice tu nombre también —regaña—, además es año nuevo, es claro que voy a pasarlo contigo, alfa bobo.

—Son tus amigos cielo, sería normal si solo te invitaban a ti —sonríe y golpea la nariz del menor con su dedo índice—, y también sería normal si tú quisieras ir sin mi.

—Pues yo no quiero eso —niega convencido—. ¿Tú quieres ir? —cuestiona con la esperanza haciendo relucir sus ojitos azules—. Será en un bar de... —agacha la mirada hacia su teléfono y busca la dirección—, no sé dónde queda eso, pero es en un bar —sonríe contagiando al rizado.

—Iremos si así lo quieres, bebé —lo rodea por los hombros y lo atrae hacia su costado tanto como el cinturón de seguridad se lo permite, el castaño se acerca a su oído y hace una cueva con sus manos para susurrarle.

—¿Crees que Zico asista si lo invitamos? —el mayor suelta una carcajada que Jimin cubrió con su manita—. Shh —siseó para que el alfa guardara silencio, Jungkook tomó la muñeca del pequeño y la separó de su rostro, no sin antes dejar un beso tierno en la palma.

—¿Estás pensando en lo que yo estoy pensando? —cuestiona cómplice y el menor asiente efusivo, Jungkook se acerca más al oído del chico y también hace una cueva para hablarle en susurros—. ¿Yoongi te ha dicho algo sobre el? —Jimin soltó una risilla mucho más discreta.

—No como tal —admite—, pero Taehyung dice que le preguntó y que se puso rojo de inmediato —su sonrisa era enorme mientras hablaba entre susurros—. ¿Crees que sea buena idea?

—Yo creo que si —habla en un tono más normal que convence al omega así que éste se acerca al centro de los asientos y se inclina hacia delante para estar cerca del chofer, pero eso no dura demasiado ya que Jungkook lo atrae de nuevo a su costado, demasiado renuente a que su precioso esté lejos de él y cerca de otra persona, coloca una mano en su muslo y esconde su nariz en su cuello para embriagarse de su aroma, se siente muy instintivo pero le encanta cuidar y oler a Jimin.

—¡Hola, Zico! —saluda como si no lo hubiera visto antes y como si no hubiera estado hablando sobre él con su alfa, el chofer soltó una risa.

—Hola, jefe —corresponde con alegría.

—No soy tu jefe —niega con el ceño fruncido.

—Si lo eres —ríe—, Jungkook me dijo que puedes darme ordenes, y además eres su omega lo cual me lleva a deducir que eres mi jefe —dice convencido con una sonrisa divertida que contagia al menor pero la de él se muestra más suspicaz ante la idea que se le ocurrió.

—Bien, entonces... —el ojiazul se encoje de hombros—, estás invitado a una fiesta de año nuevo, estarán mis amigos —explica—. Ya los conoces, son los médicos que trabajan conmigo —sus cejas suben y bajan sin vergüenza ante la insinuación de su voz, escuchó la risa de Jungkook pegada a su cuello pero lo ignoró olímpicamente.

—Emm... —el beta dudó y ladeó la cabeza.

—Oh, y no tienes opción a negarte —dice firme pero solo lucía tierno—. Es una orden que debes cumplir porque soy tu jefe —sentencia y el beta ríe junto con Jungkook.

—Jeon, tu omega es muy mandón —mira el retrovisor para encontrarse con los ojos verdes que mostraban diversión—. ¡Auch! —se queja cuando el alfa le da un golpe ligero en su cabeza—. No debes hacer eso cuando conduzco, puedo denunciarte por maltrato laboral —reniega a broma haciendo que el omega ría.

—No ofendas a mi chico —reprende sin seriedad, sabe que todo es broma y que su chofer aprecia a Jimin demasiado.

—No es ofensa, solo es una observación —siente a Jimin mirarlo con ojos encerrados—, y en vista de que no me dejas otra opción... estaré ahí, solo díganme la dirección y listo —sonríe hacia el ojiazul quien se recarga contra Jungkook con emoción en el rostro, el beta vuelve a enfocarse en el camino con una sonrisa en los labios, su empleo es genial, sus jefes son geniales y también sera genial ir a esa fiesta porque sabe las intenciones con las que el omega lo invitó y no le parecen nada mal.

✧✦✧

Al llegar a la casa de los Park todo fue difícil para ambos, explicar las circunstancias por las que se enlazaron parecía más sencillo después de haberlo hecho una vez, pero Jungkook se encontraba nervioso porque si alguien en este mundo tenía poder para alejarlo de Jimin, eran los padres del omega.

Jimin es una persona independiente y capaz de tomar sus decisiones, sin embargo, el alfa sabe que se pondría muy triste si sus padres se molestan, Jungkook nunca soportaría ver a Jimin sufrir, es por eso que su corazón se rompe cuando ve los ojos azules llenarse de lágrimas después de que Hyunbin los felicitó escuetamente.

—Estoy feliz por ustedes, chicos —dice simple con una sonrisa un poco falsa, Sunhwa y Shinhye ya los habían felicitado y ahora todos le prestaban atención al mayor—. Iré arriba porque tengo que revisar unas cosas del trabajo —el alfa se alejó y caminó por el pasillo.

—Lo siento tanto, no sé porqué actúa así —se disculpa Sunhwa—. Iré a...

—Yo hablaré con él —dice Jimin al ver que su padre se ha alejado, ladea su rostro y besa cortamente la mejilla de su alfa—, vuelvo en un momento —suelta su agarre y camina hacia la habitación que funciona como oficina para su padre, da unos toques pero nadie responde, abre la puerta y su confusión aumenta al no ver a nadie, así indaga por toda la casa sin éxito, resignado a que su padre no quería verlo, decide caminar hacia su habitación para buscar una chaqueta que quiere usar en días próximos, cuando gira la perilla puede ver a su padre sentado en la orilla de su cama—. Estuve buscándote por toda la casa —se sienta a su lado con extrañeza cuando el alfa gira el rostro y se limpia la mejilla.

—Quise pasar un momento, solamente —habla con voz tranquila, tenía uno de los osos de peluche favoritos del omega entre las manos.

—¿Estás molesto? —sí su padre se enoja con él sería muy triste. Su corazón duele solo por la idea, es claro que han tenido enfrentamientos como toda familia normal, las discusiones habituales sobre la conducta y cosas similares pero sabe que esto sería totalmente diferente.

—Nunca podría molestarme contigo, Minnie —niega con una sonrisa.

—¿Entonces por qué no me hablas como siempre? ¿Por qué te fuiste?

—Porque no podía verte crecer tan rápido —el nudo en su garganta le corta las palabras—. Eres mi cachorro, Minnie —despeina los cabellos de su hijo y continúa—, eres la luz de mi vida, tu hermana y tú son una parte de mi tanto como lo es tu madre y verte crecer me es complicado.

—Papá...

—Soy muy feliz por ti, te lo juro —se pone de pie y se coloca frente al ojiazul pellizcando su mejilla—. Fui el primero en alentarte para que vivieras tu historia con Jungkook, me alegra que encontraras a tu destinado pero... —nuevamente limpia su mejilla ante las lágrimas que se le escapó—, eres mi niño, me cuesta trabajo dejarte ir, sé que Jungkook es un muy buen alfa y una excelente persona, pero no puedo evitar querer cuidarte como cuando eras bebé, siempre voy a hacerlo —sonríe con la nostalgia embargándolo—. Quisiera que el tiempo volviera atrás y disfrutar más de tu infancia, o guardarte en una cajita con todos tus juguetes —levanta el oso que tenía en la mano—, quiero que disfrutes la vida como lo hacías en aquellos años, quiero que seas feliz.

—No dejaré de ser tu hijo nunca, soy tu cachorro y siempre necesitaré de ti —se levanta y abraza a su padre—, y te juro que soy muy feliz, a mi también me cuesta mucho crecer, ser independiente y...

—Tú siempre fuiste independiente, hijo —separa al menor por los hombros para mirarlo a los ojos—. Has llegado tan lejos y todo gracias a tu esfuerzo, nos ayudas con los gastos, nos ayudas con tu hermana, eres el mejor hijo que pudimos pedir, tú siempre has sido independiente y fuerte, pero ahora formarás una familia, tendrás un hogar propio y es difícil verte hacerlo cuando parece ayer cuando te sostenía entre mis manos.

—Te amo papá, eso siempre va a ser igual —abraza nuevamente al alfa—, no te pongas triste... —unos toques se escucharon en la puerta.

—¿Estás aquí, ángel? —la voz de Jungkook se escuchó amortiguada y los ojos azules se dirigieron a los de su progenitor para la petición silenciosa recibiendo un asentimiento.

—Pasa —alza la voz para que el alfa joven lo escuche adecuadamente.

—Amor, tu mamá sirvió el past... —se corta a si mismo al ver al padre de su chico frente él, no quiere avergonzarse, no quiere doblegarse y mostrarse débil, quiere demostrar su superioridad como su lobo lo dicta, los instintos de su casta superior quieren imponerse, pero también sabe que no puede hacerlo, no con ese alfa porque es el único que puede arrebatarle a su precioso tesoro, él y la omega que acaba de servirle pastel y un vaso de jugo, son las únicas personas capaces de arrebatarle lo más valioso que tiene, si ellos muestran oposición alguna a su relación no tendrá más remedio que rendirse porque nunca, jamás permitiría el sufrimiento de su omega, y un enojo con sus progenitores significaría dolor para él.

Aún que su pureza dicta superioridad, ante el alfa y la omega Park, él no es más que un chico pidiendo permiso para obtener al amor de su vida, depende de lo que ellos digan así que detiene sus pasos y agacha la cabeza.

—Yo... Te esperaré abajo —no puede ver a los ojos a Hyunbin, supone que está molesto y no quiere que lo tome como un desafío, no puede tomar riesgos.

—Ricitos, mi padre no está molesto —ríe tiernamente ante la actitud de su alfa, siente su preocupación y el debate interno donde la sumisión y el empoderamiento se enfrentan para ver cual será la utilizada en sus palabras.

—¿No? —cuestiona con alivio, sus ojos verdes por fin se levantaron del piso y los ubicó en el fino rostro de su pequeño amor para verle negar—. ¿De verdad? —pregunta ahora hacia el hombre al lado de Jimin.

—No, muchacho —sonríe a medias—, solo estoy un poco nostálgico pero realmente me alegra su unión —estira su mano hacia el alfa joven para que la tome—. Confío en ti Jungkook, te conozco desde hace muchos años y sé que vas a cuidar de mi cachorro.

—Se lo aseguro, él es lo más importante que tengo no hay nada que yo no haría por él —su voz sale firme y poderosa en el juramento que estaba haciendo, no había titubeos ni duda alguna en sus palabras.

—Me satisface oírlo, porque si Jimin sufre a causa tuya, no me importará que seas mi jefe, o de una casta mayor —sus ojos se encontraron con los verdes, no temiendo a su superioridad, por su cachorro era capaz de todo y necesitaba dejarlo claro—. Si Jimin sufre no me importará nada —su rostro es serio igual que el del menor, el alfa de Jungkook estaba tomando esas palabras como un desafío y era tan peligroso, no podía mantener el control con Jimin tan cerca.

Desde tiempos antiguos, cada alfa trata de enamorar a su pareja con las cualidades o rasgos representativos, sus habilidades y fortalezas eran un atractivo mucho mayor, es por eso que su lobo trataba a capa y espada de impresionar a su omega, no podía permitir que una casta inferior le superara delante de él, sea quien sea, pero el raciocinio peleaba nuevamente para que mantuviera la compostura, Jimin sintió la tensión que Jungkook experimentaba así que se interpuso entre ambos y sonrió hacia su padre.

—Vamos a comer pastel entonces —empujó suavemente a Jungkook para darle la vuelta y que sus ojos se apartaran de los de su padre, sin embargo el rizado opuso resistencia y apretó más la mano del mayor.

—Primero perdería la vida antes de dañar a Jimin de algún modo intencional, usted haría cualquier cosa por él pero yo también —inclina la cabeza hacia delante en señal de que terminó su declaración, recibe una sonrisa del alfa de los Park, ninguno ganó ese improvisado duelo de miradas pero ambos se sentían satisfechos con las conclusiones.

Jungkook camina nuevamente con la mano del omega estrechando la suya, sabe que esta semi discusión no tendrá ninguna rencilla con su suegro, pues es solo una especie de obligación que los padres adviertan a las parejas de sus hijos.

Ahora todo es tranquilidad en su pecho, ahora es libre de disfrutar la vida al lado de omega, mientras caminan de nuevo al comedor, al ver su mano unida a la del ojiazul se siente satisfecho por tener la dicha de sostener su mundo entero en una mano, nunca dejaría que nada lo haga soltarlo, comprende a Hyunbin por querer cuidarlo, pero ahora es turno de Jungkook para protegerlo de todo lo malo que pueda ponerse en su camino.

Es invisible para el mundo ajeno a ellos dos, pero la sangre de sus manos parece hervir ante el toque, sabe que será así por el resto de la eternidad que les queda por vivir, sabe que esa hermosa sensación nunca cambiará y tampoco quiere que lo haga, quiere pasearse de la mano con su chico y gritar a los cuatro vientos que ama ser un alfa, que ama cada parte de su naturaleza porque eso lo guio a Park Jimin y eso le permitió disfrutar de la preciosa sonrisa que ahora le regala.

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