Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Celo.

El año nuevo les estaba pintando demasiado bien, al salir del baño de aquel bar no permanecieron ahí demasiado, solo buscaron a sus amigos entre los tumultos de gente ebria y contenta, fingieron sorprenderse cuando vieron que Yoongi y Zico se estaban besando tiernamente así que optaron por no interrumpir y despedirse solo de Hoseok y Taehyung pero al salir apresurados hacia la parada de taxis, el miedo volvió a apoderarse del rizado.

—¿Estás bien? —Jimin colocó sus manos en las mejillas del más alto y lo obligó a mirarlo—. Alfa, estás temblando, ¿qué sucede?

No sabía cómo decirlo, no sabía cómo decirle a Jimin que tiene miedo de los conductores alcohólicos, que tiene miedo porque pasa de la una y a esa hora hay muchos idiotas en las calles que podrían ocasionar un accidente como el que él tuvo hace meses y que le quitó mucho tiempo de su vida. Habían salido la noche de navidad pero no se sintió así, no porque esa ocasión no era tan tarde cuando volvieron y él estaba manejando ridículamente lento, pero ahora era de madrugada, otra persona conducía y era un día festivo donde todos se alocaban demasiado.

—Nada, amor —lo atrajo a un abrazo y lo apretó tan fuerte como podía sin lastimarlo.

—Ricitos, dímelo —pide acariciando su espalda—. Dime lo que te pasa porque yo también lo siento, siento tu miedo, ¿qué te tiene así? —su gesto se vuelve triste y se separa del abrazo—. ¿Hice algo mal? No debimos hacer...

—No, bebé —niega apresurado y lo atrae de nuevo a su pecho—. Eres increíble y fue el mejor año nuevo de mi vida —ambos ríen un poco y sus mejillas se colorean aunque ninguno de los dos lo note—. Yo... no sé cómo explicarlo pero tengo miedo de los alcoholizados —Jimin ladeó el rostro confundido—. No puedo cuidarte de eso, yo traté de cuidarme a mi mismo hace meses pero no resultó —Jimin se separa para verlo a los ojos pero el alfa se cubre el rostro por la pena—. Yo no bebí ni un poco, recuerdo eso porque nunca lo hacía porque sabía que podía ocasionar un accidente y aún así alguien terminó estrellándose contra mi.

—Kook... —Jimin quitó cuidadosamente las manos de sus mejillas y se acercó a él para brindarle apoyo y que olfateara su aroma, el alfa lo hizo de inmediato, aferró sus manos a la cintura del omega e inhaló la vainilla y café que rondaban a su alrededor—. Tu accidente fue culpa de esa persona no tuya, no tienes motivos para ser tú quien se sienta tan terrible.

—Puedo cuidarte de muchas cosas pero no puedo cuidarte de cosas como esas y me siento impotente y con terror.

—No puedo prometer que nunca tendremos un accidente de ese tipo, amor —Jimin acaricia su mejilla con dulzura mientras él cierra los ojos y se aproxima al tacto—. Pero no puedes vivir con ese miedo, no puedes dejar que la irresponsabilidad de otros te arruine la vida de esa forma —se levanta de puntas para besar la frente del mayor—. Tú cumples perfectamente con ser el chico responsable cuidándote tú y a los demás, si las otras personas no cumplen con eso, no puedes hacer nada y debes aceptarlo.

—Pero...

—Sé que te es complicado, pero dime, ¿qué propones entonces? —ladea la cabeza esperando una respuesta que no llega porque el mayor no la tiene—. No hay nada por hacer, lobito —niega—, los accidentes ocurren a cada momento y no hay solución a eso, ¿quieres quedarte en casa para siempre para evitar a los automovilistas? ¿O nos envolverás a todos con plástico de burbujas? —sonríe al ver que el mayor ríe un poco por sus palabras.

—No suena tan mala idea —se burla aunque a su lobo realmente le parece una idea genial, así tendría a Jimin seguro y para él solo todo el día—. Sé que es tonto pero...

—No es tonto, nunca dije que lo fuera —sus ojos celestes transmitían la confianza que Jungkook necesitaba—. Solo no hay nada por hacer, pero si no te sientes seguro en un auto a altas horas de la noche entonces ya no saldremos tan tarde —sonríe—. Solo volvamos a casa ésta vez y las demás volveremos antes de las 11, ¿bien? —propone con una sonrisa.

—Te amo demasiado, ángel —besó sus labios cortamente, el alivio embarga su alma al saber que Jimin no lo tacha de raro y paranoico.

—Y yo a ti —lo abraza para esperar de nuevo en silencio al auto que los llevará al departamento, cuando éste llegó, Jungkook no permitió que el omega viajara pegado a él como es costumbre, lo sentó adecuadamente en el asiento trasero, abrochó el cinturón de seguridad y verificó que no se soltara de ninguna manera, el conductor lo veía extrañado por el retrovisor pero no lo interrumpió, nadie se atreve a interrumpir a un alfa puro que está protegiendo a su omega, cuando comenzaron el recorrido se aferró a su mano y la apretaba con algo de fuerza cuando veía un vehículo dirigirse de frente a ellos en el sentido contrario, sentía pánico y sabe que no está bien, pero después de todo no podía salir tan bien librado de ese choque.

✧✦✧

—Bebé... —Jungkook habló, ambos estaban sentados en el sillón, abrazados mientras el omega tenía sus piernas en la mesa ratona y el alfa lo rodeaba por la cintura y enterraba la cara en su cuello. Habían pasado 3 días del año nuevo y su celo estaba por comenzar, habían estado básicamente pegados el uno al otro, Jimin necesitaba el toque de Jungkook y su olor rodeándolo y Jungkook necesitaba tener a Jimin bajo su cuidado, y rodearlo con sus brazos, conforme el celo se aproximaba sus instintos salían más a flote, Jungkook siendo más posesivo y Jimin más sensible y tierno—. Tenemos una cosa de que hablar, es algo tarde pero tenía pena de preguntarlo —su voz sonaba ronca y amortiguada por la piel del cuello de Jimin, volvió a pasar su lengua por la marca de unión, era tan satisfactorio y sus ojos seguían brillando al verla.

—¿Qué cosa? —ladea su cabeza y parpadea lentamente en dirección a los ojos verdes.

—Ummm... —su pecho retumbó por el sonido pensante—. ¿Hay algo que te guste hacer en tu celo? ¿Algo que te haga sentir mejor o cosas así? —las mejillas del omega se colorearon y sus ojitos se abrieron visiblemente.

—¿P-Podrías decirme tú primero? —titubea, se pone nervioso al hablar directamente de esos temas y sobre todo porque si hay algo que él hace durante sus celos, sabe que es extraño considerando la actitud atrevida que tenía hace unos días en el bar, pero ahora está tan necesitado de afecto y mimos que no quiere decir nada que pueda quitarle los cariños de su alfa, no quiere estropearlo.

—Nunca pasé un celo verdadero, amor —su nariz acariciaba delicadamente la piel del menor—, así que no lo sé —besa tiernamente su mandíbula y lo mira a los ojos—. Ahora quiero que tú me digas lo necesario para hacerte sentir bien —anhelante y profundo verde se encontraba con el tímido azul que resaltaba por el rojo de las mejillas de Jimin.

—Tal vez debí decírtelo antes aunque no lo preguntaras —su voz suena avergonzada así que Jungkook se pone en alerta con preocupación—, así podrías arrepentirte de pasarlo conmigo.

—¿Qué cosa, bebé?

—Es vergonzoso, vas a creer que soy raro —hace un puchero pronunciado y sus ojos comienzan a llenarse de lágrimas.

—Nunca creería eso de ti, ángel —reprende y aprieta un poco el muslo del menor para tratar de que lo mire a los ojos—. Pero si debes decírmelo, no quiero hacer algo mal.

—Lo sé, pero... bien —suspira rendido y continúa—, como no pasaba mi celo con nadie trataba de sentirme cómodo y lindo para mi mismo, así descubrí que me gusta usar bragas y cosas bonitas que la gente cree que son solo para chicas —el silencio de Jungkook lo asustó así que se excusó de inmediato—. Me hacen sentir bonito y lo hago solo durante esos días, pero si no te agrada...

—No tiene que agradarme a mi, precioso —su boca estaba seca, no sabe cómo siquiera pudo hablar, su corazón quería salirse de su sitio, imaginarse a Jimin con bragas no es algo en lo que había pensado, pero ahora es todo lo que quiere ver, estar a un rato de su celo no ayuda en nada al calor que se agrupa en sus mejillas y todo su cuerpo—. Pero me encantará verte de esa forma.

—Ahora no solo voy a verme bonito para mi —cruza su pierna sobre las de Jungkook para quedar a horcajadas en su regazo, el alfa se siente tenso, nunca deja de sentirse así cuando el ambiente se calienta, no es que sea extraño solo sigue sintiéndose indigno de vivir eso con Jimin, el omega es un ángel al que nadie debería tener acceso—. Voy a tratar de verme bonito para ti también —sonríe entusiasmado por la idea de agradarle a su alfa.

—Tú ya eres hermoso ante mis ojos, amor —besa su cuello una sola vez—. Sin esfuerzos y sin prendas que te adornen, tú eres lo más hermoso que mis ojos tendrán la dicha de observar.

—¿De verdad? —sus ojitos brillaban hacia los verdes, necesitando cada confirmación de afecto y adoración para tener a su omega interior contento. Vio al alfa asentir convencido—. ¿Me quieres mucho? —ladea su rostro con expectativa.

—Te amo demasiado, no hay forma de que te diga cuánto porque ninguna unidad de medida alcanza —besa sus labios con amor.

—También te amo mucho, alfa —esconde su rostro en el cuello del mayor y ronronea al sentir la intensidad del tabaco combinándose con la humedad de la tierra, las manos del alfa lo sujetaban a cada costado de la cintura—. Iré a ducharme, lobito bonito —deja un beso en los labios del mayor y se levanta rápidamente, el alfa se obligó a ignorar el vacío que sintió entre sus brazos por no tener a su omega ahí, lo observó subir las escaleras y perderse en el pasillo.

Pasados unos minutos Jungkook no dejaba de sentir calor, todo era demasiado abrumador y su estómago tenía una extraña sensación, era como un agujero pero a la vez sentía como si estuviera saciado por completo, todo era confuso pero un vago recuerdo lo atacó cuando el dolor se instaló en su vientre bajo, se llevó así mismo 10 años atrás, en su primer celo, pareciera que alguien le apretaba el corazón y lo soltaban de pronto, se sentía sediento y la vainilla y el café parecían ser lo único que le aliviarían.

Ese aroma estaba por cada parte de la habitación, pero no era lo suficientemente fuerte para satisfacerlo, necesitaba la fuente cerca de él para sentirse en paz, así que con el dolor en su estómago se dirigió a la habitación donde sabía bien, que el dueño de sus más sucios pensamientos se encontraba, por su memoria no dejaban de reproducirse las imágenes mentales que había creado hace un rato, Jimin con lencería, su omega con bragas, encaje y brillos, su boca se hacía agua y no quedaba nada del raciocinio, ahora era solo el alfa buscando a su omega para hacerlo suyo nuevamente.

Al abrir la puerta lo encontró ahí, ajustando a su cintura el elástico de una linda falda de gasa blanca, que se transparentaba dejando ver unas bragas también blancas y preciosas, en los pies tenía unas calcetas delgadas de lana que solo llegaban hasta arriba del tobillo mientras que arriba de todo eso, cubriendo su delicado torso, solo se encontraba una bata de apariencia suave y transparente, todo era blanco dándole la imagen más angelical que había apreciado, se veía tan hermoso mientras le brindaba la vista de su preciosa espalda.

Un gruñido se atascó en su pecho al verlo alejarse de nuevo al baño ignorando su presencia, y como si fuera guiado por una mano hechicera el omega se giró hacia él, observando sus ojos oscuros como la noche y sus colmillos afilados salir de su boca entreabierta, un jadeo salió de los gruesos labios del ojiazul al percibir el tabaco, tan persistente y penetrante en sus fosas nasales, su propio estómago dolió, ambos sabían lo que pasaba.

—Eres un verdadero ángel —habló ronco sin despegar su mirada del chico, sus manos estaban quemándose, quería tocarlo tan fuerte que sus dedos se quedaran marcados sobre su piel por días, se sentía culpable por querer arruinar su suavidad, pero ese chico es suyo, le pertenece y quiere que cada parte del él esté impregnado de sus manos y esencia, quiere anudarlo y arroparlo a su pecho, quiere hacerlo suyo hasta que ninguno de los dos pueda más, en otras circunstancias Jungkook lucharía por quitar esos pensamientos de su mente, detestaría cada consideración impúdica hacia el menor pero con esa imagen y siendo Jimin el amor de su vida, se sentía tan bien al dejar a su lobo tomar el control de todo.

—A-Alfa —sus piernas se doblegaron un poco ante la imponente presencia de su alfa, lo necesitaba tanto junto a él, necesitaba sus manos recorriendo cada espacio de su cuerpo y haciéndolo vibrar como otras veces lo ha hecho, quiere que lo reclame hasta el cansancio y satisfaga cada una de las necesidades que su cuerpo le añora.

—Modela para mi, amor —el mayor se contuvo así mismo, quiere disfrutar más tiempo de la imagen tan linda que su omega le regla, quiere verlo completo en esa ropa tan linda que se ha puesto y quiere asegurarle que es lo más hermoso sobre la faz de la tierra—. Quiero verte —un gruñido salió de su boca cuando tomó asiento al pie de la cama, contemplando por completo la imagen de Jimin emocionado y extasiado.

El ojiazul sonrió, quería que su alfa lo tomara ya mismo pero también quería que le dijera todas esas palabras lindas que lo hacen sentir sensual y deseado, quiere que alimente su ego diciéndole lo suave o lindo que se ve usando esas prendas o con tan solo su mirada; los ojos de Jungkook le transmiten tantas cosas y ama eso. Camina con sigilo hacia la figura de Jungkook, sus ojos nunca se despegan de los ajenos incrementando la tensión, sus pequeñas manos se colocan en los hombros del alfa y una de sus rodillas se sitúa entre las dos del otro.

Mueve su cadera en movimientos lentos aunque no hay ninguna música que lo acompañe, solo es de un lado al otro contoneando su cadera para que el alfa le mire, libera su aroma para atraerlo más y sonríe de puro gozo al escuchar el sonido gutural que se libera de la boca de Jungkook.

—Vas a volverme loco, bebé —Jeon tenía las manos en la cama apretando las sábanas en puños tratando de evitarse a si mismo el placer de tomar a Jimin de una vez por todas—. Te deseo tan mal ahora mismo, esa falda va a matarme.

El omega se giró con delicadeza, dándole el privilegio de observar su redondo y bien formado trasero cubierto por la falda además de las bragas que estaban volviendo loco al de rizos, en un impulso por ser más atrevido se agachó un poco, dejando las piernas estiradas y haciendo que sus glúteos sobresalieran más, Jungkook no puedo resistirse y frotó sus manos contra cada una de sus mejillas traseras, disfrutando al máximo la experiencia pero Jimin retiró sus manos con un manotazo.

—Aún no termino, alfa —se levantó y miró encima de su hombro con ojos inocentes y caprichosos.

—Lo siento, angelito —gruñó por la contención y con sufrimiento regresó sus manos al colchón—. Es que quiero tocarte, necesito tocarte porque eres tan... —los movimientos de cadera iniciaron nuevamente silenciando al ojiverde, era incapaz de verlo por tanto tiempo sin tocarlo, se sentía tan dichoso, todos debían envidiarlo, todos debían odiarlo por ser el único que puede contemplar esas escenas, Jimin moviéndose de un lado al otro de manera sensual y levantando las más oscuras pasiones de quien lo viera, sin embargo, Jungkook era el único y lo sería por siempre.

El omega se sintió complacido con su actuación y ahora quería llevar al alfa al límite para que por fin pudiera tomarlo, el dolor en su vientre estaba haciéndose insoportable y comenzaba a sentirse vacío así que decidido, tomó asiento en las piernas del mayor quedando aún de espaldas a él y comenzó a hacer movimientos circulares con su cadera.

—¿Te gusto mucho? —cuestiona, al sentir la dureza entre las piernas ajenas solo quería escuchar que él era el causante de eso.

—Me fascinas, mi amor —suspira por el alivio que las fricciones están dando a su erección—. Eres mi pecado favorito, luciendo tan suave y delicado pero siendo tan tentador.

—Tócame, alfa —sus manos buscan las de Jungkook para llevarlas a su cadera—. Te necesito.

—Me estaba quemando sin hacerlo —sucumbe a las peticiones y mete sus manos dentro de la bata para acariciar la suave piel de su pancita, sus labios se dirigen al cuello para besarlo húmedamente—. Voy a llenarte tanto, vas a estar repleto de mis cachorros —reforzó el agarre sobre su estómago, desabrochó la bata para deslizarla por uno de sus hombros y poder repartir besos en su piel desnuda.

—Lo quiero alfa, necesito tenerte ahora —movió su cadera para que sintiera la humedad desbordante que su ropa interior portaba, la erección se friccionó contra ella—. Ahh quiero más, necesito más, me duele —suplicaba echando la cabeza atrás para recargar su nuca en el hombro del mayor que estaba demasiado enfocado en disfrutar del terciopelo de su piel—. Quiero tus cachorros en mi, alfa —Jungkook liberó un gruñido—. Ahora —alargó la última vocal en un gemido que hizo que la erección del más alto palpitara.

—Sabes que no puedo negarte nada, amor —se puso de pie y lanzó al omega a la cama cuidando siempre que no se lastimara.

—Aquí no, llévame al nido —rechista acercándose a gatas hacia el alfa quien lo tomó por los muslos para que enroscara sus piernas en la cadera—. Alfa, duele mucho —sus quejas estaban justo en el oído del mayor haciendo que su entrepierna doliera de la misma forma.

—Voy a aliviarte, bebé —abrió la puerta del nido y de nuevo lanzó al chico en él—. ¿Puedo pasar?

—Puedes, siempre puedes —asiente efusivo para después recostarse con las piernas abiertas y rodillas flexionadas dejando lugar para que el de rizos se acomodara entre ellas.

—No quiero quitarte tu preciosa falda pero esas braguitas tendrán que irse —murmura en su cuello cuando lo besaba.

—Haz lo que quieras, ya me siento hermoso —se sostenía por los hombros del más alto mientras elevaba la cadera buscando más contacto.

—Lo eres, bebé —de un jalón baja la ropa interior sacándole un jadeo al omega—. Eres el más precioso omega del mundo y eres solo mío —raspó sus dientes en la cicatriz, sus cuerpos se retorcieron del placer que eso les dio, siendo casi eléctrico y tan malditamente gratificante.

—A-Ahh si —sus manos despeinaban el cabello del mayor—. Kook... ¡Hazlo ya, duele! Necesito tu nudo d-dentro ahora —demanda con urgencia.

—Necesito prepararte —lame sus labios mientras tantea bajo la falta y encontrar así el agujero del chico para poder pasar dos de sus dedos por el borde por unos segundos, disfrutando de la imagen desecha de Jimin, los metió de una vez, el lubricante le hacía fácil el trabajo y quería rugir por eso, por ser él quien podía tener a Jimin de esta forma—. Te sientes tan húmedo y dispuesto —metía y sacaba sus dedos, abriendo y doblándolos para generar menos dolor.

—Estoy... ¡Alfa, ha-hazlo ya! —gemía con necesidad—. Duele, necesito más, necesito que me tomes —ambos estaban hambrientos de poseerse, de tenerse tan cerca que no supieran donde iniciaba el cuerpo de uno y terminaba el del otro, necesitaban sus pieles chocando hasta ver estrellas pero en el alfa siempre iba a liderar el instinto de protección con su omega, no podía lastimarlo de ninguna forma—. ¡Anúdame! —impulsaba sus caderas para que los dedos del alfa llegaran más profundo pero nada parecía aliviar su sufrimiento.

¡Basta! —ruge con su voz alfa y el omega se estremece por ello quedándose quieto—. Vas a lastimarte, amor —lame la marca de apareamiento como una disculpa por su comportamiento—. Duele, lo sé pero no puedes lastimarte de esa manera —lamía y besaba su cuello sacándole suspiros—. Perdón por hablarte así —habla separando de su rostro mientras desabrocha sus pantalones y lo retira al mismo tiempo que la ropa interior, vuelve al cuello del omega y fricciona su mejilla en la zona.

—Te perdono alfa —gime—, pero duele —tiró su cabeza hacia atrás a la vez que Jungkook colocaba sus manos a cada lado de la misma para sostenerse.

—Ya voy, ángel —el alfa alineó su erección con la entrada húmeda del omega y comenzó a entrar lentamente, y aunque su naturaleza dictaba que entrara de una vez y lo penetrara constantemente para satisfacer sus necesidades, nunca nada sería más importante que el bienestar de su precioso amor. Una vez que estuvo dentro y Jimin había palmeado sus hombros para que se moviera comenzó a moverse a paso lento.

—¡Ah, si! —suspiró aliviado el de orbes cerúleo cuando se sintió lleno y sus paredes eran estiradas por la longitud del alfa—. M-Más rápido —tenía la cabeza hacia atrás y sus manos se aferraban a la espalda baja del mayor.

—Tan bueno —gruñó el alfa mientras veía los gestos de placer que provocaba en su chico, con las rodillas tomaba el impulso necesario para llegar más lejos en cada estocada—. Apretado y húmedo.

—M-Más Kook, más ra-rápido —gemía entre las penetraciones que aceleraron su velocidad ante las súplicas—. ¡Si, si justo ahí! —curvó su espalda y arañó la del alfa que se dejó caer sobre su cuerpo para poder besarle en el cuello y deleitarse con su aroma sin parar con los movimientos.

—Mío —mordió suavemente sobre la marca, sin traspasar la piel pero la sensación provocó que el omega se corriera manchando ambos torsos, dos estocadas más y el clímax del alfa había llegado también, el nudo comenzó a crecer dentro del omega haciéndolo gimotear de placer por estar cada vez más lleno—. Mis cachorros están en ti ahora, amor —lamía su cuello con desesperación—. Y algún día se quedarán ahí y te verás tan hermoso —sus ojos brillaban tan oscuros y posesivos ante la idea, los ladeó en la cama y colocó su nariz en la mejilla del chico tratando de limpiar las lágrimas de excitación que salieron de sus ojos—. Te voy a cuidar siempre, amor.

—Te amo, ricitos —a tientas buscó la mano del alfa para entrelazar sus dedos.

—¿Te duele algo? ¿Estás bien? —pregunta con más tranquilidad en su ser, su lobo se encontraba tranquilo y estaban en el período de calma durante cada ola de necesidad.

—Estoy bien, solo tengo sueño —se acurrucó más cerca de Jungkook para que este lo abrazara.

—Descansa, bonito. Yo cuido tu sueño —acaricia su flequillo y lo arrulla delicadamente con tarareos hasta que el omega ha caído rendido. Una sonrisa se dibuja en su rostro, nunca había pasado un celo con nadie, no era tan doloroso gracias a los supresores pero si sufría, sin embargo, ahora fue tan diferente; hubo dolor y fuerte, pero se sentía diferente, tenía esa pasión intensa y ansias por tocar a Jimin a cada momento, pero el dolor era diferente al saber que pronto tendría lo que necesitaba, su lobo se sentía seguro y en paz al saber que no necesitaba llamar a nadie y no necesitaba retorcerse por ayuda porque ya tenía a su alma gemela consigo.

✧✦✧

El sueño de Jimin se vio interrumpido por Jungkook que aspiraba ansioso en su cuello, escuchaba las inhalaciones pesadas que tomaba para embriagarse de la vainilla, el omega se sintió sonrojado porque aún no se sentía de aquella forma, pero comprendía que la necesidad del otro sería distinta ante la falta de celos adecuados y la condición que su alfa experimentaba, su omega y él querían ayudarlo y aliviarlo.

—Intento contenerlo, te lo juro —dice amortiguado por su cuello—. No quería despertarte pero duele —los papeles se habían invertido de alguna forma, ahora Jungkook era quien sentía más dolor.

—¡Oh, pobre alfa! —acaricia su espalda con dulzura.

—Ayúdame amor, te necesito —rodeó al menor por la cintura y giró sus cuerpos para que el omega quedara sobre él, necesitaba tenerlo cerca, tan cerca como fuera posible.

—Estoy aquí, voy a ayudarte —la sensación conocida se comenzó a formar en su vientre bajo. Su omega estaba respondiendo al llamado de su alfa y por ello su calor se estaba apresurando, ahora quería ayudar al lobo mayor y ayudarse así mismo al mismo tiempo.

—Quiero sentirte, necesito sentirte —sus ojos negros penetraban el alma del omega mientras lo apresaba entre sus brazos, el menor comenzó a liberar su aroma para tratar de apaciguar su dolor, aprovechó la posición para mover su cadera y que la tela de la falda que aún portaba se frotara contra el ya erecto pene del otro—. Ahh... —el alfa gimió por la satisfacción—. A ti, te quiero a ti.

—Siéntate, lobito —pidió dejando un beso en su pectoral y quitándose de encima para que le obedeciera—. Tranquilo —Jimin se sentó a horcajadas sobre el regazo del alfa, sus manos fueron a los hombros contrarios mientras el ojiverde dejaba una fila de besos húmedos desde su barbilla hasta sus clavículas prestando especial atención a la marca de unión, los jadeos comenzaron a escucharse por toda la habitación.

—A-Alfa —su voz se cortaba cada vez que el mayor deslizaba su lengua por la marca—, v-voy a montarte —movió sus caderas haciendo que sus erecciones se frotaran entre si—. Dame un beso, voy a ayudarte pero dame un beso.

—No necesitas pedírmelos, te lo dije desde el primer beso —susurró con la voz gruesa para succionar una porción del cuello del ojiazul—. Soy tuyo —elevó su rostro para encontrarse con el suyo y sus labios se acariciaron, suspiros salían cuando se intercalaban para estar arriba, pronto el beso se volvió más desordenado y demandante.

—Mi alfa —jadeó en sus labios y se levantó un poco apoyándose en las rodillas, se alineó en la prominente erección.

—No —Jungkook gruñó y Jimin no logró sentarse porque sintió un dedo penetrándolo de a poco—. Yo también te necesito pero no puedes lastimarte —lo metía y lo sacaba para después ingresar otro haciendo que el menor se deshiciera del placer.

—No lo necesito, estoy listo —replica pero al segundo siguiente sus gemidos lo contradicen—. ¡Oh si, si! —canturreaba delirante cuando las yemas de los dedos acariciaron el lugar exacto, movió su cadera en movimientos circulares para que los dedos de su alfa llegaran a más rincones de su interior—. ¡Oh Dios, si! —había llegado al fondo provocando que el omega sintiera el placer recorriendo cada parte de su cuerpo, el alfa siguió golpeando ese mismo punto algunas veces—. Ya, estoy listo, de-déjame hacerlo —pidió entre gimoteos.

—Ahora si, bebé —los dedos que anteriormente estuvieron dentro de Jimin pasaron a su boca donde los saboreó hambriento—. ¡Sabes tan bien, amor! —le devoró la boca ansioso mientras el chico se levantaba de nueva cuenta y se alineaba con el pene erecto del alfa—. ¡Ah joder, tan bueno! —un gemido ronco salió de su garganta cuando el omega se dejó caer sobre él, penetrándose de una sola estocada.

El ojiazul cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás para comenzar a impulsarse en movimientos continuos, subía y bajaba a la par que su cadera giraba creando nuevas sensaciones en ambos.

—Joder —gruñó el ojiverde—. ¡Si Jim, así! —gemía extasiado con el meneo que el otro estaba realizando, sus manos dejaban huella en las caderas ajenas, las apretaba fuertemente en cada introducción y sus labios marcaban cada parte de su cuello, las manchas rojizas estaban apareciendo por los besos y mordisqueos que dejaba, y la unión brillaba por la saliva que el ojiverde dejaba al pasar su lengua por ahí.

—Te amo, alfa —sus movimientos se fueron haciendo lentos y menos precisos, sus piernas comenzaban a doler, Jungkook se acomodó con espalda pegada por completo a la cabecera y apretó la cintura del omega con ambas manos, ayudaba a que el menor subiera y bajara mientras estaba completamente ido en el placer, apresuraba los movimientos tratando de que el ojiazul llegara al éxtasis—. Kook, y-ya no puedo, lo s-siento —comprendió que sus piernas dolían demasiado así que invirtió las posiciones dejando al menor recostado sobre la cama.

Comenzó con nuevos impulsos, las penetraciones eran rudas mientras se besaban con desesperación, sus pechos latiendo a un ritmo anormal por el ejercicio y por las sensaciones que sus cuerpos estaban experimentando.

—¡A-Alfa! —gruñó alto, la mano del ojiverde viajó a la erección de Jimin mientras seguía penetrando, comenzó a bombear y el menor se perdió por completo, era solo gemidos de satisfacción absoluta, sus ojos se giraron cuando un chorro de líquido blanquecino salió expulsado de su pene, su cuerpo se debilitó y su mente se perdió en el orgasmo, el alfa golpeó unas cuantas veces más dentro de él hasta que su clímax llegó y su nudo creció amarrándolo al omega.

—Eres lo mejor que me ha pasado, te amo tanto —se dejó caer a un lado del menor y comenzó a acariciar su adormilado rostro—. Perdón por despertarte, mi vida.

—No hay problema, igual lo disfruto —sonríe con los ojos cerrados buscando el hueco del cuello del alfa para esconderse ahí.

—¿Si? —cuestiona con un tono travieso haciendo reír al menor—. Descansa, cachorrito —lo abrazó más fuerte y cerró los ojos con él para descansar también.

✧✦✧

Jungkook estaba cortando algo de fruta para llevársela a Jimin quien dormía plácidamente en el nido, tenían dos días comiendo nada más que eso y barras de fruta, había empaques por doquier y su alfa quería sentirse molesto, de verdad que si, no podía descuidar la salud de Jimin pero aunque sus descansos se han estado alargando, el tiempo no le alcanzaba para nada más que eso, así que se consolaba así mismo con la idea de alimentar bien a su chico después del celo.

Tomó el empaque de croquetas de Tiza y se encaminó a la habitación donde la habían dejado con el juguete de peluche y los cojines al alcance para jugar, al entrar la cachorra le ladró por desconocimiento, el alfa sintió tristeza en su pecho, cree que fue por el ladrido, pero luego la perrita movió la cola contenta y se paró en dos patas recargándose en la pierna del alfa haciéndolo sonreír y olvidarse del sentimiento amargo.

—Hola, pequeñita —saluda tiernamente—, toma —le sirvió una medida adecuada y verificó que tuviera agua suficiente, tomó un cambio de ropa para él y para Jimin y salió de nuevo rumbo a la cocina encontrando a Park acostado de lado en el piso con la espalda recargada en la isla, sus ojos llenos de lágrimas viendo a la nada y un puchero tierno en los labios, tenía puesta unas bragas azul celeste con olanes de tul, se ajustaban hermosamente a su cadera y abrazaban su cintura de manera preciosa, Jungkook tragó saliva al recordar la imagen que su trasero le obsequió al irse del nido, tan pomposo y levantado.

—¿Qué pasa bebé? No debiste bajar —al escuchar su voz los ojos de Jimin se posaron en él, se levantó de inmediato y corrió para enrollar las piernas en su cadera y abrazarlo por el cuello.

—¡No vuelvas a irte! —reclamó con tristeza mientras lloraba, Jungkook ahora sabe que la tristeza que sintió no fue porque Tiza lo desconociera, se regaña por no reconocerlo a pesar de la fuerza de su lazo—. T-Tuve una pesadilla horrible y hace m-mucho calor —se queja entre sollozos.

—¡Oh, mi niño! —lo aleja un poco para besar su frente—. Lo siento, pero necesitas comer y estaba cortando la fruta, ¿quieres contarme tu sueño?

—No quiero —se aferra de nuevo al otro pegando su mejilla a la del alfa y rodeando su cuello con los brazos—. Y tampoco voy a comer —habla con berrinche.

—Amor, debes comer —aprieta uno de sus muslos para incitarlo a salir pero no lo hizo, tomó el contenedor y caminó con él en brazos hasta la mesa del comedor—. Bebé... —el omega salió de su escondite con los ojos brillosos—, tu estómago ruge, necesito cuidarte —besa su mejilla y sonríe cuando el menor abre la boca esperando la comida—. Ese es mi omega —besa la mejilla llenita de fruta y continúa—, ahora háblame de tu sueño, bonito.

—No, era de ese alfa feo que trató de reclamarme en el hospital —el pecho de Jungkook se habría desgarrado si contenía el rugido que soltó, usualmente la voz de alfa de Jungkook o los gruñidos no afectaban a Jimin pero ahora su omega está tan sensible que todo lo estremece—. ¡No hagas eso! —se pone a llorar y Jungkook se obligó a dejar de lado su molestia.

—Lo siento, lo siento —abraza de nuevo a su chico para reconfortarlo—. No volverá a pasar, ¿quieres seguirme contando?

—No, fue sobre ese día y no quiero recordarlo —las lágrimas en sus ojos y el labio inferior sobresaliente le dicen a Jungkook que no insista, así que no lo hace y solo se dedica a seguir alimentando a su omega quien minutos después, se ha sentado adecuadamente sobre sus piernas, con la espalda pegada a su pecho, le ha quitado el tenedor de la mano y se ha puesto a comer solo—. Está muy rica la fruta, gracias alfa —sonríe en su dirección.

—No es nada, cielo —sus manos acariciaban la cintura del ojiazul mientras lo observaba comer, un espectáculo digno de ternura, con las mejillas llenas y los labios brillantes. El alfa olfateó la parte trasera de su cuello y tal vez no debió hacerlo con tanta profundidad porque la vainilla se instaló en sus pulmones obligándole a ir por más, sintió su estómago tensionarse y sus manos apretaron más la piel de Park—. Jim... —el llamado fue necesitado y jadeante haciendo que los ojos azules se posaran en los suyos por encima del hombro logrando que perdiera el control de sus acciones, dando paso a sus instintos y bajas pasiones, adentró sus manos en la zona delantera de la ropa interior de omega.

—Alf... —se vio interrumpido por si mismo cuando el aire se le fue de los pulmones, Jungkook acariciaba su falo con avidez y su propio vientre comenzó a rogar por más, por sentir más de las manos del alfa por todo su cuerpo, tenía manchas rojizas en casi cada parte de su piel pero aún así quería más.

—Vamos, pídemelo —mientras una de sus manos seguía masajeando la erección del omega, la otra tomó a Jimin del cuello y lo empujó más hacia atrás, para que su espalda chocara de lleno con el pecho del mayor, lo sujetaba con fuerza por la barbilla pero no lo suficiente para dañarlo, nunca para dañarlo, habló en su oído con un susurro—. Quiero oírte, bebé.

—Ahhh alfa —se retorció de placer provocando que su trasero pudiera sentir de primera mano la dureza que Jungkook portaba—. M-Más, te necesito.

—Y yo te necesito a ti, omega —empujó ligeramente al chico para que se pusiera de pie, lo imitó de inmediato, Jimin quiso girar su cuerpo para estar frente a frente pero Jungkook lo impidió, lo regresó a su posición y sus manos en la cintura del menor fueron escalando con lentitud hasta posarse en sus omóplatos y empujaron de nuevo hacia el frente para inclinarlo sobre la mesa.

—Kook... —habló jadeante con la mejilla contra la madera.

—Voy a tomarte justo aquí —acariciaba su espalda con ambas manos y contemplaba el precioso trasero elevado, los olanes le daban más volumen, su boca estaba haciéndose agua por completo, una sonrisa interrumpió sus pensamientos cuando vio los pies de Jimin que apenas podían tocar el piso, parado en puntas con unas lindas calcetas al tobillo de un color parecido al de las bragas, su omega era lo más bonito de este mundo.

—El nido... —pidió con un gemido—, por favor.

—Cielo, todo éste departamento es tu nido, solo tuyo —deslizó sus dedos dentro del elástico de la braga—. Todo es tuyo, trabajé mucho para conseguirlo y mejorarlo, no sabía que existías y ni siquiera sabía que quería conocerte —bajó la ropa interior—, pero esto ya era tuyo, siempre ha sido tuyo —amasa sus glúteos separándolos un poco y observando la entrada desbordante—. ¿Me dejarás tomarte aquí?

—¡S-Si alfa! —se retorció un poco bajo las manos del otro—. Por favor, te necesito.

—Primero quiero tenerte en mi boca —se colocó en cuclillas y colocó su rostro demasiado cerca de la entrada del omega, su aliento pegando de lleno ahí y aspirando la vainilla y el café tan intensamente embriagantes, deslizó la lengua para recolectar el lubricante y el cuerpo bajo sus manos se estremeció.

—¡Oh Luna! —voz entrecortada y cuerpo tembloroso que fueron acompañados por el sonido de cristal quebrándose, había tirado el recipiente de la fruta provocando que se rompiera en su choque contra el suelo—. S-Sigue —lo alienta cuando sintió que se detuvo, sabe que quería cuidar que todo estuviera bien y lo agradece, pero agradecerá aún más que siga brindándole el placer—. ¡A-Ahh si! —se entusiasma cuando los labios de Jungkook se retuercen contra su músculo, siente las succiones y su lengua tratando de abrirlo aún más.

—Nunca me cansaré de probarte —habla pegado a él con las palabras amortiguadas por la piel del ojiazul—. Eres mi sabor favorito —su lengua se adentra al interior y el grito placentero de Jimin lo hace sentirse orgulloso. Mueve su lengua repetidas veces y saborea hasta la última gota que el omega le otorga, cada una tan deliciosa y dulce. Intercala su lengua con un dedo en repetidas ocasiones para después ponerse y penetrarlo con dos de sus dedos.

—Tú, te quiero a ti —el omega ordena con un gruñido que era más tierno que intimidante sin embargo el alfa le obedeció, sacó sus dedos y alineó su erección con el agujero húmedo, quería rugir ahí mismo por la imagen que estaba disfrutando, Jimin con la boca entreabierta completamente acostado contra la mesa mientras Jungkook le sostenía por uno de los hombros, sus manos abiertas con la palma sobre la mesa y sus piernas completamente estiradas para sujetarse al piso.

Entrar fue tan placentero que lo hizo lentamente disfrutando a cada segundo de la sensación de Jimin abrazando su miembro, el dolor parecía disiparse de su estómago y el orgullo crecía en su pecho por los gemidos que inundaban el lugar, Jimin estaba deshaciéndose bajo su tacto.

—Muévete, Kook —apuró—. Necesi... ¡Ah si! —se interrumpió cuando Jeon dio la primer estocada lenta, sintió las grandes manos sujetarlo por la cadera, estaba seguro que tendría moretones por semanas, tendría las manos de su alfa marcadas en la piel por el tiempo suficiente para memorizarse sus huellas—. M-Más rápido —pedía con exigencia y el alfa se lo otorgó.

Jungkook plantó bien sus pies en el suelo y con su rodilla obligó a Jimin para que abriera más las piernas, como sus extremidades bajas no daban para más las dobló en el aire y se sostuvo con más fuerza a la mesa, al comenzar con las penetraciones estas se volvieron más certeras y enloquecían por completo el menor al tocar justo en el punto destinado al placer, con cada uno de sus movimientos el mueble parecía tambalearse y el sonido de pieles encontrándose era tan morboso y excitante, los motivaba a seguir adelante y apresurarse a cada vez.

—Eres mejor cada vez, siempre tan bueno —el alfa hablaba entre penetraciones—. Vas a estar lleno de mi, mi amor —colocó una mano en la espalda baja del omega y tomaba impuso con las piernas para llegar más profundo pero se obligó a parar—. Ven —salió de Jimin e ignoró el gruñido que éste soltó al sentirse vacío, el alfa lo guio hasta el sofá pero no dejó que se sentara, Jimin terminó arrodillado en el asiento con las manos recargadas en el espaldar y Jungkook en su espalda embistiéndolo de nueva cuenta, una mano del alfa estaba en su pancita sujetando con posesión y la otra lo tomaba por el frente de su cuello obligándole a echar la cabeza para atrás y ladearla para poder besarlo a gusto propio mientras los movimientos no paraban, contrario a esto se hacían más veloces cada vez y ambos estaban llegando al clímax.

—A-Alfa —Jimin boqueaba contra sus labios—. M-Más.

—Vas a terminar conmigo, cielo —liberó el cuello ajeno y llevó su mano a la erección del ojiazul, comenzó a masajearla y bombear en ella—. Solo tú puedes, para eso soy tuyo —esa última frase fue el impulso que el menor necesitaba para alcanzar la cima y derramarse en la mano del alfa, unas estocadas más y el alfa igualó su condición dentro del omega quién suspiró contento por la sensación, la mano de Jungkook seguía acariciando su vientre para apaciguar sus espasmos.

Unos minutos después, Jungkook los acomodó en el sofá, la espalda de Jimin pegada a su pecho y sus brazos rodeando al omega por la cintura, sus respiraciones mucho más tranquilas y sus mentes despejadas del calor anterior.

—Te amo, bebé —besó su mejilla y la marca en su cuello, el omega sonrió con los ojos cerrados y Jungkook dejó su nariz ahí, en el cuello del chico para disfrutar de la vainilla que desprendía—. Eres tan precioso —sus dedos acariciaron su barriguita para hacerle cosquillas.

—Y yo te amo a ti, lobito —rió por la caricia y ambos se adormecieron por un momento, aún no terminaban sus celos pero sabían que se tenían el uno al otro para aliviarse cuando fuera necesario, sus lobos siendo felices por al fin complacerse en compañía de su alma gemela.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro