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Casa nueva.

La sonrisa en el rostro del alfa solo se hace más grande cuando Jimin se esconde en su cuello y asiente a su petición, tener al menor entre sus brazos luego de un largo rato es tan gratificante, sin embargo está preocupado, solo un poco, por la situación que Jimin le comenta, ha conocido a Dayun por varios años, ha sido la secretaria de su padre por alrededor de 4 años y le parece extraño que se haya comportado así con Jimin, ella siempre es muy neutra y solo hace su trabajo, pero si su omega le dice una cosa es porque es la verdad, así que después se encargará de hablar con ella y reprenderla por preocupar a su ángel, por ahora solo quiere concentrarse en él y abrazarlo fuerte.

—Márcame con tu aroma y cuéntame cómo te fue en la junta —pide con voz suave, el alfa sabe que quiere olvidarse de Dayun, sin embargo no cree que lo visto en la junta mejore su humor, accede, sin embargo.

—Lo que pidas —se quita el saco y cubre con él al pequeño omega que tenía sobre las piernas, arropándolo lo suficiente, deja un beso en sus labios para después dirigirse a sus mejillas y por último besar la marca de unión, frota su mejilla contra el cuello del ojiazul, el tabaco y la tierra húmeda se esparcen por todo el lugar, haciendo que el omega se relaje de manera eficaz y pueda disfrutar de su lugar seguro entre los brazos del alfa.

—Gracias, lobito.

—Por nada, bebé —lo sujeta por la cintura mientras el omega ronronea gustoso por las atenciones.

—Cuéntame —insiste y el mayor cede.

—Emm... —titubea un poco, tratará de decirlo de manera delicada—, tengo tres noticias, dos son buenas y una es mala —dice con una media sonrisa porque en el fondo estaba feliz, mucho—. ¿Cuál quieres primero?

—Una buena —sonríe sin salir de su escondite.

—Bien, la primera buena es que los socios aceptaron cambiar las normas de prestaciones, ahora los empleados tendrán seguro con cobertura total para sus familias.

—¡¿Es enserio?! —sus ojos azules brillaban emocionados ante la noticia—. ¡Eso es increíble, Kook! —lo abraza más fuerte y se retira solo para darle muchos besitos en el rostro haciéndolo reír—. Estoy muy orgulloso de ti, alfa.

—Gracias, angelito —acuna su rostro y besa sus labios con ternura evidente—. Lamento darme cuenta tan tarde de mi error pero ahora estoy reparándolo —acaricia suavemente su pómulo y sus orbes esmeralda no se despegaban de los cerúleo—. Te prometí que trataría de ser una mejor persona y lo hago, me esfuerzo día a día por remediar los errores que tal vez cometí y por no cometer nuevos.

—Eres la mejor persona de éste mundo, Kook —sonríe más grande—. Ahora dime otra buena —alza las cejas repetidamente ante la expectativa y acomodándose como un bebé en el regazo del alfa.

—Bien... —asiente y sus manos acarician instintivamente el vientre del omega, una caricia que adoptó desde la enfermedad del menor—. Esto nos traerá cosas muy buenas y vamos a festejarlo a lo grande junto con mi graduación, además claro haremos una fiesta cuando sea oficial ante todos —Jimin frunce el ceño y Jungkook suelta el aire que retenía, inhalando y exhalando para terminar de asimilar la noticia—. Mi padre decidió retirarse a finales del próximo mes —los ojos de Jimin mostraron la comprensión y el brillo de sus ojos la felicidad que sentía por su alfa—, así que a finales del próximo mes tomaré el cargo de director en la empresa —termina aunque no es necesario, Jimin ya lo rodeaba en un abrazo.

—¡Felicidades, ricitos! —lo toma por las mejillas y deja un sonoro beso en sus labios—. Me alegra mucho por ti, aunque eso signifique que Hyungwon se retira pero supongo que eso es bueno para él —divaga un poco haciendo reír al alfa—. De verdad estoy muy orgulloso porque sé que te esfuerzas mucho en hacer bien tu trabajo y sé que serás el mejor director que ésta empresa ha tenido —sonríe—, aunque creo que solo Hyungwon ha sido su director pero tú me entiendes —el alfa soltó una carcajada estridente.

—Gracias, mi vida —besa su mejilla y lo abraza de nuevo—. Me encanta cuando me dices cosas lindas —no despega los labios de su mejilla en ningún momento.

—Y a mi me encantará que me digas la otra noticia —se separa del mayor y su semblante decae al igual que el del alfa—. Sé que es mala pero no pensé que tan mala para quitarte la sonrisa —ladea el rostro con duda.

—Antes de que papá deje el cargo tendremos que ir a que me presente a los socios del extranjero —el ceño de Jimin se frunce—. Tendremos que ir a Estados Unidos, Brasil, Australia, España y otros países —los ojos de Jimin se cierran ante la anticipación—. Tendré que irme por poco más de un mes —un nudo se instaló en la garganta de el omega y sus ojitos se aguaron, solo se tiró sobre el alfa abrazándolo con fuerza.

—No quiero que me dejes —solloza—. Un mes es demasiado tiempo.

—Lo sé, yo tampoco quiero dejarte —aprieta su cintura—, pero no puedes venir, tienes que ir a la escuela y tus practicas.

—L-Lo sé —sus lágrimas seguían bajando por sus mejillas—, ¿c-cuándo te irás?

—La primer semana de febrero.

—¿Tu cumpleaños? —lo mira a los ojos solo para destrozarle más el alma al alfa no tolera verlo llorar, no tolera sus ojitos empañados por las lágrimas sin el brillo característico, no soporta ver dolor en ellos.

—Lo pasaré contigo, angelito —lo sujeta por la barbilla y desliza su lengua por las mejillas húmedas, deposita suaves besos ahí, por donde las lágrimas estaban antes—. No llores, aún falta mucho tiempo, amor —lo abraza de nueva cuenta tratando de transmitirle solo sentimientos alegres, él también está triste por irse de su lado por tanto tiempo pero sabe que aún falta para eso, ahora sólo quiere verlo sonreír y siendo el omega feliz que es siempre.

—E-Está bien —trata de regularizar su respiración, asiente dejando solo un pequeño puchero en sus labios—. Te voy a extrañar m-mucho —vuelve a sollozar.

—Bebé, pero estoy aquí, no llores por favor.

—Es que in-intento pero de imaginarme cómo será cuando te marches me... me duele —su nariz buscaba el cuello del mayor para inhalar el aroma, quería tranquilizarse realmente lo quería pero el dolor de alejarse de su alfa, aunque esté lejano, le parte el alma.

—A mi también me duele mucho, corazón —se rinde con un nudo en la garganta—. Y tampoco quiero hacerlo pero tengo que, si por mi fuera te llevaría conmigo y no me alejaría de ti ni 2 metros —refuerza el abrazo—, pero somos fuertes y vamos a aguantar, se pasará muy rápido el tiempo, bebé.

—¿Lo prometes? —Jimin se alejó un poco para que sus ojos azules se encontraran con los verdes del alfa, buscando la confianza y seguridad que siempre le transmiten.

—Lo prometo —picotea sus labios repetidas ocasiones—, y te tengo una sorpresa más —trata de sonreír contagiando al menor, sabe que a su omega le encantan las sorpresas.

—Pero ya me diste las tres noticias —ladea la cabeza con confusión y con su mano limpia las lágrimas que aún bajaban por sus mejillas, su rostro seguía luciendo triste pero mostraba interés en las palabras del alfa.

—Pero mi sorpresa no es resultado de la junta, es otra cosa.

—¿Qué cosa? —suspira y se acomoda mejor sobre el alfa, acomodando su mejilla en el hombro del ojiverde.

—¿Recuerdas nuestra plática sobre la casa nueva? —lo siente asentir—. Pues pedí una cita con un agente de bienes raíces y tiene varias opciones para mostrarnos hoy —no sonreía del todo, solo esperaba a ver la reacción del menor quien lo abraza más fuerte.

—Eso es genial, será divertido —levanta su rostro para dejar un beso en la mejilla del alfa.

—Trataré de que todo sea muy rápido para que nuestra casa quede lista antes de que entres a la escuela, o sea en una semana tendremos casa nueva —el omega liberó una carcajada que hizo vibrar el cuerpo del rizado, estaba riendo, su precioso amor estaba riendo de nuevo después de haber llorado, se sentía triunfador.

—No puedes comprar una casa y dejarla lista en menos de una semana, alfa —sonríe y lo mira a los ojos—. Es muy poco tiempo.

—¿Qué tal en una semana y un día? —bromea y de nueva cuenta el menor ríe muy fuerte—. Me lastima que no me creas capaz de cualquier cosa, cielo —dice con falso dolor.

—Sé que eres capaz de todo pero es muy poco tiempo, no nos apresuremos —niega feliz—. Podemos ver la opciones que nos muestre estos días y el fin de semana buscamos decoraciones y cosas de ese estilo —propone para el alfa pero éste solo hace una mueca.

—¡Está bien! —se rinde—. Aunque el fin de semana no vamos a poder buscar esas cosas —el omega frunce la cara en confusión—. Eso te lo explico después —su sonrisa funciona como borrador de mente para Jimin quien olvida todo con solo ver su precioso gesto—. Pero la casa debe estar lista antes de fin de mes.

—No hay prisa, alfa mandón —sonríe—. Tiza estará bien y al parecer los vecinos del edificio no sospechan así que... —se encoje de hombros—. No hay problema.

—Será como tú quieras, entonces —besa sus labios una sola vez—, siempre es como tú quieras —lo besa de nuevo y el omega lo profundiza un poco, poniendo sus manos en las mejillas del alfa y moviendo sus labios para danzar con los del otro, siempre suaves y siempre amorosos para el otro, amando cada segundo de proximidad entre sus bocas.

—Recuérdame ir mañana a casa de mis padres —pide—, Shinhye ha estado algo triste y quiero charlar con ella.

—¿Puedo ir contigo? —cuestiona pero no espera respuesta—. Es que Sunhwa cocina muy rico —el omega suelta una risa y vuelve a besarlo.

—Claro que puedes —libera un suspiro de relajación al sentir que las manos del alfa se frotan contra su espalda por encima de la ropa, un ronroneo sale de su pecho al inhalar y encontrarse con el embriagador tabaco—. No me gustó ésta visita a tu oficina, alfa —el nombrado soltó una risa pero su lobo trataba de rugir por el dolor del omega.

—Lo lamento mucho, bebé —desde que conoció a Jimin ha tratado solo de verlo feliz y al parecer todo le sale al revés, recordar lo feliz que estaba el omega hace un rato cuando llegaron a la empresa solo lo hace sentir peor, por que ahora está molesto por culpa de Dayun y triste por culpa de su viaje—. Te prometo que las siguientes ocasiones serán geniales.

—Lo sé, solo bromeo —ríe un poco—, ¿puedo dormir un poquito?

—Si, te despertaré cuando se acerque la hora de irnos —besa su frente y ajusta más los brazos a su cintura para comenzar a arrullarlo con delicadeza, tararea suaves canciones y espera hasta que el menor ha caído rendido para detener el movimiento de sus piernas, para solo enfocarse en disfrutar de ver a Jimin dormir por un largo rato.

✧✦✧

Llegar a la primera dirección que el agente les dio no fue difícil, más allá de la lluvia no tuvieron ningún obstáculo porque estaba bastante cerca del departamento así que conocían la zona a la perfección.

Los ojos de Jimin brillaron emocionados al ver la fachada de la casa, el techo estaba cubierto por tejas negras y el resto era de color blanco liso bastante lindo, tenía dos columnas que asemejaban chimeneas, la entrada principal de la casa se veía elegante con sus puertas francesas, tenía un enorme jardín delantero con espacio para el vehículo, todo se veía espectacular.

—La amo —dice el omega con emoción haciendo que el alfa soltara una risa.

—Cielo, ni siquiera la hemos visto por dentro —aprieta su mano como siempre, tenía enlazada con la suya.

—Pero la amo.

—¿Entonces no veremos las demás? —la camioneta se detiene y ayuda a su omega a bajar.

—Claro que si, solo digo que amo ésta casa —sonríe y el mayor besa el dorso de su mano.

—No te enamores del todo, aún faltan 3 casas más —advierte el ojiverde con diversión pero el menor no puede responder ya que un hombre los interrumpe aclarándose la garganta.

—¡Buen día! —saluda aquel chico alfa pelinegro—. Soy Kim Jongsuk y ustedes deben ser Jeon Jungkook y Jeon Jimin —extiende su mano para que la pareja la tome en un saludo—. Me alegra conocerlos.

—Un gusto —el alfa corresponde el saludo y enrolla su mano en la cintura del chico a su lado orgulloso por escuchar el nombre de su omega acompañado de su apellido, un calor gratificante se instala en su pecho y su lobo salta emocionado, ante eso, Jimin es ahora, y para siempre, oficialmente un Jeon, tal vez no es legal del todo pero planea que lo sea, en un futuro no muy lejano quiere ser de Jimin en cada sentido posible, van a vivir en una casa siendo la familia que ya son, van a formar un nuevo hogar y todo es real ahora, seguirá siendo real mañana y el día siguiente a ese, la felicidad que enfrenta es mucha en ese momento.

—En la llamada que tuvimos dijiste que quieren al menos 4 habitaciones y tres baños, ¿no? —hace un gesto para invitarlos adentro del inmueble.

—Así es —asiente el alfa ojiverde—. Queremos algo acogedor pero también necesitamos espacio para la familia cuando quieran visitarnos —sonríe al ver que Jimin se aleja de él para explorar la sala de estar que está amueblada.

—Bueno, ésta cumple con todos los requisitos que me mencionaste, tiene un enorme jardín en la parte trasera y delantera, cuenta con 5 habitaciones y tres baños completos y medio baño en la planta baja, además tiene una piscina.

—La amo —es lo primero que Jimin dice al pararse en el centro de la sala, sus ojos no dejaban de destellar hermosamente al ver la chimenea y los pasillos.

—Vengan, veamos las habitaciones —Jongsuk hace una seña para que lo acompañen escaleras arriba, el omega se apresura a tomar la mano de su alfa para subir juntos—. Los muebles están incluidos en la casa y ésta propiedad vale mucho la pena por la ubicación —explica mientras abre las puertas de cada habitación—. Además la cocina fue recientemente remodelada.

Jungkook no veía la casa más allá de la superficie, su atención estaba únicamente puesta en la emoción que su chico mostraba, en la felicidad de sus ojos al ver cada espacio y en la forma apresurada en que se movía de un lado a otro para verlo todo, se siente tan dichoso al estar acompañado por él, sabe que será su compañero por el resto de la vida y hacerlo feliz es hacerse feliz así mismo porque así puede disfrutar de su sonrisa.

—Bueno, esta es solo la primera casa —Jongsuk se paró a su lado sacándolo de sus pensamientos, al parecer había pasado ya algunos minutos—. Ya le di a tu chofer la dirección de la segunda y los veré allá en un rato —sonríe cuando ve los ojos del omega suplicantes, no quería irse de ahí y Jungkook trataba de llevarse con paciencia, sin duda eran una linda pareja.

—Vamos, Jim —Jungkook lo toma por la mano y lo guía hacia afuera a regañadientes, el omega cede pero sus ojos no se despegaban de ninguna parte de la casa, le había encantado. La lluvia había parado, el cielo aún se veía nublado pero parecía que no volvería a llover por un rato.

—Kook, es bellísima —suspira—, te aseguro que no puede haber una mejor...

✧✦✧

No tardaron ni 10 minutos en llegar a la nueva ubicación, ésta estaba más cerca de la escuela de Jimin, lo que resultó atractivo para el alfa.

El tejado era de un color café natural del barro, y contaba con acabados de piedra a lo largo de los muros, los marcos blancos de las ventanas llamaban la atención por el contraste y le daba el toque delicado a la casa, enfrente un enorme jardín delantero les daba la bienvenida, en él había un camino que serviría para estacionar el automóvil, los ojos de Jimin estaban más abiertos que con la casa anterior.

—Kook... —llama aún sin bajarse del vehículo, el alfa lo esperaba con la puerta abierta y la mano extendida hacia él—, también la amo —el alfa soltó una risa—. ¡Es preciosa!

—Creo que van a gustarte todas, bebé —sonríe y toma la mano del omega. Un auto se estacionó detrás de su camioneta y en el pudieron ver a Jongsuk, el alfa sonrió hacia ellos y les saludó con la mano.

—Hola de nuevo, muchachos —sacó un juego de llaves de su bolsillo y abrió la puerta principal que estaba bajo el lindo arco de ladrillos—. Esta casa es más barata que la otra ya que no cuenta con piscina —eso pareció no importarle a Jimin pero Jungkook hizo una mueca—. Cuenta con 5 habitaciones y tiene 3 baños —ambos asienten en comprensión y entran al lugar observando todo. Jimin de nuevo se pierde entre los pasillos y la decoración—. El jardín delantero es todo lo que tiene y lo acaban de ver, pero pasemos a las habitaciones.

De nuevo les mostró cada una de las habitaciones, la principal le encantó a Jimin porque tenía una ventana la cual estaba rodeada de las lindas flores moradas que nacían de la enredadera, el alfa prestó un poco más de atención en ésta casa y pudo notar que los pisos no le gustaban del todo así que se lo comentó al agente.

—Como está más baja del presupuesto que me diste podría contratar personal para remodelar si así lo quieren —explica y Jungkook no parece convencido pero después de todo aceptará lo que su precioso omega decida. Luego de un rato de apreciar cada rincón de la casa ambos salieron acompañados de Jongsuk.

—Iré a la siguiente y en aproximadamente una hora y media les enviaré la dirección porque están mostrándola ahora mismo —el agente sonríe hacia ellos y se despide con la mano—. Los veré entonces —la pareja agita la mano en su dirección y una vez que se ha ido sus ojos se dirigen al beta que los espera recargado en la camioneta.

—Creo que me agrada más la primera —dice burlón—. Esta es muy barata —arruga la nariz al sonreír y el omega ríe con él—. ¿A dónde los llevo ahora?

—Quiero comer —el omega alza las cejas y muestra sus dientes en una sonrisa enorme—. ¿Podemos ir a comer? —el alfa asiente de inmediato—. Pero algo dulce, por favor.

—Los postres no son comida, cielo —regaña con los ojos entrecerrados—, pero podríamos ir a la cafetería que está cerca del edificio, venden unos pastelitos de vainilla estupendos —propone y el menor asiente emocionado—. Vamos entonces —le abre la puerta,  ambos suben y Zico arranca el vehículo, llegan rápido y a salvo luego de unos minutos, los dos, porque el beta prefirió ir al auto lavado en lugar de hacer un mal tercio con sus jefes, entraron a la cafetería y buscaron una mesa cerca de la ventana donde se sentaron uno frente al otro.

—¡Buen día! Bienvenidos a la cafetería Beachwood, ¿qué les traigo? —les tiende el menú pero los ojos azules ni siquiera lo miran, solo se enfocan en esperar al mayor quien lo toma como una invitación para ordenar por ambos.

—Traiga una taza de café negro, un chocolate caliente, 3 pastelitos de vainilla y un croissant con queso y jamón, por favor —asiente hacia la mesera quien se va enseguida.

Jimin sonríe y cierra los ojos con cansancio, estira sus brazos hacía el cielo con las manos hechas puño y un gruñido sale de sus labios al extender sus extremidades, Jungkook lo mira embelesado, Jimin es tan bonito, puede estar haciendo cualquier cosa y el alfa lo adoraría porque lo merece, es una persona a la cuál puedes sentarte a admirar por horas, es una pieza de arte ante sus ojos y aunque su lobo quiera gruñir por eso, también lo es ante los ojos de los demás

—Estoy algo cansado —bosteza cubriéndolo con su manita.

—Puedo llamar a Jongsuk y pedirle que nos muestre las demás otro día —ofrece pero el omega niega de inmediato.

—No, me estoy divirtiendo mucho —sonríe.

—¿Cuál es tu favorita hasta ahora? —cuestiona con interés.

—Creo que la segunda —ríe—, sé que dije que la primera es mi favorita y lo es pero la segunda tiene un no sé qué que me gusta —el alfa sonríe en grande por sus palabras.

—Yo debo decir que la primera me agrada más, los pisos de la segunda no me convencen, además la otra tiene piscina.

—A mi no agrada la piscina —tuerce la boca de manera graciosa.

—¿El tamaño o...? —ladea el rostro.

—No me gusta tener piscina en casa —se pone serio—. Tiza podría caerse y ahogarse —sus ojitos se abren y el tono que utiliza es triste y preocupado—. No quiero que algo malo pueda pasarle —niega convencido.

—Cielo pero los animales saben nadar por instinto —explica con una sonrisa tranquilizadora y sujetando su mano encima de la mesa.

—Pero los humanos no —replica y mira a sus ojos—. ¿Qué tal que eso le pasa a nuestros hijos? —seguía mostrándose preocupado pero el ojiverde sonrió por sus palabras—. No creo poder estar tranquilo teniendo un peligro como ese en casa.

—Pero podemos poner uno de esos pisos movibles y electrónicos —propone haciendo reír al chico por no saber el nombre adecuado del artefacto—. Si hay uno de esos, con un control abres y cierras la piscina cuando quieres.

—Bueno eso podría ser —asiente.

—Todo para cuidar a nuestros cachorros —suspira porque siente que el aire ya no cabe en su pecho al estar lleno de orgullo y esperanza, imaginarse el futuro y las cosas que vivirá con Jimin son tan emocionantes que hacen a su corazón acelerarse. Se inclina hacia el frente con los codos recargados en la mesa—. ¿Entonces aceptas tener una?

—¿Una cachorra o una piscina? —pregunta socarrón acercándose en la misma posición que el alfa, sus rostros quedando muy juntos.

—Ambas —sonríe y el menor le corresponde pero lo aleja colocando su manita en la boca del mayor como silenciándolo.

—Después de graduar... —no termina de responder porque la mesera llega con una bandeja repleta con sus pedidos—. Hablaremos de eso en unos meses —dice alegre y simple hacia el alfa cuando la mujer está dejando los platos sobre la madera—, pero la piscina es un si inmediato.

—Excelente —el rizado sonríe y agradece a la empleada cuando se ha retirado—. Entonces... ¿ya estamos de acuerdo en que la primera casa es la mejor opción?

—Eso creo —concuerda emocionado y se relame los labios al acercar la taza de chocolate a su boca—. ¡Ahh que rico! —gime con un volumen un poco alto, el primer trago y ya se había enamorado de la bebida, dirigió sus ojos al chico frente a él y solo lo encontró sonrojado hasta las orejas viendo su pastelito con ojos negros.

—Amor, no me hagas esto —pide en un susurro haciendo que el menor ladee la cabeza con confusión pero inmediatamente abre los ojos al comprender el instinto naciente del alfa.

—No seas un alfa bobo y compórtate —reprende con los ojos entrecerrados, el alfa se pone de pie y se sienta a su lado de manera que el pasillo queda obstruido para el omega, protector y posesivo, Jungkook se fuerza así mismo para calmar a su parte animal, no puede volverse loco por nada.

—Lo siento, ángel —besa su mejilla y la acaricia con la punta de su nariz haciendo que el menor sonría—. ¿Ves que ya no te marqué? —se muestra orgulloso por lo último y el menor arruga la nariz por una sonrisa.

—Si soltaste tu aroma —se burla—, pero estoy orgulloso de ti, lobito.

Continúan así, comiendo y riendo de las cosas simples que comentan, disfrutan su compañía y los alimentos que tenían en la mesa, Jimin es ahora un fanático del delicioso chocolate que sirven y los pastelitos resultaron mucho mejores que cualquiera que ha probado, menos los de su madre, por supuesto.

Luego de un rato Jongsuk les llamó para informarles la dirección prometida, el alfa llamó a Zico y a los 20 minutos estaban frente a la casa que tenía una enorme fuente en el centro de una rotonda, tenía dos salidas, una dirigiéndose a una hermosa glorieta y otra que conectaba directamente con la entrada a la casa, a un lado de ella se observaba un enorme terreno lleno de césped y arboles.

—¡Tienes que estar bromeando! —Jimin, que se encontraba en el asiento trasero entre el alfa y el beta que estaban de piloto y copiloto, alza la voz y palmea el hombro del chofer que reía junto con Jungkook mientras estacionaba la camioneta—. ¡Ve eso! ¿Cómo esperas que tome una decisión? —sus ojos se dirigen al alfa—. ¿Cómo esperan que yo diga cuál casa es mejor si todas son espectaculares?

—Que terrible carga tienes sobre los hombros, jefe —se burla Zico en tono sarcástico.

—¡Oh, cállate! —el beta contiene una risa—. Kook, no puedo con esto, no... —sacude la cabeza y se baja del vehículo antes que los otros dos—. No podré elegir.

—Hola chicos —Jongsuk irrumpe en su conversación saliendo de la puerta principal y saludándolos a lo lejos, Jungkook y Jimin se aproximan a él por el sendero trazado por las plantas y flores—. ¿Les gusta?

—¡Me encanta! —alaga el ojiazul meciéndose sobre sus pies y quedando de puntas para después regresar a la posición adecuada, ambos alfas ríen.

—Me alegra escucharlo, porque cumple con todos sus requerimientos, tiene 5 habitaciones y cuatro baños, cuenta con piscina y como pueden ver; una gran cantidad de áreas verdes —señala a los alrededores con una sonrisa—. Además por la ubicación el costo es muy bueno.

—Nos agrada mucho la zona —era verdad, está justo entre su empresa y el hospital donde el omega hace sus prácticas.

—Excelente, vamos a verla —abre la puerta y los tres entran enseguida, recibidos por una preciosa sala de estar cubierta de pisos de madera bastante lindos en un color oscuro, grandes repisas que servirían como libreros y estantes, el omega de inmediato se adentró al lugar ignorando la charla de los dos alfas sobre las remodelaciones recientemente hechas y cosas de ese estilo, al igual que en las otras casas no dejaba de imaginarse dentro de unos años siendo feliz con su alfa, no podía tomar una decisión porque todas las casas le resultaban encantadoras.

Es extraño cómo da vueltas la vida, hace un rato estaba preocupado por una chica que dice amar a su alfa y llorando porque el rizado se irá por un mes, no niega que tiene miedo, sabe que Jungkook va a encargarse de esos asuntos y que todo va a estar bien, pero no puedo olvidarse de las cosas tan fácil así que solo lo aparta a lo más profundo de su mente para que su lobo le eche tierra encima y ambos puedan concentrarse en la felicidad de encontrar un nuevo hogar donde será feliz por muchos años.

—Bebé... —Jungkook lo llama desde las escaleras para apresurarlo a subir con él así que lo obedece, ambos en conjunto con el agente recorren las habitaciones y por tercera vez en el día, quedan fascinados con todo.

—Solo me queda una casa que cumple con sus requisitos y está a solo unos minutos de aquí, si quieren pueden seguirme en el auto —la pareja asiente y todos suben a sus vehículos para comenzar el camino.

—Me rindo, tú tomarás esta decisión solo, yo no diré nada porque quedó bastante claro, ¡que las amo todas! —se cruza de brazos y se recarga en el asiento al ver la fachada del lugar, en definitiva elegir el hogar perfecto no es tan sencillo como pensaba.

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