
《 XX 》
— No tengo ni put* idea de quién es Valery, amorcito. —soltó Jos con una sonrisa falsa.— el café estaba ahí cuando llegue.
— ¿Y cómo explicas el teléfono, amorcito? —preguntó Rebeca, escupiendo lo último con rabia.
— Ah si... lo qué pasa es que... ella, es mi prima segunda. —soltó, seguramente creyendo que su mentira era grandiosa.
Ni loca sería la prima de ese infeliz
— ¿Ah, si? ¿y cómo se llama?
Por el tono en el que lo decía, sabía perfectamente que no se estaba creyendo ni una sola palabra.
Jos los pensó un momento.
— Vale... Valentina Canela. —soltó.— le gustan las ranas y es alérgica al gluten.
¿Qué? ¡Odio las ranas! Y amo el gluten.
Rebeca le dedicó una mirada con recelo. Entonces su amiga —de entrometida— habló.
— ¿Y porque no la llamas para que Rebeca la salude? Digo, deben ser tan cercanos que hasta la tienes de fondo de pantalla. —dijo la castaña, cruzándose de brazos.
No... no... ¡NO!
— Llámala. —agregó Rebeca.
Jos las miró, quedándose sin ideas y poco a poco siendo acorralado por las dos chicas.
— ¿Acaso no confías en mi, amorcito precioso de toda mi bellísima existencia? —preguntó Jos.
— Confiaré en que dices la verdad. Pero debes llamarla. —aclaró la de rulos. Jos trago saliva y tomó su móvil.
— No, no, no... ¿Qué haces cejón? —susurre para mi misma.
No podía ser tan idiota, en verdad traté de convencerme de que Jos no tenía el cerebro del tamaño de una nuez, pero fracasé y lo pensé una y otra vez.
— Sabes, hay una cosita más. —habló rápidamente Jos, dejando el móvil en la mesa.
Rebeca lo miró irritada, a punto de perder la paciencia.
— ¿Qué?
Jos pensó un Segundo jugueteando con su pie con nerviosismo.
— Es muda. —soltó sin más.
¿Muda? ¿¡EN SERIO!?
— Si, es muda hasta los huesos. En verdad, totalmente muda. Y cuando digo, muda, es que es muy muuuuuuda. Ya sabes, muda de corazón. No dice ni pío. Es una tumba. Le comió la lengua el gato. M-u-d-a.
... mátenme.
Regina y Rebeca se miraron entre sí, intercambiando miradas de confusión, Rebeca miró a su amiga esperando que me dijera que debía hacer pero Regina sólo se encogió de hombros en silencio.
— Así que, Valentina Canela, tu prima segunda, a la que no le gustan las ranas y es alérgica al gluten... ¿es muda? —preguntó con una ceja alzada.
— Completamente.
Jos podía ser un idiota, pero sin duda logró sacarnos de ésta.
— Eso tiene sentido. —soltó Regina y Jos asintió enérgicamente.
Vaya susto el... un momento... siento algo en la mano... ¿Qué es eso?...
— ¡AAAAAAHHHHH!
Me puse de pie en un segundo, sin importarme qué aún siguiera debajo de la mesa, y tumbe todo. Salí corriendo y me escabullí hasta estar lo más lejos posible de esa Cucaracha.
— ¡ME TOCÓ, ME TOCÓ, ME TOCOOOOOO! ¡GIIIIIUUUUUH! —grité.
Todos me miraban perplejos.
Enseguida corrí al baño para lavarme la mano. Sin importarme nada. Puse un litro de jabón sobre mi mano y talle tan duro que estuve a punto de arrancarme la piel, y entonces me lavé por un largo rato.
Escritora POV'S
Cuando Valery había desaparecido gritando y corriendo como loca por el baño. Un incómodo silencio reino en todo el lugar.
Rebeca estaba matando con la mirada a Jos, quién sólo podía pensar en salir huyendo de ahí.
— ¿No era esa tu prima, Jos? —preguntó con rabia Rebeca.
— ¿Tu crees? No, mi prima es mucho más fea, ella era bastante linda como para serlo. —dijo esto y Rebeca bufo enfadada.
— ¡Vete a la mierda tú y esa put* ramera con la que me engañas!
— No es una put*, Rebeca. —dijo Jos esta vez poniéndose de pie.
Ambos intercambiaron duras miradas. Jos no iba a permitir que llamara así a Valery, y muchos menos Rebeca.
— Ahora ¿Vas a defender a tu zorra? —escupió cada palabra la castaña.
— No es ninguna zorra. —respondió enfadado.
Por un segundo, la idea loca de decir que Valery realmente era su novia y que ella no tenía ningún derecho a insultarla, cruzó por su mente. Pero se contuvo. Y pensé en echar otra mentira más.
— De hecho, ahora que lo pienso más. Su rostro me era familiar. Seguramente era mi otra prima. Valeria.
Rebeca rió histérica y miró a Jos con una mueca.
— ¿Qué tan idiota crees que soy? —musitó Rebeca.
— Si, ¿Que tan idiota crees que es? —interrumpió Regina pero cuando Jos la intimidó con su mirada ella sólo se quedó atrás de Rebeca.
— Sólo te digo la verdad.
Entonces, una grandiosa idea llegó a la mente de Jos. Cuando estuvo investigando el móvil de Valery, había descubierto que ella hablaba Francés a la perfección —según su biografía de Instagram— y Jos hablaba un poco, gracias a Bryan.
Y en segundos creó un plan que podría sacarlos de apuros.
— ¿No me crees? —preguntó serio.— bien, ahora mismo le enviaré un mensaje para que regrese aquí y lo explique.
— No me digas, ¿ella también es muda verdad? —preguntó sarcástica.
— No, sólo es francesa. —el pelinegro sonrió de lado y Rebeca lo miró asombrada por su respuesta.
Jos rápidamente buscó en su móvil como decir unas cuántas palabras en francés, mientras le hacía creer a Rebeca que le enviaba un mensaje a la chica.
Valery salió del baño en el momento justo, con una cara llena de nervios y esperando lo peor.
— Oh, Valeria. —comenzó Jos con un acento francés y Rebeca lo miró perpleja.— j'ai dit à ma copine Rebeca que tu es française, aide-moi maintenant avec elle, s'il te plaît. (le dije a mi novia Rebeca que eres francesa, ahora ayudame con ella, por favor.)
Valery miró la escena confundida, ¿Acaso Jos la había llamado Valeria? No sabía que ocurría, pero claramente había entendido la señal de ayuda de Jos, así que hizo exactamente lo que él quería.
— ¿Qué le dijiste? —preguntó Rebeca. Lo único que había entendido era su nombre en una oración que para ella no tenía sentido.
— Le dije que te saludara, y que eres mi novia. —aclaró sonriendo, pero no sonriendo por Rebeca, sino sonriendo porque ella se lo había creído todo y eso le hacía gracia a Jos.
Rebeca sonrió de oreja a oreja.
— Salut, Rebeca. —comenzó Valery yendo hasta ella para darle un beso en ambas mejillas.— Je n'aime pas les grenouilles, ni ton visage et tu sens ta bouche. (Hola Rebeca, no me gustan las ranas, ni tampoco tu cara y te huele la boca. :) )
La mencionada no tenía ni idea de lo que Valery había dicho, más sin embargo respondió a su abrazo.
— Oui, Merci (Si, Gracias.) —fue a lo único que pudo responder Rebeca.
Jos y Valery desearon poder reírse a carcajadas en ese momento.
— ¿Entonces ya me crees? —preguntó Jos con una sonrisa falsa, pero antes de que su novia pudiera hablar, Regina lo hizo primero.
— ¿y que hacía tu primita abajo de la mesa? —preguntó Regina a Jos, con mala cara.
Jos se quedó sin palabras, pero Valery lo salvó en el mejor momento.
— Quería asustar a mi primito, pero veo que salió mal. —dijo mirando mal a Regina, diciendo con la mirada que había sido todo culpa de ellas.
— ¿Hablas español? —preguntó Rebeca emocionada.— Tú y yo seremos grandes amigas, Valeria.
Valery la miró queriendo carcajearse en su cara.
— No lo creo. —contestó Valery.— ¿Podemos irnos ya, Jossu? —le preguntó y descubrió que Jos la miraba con una sonrisa en grande.
— Lo que pidas. —dijo sonriente.
Rebeca se sentía terriblemente humillada, se sentía incluso peor que cuando creyó que Jos la engañaba. Ser rechazada, era uno de sus peores miedos, que la "prima de Jos" lo hubiese hecho, hacía que ella quisiera ser tragada por la tierra.
— Nos vemos. —se despidió Jos mientras era jalado hacia las afueras del lugar por la mano de Valery.
Ambos rieron apenas estuvieron solos.
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