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chapter four ♥︎ 私の愛
KILL OR DIE ⌗ ִ ۫ ּ
¡ manjiro 'mikey' sano !

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀SU INGENUA mente infantil llegó una vez a convencerle de que personas diferentes se podían llevar bien, pero ya no era así, ya no era un niño y mucho menos ingenuo. No podías llevarte bien en aquella situación, donde vuestros ideales y metodologías eran completamente opuestos, antónimos a más decir, al punto de que inclusive atentaban contra la moral. Se era incapaz de ser algo más con tu enemigo.

⠀Cara a cara se encontraban y, sin embargo, Hajime no sabía si era él quien miraba a la muerte o la muerte lo miraba a él. En el exterior todo era silencioso, como si el escenario hubiese sido preparado con minucia, pudiendo apreciarse la mínima gota de sudor frío que caía sobre el suelo cementado; mas en el interior era diferente y ardiente, como el mismo infierno. Miradas vacías que ocultaban pasiones, sentimientos, miedos y verdades.

⠀Esencia a traición remojaba sus labios aquella noche, en aquel beso con sabor a dolor. Manos podridas en veneno y sangre que acariciaban su cuerpo con ternura, ahora estaban donde tenían que estar: empuñando un arma, cargada y lista para disparar. Ojos una vez nublados por el enamoramiento, ahora poseían dejes melancólicos.

⠀Seis balas, doce en total, dos armas apuntándose al pecho sin vacilar. Matar o morir, de eso se trataba y lo sabían; sin embargo, la pecadora y temblorosa mano de Hajime era incapaz de hacerle frente a la firmeza de Manjiro. Y es que ¿ cómo iba a hacerlo cuando su rostro tenía aquella expresión tan triste mientras lo apuntaba ?

⠀Suplicaba al cielo que fuese mentira, una pesadilla como muchas otras. Hajime rogaba de rodillas porque la melancolía en la sonrisa de Mikey fuese falsa, igual que todas las que recibía. Siempre fueron polos opuestos, universos alternos que decidieron juntarse, darse una oportunidad, enamorarse hasta dañarse y no soltarse.

⠀Sus oídos se llenaban con el sonido del cargador y las lágrimas remojaban la suela de sus zapatos al caer. Ahora estaban tan lejos o tal vez nunca estuvieron tan cerca.

⠀⠀── Dispara, no tienes más opción, Hajime.

⠀Le dolía, le dolía que aquellas fueron sus primeras palabras tras días de disputas unilaterales. Morir o matar, esa era la cuestión como remedio a la situación.

⠀Finalmente cerró los ojos y apretó el gatillo. Fue rápido, fue directo y rezaba porque hubiese carecido de dolor. Por instinto, Hajime se tocó el pecho, palpó la camisa, palpó el chaleco, él había disparado primero y ahora Manjiro yacía en el suelo con una sonrisa en los labios. Se acercó, se arrodilló y lloró, le abrazó y gritó. Odiaba a Manjiro, mas lo odiaba tanto que no le quedaba más remedio que amarle. Después, al ver su mano, sintió rabia y sintió profundo dolor.

⠀El arma nunca iba a ser disparada, no había balas en el cargador, tampoco en la recámara y siquiera Manjiro tenía el dedo en el gatillo. Todo fue un acto de egoísmo, usando a Hajime para cumplir su deseo, para conseguir el descanso que añoraba. Lo había usado para morir, pues no existía mayor placer que morir en brazos de quien amabas.

© GAIDEN, 2O21