Capítulo Extra 2. Un Cumpleaños Especial para Jake
El sol se asomaba tímidamente por el horizonte, tiñendo el cielo de tonos dorados y rosas, mientras Jake despertaba en su cama. Era un nuevo día, pero no era un día cualquiera; era su cumpleaños. Aunque Jake había prometido a sí mismo que no esperaría nada especial, un pequeño susurro de emoción lo recorría al pensar en la posibilidad de que Sunghoon hubiera planeado algo para él.
Se levantó y se preparó, el aroma del café recién hecho guiándolo hacia la cocina. Allí encontró a Sunghoon, con un delantal que decía "¡Feliz Cumpleaños!" y un enorme ramo de flores en sus manos.
—¡Sorpresa! —gritó Sunghoon, girándose con una sonrisa radiante que hizo que el corazón de Jake se acelerara.
Jake no pudo evitar reír, sintiéndose abrumado por la felicidad.
—¿Hiciste esto tú? —preguntó, mirando el hermoso arreglo floral que Sunghoon había creado, lleno de lirios, rosas y claveles, todos con colores vibrantes.
—Claro que sí. Sabía que no querrías una fiesta, así que decidí hacer algo más íntimo. Pero tenía que empezar el día con un ramo de flores que te recuerde lo especial que eres para mí —dijo Sunghoon, acercándose para colocar el ramo en una mesa.
Jake sintió que sus mejillas se sonrojaban. No solo era el gesto, sino la forma en que Sunghoon siempre lograba hacerlo sentir valorado y amado.
—Gracias, Sunghoon. Esto es hermoso —respondió, con sinceridad en su voz.
Después de un delicioso desayuno, Sunghoon le reveló que tenía planeado un día lleno de sorpresas.
—Primero, vamos a dar un paseo por el parque. Luego, tengo una actividad especial reservada para ti. —Los ojos de Sunghoon brillaban con emoción, y Jake no pudo evitar dejarse llevar por su entusiasmo.
El parque estaba en su máximo esplendor, con flores de colores que competían con los arreglos de Jake. Caminaron tomados de la mano, disfrutando del aire fresco y la compañía mutua. Sunghoon no dejaba de hacer pequeñas bromas y comentarios adorables que hacían reír a Jake, llenando su corazón de alegría.
Después de su paseo, Sunghoon lo llevó a una pequeña cafetería que Jake nunca había notado antes. Cuando entraron, el aroma del café recién hecho y los pasteles recién horneados llenó el aire. En una mesa reservada había un pastel que decía "Feliz Cumpleaños, Jake" en letras elegantes.
—¡Wow! Esto es increíble —dijo Jake, sintiéndose verdaderamente especial.
—¿Te gusta? Elegí tu sabor favorito, chocolate con frambuesa. —Sunghoon sonrió con satisfacción.
Jake no pudo evitar sonreír al ver cuánto había pensado Sunghoon en cada detalle. Después de disfrutar de la deliciosa merienda, Sunghoon se inclinó hacia él, sus ojos llenos de ternura.
—Hay algo más que quiero hacer para ti, Jake. Algo que simboliza lo que significas para mí.
Con esas palabras, Sunghoon sacó una pequeña caja de su bolsillo. El corazón de Jake latía con fuerza mientras Sunghoon la abría para revelar un delicado collar de plata con un pequeño colgante en forma de flor.
—Este es un símbolo de nuestro amor. Quiero que lo lleves siempre contigo, para que recuerdes que eres tan precioso como cada flor que adornas —dijo Sunghoon, sus ojos fijos en Jake.
Jake sintió lágrimas de emoción asomarse a sus ojos mientras Sunghoon le colocaba el collar.
—Es hermoso. Gracias, Sunghoon. No sé cómo te las arreglas para hacerme sentir tan amado —respondió Jake, su voz llena de emoción.
—Porque lo eres, Jake. Y quiero que siempre lo recuerdes —dijo Sunghoon, inclinándose hacia adelante y sellando el momento con un suave beso.
La tarde transcurrió entre risas, juegos y momentos íntimos. Sunghoon lo llevó a un taller de cerámica, donde hicieron un par de tazas juntos, cada uno decorando la suya con los colores y símbolos que representaban su amor.
A medida que la luz del sol comenzaba a desvanecerse, Sunghoon guió a Jake hacia un mirador que ofrecía una vista espectacular de la ciudad iluminada. Allí, con el cielo comenzando a llenarse de estrellas, Sunghoon sacó una botella de champán y dos copas.
—Por ti, Jake. Por tu cumpleaños y por todos los momentos que aún nos esperan —brindó Sunghoon, su mirada intensa y llena de amor.
—Por nosotros —respondió Jake, sintiendo que la felicidad lo envolvía.
Mientras brindaban, la noche se llenó de estrellas brillantes y el murmullo de la ciudad en el fondo. Jake no podía pedir un cumpleaños mejor, rodeado del amor de Sunghoon y con el futuro brillante que se extendía ante ellos.
En ese instante, mientras el mundo giraba a su alrededor, Jake supo que no había lugar en el que preferiría estar. Estaba exactamente donde pertenecía, con el hombre que le había enseñado el verdadero significado del amor.
A medida que la noche avanzaba, Jake sintió que la gasolina y los pétalos se unían en su corazón, formando una mezcla perfecta de pasión y dulzura, una promesa de que cada día juntos sería un nuevo capítulo en su historia de amor.
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