Capítulo Extra 1. La Primera Carrera
La noche se acercaba, y la emoción llenaba el aire mientras Jake se preparaba para acompañar a Sunghoon a una de sus carreras clandestinas. Era un mundo completamente diferente al que estaba acostumbrado, uno lleno de adrenalina, rugidos de motores y luces brillantes. Aunque tenía algo de nerviosismo, también sentía una chispa de curiosidad.
—¿Estás listo? —preguntó Sunghoon, su voz baja y seductora mientras ajustaba su casco negro.
Jake asintió, tratando de ocultar su mezcla de temor y emoción.
—Solo un poco. Nunca he estado en una carrera antes.
Sunghoon se acercó a él, inclinándose para mirarlo a los ojos, su expresión era seria pero llena de ternura.
—No te preocupes, estaré a tu lado. Solo disfruta de la experiencia, ¿de acuerdo? —dijo, acariciando suavemente la mejilla de Jake.
La dulzura de su toque hizo que Jake se sonrojara. Era el mismo Sunghoon que amaba, pero con una energía electrizante que le hacía sentir que iba a explotar en cualquier momento. Jake tomó un profundo respiro y se subió a la motocicleta, sintiendo la potente máquina vibrar bajo él.
A medida que se dirigían a la ubicación de la carrera, el viento soplaba a través de su cabello, y el sonido del motor resonaba en su pecho. Era un viaje emocionante, y a cada kilómetro, se sentía más vivo.
Al llegar, la atmósfera estaba cargada de expectación. Las luces brillantes de las motocicletas iluminaban la noche, y un grupo de personas se había reunido alrededor de la pista improvisada. Jake se sintió un poco fuera de lugar, rodeado de personas con una actitud desafiante, pero Sunghoon lo tomó de la mano, llevándolo a la primera fila.
—Mira, así es como se siente la adrenalina —dijo Sunghoon, sonriendo de oreja a oreja, y Jake sintió su corazón latir más rápido al ver la emoción en su rostro.
Las carreras comenzaron, y los motores rugieron como bestias salvajes. Sunghoon se inclinó hacia adelante, observando con atención, su intensidad era palpable. Jake, por otro lado, no podía apartar la vista de él. La forma en que se concentraba, el brillo en sus ojos y la manera en que su cuerpo se movía con la moto era cautivador.
Cada vez que Sunghoon competía, el corazón de Jake se llenaba de orgullo. El sonido del motor resonaba en sus oídos mientras veía a Sunghoon maniobrar con destreza, deslizándose a través de la pista con una confianza que lo dejaba sin aliento.
Pero también había un poco de miedo. No podía evitar pensar en lo peligroso que era. Mientras los competidores aceleraban y las motos se acercaban a velocidades vertiginosas, Jake sintió un nudo en su estómago. No podía soportar la idea de que Sunghoon pudiera lastimarse.
—¿Estás bien? —le preguntó Sunghoon al notar su inquietud, volviendo a su lado después de una carrera.
Jake respiró hondo y asintió, aunque sabía que había algo de verdad en su preocupación.
—Es solo... es emocionante, pero también un poco aterrador.
Sunghoon se inclinó hacia él, la seriedad regresando a su rostro.
—Jake, siempre tendré cuidado. No haría nada que pusiera en peligro nuestra relación. Eres lo más importante para mí.
Las palabras de Sunghoon lo hicieron sentir un poco más seguro, y se sonrojó al recordar lo que significaba para él.
—Lo sé, pero aún así... no puedo evitar preocuparme.
—Es natural preocuparse, pero confía en mí. Estoy aquí, y siempre lo estaré.
La siguiente carrera comenzó, y el rugido de las motocicletas llenó el aire. Jake se quedó a un lado, animando a Sunghoon mientras su alfa se preparaba para competir nuevamente. Esta vez, observó con una mezcla de emoción y temor, su corazón latiendo con fuerza al ver cómo Sunghoon se deslizaba por la pista.
A medida que la carrera avanzaba, el tiempo pareció detenerse. Las motos se acercaban, y Jake se dio cuenta de que todo lo que podía ver era a Sunghoon. En un giro impresionante, él tomó la delantera, su cuerpo se movía con una fluidez que lo dejaba sin aliento. El momento culminante llegó cuando Sunghoon cruzó la línea de meta, ganando la carrera.
Los aplausos y vítores llenaron el aire, y Jake no pudo evitar un grito de alegría. Sunghoon se acercó a él, aún con su casco puesto, y lo levantó en un abrazo.
—¡Lo logré! —gritó Sunghoon, riendo con pura felicidad.
Jake sintió que su corazón estallaba de orgullo.
—¡Eres increíble! —dijo, abrazándolo con fuerza, sintiendo la calidez de su cuerpo.
Sunghoon lo miró, y en ese instante, Jake vio el brillo en sus ojos que siempre le había fascinado. Era una mezcla de pasión y amor que lo hacía sentir que su mundo estaba completo.
—Gracias por venir, Jake. No podría haberlo hecho sin ti.
Mientras se fundían en un beso lleno de emoción, Jake supo que a pesar del peligro que conllevaba el mundo de las carreras, estaba dispuesto a enfrentarlo todo, siempre y cuando estuviera a su lado.
Ese fue el inicio de una nueva aventura, una en la que la gasolina y los pétalos se unieron en una danza mágica, desafiando cualquier temor y celebrando su amor en cada vuelta y cada carrera.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro