Una verdad, una mentira
Las cosas estaba así, iba a morir por una bacteria o por mi mejor amiga, una de esas era verdad y la otra mentira.
Desperté por el ruido de los monitores haciendo bip.
Ahí estaba recargado en la cama, dormido sobre mis piernas, acaricié su cabello jugando con su audífono.
—Deja —gruñó molesto, no había nada que lo jodiera más que le tocaran los oídos, si lo sabría yo que casi pierdo un dedo por tocarlos.
—Eres un flojo —gruñi.
—Quien lleva dos dias dormido —se quejó mirándome, estaba todo despertado y sin estilo y aún así se veía bien.
He ahí la primera mentira la bacteria no me mato solo me dejo inestable, y muy débil como para estar despierto todo un día o tal vez dos.
—Llevas aquí los dos dias —dije asombrado
—Medios días, le hice relevo a tu hermana para que fuera a dormir y trabajar —asintió
—¿Y la escuela? —pregunté confundido.
—Me permitieron faltar, soy tu Carer a final de cuentas —afirmó.
Asentí, aún me sentía un poco cansado
—¿Cómo estoy? —pregunté confundido mirando los tubos en mi manita.
—Fuera de peligro y estable, solo debes descansar —me calmó.
—Bien —asentí— a mimir entonces.
—No, no —negó— pediré que te traigan el desayuno.
—Mmm y si te acurrucas aquí a mi lado —dije burlón.
El chico me miró para arquear la ceja.
—Lo dices porque crees que no soy capaz —insinuó molesto.
—No te atreves —lo rete sabiendo el resultado.
El chico se acurrucó a mi lado viéndonos frente a frente pues seguía de lado.
—¿Que decías? —dijo riendo.
Me quedé mirándole por un momento jugando con su botón
—Entonces en que estábamos —señalé
—En que te gustó —afirmó
—Es recíproco —insistí— y eso en que nos deja...
—En dos personas que se gustan —señaló como si fuera obvio.
—Si tanto te gusto porque no me besas otra vez —insistí.
El chico se acercó a mí para hacerlo cuando esa voz sonó por el pasillo, lo empujé justo a tiempo cuando mi niña entró.
—Andy ya estás despierto —saludó emocionado— ¿dónde esta Cas?
—Aquí —dijo levantándose— se me cayó el audífono.
La chica entró para abrazarme con fuerza.
—¿Cómo te sientes? —insistió besando mi frente
—Estoy mejor —la abracé— nada de que preocuparse.
—Últimamente lo haces mucho —dijo Santi entrando con una sonrisa encantadora.
—Siempre tengo a mi héroe para salvarme —afirmé.
El chico se acercó para besar mi mejilla.
—No deberían estar tantas personas aquí —atacó el león cruzado de brazos
—Tienes razón porque no esperas afuera —dijo santi mirándole con molestia.
—Porque no salen los dos —ordenó Xim irritada — mi niño no esta para sus peleas de poder machitos
Los dos gruñeron para salir y hacerle caso antes de que los sacara por su medio.
—Hombres —se quejó ella.
—Que se le hace —asentí— me extrañaste verdad.
La chica asintió para abrazarme con fuerza.
—Estaba muy preocupada por ti —afirmó con tristeza — bueno no era la única, todos lo estábamos.
—Necesitan más que una bacteria para matarme —dije burlón.
Ella asintió, se veía un poco triste.
—Hey, estoy bien —la calmé tomando su mano.
—Lo se —dijo apretándola a manera dé respuesta— es solo que...
La morena se detuvo pensándolo un poco para negar y darme una leve sonrisa.
—Venga dime —pedí— soy tu mejor amigo.
La chica me miró para asentir.
—Es que... desde lo qué pasó he sentido que me apartó más de Cas y yo... ya no sé qué hacer —murmuró.
Me quedé sin saber que decir... que decía
—Yo... lo siento soy una tonta, no debería hablarte de esta mierda cuando te estás recuperando —se regaño ella misma.
—Está bien —asentí— solo no sé qué decirte... Aslan es un poco tonto supongo...
—No digas nada sólo quería sacarlo —afirmó.
Suspiré para abrazarla con fuerza... sentía que la estaba traicionando pero también lo hacía a mi mismo fingiendo que no me gusta... fingiendo que somos simplemente amigos y nada más... uff otra buena rola
—Lo siento —susurré.
—¿Por qué? —preguntó acariciando mi cabello.
—Por hacerte pasar por esto —murmuré, no me refería a mi hospitalización si no lo que iba a pasar.
Ella negó para besar más mis mejillas
—Somos mejores amigos, en las buenas y en las malas y en las peores —afirmó
Sonreí débil para asentir, la puerta se abrió dejando entrar a mi hermano.
—¡Andy! —me gritó con felicidad.
—Sin llorar Solecito —advertí.
El nene le valió madres para abrazarme aún así con lágrimas, mi hermana entró abrazando a los chicos uno de cada lado.
—Mira lo que me encontré en el pasillo, gritándose en el hospital —dijo mi hermana riendo
—Animales, son animales — dijo la morena rodando los ojos.
—Lo siento —dijo Santi
—Yo no —se quejó Aslan de brazos cruzados— pero es culpa de Ximena ella nos dijo que nos peleáramos afuera.
—Es verdad tu fuiste —atacó Santi.
—Ah para eso si se ponen de acuerdo no —gruño.
Mi hermana negó cruzándose de brazos.
—Muy bien porque no los tres lo discuten afuera —los corrio soso— más tarde hablan con él ahora me toca tener una plática con mi hermanito.
—Y ahora porque me toca a mi castigo —gruñí.
Mi hermana negó para hacer señas a los demás, se despidieron para dejarme a solas con ella y mi hermanito.
—Ya me puedo ir a casa —pedí.
—Si —dijo ella— te dejarán ir después de que comas un poco y tus análisis salgan bien.
Asentí, mi hermanito seguía abrazado a mi sin decir nada, acaricié su cabello para calmarlo pues era muy sensible.
—¿Entonces para que los corriste? —pregunté inseguro
—Se te junto el rebaño no es así —murmuró burlona— y porque te quiero todito para mi —dijo mi hermana abrazándonos a los dos.
—Gracias —suspiré aliviado.
Mi hermana negó besando mi frente.
—Te salve esta vez pero tienes que hacer algo al respecto con Xim —señaló
—Es mucho estrés para el bebé —negué.
—¿Cual bebé? —preguntó confundida.
—Yo claramente —asenti
Mi hermana negó
—Estamos hablando de los sentimientos de alguien, así que toma buenas decisiones—mencionó.
Asentí cansado claramente sabía que estaba en un dilema.
—Cielito te traje café —dijo Marck entrando.
—Y a mi que me trajiste cielito —me burlé.
—Oh gracias a Dios estás mejor —exclamó el hombre sin importarle mi burla para venir abrazarme
—Eh que no avanzamos tan rapido en nuestra relación—gruñi.
—Lo siento —dijo nervioso alejándose.
—Contrólate Ander — me regañó mi hermana.
Gracias a que comí y mis últimos análisis habían salido limpios me habían dejado salir esa noche, estaba cansado a decir verdad.
Al llegar mire mi teléfono con miles de mensajes de apoyo, no había podido usarlo durante mi internamiento.
En casa me llevé la notica de que mi cuarto ya estaba listo por lo que no tendría que compartirlo más con mi hermano.
—¿Que tal? —preguntó mi hermana orgullosa— ¿te gusta?
—Es perfecto—asentí—Justo lo que necesitaba
—Auch —dijo Dani parado en la puerta con desaprobación
—Lo siento Dani —dije riendo.
Mi hermano se fue enojado mientras me instalaba en mi camita, las paredes estaban con un tono azul con estrellas de esas que brillan pegadas en el techo, infantil tal vez pero me encantaban esas estrellas
—Gracias —dije abrazando a mi hermana
—Te lo mereces —afirmó— iré a preparar la cena mientras tanto descansa.
—Si señora —asenti ya en mi tableta
—No me digas señora —gruño
—Pues señorita ya no eres si lo sabré yo —me reír
Fui atacado por un peluche si, valió la pena también.
Mientras jugaba en mi iPad la puerta se abrió.
—Tu otra vez... si que te encanto —me burle del león
—Dejaste esto en mi auto antes de desangrarte —dijo dejando mi mochila a un lado de mi cama— y hablar lo que interrumpió ese idiota.
—He tranquilo con mi héroe —gruñi.
El chico alzó la ceja con molestia.
—lo siento... ven aquí —di golpecitos en la cama
El chico se sentó mirando el techo para verme y negar.
—Yo... no se como haremos esto —murmuré— porque indiscutible mente no quiero lastimarla.
—Ni yo —asintió— pero no puedo corresponder a sus sentimientos y no veo el porqué tener que reprimir los míos
—Cruel —negué
—Así es el amor —insistió— pero si lo quieres lo entenderé completamente y podemos ser... lo que sea que fuéramos
Me quedé pensándolo por un largo rato
—Yo... no sé qué quiero hacer —bufé— porque me haces esto estando convaleciente
—Porque... necesito respuestas —insistió— así que dame algo.
Bufé para mirar las estrellas.
—Quiero estar contigo... y no quiero lastimarla —entendí— así que porque no lo dejamos en secreto y así nadie se entera
El chico se quedó pensando un momento.
—Está bien —asintió.
—Así de fácil —pregunte extrañado
—No es como que me encante la idea de que se enteren de que somos novios, además las relaciones entre Carers están prohibidas, si se enteran me sacan del programa y como resultado rompo la condicional y me voy a la cárcel —afirmó.
—Oye no... como que la cárcel —dije nervioso.
—Dos meses en una correccional así que es mejor hacer esto bien —asintió
Afirmé quitándome un peso de encima.
—Con una condicion más —afirmó
—Red flag —me queje
—Tu y el tal Santi si son red flags —afirmó
—Ah ya claro celos —asenti entendiéndolo
—Solo no te lo vuelvas a cojer o besarlo —asintio— lejos de eso puedes seguirle hablando sé que es importante para ti.
—Me parece bien, voto de castidad —asentí— te parece si cerramos el trato —guiñe levantando los labios para un besito
El blanquito puso los ojos en blanco para acercarse.
Moría por volver a sentir estos besos en mis labios, su mano en mi nuca atrayéndome con fuerza
—Alguien me debe mucho dinero —dijo mi hermano en la puerta.
—Ay mierda —dije mirando al señor no sé guardar secretos— tú no viste nada.
—Aja si —se cruzó de brazos— Aslan sígueme a mi oficina por favor.
Aslan asintió aguantándose la risa.
Aunque traté de espiar no escuché nada, leoncito llegó un par de minutos después.
—Te veo mañana —se despidió— tienes un hermano feroz.
—Lo sé —suspiré.
El león se fue dejándome con mi hermano que se acercó a mi para tomar mi puerquito de alcancía.
—Espero tus mesadas puntuales —afirmó
—¿Qué fue lo que le dijiste? —pregunte riendo.
—Que si te lastima tienes un hermano que te respalda... y una hermana abogada —contó orgulloso.
Negué riendo pero tenía que ponerme serio.
—Entiendes que no puedes decir nada de esto verdad, en especial a Xim —insistí
—Lo dire si me lo pregunta pero si no lo hace no lo dire porque no soy un chismoso —afirmó— me parece mal lo que hacen pero quien soy yo para negar el amor
—Gracias —afirme
—Aunque podrían hacer un trío verías lo fácil que la vida es con un poliamor —asintió seguro de sí mismo.
—Lo tendré en cuenta —dije riendo
Suspiré... vencería el amor, tal vez o tal vez no.
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