Una muerte anunciada
Cinco minutos... habían pasado cinco minutos en el auto con Xim y se sentía eterno, ella no decía nada solo se limitaba a conducir con la mirada al frente.
—Tu... ¿me odias? —pregunté.
La chica paró el auto para meterme tremendo putazo en el brazo que me dolió como nunca.
—Está bien, me lo merezco —dije sobándome adolorido— algo más, es ahora o nunca.
—Eres un... cabron eso eres —lo sacó irritada.
La chica volvió a prender el coche.
—Entonces si me odias —dije preocupado.
—Ay claro que no ridiculo ya me lo esperaba —bufó— más raro hubiera sido que no.
—Entonces porque el golpe —me queje.
—Por cojerte a mi hermano, por eso —se quejó— que hubieras sentido si hubiera sido al revés.
—Dani es lindo pero no me lo profanes es un bebito —me queje.
Ella puso los ojos en blanco para bufar molesto.
—Te amo como a un hermano y te permití todo pero eso no te da derecho a cojerte a mi verdadero hermano —se quejo— aparte dos Momy issues juntos no es nada bueno en una relación.
—Tranquila, no nos vemos de esa forma —la calmé.
Ella asintió irritada.
—Pero bueno pasemos a lo importante —sonreí cambiando el tema— como te fue con el león.
—Me besó —dijo emocionada.
—¡Que! —exclamé asombrado— cuenta, cuenta.
—Bueno fue un beso en la mejilla de despedida pero es un avance —sonrio— aunque se la pasó dormido todo el camino así que no pudimos hacer más
—Me emocionas babosa eso no es nada —me queje.
—Di lo que quieras —gruño, esa sonrisita no se la quitaba nadie.
Al llegar a casa me ayudó a bajar para besar mi frente.
—Vuelve hacer una estupidez así y tu cosita será otra de las partes de tu cuerpo que no se paren —dijo serio.
—Wow eso fue malvado de tu parte —murmuré tratando de no reírme.
—¿Me pase? —se arrepintió nerviosa.
—Tranquila —negué riendo.
A cualquier persona le hubiera partido la madre por decir algo así, pero ella tratando de ser malvada era divertido.
—Te veo mañana guapa —me despedí.
—Nos vemos amor, pero la amenaza iba en serio —retomó.
Negué para entrar a la casa donde ya me recibía mi hermana, Soso me abrazó para analizarme.
—Yo no te mande con esa ropa —dijo confundida
—Ah si me manché y Santi me presto una de sus playeras —sonreí.
—¿Santi? —arqueó la ceja.
—Si el hermano de Xime, ya lo conoces un blanquito muy mono —me reí nervioso.
Ella se cruzó de brazos uniendo cables para verme espantada.
—Ander Macotela estás muy chiquito para estar haciendo esas porquerías —me regaño
—Tengo diecisiete Soso, que tú no la perdiste más joven —me traté de excusar
Y ese fue mi peor error porque me llevé toda una plática sobre sexo con protección y enfermedades sexuales... al final terminé castigado.
Mientras veíamos la novela el timbre de la puerta sonó.
—Puedes abrir —le pidió Soso a Dani que estaba muy cómodo envuelto en cobijas.
—Que vayas Ander —contestó burlón.
—Dani te dije a ti ve —ordenó ella.
Mi hermano se levantó molesto para ir a la puerta haciendo drama.
—Debe ser tu torpe novio porque debo abrir yo —murmuro molesto.
Su cara cambió al abrir la puerta y ser atacado por otro Solecito como él.
—¡Cam! —exclamó mi hermano ya en lágrimas.
—¡Dani! —correspondió su mejor amigo con la misma intensidad.
Mi hermana se levantó para recibir en la puerta a su ex novio... bueno no fueron novios pero era más fácil resumir lo suyo así.
—Dean, Jake los extrañé mucho —saludó mi hermana abrazándola.
—Si, si luego que me orino —apresuró Jake pasando de ella para correr al baño.
Negué divertido al ver el rencuentro, el tío Dean se acercó abrazarme.
—Mirate estás cada vez más grande —dijo el ricitos.
—Te vi hace un mes tío, no he crecido nada —negué.
—Fue mucho tiempo —repitió dramático como siempre.
Los bebés seguían abrazados para cuando salió el tío Jake para abrazarme.
—Ah igual de guapo que tú tío —asintió complacido— como vas galán, hay chicos lindos.
—Pues voy —asentí— si vieras al que me eche —guiñe pícaro.
—Quieres otra semana más de castigo por lo visto —me miró mi hermana con molestia.
—Eh deja a mi sobrino en paz quieres, comerse a alguien no es malo ni mucho menos debe ser castigado —me apoyó mi tío.
—Quieres que te castigue también a ti —alzo la ceja.
—Estas solo en esto —se deslindo.
Nos sentamos en la mesa para platicar, ahora ya me dejaban sentarme en la mesa de los grandes.
—¿Irán mañana? —preguntó mi hermana sirviendo la merienda junto con mis tíos.
—Ah quisiera pero mi culito tiene partido así que me voy hoy por la noche con él —explicó mi tío Jake refiriéndose a su prometido, era parte del equipo de los Lakers... un profesional.
—¿Qué tal tu? —miró a Dean.
—Ah quisiera pero solo vine a traer a Cami, debo volver estoy viendo lo de la escuela en California —explicó el ricitos.
Mi tío estaba por abrir su primera escuela con un enfoque diferente.
—Yo pensé que querían conocer al novio de soso —saqué a la luz, mi hermana me asesino con la mirada.
—Cierto como es el infeliz, seguro que no mejor que mi chico —atacó el tío Jake.
—Gracias Andy, vete a dormir quieres es hora de hablar de los adultos —me corrió la ingrata.
—Pues ya que —me queje.
Me despedí de mis tíos para ir al cuarto, ahí estaban los Solecitos mirando una serie, el uno sobre el otro.
—Se dejaron de ver por un mes par de ridiculos —negué.
—Fue demasiado —asintieron.
Negué divertido para acostarme, me quedé dormido de inmediato porque dormir es mi pasión.
Desperté por los besos de mi hermana emocionada.
—Venga hermanito que se nos hará tarde —me apuro.
— No se irá a ningún lado —me burlé.
—Si lo hace —dijo Dani ya vistiéndose.
Bufé pero terminé por pararme, me vestí para la ocasión, mi hermano era el encargado de adornar mi silla y se había esforzado este año, estaba llena de pegatinas y unos listones que hacían la bandera Pride.
Mi hermana llevaba su playera de Pride Ally y una linda faldita que se había hecho con listones de colores, los solecitos iban de colores pues aún no estaban seguros, razonable pues apenas se estaban definiendo.
Llegamos al lugar donde ya habían muchas personas, le había avisado a mi perra que no tardaría en llegar.
Sentí unos brazos rodeándome besando mi mejilla.
—Tu qué haces así que —mire a la morena.
—Vine apoyar a mi hermano —sonrió ella.
—Más bien se añadió a la fuerza —bufó el blanquito sonriéndome— Hola.
—Hola —sonreí dichoso.
—Sofia mi hermano se cojio al tuyo —atacó la morena.
—Lo sé —dijo mi hermana pasando su brazo por los hombros del menor— tú y yo ha hablaremos muy seriamente Santiago.
—No lo creo soy perra y me desaparezco —dijo saliendo corriendo.
—Se donde vives cabron —lo siguió mi hermana.
—Eso fue bajo —miré a la morena
—Ni modo tenía que ponerte un alto —sonrió burlona.
Negué, mi perra llegó como Drag, la Drag más perra y empoderada del lugar si señor como de que no.
—Esa es mi perra —sonreí.
—Soy Xenon dulzura —dijo besando mi mejilla dejándome marcado su beso.
—Hermosa —la halagó Xim.
—Bueno, bueno vamos a iniciar o nos quedaremos parados aquí todo el día —nos apuró Xenon.
Nos unimos al desfile que era muy divertido, en California era casi igual sin embargo aquí... se sentía diferente.
Nos tuvimos que detener pues la vejiga de mi hermano no aguanto, mientras esperábamos me percaté de lo que estaba viendo Cam en su teléfono, me miró rápido para cambiar de pagina.
—Está bien —le dije el menor.
—Yo... no sabía si eliminarlo o no —dijo preocupado mirándome con sus grandes ojos castaños— pero lo que tú decidas haré.
—No tienes porque eliminarlo —lo calmé— es tu tutor de aleman no.
El chico suspiró para asentir.
—¿Cómo está él? —pregunte con un nudo en la garganta.
—Al principió un poco deprimido la verdad —asintió— pero ya está mejor...
—Y tiene a alguien... bueno ya sabes...
—No, creo que no —mencionó nervioso.
Si algo compartían él y mi hermano es que mentían pésimo.
—Está bien —asentí abrazándolo.
El chico me devolvió el abrazo con fuerza.
—Él también me preguntó por ti —susurro— aún te quiere.
—Y yo a él —confesé— pero debemos darnos espacio para sanar y averiguar si ese amor va por un mismo camino.
—De acuerdo —asintió el castaño.
Estaba creciendo, y no había duda que este niño iba hacer un gran partido cuando creciera.
—Porque a él si lo abrazas y a mi no —dijo Dani llegando.
—No empieces de celoso —me queje.
El chico se cruzó de brazos indignado.
—Anda ven acá —cedí.
Mi hermano sonrió dichoso para abrazarme.
Después de caminar un par de horas terminaron cansados, a mi me llevaban así que podía estar todo el día así.
Terminamos comiendo en el restaurante de la mamá de Aslan pues el pequeño Cam invitaba, no me quejo a los doce él ya tenía tarjeta de crédito y con tal de exprimir a sus padres que eran unos hijos de puta estaba bien.
El local estaba decorado a motivo del Pride, se veía bien con todas las banderas.
Al llegar para mi sorpresa ahí estaba él sentado junto a la barra, sonreí para ir a emboscarlo.
—Te parto tu madre si me tiras —dijo sin mirarme, ya sabía mis sucias intenciones.
—Le quitas lo divertido a todo sabias —me queje.
El chico asintió para mirarme, traía un pin con la banderita.
—Ya veo que te sientes mejor como para recaer en la mercadotecnia—señale al ver a todos aquí con ese pin.
—Mi padre era Bi, así que mamá insiste en seguir celebrando y apoyando a la comunidad —explicó— y si ya estoy mejor como para partirte la cara si sigues jodiendo.
Puse los ojos en blanco para asentir.
—Hola Cas —saludó mi chica llegando— quieres comer con nosotros —pidió nerviosa.
—Yo...
—Él comerá —asintió el hombre de la barra.
Castaño de unos intensos ojos cafés con una piel blanca como la leche y una barba bien cuidada... si le llamaba papi porque no.
—¿Qué yo no...
—No estabas diciendo que morías de hambre, bueno te están invitando a comer tus amigos —insistió.
—Él no es mi amigo —bufó.
—Auch —dije ofendido— bien que me quieres cabron.
—A tres metros de distancia sin joder claro que si —gruñó.
—Anda ya, no hagas enojar a tu tío favorito —lo obligó.
Aslan asintió para acompañarnos a comer, al menos tendríamos el descuento familiar y la morena aprovecho para comérselo con la mirada.
Después de terminar como cerditos nos fuimos a casa agotados.
Me refugié en mi cuarto para hacer algo de lo que me arrepentiría, empecé a ver las historias de Jay.
Ahí estaba él sonriendo, feliz... con el imbecil de Tobio, ya sabía yo que era una gata rompe hogares... y aún con eso, estaba bien.
Él merecía ser feliz... aunque no fuera conmigo.
Aquí está el último capítulo del año 🥲 pido disculpas ando perdida en el espacio tiempo y apenas me di cuenta que ya era sábado 😬
Muchas gracias a todos por este año, gracias por todo su apoyo. 🥰
Les quiero muchísimo, nos vemos el siguiente año pásenlo muy bien y ¡Feliz Año Nuevo! 🎉🍾
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