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Primera vez

Y ahí estaba yo, sentado en sus piernas listo para cojerme al chico más jodidamente hermoso que había visto, mi sueño hecho realidad.

—Mm vas a decir algo porque si no estás listo...

—Que no ya te había dicho que si, creo que sólo lo pensé —dije confundido— pero si, si quiero, cuanta formalidad cuando sabes te he querido cojer desde el principio.

—El consentimiento siempre es importante y no se da por sentado por más sucio que sea tu pareja —estableció— una vez dicho eso ven aquí.

Nos tiramos en la cama para darme vuelta, el chico me coloco en la cama para quitarse la playera de inmediato con una agilidad impresionante.

—Si te sientes incómodo con algo me dices —sonrió.

—Que no te apresures me incomoda —gruñi, ya estaba caliente.

El blanquito sonrió mordiéndose el labio para ponerse sobre mi, besando mis labios a lo que correspondí con una mordidita inocente.

— Sin mordidas —aclaró bajando por mi cuello.

—Lo siento me emocioné —me disculpé— parece que tienes mucha experiencia.

—No preguntes lo que no quieres saber —guiño pícaro.

Eso me calentó más, me calentó mucho más.

El chico bajó besando mi cuello, tocando mis caderas que es donde más sentía para baja por mi pecho besando cada centímetro de él, besando las cicatrices de mi cuerpo que tenía por aquellas cirugías.

Al llegar a mi cadera paro para bajarme más los pantalones, a este punto yo ya estaba más caliente que nada.

—Tal vez no sea mejor que el tal Jason en tus ejercicios, pero en esto no me gana —murmuro más para si.

Me quedé pensando un momento... me iba a lamentar lo que iba a decir.

—Espera —lo detuve.

El chico lo hizo sin objeción alguna.

—Necesitas un momento —dijo sentándose a mi lado ayudándome a sentar.

Estábamos medio desnudos los dos.

—Tu... no haces esto por Jay cierto —dije nervioso.

—Lo que menos quiero es traer el tema de tu ex al cojerte —dejó en claro.

—Bien, continuamos —me acerqué a él besando.

Continuamos como si nada sin embargo no dejaba de pensar en eso...

—Espera... espera —lo detuve.

El chico se detuvo mirándome confundido.

—Estas seguro que no haces esto para ganar puntos o...

—Porque mierda tendría que ganar puntos si se supone que estamos juntos —estableció— o que aún sientes algo por él.

—Yo estoy contigo y estoy seguro de mis sentimientos—afirmé— pero no quiero esta estupida guerra entre los dos, yo te amo... pero a él también lo amé, y como persona aún lo hago así que no me digas que si siento algo por él porque quieras o no si lo hago.

El chico suspiró para levantarse molesto.

—No quiero luchar por tu amor...

—No lo vas hacer —insistí.

—Entonces porque a él si le cuentas todo —me reclamó— porque no me involucras como lo involucras a él, porque tengo que venirme a enterar que llevo casi seis putos meses haciendo mi trabajo malo.

—Porque no quería sentirme débil otra vez —confesé apenado.

Aslan me miró confundido para suspirar y sentarse a mi lado.

—No creo que seas una persona débil —estableció.

—No es lo que creas es como me sienta —confesé.

Me recargue en el hombre de mi chico para suspiré.

—Cuando conocí a Jason yo... estaba en una etapa de mi vida que era muy vulnerable, mi estado de salud aún era delicado, tenía problemas con mi madre y bueno me hacían bullying —conté— quisiera o no en esa persona se entabló nuestra relación y al pasar de los años para Jay yo seguía siendo ese niño enfermo de doce años que requería ayuda.

No se porque me costaba contarlo, pero sentía que tenía que hacerlo.

—No te voy a mentir, le debo mucho a Jason, los años que pasamos juntos me ayudó bastante pero al final termino siendo muy sobreprotector conmigo, si estornudaba para él ya era como una gripe, si estaba cansado era algo más y agradezco su preocupación pero no me dejaba pasar pagina a esa etapa tan dura para mi, era como si me ahogara en su sobreprotección—afirmé— pero contigo no es así.

—Porque te trato como la mierda —arqueó la ceja.

—Porque me das mi espacio —negué— me tratas como cualquier chico normal y aún así reconoces mis necesidades cuando las tengo... así que si, en estos momentos lo que quiero es estar contigo.

Aslan se quedó pensando para asentir.

—Está bien confiaré en ti, solo porque sé que soy más lindo que él —dijo burlón.

—Y seguro que cojes mejor así que qué tal si... —me fui acercando lentamente hacia él.

—No ya se me fueron las ganas, perdiste tu oportunidad —bufó.

—Ah lo sé pero tenía que intentarlo —suspiré— mm podemos al menos recostarnos un momento de cucharita.

Él me miró para besar mi frente y abrazarme para tirarnos en su cama, le abracé con fuerza... aún estábamos piel con piel lo que se sentía bien.

—Eres muy bueno en esto —afirme— ¿Por qué? ¿Con cuantos te has acostado?

—Mi papá quería que estuviera listo y cómodo cuando esto me pasara así que me enseño desde los ocho todo esto —afirme— ya sabes lo del consentimiento, sentirme cómodo y el significado del no, y de lo otro no quieres saber.

Me quedé pensando, nuestra educación había sido diferente probablemente por el pasado que había tenido el padre de Aslan.

—Mi papá nada más me dijo ahuevo no vas a embarazar a nadie —me quedé pensando.

El chico asinti dándole la razón a mi padre, no mentía pero la protección era importante.

Nos quedamos así recostados por un rato hasta que nos ganó el sueño.

Desperté por el carraspeo de la voz de una mujer... ahí estaban nuestras madres cruzadas de brazos mirándonos.

—Algo que explicar —dijo Soso sería

—Bueno fuera pero no lo hicimos, tranquila —bufé medio adormilado— no soy como tú que tus hijos te encuentran teniendo relaciones...

—Vístete que nos vamos —ordenó roja cuál tomate.

—Tu y yo hablaremos después —le dijo su madre al león.

El cabron solo levantó el pulgar para volverse a dormir mientras las mujeres salían

—Me voy a llevar un castigo de a gratis —bufé vistiéndome.

—Ni modo —dijo acomodándose para mimir.

Besé sus labios para despedirme.

Me fui con mi hermana que seguía algo molesta conmigo.

—No te puedes enojar conmigo por tener sexo —me quejé.

—Si por no contestar el teléfono —me regañó— si estabas con Aslan porque apagaste tu teléfono.

—Yo nunca lo apagó —me negué— ni siquiera lo escuché, no te abras equivocado otra vez y llamado a Dani por error.

Mi hermana se lo pensó por un momento.

—No... y entonces porque sonaba ocupado —insistió

—Ay no lo sé yo estaba muy  ocupado por cojermelo para contestar el teléfono.

Recibí un manotazo de mi hermana a lo que no di importancia.

—Tengo una sorpresa para los dos pero ahora no sé si dárselas —me gruñó

—No castigues a Dani por mi culpa — establecí, mi sol no lo merecía.

Mi hermana asintió para pensárselo, al llegar mi hermano estaba haciendo la tarea.

—Nos tenías preocupados —me regaño Dani llegando a mí para pegarme.

—Sabían que iba a estar con Aslan que se preocupan —bufé, no se tenían que hacer las vistimas.

Mi hermano se lo pensó para asentir.

—Bien siéntense —pidió Soso

—Ya estoy sentado —afirmé, no sé porque seguían diciéndome lo mismo.

—No te hagas el gracioso Ander —me regaño

—Lo siento —me aguanté la risa.

—Bueno a ver... han sido unos niños muy buenos,al menos uno de ustedes —aclaró— y lo estuve pensando mucho... así que tengo algo para ustedes —dijo emocionada.

Mi hermana salió para regresar con un perrito en sus brazos.

—Soso... soso no, es hermoso —dijo mi hermanito ya llorando.

Dani corrió para abrazar al perrito tan hermoso, un golden que traía un chaleco, rápidamente lo identifiqué.

—Es un perro de servicio —me miró Soso— consideré que si ya íbamos a tener un perro podía ser de ayuda para ti, espero no te moleste.

—Es un perrito porque me molestaría —dije acercándome a mi hermano para que me dejara cargarlo, tenía seis meses por lo que aún era un bebé perro.

—Le llamaré Milaneso —dijo Dani seguro.

—No Dona —establecí.

—Se llama Luffy, lo siento —sonrió ella

Abracé al perrito junto con mi hermano que no lo soltaba

—Dani —le llamó mi hermano— yo... estoy embarazada.

Mi hermano la miró por unos segundos para soltarse a llorar más de lo que ya lo hacía.

—Es el mejor día de mi vida —e

Mi hermana lo abrazó con fuerza.

—Dee Dee es el padre verdad —dijo emocionado— eso lo convierte en mi papá y Dani en mi hermano.

Me empecé a reír para tomar al perrito en brazos

—Ander no huyas —pidió nervioso

—No lo creo chica —me reí

Me fui antes de que estallara la cosa, el niño deseaba tener un hermano sobrino... pero que no fuera de Dean... complicado

Me quedé en mi habitación dándole mucho amor a Luffy y mandandole miles de fotos al león quien advirtió en robárselo.

Me quedé dormido con el perrito sobre mi, esas si son maneras lindas de dormir.

A la mañana siguiente aún había un poco de tensión entre mi hermana y mi hermano

—Hoy cenaremos en el restaurante de la mamá de Aslan —mencionó mi hermana.

—¿Viene Marck? —preguntó mi hermano

—Si, fue su idea —aclaró— de hecho quiere llevarte a pasear un momento

—Pues si sabes contar no cuentes conmigo —dijo indignado para irse.

Me reí aunque no le hiciera mucha gracia a mi hermana.

—Tranquila yo hablo con él —la calmé

—Gracias Andy —besó mi frente.

—Bien te veo en el coche —asentí

—Andy saca a Luffy de tu mochila —obligó.

—Pero...

—No te lo puedes llevar —negó— él también tiene clases.

—Lo siento, se intento —bese al perrito.

Al final lo dejaría mi hermana en la escuela de perritos, al llegar estaba muy feliz.

Mi chico no estaba aún pero si otro culito que conocía bien.

—Jay Jay que crees que me regaló mi hermana —dije emocionado.

—Un perro —contestó seguro.

—Como... Dani te dijo no es así —señale irritado— ese niño no deja mi privacidad en paz.

—No fue Dani yo le ayude a tu hermana a conseguir el lugar donde adoptar perros de servicio —mencionó— lo siento

—¿Por qué lo sientes? —cuestione.

—No quiero abrumarte con mi sobre protección —contestó de mala gana.

Me quedé analizando un poco la situación.

—De que me hablas —dije con cierta molestia

—Eso no, te ahogo con mi sobreprotección—atacó—eso es lo que le dijiste a Aslan no es así.

Apenas estaba agarrando señal para entender que la había cagado... y ni siquiera sabía como.

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