Mini vacaciones pt. 2
Desperté con esa oleada de frío con el que lo esperaba despertar, toda mi vida había vivido en un clima caluroso y algo de frío en invierno pero no con este frío.
Le jale las cobijas al blanquito a lado de mi.
—Mhm no —gruñó.
—Me muero de frío —me quejé— dame más cobijas.
El chico se levantó, me movió en el hombro con insístencia.
—Déjame dormir —me queje.
—Está nevando —dijo emocionado
Me levanté emocionado como si me hubieran dicho que el mismísimo Harry Styles estuviera frente a mi.
—Nunca había visto la nieve —conté emocionado— vamos.
No le di ni tiempo cuando ya me estaba subiendo a mi silla para salir.
—No vestido así —negó mirando mi pijama y calzoncillos.
—Buen punto —asentí— necesito ropa, mucha ropa.
Me puse como veinte suéteres y tres pantalones pues no me quería resfriar.
Al salir de la habitación ya olía a huevito con tocino, Xim estaba cocinando con su hermano mientras Klaus se dedicaba a prender la chimenea
—Por fin despiertan —saludó Xim — ya iba a despertarlos
—Ni es tan tarde —mire el reloj siendo ya medio día— bueno tal vez si, en fin voy a la nieve.
—Desayuna primero —me detuvo mi león deteniendo mi silla
Gruñí un poco pero terminé por aceptarlo, desayunamos entre risas y bromas, después de eso por fin me dejaron salir a ver la nieve.
Me tiré en ella sin más, se sentía tan suave y fría a la vez.
Me puse hacer medios ángeles de nieve para mandarle fotos a mi hermana, mientras los chicos hacían un disque iglú yo me puse hacer un muñeco de nieve con Xim.
—Ya quedó —le dije a la morena mostrándole mi obra de arte.
La chica levantó la vista de su teléfono
—Ander parece paleta payaso —se burló.
La paleta payaso es una delicia de nuestro país, es un delicioso bombón cubierto de chocolate con una disque carita de gomita... siempre vienen con la cara más deforme posible, los ojos bizcos o la boca chueca... mi pobre hombre de nieve estaba igual.
—Arte —afirme.
La chica negó divertida para volver a su teléfono
—Eh se supone que dijimos que no íbamos a estar en el teléfono —la regañé quitándoselo.
—No espera Andy dámelo —se negó recuperándolo.
Vi el mensaje que le llegó, era Alexa...
—Uhh pero mira que tenemos aquí —sonreí pícaro
—Solo estamos hablando —me quito el teléfono
—Me parece bien —sonrei— pero me adjudicare el mérito cuando anden
—Todo en calma de acuerdo, aún no sabía que me podía gustar una mujer hasta ahora —señaló ella— y no es como que sienta esa chispa aún
Me dejé caer sobre ella para abrazarla
—Solo déjate llevar, prueba lo nuevo y ve como te resulta —afirmó
—Lo intentaré —asintió feliz
La abracé con fuerza hasta que recibimos una bola de nieve
Santi nos sonreía con diversión, jugando con una bola de nieve haciéndola bolita
—Oh te atreviste hacerlo —dijo Xim molesto.
—Cavaste tu tumba mi héroe —amenacé preparándome.
Otra bola de nieve me atacó proviniendo de Klaus
—Tu... Aslan defiéndeme —ordené subiéndome a mi silla
—Lo que tú digas —dijo lanzándole a la cara tremenda bola de nieve que lo hizo caer.
—¡Esto es guerra! —gritó Xim dando inicio a la guerra
Los pendejos no se esperaban que ya teníamos un armazen de bolas de nieve preparadas
Todo fue risa y diversión hasta que Klaus se cayó sobre Patroclo destruyendolo y doblándose su pie, mientras llorábamos su muerte noté a mi león algo preocupado.
—Todo bien Aslan, podemos armar otro patroclo —señale.
—Si solo se me cayó mi audífono —explico buscándolo
—Tranquilo ahorita lo encontramos — lo calmé— debe estar por aquí.
El sonido del crash bajo mi silla nos hizo saber que todo valió madres
—Creo que ya lo encontré —suspiré— lo siento.
Andy suspiró, en efecto había sido su aparato auditivo lo que me hizo sentir como una mierda por rompérselo.
Nos metimos a la casa todos agüitados y con frío, después de que llamara a no se quién me cambié de ropa pues estaba empapado, el chico entró para hacer lo mismo.
—Lo siento...
—No fue tu culpa, fue un accidente —aclaró— y en si fue más mi culpa por no tener cuidado.
—Fue un accidente —le remarqué— ¿como te sientes? sé que te duele la cabeza si no lo traes.
—Ah estoy bien —asintió— le llamé a mi abue y me va a traer mi repuesto y mamá ya me mando hacer otro en casa así que debe estar para cuando lleguemos.
Asentí un poco más tranquilo, leoncito se acercó a mí para besar mi frente y abrazarme
—¿Como estás con el frío? —me preguntó preocupado
—Ah mejor que Patroclo —asentí— porque no usamos el jacuzzi para calentarnos.
Le gustó la idea al parecer pues se puso a llenarlo, nos metimos al agua calientita, la habitación era acogedora además de que era completamente de madera.
—Debió ser divertido venir aquí de pequeño —mencioné, estaba recargado sobre él viendo las burbujas.
—Si lo era —sonrió— aunque pasaba la mayor parte del tiempo con papá en la montaña, me acuerdo que después de pasar todo el día en la montaña bajábamos y mamá tenía la cena lista.
Una sonrisa se dibujaba en su rostro.
—Pasábamos la noche viendo películas en la sala con chocolate caliente y pan del abuelo —dijo emocionado— nunca terminaba de ver las películas siempre me quedaba dormido sobre papá, y él prefería quedarse en la posición más incómoda posible que despertarme.
—Tuviste un gran padre y estoy seguro de que está orgulloso de ti —asenti.
El blanquito se quedó pensando para negar.
—No, no lo estaría eh hecho cosas de las que me arrepiento y de las que no estaría orgulloso —se abrió conmigo.
—Los padres no esperan que seamos perfectos todo el tiempo —señale— pero siempre estarán orgullosos de nosotros, y estoy seguro de que tienes muchos méritos
El chico me miró para atraerme y abrazarme con fuerza y besarme.
—Te estas ganando el sexo —me miró
—Me parece perfecto podemos hacerlo aquí —sonrei
El chico negó para mojarme la cara, estuvimos un poco más jugando con el jacuzzi, al salir nos tiramos en la cama, mi niño se quedó dormido pues le había empezado a doler la cabeza un poco.
Fui por algo de comer pues ya tenía hambre, todos estaba dormidos en esta casa... excepto Klaus que probablemente si estaba comiendo mejor que yo.
Mientras me preparaba un emparedado la puerta se abrió me asuste un poco hasta que recaí en que era el abuelo de Aslan.
—Hola Andy —saludó— ¿donde están todos?
—Aslan se quedó dormido, Xim en una llamada telefónica y los otros dos de luna de miel probablemente —asentí riendo.
El hombre sonrió para dejar varias cosas en la mesa
—Bueno le traje su aparato auditivo a mi niño, también les traje algo de pan de mi panadería y la abuela de Aslan les manda chocolate caliente —sonrió
—Sabe es el mejor abuelo del mundo —dije mirando mi objetivo que era un panecito— muchas gracias moría de hambre.
El hombre asintió divertido
—Me alegra mucho que estes con mi nieto, desde lo de su padre no había venido aquí por voluntad propia y cuando me dijo que vendría con sus amigos y novio pensé que era una broma —contó riendo— me hace muy feliz verlo avanzar.
—Debió ser muy dura la muerte de su padre —mencioné, lo entendía perfectamente.
—Era su persona favorita en este mundo y cuando pierdes algo así... es muy difícil reponerse —suspiró.
—También debió ser muy difícil para usted no es así, era su hijo —mencioné comiendo el pan que estaba buenísimo.
El hombre lo pensó un momento para sonreir, tal vez no debí haber hecho ese comentario
—A mi hijo lo adopté cuando era un adolescente —me contó— tal vez no era mi hijo de sangre pero el tiempo que cuide de él hizo que lo amara como si lo fuera.
—Lo siento no debí...
—Está bien, tengo entendido que tú también perdiste a tu padre no es así, es normal tener dudas y querer hablar de eso con alguien que te entienda... y tú y yo sabemos que mi nieto no es el mejor para eso —dijo con una ligera sonrisa.
Asentí, si que era un hombre muy sabio.
—¿Quieres hablar de eso? —me pregunto— tal vez no sea el mejor aconsejando pero puedo escucharte.
—Si que es el mejor abuelo del mundo —afirme— ¿no quiere adoptarme como nieto?
—Con gusto —dijo riendo
Nos sentamos a comer pan y chocolate mientras me contaba anécdotas de lo lindo que era Aslan de bebé con fotos incluidas.
El león... era monismo de pequeño.
—No dejan dormir —se quejó leoncito saliendo de la habitación con cara de sueño.
—Tu abuelo me adoptó —dije orgulloso
—Es mi abuelo no el tuyo —gruñó— no comparto.
—Tranquilo mi niño siempre serás mi favorito —negó riendo.
León se puso su audífono acomodándoselo, se sentiría mejor así.
—¿Te quedas a cenar Abue? —preguntó acompañándonos con un pan.
—Me encantaría pero quedé en cenar con tu abuela —dijo besando su frente— cuídate si los veo mañana.
—Si, buen camino —se despidió.
—Adiós abuelo —dije burlon
—Adiós nieto —se despidió revolviendo mi cabello.
No le agrado a león pero ni modo.
Nos pusimos a preparar la cena, Xim bajo con varios juegos de mesa así que mientras cenábamos quesadillas una batalla mortal se libraba al jugar al monopoly, quedé en banca rota y con Dani empeñado.
Santi nos deleitó con una pieza musical acompañada de su hermana y es que los dos eran muy talentosos.
Terminamos la noche mirando películas de terror con un buen chocolate y las Pijamas puestas.
Me acomodé sobre Aslan para jugar con su mano mientras el sueño se apoderaba de mi.
—Espero te quedes conmigo para la universidad —suspiré.
—Harvard no tiene enfermería tonto —negó riendo
—Me refiero a Boston... que te quedes cerca —afirme
El chico asintió, no quería separarme de él.
Poco a poco me quedé dormido, pobre de él le tocó soporto.
El fin de semana pasó demasiado rápido y en un abrir y cerrar de ojos ya era hora de irnos a casa.
Otras cinco horas de infierno y al llegar me dolía todo, pero no me arrepentía.
—Llegaron, llegaron los resultados —dijo Xim nerviosa.
Apenas estábamos recogiendo las maletas cuando sacamos los teléfonos vueltos locos.
—No quiero ver, no, no quiero —dijo Klaus— dime si quedé —dijo dándome el teléfono.
Leí los resultados con atención casi temblando.
—Lo siento... lo siento Santi vas a tener que soportar a este cabron en tu misma escuela —me burlé
—No me espantes así baboso —me golpeó— ay dios, entré en Boston.
—Lo hiciste —dijo besándolo para cargarlo.
Aslan estaba centrado mirando su teléfono.
—¿Y bien? —insistí.
—Me aceptaron en todas —dijo tranquilo, ya lo sabíamos por lo que no estaba nervioso— incluso en México
—¿Y cuál vas a escoger? —pregunté nervioso.
El blanquito se acercó para besar mis labios con una sonrisita burlona.
—Creo que Northeastern me espera —afirmó calmado mi corazoncito
Northeastern no sólo era una de las mejores universidades del país para estudiar enfermería, también estaba a solo seis minutos de Harvard.
—O no, todo depende de si te aceptaron en Harvard—señaló.
—Cierto —recordé— casi lo olvido.
Me metí para ver los resultado y no me cargaba la estupida pagina hasta que lo hizo.
—Lastima por ti cabron me vas a tener muy cerca —me emocioné.
Me habían aceptado, me lancé a él en un abrazo muy fuerte para luego besarlo
—Vamos Xim solo faltas tú —insistió su hermano
—Yo... no quede —suspiró derrotada— no entre en Juliard
Ese silencio por unos segundos nos mató
—Pero no era tu única opción recuerdas qué hay de las demás —le dijo Aslan
—Si aún queda la importante Berkly —le dije
Xim le dió su teléfono a su hermano para que revisara mientras ella se sentaba en mis piernas para recibir mimos.
—Bueno es un hecho, nos vas a tener que aguantar a todos porque estas en Berkly —dijo emocionado.
La chica asintió más tranquila, Juliard era su sueño pero Berkly también era una de las grandes escuelas de música.
Nos dimos un gran abrazo para continuar... el destino nos quería juntos.
Estamos llegando al final 🥺 nos vemos la siguiente semanita 🥰🙌
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